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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ

Tarea Académica

Trabajo que como parte del curso de Ciudadanía y Reflexión Ética presentan
los alumnos

APELLIDOS, Nombres

BENAVENTE MOGOLLON, Daniel

HURTADO CORAHUA, Kevin

PERALTA ROJAS, Stephano

Códigos

U17209481

U1631585

U17209499

Lima, 28 de febrero del 2018


El sábado 20 de enero de 2018 el Papa Francisco dio un discurso en la ciudad de Trujillo.
En este, invitó a la lucha contra los numerosos casos de feminicidio ocurridos en
Latinoamérica. Además, indicó que, para acabar con estas prácticas, se debía promover
una legislación y una cultura de repudio a toda forma de violencia.

A partir de estas declaraciones surge el siguiente tema de investigación: Los


razonamientos causantes de los feminicidios ocurridos en el Perú en los últimos años,
cuyo enfoque responde a las preguntas: ¿Los casos de feminicidios se deben al tipo de
convivencia social que existe en nuestro país, y, por ende, puede ser considerado como
un problema cultural?, ¿qué nivel de razonamiento moral es el que predomina en los
perpetradores de feminicidio?

La postura que se adopta sostiene que existen diversos factores propios de la


convivencia social y la cultura que ha tenido el Perú, que han promovido el machismo,
la discriminación y la opresión hacia lo que se considera “género débil”. Es a través de
estas ideas que se producen los casos de feminicidio en el país. Además, las ideas
egoístas que llevan a las personas a cometer este delito indican un nivel de
razonamiento moral preconvencional.

Parte de los casos de feminicidios en el Perú se deben a la presencia del machismo en


la sociedad. Este término, “machismo”, será utilizado a lo largo de este trabajo; por esta
razón, consideramos necesario esclarecer su significado. Para ello, utilizaremos la
definición de María Castañeda:

“Un conjunto de creencias, actitudes y conductas que descansan sobre dos


ideas básicas: por un lado, la polarización de los sexos, es decir, una
contraposición de lo masculino y lo femenino según la cual no sólo son
diferentes, sino mutuamente excluyentes; por otro, la superioridad de lo
masculino en las áreas consideradas importantes por los hombres” (Castañeda
2007:26)

A partir de esto, podemos ver cómo este colectivo de ideas representa un gran peligro
para la convivencia pacífica de una sociedad. En este sentido, afirmamos que promueve
la discriminación y el falso reconocimiento hacia las mujeres.

Vivimos en un contexto de violencia estructural y generalizada del hombre hacia la


mujer. Se entiende que la violencia estructural es aplicable en aquellas situaciones en
las que se produce un daño en la satisfacción de las necesidades humanas básicas
(supervivencia, bienestar, identidad o libertad) como resultado de los procesos de
estratificación social, es decir, sin necesidad de formas de violencia directa. El término
violencia estructural remite a la existencia de un conflicto entre dos o más grupos de
una sociedad normalmente caracterizados en términos de género en el que el reparto,
acceso o posibilidad de uso de los recursos es resuelto sistemáticamente a favor de
alguna de las partes y en perjuicio de las demás, debido a los mecanismos que existen
en el ámbito social. La utilidad del término violencia estructural radica en el
reconocimiento de la existencia de conflictos en el uso de los recursos materiales y
sociales y como tal, es útil para entender y relacionarlo con manifestaciones de violencia
directa (cuando alguno de los grupos quiere cambiar o reforzar su posición en la
situación conflictiva por la vía de la fuerza) o de violencia cultural. A pesar de todo ello,
han existido avances, aunque no muy significativos en el ámbito de igualdad de género
puesto que el nivel de violencia contra la mujer es alarmante. Tal es el caso de México,
donde las autoridades de dicho país no han implementado medidas integrales para
erradicar la violencia de género. Por el contrario, las autoridades las han omitido y
buscan hacer pasar desapercibido este problema. Asimismo, México enfrenta la
problemática del aumento de violencia hacia las mujeres a lo largo de los años. Por otro
lado, en Perú según datos del Instituto Nacional de Estadística (INEI) 556 mujeres
fueron asesinadas entre los años 2011- 2015 una cifra extremadamente alarmante. Por
si fuera poco, la Comisión Económica para América Latino y el Caribe informo que el
Perú ocupa el octavo lugar con mayor número de este tipo de delitos generando así un
llamado de atención a los organismos gubernamentales para que profundicen en esta
problemática.

La importancia de nuestra investigación, bajo el contexto antes descrito, puede


resumirse en dos aspectos:

El primero, consiste en explicar cómo el contexto en el que vive sociedad peruana


promueve los casos de feminicidio. El segundo, permite analizar las ideas y los
mecanismos de razonamiento de los perpetradores de los feminicidios. Además, en
base a los resultados que obtengamos podremos evaluar en qué nivel de razonamiento
moral se encuentra esta parte de la sociedad.

Con la finalidad de lograr una comprensión integral sobre el tema, se ha realizado una
selección de casos de feminicidio los cuales se analizarán de la siguiente manera: En
primer lugar, señalaremos que factores de la convivencia social en el Perú fomentan
estos actos de violencia; en segundo lugar, analizaremos las actitudes de los victimarios
basándonos en los niveles y estadios de razonamiento moral que propone Kohlberg.
Según la sicóloga Evelyn Icarte, actualmente existen diferentes factores que intervienen
favorablemente en la convivencia social, tales como la comunicación, la conducta, la
actitud, entre otros. A estos se les suman factores que influyen negativamente en la
misma convivencia, tales como los estereotipos, los prejuicios, la falta de comunicación,
e incluso la discriminación. Es con estos factores que los peruanos viven en sociedad,
en uno de los diversos grupos que un humano integra, ya sea familiar, de amigos, en el
ámbito estudiantil, inclusive la interacción con otros mediante los medios de
comunicación.1 Es en este punto donde cabe precisar que en la sociedad peruana es
difícil saber cuándo son más influyentes los factores positivos, puesto que con tantos
problemas sociales presentes en el país, se podría pensar que son los negativos los
que lideran la convivencia humana en Perú.

En 1981, el sicólogo estadounidense Lawrence Kohlberg publicó su investigación: The


Philosophy of Moral Development, Moral Stages and the Idea of Justice” o “Teoría del
Desarrollo Moral, Estadios Morales y la Idea de Justicia”. En esta, señala que los modos
de razonamiento de las personas se pueden clasificar en tres niveles y seis estadios. La
clasificación de estos, además, se da a partir de los motivos que llevan a las personas
a realizar ciertas acciones, como: respetar las normas de tránsito, no robar, ir a votar,
no ensuciar las calles, cuidar de otras personas, etc.

Los niveles de razonamiento moral clasifican el pensamiento de las personas según su


forma de responder ante un problema moral que le haya acontecido. En su pensamiento,
evaluará las posibles soluciones y tomará la decisión que le parezca conveniente, según
el resultado que espera conseguir. Sobre los niveles de razonamiento moral de
Kohlberg, Enrique Barra dice lo siguiente:

“Los niveles de desarrollo moral representan perspectivas distintas que la


persona puede adoptar en relación a las normas morales de ·la sociedad, por lo
que constituyen <<tres tipos diferentes de relación entre el sujeto, las normas y
las expectativas de la sociedad>>. (Vandenplas-Holper en Barra 1987:10-11)
Además de esta <<perspectiva social>> cada nivel y cada estadio se definen por

1
ICARTE, Evelyn (2015) Presentación PowerPoint. Antofagasta.
un conjunto de valores (lo que se considera lo correcto o lo justo) y un conjunto
de razones para apoyar lo correcto” (Barra 1987:10-11)

Entonces, lo que en sí se clasifica son las razones que llevan a una persona a apoyar
una acción. Estos niveles, según Kohlberg, se dividen en: Nivel Preconvencional, Nivel
Convencional y Nivel Postconvencional.

El nivel Preconvencional presenta a individuos quienes buscan la solución de sus


problemas morales para satisfacer sus intereses concretos, es decir realizan una acción
siempre y cuando los beneficie directamente. En este nivel no se cuestionan las normas
sociales y se obedecen o no, según la conveniencia del sujeto. Se le considera un nivel
egoísta, pues busca satisfacer únicamente las necesidades de quién realiza la acción.2
Este nivel, se divide en dos estadios: el de la Moralidad Heterónoma y el del
Individualismo, Fines Instrumentales e Intercambio. En el primero, la persona obedece
las normas por miedo a ser castigado y evitar todo tipo de daño. Según Barra, este tiene:
“(una) perspectiva social (con) un punto de vista egocéntrico (…) (existe) Confusión de
la perspectiva de la autoridad con la propia” (Barra 1987:12). En el segundo, el sujeto
sigue las normas si es que va a obtener una recompensa a cambio, realiza acciones
siempre que satisfagan su necesidad de sentirse bien. Él considera que los demás
deberían hacer lo mismo, pero no los va a ayudar. Barra sostiene que esta es: “(una)
perspectiva individualista” (Barra 1987:12). En este estadio consideramos que esta una
parte de nuestra sociedad: los ladrones, los corruptos, los agresores, asesinos y demás
delincuentes.

El nivel Convencional presenta a individuos que empiezan a considerarse como


miembros activos de un grupo y de la sociedad. Las personas realizan sus acciones
respetando las convenciones sociales del grupo para poder seguir permaneciendo en
él. En este nivel tampoco se cuestionan las normas del grupo, por el contrario, se busca
cumplirlas para ser aceptado.3 Este nivel, se divide en dos estadios: el de Expectativas
Interpersonales Mutuas y Conformidad Interpersonal, y, el del Sistema Social y
Conciencia. En el primero, las personas realizan acciones para que el grupo o la
sociedad en la que se encuentra los aprecie y les siga permitiendo formar parte de ella.
Para ello, siempre mantienen las reglas y buscan apoyar en lo que puedan al correcto
desarrollo de la sociedad, sin embargo, el interés de ellos es llegar a ser aceptados.
Barra califica a este estadio como:

2
Barra 1987:11
3
Barra 1987:11
“Perspectiva del individuo en relación con otros individuos. (…) Relaciona puntos
de vista a través de la Regla de Oro concreta poniéndose en el lugar del otro.
Todavía no considera una perspectiva de sistema generalizado.” (Barra 1987:13)

A partir de esto, afirmamos que los razonamientos pertenecientes al primer estadio del
segundo nivel son en función de lograr la aceptación del grupo. Por otro lado, en el
segundo estadio, los individuos cumplen las normas a las cuales están sujetos para
apoyar a la comunidad. En este, surge un sentido de responsabilidad dentro de la
persona. El mismo, la lleva a realizar acciones que no perjudiquen el correcto desarrollo
de la convivencia en sociedad, pensando siempre en que, si él falta a una de las reglas,
no apoyaría al bienestar común4.

El nivel Postconvencional o de Principios presenta a individuos que buscan la solución


a sus problemas evaluando las normas y convenciones preestablecidas, buscando
siempre cumplir con los principios que permiten una convivencia pacífica y justa para
todos. Los razonamientos pertenecientes a este nivel sí cuestionan las reglas de la
sociedad y juzgan si es que estas apoyan a correcto desenvolvimiento de esta5. Este
nivel se divide en dos estadios: el del Contrato Social o Utilidad y Derechos Individuales,
y, el de los Principios Éticos Universales. En el primero, las personas reconocen los
derechos de los demás miembros de su comunidad, respetan sus ideas y aprecian lo
que pueden aportarle a su sociedad. Las reglas se convierten en relativas, puesto que
lo que en realidad les importa es respetar los derechos de todos. Al respecto, Barra
sostiene que:

“(tienen una) Perspectiva anterior a la sociedad. El individuo racional (es)


consiente de los valores y derechos anteriores a los acuerdos y contrato social.
(…) considera puntos de vista legales y morales; reconoce que a veces están en
conflicto y encuentra difícil integrarlos” (Barra 1987:14)

Es decir, las personas, cuyo nivel de razonamiento moral se encuentra en este estadio,
no dudan en alterar las normas a fin de respetar los derechos de los demás.

En el segundo estadio, los principios morales de los individuos priman sobre las leyes
ya establecidas. En caso de que alguna de estas normas este violentando los derechos
o la dignidad de alguna parte de la sociedad, los individuos buscarán cambiarlas.
Empieza, además, el reconocimiento de que hay ciertos principios éticos que son

4
Barra 1987: 13
5
Barra 1987: 11
universales y necesarios para el respeto de la dignidad de todas las personas6. Enrique
Barra señala lo siguiente:

“Perspectiva de un punto de vista moral del que parten los acuerdos sociales. La
perspectiva es la de un individuo racional que reconoce la naturaleza de la
moralidad o la premisa moral básica de que las personas son fines en sí mismas
y como tales se les debe tratar” (Barra 1987:14)

El autor menciona algo muy importante: los sujetos, cuyo razonamiento moral se
encuentra en el estadio de los Principios Éticos Universales, reconocen que las
personas son la finalidad de su convivencia en sociedad, por lo tanto, nada debe de
atentar contra sus derechos, esto incluyendo a las normas que ya pueden haber estado
establecidas.

Para comprender mejor el contexto en el que se desarrollan los feminicidios en el Perú,


cabe analizar algunos casos, aplicando el tema de los niveles de razonamiento moral
establecidos por el psicólogo Lawrence Kohlberg, así como los factores de la
convivencia en sociedad.

BARRA, Enrique (1987) El Desarrollo Moral: Una Introducción a la Teoría de Kohlberg,


pp. 7-18. En: revista Latinoamericana de Psicología, vol 19, No. 1

CASTAÑEDA, María (2007) “El Machismo Invisible Regresa”. México: Editorial Taurus.

6
Barra 1987:14

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