Capitulo XIII
Las escuelas budistas en China
TENDENCIAS GENERALES EN EL BUDISMO CHINO
La divisién del budismo en una rama del noroeste y en una del su-
deste no obedecié en principio a razones religiosas ni filosdficas, sino
politicas: su causa fue la divisién del imperio, ocurrida en el afio 317,
motivada por la pérdida de todo el territorio del norte, que cayé en
manos de soberanos extranjeros. Los limites entre ambas mitades,
en las cuales se sucedian dinastias de vida relativamente breve (en
el norte, la més larga fue la dinastia Wei, de la tribu turca Tuoba,
muy importante para el budismo y que reiné en 386-535), nunca
resultaron del todo herméticos. Sin embargo, dificultaron la for-
macién de tradiciones comunes que, vista la dispersién general del
budismo, no hubiese sido facil de conseguir. El mérito de haber
proporcionado al budismo, a pesar de todo, un fundamento sélido a
ambos lados de estos limites le correspondié finalmente a un monje
no chino de nombre Kumiarajiva (344-413), nacido en Kucha, cuyo
padre provenia de India y cuya madre era una princesa Kucha. A
principios de 402 legé a Changan, en la regién del norte, pertene-
ciente atin al imperio, y alli organiz6 una actividad de traduccién a
gran escala, dispuesta de manera sistematica en un doble sentido: en
primer lugar, se esforzé por elaborar una terminologia uniforme que
221Historia de la filosofia china
no se limitase a traducir, sino que también transliterase las palabras,
es decir, que dejase los términos sin modificarlos; en segundo lugar,
intenté abarcar del modo mis integral posible los escritos budistas.
De éstos formaron parte las diversas opiniones y escuelas, asi como
los textos sagrados primordiales, es decir, los sermones puestos en
boca de Buda (siitra), y los textos sagrados secundarios, como las
reglas monisticas (vinaya) y los escritos aclaratorios (abhidharma) que
conforman juntos el canon budista. Los escritos aclaratorios fue-
ron siempre particularmente importantes para la filosofia; en cierto
modo, representaron a los «padres de la iglesiay del budismo. En
este esfuerzo por llegar a la integridad de los escritos, Kumari
y sus sucesores tuvieron tanto éxito que un sinnimero de textos
han sobrevivido hasta hoy sdlo en su versién china. En China, no
podemos hacernos una idea exacta de lo que el budismo fue en
realidad y, sobre todo, de la gran variedad que albergé dentro de si
hasta que él llev6 a cabo su labor.
La amplitud de la informacién facilitada por Kumarajiva no
motivé, sin embargo, que todas las tendencias budistas resaltasen
de manera indistinta. Mas bien se impuso cierto afan de simplifica-
cién, ampliacién y practica que se distancié de cualquier teorizacién
demasiado complicada y que ya se habia insinuado en el budismo
chino temprano. Este impulso representd, a su vez, una tendencia
desde el Hinaydna hasta el Mahayana. El hecho de proceder en
este orden se corresponde asi con una especie de légica interna a
la hora de enumerar las escuelas budistas que tuvieron en China
cierta relevancia, aun cuando no coincida de forma necesaria con
su evolucién histérica. El célebre experto en budismo Th. Stcher-
batsky subdividié el budismo entre el afio 500 a. C. y el afio 1000
d. C. en tres periodos, de 500 afios cada uno, que condujeron del
pluralismo al monismo y de éste al idealismo, con lo que primero se
neg6 la existencia de la individualidad, después la de los elementos
individuales (dharma) y, por ultimo, la del mundo fenoménico en
su conjunto. El igualmente célebre experto en budismo Takakusu
222XIII. Las escuelas budistas en China
Junjiro (a quien se debe la edicién moderna y, en sentido filoséfico,
brillante del canon budista), de origen japonés, acepté en princi-
pio esta divisién, aunque desde la perspectiva del budismo de Asia
oriental propuso una secuencia diferente, que en parte coincide
con la secuencia histérica. Considera cuatro etapas en el realismo,
pasando por el nihilismo y el idealismo, hasta el «negativismo», a
cuyo efecto las dos primeras han de considerarse de corte Hinayana
y las dos ultimas Mahayana. En el realismo se rechaza la realidad de
la individualidad; en el nihilismo la realidad de todo, tanto de lo
material como de lo sensible, y en el idealismo la realidad de todas
las cosas externas; en el negativismo, por dltimo, que en Asia orien-
tal alcanzé un desarrollo considerable, no s6lo se rechaza, como en
el nihilismo, la realidad de cualquier cosa, sino, ademés, esta misma
afirmaci6n, una paraddjica negaci6n de la negacién a través de la
cual debe alcanzarse un plano de la experiencia mas elevado —que
por lo demas no puede aprehenderse mediante el lenguaje. La dis-
posicién de Takakusu reproduce de la mejor manera la tendencia
evolutiva del budismo en China y se recomienda también como
fundamento para el estudio siguiente.
REALISMO Y NIHILISMO EN EL HINAYANA:
LAS ESCUELAS JUSHE Y CHENGSHI
La tendencia del realismo, para comenzar con ella, se deja incar-
dinar en principio en la tradicion Hinaydna. En el interior de este
marco muy amplio, formé parte de una rama de la escuela realista
Vaibhisika, dentro de la cual los Sarvastivadins, a saber, los seguido-
res de la Sarvastivada («Doctrina de que todo existe») representaron
un grupo muy fuerte. Estuvo activa en dos centros, en Gandhara y
en Cachemira, y desde alli se extendié hacia China en dos opinio-
nes doctrinales divergentes entre si. La proveniente de Cachemira
aparecié en China como escuela Pitan (del concepto abhidharma), y
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la proveniente de Gandhara como escuela Jushe. Esta altima acuié
su nombre a partir del texto escrito por el gran budista indio Va-
subandhu (ca, 420-500 d. C.), Abhidharma-KoSa, cuyo titulo podria
traducirse mas 0 menos como Coleccién de los dharma mas elevados y
que, con el tiempo, se impuso frente a la escuela Pitan. Menciona-
mos este trasfondo histérico con el tnico fin de mostrar hasta qué
punto se habia ramificado la evolucién de las distintas escuelas. Si
investigamos un poco, se descubren auténticos arboles genealégicos
con diversas ramificaciones que se extienden en todas las direcciones
en el tiempo y en el espacio. La tendencia Vaibhasika, como quiza
puede llamarse en su sentido mis general a la tendencia realista, se
extendié por la geografia mucho mis que cualquier otra tendencia:
desde India hasta Persia, Asia central, Indonesia e Indochina, e in-
cluso hasta China y Japon.
En el centro de la escuela Jushe, que en consecuencia s6lo re-
presenta una —aunque determinante en China— rama del budismo
realista, se halla el convencimiento de que los dharma tienen una
existencia efectiva y real, aun cuando sdlo se hagan perceptibles
respectivamente en el momento puntual del presente y se retiren
en las otras dos unidades temporales, el pasado y el futuro. La cita
clave a este respecto dice asi: «Los tres periodos temporales existen
realmente y los cuerpos-dharma existen continuamente [en cada
instante]». La doctrina budista fundamental de la No-existencia de
un Yo no se vio afectada por ello, pues también la escuela Jushe
subrayé la esencia compuesta del Yo a partir de un sinnimero de
dharma individuales y lo formulé asi: «El Yo permanente esta va-
cio, pero los dharma son reales», La escuela Jushe, sobre esta base
que compartia con la amplia corriente de la tradicién realista, se
dedicé a estudiar sobre todo tres temas: 1) el tiempo dentro de las
tres unidades, de importancia esencial para la existencia y manifes-
taci6n de los dharma; 2) una peculiar teoria del 4tomo, dentro de
la cual aparecen tres tipos distintos de moléculas o de 4tomos; y
3) (que guarda una débil relacién con la anterior) una complicada
224XIII. Las escuelas budistas en China
sistematica de los diversos dharma, descompuestos en 72 «creados»
(es decir, unidos en ultimo término al dolor) y tres «increados», a
saber, el «espacio» (xukong), la extincién mediante la fuerza espiritual
(nirvana) y la extincién que tiene lugar con el mero abandono del
proceso de causalidad.
El dltimo tema mencionado, a saber, la sistematizacién de los
dharma, dispuesta a menudo en forma de tabla y que la escuela Jushe
tomé en gran medida de sus predecesores, fue adoptada también
en sus resultados, como enfoque y en todo caso en lo relativo a la
clasificacién, por otras escuelas budistas no realistas. La problema-
tica inherente a la doctrina de esta escuela consistié, no obstante,
en que aqui, junto con la idea de las figuraciones y los remolinos
eternamente existentes aunque sdlo se manifiesten en el momento
presente, hizo su entrada también el pensamiento de un sustrato
consistente. La escuela Jushe, y con ella toda la tendencia realista,
permanecié, sin embargo, sobre la base del budismo en la medida en
que se aferré tanto a la idea del «despedazamiento» de la existencia
en una cadena infinita de instantes, como de la No-existencia del
Yo por ser éste un remolino de elementos dharma independientes.
Las escuela Jushe no desempefié en China ningun papel signifi-
cativo, pero debe mencionarse si se quiere apreciar de modo correc-
to la importancia de las tendencias budistas mas intensas en China y
nos preocupa por qué se impusieron precisamente estas tendencias
alli donde se ofrecia toda la gama del pensamiento budista. Lo mis-
mo es valido para la escuela siguiente, la escuela Chengshi («escuela
de la Consumacién de la verdad», literalmente mis bien: «de la rea~
lidad»), cuya existencia en China fue, de hecho, efimera, a mediados
del siglo v. Recibié su nombre del principal escrito de su fundador
indio, Harivarman (ca. 250-350), titulado Satyasiddhi-sastra (Tratado
sobre la consumacién de la verdad / de la doctrina de Buda). También
esta escuela se puede incardinar en una larga tradicién, asentada
todavia en la tendencia Hinaydna (segun algunos de la Mahayana),
a diferencia de la recién examinada escuela Jushe, aunque formé
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parte de una opinién doctrinal nihilista, vinculada con el nombre de
Sautrantikavada. Para la escuela Chengshi, que en muchos aspectos
se basa en la escuela Jushe y que, sin embargo, al mismo tiempo, la
niega, es decisivo el hecho de que aqui nos enfrentamos a una doble
verdad (er di): por una parte, se reconocen los dharma, cuando me-
nos en su aparicién presente, como manifestaciones reales y se cla-
sifican en especies (por cierto, en 84 y no en 75) de un modo muy
semejante al de la escuela Jushe; pero, por otra parte, sostienen a un
nivel mis elevado que todos los dharma son irreales 0 estan vacios.
De manera aniloga, se retoma y transforma la doctrina del 4tomo
de la escuela Jushe, al avanzar en la consideracién de las moléculas
y los 4tomos como unidades cada vez mas pequeiias, hasta llegar al
«vacio total» (yigie kong) con un salto repentinamente cualitativo. En
las inclinaciones 0 «meditaciones» (xin), uno debe liberarse poco a
poco con respecto a tres formas: de la inclinacién al nombre falso,
de la inclinacién al dharma y, por ultimo, de la inclinacién al vacio
(jia ming xin, fa xin, kong xin), pues sdlo por detras de esa liberaci6n
se despliega el nirvana.
Criticos de esta escuela procedentes del Mahayana censuraron
que esta concepcién del «vacio», la cual también es decisiva en el
Mahdyana, se infirese de una especie de proceso de reducci6n y, por
ello, operase como una simple negacién de lo real, por asi decirlo,
como los restos sustraidos a la realidad; carecia por completo de una
naturaleza auténoma y trascendente. De hecho, la escuela Chengshi
hacia demasiadas alusiones a la escuela Jenshu en tanto que su con-
traria (como en general los Sautrantikavadins a los Sarvastivadins)
como para que fueran capaces de desarrollar otro concepto del
«vacio». No obstante, este concepto del «vacio» tenia por principio
—y de ello hay que ser siempre consciente— de modo permanente
un cardcter de cabeza de Jano: si en sentido negativo designaba lo
ilusivo del Ser, con independencia de lo que se entendiese por ello
en cada caso concreto, en sentido positivo y con un vuelvo repen-
tino, designaba precisamente lo absoluto, lo Gnico que no posee
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ningun caracter ilusivo. La desilusi6n podia conducir, por tanto, a
algo semejante al vacio en forma de la Nada, pero igualmente a la
visién de un plano del conocimiento mis rico y por entero nuevo
—una circunstancia que ya hemos encontrado en las variantes mas
diversas al estudiar la «escuela de la Oscuridad».
EL MUNDO COMO REPRESENTACION: LA ESCUELA WEISHI
Ubicada entre la escuela realista y la escuela nihilista esta, en tercer
lugar, la escuela Weishi (