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Comportamiento de los coloides

Propiedades ópticas: el efecto Tyndall

Cuando la luz viaja en un medio en el cual están presentes partículas discretas, sean del tamaño
que sean, éstas interactúan con la luz y la desvían, o dispersan. Las interacciones que dan origen a
la dispersión son las que se conocen como fuerzas de dispersión o fuerzas de London (fuerzas
debidas a dipolos inducidos; en este caso, los dipolos son inducidos por el campo eléctrico
fluctuante de la luz).

Cuando las partículas son de tamaño molecular, la dispersión producida es muy pequeña. No así
para partículas coloidales, las cuales presentan un efecto de dispersión fácilmente medible. A este
efecto se le llama efecto Tyndall. El efecto Tyndall constituye un modo de discriminar fácilmente
entre una solución verdadera y una dispersión coloidal: la dispersión coloidal permite observar la
trayectoria de la luz a su paso debido a la dispersión, mientras que la trayectoria de un rayo de luz
que atraviesa una solución verdadera será prácticamente invisible.

Los tratamientos teóricos de la dispersión debida a partículas pueden clasificarse en cuatro tipos:

Dispersión de Rayleigh

Dispersión de Rayleigh-Gans-Debye (RGD)

Dispersión de Mie

Difracción de Fraunhofer

La dispersión de Rayleigh se aplica a partículas mucho menores que la longitud de onda incidente,
por lo cual pueden considerarse como dispersores puntuales. No nos ocuparemos de la difracción
de Fraunhofer, debido a que dicha dispersión se aplica mejor a partículas mayores que el intervalo
coloidal.

El efecto Tyndall da origen a dos tipos de mediciones basadas en la luz dispersada:

Turbidimetría

Dispersión de luz

ya sea que se basen en la intensidad de luz transmitida a lo largo o a diversos ángulos de la


trayectoria del rayo incidente. Dichas técnicas son muy usadas para determinar tamaños de
partícula y se explican a continuación.

Turbidimetría
En este caso se mide la intensidad transmitida a lo largo de la trayectoria del haz de luz incidente y
se interpreta de acuerdo a una ecuación del tipo Lambert-Beer. En lugar de calcular la
absorbancia, se calcula la turbidez, también llamada turbiedad, de la dispersión. Este tipo de
medición se ubica dentro del tratamiento de dispersión de Rayleigh. La medición de turbidez
constituye una prueba de rutina en el aseguramiento de la calidad del agua, y también puede
usarse para estimar pesos moleculares.

Dispersión de luz

Si lo que nos interesa es la intensidad de luz dispersada a diversos ángulos del haz incidente,
tenemos las opciones de fijar el ángulo para medir la intensidad, o de medir la dependencia de la
intensidad dispersada de acuerdo al ángulo. Si fijamos el ángulo, normalmente a 90° el
instrumento usado se llama nefelómetro y en principio permite la medición de pesos moleculares
de macromoléculas en solución muy diluida.

En el caso de que midamos la dependencia de la intensidad dispersada con respecto al ángulo de


dispersión (esto es, la función radial de dispersión), tenemos que ver cuál teoría es la más
apropiada, RGD o de Mie. Si las partículas de interés se encuentran en el intervalo de
aproximadamente 10 a 100 nm, el patrón de dispersión no será simétrico. Esto posibilita el cálculo
del tamaño de partícula. También es posible comparar la función radial de dispersión observada
contra patrones calculados teóricamente para diversas formas de partícula.

Si las partículas son de tamaño comparable a la longitud de onda incidente, la teoría de Mie es la
indicada. El patrón de dispersión se vuelve extremadamente complicado. Los cálculos son muy
complejos, por lo cual es indispensable tener una computadora programada con los algoritmos
necesarios. En principio, es posible determinar no sólo pesos moleculares promedio, sino la
distribución de pesos moleculares. Por desgracia, los algoritmos actuales sólo permiten el cálculo
de distribuciones suponiendo que las partículas son esféricas. Está de más decir que los sistemas
coloidales reales rara vez tienen formas que se aproximen siquiera a la forma esférica, siendo las
excepciones algunas proteínas globulares. Claro que en el caso de las proteínas la determinación
de la distribución de pesos moleculares tiene poco valor, porque éstas deben ser monodispersas.
Consiste en que un haz luminoso se hace visible cuando atraviesa un sistema
coloidal. Este fenómeno se debe a que las partículas coloidales dispersan la luz en
todas las direcciones haciéndola visible. Los rayos de luz pueden ser vistos al pasar a
través de un bosque, por ejemplo, como resultado de la dispersión de la luz por las
partículas coloidales suspendidas en el aire del bosque.
Aunque todos los gases y líquidos dispersan la luz, la dispersión por una sustancia
pura o por una solución es muy pequeña, que generalmente no es detectable.

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