publicaciones principales más contenido adicional, pero puedes comenzar a leer desde
cualquier parte, pues no mantienen continuidad entre sí; son capítulos individuales con
formato similar.
Los Portadores
En cualquier ciudad, en cualquier país, hay una institución de salud mental o centro de
rehabilitación donde puedes tratar de conseguir un Objeto. Había 2538 de estos Objetos,
pero dos mil se perdieron.
Estas historias han sido recogidas de varias fuentes, muchas de las cuales son cuestionables,
pero todas tienen un aspecto en común: cuentan la historia de una serie de Objetos, los
cuales, de ser reunidos, traerán horribles consecuencias, detalles que conducen a muchos a
la locura.
La veracidad de las historias siempre está en duda; así se quería que fuese. La especulación
circula desenfrenada. Nadie sabe realmente si los Objetos son genuinos o si hay un número
fijo de Objetos que existen en el mundo y que anhelan reunirse con los suyos. Parte de lo
que hace a las historias de Los Portadores tan incitante es la posibilidad de que cualquier
persona pueda ir a una institución de ayuda especial y someterse a una prueba de vigor para
conseguir un Objeto.
Los Objetos, aunque poderosos y temibles, carecen de la habilidad para agruparse por
voluntad propia, y se ven obligados a convocar la ayuda de ciertos individuos. Estas
personas se convierten en Buscadores, con historias tan perturbadoras y detestables como
los mismos Objetos. Los Buscadores han emprendido su viaje por tres razones principales:
buscar Poder, buscar Reunión o buscar Separación. Sus metas son conocidas por
convertirlos en villanos y monstruos, y solo podemos esperar que aquellos de corazón justo
prevalezcan sobre estos seres.
Quizá haya una buena razón para que llegases a este sitio, estimado lector. Los Objetos han
de estar llamando.
¿Responderás?
Si el algún momento, el frio cesa y el pasillo se vuelve cálido, debes rápidamente gritar
“¡Alto! ¡Ésta no es la respuesta!” Si el calor persiste, corre. Corre lo más lejos que puedas
a la salida. Si no lo logras, entonces las llamas del infierno te consumirán. Si lo logras, no
pares de correr. Huye del asilo, la ciudad, el país; los perros infernales tienen tu esencia, y
ellos no descansarán.
Si el frío regresa, procede por el pasillo hasta que llegues a una puerta hecha de hielo sólido,
y golpea tres veces. Si una suave y femenina voz dice que entres, abre la puerta. Si una ruda
voz de hombre dice que te vayas, reza por una muerte rápida.
Cuando acabe, ella removerá su velo, pero no debes mirarla. Su belleza podría devastar tu
mente. Si mantienes tus ojos lejos de ella, pondrá sus manos sobre las tuyas, y susurrara a
tu oído: “La era del hielo ha acabado. ¿Que harás?”. El mundo explotará en blancura, y
cuando pase estarás fuera de la institución. En tus manos habrá un gran copo de nieve
cristalino.
Ese copo de nieve es el Objeto 29 de 538. La era del hielo ha terminado; Ellos están
comenzando a deshielar.