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CariruLo 15 La trampa ‘tribal Durante, muchos aftos hémos vivido felizmente jue tos ¥ ahora toclo es matar unos fos bebés de los otros Qué nos esti pasando? Inika Hapziomerovre, duclo en Sarajevo, Independent, 8 de agosto de 1992 Nuestra imagen de la guerra tribal es la de la agresion: dos grupos, digamos setbios y croatas, se atacan de la misma manera en que dos hombres encolerizados se enzarzan a golpes durante una discusion a raiz de un choque de coches. Este modelo es primitivo y explica poco. Como dijo Indira Hadziomerovic, los yugoslavos habian vivido du- rante muchos afos felizmente juntos. Tenemos que preguntar como fue posible que Ja relaci6n cambiara hasta el punto de llegar a matar unos los bebés de los otros. Raramente los conflictos tribales «estallan», La hostilidad es infla- mada por la retérica nacionalista de los politicos. Otros grupos se sien- ten luego amenazados y reaccionan con su propio nacionalismo de- fensivo. La gente se ve asi empujada a la trampa de Jos politicos. A con- tinuacién, por vias psicoldgicas mas profundas, los grupos rivales resultan mutuamente atrapados por sus respuestas reciprocas. Asi es como se dividié Yugoslavia. 173 La Yucoszavia pe Trro Yugoslavia era una federacion de seis reptiblicas. Habia tres reptibli- cas pequetias —Eslovenia, Macedonia y Montenegro—, cada wna en un extremo diferente del pais. Fl escenario central estaba ocupade por las tres reptiblicas grandes: Serbia, Croacia y Bosnia Herzegovina. En és- tas, las diferencias étnicas estaban subrayadas por las diferencias religiosas: Serbia era predominantemente ortodoxa ¥ Croacia predominante catéli- ca, mientras que en Bosnia el grupo mayoritario era islmico. El detalle es mucho més borroso que estas sencillas generalizacio- nes. Serbia incluia a Kosovo, con una gran mayoria albanesa. Croacia incluia la Krajina, mayotitariamenie serbia. ¥ también en Bosnia habia minorias serbias y croatas. En Gempos del presidente ‘Tito habla patriotas yugoslavos. Los yu- goslavos se habian liberado de los alemanes y fos italianos en gran medi- da por s{ mismos, El ejército sovigtico no habia impuesto ef comunismo y estaban orgullosos de la independencia de Tito respecto de Mosctt. Muchos se sentian yugoslavos al mismo fiempo que serbios, croatas 0 bosnios. Habja muchos matrimonios entre personas de distinto origen. Pero fas diferencias entre las republicas eran graves. Tito traté de ase- gurar que las distintas nacionalidades compartieran el poder. Los serbios, el cuarenta por ciento de la poblacién, eran con mucho el grupo mds nu- meroso. Tito realizé nombramienitos con el fin de asegurar que los ser- bios no dominaran las instituciones federales, pero para compensar esta circunstancia otorgé a los serbios importantes posiciones en otras sepaibli- cas, como Croacia. Aunque Kosovo formaba parte de Serbia, concedié alli mds poder a la mayoria albanesa. El mantenimiento de este equilibi- 10 fue el éxito de Tito, impresionante a la luz de lo que sucedié después, Sin embargo, lo que sucedid después se debid en parte a la debili- dad de Ja federacion de Tito. El equilibtio cuidadosamente construido desperté resentimientos. Cuando Tito murid, en 1980, aunque el res- paldo de las republicas a la plena independencia era escaso, existia ya un sentimiento nacionalista. Los serbios se sintieron minoria persegui- da en Kosovo. Los croatas y otros se sintieron agraviados por la in- fluencia de los serbios en sus respectivas reptiblicas. Mucha gente que- tia mds autonomia respecto de la federacion. A su vez, las minorias percibian este nacionalismo local como una amenaza. El equilibrio federal impuesto carecia de raices suficientemente ptofundas como para sobrevivir a la muerte de Tito. Aunque para 174 Mosct su gobierno fue demasiado liberal, regia sin embargo un Esta- do de partido unico con una poderosa policia secreta. No habfa habi- do oportunidad de que se desarrollaran habitos democedticos de tole- rancia, persuasion y compromiso. Drsputs DE YUGOSLAVIA: SERBIA ¥ CROACIA En Kosovo, la minoria serbia se sintié Gaicionada. Para los serbios, Kosovo esta investido de una significacién muy particular, Alli, en Pec, se encuentra la sede de} Patriarca de Ja Iglesia ortodoxa serbia. Y toda- via siguen conmemorando la batalla de Kosovo, del afio 1389, cuando los serbios fueron derrotados por los tarcos en ef Campo de los Mirlos. Los serbios que entonces murieron son grandes martires de su Iglesia. Kosovo, finalmente, reconquistada a Turquia, fue un simbolo de la na- cionalidad serbia. Ala muerte de Tito, el noventa por ciento de la poblacién kosovar estaba formado por albaneses que no aceptaban la dominacién serbia. En 1981, los albaneses de Kosovo se manifestaron en apoyo de ia in- dependencia respecto de Serbia. La manifestacién fue aplastada por el ejército federal y por la policia. Algunos serbios kosovares se sintieron agraviados por lo que conside- raban discriminacion contra ellos. Hubo denuncias de violaciones y de haber sido forzados a mudarse. En 1987, el lider del Partido Comunista Serbio, Slobodan Milosevic, acudié a oir sus quejas y fue recibido por una gigantesca multitud. La policia y la multitud chocaron, la policia uti lizé las porras y la multitud arrojé piedras. Milosevic dijo a la multitud: «Nadie deberla atreverse a pegaros.» Se le traté como a un héroe y él res- pondié con un apasionado discurso de nacionalismo serbio: Debéis permanecer aqui. Esta es vuestra tierra, Estas son vues tras casas. Vuestras praderas y huertos. Vuestros recuerdos. No de- béis abandonar vuestra tierra solo porque sea dificil vivir en ella, por- que os presione la injusticia y la humillacion. Nunca fue propio del caracter setbio ni montenegrino ceder ante los obstaculos, desmovi- jizarse cuando es tiempo de luchar [...] Debéis permanecer aqui en honor de vuestros antepasados y de vuestros descendientes. De lo contrario, se deshonrarfa a los antepasados y se decepcionaria a los descendientes, Pero no sugiero que permanezcdis, aguantéis y tolercis una situacién que no os satisface. Por el contrario, debéis cambiarla’. ' Laura Silber y Allan Little, The Death of Yugoslavia, Londres, 1995, pag. 37. 175 Milosevic obligé a dimitir al entonces titular de la presidencia serbia y se apoderd de ella. Como presidente se dirigid a enormes masas nacionalistas y utilizd givantescas multitudes para intimidar y obligar a someterse a las provincias previamente autonomas de Vojvo- dina y Kosovo. Luego puso la mirada més all de Serbia, Descaba un gobiemo serbio dondequiera que hubiera serbios. Usilizé ef amedren- famiento generado por las multitudes para sustituir el gobierno de Montenegro por sus propios partidarios. Sus discursos alarmaron a otras repiiblicas. Hubo una manifestacién multitudinaria para conme- morar el sexto centenario de la batalla de Kosovo. Milosevic dijo: «El heroismo de Kosovo no nos permite olvidar que, en un momento, fui- mos valientes y dignos; y uno de los pocos pueblos invictos en la ba- talla. Seis siglos después nos vemos otra vez envueltos en batallas y contenciosos. No son batallas armadas, aunque atin no se debe excluir este tipo de cosas»?, Milosevic inspiré miedo en Croacia, donde el nacionalismo mo- derado dio pie a una forma mds extrema, que conté con el apoyo de Franjo Tudjman, ex general del ejército yugoslavo. Tudjman defendié el antiguo Estado pronazi de la Ustasa, del que sostuvo que no era creacion de eriminales fascistas: “También estuvvo [la Ustasal a favor de las aspiraciones histéricas del pueblo croata a un Estado independien- te. Sabia que Hitler tenia pensado construir un nuevo orden europeo.» Tudjman dijo también: «Gracias a Dios, mi mujer no es judia ni ser- bia’. En las elecciones de 1990, Tudjman dirigié una campatia vigoro- samente nacionalista y se convirtié en presidente. La nueva constitucién de ‘Tudjman, que ignoraba la minora serbia, definia Croacia como el Estado-nacién de los croatas, Esto alarmé a los serbios, quienes se vieron obligados a prestar juramento de lealtad, Algunos perdieron su empleo. Otros suftieron ataques en sus casas, En Krajina, una regién de Croacia con mayoria serbia, el naciona- lismo extremista serbio se hizo popular, Una asamblea serbia llamé a un referéndum sobre la independencia serbia: sélo votarian los serbios. Los helicdpteros croatas, que habian sido enyiados para detener el re- feréndum, fueron rechazados pot jets del ejército yugoslavo. Krajina, armada por el gobierno de Milosevic, quedaba ya fuera del control de Croacia. Los Hderes serbios de Krajina declararon la independencia, tras lo cual se produjeron enfrentamientos armados, Se envid al ejérci- 2 Ibid, pag. 77 5 Thid, pags. 91-92 176 to nacional yugoslavo. Serbia reconocié la independencia de Kraji- na y prometié ayuda. En los choques, los aldeanes serbios mataron policias croatas. Tudjman dijo que era una guerta contra Croacia, mientras que el gobierno serbio dijo que Croacia estaba atacando a la nacién serbia. La secesion de Eslovenia tras disputas con el gobierno federal y con Serbia dio a Tudjman la oportunidad de declarar al mismo tiempo la independencia croata. Ambos paises fueron reconocidos por la Co- squnidad Europea. El ejército yugoslave (predominantemente serbio} entré en Eslovenia. Durante dos semanas se produjeron escaramuzas sin mayor importancia. Luego Serbia acepté la independencia eslove- na e invadid Croacia. Durante ochenta y seis dias rodearon, sitiaron y bombardearon Vuko: var. Cuando, finalmente, el ejército tomd la ciudad, dejé que las mujeres eligieran ir a Serbia o a Croacia. Pero se retuvo a los hombres, a menudo para maltratarlos o matarlos. Luego el ejército yugoslavo siti Dubrovnik. A finalizar ese aio habia ocupado el 30 por ciento de Croacia. Entonces la guerra llegd a un punto de estancamiento, con un ejército croata cada vez mas fuerte. Milosevic acepté la mediacidn internacional. Se enviaron fuerzas de paz de las Naciones Unidas y el ejército serbio se retiré. A con- tinuacién, serbios y croatas cooperarian para destruir Bosnia. Bosnia En Bosnia, ef 44 por ciento de la poblacion era islamico, el 31 por ciento era serbio y el 17 por ciento, croata, Las relaciones eran en ge- neral amistosas. Bien podia ocurrit que, en un dia sagrado para ella, wna familia recibiera la visita de amigos de otras creencias. En las elec- ciones de 1990, el mayor partido musulmén estaba encabezado por Alika Izetbegovic, que aspiraba a ir mas all4 de la politica tribal: Con su opresién, los comunistas crearon en la gente este anhelo por expresar su identidad religiosa o nacional. Tal vez en cuatro 0 cinco afios hayamos pasado del campo minado al horizonte de la sociedad ci- vil. Por ahora, desgraciadamente, nuestro partido debe ser regional [. Aqui existe un verdadero peligro de guerra civil; nuestra finalidad prin- cipal como partido es mantener unica a Bosnia-Herzegovina’, Mark Thompson, A paper Howse: the Ending of Yagostavia, Londres, 1992, pig. 99 177 El partido de Izethegovic gané la mayorla parlamentaria. Para mantener unido al pais decidiéd gobernar en coalicion con los principe. les partidos de serbios y de croatas. Pero ya habla un movimiento na- cionalista serbio, paralelo al de Croacia, que aspiraba a separarse de Bosnia y a unirse a los serbios de Krajina. : En 1991, Milosevic susministraba armas y dictaba la politica a Ra- dovan Karadzic, el lider serbio-bosnio. Karadzic, que habia sido en- carcelado por fraude hipotecario, no comienz6 su carrera politica como nacionalista, sino en un partido verde. En 1990 habia hablado de proximidad con los musulmanes bosnios y habia dicho que no era necesatio que los serbios pelearan por el cristianismo contra el islam. Pero ahora, un afio después, era nacionalista serbio militante. Y tam- bién, por increible que parezca, poeta y psiquiatra. Las tacticas fueron las mismas que en Croacia. Se declararon las «Regiones Auténomas Serbias» y el ejército nacional yugoslavo acudié en su ayuda. En 1992 tuvo lugar un referéndum en Bosnia sobre esta cuestién: «Esté usted a favor de una Bosnia-Herzegovina soberana e independiente, un Estado de ciudadanos y naciones ignales de musul- manes, setbios, croatas y otros que quieran vivir en 2» El partido de Karadzic, apoyado por el ejército yugoslavo, ordend a los serbios que no votaran y bloqued las urnas electorales de las zonas que controla- ba. El 64 por ciento del electorado, incluidos muchos serbios, votaron y respondieron «sf a la pregunta casi por unanimidad. EI dia que se daban a conocer los resultados del referéndum, los serbios paramilitares trataron de tomar Sarajevo. Se vieron frustrados por miles de ciudadanos que levantaron barricadas para defenderse. En abril de 1992, la Comunidad Europea reconociéd el Estado indepen- diente de Bosnia. Ese dia, los paramilitares serbios volvieron a intentar la toma de Sarajevo. Se les opusieron entre 50.000 y 100.000 manifes- tantes, sobre fos cuales se abrid fuego. Tras el fracaso de la toma de Sarajevo, las fuerzas serbio-bosnias st tiaron y bombardearon la ciudad, con ef resultado de miles de muer- tos. Entre los muchos horrores de 1992 se destacan tres. Se dispararon granadas contra la maternidad, que ardidé mientras en su interior dor- imian setenta embarazadas y ciento setenta y tres bebés. Un ataque con mortero a una cola para comprar pan matd alrededor de veinte perso- nas ¢ hirid a ciento sesenta. Se disparé sobre un autobis leno de ni- fios con el resultado de dos muertos: uno de tres afios y uno de cator- ce meses. Como dijo Indira Hadziomerovic, se habia llegado a que jos de un grupo mataran a los bebés de los otros y viceversa. El itne- sal de los nifios también fue blanco de un ataque de mortero. 178 Otras fuerzas serbias crearon un reino de terror en Bosnia oriental. Habia por lo menos diccisiete campos de violacién, donde se mante- nia durante semanas a mujeres y nifias bosnias y se las violaba una y otra vez. Mas tarde, una investigacién de la Comunidad Europea esti- md en 20.000 la cantidad de nsujeres violadas. Algumas de las victimas sdlo tenfan tres 0 cuatro afios®. En su «limpieza étnica», las faerzas serbias mataron 6 expulsaron a Jos musuimanes. En algunas zonas las casas tenian escrito en su puerta ef grupo Etnico al que pertenecia su duefic. Las que decian «serbion queda- ron intactas, mientras que las que decian «musulman o «croata» fue- ron destruidas. A los que no eran serbios se les dejé sin empleo y se les dijo que se marcharan. Por temor a perder la vida, se vieron forzados a firmar la cesién de sus propiedades. A veces, se encerré a los musulma- nes en edificios a los que luego se prendia fuego hasta su total destruc cidn. En Kozarac se maté a dos mil quinientos civiles en veinticuatro horas. Los tanques serbios atacaron la ciudad con granadas. Cuando termino el ataque, se prometié por los altavoces que no se harla dafio a quienes se rindieran. Cuando aparecié la gente se teinicid eb ataque. Ya aceptada la rendicién, un serbio de la ciudad delaté a mu- sulmanes importantes, incluidos el alcalde, el jefe de policia y algunos médicos. Fueron fusilados y degollados®. De ciertos lugares de sacé a los que no eran serbios en camiones de ganado, Los nifios murieron al quedar los vehiculos abandonados dias enteros bajo un tértido sol. Algunos bosuios fueron a parar a campos de concentracién, En Omarska, los prisioneros estaban hacinados en barra- cas donde murieron de sed, de hambre y asfixiados. Para conseguir agua tenfan que cantar canciones pro serbias durante horas. Se les apaleaba, torturaba, mutilaba y asesinaba’. A algunos se les obligaba, so pena de muerte, 4 que se golpearan o incluso se castraran unos a otros. En el campo de concentracién de Keraterm se encerré a ciento cincuenta petsonas en una barraca sin comida ni agua. Cuando gritaban pidien- do agua, los guardias les disparaban a través de las puertas, de tal modo que mataron o hirieron a cuarenta. Pocos dias después, apenas habia supervivientes®, 5 Ed Vulliamy, Seasons in Hell: Understanding Bosnia’s War, Londres, 1994, paei- nas 195-201, § Peter Mass, Love Thy Neighbour: a Story of War, Nueva York, Toronto y Londres, 1996, pags, 38-39, 72:73, 78. " Revak Hukanovic, The Tenth Circle of Hell: Memoir of Life in tbe Death Camps of Bos- ais, trad. Colleen London y Midhart Ridjanovich, Londres, 1996, ® Mass, Love Thy Neighbour, pags. 45, 50, 75. 179 Hacia agosto de 1992, las fuerzas serbias habian expulsade a 1,8 millones de bosnios. Las agencias de asistencia de las Naciones Unidas empezaron por aceptar a los refugiados a través de Croacia, pero luego se negaron a continuar haciéndolo para no convertirse en cémplices de la limpieza étnica. Las tropas serbias forzaron entonces a los refugia- dos a cruzar el peligroso terreno entre ef frente de guerra serbio y ei bosnioc. Muchos murieron en el viaje’. F] ejércite nacional y las otras fuerzas serbias capturaron mds de ia mitad de Bosnia en seis semanas. Entonces, supuestamente se retiré el ejército nacional. Las operaciones militares serbio-bosnias fueron pues- tas bajo el mando del general Ratko Mladic. Milosevic y los lideres serbio-bosnios presentaron {uego el conflicto como un caso de guerra civil. Al principio fas acciones militares setbio-bosnias chocaron con la resistencia de los croatas bosnios y del ejército croata. Bosnia y Croa- cia sellaron una alianza militar. Pero Tzetbegovic rechazé una pro- puesta de confederacién de Croacia y Bosnia. A continuacién, los It deres bosnio-croatas siguieron las ¢acticas serbio-bosnias y declararon au- t6noma su regién. Se llegd a un entendimiento entre Milosevic y ‘Tudjman. Los musulmanes bosnios volvieron a ser expuisados, esta vez a causa de la limpieza étnica croata, que también incluyd masacres y campos de concentracién donde se torturd y se dejé a la gente morir de hambre. Bosnia habia de dividirse por una absurda alianza de serbios y croatas. La CREACION DE UNA ESPIRAL DE ODIO La guerra entre Serbia y Croacia no fue una mera explosién es- pontanea de odio étnico. La hostilidad fue azuzada por los lideres politicos. El discurso de Slobodan Milosevic en Kosovo, con su «ésta es vuestra tierra», desperté las pasiones serbias. También atemorizé a los albaneses y a otros que no eran serbios. Es probable que estuviera cal- culado (de timido representante de un gobierno federal impopular, pas6 a ser campedn del nacionalismo serbto). Milosevic no habia sido nacionalista, sino comunista. Muchos observadores dudan de su nacionalismo de nuevo cufio. Warren Zim- ° Vulltamy, Seasons i Flell, cap. 7. 180 mermann, el embajador norteamericano en Yugoslavia de 1989 a 1992, habia tenido muchas y largas conversaciones con Milosevic. Zimmer- mann lo consideraba un mentiroso habitual y no to veia atraido por el nacionalismo, sino por el poder: Habia becho un pacto fustico con el nacionalismo como me- dio de conquistar y retener el poder. Bs un hombre de extraordina- tia frialdad. Nunca le he visto conmovido por un caso individual de suitimiente humano; para él, las personas son grupos (serbios, mu suimanes) o simples abstracciones. Tampoco le he ofdo nunca una palabra piadosa o generosa respecto de ningun ser humano, ni si quiera de un serbio. Este estremecedor rasgo de su personalidad fue lo que permitié a Milosevic perdonar, estimular e incluso organizar las inexpresables atrocidades que cometieron ciudadanos serbios en [a guerra de Bosnia'®, En oposicion a Milosevic, el nacionalismo de Franjo Tudjman es auténtico y fanatic. En época de Tito habia sido encarcelado por ac- tividades nacionalistas. Warren Ziramermann describe sa movimiento nacionalista croata como intolerante, antiserbio-y autotitario, «junto con un aura de fascismo de tiempos de guerra que Tudjman no hizo nada por disipam. Zimmerman describe una comida con Tudjman en ja que oyé cémo sus ministros denostaban a los serbios en términos ra- cistas!?. Aunque por motivos mury diferentes, estos dos lideres fomentaron fa hostilidad entre sus respectivos pueblos. Antes de que ellos comen zaran su campaiia, las actitudes estaban mucho menos polarizadas. En Serbia habia mucha alarma por lo que Milosevic hacia y una oposi- cién impresionante. En marzo de 1991, en Belgrado, cerca de 100.000 personas se manifestaron contra él y contra el modo en que su agresivo nacionalismo les rebajaba a la condicién de parias en la comunidad mundial, a semejanza del Irak de Saddam Hussein, Una de las consig- nas era «Slobo, Saddam». Las manifestaciones fueron aplastadas por los tanques, pero su magnitud demostré de qué manera la campaiia de propaganda debia organizar el apoyo al nacionalismo de Milosevic. El gobierno serbio y el croata utilizaron las mismas téenicas de ma- nipulacién de los medios de comunicacién. En Serbia, el gobierno do- minaba las estaciones de radio y television. Las presiones sobre los pe- © Warren Zimmermann, «The Last Ambassador: a Memoir of the Collapse of Yu goslavian, Foreign Affairs, 1995. 1 Ibid, pag. 8. i81 riddicos independientes eran extremas. Cuando Borba publicé un in- forme en el que se criticaba al lider paramilitar Arkan, Milosevic fue con hombres armados, amenazé con «liquidar al autor y obligé a que se publicara una entrevista con él mismo! El gobierno croata también utilizé ef control de los medios de co- municacién para azuzar el miedo entre jos serbios. Un redactor de la revista describid un mitin en el que Milosevic «esbozé una estrategia para provocar un conflicto étnico en Croacia», y agregd que «una ma- siva campaiia en los medios de comunicacién convencid a los serbios de Croacia de que estan en peligro de un nuevo “genocidio”», En Croacia, especialmente durante la guerra de Bosnia, los medios oficiales inventaron historias de atrocidades contra croatas y adopta- ron una actitud de gran escepticismo hacia las bien comprobadas atro- cidades de las que los croatas eran responsables. Se despidid a periodis- tas serbios, se cerré diarios independientes y se encarceldé al menos a un periodista independiente. ‘Tanto en Serbia como en Croacia se utilizaron los medios de co- municacion para encender la hostilidad étnica. En Serbia se suele re- presentar a los croatas como «vampiros». Radovan Karadzic describla ja guerra en Croacia como una guerra contra una «conciencia fascista vampinzada»™, Durante la rebelién de los serbios de la Krajina, un ti- tular de Politzka Ekspres decia: Hay que proteger a los setbios del vam- piro de la Ustasa.» Un periddico croata, al informar sobre las matanzas en Borovo Selo, describid a los asesinos serbios como «bestias en for- ma humana», como «bipedos barbudos» y como «chupasangres»"®, Slavenka Drakulic veia en la estimulacién de la hostilidad el pre- ludio de algo peor: Mucho antes de la guerra real, tuvimos una semiguerra en la que los periodistas serbios y croatas atacaban a los lideres politicos de la republica opuesta y se atacaban entre si, como en una suerte de en- sayo general. Asi advesti que una espiral de odio descendia sobre no- sotros, pero hasta el primer derramamiento de sangre esa espiral pa- tecia operar en el plano de una mera lucha por el poder, sin relacion alguna con la gente comin! © Articulo Diecinueve, Forging War: the Media in Serbia, Croatia and BosntarEereego- ina, Londres, 1994, pag. 34. © Tbid,, pag, 90. \ Noel Macolm, Bosmia: « Short History, Londtes, 1994, pag, 228. 5 Ariculo Diecinueve, Forging War, pags. 73, 185. \ Slavenka Drakulic, Balkan Express: Fragments from the Oiher Side of War, Londres, 1993, pag. 131. 182 Poco a poco, los medios de comunicacién fueron quedando en poder de fandticos racistas. La televisién serbia dio espacio a Vojis lav Seselj, que pensaba que habia que matar a todos los albano-kosova- res. Un periodista dijo a Warren Zimmermana: «Los norteamerica- nos también os volveriais nacionalistas y racistas si vuestros medics de comunicacién estuvieran integramente en manos del Ku Klux Klan», LA CREENCIA-TRAMPA Los medios difundian noticias falsas, por ejemplo, acerca de fas atro- cidades serbias en Bosnia. La masacre de ia cola del pan en Sarajevo fue atribuida a los musulmanes, de quienes se suponia que la habfan utilizado como propaganda antiserbia. Se dijo que la mayoria de las victimas eran serbias y que sus cuerpos habian sido reemplazados por cadaveres de musulmanes asesinados en otros lugares! La gente evaliia la credibilidad de lo que se le dice por compara clon con otra informacién que posea. Alli donde practicamente toda la informacién que tiene de un tema proviene de fuentes distorsionar- tes, bien puede quedar atrapada en un sistema de creencias falsas. La informacién que contradice ef sistema de creencias es rechazada por falta de credibilidad. Tan sostenida y coherente fue la propaganda, que termind por ser aceptada en gran parte. En una encuesta realizada en 1992, se picid al pueblo de Beigrado que dijera quién estaba bommbardeando Sarajevo desde las colinas de los alrededores. Sélo el 20,5 por ciento pensaba que eran los serbios, mientras que el 38,4 por ciento pensaba que la respuesta era las «fuerzas musulmanas croatas»!. La opinién contraria era dificil de creer. En el mismo afio de la encuesta, un periodista dijo que por entonces la television serbia podfa permitir que se expresaran los puntos de vista de la oposicion: «La realidad suena como la mas ne- gfa propaganda antiserbia y quien la describa atemorizara a la gente, que se pondré en su contra», Zimmermann, «The Last Ambassadom, pég. 12. 8 Anticulo Diecinueve, Forging War, pag. '° Encuesta realizada por ef Institute of Political Studies, citada ibid, pag. 127 % Stojan Cerovic, citado ibid, pag, 129. 183 LA TRAMPA DEL MIEDO HOBBESIANO La guerra puede derivar tanto del miedo a ser objeto de un ataque como del ataque real. ‘Lucidides vio en esto la verdadera causa de la Guerra del Peloponeso: «Lo que hizo inevitable la guerra fue el creci- miento del poder ateniense y ef miedo que esto provocé en Esparta»”!. Thomas Hobbes, que tradujo a Tuacidides y observd también la guerra civil que estallé en Inglaterra, consideraba este miedo al poder de los otros como causa primera de conflicto: «¥ de esta desconfianza reciproca no tiene el hombre manera mas razonable de aseguraise que mediante la Anticipacién; es decir, por la fuerza, o la astucia, para do- minar la vohimtad de todos los hombres que pueda, hasta que no vea ningtin otro poder tan grande como para que constituya un peligro para él». La trampa hobbesiana captura tanto a grupos como a indi- viduos. Alli donde dos grupos son amenazas potenciales rectprocas, el miedo comtin resultante da a cada uno zazones para golpear primero. Y puesto que cada uno puede ver que el otro tiene estas razones, el circulo de miedo se refuerza. El miedo hobbesiano condujo a un nacionalismo defensivo-agresi- vo en las repiiblicas cercanas a Serbia. La manipulacién que los politi- cos serbios hicieron del tribalismo étnico y religioso produjo miedo en otros grupos, cuyos politicos jugaron a su vez la baza del tribalismo. El candidato derrotado en las elecciones croatas de 1990 dijo mas tarde: «La politica agresiva de Milosevic fue la mejor propaganda para Tudj- ima.» (En la época de las manifestaciones de Belgrado, al afio siguien- te, un lider estudiantil insté a Milosevic a que dimitiera: «Si dimite us- ted mafiana, FranjoTudjman perderd todo el apoyo dentro de quince dias. Sobre usted construye Tadjman su mito»y?. Con los politicos azu- zando el miedo reciproco tanto en Serbia como en Croacia, cada vez era més dificil escapar de Ja trampa. Cuando comienza la lucha, la gente se hunde més atin en la tam- pa psicolégica. En un vuelo desde Londres, Slavenka Drakulic (croa- ta) oyé a una nifia de no mds de doce afios decir a una amiga: «Si tu- viéramos que aterrizar en Zagreb, tendria que mentir acerca de mi na- ?) Tucidides, Historia dela guerra del Peloponeso, Madrid, Catedra, 1988, libro 1, In: troduccion. 2 ‘Thomas Hobbes, Lewiatdn, Madrid, Alianza, 1989, cap. 13. 2 Silber y Little, The Death of Yueuslazia, pags, 89, 143. 184 cionalidad serbia, o esos croatas me mataran alli mismo.» Slavenka Drakulic comenta: «Todos estamos atrapados. Esas dos nifias también estén en guerra, y aun cuando las hostilidades cesaran de pronto, icwdnto tiempo necesitarian para no tener miedo de aterrizar en Fa- grebint, Lé TRAMPA DEL ESTADO TRIBAL En fa ex Yugoslavia, era imposible que la mayoria deseara el con flicto étnico. Cerca del cuarenta por ciento de jas familias procedia de varias etnias. Pero fos grupos étnicos nacionales parecian la unica pro- teccién contra las amenazas de otros grupos. Hay Estados pluralistas y Estados tribales. Los primeros incluyen, y conceden el mismo tipo de ciudadania, a personas de caracteristicas dife- rentes, como las étnicas y las religiosas. Un Estado tribal, en carnbio, se concibe como el Estado de un tipo particular de personas 0 «nacidn», que comparten una caracteristica, que puede ser étnica o religiosa. Los Estados pluralistas pueden desarrollar um cierto po de nacionalismo. Aunque Estados Unidos es un Estado pluralista, hay sentimientos nar cionalistas, por ejemplo cuando se toran tehenes norteamericanos. Sia embargo, fos movimientos nacionalistas estan en general ligados al deseo de crear, defender o ampliar un Estado tribal. Un Estado tribal no plantea problemas si tiene en su seno fronte- ras claramente demarcadas y si su territorio esté ocupado sélo por miembros del grupo tribal. Pero la mayoria de los territorios contienen grupos étnicos o religiosos minoritarios cuyos miembros no pertene- cen a la tribu. En segiones de poblacion mixta, los creyentes en el Estado tribal tienen que tener cuidado de cémo lo defienden. En una conferencia de paz presidida por Lord Carrington, la delegacién serbia insistié en que era penoso para los serbios vivir bajo un gobierno crdata. Carring- ton respondié con un plan que otorgaba muchos derechos culturales y politicos a los serbios que estaban fuera de Serbia, Luego este plan fue techazado por Milosevic, en parte porque daba por supuestos los mis- mos derechos a los albaneses en Serbia. Milosevic presionéd a favor de un Estado tibal serbio no sdlo donde los serbios fueran mayoria, sino dondequiera que vivieran set- 4 Drakulic, Balkan Express, pag, 20. 185 bios, lo cual produjo temnor entre quienes vivian junto a ellos. En las elecciones de 1990 la reaccién defensiva de estos otros consistié en mudarse a sus propios Estados tribales. La victoria de Tudjman en Croacia condujo a un Estado tnicamente para croatas, La reivindicacién de un Estado tribal serbio por parte de Milosevic paso a la defensiva a los croatas, que eligieron a Tudjrnan. El Estado tri bal croata de Tudjman Mevé a la exigencia defensiva de la minoria ser- bia en Croacia, que reclamaba su propio Estado tribal. El miedo es ba- sico. La trampa del Estado tribal es una versién de Ja trampa hobbesiana. 186

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