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UNIVERSIDAD DE OCCIDENTE-LEON.

II AÑO DE MEDICINA Y CIRUGIA.


COMPONENTE: PSICOLOGIA MEDICA.
COMPILADORA: MSc. ANA CECILIA MARTINEZ.
CONTENIDO:
✓ PS. HUMANISTA
✓ PS ESTRUCTURAL
✓ PS SISTEMICA.

I. Psicología humanista:
Tiempo estimado de lectura:
Psicología humanista
La psicología humanista tiene su origen en Estados Unidos, oficialmente se reconoce
desde 1962. Surge de la visión de un colectivo de pensadores y psicólogos que coincidían
en la idea de la creación de un nuevo enfoque ante el predominio de la psicología
conductista y determinista.

La Psicología Conductista se centra en el estudio del comportamiento del ser humano


frente a los estímulos externos. Al igual sucede con el Determinismo, según esta corriente
el comportamiento del ser humano está determinado por lo que ocurre en el exterior en
una relación de causa-consecuencia.

El determinismo se engloba dentro del Psicoanálisis de Freud, que estudia el


comportamiento humano y las enfermedades psicológicas desde el punto de vista del
comportamiento reprimido del ser humano.

El grupo que desarrolló la corriente humanista estaba formado por: Abraham Maslow,
Kurt Goldstein, Erich Fromm, Carl Rogers, Karen Horney, Fritz Perls, Rollo May,
Aldous Huxley, Herbert Marcuse, Sidney Jourard y Eugene Gendlin.

De este grupo destacan sobremanera Abraham Maslow y Carl Rogers, estos son
considerados los padres de la psicología humanista.

Abraham Maslow introduce el término de autorrealización, base de esta corriente, por la


que el ser humano siente el impulso de realizarse y cubrir todas sus necesidades. La famosa
pirámide de Maslow o pirámide de necesidades básicas también es obra de este psicólogo.
Además, llamó a esta corriente La Tercera Fuerza con el fin de demostrar la capacidad
integradora que poseía.
Carl Rogers es el creador del concepto de auto sanación. Este psicólogo dedicó muchos
esfuerzos a desarrollar una terapia que se centrase en el cliente, pero no solo la sanación
depende para este autor de la terapia externa sino de la propia capacidad de sanarse que
está implícita en el ser humano.

Si bien es cierto que esta corriente tiene sus orígenes en los pensadores y filósofos europeos
que van desde Sartre hasta Aristóteles.

¿En qué consiste la psicología humanista?


Como ya se ha dicho anteriormente esta psicología surge de la reacción contra los modelos
tradicionales de la psicología.
Se revelan en contra de estas dos corrientes que tratan de deshumanizar a la persona
convirtiéndola en un conjunto de características, y que en el caso del psicoanálisis además
solo fija en los aspectos negativos del ser. Sin embargo, la psicología humanista parte de
la visión Holística del ser humano, esto es, el ser humano visto como un todo indivisible.

El nuevo enfoque partiría de la subjetividad y la experiencia interna. Se consideraría a la


persona como un todo y se estudiaría en base a este principio. A partir de este principio
se trabajará en pulir las capacidades bondadosas del ser humano: la libertad, la
autenticidad, el respeto y la responsabilidad, entre muchas otras.

Se trata de seguir el camino recto y sano para que la persona se convierta en auténtica y
equilibrada a partir de la aceptación de lo existente y la propia persona.

Principios de la psicología humanista:


En origen la psicología humanista seguía un único principio: el ser humano es un ser
completo que posee todas las habilidades necesarias para desarrollarse, realizarse y
trascender en el camino sano.

Basándose en este principio y con la evolución de esta corriente se fundamentaron los


demás principios básicos de esta.

El ser humano es único, como es único debe desarrollarse en su propia autenticidad de


forma competa, siendo necesario utilizar el potencial creativo para ello.
El ser humano es bueno por naturaleza, este principio contradice muchas teorías y
corrientes psicológicas en las que se da por hecho que el ser humano es malvado por
naturaleza. Como la bondad que nace del interior del ser humano, todos los actos serán
buenos, por lo que no hay que reprimirse o controlar los actos sino dejarlo salir libremente.
El ser humano tiende a desarrollarse plenamente en todos los niveles de conciencia que
existen, además naturalmente tiene la capacidad de evolucionar y satisfacer todas sus
necesidades. Estos niveles nos hacen ser cada vez más conscientes de nosotros mismo, de
nuestra propia existencia y de lo que nos rodea.
La mente y el cuerpo forman parte de un todo, este todo es indivisible, únicamente se hace
distinción de los dos para que sea más fácil la comprensión de los conceptos. La mente y
el cuerpo son el reflejo de lo que somos, que se expresa mediante los actos, movimientos y
gestos que exteriorizamos.
Existen varios niveles de consciencia, como se ha dicho en varias ocasiones, la consciencia
se va adquiriendo por niveles. Mediante la superación de estos niveles el ser humano
percibe con más claridad su propio ser y la existencia de lo ajeno.
Reequilibrio y revalorización de lo emocional, que se ha desequilibrado a causa de las
leyes que la cultura occidental va imponiendo en el ser humano, donde se predispone el
comportamiento pasado por la razón ante lo emocional e intuitivo, a causa de esto se
poder el equilibrio interno.
Percepción de lo exterior como un ente igual, trabajar la comunicación y la percepción de
lo exterior para tratarlos con respeto, dejando a un lado el entendimiento de lo exterior
como un elemento que nos posibilita obtener beneficio propio.

La psicología humanista apuesta por la comunicación plena entre los seres que son
individuos únicos, esta unicidad debe ser entendida como tal y por ello no debemos ver a
los otros seres por una cualidad específica sino como un todo.

Junto con su mentor, el célebre Wilhelm Wundt, Edward Titchener fue el fundador de la
psicología estructuralista, una corriente psicológica de carácter teórico y metodológico
que se centraba en el análisis de los procesos mentales a través de la introspección y que
surgió durante los primeros años del siglo XX.

Aunque esta escuela de pensamiento fue derrotada por el funcionalismo de William


James, que dio paso al conductismo, y por otras orientaciones psicológicas que se
opusieron a las propuestas de Wundt y de Titchener (como la Gestalt alemana), tuvo una
influencia clave en el desarrollo de la psicología científica, incluso si esto sucedió sobre
todo por reacción.

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Biografía de Edward Titchener
Cuando empezó a estudiar en la universidad, el británico Edward Bradford Titchener
(1867-1927) se centró en la literatura clásica; no obstante, se interesó cada vez más por la
biología. En particular llamó su atención el libro “Principios de la psicología fisiológica”
de Wilhelm Wundt, que fundó el primer laboratorio psicológico y es considerado el padre
de la psicología científica.
Después de traducir la obra del psicofisiólogo alemán al inglés, Titchener se mudó a
Leipzig para estudiar con su ídolo; era el año 1890. Tutorizado por Wundt, Titchener
publicó su tesis doctoral, en la cual analizó la visión binocular o estereoscópica (el
fenómeno por el cual las imágenes captadas por los dos ojos se procesan de forma
conjunta).

En 1892 Titchener volvió al Reino Unido durante unos meses; posteriormente se trasladó
a Ithaca, una ciudad del estado de Nueva York, para trabajar como docente de psicología
y de filosofía en la Universidad de Cornell. Allí fundó su propio laboratorio de psicología,
además de difundir y desarrollar las ideas de Wundt hasta dar paso a la psicología
estructuralista.

Titchener no sólo se dedicó a la enseñanza, a pesar de que ésta fuera su profesión principal;
también publicó varios libros centrados en la teoría y la metodología psicológicas, entre
los que destaca Psicología experimental (1901-1905), y fue el editor de revistas científicas
tan importantes como la American Journal of Psychology.

I. La psicología estructuralista.

La escuela estructuralista tuvo un papel relevante en la psicología de principios del siglo


XX. Titchener, Wundt y el resto de teóricos de esta orientación tenían el objetivo de
analizar la mente a partir de los elementos básicos que la conforman, y de cómo estos se
unen para formar procesos complejos. Para ello se basaron sobre todo en el método
introspectivo.

Existe debate en torno a si la fundación de la psicología estructuralista debe ser atribuida


a Wundt o a Titchener. Si bien las ideas centrales de esta orientación psicológica parten
de Wundt, fue Titchener quien sistematizó, extendió y popularizó sus propuestas en los
Estados Unidos, que por entonces se estaban convirtiendo en el núcleo mundial de la
psicología.

La psicología estructuralista propone que podemos entender la estructura de los procesos


mentales a través de la definición y de la categorización de los elementos que conforman
la psique, particularmente de los contenidos mentales y de los procesos por los cuales estos
tienen lugar.

Titchener afirmó que la consciencia (o la mente) está formada por tres tipos de fenómeno:
las sensaciones, los afectos y las imágenes. Al unirse varios de la misma clase aparecen
procesos complejos. Las sensaciones serían los elementos que componen las percepciones,
mientras que los afectos darían lugar a las emociones y las ideas a los pensamientos.
El método introspectivo
La psicología estructuralista de Titchener se basaba en la utilización del método
introspectivo, por el cual un sujeto entrenado ejerce el rol de observador y descriptor de
sus propios procesos psicológicos. Para provocarlos se utilizaban distintos tipos de
estímulos, que variaban en función de la tarea a realizar y del tipo de contenido mental
estudiado.

El método introspectivo ya había sido utilizado por Wundt; no obstante, Titchener lo


aplicaba de un modo mucho más riguroso. En particular, este autor rechazaba el estudio
de los procesos inconscientes, lo cual incluye constructos como “instinto”. Así, sus
técnicas de estudio se centraban en la descripción de la experiencia psicológica consciente.

Según Titchener es posible obtener información fiable sobre la naturaleza de la mente a


través de la introspección y del conocimiento de uno mismo. De hecho, para este autor
éste es el único método que permite analizar los procesos mentales de forma fiable, puesto
que afirmaba que la psicología debía ser necesariamente una disciplina basada en la
introspección.

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El legado del estructuralismo
A modo general se considera que la psicología estructuralista desapareció con Titchener:
las escuelas psicológicas que se opusieron a los planteamientos de este autor ganaron la
batalla ideológica en la comunidad científica. Sin embargo, y del mismo modo que Wundt,
Titchener cumplió un papel clave en el desarrollo de la psicología experimental y
científica.

El funcionalismo de William James surgió como reacción al estructuralismo de Titchener.


Esta orientación ponía el foco sobre la relevancia de aspectos olvidados por la psicología
estructuralista como los métodos empíricos, la comparación estadística o la
experimentación sistemática, y fue el antecedente fundamental del conductismo de
Watson.

En la actualidad el tipo de psicología por el que Titchener abogaba sigue vivo en una
forma distinta en la psicología cognitiva, que se focaliza también en la descripción de
procesos y fenómenos mentales en muchos casos subjetivos. Además la utilidad del
método introspectivo ha sido puesta en valor por un gran número de psicólogos en las
últimas décadas.

Un dato curioso con respecto a Titchener es el hecho de que fue este autor quien acuñó el
término anglosajón “empathy” (empatía). La palabra proviene del griego clásico
“empatheia”, que significa “pasión o afecto físico”; fue adaptada al alemán
(“Einfühlung”) por Hermann Lotze y Robert Vischer y por último el propio Titchener la
tradujo al inglés.

II. Psicología sistémica.


Parte de la teoría general de los sistemas, la cual tiene como enunciado básico que para
comprender el comportamiento del ser humano, no es suficiente conocer las causas de la
conducta individual, ya que la realidad humana es más compleja y funciona incluido el
hombre como un sistema abierto en donde cada elemento del mismo cumple una función
fundamental, el comportamiento depende de la interacción de los diversos elementos
(individuos en los grupos, o las diversas dimensiones del ser humano en caso de un
comportamiento individual: dimensión física, psicológica, social, etc.), no depende solo de
la funcionalidad o disfuncionalidad de un solo elemento o individuo, ya que la conducta
de cada elemento del sistema ayuda a mantener su homeostasis o equilibrio del sistema.

Los seres vivos, el hombre, las comunidades, los grupos sociales actúan como un sistema,
siendo la salud un proceso de creación, desarrollo y evolución, sinergia y la patología,
estancamiento, y simbiosis.

El principal ámbito de investigación y de intervención de la psicología sistémica es


precisamente la familia. La familia se constituye entonces en el sistema de mayor interés
para el psicólogo sistémico. Por esta razón abordaremos el tema de la familia desde el
enfoque sistémico. Para ello acudimos a los planteamientos de Minuchín.

Según (Minuchín, 1986, Andolfi, 1993; Musitu et al., 1994, Rodrigo y Palacios, 1998), la
familia se define como un sistema, es decir: “La familia es un conjunto organizado e
interdependiente de personas en constante interacción, que se regula por unas reglas y por
funciones dinámicas que existen entre sí y con el exterior”.

A partir del texto anterior el trabajo en la práctica profesional está orientado a fomentar
la importancia de la familia y principalmente la importancia de vivir en familia en el
desarrollo del ser humano, mediante la implementación de talleres en los barrios más
vulnerables del Municipio al igual que seguimiento con visitas familiares para
contrarrestar problemáticas presentadas, es por esto que

La Teoría General de Sistemas (TGS), formulada por (Bertalanffy en el año 1968) es de


gran importancia por que concibe a la familia como sistema en que se constituye una
unidad, una integridad, por lo que no podemos reducirla a la suma de las características
de sus miembros. La familia no se puede ver como una suma de individualidades, sino
como un conjunto de interacciones.

El enfoque sistémico permite sustituir el análisis causa-efecto por el análisis de las pautas
y reglas de interacción familiar recíproca, que es lo que nos va a permitir llegar al centro
de los conflictos familiares y por tanto a las causas de la disfunción familiar permitiendo
que estas exploten sus recursos para enfrentar las situaciones difíciles.

Uno de los seguidores como Bronfenbrenner (1987), considera que la familia es el sistema
que define y configura en mayor medida el desarrollo de la persona desde su concepción;
dado que para este autor el entorno es algo que trasciende la situación inmediata y afecta
directamente a la persona en desarrollo, adoptó la terminología de “modelo ecológico”
que se concibe como una disposición seriada de estructuras concéntricas inclusivas, en la
cual cada una de las estructuras se encuentra inmersa en la siguiente.

Esta bases son de gran importancia ya que desde la práctica profesional de psicología el
modelo ecológico aporta bases que permiten ver distintas maneras como personas se
relacionan con su entorno. Se ha hecho alusión, a un sistema complejo y auto regulado
que lleva consigo una jerarquización y unas normas que regulan sus relaciones, tanto las
que se dan dentro de la familia nuclear, como las que se establecen con la familia extensa
o con otras personas o sistemas. El reconocimiento de estas relaciones o interacciones es
objetivo prioritario en la intervención familiar (Bateson, 1971).

Fishman (1990):

Cismo génesis: Es el distanciamiento progresivo entre las interacciones de los miembros


familiares.

La Intrincación: Este término hace referencia a las relaciones que se caracterizan por una
excesiva proximidad entre sus miembros, llegándose a anular el yo de cada uno de los
miembros, no respetándose ni la intimidad ni la autonomía de cada uno de ellos. La
rigidez: Hace referencia a aquellas relaciones, distribución de roles o normas establecidas,
que son inamovibles y en ocasiones incuestionables, rechazando cualquier propuesta que
suponga un cambio, principalmente inaceptable por quien de manera implícita o
manifiesta ostenta la máxima autoridad en la familia. Teniendo en cuenta que por causas
externas y/o internas todas las familias están sujetas al cambio, la rigidez suele ser un
obstáculo claro para la funcionalidad familiar.

Sobreprotección: En este sentido podríamos hablar de un tipo de interacción que lleva a


ahogar las demandas de autonomía de la persona protegida, generando sentimientos de
baja competencia y desvalimiento, y en cierta medida una relación de dependencia
mutua, tanto desde el que tiene la necesidad de sobreproteger como del que necesita ser
protegido, ambos dependen altamente del otro para dar sentido a su vida.

La negación: Supone no reconocer o huir de las relaciones conflictivas, lo que en


consecuencia lleva a no abordar la resolución de los conflictos existentes.

El enmascaramiento: Consiste en una grave distorsión de la realidad por medio de


pensamientos irracionales tendentes a la satisfacción de las propias necesidades. Sucede
cuando por ejemplo por inseguridad personal, necesidad de afecto, para sentirse útil o
para esconder la insatisfacción personal y familiar se enmascaran éstas con obsesiones por
la limpieza y el orden, y se asume un rol de máximo interés por la familia, pero sabemos
que detrás de la preocupación se esconde el rechazo y con frecuencia la intención de
hacerles sentir culpables.

Desequilibrio: Debe dotar de una mayor autoridad, aunque tan sólo sea provisional, a uno
de los componentes de la unidad familiar, con el fin de hacer el sistema más estable y
funcional para todos. Cuando los adultos han perdido poder a costa del que ganan los hijos
menores o adolescentes, es necesario romper ese equilibrio.

Re encuadre: Es la aportación del experto familiar en el diagnóstico de la situación,


ofreciendo una nueva visión de la realidad, de forma que se puedan ver o experimentar
nuevos tipos de interacción más enriquecedores para cada uno de los miembros y para
todo el sistema, ayudando así a una nueva reconstrucción personal del sistema.

Búsqueda de competencia: Con esta técnica lo que se pretende es activar y generar


recursos en los componentes de la familia, ya que el incremento de los recursos personales
puede tener una proyección intrafamiliar y a su vez una mejora en la calidad global del
sistema. El asesor familiar debe hacer visibles y poner en acción los recursos existentes y
cuando hay carencia de los recursos necesarios debe estimular su adquisición.

En fin el enfoque sistémico constituye un modelo explicativo, heurístico y de evaluación


familiar, que también sirve para fundamentar la intervención familiar que se hacen las
prácticas profesionales de psicología en la comisaria de familia de municipio de Algeciras
llamada “Niños y niñas más felices”.

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