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Cuadro de contraste la enseñanza secundaria y superior

En Francia y México siglo XIX y siglo XX

Francia México
La Universidad aún tiene poca parte en su
propio gobierno: es Jules Ferry quien se la da
constituyendo un nuevo Consejo Superior,
elegido por los interesados (1880).

También fue la reforma de 1902 la que aportó


una solución a la cuestión de los concursos para
las grandes escuelas científicas. Hasta el
segundo Imperio, los alumnos debían, en
principio, seguir todos los cursos de las
humanidades antes de entrar en las clases de
preparación de carácter científico organizadas
en los liceos y en los grandes colegios privados

A partir de 1902, los alumnos prosiguieron sus


estudios clásicos o modernos hasta el
bachillerato de su elección, antes de entrar en
una preparación especializada. La preeminencia
de las humanidades clásicas cede un poco el
paso a un sistema que reconoce el papel
verdaderamente "secundario" de los estudios
de base científica

Para la enseñanza secundaria de las muchachas,


creada inicialmente en 1880 distinta de la
enseñanza masculina en general, desprovista
del latín y sin acceso al bachillerato. En 1924,
una serie de factores, esencialmente la
concurrencia de enseñanza privada que
preparaba a las muchachas al bachillerato,
condujeron a una asimilación de hecho.

El bachillerato que es a la vez el desemboque y


la vía de acceso a la universidad. Es su presencia
que impone su ritmo y su carácter al estudio en
las clases superiores de los liceos

La revolución que ha cerrado las antiguas


universidades se coloca en la lógica del periodo
que lo ha precedido creando, para responder a
las necesidades más evidentes, escuelas de
medicina y sobre todo una escuela que estaba
destinada a servir, en su origen, de antesala a
las grandes escuelas de aplicación heredadas
del periodo de las Luces. Nació así la Escuela
Poli técnica.

La Escuela Normal, instituida para formar a los


profesores de los liceos, con una enseñanza
propia confiada a universitarios prestigiosos,
representa un verdadero foco intelectual.

Desconfiando un poco de la capacidad de los


profesores de facultades para consagrarse a la
investigación, por estar acostumbrados a su
rutina, crea la Escuela Práctica de Altos
Estudios, en 1868.

La victoria de los republicanos inaugura la época


de las grandes reformas. Los reformadores
como E. Lavisse o L. Liard estimaban que Francia
debía dotarse de "universidades" en número
pequeño, pero agrupando cada una todas las
facultades, las universidades fueron creadas en
1896, pero no eran sino el cambio de nombre
de los "cuerpos de facultades", tal como existían
anteriormente

Por fin existían en París los recursos que


faltaban en provincia: los normalistas seguirían
en adelante los cursos de la gran universidad de
París; las instituciones paralelas a ésta las
completaban en lugar de hacerles sombra,
mientras que las facultades católicas
experimentaban un desarrollo moderado

El paso de un sistema de enseñanza al otro era


sumamente difícil, después de haber sido
imposible. ¿No se corría el riesgo de formar una
división tan grave como la que separaba a la
Francia clerical de la Francia laica? Tal fue el
tema desarrollado frecuentemente por un
grupo de universitarios combatientes
persuadidos, desde antes de que terminase la
guerra, de la necesidad de una reforma.
Un movimiento profundo, cuyo comienzo
ocurrió durante los veintes, aunque a veces
quedara oculto por los azares de la coyuntura
demográfica, llevaba un número cada vez
mayor de adultos hacia la enseñanza
secundaria. Las razones son múltiples: afán de
ascenso social de la pequeña burguesía, y
después deseo de dar más oportunidades a los
hijos en una sociedad minada por la crisis y el
desempleo, y aumento de la población
femenina. El crecimiento de la enseñanza
secundaria es, por tanto, regular, sin
interrupciones hasta el decenio de 1950.

La reforma de la enseñanza secundaria de 1902


prevé dos ciclos y toda una gama de secciones
en que el latín sigue preponderando. Todas
desembocan en el bachillerato, puerta de la
enseñanza superior. Así, no tarda en plantearse
la cuestión de un examen que presenta una
utilidad sobre todo para quienes desean
proseguir sus estudios.

Los partidarios de la Escuela única habían


puesto gran fe en el papel de la escuela para
reducir las desigualdades. Así, habían creído
llegar bastante fácilmente a una enseñanza
secundaria democrática, mediante la instalación
de un tronco de estudios comunes a partir del
ingreso en sexto año.

A aumento de la masa escolarizable que


resultaba del aumento de la natalidad a partir
de la guerra

Se necesitaban a la vez locales, medios y


maestros. Los primeros fueron lentos de
construir al principio, no por efecto de alguna
particular escasez presupuestaria, sino, sobre
todo, porque las exigencias superaban la
capacidad de los constructores en el momento.
Hubo que recurrir a todos los locales
disponibles, a clases prefabricadas. A finales de
los sesentas se instaló por fin el ritmo de un
"CES por día", obtenido gracias a un esfuerzo de
racionalización y al empleo de técnicas de
prefabricación.

El personal llamado a enseñar en el primer ciclo


era diverso: aparte de los profesores
certificados y agregados que no podían bastar,
hubo que reclutar apresuradamente maestros
auxiliares, licenciados en el mejor de los casos.

Hubo una pluralidad de las categorías de


profesores y de sus opiniones sobre los
métodos convenientes de enseñanza

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