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Tema 1: El Acto Administrativo

Introducción

Para nadie resulta ser un secreto que tenemos un Estado cuyas instituciones que conforman su estructura orgánica, se
está lamentablemente caracterizando por emitir decisiones arbitrarias y unilaterales que propician que los servicios
públicos que son su esencia y razón de ser, sean ineficaces y deficitarios; generando un descontento de la población
usuaria y consumidora.

En este marco; este primer tema tiene por finalidad analizar las diferentes definiciones o denominaciones que a través
del tiempo se le ha dado a los actos que emiten las autoridades que representan a las entidades que brindan servicios
públicos, los cuales han sido comúnmente denominados actos administrativos y actos de administración interna. En ese
orden de ideas, comenzaremos definiendo el acto administrativo, resaltando sus modalidades, requisitos, formas y objeto.
Además determinaremos, sus principales diferencias con los actos de administración interna.

El propósito de mencionada diferenciación está dirigido a distinguir que actos son pasibles de impugnación cuando
consideremos que lesionan nuestros intereses o derechos (estudio que será profundo más adelante) y cuales son actos
que ayudan a agilizar la vida institucional de la entidad.

1.1 ¿A qué llamamos actos administrativos?

Empezaremos señalando que esta denominación era en lo absoluto desconocida; pero es producto de la revolución
francesa que este concepto aparece, como prueba inequívoca de una visión diferente del tratamiento y finalidad de los
asuntos estatales; sujetándolo a un ordenamiento jurídico tomando distancia de la omnipotencia y arbitrariedad que
caracterizaban a la monarquía reinante.

Para comprender el concepto de acto administrativo debemos apreciarlo inicialmente desde dos aspectos importantes y
complementarios: sentido material, interesando conocer su contenido, esencia a administrativa; y en sentido formal,
teniendo en cuenta el ente que lo produce.

Según el artículo 1° de la LGPA[1] son: “actos administrativos las declaraciones de las entidades que, en el marco de las
normas de derecho público, están destinadas a producir efectos jurídicos sobre los intereses, obligaciones o derechos
de los administrados dentro de una situación concreta”.

Para Fernández de Velasco el acto administrativo “es toda declaración unilateral y ejecutiva en virtud de la cual la
administración tiende a crear, reconocer, modificar o extinguir una situación jurídica subjetiva. Esta definición es la que
más se ajusta a la caracterización del acto administrativo como una especie del acto jurídico”.

Para criterio de Eduardo García de Enterría[2]“acto administrativo es la decisión de una autoridad en ejercicio de sus
propias funciones, sobre derechos, deberes e intereses de las entidades administrativas y/o de los administrados
respecto de ellos”.

Según Roberto Dromi: “Acto administrativo es la manifestación específica de voluntad, conocimiento, juicio u opinión
de los órganos estatales realizada en ejercicio de la función administrativa, que produce efectos individuales inmediatos
de relevancia jurídica”.
El legislador nacional al normar lo respecto al acto administrativo, ha señalado los siguientes elementos:

1.- Una declaración de cualquiera de las entidades; por ser el resultado de proceso de exteriorización intelectual que es
emanado por cualquiera de las entidades estatales.

2.- Destinada a producir efectos jurídicos externos; pues mediante este acto la autoridad puede reconocer, crear,
modificar, transformar o cancelar intereses, obligaciones o derechos de los administrados.

3.- Que sus efectos recaigan sobre derechos, intereses y obligaciones de los administrados, siendo para tal efecto pasible
de una calificación, siempre y cuando estos sean de relevancia pública.

4.- En una situación concreta; es decir, que los efectos subjetivos que producen son concretos, de materia y situación
jurídico-administrativa específica.

5.- En el marco del derecho público; sujeta a sus preceptos en el ejercicio de la función administrativa.

6.- Puede tener efectos individualizados o individualizables, teniendo en cuenta que al momento de su ejecución ya debe
estarlo perfectamente.

No debemos dejar de mencionar que la norma nacional de igual manera menciona cuales no son actos
administrativos [3]considerándolos actos de administración interna de las entidades destinados a organizar o
hacer funcionar sus propias actividades o servicios: “Estos actos son regulados por cada entidad, con sujeción a
las disposiciones del Título Preliminar de esta Ley, y de aquellas normas que expresamente así lo establezcan.”

Como ya lo hemos expresado; el acto administrativo supone el ejercicio de una actividad concreta, por lo tanto, todo acto
que tenga carácter general o abstracto no será un acto administrativo, pero podrá ser un acto de la administración.
Tampoco serán actos administrativos los que resulten de la actividad interna de la entidad, ni aquellos emitidos por los
órganos consultivos, que son aquellos actos que no producen efectos jurídicos hacia terceros. Ello es así, porque el
órgano de la administración activa, en ocasiones puede oír el parecer de un órgano consultivo y en otras obligatoriamente
debe requerirlo, pero siempre es responsable por su resolución, por lo que conserva la libertad de seguir o apartarse del
informe emitido.

[1] Artículo 1.1° de la Ley del Procedimiento Administrativo General ley N° 27444
[2] Eduardo García de Enterría, (1998) Tratado de Derecho Administrativo. Tercera edición. Editorial Gaceta Jurídica.
[3] Artículo 1.2° de la Ley del Procedimiento Administrativo General ley N° 27444

1.2. Modalidades del acto administrativo

Los elementos accidentales del acto administrativo son aquellos que eventualmente pueden aparecer en el acto incluidos
por la administración cuando le haya sido habilitado por la Ley. Pero que no importan para su validez sino para su eficacia,
determinando desde o hasta cuando producen efectos o en que forman se estructuran los deberes y derechos de los
administrados[1].

El artículo 2° de la LPAG señala textualmente: “Cuando una ley lo autorice, la autoridad, mediante decisión expresa,
puede someter el acto administrativo a condición, término o modo, siempre que dichos elementos incorporables al acto,
sean compatibles con el ordenamiento legal, o cuando se trate de asegurar con ellos el cumplimiento del fin público que
persigue el acto”. Finalmente añade: “Una modalidad accesoria no puede ser aplicada contra el fin perseguido por el acto
administrativo”.

Se puede desprender de lo enunciado líneas arriba que las modalidades del acto administrativo que ha considerado el
legislado nacional, son: a) Plazo, b) Condición, y c) Modo

a.- PLAZO: tiende a delimitar tanto el inicio y el término del espacio temporal en que los actos administrativos surten
efectos.

b.- CONDICION: Se refiere al hecho incierto (futuro) a cuyo cumplimiento está subordinado o sujeto el nacimiento o
extinción de los efectos de un acto administrativo.

c.- MODO: Está constituida por una obligación (carga) que se le impone al administrado.

[1] Juan Carlos Morón Urbina (2001) Comentarios a la ley general del Procedimiento Administrativo General. Editora
Gaceta Jurídica.

1.3. Requisitos del acto administrativo


La LGPA ha describe en su art. 3° cuales son los requisitos de validez de los actos administrativos; es decir, que de su
concurrencia depende la existencia y eficacia.

Juan Carlos Morón Urbina, en su obra Comentarios a la Ley General del Procedimiento Administrativo General, los
describe:

1.- La Competencia:

En la definición del elemento competencia participan dos factores: la potestad atribuida al órgano u organismo a cargo
de la función administrativa y el régimen de la persona o conjunto de personas que revestidos de funciones
administrativas, representan al órgano u organismo titular de la competencia. La noción de competencia precisa tanto la
habilitación para la actuación del órgano que los dicta, como la corrección en la investidura de dicho órgano por las
personas físicas.

Los criterios para determinar el alcance de la competencia válida son los siguientes:

Por la materia: se refiere a las actividades o tareas que legalmente puede desempeñar un determinado órgano.

Por el territorio: referido al ámbito espacial en el cual el ejercicio de una función pública, en función de las
circunscripciones administrativas del territorio (departamentos, regiones, provincias, etc.). También se denomina
horizontal.

Por el grado: según la posición que él órgano ocupa dentro de la jerarquía vertical de la institución. El grado es la posición
o situación que ocupa el órgano dentro de la pirámide jerárquica. El inferior en grado está subordinado al superior. La
competencia en razón del grado se refiere a la posición que ocupa un órgano dentro del orden jerárquico de la
Administración. Siendo la competencia improrrogable, no puede el órgano inferior tomar la decisión que corresponde al
superior y viceversa.

Por el tiempo: es el ámbito temporal en el cual es legal el ejercicio de una función administrativa. Pueden ser permanentes
(si el tiempo no afecta a la competencia), temporaria (si la competencia sólo puede ejercerse dentro de un plazo previsto),
accidental (cuando la competencia sea fugaz o por breves instantes, por ejemplo, la situación de los accidentes interinos
o suplentes).

Dependiendo de las circunstancias la competencia administrativa puede transferirse, siendo estas debidamente
justificadas en el mismo acto o en uno independiente, y puede atender a caso fortuito o fuerza mayor, entre las que
consideramos:

Delegación: todo órgano puede transferir el ejercicio de sus competencias propias a sus inferiores jerárquicos, salvo
materia legal o reglamentaria en contrario.

Avocación: El órgano superior puede asumir el ejercicio de las competencias propias de sus órganos inferiores
jerárquicos, avocándose al conocimiento y decisión de cualquier cuestión concreta, salvo norma legal o reglamentaria
en contrario.

Sustitución: Sólo procede cuando se permite la transferencia de competencias por avocación y delegación. Se aplican,
supletoriamente a la sustitución, las reglas de la avocación y delegación particular.

Subrogación: en caso de excusación o recusación, la competencia se transfiere del órgano excusado o recusado al
subrogante previsto por el ordenamiento jurídico. A falta de previsión, deberá ser designado por el superior jerárquico del
órgano subrogado.

Suplencia: Las ausencias temporales o definitivas de agentes públicos deben ser cubiertas por el suplente previsto por
el ordenamiento jurídico. A falta de previsión normativa asume la competencia el superior jerárquico inmediato o agente
público que este designe. El suplente sustituye al titular para todo efecto legal, y ejerce las competencias del órgano con
la plenitud de las facultades y deberes que ellas contienen.

2.- El Objeto:

Es aquello que se obtiene con la opción administrativa adoptada, sea que decide, certifique o declare simplemente. Es
precisamente aquello que se decide en el acto, el sentido de la materia determinada por la autoridad dentro de su
competencia.

Por lo general, este requisito muestra un sentido positivo o negativo, en cuanto implica aceptar o desestimar un pedido,
realizar algún hecho material concreto o negar su realización.
En cuanto a sus requisitos, el objeto tiene que ser lícito, cierto, posible y determinado. El objeto no debe ser prohibido
por el orden normativo. Además el acto no debe ser discordante con la situación de hecho reglada por las normas. Por
ejemplo, para aplicar a un agente público una sanción disciplinaria, debe darse el antecedente o hecho, debe aplicarse
la consecuencia -sanción- prevista en la norma y no otra.

3.- Finalidad Pública

Siempre toda la actividad administrativa, de modo mediato o inmediato, directo o indirecto, debe tender a realizar o
satisfacer un interés general (propio del servicio público) hacia el cual esa actividad se orienta como finalidad
objetivamente determinada por la esencia de la administración pública. Fundamentalmente la finalidad buscada por el
acto concreto debe concordar con el interés público que inspiro al legislador habilitar o atribuir la competencia para emitir
esa clase de actos administrativos.

Así el contenido de cada actuación pública debe perseguir aquellas finalidades, general y especifica que le corresponde,
quedándole vedada cualquier posibilidad de desvío para satisfacer -abierta o encubiertamente- algún interés privado o
personal de los agentes públicos, de grupos de poder u otro interés público indebido, ajeno a la competencia ejercida
por el órgano emisor. El empleo de cada acto administrativo debe estar relacionado con la razón determinante que originó
la asignación de la competencia al órgano administrativo.

 La violación de la finalidad pública puede manifestarse a través de las siguientes maneras:


 Perseguir una finalidad personal del funcionario.
 Perseguir una finalidad distinta a favor de la administración; y,
 Perseguir cualquier finalidad a favor de un tercero (particular, otro funcionario o grupo de poder).

No solo atenta contra el recto proceder de la Administración Pública que un funcionario investido de poder introduzca
móviles subjetivos para decidir su orientación gubernativa (como sucede si aprovecha su facultad sancionadora para
efectuar represalias) o que beneficie a cualquier tercero con su desvío de poder (como sucede si se emplea el poder
para actos de competencia desleal), sino incluso ese vicio se presenta y sanciona cuando tiene como objetivo beneficiar
a la Administración de un modo no previsto por el recto deseo de la legislación (por ejemplo, cobro excesivo de multas
para proveerse de recursos y no para sancionar incorrecciones).

4.- Motivación

La motivación es la declaración de las circunstancias de hecho y de derecho que han inducido a la emisión del acto. Está
contenida dentro de lo que usualmente se denominan “considerandos”. La constituyen, por tanto, los “presupuestos” o
“razones” de acto. Es la fundamentación fáctica y jurídica de él, con que la administración sostiene la legitimidad y
oportunidad de su decisión.

La motivación del acto, es decir, las razones de hecho y de derecho que dan origen a su emisión, aclaran y facilitan la
recta interpretación de su sentido y alcance, por constituir un elemento esencial del mismo.

La motivación es una exigencia del Estado de derecho, por ello es exigible, como principio, en todos los actos
administrativos.

5.- Procedimiento Regular

Como se ha venido exponiendo, la declaración de la voluntad administrativa es conformada a través del recorrido de un
procedimiento predeterminado por la ley o por prácticas administrativas, en su adecuación, que importa un elemento
medular para la generación de un acto administrativo.

Para entender el alcance de esta exigencia debe diferenciarse entre el procedimiento considerado como institución, las
formas y las formalidades, pues tienen distinto tratamiento:

 El procedimiento administrativo, es considerado elemento de validez del acto administrativo. La falta de


procedimiento, determina la invalidez del acto emitido en armonía con el principio de debido procedimiento,
salvo que la norma le habilitare a dictarse de este modo.
 La forma del acto que no es un elemento de validez, sino la manera de exteriorización misma del contenido
del acto, y de su motivación, para que sea reconocible e identificable. Como tal es la fase última de la
constitución del acto administrativo, en el momento de su documentación externa. La falta de forma documental
conlleva que el acto administrativo no se ha consumado.
 Las formalidades son el conjunto de exigencias adjetivas antes concurrentes o posteriores al acto
administrativo. Dado el carácter no ritual con que se ha caracterizado al procedimiento, las formalidades deben
estar en retirada en nuestros procedimientos, debiendo mantenerse únicamente las esenciales y no las
accidentales. Por ello, su cumplimiento puede conllevar a diversos matices, según el grado de trascendencia
de la forma que se trate, tales como la nulidad, si fueren trascendentes (art. 10.1), a la conservación, si fueren
no trascendentes (art. 14.2.3) o incluso deben ser superadas por la propia administración dejando de ser
obligatorias, si fueren meramente rituales o empeoren la situación del administrado (T.P., art. IV 1.6).
 La inclusión del procedimiento mismo como requisito de validez del acto implica que una vez regulado un
procedimiento para la producción de determinado acto administrativo, cualquier modificación a ese acto, aun
cuando no esté regulado explícitamente así, debe seguir las mismas formalidades prescritas para su
constitución (paralelismo de formas procedimentales).

1.4. Forma del acto administrativo

En relación a la forma debemos remitirnos a lo prescrito en el art. 4° de la LGPA que detalla las formalidades con la
que debe contar un acto administrativo[1].

"Por forma se entiende el modo como se instrumenta y se da a conocer la voluntad administrativa, es decir, el modo de
exteriorización de la voluntad administrativa. La omisión o incumplimiento parcial de las formas de instrumentación
(escritura, fecha, firma, etc.) o de las formas de publicidad (notificación), puede afectar en distintos grados la validez del
acto, según la importancia de la trasgresión. Los actos administrativos deben ser notificados al interesado. La publicación
no suple la falta de notificación. La falta de publicación no vicia al acto."

La principal forma de documentación de los actos administrados, es el carácter escrito, o escrituriedad. Para el profesor
Hutchinson, afirma que el carácter escrito de los actos del procedimiento se sustenta en la conveniencia evidente a favor
del administrado por las siguientes razones:

 Impide ejercer presiones sobre el particular.


 Obliga a fundar las decisiones.
 Exige decidir todas las peticiones; y,
 Permite una mejor apreciación de los hechos por parte de los órganos superiores, con el siguiente control de
la actuación de los inferiores[2].

Sin embargo, como la escrituriedad importa proceder contra la celeridad, la normativa contempla situaciones en los
cuales se libera de esta regla, tales como en las actuaciones meramente internas de la administración, en las diligencias
probatorias con cargo a documentarlas posteriormente, los pedidos de desglose de documentos en las relaciones
especiales de sujeción, etc.

Requisitos Formales del Acto Administrativo

Los requisitos formales de todo acto administrativo, son: la fecha y lugar de emisión, el órgano que lo emite, el nombre y
la firma (no el sello) de quien lo emite. Adicionalmente debe considerarse que el original del acto ha de contar con la
firma autógrafa del funcionario en caracteres legibles, con el nombre completo y claro.

Estos elementos cierran el proceso de documentación del acto administrativo, por lo que debe quedar claro que de no
presentarse la firma, la identificación de la autoridad que lo resuelve, la fecha de emisión, estamos frente a que no se
ha documentado el acto, y como tal aún no es perfecto ni tiene trascendencia para su receptor.

A lo sumo, tendrá la condición de proyecto o antecedente, pero no concluirá el trámite o generará cargos al notificado.
En esto se diferencia de la falta o defecto en algún elemento de validez, que produce la nulidad del acto ya existente.

Según el art. 4 de la Ley 27444 dice: “los actos administrativos deberán expresarse por escrito, salvo que por la
naturaleza y circunstancias del caso, el ordenamiento jurídico haya previsto otra forma, siempre que permita tener
constancia de su existencia”[3].

[1]Artículo 4.- Forma de los actos administrativos

4.1 Los actos administrativos deberán expresarse por escrito, salvo que por la naturaleza y circunstancias del caso, el
ordenamiento jurídico haya previsto otra forma, siempre que permita tener constancia de su existencia.

4.2 El acto escrito indica la fecha y lugar en que es emitido, denominación del órgano del cual emana, nombre y firma
de la autoridad interviniente.

4.3 Cuando el acto administrativo es producido por medio de sistemas automatizados, debe garantizarse al
administrado conocer el nombre y cargo de la autoridad que lo expide.

4.4 Cuando deban emitirse varios actos administrativos de la misma naturaleza, podrá ser empleada firma mecánica o
integrarse en un solo documento bajo una misma motivación, siempre que se individualice a los administrados sobre
los que recae los efectos del acto. Para todos los efectos subsiguientes, los actos administrativos serán considerados
como actos diferentes.

[2] Tomás Hutchinson; Ley Nacional de Procedimientos Administrativo; Tomo 2 pag.19


[3] Juan Carlos Morón Urbina (2001) Comentarios a la ley general del Procedimiento Administrativo General. Editora
Gaceta Jurídica.

1.5. Objeto del acto administrativo

El objeto o contenido del acto administrativo es aquello que decide, declara o certifica la autoridad[1].

En ningún caso será admisible un objeto o contenido prohibido por el orden normativo, ni incompatible con la situación
de hecho prevista en las normas; ni impreciso, obscuro o imposible de realizar[2].

No podrá contravenir en el caso concreto disposiciones constitucionales, legales, mandatos judiciales firmes; ni podrá
infringir normas administrativas de carácter general provenientes de autoridad de igual, inferior o superior jerarquía, e
incluso de la misma autoridad que dicte el acto[3].

El contenido debe comprender todas las cuestiones de hecho y derechos planteados por los administrados, pudiendo
involucrar otras no propuestas por éstos que hayan sido apreciadas de oficio, siempre que otorgue posibilidad de exponer
su posición al administrado y, en su caso, aporten las pruebas a su favor[4].

Debemos añadir que las características que debe reunir; deben ser: legalidad, posibilidad jurídica, posibilidad fáctica;
y, congruencia con la motivación[5].

[1] Art. 5.1° de la Ley General de Procedimiento Administrativo.

[2] Art. 5.2° de la Ley General de Procedimiento Administrativo.

[3] Art. 5.3° de la Ley General de Procedimiento Administrativo

[4] Art. 5.4° de la Ley General de Procedimiento Administrativo.

[5] Juan Carlos Morón Urbina (2001) Comentarios a la ley general del Procedimiento Administrativo General. Editora
Gaceta Jurídica

Bibliografía

Morón Urbina, J. C. (2001) Comentarios A La Ley Del Procedimiento Administrativo General. Perú: Gaceta Jurídica.

2.- Ley N° 27444, Ley General del Procedimiento Administrativo, promulgada el 10.04.2001

3.- García de Enterría, Tratado de Derecho Administrativo

Lecturas recomendadas

Para saber más

Ponemos a tu disposición y te invitamos a revisar dos interesantes documentos que te ayudaran a reforzar y ampliar
los temas que hemos estudiado, estos los encontrarás en la base de datos e-libros que utiliza nuestra universidad:

Documento 1: "El Acto Administrativo"

Dirección:

http://www.monografias.com/trabajos22/acto-administrativo/acto-administrativo.shtml

Breve descripción: Documento que contiene las principales definiciones relacionadas con el tema tratado y que
constituyen un aporte doctrinario del tema objeto de estudio.

FORO TEMÁTICO N° 01: LAS REDES SOCIALES Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Son muchos los ejemplos que podemos citar donde el punto de intersección entre ellos sea la demora o retardo en la
emisión de actos administrativos o de administración por parte de las entidades que conforman el aparato estatal.
Ciudadanos inconformes con el servicio prestado, trámites que duran el doble o triple del plazo establecido en la norma,
servidores y funcionarios públicos que aplazan o rezagan sus obligaciones funcionales, son algunos de los ejemplo que
abundan en las organizaciones públicas. Y entonces surge una pregunta obvia: ¿Debe hacerse uso de las herramientas
tecnológicas para dinamizar la administración pública?

Herramientas como el internet que nos brinda la facilidad de contar con un correo electrónico y hacer uso de las redes
sociales, por lo que deberían convertirse en necesarias si queremos imprimirle al aparato estatla un ritmo acorde con la
modernidad. Si bien es cierto la norma vigente prescribe que los actos que exteriorizan la voluntad administrativa tanto
de los administrados como de la administración se realizan de manera escrita; y que su omisión o incumplimiento parcial
de las formas de instrumentación (escritura, fecha, firma, etc.) o de las formas de publicidad (notificación) pueden afectar
en distintos grados la validez del acto según la importancia de la transgresión.

Entonces, ¿Debe la gestión pública estar de espaldas a los avances de la comunicación? ¿Se debe priorizar la formalidad
en desmedro de la celeridad que debe caracterizar a una gestión pública?

Tema 02: Eficacia de los actos administrativos en las entidades de la administración pública

Introducción

Muy bien sabes que, somos parte de un Estado en que son las entidades e instituciones que conforman su estructura
orgánica, sólo reflejan la producción y generación de decisiones arbitrarias y unilaterales que emiten las autoridades que
las representan, propiciando que los servicios públicos que son su esencia y razón de ser, se caractericen por ser
ineficaces y deficitarios, generando disconformidad de la población usuaria y consumidora de los servicios que brinda el
Estado.

En este marco, este segundo tema tiene por finalidad dar respuesta a las preguntas siguientes: ¿Qué son actos
administrativos validos?, ¿Qué son actos administrativos eficaces?, ¿Cuáles son actos administrativos nulos?, ¿Qué
autoridad debe declarar la nulidad de los actos administrativos?, ¿Cuáles son los alcances de la nulidad del acto
administrativo?, ¿Cuáles son las diferencias entre actos administrativos válidos, eficaces y nulos?, etc.; para lo cual, se
priorizará el debate de los contenidos alcanzados para su correspondiente lectura y análisis. En ese orden de ideas,
comenzaremos definiendo la validez de los actos administrativos. Además determinaremos la Eficacia de los actos
administrativos en las entidades de la administración pública.
2.1. Validez de los actos administrativos

Debemos iniciar sabiendo que, es válido todo acto administrativo dictado conforme al ordenamiento jurídico[1].

La doctrina italiana, distinguiendo los conceptos jurídicos de validez y eficacia, nos indica que un acto inválido puede ser
eficaz, y, recíprocamente que un acto válido puede no ser eficaz. Así aunque ambos mantienen íntima relación en el ciclo
vital del acto administrativo, actúan en momentos distintos, ya que mientras la validez se presenta en la emisión del acto,
la eficacia aparece desde el momento de su perfeccionamiento hasta la consumación de sus efectos[2].

En ese mismo sentido, se presume que todo acto administrativo es válido en tanto su pretendida nulidad no sea declarada
por autoridad administrativa o jurisdiccional, según corresponda[3].

Esta presunción es necesaria para la celeridad de la administración pública, de lo contrario toda actividad seria
cuestionable, fácil de obstaculizar y diferiría el cumplimiento de los actos a favor del interés general, por acción del interés
individual[4].

[1] Art. 8° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[2] Juan Carlos Morón Urbina (2001) Comentarios a la ley general del Procedimiento Administrativo General. Editora
Gaceta Jurídica

[3] Art. 9° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[4] Juan Carlos Morón Urbina (2001) Comentarios a la ley general del Procedimiento Administrativo General. Editora
Gaceta Jurídica.

2.1.1. Causales de nulidad

Como ya lo hemos expresado, para que un acto administrativo pueda nacer en nuestro ordenamiento jurídico y pueda
surtir los efectos correspondientes, éste debe cumplir con los requisitos establecidos, contrario sensu, si no fuera así,
está viciado y por lo tanto inmerso en causal de nulidad de pleno derecho.

Son vicios del acto administrativo[1]:

1. Contravención Constitución, ley, reglamentarias.


2. Defecto u omisión requisito validez, salvo supuesto de conservación del acto
3. Los actos expresos o los que resulten como consecuencia de la aprobación automática o silencio
administrativo positivo, por lo que se adquiere facultades o derechos, cuando son contrarios al orden jurídico,
o cuando no se cumplen con los requisitos, documentación o trámites esenciales para su adquisición.
4. Los actos administrativos que sean constitutivos de infracción penal que se dicten como consecuencia de la
misma.
En relación a la tramitación para la declaración de nulidad de un acto administrativo, ésta se plantea por medio de los
medios impugnativos previstos en la LGPA[2]; y de ser reconocida y declarada lo hará la autoridad superior que no está
sometida a subordinación jerárquica por medio de una resolución debidamente motivada[3] disponiendo lo conveniente
para hacer efectiva la responsabilidad de su emisor[4].

[1] Art. 10° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[2] Art. 11.1° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[3] Art. 11.2° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[4] Art. 11.3° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

2.1.2. Efectos de la declaración de nulidad

Como ya lo hemos expresado, para que un acto administrativo pueda nacer en nuestro ordenamiento jurídico y pueda
surtir los efectos correspondientes, éste debe cumplir con los requisitos establecidos, contrario sensu, si no fuera así,
está viciado y por lo tanto inmerso en causal de nulidad de pleno derecho.

Son vicios del acto administrativo[1]:

 Contravención Constitución, ley, reglamentarias.


 Defecto u omisión requisito validez, salvo supuesto de conservación del acto
 Los actos expresos o los que resulten como consecuencia de la aprobación automática o silencio
administrativo positivo, por lo que se adquiere facultades o derechos, cuando son contrarios al orden jurídico,
o cuando no se cumplen con los requisitos, documentación o trámites esenciales para su adquisición.
 Los actos administrativos que sean constitutivos de infracción penal que se dicten como consecuencia de la
misma.

En relación a la tramitación para la declaración de nulidad de un acto administrativo, ésta se plantea por medio de los
medios impugnativos previstos en la LGPA[2]; y de ser reconocida y declarada lo hará la autoridad superior que no
está sometida a subordinación jerárquica por medio de una resolución debidamente motivada[3] disponiendo lo
conveniente para hacer efectiva la responsabilidad de su emisor[4].

[1] Art. 10° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[2] Art. 11.1° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[3] Art. 11.2° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[4] Art. 11.3° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

2.1.3. Alcances de la nulidad

1. La nulidad de acto sólo implica los actos sucesivos en el procedimiento, cuando estén vinculados a él[1].

2. La nulidad parcial del acto administrativo no alcanza a las otras partes del acto que resulten independientes de parte
nula, salvo que sea su consecuencia, ni impide producción efectos para los cuales pueda ser idóneo, salvo disposición
legal en contrario[2].

3. Autoridad que la declara, dispone conservación de actuaciones o trámites cuyo contenido hubiere permanecido
igual de no haberse incurrido en el vicio[3].

[1] Art. 13.1° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[2] Art. 13.2° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[3] Art. 13.3° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444
2.1.4. Conservación del acto

Es una figura que permite perfeccionar las decisiones de las autoridades – respaldadas por la presunción de validez –
afectadas por vicios no trascendentes, sin tener que anularlos o dejarlo sin efecto.

La conservación sirve:

 Para perfeccionar la validez de una acto que nació imperfecto.


 La procedencia de la conservación se funda en la no trascendencia del vicio incurrido.
 Privilegia el factor eficacia de la actuación administrativa.

Cuando el vicio del acto administrativo por el incumplimiento a sus elementos de validez, no sea trascendente, prevalece
la conservación del acto, procediéndose a su enmienda por la propia autoridad emisora[1].

Son actos administrativos afectados por vicios no trascendentes, los siguientes[2]:

El acto cuyo contenido sea impreciso o incongruente con las cuestiones surgidas en la motivación.

 El acto emitido con una motivación insuficiente o parcial.


 El acto emitido con infracción a las formalidades no esenciales del procedimiento, considerando como tales
aquellas cuya realización correcta no hubiera impedido o cambiado el sentido de la decisión final en aspectos
importantes, o cuyo incumplimiento no afectare el debido proceso del administrado.
 Cuando se concluya indudablemente de cualquier otro modo que el acto administrativo hubiese tenido el mismo
contenido, de no haberse producido el vicio.
 Aquellos emitidos con omisión de documentación no esencial

No obstante la conservación del acto, subsiste la responsabilidad administrativa de quien emite el acto viciado, salvo
que la enmienda se produzca sin pedido de parte y antes de su ejecución[3].

[1] Art. 14.1° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[2] Art. 14.2° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[3] Art. 14.3° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

2.2. Eficacia del acto administrativo: Ley N° 27444

La eficacia es la aptitud que poseen los actos jurídicos para producir consecuencias de toda clase que conforme a su
naturaleza debe producir, dando nacimiento, modificando, extinguiendo, interpretando, o consolidando la situación
jurídica o derechos de los administrados[1].

Producido un acto conforme, aún cuando cumpla con las exigencias legales previstas, no pasa de ser una decisión de la
autoridad mantenida en su intimidad, intrascendente para el exterior, carente de fuerza jurídica para producir efectos
frente a los administrados, terceros y aún con otras autoridades administrativas, es decir, es una acto administrativo
oculto.

Este estado desaparece cuando es válidamente notificado a su destinatario o publicado[2], pero en cambio, no se
encuentra privado de validez. Para adquirir fuerza vinculante se realizan actos de transmisión hacia el exterior, con cuya
realización, se podrá perfeccionar su eficacia; es necesario diferencia entre la fecha de emisión del acto administrativo y
la fecha de transmisión, y de ésta con su fecha de vigencia, porque no necesariamente pueden ser simultáneas[3].

La irretroactividad de los actos administrativos es la regla general en el derecho administrativo, pero la norma el efecto
excepcional de la retroactividad del acto hasta momentos anteriores a su emisión. La autoridad puede disponer mismo
acto que tenga eficacia anticipada a su emisión, sólo si fuera más favorable a los administrados y siempre que no lesione
derechos fundamentales o intereses de buena fe legalmente protegidos a terceros y que existiera en la fecha a la que se
pretenda retrotraerse la eficacia del acto[4]. También tienen eficacia anticipada la declaratoria de nulidad y los actos que
se dicten en enmienda[5].

[1] Juan Carlos Morón Urbina (2001) Comentarios a la ley general del Procedimiento Administrativo General. Editora
Gaceta Jurídica.

[2] Art. 16.1° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[3] Art. 16.2° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444
[4] Art. 17.1° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[5] Art. 17.2° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

2.2.1. Notificación de los actos administrativos

Los actos de transmisión o comunicación, son aquellos actos que tienen como objetivo transferir el conocimiento de algún
acto procesal a quien debe conocerlo para el desarrollo ordenado del procedimiento, integrando al mismo tiempo todos
los pareceres determinados o determinables que correspondan en resguardo de derechos constitucionales o legales. La
notificación será practicada de oficio y su debido diligenciamiento será competencia de la entidad que lo dictó[1].

La notificación personal podrá ser efectuada a través de la propia entidad, por servicios de mensajería especialmente
contratados para el efecto y en caso de zonas alejadas se practique por intermedio de autoridades políticas del ámbito
local del administrado[2].

En determinados casos, para su ejecutividad no es imprescindible el acto de notificación, esta regla es aplicable
exclusivamente cuando la notificación se convierte en una mera formalidad y sea evidente que el administrado a quien
le afecta o a quien se dirige el acto ha tomado conocimiento del mismo por otros medios distintos[3]. La norma contempla
dos situaciones en la cual estaremos frente a la dispensa de notificación:

 Siempre que haya sido emitido en su presencia, debiendo existir acta al respecto donde conste la asistencia
del administrado[4].
 Siempre que el administrado tomara conocimiento del acto mediante su acceso directo y espontánea al
expediente[5].

Las notificaciones serán efectuadas a través de las siguientes modalidades, según el respectivo orden de prelación:

1. Personal a domicilio administrado o interesado[6].


2. Telegrama, correo certificado, telefax u otro que permita comprobar fehacientemente acuse recibo y quien lo
recibe, siempre solicitado expresamente[7].
3. Publicación Diario Oficial y mayor circulación nacional[8].
4. No se podrá suplir ninguna modalidad de notificación, bajo sanción de nulidad[9].

[1] Art. 18.1° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[2] Art. 18.2° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[3] Juan Carlos Morón Urbina (2001) Comentarios a la ley general del Procedimiento Administrativo General. Editora
Gaceta Jurídica.

[4] Art. 19.1° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[5] Art. 19.2° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[6] Art. 20.1.1° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[7] Art. 20.1.2° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[8] Art. 20.1.3° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

[9] Art. 20.2° de la Ley General del Procedimiento Administrativo. Ley N° 27444

Bibliografía

 Morón Urbina, J. C. (2001) Comentarios A La Ley Del Procedimiento Administrativo General. Perú: Gaceta
Jurídica.
 Ley N° 27444, Ley General del Procedimiento Administrativo, promulgada el 10.04.2001

FORO TEMÁTICO N° 02: IMPORTANCIA DE LOS ACTOS DE ADMINISTRACIÓN

Este espacio nos permite intercambiar opiniones y comentarios acerca de temas actuales de la administración
pública; en esta oportunidad les propongo dialogar acerca de los actos de administración interna en la función
pública. La norma establece claramente este tipo de actos y que por su función no les otorga un tratamiento
muy profundo; pero en los cuáles se sustentan el desarrollo de la entidad: Desde esta premisa y basándote en
tu experiencia laboral y profesional te invito a que respondas la siguiente interrogante: ¿Cuál es la importancia
y/o trascendencia de los actos de administración interna en tu centro laboral?. Es necesario que ejemplifiques
tu participación, ya que permitirá la interacción con tus compañeros.

El artículo 1.2.1 y 1.2.2 de la ley N° 27444 "Ley del procedimiento administrativo general" tratan acerca de este
tema, puedes analizarlos previamente.

"Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa"

Mahatma Ghandi

Tema 03: El procedimiento administrativo

Introducción

Muy bien amigo estudiante, conocemos que en todo Estado democrático de derecho, las instituciones que brindan servicios públicos,
diariamente y en forma permanente, se encuentran generando una serie indistinta de actos administrativos, los cuales en su gran
mayoría, no se desarrollan respetando cada uno de los actos jurídicos que conforman un debido procedimiento administrativo,
vulnerando una de las garantías constitucionales previstas en el inciso 3) del artículo 139 de la Constitución Política del Estado que
norma el Derecho al Debido Proceso.

En este contexto, nuestro tercer tema tiene por finalidad dar respuesta a las preguntas siguientes: ¿Qué es el procedimiento
administrativo?, ¿Qué actos jurídicos lo conforman?, ¿Cuáles son los plazos en que se deben emitir?, ¿Cuántos tipos de procedimiento
administrativos existen?, ¿Qué es el TUPA y para qué sirve?, ¿Qué documentación se puede solicitar en el procedimiento
administrativo?, etc.; para lo cual, se priorizará el debate de los contenidos alcanzados para su correspondiente lectura y análisis. En
ese orden de ideas, comenzaremos definiendo al Procedimiento Administrativo. Además conoceremos su clasificación, contenido y
plazos en que debe desarrollarse dicho procedimiento.

3.1 ¿Qué es el procedimiento administrativo?

Las normas que regulan el derecho administrativo en especial y el Derecho Administrativo en general siempre han resultado ser, de
alguna manera, problemáticas, ello porque la regulación de dichas materias debe asegurar la obtención de este delicado equilibrio que
debe existir entre los intereses de los administrados y el llamado interés general, concepto este último que tiende a identificarse – o
relacionarse – como los de interés público o bien común[1].

Para Christian Guzmán Napurí, el procedimiento administrativo es por definición un proceso cognitivo, pues implica una toma de
decisión fundada en un análisis previo, tras el cual se emite un acto administrativo, definición cuyo enunciado limita la posibilidad
de decisiones discrecionales por parte de la autoridad administrativa[2].

EDUARDO GARCIA DE ENTERRIA, sostiene sobre el procedimiento administrativo es una ordenación interna de una pluralidad
de operaciones expresada en actos diversos realizados heterogéneamente por varios sujetos u órganos, operaciones y actos que, no
obstante su relativa autonomía, se articulan en orden a la producción de un acto final.
GUSTAVO BACACORZO señala que procedimiento administrativo está relacionado con el vínculo Estado – Administrado en
general, derechos y obligaciones entre el Estado y sus trabajadores; entre el Estado y los particulares o entre particulares ante el
Estado[3].

El mismo autor sostiene que el procedimiento vendría a ser el camino, el iter jurídicamente regulado. No es un acto complejo, sino
un complejo de actos del administrado y de la Administración, de diverso valor, aunque con sustantividad jurídica propia.

La LPAG en su artículo 29º, define al procedimiento administrativo de la siguiente forma: “Se entiende por procedimiento
administrativo al conjunto de actos y diligencias tramitados en las entidades, conducentes a la emisión de un acto administrativo que
produzca efectos jurídicos individuales o individualizables sobre intereses, obligaciones o derechos de los administrados”.

[1] Christian Guzmán Napuri (2004) La Administración Pública y el Procedimiento Administrativo. Página Blanca, Lima.

[2] Christian Guzmán Napuri (2007) El Procedimiento Administrativo. Ara Editores E.I.R.L. Lima.

[3] Gustavo Bacacorzo (1998) Tratado de Derecho Administrativo. Gaceta Jurídica.

3.2. ¿Cuál es la clasificación del procedimiento administrativo

En primer lugar, los procedimientos administrativos pueden ser iniciados a pedido de parte o de oficio, los primeros son aquellos que
inician los administrados ante las entidades para satisfacer o ejercer sus intereses o derechos, se clasifican en procedimientos de
aprobación automática o de evaluación previa.

El procedimiento de aprobación automática genera un resultado de manera inmediata a la presentación de la solicitud, lo cual no
ocurre con los procedimientos de evaluación previa, los cuales requieren de una tramitación por parte de la entidad a fin de generar
un resultado. Estos últimos a su vez se encuentran sujetos, en caso de falta de pronunciamiento oportuno por parte de la administración
a silencio positivo o silencio negativo[1].

[1] Art. 30° de la Ley del Procedimiento Administrativo General.

3.3 Régimen del procedimiento de aprobación automática

Con relación al régimen del procedimiento de aprobación automática, se puede señalar:

1.- En el procedimiento de aprobación automática, la solicitud es considerada aprobada desde el mismo momento de su presentación
ante la entidad competente para conocerla, siempre que cumpla con los requisitos y entregue la documentación completa, exigidos en
el TUPA de la entidad[1].

2.- En este procedimiento, las entidades no emiten ningún pronunciamiento expreso confirmatorio de la aprobación automática,
debiendo sólo realizar la fiscalización posterior. Sin embargo, cuando en los procedimientos de aprobación automática se requiera
necesariamente de la expedición de un documento sin el cual el usuario no puede hacer efectivo su derecho, el plazo máximo para su
expedición es de cinco días hábiles, sin perjuicio de aquellos plazos mayores fijados por leyes especiales anteriores a la vigencia de
la presente Ley[2].

3.- Como constancia de la aprobación automática de la solicitud del administrado, basta la copia del escrito o del formato presentado
conteniendo el sello oficial de recepción, sin observaciones e indicando el número de registro de la solicitud, fecha, hora y firma del
agente receptor[3].

4.- Son procedimientos de aprobación automática, sujetos a la presunción de veracidad, aquellos conducentes a la obtención de
licencias, autorizaciones, constancias y copias certificadas o similares que habiliten para el ejercicio continuado de actividades
profesionales, sociales, económicas o laborales en el ámbito privado, siempre que no afecten derechos de terceros y sin perjuicio de
la fiscalización posterior que realice la administración[4].

[1] Art. 31.1° de la Ley del Procedimiento Administrativo General.

[2] Art. 31.2° de la Ley del Procedimiento Administrativo General

[3] Art. 31.3° de la Ley del Procedimiento Administrativo General

[4] Art. 31.4° de la Ley del Procedimiento Administrativo General


3.4 . Fiscalización posterior

La norma establece que los procedimientos administrativos, luego de concluidos por decisión expresa, aprobación automática o por
silencio administrativo, deben estar sucedidos por un mecanismo de control posterior, que consiste en el ineludible procedimiento de
oficio que la Administración realiza para confirmar la autenticidad del documento presentado y la veracidad de la información[1].

Para efecto de su caracterización jurídica debemos tener en cuenta las siguientes particularidades[2]:

 La fiscalización posterior es un procedimiento administrativo interno de oficio, por lo que su inicio e impulso
corresponde plenamente a la administración[3].
 Es un procedimiento ex – post, es decir, no interfiere con el procedimiento administrativo en el cual se haya empleado
ni a los efectos del acto presunto otorgado bajo su imperio.
 Es un procedimiento gratuito, es financiado por el presupuesto público.
 Es un procedimiento continuado, dado la diversidad de supuestos y esfuerzos que puede conllevar a la administración a
realizar pesquisas, cruzas información, confirmación de datos, entre otros.

[1] Art. 32° de la Ley del Procedimiento Administrativo General

[2] Juan Carlos Morón Urbina (2001) Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General. Gaceta Jurídica. Lima

[3] Art. 104° de la Ley del Procedimiento Administrativo General

3.5. Procedimiento administrativo de evaluación previa

a.- Procedimiento de evaluación previa con silencio positivo[1]:

1. Solicitudes cuya estimación habilite para el ejercicio de derechos preexistentes, salvo que mediante ella se transfiera facultades de
la administración pública o que habilite para realizar actividades que se agoten instantáneamente en su ejercicio.

2. Recursos destinados a cuestionar la desestimación de una solicitud cuando el particular haya optado por la aplicación del silencio
administrativo negativo.

3. Procedimientos en los cuales la trascendencia de la decisión final no pueda repercutir directamente en administrados distintos del
peticionario, mediante la limitación, perjuicio o afectación a sus intereses o derechos legítimos.

4. Todos los otros procedimientos a instancia de parte no sujetos al silencio negativo taxativo contemplado en el artículo siguiente,
salvo los procedimientos de petición graciable y de consulta que se rigen por su regulación específica.

b.- Procedimientos de evaluación previa con silencio negativo[2]:

1.- Cuando la solicitud verse sobre asuntos de interés público, incidiendo en la salud, medio ambiente, recursos naturales, la seguridad
ciudadana, el sistema financiero y de seguros, el mercado de valores, la defensa nacional y el patrimonio histórico cultural de la nación.

2. Cuando cuestionen otros actos administrativos anteriores, salvo los recursos en el caso del numeral 2 del artículo anterior.

3. Cuando sean procedimientos trilaterales y los que generen obligación de hacer a cargo del Estado.

4. Los procedimientos de inscripción registral.

5. Aquellos a los que, en virtud de la ley expresa, sea aplicable esta modalidad de silencio administrativo.

[1] Art. 33° de la Ley del Procedimiento Administrativo General

[2] Art. 34° de la Ley del Procedimiento Administrativo General


3.6. Plazo máximo del procedimiento administrativo de evaluación previa

Debemos tener en cuenta que la norma contiene la especificación que todo procedimiento de evaluación iniciado a instancia de
administrado puede extenderse como máximo por un período de treinta días hábiles[1] desde su inicio oficial hasta la resolución de la
primera autoridad llamada a resolver. Si algún procedimiento necesitase de un plazo mayor tendrá que contar con una norma con
rango de ley que lo exceptué de esta norma[2].

[1] Art. 35° de la Ley del Procedimiento Administrativo General

[2] Juan Carlos Morón Urbina (2001) Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General. Gaceta Jurídica. Lima

3.7. Legalidad del procedimiento

El principio de legalidad en el Derecho Administrativo tiene una aplicación cabal para limitar la sobrecarga de procedimientos sobre
los derechos de los ciudadanos, el encarecimiento de los procedimientos y la sobrecarga de exigencias a los administrados. Se trata
de un primer límite, establecido en función a la exigencia del rango normativo para que se aprueben los procedimientos, los requisitos
para los trámites y los costos administrativos de los mismos[1].

El artículo 36° de la LPAG prescribe:

 Los procedimientos, requisitos y costos administrativos se establecen exclusivamente mediante decreto supremo o
norma de mayor jerarquía, norma de la más alta autoridad regional, de Ordenanza Municipal o de la decisión del titular
de las entidades autónomas conforme a la Constitución, según su naturaleza. Dichos procedimientos deben ser
compendiados y sistematizados en el Texto Único de Procedimientos Administrativos, aprobados para cada entidad.
 Las entidades solamente exigirán a los administrados el cumplimiento de procedimientos, la presentación de
documentos, el suministro de información o el pago por derechos de tramitación, siempre que cumplan con los requisitos
previstos en el numeral anterior. Incurre en responsabilidad la autoridad que procede de modo diferente, realizando
exigencias a los administrados fuera de estos casos.
 Las disposiciones concernientes a la eliminación de procedimientos o requisitos o a la simplificación de los mismos,
podrán aprobarse por Resolución Ministerial, Norma Regional de rango equivalente o Decreto de Alcaldía, según se trate
de entidades dependientes del Gobierno Central, Gobiernos Regionales o Locales, respectivamente.

[1] Juan Carlos Morón Urbina (2001) Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General. Gaceta Jurídica. Lima

3.8 Texto único de procedimientos administrativos (TUPA)

Definición.- Los Textos Únicos de Procedimientos Administrativos –TUPA- son los instrumentos mediante los cuales se
unifican y simplifican todos los procedimientos y trámites administrativos que se siguen antes los ministerios,
instituciones y organismos públicos, y otras entidades de la Administración Publica, ya sean dependientes del Gobierno
Central, Gobiernos Regionales o Locales, tal como lo dispone el artículo 47 de la Ley 27444, Ley del Procedimiento
Administrativo General.

Contenido.- El Texto Único de Procedimientos Administrativos, deberá comprender:

1. Todos los procedimientos de iniciativa de parte requeridos por los administrados para satisfacer sus intereses
o derechos mediante el pronunciamiento de cualquier órgano de la entidad, siempre que esa exigencia cuente
con respaldo legal, el cual deberá consignarse expresamente en el TUPA con indicación de la fecha de
publicación en el Diario Oficial.
2. La descripción clara y taxativa de todos los requisitos exigidos para la realización completa de cada
procedimiento.
3. La calificación de cada procedimiento según corresponda entre procedimientos de evaluación previa o de
aprobación automática.
4. En el caso de procedimientos de evaluación previa si el silencio administrativo aplicable es negativo o positivo.
5. Los supuestos en que procede el pago de derechos de tramitación, con indicación de su monto y forma de
pago. El monto de los derechos se expresará con relación a la UIT, publicándose en las entidades en moneda
de curso legal.
6. Las vías de recepción adecuadas para acceder a los procedimientos contenidos en el TUPA, de acuerdo a la
normatividad que regula la acumulación de solicitudes, recepción documental, presentación mediante correo
certificado, etc.
7. La autoridad competente para resolver en cada instancia del procedimiento y los recursos a interponerse para
acceder a ellas.
8. Los formularios que sean empleados durante la tramitación del respectivo procedimiento administrativo.
9. El TUPA también incluirá la relación de aquellos servicios prestados en exclusividad por las entidades, cuando
el administrado no tiene posibilidad de obtenerlos acudiendo a otro lugar o dependencia.
Requisito para su aprobación y difusión.- El Texto Único de Procedimientos Administrativos (TUPA) es aprobado por
Decreto Supremo del sector, por la norma de máximo nivel de las autoridades regionales, por Ordenanza Municipal, o
por Resolución del Titular de organismo constitucionalmente autónomo, según el nivel de gobierno respectivo.

Cada 2 (dos) años, las entidades están obligadas a publicar el íntegro del TUPA, bajo responsabilidad de su titular; sin
embargo, podrán hacerlo antes, cuando consideren que las modificaciones producidas en el mismo lo ameriten. El plazo
se computará a partir de la fecha de la última publicación del mismo.

Aplicando lo previsto en el artículo II del Título Preliminar de la Ley 27444, Ley del Procedimiento General, respecto a la
aplicación especifica de las normas, por ello: Se publican en el diario oficial el Peruano en caso de las municipalidades
distritales y provinciales del departamento de Lima y la provincia constitucional del Callao. En el diario encargado de las
publicaciones judiciales de cada jurisdicción en el caso de las municipalidades distritales y provinciales de las ciudades
que cuenten con tales publicaciones, o en otro medio que asegure de manera indubitable su publicidad. En los carteles
municipales impresos fijados en lugar visible y en locales municipales, de los que dará fe la autoridad judicial respectiva,
en los demás casos. En los portales electrónicos, en los lugares en que existan.

Vigencia del TUPA.- Las normas rigen a partir del día siguiente de su publicación, salvo que la propia norma postergue
su vigencia. No surten efecto las normas de gobierno municipal que no hayan cumplido con el requisito de la publicación
o difusión.

Modificaciones al TUPA.- Una vez aprobado el TUPA, toda modificación que no implique la creación de nuevos
procedimientos, incremento de derechos de tramitación o requisitos, se debe realizar por Resolución Ministerial del
Sector, Norma Regional de rango equivalente o Decreto de Alcaldía, o por Resolución del Titular del Organismo
Autónomo conforme a la Constitución, según el nivel de gobierno respectivo. Para la elaboración del TUPA se procurará
evitar la duplicidad de procedimientos administrativos en las distintas entidades de la administración pública.

3.9 Documentación prohibida de solicitar

El legislador ha sido consciente que una de las deficiencias más visibles para la ciudadanía es la excesiva carga de exigencias de
información y documentación que la administración solicita a los interesados en los procedimientos, lo que sucede es que en práctica
administrativa incorrectamente ha caído en el facilismo de trasladar esta carga de aporte documental al administrado, en vez de asumir
su obtención por su propia acción, como corresponde[1].

Para el inicio, prosecución o conclusión de un procedimiento, las entidades quedan prohibidas de solicitar a los administrados la
presentación de la siguiente información o la documentación que la contenga[2]:

1.- Aquella que la entidad solicitante posea o deba poseer en virtud de algún trámite realizado anteriormente por el administrado en
cualquiera de sus dependencias, o por haber sido fiscalizado por ellas, durante cinco (5) años anteriores inmediatos, siempre que los
datos no hubieren sufrido variación ni haya vencido la vigencia del documento entregado. Para acreditarlo, basta que el administrado
exhiba la copia del cargo donde conste dicha presentación, debidamente sellado y fechado por la entidad ante la cual hubiese sido
suministrada.

2.- Aquella que haya sido expedida por la misma entidad o por otras entidades públicas del sector, en cuyo caso corresponde
recabarlas a la propia entidad a solicitud del administrado.

3.- Presentación de más de dos ejemplares de un mismo documento ante la entidad, salvo que sea necesario notificar a otros tantos
interesados.

4.- Fotografías, salvo para obtener documentos de identidad, pasaporte o licencias o autorizaciones de índole personal o por razones
de seguridad nacional. Los administrados tendrán libertad de escoger la empresa en la cual sean obtenidas las fotografías, con
excepción de los casos de digitalización de imágenes.

5.- Documentos de identidad personal distintos a la Libreta Electoral o Documento Nacional de Identidad. Asimismo, sólo se exigirá
para los ciudadanos extranjeros carnet de extranjería o pasaporte según corresponda.

6.- Recabar sellos de la propia entidad, que deben ser acopiados por la autoridad a cargo del expediente.

7.- Documentos o copias nuevas, cuando sean presentadas otras, no obstante haber sido producidos para otra finalidad, salvo que
sean ilegibles.

8.- Constancia de pago realizado ante la propia entidad por algún trámite, en cuyo caso el administrado sólo queda obligado a
informar en su escrito el día de pago y el número de constancia de pago, correspondiendo a la administración la verificación inmediata.

Juan Carlos Morón Urbina (2001) Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General. Gaceta Jurídica. Lima

[2] Art. 40° de la Ley del Procedimiento Administrativo General


3.10 Documentación que se debe presentar

Al respecto, la obligación general de la administración, en relación con la probanza documental que corresponde a los administrados,
es aceptar los documentos incluidos en la norma en reemplazo de los documentos originales u originales a los cuales se les atribuye
el mismo valor probatorio, denominándoseles “sucedáneos documentales”.

Para el cumplimiento de los requisitos correspondientes a los procedimientos administrativos, las entidades están obligadas a recibir
los siguientes documentos[1]:

1.- Copias simples o autenticadas por los fedatarios institucionales, en reemplazo de documentos originales o copias legalizadas

2.- Traducciones simples con la indicación y suscripción de quien oficie de traductor debidamente identificado, en lugar de
traducciones oficiales.

3.- Las expresiones escritas del administrado contenidas en declaraciones con carácter jurado mediante las cuales afirman su situación
o estado favorable en relación con los requisitos que solicita la entidad

4.- Instrumentos privados, boletas notariales o copias simples de las escrituras públicas, en vez de instrumentos públicos de cualquier
naturaleza, o testimonios notariales

5.- Constancias originales suscritas por profesionales independientes debidamente identificados en reemplazo de certificaciones
oficiales de profesionales de las entidades públicas.

6.- Copias fotostáticas de formatos oficiales o una reproducción particular de ellos elaborada por el administrador respetando
integralmente la estructura de los definidos por la autoridad, en sustitución de los formularios oficiales aprobados por la propia entidad
para el suministro de datos.

[1] Art. 41° de la Ley del Procedimiento Administrativo General

3.11 Presunción de veracidad

En particular, este denominado “principio” constituye una regla jurídica ascendida singularmente a tal categoría por el legislador,
pues en otros países se prefiere hablar de un principio de buena fe en cuya virtud se debe presumir en todas las actuaciones de los
particulares ante la administración pública; es decir, no desconfiar de las afirmaciones o documentos que se presenta ante la
administración pública, y que está regulado en el artículo 42° de la LPAG.

3.12. Valor de los documentos públicos y privados

Los documentos emitidos válidamente por los órganos de la administración son denominados documentos públicos, es decir, que
haya sido otorgado, autorizado o suscrito por autoridad pública; que cumpla con las formalidades previstas, y, y que la autoridad lo
haya otorgado en ejercicio de sus funciones. Es importante señalar que lo mencionado anteriormente son categorías diferentes: acto
administrativo (producto jurídico), el documento (instrumento que lo contiene) y ejecutoriedad (obligatoriedad del acto).

En ese sentido, el artículo 43° de la LPAG; señala:

 Son considerados documentos públicos aquellos emitidos válidamente por los órganos de las entidades.
 La copia de cualquier documento público goza de la misma validez y eficacia que éstos, siempre que exista constancia
de que es auténtico.
 La copia del documento privado cuya autenticidad ha sido certificada por el fedatario, tiene validez y eficacia plena,
exclusivamente en el ámbito de actividad de la entidad que la autentica.

Bibliografía

Morón Urbina, J. C. (2001) Comentarios A La Ley Del Procedimiento Administrativo General. Perú: Gaceta Jurídica.

Ley N° 27444, Ley General del Procedimiento Administrativo, promulgada el 10.04.2001

Guzmán Napurí, C. (2004) La Administración Pública y el Procedimiento Administrativo. Página Blanca, Lima.

Guzmán Napurí, C (2007) El Procedimiento Administrativo. Ara Editores E.I.R.L. Lima

Bacacorzo, G. (1998) Tratado de Derecho Administrativo. Gaceta Jurídica


Lecturas recomendadas

Para saber más: Ponemos a tu disposición y te invitamos a revisar un interesante documento que te ayudará a reforzar y ampliar los
temas que hemos estudiado, esto lo encontrarás en la base de datos que utiliza nuestra universidad:

Documento 1: "Procedimientos Administrativos – Ley 27444 " publicado el 09-02-2011 por Edward Vargas Valderrama.

Dirección: http://blogs.monografias.com/dextrum/2011/02/09/procedimientos-administrativos/

Breve descripción: Documento que contiene las principales definiciones relacionadas con el tema tratado y que constituyen un
aporte doctrinario del tema objeto de estudio.

Conclusiones

Podemos concluir, que en esta tercera semana estamos en condiciones de definir el procedimiento administrativo; de identificar sus
clases, de explicar los alcances, función e importancia de tiene en la administración pública del Texto Único de Procedimientos
Administrativos.

Metacognición

Las siguientes preguntas te ayudarán a reflexionar sobre tus propios aprendizajes, es un ejercicio recomendado para razonar e
identificar nuestro esfuerzo intelectual, la finalidad es regular nuestras acciones y procesos mentales.

 ¿Qué es el procedimiento administrativo?


 ¿Qué actos jurídicos lo conforman?
 ¿Cuáles son los plazos en que se deben emitir?
 ¿Cuántos tipos de procedimiento administrativos existen?
 ¿Qué es el TUPA y para qué sirve?
 ¿Qué documentación se puede solicitar en el procedimiento administrativo?

Foro de debate y argumentación [FD]

La ley de Procedimiento administrativo general contiene normas comunes para las actuaciones de la función
administrativa del Estado y regula todos los procedimientos administrativos desarrollados en las entidades, incluyendo
los procedimientos especiales.

Tal es así, que el estado tomando en consideración la modernización del Estado, y la ley N° 30506, “Ley que delega en
el Poder Ejecutivo la Facultad de legislar en materia de reactivación económica y formalización, seguridad ciudadana,
lucha contra la corrupción, agua y saneamiento y reorganización de Petroperú S.A.”, el Congreso de la República ha
delegado en el Poder Ejecutivo la facultad de legislar en materia de reactivación económica y formalización, por el término
de noventa (90) días calendario. Que, en este sentido, el literal h) del inciso 1 del artículo 2 del citado dispositivo legal,
establece modificar el marco normativo del procedimiento administrativo general con el objeto de simplificar, optimizar y
eliminar procedimientos administrativos, priorizar y fortalecer las acciones de fiscalización posterior y sanción, incluyendo
la capacidad operativa para llevarlas a cabo; emitir normas que regulen o faciliten el desarrollo de actividades
económicas, comerciales y prestación de servicios sociales en los tres niveles de gobierno, incluyendo simplificación
administrativa de los procedimientos relativos al patrimonio cultural; dictar normas generales y específicas para la
estandarización de procedimientos administrativos comunes en la administración pública con la finalidad de hacer
predecibles sus requisitos y plazos; aprobar medidas que permitan la eliminación de barreras burocráticas en los tres
niveles de gobierno; autorizar la transferencia de programas sociales mediante decreto supremo; y dictar medidas para
la optimización de servicios en las entidades públicas del Estado, coadyuvando al fortalecimiento institucional y la calidad
en el servicio al ciudadano.

El alumno deberá:

Analizar el decreto legislativo N° 1272, por el cual se modifican algunos artículos de la ley N° 27444 Ley Procedimiento
administrativo General y se deroga la ley N° 29060 del silencio administrativo.

Emitir una opinión crítica al responder: ¿Cuáles son los cuellos de botella que hacen lenta la atención, ante un
requerimiento administrativo por parte del ciudadano en las instituciones del Estado? Dichas modificaciones a la ley N°
27444 influirán en mejorar la prestación de servicios públicos ante un requerimiento administrativo por parte del
administrado? Habrá celeridad en su atención, se cumplirá con los plazos previstos en la norma?

Es importante que recuerdes que debes participar en dos momentos diferentes: en un primer momento respondiendo
las preguntas planteadas, y en un segundo momento respondiendo o debatiendo los aportes de tus compañeros. Cada
intervención no debe ser mayor de 20 línea hay que ser precisos y sintéticos.

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