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¿Es profunda el alma?
De modo que podríamos creer que estamos mejor con las otras
traducciones dadas arriba que hablan de la profundidad de
significado. Pues ahora profundidad se usa ya no
literalmente sino metafóricamente, imaginalmente. Aparte
del hecho de que esa sería una sabiduría más bien banal,
trivial, para cuyo descubrimiento y formulación apenas si
haría falta un filósofo de la talla de Heráclito, ¿nos lleva
más lejos la profundidad metafórica? De ningún modo. De
hecho, el cambio a lo metafórico solamente oscurece el que
nada ha cambiado respecto a la propia orientación
dominante. Si el alma tiene “un significado tan profundo”,
aún sigo y permanezco en el sitio donde siempre he estado,
y desde allí contemplo en una supuesta distancia. Y no hay
diferencia si estoy haciendo esto literalmente en el
espacio exterior (en el área de la visión física) o
metafóricamente en el reino de la imaginación, o en “la
profundidad del sentimiento” (es decir, mediante el anhelo
nostálgico del puer, póthos, por lugares lejanos y
fundamentalmente inalcanzables). Sea profundidad de medida
o profundidad de significado, en ambos casos hay el mismo
rechazo a continuar yendo hasta los límites y captar el
mensaje de Heráclito acerca de la inutilidad de cualquier
orientación en la distancia (un mensaje que no se puede
captar a menos que se haya intentado implacablemente llegar
allí y se haya experimentado efectivamente un fracaso).
Heráclito no termina con la vaguedad de una cuestión sin
decidir, como nosotros con nuestra charla acerca de la
profundidad del significado del alma, y el límite no se
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Así Jung habla con doblez; tiene dos verdades separadas que
mantiene aparte por medio de una distribución sistemática.
Al “hacer” psicología (cuando habla dentro del campo de la
psicología) suscribe totalmente la idea de la “interioridad
inescapable”, a veces incluso dando a la psicología el
rango de una super-ciencia, una “ciencia” de las ciencias
(en tanto todas las ciencias son también expresiones de la
psique). Pero cuando reflexiona acerca de la psicología y
presenta su teoría general del conocimiento, invalida
finalmente la psicología, insertándola en una posición
general para la cual precisamente la esencia de las cosas
esta ubicada más allá de ese límite insuperable, en las
“cosas externas a nosotros”. Lo que desde dentro de la
psicología es sentido personalmente y declarado
explícitamente como de la mayor importancia, lo esencial
(nuestros procesos de transformación e individuación, con
todas las preciosas imágenes de asuntos últimamente divinos
en los que ellas nos involucran) tiene sólo (“no es más
que”) el estatus lógico de un tipo de entretenimiento
personal en una burbuja, que deja tanto la esencia real
como la esencia de la vida real fuera de sí misma. La
psicología está cercada, encapsulada en una reserva o un
asilo, también podría decirse en una casa de muñecas.
Dentro de esta casa de muñecas es libre, infinita o,
poniéndolo del otro modo como lo hizo Jung, no tiene “la
ventaja de 'un campo delimitado de trabajo'” (OC 9/1,
§112), pero la psicología como un todo se define como un
“campo delimitado”. Uno tiene que hacerse el tonto y
suprimir su conocimiento sobre el estado real de la
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© Wolfgang Giegerich
Notas
(1) Nota del Ed: The Fragments of Heraclitus fueron editados
primeramente por H. Diels y publicados en su libro, Fragmente der
Vorsokratiker (Berlin 1922)
(2) G. S. Kirk y J. E. Raven, The Pre-Socratic Philosophers
(Cambridge: Cambridge UP, 1977), 205
(3) James Hillman, Re-Visioning Psychology (New York: Harper & Row,
1975), xi.
(4) Ibid, 231, nota 6.
(5) No se trata de un confinamiento físico o imaginal, sino lógico.
No hay una celda estrecha de la prisión fuera de la cual comenzaría
la libertad. En esta prisión uno es libre de ir donde y tan lejos
como uno quiera. Es el aprisionamiento en la infinitud del alma.
(6) Heidegger traduce peirata (límites) sobre la base de su
entendimiento del sentido griego de psyché como Ausgänge (der
Seele) (“salidas, aperturas o desaguaderos del alma”). Ver su
Heraklit, Gesamstausgabe, vol. 55 (Frankfurt am Main: Klosermann,
1979), 282, 297, 303f.
(7) Empleo “natural” en un sentido psicológico, alquímico, no en un
sentido abstracto, naturalista o positivista (como en la biología o
la física), Lo natural en términos de existencia humana es, para
comenzar, una naturaleza espiritual animada: la percepción imaginal
del mundo. El mito y el ritual son lo natural para el alma.
(8) W. K. Guthrie, The Earlier Presocratics and the Pythagoreans,
vol. I, A History of Greek Philosophy, (Cambridge; Cambridge UP,
1962), 477, nota 1.
(9) Ver mi artículo, “Deliverance from the Stream of Events;
Okeanos and the Circulation of the Blood”, en: Sulfur 21 (Invierno
1988), 118–140
(10) Jung, OC 18 §1734, traducción modificada
(11) Harvest 44, No. 1, 1998, 46–64
(12) Ver Jung, OC 9/i, Fig 1, §297
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