Tras la llegada de Colón a América, la vida animal, vegetal y bacteriana de esos dos mundos
empezó a mezclarse. Este proceso se denominó intercambio post-colombino. El resultado de este
intercambio modificó las condiciones biológicas de ambas regiones y alteró la historia del mundo. Se introdujeron nuevas enfermedades en las poblaciones americanas que nunca las habían sufrido y medida que se sometían los pueblos aborígenes y se tomaba posesión de un territorio, se producía el asentamiento de población en villas y ciudades.