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F DE D
DE LA U LA SALLE
VICERRECTOR ACADÉMICO
Ing. Edmundo Barrera Monsiváis
COORDINADORA DE PUBLICACIONES
Lic. Irma Rodríguez Vega
REVISTA ACADÉMICA
DE LA FACULTAD DE DERECHO
Benjamín Franklin # 47
Col. Condesa
C.P. 06140
Delegación Cuauhtémoc
México, D.F.
Tel: 52-78-95-41, 52-78-95-00 ext. 2030, fax: 52-78-95-02 buzón 2024
ISSN: 1665-8639
EDITORIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
ARTÍCULOS DE FONDO
OPINIÓN
VOTO MINORÍA
ÍNDICE GENERAL
ÍNDICE GENERAL DE LA REVISTA ACADÉMICA
POR NÚMERO DE REVISTA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231
EDITORIAL
UNIVERSIDAD LA SALLE 11
EDITORIAL
12 FACULTAD DE DERECHO
EDITORIAL
de peso, dentro de una tradición jurídica concreta y del resto de los cono-
cimientos humanísticos y sociales de la civilización a la que pertenecen.1
La Facultad de Derecho de Universidad La Salle acepta este com-
promiso con el país y participa en el reto que genera la transformación del
Sistema Jurídico Mexicano vital para el nuevo modelo de nación que todos
queremos, fundamentalmente a través de la formación de especialistas en
el campo del Derecho y de las Relaciones Internacionales quienes cuen-
tan con un perfil ético, de compromiso para con el país, de profesionalismo
y actitud hacia la innovación y creatividad para el diseño de soluciones que
plantean estos retos nacionales.
Asimismo, con esta revista de divulgación científica jurídica, cons-
truida bajo la coordinación de sus autoridades académicas, con el esfuer-
zo colectivo del claustro docente, de connotados estudiosos del Derecho
Mexicano y de un número importante de colaboradores independientes,
quienes con sus trabajos y estudios contribuyen tanto a la preservación
del conocimiento jurídico como a la creación del conocimiento de frontera
necesario en favor de la formación de los estudiantes, y sobre todo, como
aportación al debate para la construcción del Sistema Jurídico Nacional,
instrumento social por excelencia que siendo el detentador de los princi-
pios que inspiran y nos agrupan como nación, debe a su vez ser el me-
canismo eficaz y eficiente a través del cual se desenvuelva la convivencia
social y fomente el desarrollo armonioso de sus habitantes.
Diciembre 7, 2010
MTRO. JUAN FRANCISCO CORTÉS CORONADO
Catedrático de la Facultad de Derecho
Universidad la Salle.
1
Merrymann, J. H., La tradición jurídica romano-canónica, México, Fondo de Cultura Económi-
ca, 2003, pp. 118-119, citado en Lozano Diez, José Antonio, Nuevos Perfiles de la Educación Jurídica
en México, México, Editorial Porrúa, 2006.
UNIVERSIDAD LA SALLE 13
LA ACEPTACIÓN, LA CRÍTICA Y EL RECHAZO
A LA RESOLUCIÓN MARBURY VS. MADISON
EN EL MUNDO
Resumen
Hace unos cuantos años escribí un artículo sobre el juicio Marbury vs.
Madison que fue publicado en varias revistas jurídicas en México y
en el extranjero. Por el interés que despertó ese artículo en distintos
lugares me propuse escribir un libro completo sobre ese asunto, los
supuestos antecedentes de la resolución en las colonias y en los nue-
vos estados de Norteamérica, sus consecuencias, sus incoherencias y
—para empezar— el apoyo y la aceptación que obtiene esa resolución
en ciertos medios, junto con la crítica y el rechazo de muchos acadé-
micos en distintos países del mundo y, finalmente, las consecuencias
de fondo de esa resolución. El presente ensayo es parte del libro que
estoy escribiendo sobre ese asunto.
Summary
A few years ago I wrote an article about Marbury vs. Madison, which
was published in several legal journals in Mexico and abroad. Because
of the interest aroused by this paper in various places I decided to write
an entire book on the subject, the supposed precedents of the resolu-
tion in the colonies and new states of America, its consequences, its
inconsistencies and —initially— the support and acceptance that has
that resolution on certain media, along with criticism and rejection of
many scholars in different countries around the world and eventually
fund the consequences of that resolution. This essay is part of the book
I am writing about this issue.
UNIVERSIDAD LA SALLE 15
CLEMENTE VALDÉS SÁNCHEZ
Introducción
La Constitución de los Estados Unidos no dice una sola palabra de la que
pudiera desprenderse que la Suprema Corte o los jueces federales tienen
la facultad de revisar y en su caso declarar que las leyes emitidas por el
Congreso de la Unión son nulas, ni tampoco que tengan la facultad de in-
terpretar la Constitución, ni, mucho menos, que la interpretación que ellos
hagan sea obligatoria para los otros órganos de gobierno. Archibald Cox,
el famoso profesor de la Universidad de Harvard, hacía notar esto en una
de sus obras más conocidas:
No hay la más ligera insinuación en el texto (de la Constitución) del
enorme poder que actualmente ejercita la Suprema Corte de los Esta-
dos Unidos. Ni una palabra que indique que la Corte puede revisar la
constitucionalidad de los actos del Congreso o del Presidente.1
El reconocimiento que hace Cox de este hecho no es algo nuevo. En
1788, estando Hamilton dedicado a convencer a los votantes del Estado
de Nueva York para que aprobaran el proyecto de Constitución que él y
los demás convencionistas habían redactado en Filadelfia, reconocía en
uno de los artículos publicados en los periódicos de la ciudad de Nueva
York2 que después fueron recopilados en el libro conocido como El Fede-
ralista, y que aparece en éste como el ensayo número ochenta y uno lo
siguiente:
En primer lugar, no existe en el plan que estudiamos una sola sílaba
que faculte directamente a los tribunales para interpretar las leyes de
acuerdo con el espíritu de la Constitución o que les conceda a este
respecto mayor libertad de la que pueden pretender los tribunales de
cualquier Estado.3
Dado que la Constitución de los Estados Unidos no le da a los jueces
federales ni a la Suprema Corte de ese país el poder de revisar las leyes
1
“There is scarcely a hint in the text of the enormous power now exercised by the Supreme
Court of the United States. Not a word indicates that the Court may review the constitutionality of Acts
of Congress or of the President”, Archibald COX, The Court and the Constitution, Boston, 1987, p. 38.
2
Los artículos, en total 85, fueron publicados en tres periódicos de la Ciudad de Nueva York. La
mayor parte, por lo menos 51, fueron escritos por Hamilton, 14 de ellos por Madison y cinco por Jay;
tres de ellos fueron escritos en colaboración por Madison y Hamilton. No hay certeza de quien fue el
autor de los otros doce artículos restantes, pues su publicación se hacía con un pseudónimo común.
No obstante el empeño de sus autores, el resultado de la votación fue contraria al proyecto de Cons-
titución que los convencionistas habían elaborado en Filadelfia. La decisión de los gobernantes del
Estado de Nueva York de aprobar el proyecto se dio después, por el temor de que el Estado quedara
aislado.
3
“In the first place, there is not a syllable in the plan under consideration which directly empow-
ers the national courts to construe the laws according to the spirit of the Constitution, or which gives
them any greater latitude in this respect than may be claimed by the courts of every State”. El Fede-
ralista, Ensayo número LXXXI.
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LA ACEPTACIÓN, LA CRÍTICA Y EL RECHAZO A LA RESOLUCIÓN...
4
El Congreso General Constituyente a los habitantes de la Federación, firmado por Lorenzo
de Zavala, presidente, Manuel de Viya y Cosío, diputado secretario, Epigmenio de la Piedra, diputado
secretario. México, 4 de octubre de 1824.
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CLEMENTE VALDÉS SÁNCHEZ
5
Mariano Otero, Voto Particular emitido respecto del Dictamen de la comisión de Constitución
presentados ambos el 5 de abril de 1847.
6
Proyecto de Constitución, Dictamen de la Comisión, 16 de junio de 1856.
7
Economou, Le contrôle juridictionnel de la constitutionnalité des lois dans les pays de droit
común, REVUE HELLÉNIQUE DE DROIT INTERNATIONAL, p. 336. (1958)
8
M. Aman, The Indian Supreme Court and The Constitution, p. 18, (1968)
9
Carl Schmitt, en su Teoría de la Constitución, capítulo 15, número 6, (traducción al español
publicada por Editora Nacional, S. A. México, 1952) al referirse a que los juristas franceses negaban
a los jueces el derecho de comprobación judicial sobre la constitucionalidad de las leyes, basando
su opinión en que el ejercicio de ese derecho supone una injerencia de los jueces en las funciones
legislativas y que también Kahl en la Comisión de Constitución de la Asamblea Nacional de Weimar
les negaba a los jueces tal derecho, él (Schmitt) decía que “se justifica la práctica americana de la
comprobación judicial de la constitucionalidad de las leyes (en el Derecho alemán de la Constitución
de Weimar) en el hecho de que no implica una injerencia en la legislación, porque el juez no suprime
la ley que entiende es inconstitucional, sino que tan sólo rechaza la aplicación de dicha ley en el caso
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LA ACEPTACIÓN, LA CRÍTICA Y EL RECHAZO A LA RESOLUCIÓN...
lución del Tribunal del Reich de 1925— que el juez pueda privar de validez
a una ley del Reich o a algunas de sus prescripciones que se encuentren
en contradicción con otras prescripciones que tengan precedencia sobre
ellas y que el juez haya de observar. Tal es el caso, cuando una ley con-
tradice un postulado jurídico contenido en la Constitución del Reich, si
para su aprobación no se han guardado los requisitos prescritos para una
revisión constitucional”. A continuación, la resolución del Tribunal mencio-
nada ofrecía un argumento muy pobre que decía: “Como la Constitución
del Reich no contiene ninguna prescripción que prive al juez de decidir
sobre la constitucionalidad de las leyes del Reich y transfiera a otro órgano
cualquiera esta facultad, hay que reconocer al juez el derecho y el deber
de comprobar la constitucionalidad de las leyes del Reich”.10
Al tratar este punto, Carl Schmitt en su famosa obra Teoría de la
Constitución, escrita en 1927, decía: “Esta fundamentación esquiva la ver-
dadera dificultad. Del hecho de que la Ley constitucional no atribuya la
comprobación a ningún otro órgano, en modo alguno se deduce que los
Tribunales son quienes tienen un tal derecho de comprobación y deciden
en los casos dudosos. La cuestión es ¿quién decide? Y la fundamentación
dada por el Tribunal del Reich no contesta. Puede decirse que todo órgano
del Estado ha adoptado para sí esa comprobación y que, cuando dentro
de una jurisdicción se realiza con la forma normal un acto del Estado (el
hipotético ‘Estado’ para Carl Schmitt, como para casi toda la doctrina ale-
mana en esos años, era el gobierno) sólo por excepción puede aceptarse
la nulidad del acto defectuoso... Suele tratarse con tales leyes formalmen-
te correctas de casos en que la inconstitucionalidad resulte dudosa; una
violación manifiesta del texto claro de una prescripción de la Ley constitu-
cional apenas si osaría realizarla una simple mayoría del Reichstag. Pero
tratándose de la decisión de casos dudosos, cambia todo el problema, y ya
no puede resolverse haciendo pasar por no válidas las leyes dudosamente
‘inconstitucionales’; pues la cuestión no es si las leyes inconstitucionales
son inválidas —lo cual resulta evidente— sino la pregunta quién resuelve la
duda acerca de la inconstitucionalidad o no inconstitucionalidad de una ley
... La Justicia no está en iguales condiciones que las otras actividades del
Estado para ‘intervenir e ingerirse’. Está ligada a la Ley, e incluso cuando
decide sobre la validez de una ley, se mantiene dentro de la pura norma-
tividad; frena, pero no manda. No es un ‘poder’ como los otros poderes”.11
particular que tiene que resolver.” Esto es algo muy parecido a la opinión de Mariano Otero sobre los
efectos de las resoluciones de amparo en México que debían limitarse al caso específico que se juzga,
sin pretender darles efectos generales.
10
Resolución del Tribunal del Reich de 4 de noviembre de 1925 (RGZ., t. p. 322) mencionada
por Carl Schmitt, op. cit., capítulo 15.
11
Carl Schmitt, Teoría de la Constitución, capítulo e inciso citado.
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CLEMENTE VALDÉS SÁNCHEZ
12
El artículo 3 del capítulo V del Título III que habla de los poderes públicos en la Constitución
francesa de 1791 decía: “Les tribunaux ne peuvent ni s’immiscer dans l’exercice du Pouvoir législatif,
ou suspendre l’exécution des lois, ni entreprendre sur les fonctions administratives, ou citer devant eux
les administrateurs pour raison de leurs fonctions.”
13
Al hablar de los jueces “De la Justice civile” en el artículo 94 de la Constitución francesa de
1793 se decía que dichos jueces “Ils délibèrent en public. Ils opinent `a haute voix. Ils statuent en
dernier ressort, sur défenses verbales, ou sur simple mémoire, sans procédures et sans frais. Ils mo-
tivent leurs décisions.”
14
Artículo 95 de la Constitución francesa de 1793: “Les juges de paix et les arbitres publics son
élus tous les ans.”
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LA ACEPTACIÓN, LA CRÍTICA Y EL RECHAZO A LA RESOLUCIÓN...
la Justicia criminal” con jueces elegidos cada año por las asambleas elec-
torales, según el artículo 97 y, finalmente, en el artículo 98, “Del Tribunal de
casación” cuyos miembros serían nombrados cada año por las asambleas
electorales precisamente para pronunciarse sobre las violaciones a las for-
mas y sobre las contravenciones a la ley que pudieran cometer los jueces.
Estas eran las manifestaciones de la gran desconfianza hacia los jue-
ces y del miedo a los parlements que habían sido, desde varios siglos
atrás, cortes judiciales supremas y corporaciones poderosísimas, muy
parecidas pero mucho más fuertes que cualquiera de los otros gremios
medievales, en torno a las cuales se agrupaban todos los jueces (según
Colbert, en la época de Luis XIV, eran 70,000 o más en todo el reino),15
que eran los dueños de sus respectivos juzgados, en los cuales, como en
cualquier otro negocio, cobraban por prestar sus servicios y que, al paso
del tiempo, habían hecho todo tipo de deformaciones en la ley, por la vía de
la interpretación de la misma y habían creado, naturalmente, una notable
incertidumbre sobre el Derecho en el antiguo régimen.16
Poco después aparece en Francia el temor a que los empleados de la
población en los órganos públicos pasen por encima de las leyes y por en-
cima de las leyes constitucionales, dado que el pueblo no puede ejercer di-
rectamente sus poderes. En el mes de julio (2 de termidor) de 1795 (según
el nuevo calendario implantado durante la Revolución francesa) el famoso
abad Sieyès, en una declaración ante la Asamblea Nacional expresaba
su temor por los abusos que en nombre de “el pueblo” pudieran llevarse
a cabo: “Los poderes ilimitados son un monstruo en la política, decía. Por
otra parte el pueblo no tiene por sí mismo los poderes que sus aduladores
le han atribuido. Sobre las leyes, cualesquiera que ellas sean, existe la
posibilidad de pasar por encima de ellas y la necesidad real de hacerlas
observar y, las leyes constitucionales, por encima de todas las demás,
15
Citado por Pierre Truche, en Justice et Institutioins Judiciares, La documentation Francaise,
Paris (2001) p. 9.
16
Piero Calamandrei, refiriéndose a la necesidad que veían los revolucionarios de un control
sobre la administración de justicia, hace notar que “el recuerdo de las pretensiones que bajo la monar-
quía los parlamentos habían sostenido frente al soberano, atribuyéndose, con un oficio puramente ju-
risdiccional, funciones casi legislativas, advertía también aquí a los reformadores que debían defender
la autoridad de la ley instaurada por ellos, de los posibles ataques de aquellos cuerpos judiciales de-
masiado potentes que ya con tanta pertinacia se habían colocado frente al poder soberano.” “los parla-
mentos representaban, a los ojos de los reformadores, la venalidad de los oficios, la jurisdicción feudal,
la complicación de la justicia. Por esto, cuando la Asamblea Nacional hubo de decidirse a construir ex
novo el ordenamiento político de Francia y especialmente el ordenamiento de la justicia, consideró con
terror sagrado la posibilidad de que se reprodujeran en la nueva constitución los abusos de las Cortes
soberanas, y acogió todos los medios que pudieran servir para evitar la resurrección de aquellos”. La
Casación Civil, tomo I, volumen II, traducción al español de Santiago Sentíes Melendo, Bibliográfica
Omeba, Buenos Aires, 1961, pp. 20 y 21.
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17
Louis B. Boudin, Government by Judiciary, Political Science Quarterly, número 26, junio 1911,
pp. 238 y ss.
18
Gilbert E. Roe, Our judicial oligarchy, introducción de Robert La Follette, New York, 1912.
19
Walter Clark, Some Mythes of the law, Michigan Law Review, número de noviembre de 1914.
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20
Constitución francesa de 1791, Título VII, Artículo 8, tercer párrafo.
21
Constitución francesa de 1793, Artículo 123: “La République francaise … remet le dépôt de sa
Constitution sous la garde de toutes les vertus”.
22
“Quand le Gouvernement viole les droits du peuple, l’insurrection est pour le peuple et pour
chaque portion du peuple le plus sacré des droits et le plus indispensable des devoirs.” Artículo 35 de
la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, con la que se inicia el texto de la Cons-
titución de 24 de junio de 1793.
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24 FACULTAD DE DERECHO
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24
Louis. B. Boudin, Government by Judiciary, Political Science Quarterly, 1911, n° 26.
25
Louis B. Boudin, Government by Judiciary, M. W. Gaunt and sons, 1932.
26
Raoul Berger, Government by Judiciary, el texto que tengo yo es el de la segunda edición,
1997.
27
M. Davis, A Government of Judges, an Historical Review, The American Journal of Compara-
tive Law 1987, vol. 35, pp. 559 y ss.
28
Prefacio a la reimpresión en 2005 de la op. cit., de Édouard Lambert publicada originalmente
en 1921.
29
L. Weinberg, Our Marbury, Virginia Law Review, 2003, vol. 89, pp. 1235-1412.
30
Virginia Law Review, 2003, vol. 89, pp. 1464-1573.
31
Michigan Law Review, 2003, vol. 101, pp. 2706-2743.
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32
La frase de Hughes proviene de un discurso que dio en la ciudad de Elmira, siendo goberna-
dor del Estado de Nueva York. Consultar la obra de Merlo J. Pusey, Charles Evans Hughes, volume
one, pp. 204 y 205. The Macmillan Company, New York, 1952.
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33
Mauro Cappelletti, The Mighty Problem of Judicial Review. La versión original de este ensayo
fue preparada por Cappelletti para un congreso sobre Derecho Constitucional Comparado que tuvo
lugar en la Universidad del Sur de California y fue después publicado en 53 South California Law
Review, 409 (1980).
34
Maurice Hauriou hablaba de “el falseamiento de la Constitución” en varios supuestos y uno
de ellos se daba —según él— cuando las disposiciones constitucionales se veían de hecho derogadas
por leyes ordinarias. Prècis de Droit Constitutionnel, libro II, capítulo II, sección I, (1923). La opinión
de Hauriou era contrastante pues por una parte estimaba que el sistema norteamericano de control de
la constitucionalidad a través de los órganos judiciales en términos abstractos era el más eficaz y el
más conforme con el papel del juez en la aplicación de las leyes, pero al mismo tiempo veía con gran
temor el crecimiento del poder de la Suprema Corte de los Estados Unidos, y no estimaba conveniente
implantar en Francia ningún control de constitucionalidad de la ley que degeneraría en un gobierno de
los jueces, Prècis Élémentaire de Droit Constitutionnel, Sirey, edición de 1925, pp. 84, 87 y 91.
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CLEMENTE VALDÉS SÁNCHEZ
35
Alexander Hamilton, en el número LXXVIII de la recopilación que se hizo con el nombre de El
Federalista de los artículos publicados entre octubre de 1787 y mayo de 1788 en los periódicos de la
ciudad de Nueva York durante la campaña en apoyo del proyecto de Constitución.
36
Sesión del 10 de noviembre de 1790, Moniteur, 1790, p. 1302.
37
Sesión del 19 de noviembre de 1790, Moniteur, 1790, p. 1302.
38
Barrère, en la sesión del 8 de mayo de 1790, Moniteur, 1790, p. 524.
39
“It is emphatically the province and duty of the judicial department to say what the law is.”
Marbury vs. Madison, (5 U.S. 137, 177).
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LA ACEPTACIÓN, LA CRÍTICA Y EL RECHAZO A LA RESOLUCIÓN...
40
“So if a law be in opposition to the constitution: if both the law and the constitution apply to a
particular case, so that the court must either decide that case conformably to the law, disregarding the
constitution; or conformably to the constitution disregarding the law: the court must determine which
of these conflicting rules governs the case. This is of the very essence of judicial duty.” Marbury vs.
Madison, (5 U.S. 137, 178).
41
Art. 5 Code Civil des francais. Ëdition originale et seule officielle, de 1804: “Il est défendu
aux juges de prononcer par voie de disposition genérale et réglementaire sur les causes qui leur sont
soumises.”
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CLEMENTE VALDÉS SÁNCHEZ
los más adecuados para establecer las reglas y tomar las decisiones ge-
nerales que afectan a todos los individuos?42
Si nos remontamos hacia atrás en la historia de los pueblos, en los
orígenes, simplemente no existía esa pregunta. Los jefes, los caudillos o
los reyes, establecían las reglas, las cambiaban cuando querían y deci-
dían no solamente los problemas que afectaban a la vida y a los intereses
de todos los individuos que formaban la comunidad, sino también los que
únicamente afectaban la vida o los intereses de uno sólo o de unos cuan-
tos individuos. Después, como algo que todavía le corresponde al jefe o al
rey, éste les encomienda a algunos de sus hombres que se hagan cargo
del gobierno de “su pueblo”, exactamente como si ese jefe fuera el propie-
tario de todos los individuos que habitaban en lo que se llamaba “sus do-
minios” y, conforme esos dominios (territorios) se extienden o la población
en ellos aumenta, surgen los señores locales con los que el jefe del gran
territorio va siempre a luchar o a compartir “su libertad” de explotar, juzgar
y disponer de sus súbditos y, naturalmente, va también a celebrar pactos
para repartirse con esos señores “el derecho” sobre los distintos hombres
que habitan en “los dominios”, en lo que se conoce como el feudalismo.43
Sin duda, el más citado de esos pactos o acuerdos en el feudalismo
medieval, sobre el cual se han construido todo tipo de mitos y leyendas,
es la Carta Magna inglesa, llamada originalmente Carta libertatum o Carta
Baronum, que era un pacto del rey Juan sin tierra con los principales se-
ñores feudales (barones) en el cual ni a uno ni a los otros les interesaban
los derechos de los habitantes comunes (que en realidad no tenían por
sí mismos ningún derecho) sino asegurar las libertades de los barones
y las de sus respectivos vasallos y dependientes sobre los súbditos, de
ahí su nombre original. Así por ejemplo en una de sus cláusulas, la 34,
42
Al hablar de las cosas que afectan a todos los miembros de una comunidad, es conveniente
distinguir la afectación material tangible directa y concreta en las personas, en el medio ambiente o en
los bienes de los seres humanos, de lo que puede ser la afectación sólo en los sentimientos espiritua-
les, en las creencias o en las ideas, sin que se cause un daño a otros o se impida alguna acción a los
demás; así como distinguirla de la afectación indirecta, por razón de “buen ejemplo”, o por el dolor o
la tristeza de que otros realicen actos que yo considero incorrectos, pero que no tienen ninguna con-
secuencia tangible en aquellos a quienes les disgustan tales actos; o que dejen de hacer algo que yo
creo que deberían hacer, pero que esa omisión no cause ningún daño tangible a los demás.
43
En su gran obra Economía y Sociedad, reconstruida a partir de los manuscritos no publicados
ni terminados en vida de Max Weber, se contiene una relación especialmente interesante de diversas
asociaciones feudales tanto en la antigüedad como en la Edad Media, en China, en Japón, en la India
de la dominación mongola, en Turquía, en el Egipto medieval, y en el feudalismo impropio de la polis,
en Grecia, en pleno desarrollo sólo en Esparta “que descansa en un synoikismo de grandes terrate-
nientes, con iguales derechos entre sí, con un tipo de vida puramente militar y con un elevado honor
estamental” que rompe con la idea popular de que el feudalismo es algo que se ubica únicamente en
la Edad Media en Europa. Tomo I, pp. 204 y ss., traducción al español de la cuarta edición en alemán
publicada con el título de Wirtschaft und Gesellschaft, Grundriss der Verstehenden Soziologie. Fondo
de Cultura Económica, México 1964.
30 FACULTAD DE DERECHO
LA ACEPTACIÓN, LA CRÍTICA Y EL RECHAZO A LA RESOLUCIÓN...
44
La cláusula 34 de la Carta Magna en su versión inglesa dice: “The writ called praecipe shall
not, in future, be issued to anyone in respect of any holding whereby a free man may lose his court”.
45
El más conocido de los estudios modernos sobre la Carta Magna es el de Blackstone en su
obra The Great Charter and the Charter of the Forest, Oxford 1759. Uno de los más completos, sin
duda, es el William S. Mckechnic, Magna Carta, en una primera edición en Glasgow, 1905, y en una
segunda edición más amplia y con muchas rectificaciones en 1914; es particularmente interesante el
de A. F. Pollard, The evolution of Parliament, London, Green & Co., 1926. Entre las investigaciones
actuales más cuidadosas están las de James C. Holt en varias obras y numerosos artículos sobre el
tema.
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CLEMENTE VALDÉS SÁNCHEZ
IX, párrafo 131, hablando del poder legislativo, al decir: “Por esto quienquie-
ra que tenga el poder legislativo o supremo de la organización política está
obligado a gobernar mediante leyes fijas, promulgadas y conocidas por el
pueblo y no por decretos extemporáneos; a través de jueces rectos e impar-
ciales que decidirán las controversias mediante esas leyes”.46 El otro, en el
Capítulo XI, párrafo 136, hablando también del poder legislativo, al señalar
que éste “está obligado a otorgar la justicia y a decidir los derechos de los
súbditos mediante leyes fijas promulgadas y jueces conocidos debidamente
autorizados”47 y, como dice Peter Laslett, tal vez el más grande estudioso de
Locke en el mundo actual, “eso es todo”.48
Por lo que toca a Montesquieu, es bien conocida la idea que tenía del
poder de los jueces. “El poder de juzgar, decía, no debe darse a un órgano
permanente, sino que lo deben ejercer personas del pueblo, nombradas
en ciertas épocas del año de la manera prescrita por la ley, para formar un
tribunal que sólo dure el tiempo que la necesidad lo requiera. De esta ma-
nera, el poder de juzgar, tan terrible para los hombres, se hace invisible y
nulo, al no estar ligado a determinado estado o profesión”.49 y un poco más
adelante agregaba: “Los jueces de la nación no son, como hemos dicho,
más que la boca que pronuncia las palabras de la ley, seres inanimados
que no pueden moderar ni la fuerza ni el rigor de las leyes”.50
Por su parte Alexander Hamilton, en 1788, en medio de la campaña
para lograr la aprobación en el Estado de Nueva York de la recién elabo-
rada propuesta de Constitución que él y otros habían preparado, en uno
de sus artículos periodísticos que después fueron recopilados en el libro
llamado El Federalista, al referirse a los órganos judiciales, en lo que se
conoce como el ensayo número setenta y ocho de esa recopilación, para
tranquilizar a quienes veían en la función de los jueces un peligro para el
46
“And so whoever has the Legislative or Supream Power (lo transcribo con la ortografía del
original ) of any Common-wealth, is bound to govern by establish’d standing Laws, promulgated and
known to the People, and not by Extemporary Decrees; by indifferent and upright Judges, who are to
decide Controversies by those Laws” Locke, The Second Treatise, párrafo 131, 12 a 17.
47
“The Legislative, or Supream Authority, is bound to dispense Justice, and decide the Rights
of the Subject by promulgated standing Laws, and known Authoris’d Judges.” (con la ortografía del
original) Locke, The Second Treatise, párrafo 136, 1 a 4.
48
Del excelente estudio de Peter Laslett, que sirve de Introducción a Two Treatises of Govern-
ment de Locke, Cambridge Texts in the History of Political Thought, 1989, p. 120.
49
“La puissance de juger ne doit pas être donnée à un sénat permanent, mais exercée par des
personnes tirées du corps du peuple, dans certains temps de l’année, de la manière prescrite par la loi,
pour former un tribunal qui ne dure qu’autant que la nécessité le requiert. De cette facon, la puissance
de juger, si terrible parmi les hommes, n’étant attachée ni à un certain état, ni à une certaine profes-
sion, devient, pour ainsi dire, invisible et nulle.” Montesquieu, De L’Esprit des lois, libro XI capítulo VI,
párrafos 13 y 14.
50
“Les juges de la nation ne sont, comme nous avons dit, que la bouche qui prononce les paro-
les de la loi; des êtres inanimés qui n’en peuvent modérer ni la force, ni la rigueur.” Montesquieu, op.
cit., libro XI, capítulo VI.
32 FACULTAD DE DERECHO
LA ACEPTACIÓN, LA CRÍTICA Y EL RECHAZO A LA RESOLUCIÓN...
51
“Whoever attentively considers the different departments of power must perceive that, in a
government in which they are separated from each other, the judiciary, from the nature of its functions,
will always be the least dangerous to the political rights of the Constitution; because it will be least in a
capacity to annoy or injure them. The Executive not only dispenses the honours, but holds the sword
of the community. The legislature not only commands the purse, but prescribes the rules by which the
duties and rights of every citizen are to be regulated. The judiciary, on the contrary, has no influence
over either the sword or the purse; no direction either of the strength or of the wealth of the society;
and can take no active resolution whatever. It may truly be said to have neither Force nor Will, but
merely judgment; and must ultimately depend upon the aid of the executive arm even for the efficacy
of its judgments. The simple view of the matter suggests several important consequences. It proves
incontestably that the judiciary is beyond comparison the weakest of the three departments of power.”
The Federalist, number 78.
52
Para el siglo XVI un juzgado en Francia era patrimonio del juez que ejercía el cargo. En 1532
se oficializa la venalidad de la función, es decir el derecho de los jueces a cobrarles a los demandantes
por el servicio de “proporcionarles “justicia”. En 1567 se reconoce el derecho de los jueces a transmitir
sus juzgados como cualquier otro bien cediéndolo a otra persona. En 1604 se implanta el derecho de
los herederos a renunciar al juzgado que hubieran recibido, como parte de los bienes de la sucesión
de un juez muerto en el ejercicio de sus funciones, a favor de un tercero que deseara adquirir ese juz-
gado a cambio de una suma de dinero, pero a partir de entonces el dueño del juzgado debía pagar un
impuesto anual por el ejercicio del cargo. A este impuesto de le conoció como “La paulette” por haber
sido propuesto por Charles Paulet, ministro de Enrique IV.
UNIVERSIDAD LA SALLE 33
CLEMENTE VALDÉS SÁNCHEZ
53
Ver Maurice Duverger, Les constitutions de la France, PUF, Paris, 1993, p. 26.
54
Para Burdeaux “fue por no haber precisado la significación jurídica de la noción de constitu-
ción que el Antiguo Régimen permaneció en la incertidumbre en cuanto al valor de las leyes fundamen-
tales del reino” Georges Burdeaux, Traite de Science Politique, (1950) Tome III, Chapitre Premier, La
notion de Constitution, section I, 5. Constitutions coutumières et constitutions écrites, p. 17.
55
Los parlements en Francia, como asociaciones gremiales de jueces (trece en total en todo
el reino), no tienen nada que ver con los Parlamentos modernos formados por representantes de la
población para ejercer funciones principalmente legislativas y, en los sistemas de gobierno parlamen-
tario europeo, cuerpos que son el centro de la vida política de los que surgen los órganos ejecutivos o
gobiernos ejecutivos de un país.
56
“Mais les juges de la nation ne sont, comme nous avons dit, que la bouche qui prononce les
paroles de la loi; des êtres inanimés qui n’en peuvent modérer ni la force, ni la rigueur. C’est donc la
partie du corps législatif, que nous venons de dire être, dans une autre occasion, un tribunal néces-
saire, qui l’est encore dans celle-ci; c’est a son autorité suprême à modérer la loi en faveur de la loi
même,” Montesquieu, De L’Esprit des lois, Libro XI, capítulo VI.
57
No debe confundirse al Tribunal de cassation original que era un tribunal no judicial depen-
diente de la Asamblea Nacional con la actual Cour de Cassation que es la corte judicial suprema en
materias civiles y penales en la organización judicial francesa.
34 FACULTAD DE DERECHO
LA ACEPTACIÓN, LA CRÍTICA Y EL RECHAZO A LA RESOLUCIÓN...
del texto expreso y claro de la ley) bajo el pretexto de que era a ellos a
quienes les correspondía interpretar las leyes y precisar su “verdadero”
sentido. Los jueces —dice en pocas palabras la Asamblea Nacional— no
tienen el derecho de interpretar las leyes hechas por los legisladores. Lo
único que les corresponde a los jueces es aplicar la ley, no interpretarla. En
caso de duda sobre lo que significa una disposición legal; es decir, en caso
de duda sobre lo que quiso decir el legislador en una ley, al único que le co-
rresponde aclarar su sentido es a aquel que hizo la ley, es decir, al propio
legislador. En el artículo 3 del decreto de 27 de noviembre – 1° de diciem-
bre de 1790, por el cual se crea el tribunal de cassation se establecía: “El
tribunal anulará ... cualquier resolución (judicial) que contenga una contra-
vención clara al texto de la ley.”58 El legislador, electo por la población para
hacer las leyes, es el único que puede interpretar su significado; cualquier
otra cosa va en contra del respeto y la obediencia que merecen las leyes
y es contraria a la voluntad popular que les encomienda a los legisladores
hacer las reglas generales.59 De qué sirve hablar de la obligatoriedad y la
generalidad de las leyes, si los jueces pueden burlarlas bajo el pretexto
de que “están interpretándolas”. “La ley —decía Barrère, en la Asamblea
Nacional— puede ser violada y es necesario impedirlo; tenemos pues que
establecer un tribunal encargado de reprimir esa violación”.60
La visión de la doctrina europea sobre el papel y las limitaciones del
poder de los jueces es perfectamente coherente con el llamado principio
de la “separación de poderes”, según el cual a los órganos legislativos les
corresponde hacer las leyes, reformarlas e interpretarlas (como lo dice
la fracción f) del artículo 72 de la Constitución mexicana) y a los jueces
únicamente les corresponde aplicar la ley en los casos que se les presen-
tan. Los jueces deben limitarse a declarar lo que dice la ley en los casos
concretos y en ningún caso pueden modificarla. Para evitar que los jueces
puedan modificar lo que dice la ley alterando su significado a través de la
“interpretación”, con lo cual usurparían la función legislativa, debe crearse
un órgano dependiente del mismo legislador que hace las leyes, para que
revise las decisiones de aquellos. Esta visión, es cierto, coincide con el
58
Artículo 3 del decreto de 27 de noviembre – 1° de diciembre de 1790: “Il annullera … tout ju-
gement qui contiendra une contravention expresse au texte de la loi.” La gran obra de Piero Calaman-
drei, La Casación Civil, ofrece una de las relaciones más completas de la evolución de la casación en
general en diversos países y de su origen en la legislación francesa a partir de la Revolución de 1789.
59
La Asamblea Nacional crea el Tribunal de cassation por “la necesidad de ordenar, y, sobre
todo —dice Calamandrei— de unificar la administración de justicia” para acabar con la falta de certeza
que se manifestaba “en la multiplicidad de las normas de derecho, en la inestabilidad y en la hetero-
geneidad de las interpretaciones, en la intrincada complicación de los órganos jurisdiccionales”. Se
buscaba “mantener a todos los jueces dentro de los límites de su poder y se les prohibía transgredir,
bajo apariencia de interpretarlo el derecho objetivo” Calamandrei, La Casación Civil, tomo I vol. II,
traducción al español publicada por Bibliográfica Omeba, Buenos Aires, 1961, p. 22.
60
Sesión de la Asamblea Nacional del 8 de mayo de 1790 (Monitor, 1790, número 524).
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CLEMENTE VALDÉS SÁNCHEZ
36 FACULTAD DE DERECHO
LA ACEPTACIÓN, LA CRÍTICA Y EL RECHAZO A LA RESOLUCIÓN...
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CLEMENTE VALDÉS SÁNCHEZ
otra, implica hacer una interpretación, aún cuando las palabras de la regla
o, como dicen los abogados, de la “norma” parezcan claras, al menos para
tener la seguridad de que dicha regla no tiene algún otro sentido. La inter-
pretación es algo casi siempre inevitable. Si las reglas, como cualquier
otro enunciado, tienen un significado, es decir si significan algo, y también
si no significan nada, como sucede con algunos enunciados decorativos,
es necesario llevar a cabo un proceso mental al cual le llamamos “interpre-
tación”. Si hay algo evidente es que muchas veces para aplicar una regla,
se quiera o no se quiera, se hace o se tiene que hacer una interpretación
de la misma. Sin embargo, todo esto está muy lejos de la afirmación de
Hamilton de que les pertenece a los jueces determinar el significado de las
leyes, lo cual parece decir que tal función es exclusiva de ellos y que la
determinación que hagan de su significado debe valer como una deter-
minación general, puesto que no son los jueces los únicos que aplican el
Derecho y habitualmente en los casos de los que conocen los jueces no
hacen declaraciones con efectos generales sobre el Derecho. Todos los
empleados públicos: presidentes de la República, ministros, legisladores,
jefes de entidades públicas independientes y todos los empleados inferio-
res, constantemente están aplicando el Derecho en el desempeño de sus
labores en los problemas concretos que se les presentan y, por lo tanto,
todos ellos tienen que hacer, en forma natural e inevitable, una constante
interpretación de las reglas que aparecen en las leyes que dicen estar
aplicando.
Naturalmente el que los jueces digan lo que es el Derecho en los
casos en que resuelven controversias entre los particulares, no quiere
decir que los jueces tengan de por sí, simplemente por ser jueces, el poder
de decir lo que es el Derecho en general, ni que sus resoluciones deban
tener efectos sobre aquellos que no fueron parte en la controversia, como
sucedería si a las resoluciones judiciales que resuelven un conflicto entre
varias partes, se les diera efectos generales respecto de toda la población.
Por otra parte, y esto tiene que ver directamente con la resolución del caso
Marbury vs. Madison, las consideraciones anteriores sobre la inevitabili-
dad de que los jueces interpreten las disposiciones de la ley que están
aplicando, no significa que la interpretación que ellos hagan de la ley en
los casos que se les presentan, deba prevalecer, como única interpreta-
ción válida de la ley y extenderse, sin más, a todos los casos, por encima
de cualquier otra interpretación; ni que deba ser obligatoria para los demás
órganos de gobierno, simplemente por venir de ellos.
Hay un segundo punto que es también indiscutible. En un sistema en
el que se acepta o se ha establecido que existen reglas o disposiciones
de distintas jerarquías y que unas privan sobre las otras, en caso de que
haya conflicto o contradicción entre ellas, las reglas inferiores no valen y,
obviamente, deben aplicarse las reglas superiores sobre las inferiores. Por
38 FACULTAD DE DERECHO
LA ACEPTACIÓN, LA CRÍTICA Y EL RECHAZO A LA RESOLUCIÓN...
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CLEMENTE VALDÉS SÁNCHEZ
68
Op. cit., capítulo VII, en el inciso que habla de la tiranía de la mayoría, p. 257.
69
Op. cit., capítulo VII, en el inciso que habla de el poder que ejerce la mayoría en Norteamérica
sobre el pensamiento, p. 260.
70
Op. cit., capítulo VIII, pp. 268 a 272.
40 FACULTAD DE DERECHO
LA ACEPTACIÓN, LA CRÍTICA Y EL RECHAZO A LA RESOLUCIÓN...
71
“But nothing in the Constitution has given them a right to decide for the Executive, more than
to the Executive to decide for them. Both magistracies are equally independent in the sphere of action
assigned to them. The judges, believing the law constitutional, had a right to pass a sentence of fine
imprisonment; because the power was placed in their hands by the Constitution. But the Executive,
believing the law to be unconstitutional, was bound to remit the execution of it; because that power has
been confided to him by the Constitution. That instrument meant that its co-ordinate branches should be
checks on each other. But the opinion which gives to the judges the right to decide what laws are con-
stitutional, and what not, not only for themselves in their own sphere of action, but for the Legislature &
Executive also, in their spheres would make the judiciary a despotic branch.” Thomas Jefferson, Letter
to Mrs. John Adams, sept. 11, 1804 en Thomas Jefferson Works T. VIII, pp. 310-311 (1897).
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CLEMENTE VALDÉS SÁNCHEZ
72
First Inaugural Adress, march 4, 1861 in 6 Richardson, Messages and Papers of the Presi-
dents 5, 9-10 (1897).
42 FACULTAD DE DERECHO
LA ACEPTACIÓN, LA CRÍTICA Y EL RECHAZO A LA RESOLUCIÓN...
Ware Administrator vs. Hylton et al.,73 antes de que fuera Jefe de Justicia
de la Suprema Corte de los Estados Unidos:
La autoridad legislativa de cualquier país sólo puede ser restringida por
su propia constitución. Este es un principio que surge de la verdadera
naturaleza de la sociedad; y la autoridad judicial no puede tener dere-
cho a cuestionar la validez de una ley, a menos que tal poder le fuera
dado expresamente por la constitución.74
Ahora bien, quienes se inclinan por limitar la voluntad de la mayo-
ría hacen notar que la aplicación de la decisión democrática, como regla
única, conduce a acabar con la libertad personal, al someter a cada uno
de los individuos y a las minorías disidentes a las ideas, las creencias, los
prejuicios, o los intereses y las pasiones del grueso de la población o de
la mayoría de los legisladores que dicen representar a la población. Una
sociedad uniforme, regida en todo por la voluntad de la mayoría, no parece
ser el ideal de la vida en común.
Para ellos, es indispensable garantizar la libertad como poder del in-
dividuo de hacer algo distinto a lo que piense, crea y quiera, la mayoría. La
libertad como poder de actuar contra la opinión y la voluntad de esa ma-
yoría. Muchos de quienes apoyan esta posición sostienen que por encima
de la voluntad mayoritaria concretada en leyes que cambian con el tiempo,
existen valores fundamentales que deben mantenerse sobre las veleida-
des de las asambleas y las expresiones cambiantes de las mayorías en
votaciones. La regla mayoritaria —dicen— no asegura la justicia. La única
forma de mantener la justicia es confiar la decisión de lo que es correcto y
de lo que no lo es a un grupo de personas sabias y prudentes: los jueces,
que están más allá de las modas y opiniones pasajeras del común de las
gentes y no se dejan afectar por ellas; tal vez por esto un buen número de
los profesionales del Derecho, que pretenden ser también expertos en la
justicia, son conservadores. Pero lo verdaderamente importante de esta
posición es la idea de algunos de sus partidarios en el sentido de que debe
confiarse a los jueces no solamente la resolución de lo que es correcto
en los casos individuales que les presenten, sino también decidir si la ley
hecha por asambleas en donde prevalece el juicio democrático de la vo-
luntad de la mayoría, es o no correcta. La ley, dicen quienes así piensan,
aún cuando sea hecha por la voluntad de la mayoría o de los representan-
73
3 Dallas, 199.
74
“The legislative authority of any country can only be restrained by its own municipal constitu-
tion. This is a principle that springs from the very nature of society; and the judicial authority can have
no right to question the validity of a law, unless such a jurisdiction is expressly given by the constitu-
tion.” Ware, Administrator v. Hylton et al, 3 Dallas, 199. Ver Ernest Sutherland Bates, The Story of the
Supreme Court, The Bobbs- Merrill Company, Inc. New York, 1963, pp. 68 y 69.
UNIVERSIDAD LA SALLE 43
CLEMENTE VALDÉS SÁNCHEZ
tes de esa mayoría, no vale si no es acorde con la justicia, porque viola los
valores fundamentales, que son eternos.
Por su parte, los partidarios de la prevalencia de la democracia en las
cuestiones que conciernen a la vida social, están conformes en dejar la de-
cisión de los conflictos individuales a la opinión de un individuo (juez) o de
un tribunal de varios miembros especialmente conocedores y prudentes,
pero las resoluciones sobre lo que es bueno para la sociedad en general
es algo que únicamente puede dejarse a la decisión de esa sociedad en-
tera. No existe una ley eterna, la única ley es la que expresa la voluntad
de la mayoría, que es la única que puede establecer las reglas. La justicia
es sólo una idea vaga, imposible de precisar como no sea a base de tau-
tologías.75 Sobre las cuestiones generales que afectan a toda la población,
lo mejor, o lo menos malo, y lo único a lo que en términos relativos puede
llamarse justo, es lo que decida la mayoría de la población, sea en forma
directa —que en nuestras sociedades actuales es imposible— o bien a
través de los representantes que elige para hacer las leyes, las reglas ge-
nerales. Nadie mejor que los miembros de una sociedad, saben lo que les
conviene a todos y, por eso, son ellos los que deben establecer las reglas
generales a través del único sistema posible para tomar decisiones en un
grupo social, por mayoría.
Para los críticos de la idea de una ley eterna, las sociedades no
pueden estar atadas por una ley primera superior a todas las subsecuen-
tes que, obviamente, fue hecha para su tiempo por gente que ya murió,
llámese Constitución, Ley Fundamental o de cualquier otra manera. La
pretensión —decía Jefferson— de que una ley hecha por representantes
de la población, por llamarse “Constitución”, no pueda ser modificada por
otra ley posterior hecha igualmente por representes de la población, es
absurda.76 “Constitutio, constitutum, statutum, lex, son términos intercam-
biables idénticos. Constitución y estatuto fueron originalmente términos
del derecho civil, y de ahí fueron introducidos por los eclesiásticos en la
ley inglesa. Así en el estatuto 25. Hen. 8. c. 19. número I. Constitutions y
ordinances son usados como sinónimos. Ninguna inferencia pues de un
75
Uno de los textos más concretos, más profundos y más conocidos sobre “la Justicia” es el de
Kelsen que lleva por título ¿Qué es la Justicia? escrito en 1953, en el cual Kelsen empieza por decir
que “Ninguna otra pregunta ha sido planteada más apasionadamente que ésta, por ninguna otra se
ha derramado tanta sangre preciosa ni tantas lágrimas amargas como por ésta, sobre ninguna otra
pregunta han meditado más profundamente los espíritus más ilustres —desde Platón a Kant— y, sin
embargo, ahora como entonces, carece de respuesta.” Traducción del texto en alemán Was ist Gere-
chtigkeit? al español por Ernesto Garzón Valdés.
76
Thomas Jefferson, Notes on the State of Virginia, Cuestión XIII, Constitution, subtitulado The
constitution of the state, and its several charters, inciso 5.
44 FACULTAD DE DERECHO
LA ACEPTACIÓN, LA CRÍTICA Y EL RECHAZO A LA RESOLUCIÓN...
77
Jefferson citando el Lexicon Juridicum de Juan Calvino que dice “A constitution is called that
which is made by the ruler” “An ordinance, that which emperors rewrite or ordain.” “A statute, that which
is the same as law”. Op. cit., misma cuestión, mismo inciso.
78
Notes on the State of Virginia, questión XIII, inciso 5.
79
“No society can make a perpetual constitution, or even a perpetual law. The earth belongs
always to the living generation” Carta de Jefferson a Madison, fechada en Paris el 6 de septiembre de
1789.
80
Carta citada de Jefferson a Madison de fecha 6 de septiembre de 1789.
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CLEMENTE VALDÉS SÁNCHEZ
46 FACULTAD DE DERECHO
LA ACEPTACIÓN, LA CRÍTICA Y EL RECHAZO A LA RESOLUCIÓN...
81
Ernest Sutherland Bates, The Story of the Supreme Court, Charter Books, The Bobbs-Merrill
Company, Inc. New York, 1963 p. 99.
82
Bates, op. cit., pp. 99 y 100.
83
El libro de Beveridge sobre John Marshall, titulado The Life of John Marshall, fue la obra
máxima de este escritor que dedicó siete años a escribirla, desde 1912 a 1919, fue aclamada desde
su publicación y ganó el Premio Pulitzer.
84
“ …the modern doctrine of impeachment should yield to an appellate jurisdiction in the leg-
islature. A reversal of those legal opinions deemed unsound by the legislature would certainly better
comport with the mildness of our character than (would) a removal of the Judge who has rendered them
unknowing of his fault” Albert Beveridge, The Life of John Marshall, vol. III, pp. 176-77.
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CLEMENTE VALDÉS SÁNCHEZ
85
“The constitution and the right of the legislature to pass the act, may be in collision. But is that
a legitimate subject for judicial determination? If it be, the judiciary must be a peculiar organ, to revise
the proceedings of the legislature, and to correct its mistakes; and in what part of the constitution are
we to look for this proud pre-eminence? Viewing the matter in the opposite direction, what would be
thought of an act of assembly in which it should be declared that the Supreme Court had, in a particular
case, put a wrong construction on the constitution of the United States, and that the judgment should
therefore be reversed? It would doubtless be thought a usurpation of judicial power. But it is by no
means clear, that to declare a law void which has been enacted according to the forms prescribed in the
constitution, is not a usurpation of legislative power.” Voto particular del Juez Gibson en la Resolución
de la Suprema Corte de Pennsylvania en el caso EAKIN v. RAUB, 12 S. & R. 330 (Pa. 1825).
86
“The opinion of the judges has no more authority over Congress than the opinion of Congress
has over the judges, and on that point the President is independent of both. The authority of the Su-
preme Court must not, therefore, be permitted to control the Congress or the Executive when acting
in their legislative capacities, but to have only such influence as the force of their reasoning may de-
served.” Andrew Jackson, Veto of Bank Bill, July 10, 1832, in 2 Richardson, Messages and Papers of
the Presidents 576, 581-582 (1896).
48 FACULTAD DE DERECHO
PASADO, PRESENTE Y FUTURO: DERECHO
AMBIENTAL EN LOS ESTADOS UNIDOS
DE AMÉRICA*
Resumen
El Derecho Ambiental en los Estados Unidos de América ha sido am-
pliamente determinado por ciertos acontecimientos. Durante la colo-
nización del Oeste Americano y hasta el siglo 19 existían muy pocas
leyes ambientales federales. La herramienta para proteger el medio
ambiente era el derecho consuetudinario de cuasidelitos, y específi-
camente el de daños y perjuicios. Sin embargo, a medida que el país
se desarrolló industrialmente, se hizo evidente que era necesario un
enfoque más pro-activo para prevenir la degradación ambiental. El mo-
vimiento ambiental moderno nació en gran parte como resultado de
la publicación del libro Silent Spring (Primavera Silenciosa) de Rachel
Carson, que documenta el daño causado por el pesticida DDT. La gen-
te estaba indignada de que el pesticida poco conocido DDT estaba
causando la declinación rápida de la población de aves de los Estados
Unidos.
Como resultado, durante la administración Kennedy y después la del
presidente Nixon, el Congreso creó una multitud de agencias federales
(siendo la Agencia de Protección Ambiental la más significativa) para
promulgar y hacer cumplir leyes ambientales sobre temas tan diversos
como agua y aire limpios, especies en extinción, manejo de residuos y
la limpieza de lugares tóxicos. Aún cuando los resultados han sido mix-
UNIVERSIDAD LA SALLE 49
GLEN OLIVES THOMPSON
Summary
Environmental law in the United States has largely been event-driven.
During the settlement of the American West and into the 19th century
very few federal environmental laws existed. The tool of choice for pro-
tecting the environment was the common law of torts, and specifically
that of nuisance. However, as the country developed industrially, it be-
came apparent that a more proactive approach to prevent environmen-
tal degradation was needed. The modern environmental movement
was largely born as a result of the publication of Rachel Carson’s book
Silent Spring, which documented the harm caused by the pesticide
DDT. People were outraged that a little known pesticide DDT was cau-
sing bird populations in the U.S. to decline rapidly.
As a result, starting with the Kennedy Administration and continuing
well into the Nixon presidency, Congress created a whole host of fede-
ral agencies (most significantly the Environmental Protection Agency)
to promulgate and enforce environmental laws dealing with such di-
verse areas as clean water and air, endangered species, waste ma-
nagement, and the clean up of toxic sites. While the results have been
mixed, data generally shows that the environment is cleaner than it was
a generation ago, largely a result of these new laws.
50 FACULTAD DE DERECHO
PASADO, PRESENTE Y FUTURO: DERECHO AMBIENTAL...
As Silent Spring was the impetus for the modern environmental move-
ment, a new post-modern environmental movement is occurring as a
result of the documentary “An Inconvenient Truth” narrated by Al Gore.
Instead of the focus on toxic chemicals, however, the environmental
problem addressed is that of global warming caused by man made CO2
emissions. Now the U.S. Congress and the Obama Administration are
debating a new bill which would address carbon emissions, clean ener-
gy, as well as other environmental areas. We are clearly in the midst
of a paradigm shift when it comes to environmental and energy issues,
and in the coming years we will experience enormous changes and
new laws for the protection of the environment as well as more vigorous
enforcement of laws already on the books, such as those dealing with
deep-water oil drilling.
This paper examines: 1. the history of environmental law in North Ame-
rica with respect to the era of common law solutions to environmental
problems; 2. the subsequent rise of the environmental movement and
federal regulations in the United States; as well as, 3. the future of en-
vironmental law as viewed through pending legislation. It also includes
a special note on the Deep Water Horizon oil spill in the Gulf of Mexico.
1
Friedman, Lawrence M., History of American Law, 2nd ed., New York, Simon and Schuster, Inc.,
1985, p. 230.
2
Ibidem., pp. 231-34. Para una historia mas detallada del poblamiento de America, vea Gates,
Paul W., History of Public Land Law Development, 1968; Rohrbough, Malcom J., The Land Office
Business: The Settlement and Administration of American Public Lands, 1789-1837, New York, Oxford
University Press, 1968.
3
Véase, Clark, John, Land, Power and Economics on the Frontier of Upper Canada, Ontario,
2001; Muldoon, Paul, et al., An Introduction to Environmental Law and Policy in Canada, Casebook
Series, 2009; Hessing, Melody, et al., Canadian Natural Resource and Environmental Policy: Political
Economy and Public Policy, 2nd ed., 2005.
UNIVERSIDAD LA SALLE 51
GLEN OLIVES THOMPSON
4
Véase, ejemplificativamente, Dudley, W. (Ed.), The Industrial Revolution, 1998; Cornblith,
Gary, The Industrial Revolution in America (Problems in American Civilization), San Diego, 1998.
5
Silveira, Stacy J., “The American Environmental Movement: Surviving Through Diversity”, 28
BCLAW 07.
6
Ibidem, p. 500. Silveira hace notar de manera interesante la diferencia crítica entre los Pre-
servacionistas y Conservacionistas. Los preservacionistas creían que las áreas naturales debían ser
preservadas en básicamente un estado virgen, mientras que los conservacionistas, como John Muir
creían que las áreas naturales podían ser explotadas de un modo “correcto” queriendo decir que algu-
nos usos no intrusitos que no alteren fundamentalmente la naturaleza de las áreas eran perfectamente
natural y normal para beneficio del hombre.
7
Biography of Henry David Thorough (1817-1862), www.americanpoems.com (fecha de con-
sulta: marzo 2010).
8
Ecotopia.org/category/timeline (fecha de consulta: marzo 2010). Esta página WEB contiene
la historia ambiental de los Estados Unidos, desde Thorough en 1845, hasta los eventos más impor-
tantes sobe el medio ambiente y las leyes ambientales, terminando con el Protocolo de Kyoto de 1995.
9
El primer parque nacional de Canadá, Banff, fue creado en 1885. National Geographic Society,
Park Profiles: Exploring Canada’s Spectacular National Parks, 1995.
10
Véase, ejemplificativamente, Shabecoff, Philip, The Fierce Green Fire: The American Environ-
mental Movement, Washington, D.C., Island Press, 2003.
52 FACULTAD DE DERECHO
PASADO, PRESENTE Y FUTURO: DERECHO AMBIENTAL...
Tanto los Estados Unidos como Canadá (al igual que muchas otras co-
lonias inglesas) heredaron sus sistemas legales del sistema de derecho
consuetudinario de Inglaterra, el cual establece tradiciones legales especí-
ficamente para los problemas del uso de suelo.11 Los problemas con el uso
de suelo —aunque tengan poco que ver con la regulación ambiental— son
las semillas de las cuales ha crecido la ley ambiental.12
Como se ve, el gobierno federal (al igual que el estatal y regional)
de Estados Unidos y Canadá fueron los medios para crear, conservar y
proteger áreas naturales, dejando ampliamente desatendido el problema
de la protección ambiental y daño a la población en áreas no protegidas.
A continuación haremos un análisis de cómo el derecho consuetudinario
cumplió con esa función.
La herramienta principal para regular la relación entre los humanos
y el medio ambiente era la ley de daños y perjuicios, que puede también
ser dividida en privado (que regula los derechos legales y obligaciones
entre individuos particulares) y pública (que regula los derechos y obliga-
ciones de una persona o grupo de personas ante la sociedad en general).13
La ley de daños y perjuicios, en su descripción más básica, comprende la
interferencia del uso y disfrute de la propiedad de otro individuo, que no
necesariamente es intencional o con fines ilegales, (como es en la mayoría
de los casos).14 Aún cuando muchos juicios basados en daños y perjuicios
no tenían nada que ver con el medio ambiente, muchos sí, por ejemplo la
contaminación de pozos de agua, filtración de químicos al subsuelo afec-
11
Véase, Friedman, infra, nota 1.
12
Lewis, Jack, “Looking Backward: A Historical Perspective on Environmental Regulations”.
Diario de la EPA, marzo 1988.
13
Bonine, J. E., et al., The Law of Environmental Protection, 2nd ed., 1992. (Casos, legislación y
políticas.) American Casebook Series, West Publishing.
14
Giaschi y Margolis, www.admiraltylaw.com/pollution.html (fecha de consulta abril 2010); nota
15 supra.
UNIVERSIDAD LA SALLE 53
GLEN OLIVES THOMPSON
15
Obviamente, un disturbio en particular puede ser clasificado como público y privado. En los
primeros días de la colonización del Continente Norteamericano, los vecinos eran pocos y lejanos unos
de otros, así que la mayoría de ellos caían en la categoría de privados, mientras que en tiempos más
modernos dada la densidad de población, muchos más pueden ser considerados públicos también.
16
113 Tenn. 331, 83 S.W. 658.
17
Idem, p. 661.
18
NB., como con el privado, la interferencia no puede ser sola un evento de una vez, el cual
sería más bien invasión a propiedad privada. Véase, ejemplificativamente, The Restatement (2nd) of
Torts § 329:
Un invasor es una persona que entra o permanece en propiedad ajena sin tener ese privilegio
otorgado por el consentimiento del poseedor. La Ley de invasión a propiedad ajena protege el interés
exclusivamente en caso de propiedad de la tierra. Cualquiera que tenga posesión exclusiva y actual
de la tierra puede ejercer acciones de invasión como demandante, o sea que no necesariamente
se tiene que tener la propiedad de la tierra para demandar por invasión, basta que se tenga el de-
recho legal a excluir a otros. La invasión a la propiedad tiene dos elementos: Una interferencia real
con el derecho exclusivo de posesión (llamado el elemento entrante), y la intención o negligencia.
Notablemente, no existe el requisito del daño, aunque la contaminación y la invasión al vecino son la
excepción a la regla (estos si requieren demostración de daños). Y con respecto al elemento de inten-
ción, técnicamente, la persona debe tener la intención de estar en el territorio en que se encuentra.
Sin embargo, tomando en cuenta las sutilezas de los tecnicismos de la ley, significa que la persona
deba saber que están invadiendo. Para ilustrar este punto, imagine que va caminando en un camino
en el campo, en seguida de un gran sembradío, el cual usted no está seguro de que sea propiedad
privada o pública. En un ejemplo simple, la ley marca una diferencia entre decidir cruzar por (violación
de propiedad) y digamos, accidentalmente pasear saliéndose sin querer del camino en la oscuridad
(no violación a la propiedad). Sin embargo, la falta de intención no significa una elusión completa a la
prosecución —también los actos de negligencia que resultan en violación pueden ser sujetos a acción
judicial. Así que, si en lugar de caminar a través del campo durante la noche, estuviera manejando
un carro a alta velocidad y por accidente se saliera del camino y entrara a la propiedad, seguramente
incurriría en invasión a la propiedad. Invasión a la propiedad debe contrastarse con disturbio, el cual
protege el gozo tranquilo de la tierra. Las diferencias mayores entre ambos cuasidelitos son que las
54 FACULTAD DE DERECHO
PASADO, PRESENTE Y FUTURO: DERECHO AMBIENTAL...
demandas de disturbios deben demostrar tanto daños como el hecho de que la invasión no tenía
razón— elementos no necesarios en invasión a la propiedad.
19
200 U.S. 496.
20
Ibidem.
21
Idem, p. 201. A este caso se le conoce a menudo como el caso de la “regla de oro al revés”
por obvias razones.
22
Consúltese, ejemplificativamente, Georgia vs. Tennessee Copper Co. 237 U.S. 474 (1915)
(Aquí, bajo hechos muy similares como en el caso Missouri, la Corte sostuvo que ya que se había un
daño grave a la flora y la fauna del estado de Georgia, meritaba una prohibición en contra de la com-
pañía Tennessee Copper).
23
Esta frase es tan atractiva como un principio de justicia legal, que ha sido usada ampliamente
tanto por seglares como por eruditos legales, y varias personas han reclamado el crédito de haberla
escrito primero. Sea como sea, no es reconocida como un principio legal bajo el Derecho Consuetu-
dinario y de hecho, son más los casos en que no se aplica en ninguna forma seria en procedimientos
legales que en los que si. Véase, ejemplificativamente, Hasnas, John, “What’s Wrong With a Little Tort
Reform”, 32 Idaho Law Review 557 (1996).
UNIVERSIDAD LA SALLE 55
GLEN OLIVES THOMPSON
24
Warth v. Seldin, 422 U.S. 490 (1975); Allen v. Wright, 468 U.S. 737 (1984); Federal Election
Commission v. Akins, 524 U.S. 11 (1998).
25
Glausiusz, Josie, “Better Planet: Can a Maligned Planet Save Lives?” Discover Magazine,
2007, p. 34. Murphy, Priscilla Coit, What a Book Can Do: The Publication and Reception of Silent
Spring. Amherst: University of Massachusetts Press, 2005.
26
“25 Greatest Science Books of All Time”, December, 2008. Discovery Magazine Online.
27
Carson, Rachel. Silent Spring, Boston: Houghton Mifflin, 1962, Mariner Books, 2002.
28
Ibidem.
29
Natural Resources Defense Council, “The Store of Silent Spring”, http:www.nrdc.org/ health/
pesticides/hcarson.ahp (fecha de consulta: mayo 2010).
30
Murphy, infra, nota 25.
56 FACULTAD DE DERECHO
PASADO, PRESENTE Y FUTURO: DERECHO AMBIENTAL...
La ley federal de política ambiental (NEPA por sus siglas en inglés) fue
una de las primeras leyes que se escribieron que establece un amplio
marco de referencia nacional para proteger el medio ambiente. La política
básica de la NEPA es asegurar que todas las áreas del gobierno den la
consideración necesaria al medio ambiente antes de tomar cualquier ac-
ción federal que afecte el ambiente en forma significativa.32
Los requerimientos de la NEPA son tomados en cuenta cuando se
proponen aeropuertos, edificios, complejos militares, autopistas, compra
de territorio en áreas naturales, y otras actividades federales. Un Estudio
Ambiental (EAs) y un Informe de Impacto Ambiental (EISs), los cuales son
estudios del impacto de diversos cursos de acción, se piden a todas las
agencias federales y son los requerimientos más notorios de NEPA.33
La Ley de Aire Limpio es la ley federal que regula las emisiones al aire de
fuentes móviles y estacionarias. Entre otras cosas, esta ley autoriza a la
EPA para que establezca estándares nacionales sobre la calidad del aire
(NAAQS)35 para proteger la salud y el bienestar públicos, así como para
que regule las emisiones de contaminantes peligrosos al aire.36
Uno de los objetivos de esta ley era establecer y lograr los NAAQS
en cada estado del país para el año 1975 con el propósito de solucionar
los riesgos de salud y bienestar públicos que ocasionan algunos contami-
nantes del aire. Al mismo tiempo que se establecían estos estándares de
contaminantes se dirigió a los estados a desarrollar planes a implementar
(SIPs), aplicables a recursos industriales propios del estado, para así lo-
grar los estándares establecidos. La Ley fue reformada en 1977 y en 1990
principalmente para establecer nuevos objetivos (fechas) para alcanzar
el logro de los estándares establecidos (NAAQS) ya que muchas áreas del
país no los habían logrado para la fecha límite.37
La Sección 112 de la Ley de Aire Limpio trata sobre las emisiones de
contaminantes peligrosos del aire. Hasta 1990, la CAA tenía establecido
31
Ley Federal de Política Ambiental. 42 U.S.C. §§ 4321 et seq. (1969).
32
United States Environmental Protection Agency; www.epa.gov/regulations/laws/nepa.html
(fecha de consulta: julio 2010).
33
Ibidem.
34
Ley de Aire Limpio. 42 U.S.C. §§ 7401 et seq. (1970).
35
National Air Quality Standards. Estándares Nacional de la Calidad del Aire.
36
www.epa.gov/regulations/laws/caa.html (fecha de consulta: julio de 2010).
37
Ibidem.
UNIVERSIDAD LA SALLE 57
GLEN OLIVES THOMPSON
38
Ibidem.
39
Ibidem.
40
Se puede leer el mensaje completo en www.epa.gov/history/org/origins/reorg.html (fecha de
consulta: julio 2010)
58 FACULTAD DE DERECHO
PASADO, PRESENTE Y FUTURO: DERECHO AMBIENTAL...
41
Ibidem.
42
Ibidem.
43
Ley de Aguas Limpias. 33 U.S.C. § 1251 (1972).
44
www.epa.gov/regulations/laws/cwa.html (fecha de consulta: julio 2010).
45
Ibidem.
UNIVERSIDAD LA SALLE 59
GLEN OLIVES THOMPSON
46
Ibidem.
47
Ley de Especies en Peligro de Extinción. 16 U.S.C. §§ 1531 et seq. (1973).
48
www.epa.gov/regulations/laws/esa.html (fecha de consulta: julio 2010).
49
Ibidem.
50
Ley de Agua Potable Segura. 42 U.S.C. §§ 300f et seq. (1974).
51
www.epa.gov/regulations/laws/sdwa.html (fecha de consulta: julio 2010).
60 FACULTAD DE DERECHO
PASADO, PRESENTE Y FUTURO: DERECHO AMBIENTAL...
52
Ibidem.
53
La Ley de Conservación y Recuperación de Recursos. 42 U.S.C. §§ 6901 et seq. (1976).
54
www.epa.gov/regulations/laws/rcra.html (fecha de consulta: Julio 2010)
55
Ibidem.
56
42 U.S.C. §§ 9601 et seq. (1980).
UNIVERSIDAD LA SALLE 61
GLEN OLIVES THOMPSON
57
www.epa.gov/regulations/laws/cercla.html (fecha de consulta: julio 2010).
58
Ibidem.
59
Ibidem.
60
Las estadísticas sobre las mejoras al medio ambiente son voluminosas y detalladas. La si-
guiente lista es una compilación de fuentes que documentan estas mejoras con evidencia estadística,
científica y social. Kahn, Mathew E., “The Beneficiaries of the Clean Air Act Regulation”, Regulation
62 FACULTAD DE DERECHO
PASADO, PRESENTE Y FUTURO: DERECHO AMBIENTAL...
partir de los años 60s, estamos viendo una vez más un cambio enorme en
la mentalidad ambiental, basado en gran parte en la teoría científica del
calentamiento global debido a emisiones de carbono.
Magazine, Vol. 24, No.1 (2001); Devlin, Betsy, “Protecting Drinking Water Quality through the Clean
Water Act and the Safe Drinking Water Act”, Fourth International Conference on Environmental Com-
pliance and Enforcement, www.inece.org/4thvol2/devlin.pdf (fecha de consulta: julio 2010); con res-
pecto a las especies en peligro de extinción las estadísticas son menos claras, mientras algunas espe-
cies como el águila se ha recuperado y ha sido quitado de la lista, el número en general de especies
agregadas a la lista ha crecido a través de los años. Véase, ejemplificadamente, www.baldeagles.org/
eagleinfo.htms (fecha de consulta: julio 2010) y el Reporte Anual 1990 del Council on Environmental
Quality, 20th, Washington D.C., p. 490.
61
Supra, nota 64.
62
Reseña del New York Times, “An Inconvenient Truth” (2006) disponible en línea www.movies.
nytimes.com/movie/342290/An-Inconvenient-Truth/awards (fecha de consulta: junio 2010).
63
www.boxofficemojo.com/genres/chart/?id/documentary.html (fecha de consulta: junio 2010).
64
Para la historia completa y concisa de An Inconvenient Truth, véase www.wikipedia.org /wild/
An_Inconvenient_Truth#References (fecha de consulta: junio 2010).
UNIVERSIDAD LA SALLE 63
GLEN OLIVES THOMPSON
65
www.climatecrisis.net/the-impact.php (fecha de consulta: julio 2010).
66
Ibidem.
64 FACULTAD DE DERECHO
PASADO, PRESENTE Y FUTURO: DERECHO AMBIENTAL...
Cada uno de nosotros tiene un rol en el nuevo futuro que nos bene-
ficiará a todos. A medida que nos recuperamos de esta recesión, la
transición a energía limpia tiene el potencial de hacer crecer nuestra
economía y crear millones de empleos —pero sólo si aceleramos esa
transición. Sólo si capturamos el momento. Y sólo si nos unimos y
actuamos como una sola nación— trabajadores y empresarios; cientí-
ficos y ciudadanos; el sector público y el privado.70
Presidente Obama,15 de Junio, 2010.
En la actualidad el gobierno de Obama está intentando que una Ley
amplia sobre clima y energía sea aprobada para resolver problemas de
energía limpia, cambio climático y el medio ambiente.71 Aunque la presi-
dencia ha dado el plan general de lo que se quiere lograr (ver el pie de
página 73), ha dejado al Congreso la facultad de desarrollar una legisla-
67
Hay una muy pequeña aunque ruidosa minoría que no lo cree, pero de hecho la eviden-
cia científica es abrumadora. Véase, Natural Resources Defense Council, “Bush´s Flawed Arguments
Against Regulating Carbon Pollution”, www.nrdc.org/globalwarming /abushco2.asp (fecha de consulta:
julio 2010).
68
Ibidem.
69
Véase, Parto, Saeed and Herbert-Copley, Brent, Eds., Industrial Innovation and Environ-
mental Regulation: Developing Workable Solutions, New York, United Nations University Press, 2007.
Smith, Tony, “The Case Against Free Market Environmentalism”, Iowa State University, disponible en
www.public.iastate.edu/tonys/ 44%20Against.pdf (fecha de consulta: julio 2010).
70
La posición del gobierno sobre energía y ambiente puede encontrarse en www.whitehouse.
gov/issues/energy-and-environment (fecha de consulta: julio 2010).
71
El plan general del gobierno de lo que quiere lograr incluye inversiones en energía limpia, apli-
cación de estándares de eficiencia liderazgo en sustentabilidad, estándares de eficiencia para carros
y transporte pesado, hacer las casas más eficientes en cuanto a energía, monitorear las emisiones,
ciencia y educación sobre el cambio climático, adaptación al cambio climático, protección de nuestros
océanos, conservación de la tierra, restauración de ecosistemas, renovación del compromiso del go-
bierno federal con el delta de la bahía de California, restauración y protección de la Bahía Chesapeake,
restauración de los Grandes Lagos, extracción de mercurio y carbón.
UNIVERSIDAD LA SALLE 65
GLEN OLIVES THOMPSON
ción amplia, tal como lo hizo con la reforma al sector salud, en lugar de
proponer una ley él mismo.
72
NB., En la actualidad hay cerca de 150 propuestas de ley pendientes en el Congreso que
tienen algo que ver con leyes ambientales, energía, cambio climático, o conservación. Este resumen
sólo incluye la propuesta individual que puede ser considerada como “amplia” por naturaleza.
73
H.R. 2454. También conocida como la Ley Waxman-Markey.
74
“Climate Change / Energy Legislation in the 111th Congress”, Scientists and Engineers for
America, disponible en www.sharp.sefora.org/issues/climate.html (fecha de consulta: Julio 2010). Nó-
tese que en los Estados Unidos para que una propuesta se convierta en Ley debe de ser primero
introducida por una de las cámaras y después ser aprobada por una ellas, y después ser firmada por
el Presidente. La gran mayoría de las propuestas de ley “mueren” sin ni siquiera haber sido votadas.
66 FACULTAD DE DERECHO
PASADO, PRESENTE Y FUTURO: DERECHO AMBIENTAL...
UNIVERSIDAD LA SALLE 67
GLEN OLIVES THOMPSON
77
“BP begins pressure test on well cap”. Yahoo! 7 News. 2010-07-15. http://au.news.yahoo.com/
a/-/australian-news/7592100/bp-begins-pressure-test-on-well-cap/. (fecha de consulta: Agosto 2010).
78
Obama, in Gulf, pledges to push on stopping leak”. USA Today. Wire services. http://www.
usatoday.com/news/nation/2010-05-27-oil-spill-news_N.htm?csp=34news. (fecha de consulta: agosto
2010).
79
Vineziani, Vince, Business Insider, “BP’s Horrible Safety Record”, 2 junio 2010, disponible en
línea en www.businessinsider.com (fecha de consulta: agosto 2010), citando estadísticas de la Orga-
nización de Salud y Seguridad Laboral.
80
OPA § 1002, 1004.
81
Memorando de Cadwalader, Wickersham y Taft, LLP, disponible en línea en www.Cadwalader.
com. Este es un memorando legal muy detallado destacando no sólo las responsabilidades potencia-
les, sino también otras teorías legales aplicables en juicios civiles tales como “piercing the corporate
veil” y la aplicación del estándar “negligencia grave” al aplicar multas civiles altas.
82
Speculators Bet on BP Bankruptcy; Liabilities Could Reach $400 Billion, StreetInsider.com, 9
de junio 2010.
68 FACULTAD DE DERECHO
ÉTICA DEL ABOGADO POSTULANTE
Resumen
El abogado postulante se enfrenta a una serie de cuestionamientos éti-
cos que lo desafían, no sólo en su actuar profesional, sino en su propia
dimensión personal, al encontrarse en un dinamismo que confronta sus
valores, y ante los cuales los principios generales deben ser pondera-
dos. Pero sobre todo, en el reconocimiento del ethos, debe considerar
su pertenencia a un grupo que establece una autoreferencia que lo
ciñe a la propia responsabilidad como soporte de la trama de autopoie-
sis, que sostiene la confrontación de principios y lo lleva a actuar con
el ethos del abogado.
Summary
The trial lawyer faces up challenges of ethical questions in their profes-
sional performance and in his own personal dimension. Every day the
lawyer have to confront, their values, in that dynamic. And the general
principles should be weighted. But above all, in recognition of the ethos,
must be regarded as belong a group that provides a self-reference. And
keeps his own responsibility as the basis of autopoiesis, which hold up
the conflict of the principles and takes him to act with ethos’s attorney.
UNIVERSIDAD LA SALLE 69
SONIA AMALIA SORIANO DÁVILA
1. Nota introductoria
El interés por los temas de la ética profesional crece considerablemente en
nuestros tiempos y aun así poco se ha escrito al respecto. Por un lado, los
esfuerzos que por la deontología jurídica se han hecho resultan aún limita-
dos; y por otro, la ciencia jurídica y la filosofía jurídica no se han ocupado
de estas cuestiones, pues se ejercitan en la técnica. Sin embargo, es de
suma importancia otorgar referentes válidos que sirvan para fundamentar
la ética del litigante desde una nueva perspectiva.
A lo largo de las siguientes páginas se presenta un elemento suficien-
temente válido para sostener un nuevo referente, que se sobreponga a las
simples proposiciones, a los decálogos. Para ello hay que empezar a plan-
tear algunas consideraciones previas, y después abordar el elemento me-
dular. Empezando por tanto en algunos aspectos históricos.
La abogacía es una actividad milenaria, pero su prestigio deviene in-
trínseco, al defender y buscar la justicia y los derechos, por ende, debe
conducirse justamente conforme a éstos. Y esta concepción se tuvo desde
los orígenes de la profesión.
Existen distintos antecedentes de la profesión jurídica en la antigüe-
dad, sin embargo, aquí interesa lo que tiene que ver con el abogado postu-
lante. Así la primera referencia que se puede citar es la antigua Grecia, en
donde existía un personaje llamado lológrafo, quien ofrecía a las personas
que acudían a los tribunales defensas ya preparadas, esto era así, porque
en principio los propios contendientes acudían ante el tribunal a deducir
sus derechos.
Posteriormente, se permitió la intervención de un orador judicial que
se convirtió en el abogado, encargado de interceder a favor de quien es-
taba en un juicio; el areópago era el tribunal superior griego, y donde se
desarrollaba la actividad del abogado.1
Y propiamente surge el verdadero ejercicio de la profesión en la
Roma Republicana, en donde se llamó advocati, derivado de la palabra
ad vocatus, “el llamado” aquel que aboga por otro, y se aplicaba al varón
distinguido que por su gran capacidad y sus conocimientos, podía llevar la
voz de otra persona para defenderla ante los tribunales.2
Dicho sea de paso, las mujeres no podían ejercer la profesión aunque
si se podían defender por sí mismas.
1
Cfr. Sotomayor Garza, Jesús G., La abogacía, México, Porrúa, 2000, p. 7.
2
Cfr. Guerrero L., Euquerio, Algunas consideraciones de ética profesional para abogados, 5a.
ed., México, Porrúa, 1991, p. 11.
70 FACULTAD DE DERECHO
ÉTICA DEL ABOGADO POSTULANTE
3
Cfr. Sotomayor Garza, Jesús G., op. cit., nota 1, p. 17.
4
Cfr. Soriano Dávila, Sonia, “La ciencia jurídica en perspectiva”, en Revista V Lex Internacional,
núm. 2, enero 2007, http://vlex.com/vid/ciencia-juridica-perspectiva-444137
UNIVERSIDAD LA SALLE 71
SONIA AMALIA SORIANO DÁVILA
72 FACULTAD DE DERECHO
ÉTICA DEL ABOGADO POSTULANTE
5
Sotomayor Garza, Jesús G., op. cit., nota 1, p. 122.
6
Sotomayor Garza, Jesús G., op. cit., nota 1, pp. 124-125.
UNIVERSIDAD LA SALLE 73
SONIA AMALIA SORIANO DÁVILA
7
Couture, Eduardo J., Los mandamientos del abogado, comentados, México, Iure Editores,
2002, pp. 4-49.
74 FACULTAD DE DERECHO
ÉTICA DEL ABOGADO POSTULANTE
Así como existen estos decálogos que contienen preceptos desde dis-
tintas ópticas, existen otros, y tienen todos en común el establecimiento
de reglas que puedan normar la conducta del abogado en su desarrollo
profesional. Algunas reglas contienen propiamente el ejercicio del valor, es
decir la virtud, en el sentido del recto modo de proceder, que se debe tener
para ser un abogado reconocido por la propia comunidad jurídica, unos
más, contienen actividades que debe desarrollar propiamente el abogado,
y otros establecen la búsqueda de valores, como la justicia.
En suma, citar los decálogos no solo resulta en una tarea ilustrati-
va, en este caso de los tres principales tipos, sino, sirve para no perder
de vista que una guía de comportamiento no es en sí una ética, se trata
en este caso de elementos propositivos para implantar conciencia de un
deber ser abogado, que garantiza un cierto comportamiento normado por
los propios profesionales del derecho con el fin de tener cierta predictibili-
dad de la conducta del otro.
Sin embargo, si realmente se considera que puede existir una ética
profesional, un ethos del hombre que se refleje en las distintas actividades
de éste, en este caso de la abogacía, es pertinente considerar que existe
un fundamento mejor que un listado de conductas.
Sin que se deje de reconocer que los decálogos han ayudado a buscar
una coherencia entre los actos del abogado con la conciencia del deber
profesional, y una guía en el reconocimiento de los valores que deben regir
su quehacer jurídico, pero que en sí no son parte del ser abogado, en el
sentido fenomenológico-ontológico del hombre, el ser para sí, en la bús-
queda de la trascendencia dinámicamente proyectada en el quehacer pro-
fesional.
UNIVERSIDAD LA SALLE 75
SONIA AMALIA SORIANO DÁVILA
I. Dimensión ética
8
Olmedo García, Marina del Pilar, Ética profesional en el ejercicio del derecho, México, Miguel
Ángel Porrúa, 2007, p. 145.
76 FACULTAD DE DERECHO
ÉTICA DEL ABOGADO POSTULANTE
UNIVERSIDAD LA SALLE 77
SONIA AMALIA SORIANO DÁVILA
78 FACULTAD DE DERECHO
ÉTICA DEL ABOGADO POSTULANTE
UNIVERSIDAD LA SALLE 79
SONIA AMALIA SORIANO DÁVILA
12
Bauman, Zygmunt, Ética posmoderna, trad. de Bertha Ruiz de la Concha, 2a. ed., México,
Siglo XXI editores, 2006, p. 85.
80 FACULTAD DE DERECHO
ÉTICA DEL ABOGADO POSTULANTE
cial, que en Latinoamérica, han tenido un gran auge en los últimos años.
De lo que se trata es en todo caso, de consolidar la actividad prestigiosa
en el ámbito del juzgador.
E interesa en este caso, puesto que existe una interrelación natural
entre los subgrupos en comento y, se pueden encontrar ciertos elementos
que forman parte de la misma trama que funda la ponderación de princi-
pios, esto es, la responsabilidad.
Espera todo postulante del derecho como parte de un subgrupo, al
interactuar, con otro subgrupo, el del juzgador, que exista también de éste
un determinado comportamiento prestigioso, e incluso se puede hablar
de las virtudes mínimas que debe tener como postulados rectores en su
actuar.
El Código de Ética del Poder Judicial cita la independencia, imparciali-
dad, objetividad, profesionalismo y excelencia como principios, de los cua-
les se puede obtener cierta predictibilidad. Sin embargo estos, aún en el
propio ámbito del subgrupo, ha sido materia de duda, e interpretaciones,
el mejor ejemplo, es el cuestionamiento sobre si un “hombre malo puede
ser un buen juez”, separando los argumentos que sobre esto valga la pena
hacer, considérese que dados los comentarios que se han venido hacien-
do, lo que interesa es que sustancialmente hay una connotación que se
complementa con la estructuración de la responsabilidad.
Sin embargo, se reitera de nueva cuenta, que el ejercicio práctico de
los valores, las virtudes, tienen una implicación en la dimensión personal,
y también en la profesional, en la medida en que ese ejercicio de valores
estructurados no sean tomados en consideración desde el engranaje prin-
cipal, desde la trama que da sustento al trabajo del profesionista, se pierde
la dimensión social que interesa mantener en el contexto de lo social y la
confronta de la actividad prestigiosa.
Por ende valga la pena ceñir, los comentarios hechos de los postulan-
tes, también a los decisores, pues el dinamismos al que se enfrentan debe
estar regido por un elemento denominador que los mantenga en aptitud de
un actuar con ethos vinculado a su quehacer diario.
3. Conclusiones
PRIMERA. Al actuar éticamente, se trata de sobreponerse al instinto
gregario y sostener en el comportamiento individual la conjunción siempre
del grupo, pues el hombre más que gregario es un ser social en el sentido
político.
UNIVERSIDAD LA SALLE 81
SONIA AMALIA SORIANO DÁVILA
82 FACULTAD DE DERECHO
ÉTICA DEL ABOGADO POSTULANTE
4. Bibliografía
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Argentina, Ad-hoc S.R.L. 2000, 167 p.
UNIVERSIDAD LA SALLE 83
SONIA AMALIA SORIANO DÁVILA
84 FACULTAD DE DERECHO
EL RECURSO DEL ARBITRAJE INTERNACIONAL
EN LA RELACIÓN BILATERAL ENTRE MÉXICO
Y LOS ESTADOS UNIDOS EN EL SIGLO XIX*
Resumen
El procedimiento de reclamar a un país por daños supuestos o reales
causados a ciudadanos del Estado demandante, a través de canales
diplomáticos para obtener una compensación nació, en las primeras
décadas del siglo XIX. La técnica evolucionó de la comunicación en-
tre las Legaciones (actualmente, embajadas) que exigían la reparación
del daño, al invocar el derecho de intervención, hasta la creación de
tribunales ad hoc o de comisiones de carácter unilateral o bilateral.
La situación mexicana a raíz de la consumación de la independencia
en 1821, fue sumamente compleja, ya que además de la urgente ne-
cesidad de reactivar la economía, pacificar a las facciones en pugna
y establecer los límites territoriales, se hizo urgente la defensa de la
soberanía ante las amenazas de reconquista de la Santa Alianza y
por las reclamaciones de extranjeros de diversas nacionalidades. En
este ensayo revisaremos específicamente las provenientes de Estados
Unidos, desde una perspectiva que muestra la evolución de la relación
diplomática de coercitiva a cooperativa a lo largo del periodo decimo-
nónico, así como la campaña de desprestigio en 1871 orquestada por
la prensa estadounidense en contra de Benito Juárez realizada durante
el período de campaña presidencial de Ulysses Grant quien buscaba
un segundo mandato. Suceso que contribuyó a que ambos mandata-
rios afianzaran su relación.
UNIVERSIDAD LA SALLE 85
MARÍA ELENA POMPA DÁVALOS
Summary
The procedure for claiming a country for real or alleged damage caused
to citizens of the requesting State through diplomacy to obtain com-
pensation, borned in the early decades of the nineteenth century. The
technique evolved from communication between the Legations (actua-
lly Embassies) that demanded the compensation for damage, when
appealing the intervention right for, till the creation of ad hoc tribunals or
commissions, natured unilateral or bilateral. The Mexican situation due
to the consummation of independence in 1821 was extremely complex,
because besides the urgent need to restimulate the economy, pacifying
the warring parties and the establishment of territorial boundaries, it
became urgent to defend sovereignty in view threats to the reconquest
of the Holy Alliance because of the claims of foreigners of different na-
tionalities. In this essay we will review, specifically those who came
from the United States, from a perspective that shows the evolution of
diplomatic relations from coercitive to cooperative throughout the nine-
teenth century period, such as the 1871 smear campaign orchestrated
by the U.S. media against Benito Juarez made during the presidential
campaign of Ulysses Grant who sought a second term. Event which
helped to strength the relationship between the two leaders.
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EL RECURSO DEL ARBITRAJE INTERNACIONAL EN LA RELACIÓN BILATERAL...
1
Nota: La paridad peso-dólar fue 1 a 1 de 1824 a 1890.
UNIVERSIDAD LA SALLE 87
MARÍA ELENA POMPA DÁVALOS
B. Legislación Estadounidense
C. Legislación Mexicana
Por su parte, la legislación mexicana incluía desde los años 1861, 1863 y
1866, los decretos presidenciales relativos a diferentes reformas sobre la
obligatoriedad de la matriculación ante el Ministerio de Relaciones Exterio-
res, como requisito indispensable para hacer válida la condición de extran-
jero. Era necesario presentar el pasaporte o bien un documento oficial de
nacimiento.2 Una vez que se restauró el régimen republicano, se retomó
el tema bajo el título de derechos de extranjería, debido a que la reciente
intervención militar se había originado por el pago de reclamaciones y era
de interés nacional evitar otro suceso similar.
La Ley de Naturalización especificó los requisitos para otorgar la na-
turalización como mexicano a un extranjero:
• En caso de contraer matrimonio con una mexicana;
• Por tener hijos nacidos en territorio nacional;
• Ser emancipado y solicitar la naturalización a partir de tres meses
de residencia;
2
Dunn, Diplomatic, 1933, p. 91.
88 FACULTAD DE DERECHO
EL RECURSO DEL ARBITRAJE INTERNACIONAL EN LA RELACIÓN BILATERAL...
3
“La Ley de Naturalización”, diario Two Republics, 20 de mayo de 1871, órgano informativo de
la Legación de Washington en la Ciudad de México, primera plana, NAW, RG 59, m. 97.
4
Postura que se ratificó en la Doctrina Juárez que estableció la necesidad de negociar tratados
bilaterales con las potencias europeas bajo nuevos términos, a raíz de la ruptura de relaciones debido
a la intervención francesa. Dichos lineamientos serian el respeto a la soberanía y la defensa al princi-
pio de la no intervención.
5
Desde la perspectiva de Juan Antonio Ortega y Medina, los orígenes y fundamentos de la ideo-
logía imperialista estadunidense se explican a partir de la rivalidad económica y religiosa que se dio
entre Inglaterra y España en el siglo XVI. La confrontación fue en aumento debido a que los ingleses
veían con gran recelo la prosperidad española proveniente de la riqueza de las colonias americanas, a
la cual ellos no tenían acceso por la prohibición del intercambio comercial. Ortega y Medina, Destino,
1989: 65-66. El término “destino manifiesto” fue acuñado por el periodista John O´Sullivan en 1845,
quien planteó que la Providencia apoyaba al “pueblo elegido” a expandir los ideales de libertad y tra-
bajo sobre los pueblos oprimidos, en clara alusión a la situación de Texas.
6
En años previos la política de Washington fue vista con desconfianza, sentimiento que, en el
periodo de estudio, se trasladó hacia los franceses. Alfaro, “Miradas”, 1998, pp. 272-273.
UNIVERSIDAD LA SALLE 89
MARÍA ELENA POMPA DÁVALOS
7
La relación de cercanía entre regímenes republicanos como el mexicano, es mencionada en
las memorias de Seward, en el discurso que pronunció en el castillo de Chapultepec, éste narra su
viaje a la Ciudad de México a finales de 1869. Citado en Taylor, William, 1991, p. 291.
8
Riguzzi, México, 1992, pp. 369-370. Más adelante, agrega que la solidaridad republicana más
que cambiar la relación bilateral, la creó. Ibid, p. 422.
9
El robo de ganado, era considerado como efecto nocivo de la existencia de la zona libre esta-
blecida en Tamaulipas. Mariscal a Lerdo, 21 de mayo de 1870, Washington, Legación, T 300, p. 503.
90 FACULTAD DE DERECHO
EL RECURSO DEL ARBITRAJE INTERNACIONAL EN LA RELACIÓN BILATERAL...
Inició así, una campaña para recalcar la falta de lealtad de Juárez durante
la Guerra de Secesión. Ignacio Mariscal, en calidad de representante en
Washington, expresó que le causó una profunda indignación la calumnia
lanzada contra el Sr. Presidente y agregó que consideraba que la causa de
tal acusación era la polémica producida en este país por el establecimiento
de la zona libre (Mariscal a Lerdo, Washington, 31 de mayo de 1870, AE-
MEUA, Legación, T 300: 505).
Por otra parte, el Diario Oficial mexicano reprodujo gran parte de los
comentarios negativos sobre la integridad del presidente Juárez y denun-
ció incluso el mal uso de la libertad de prensa, al mencionar la actitud
tradicional de los diarios estadounidenses de tratar con una dureza y una
injusticia apenas creíbles a sus propios presidentes.10
Se imputaba que Juárez había mantenido un doble discurso durante
la contienda, ya que, mientras se declaró neutral y buscaba apoyo para en-
frentar al régimen monárquico francés, aprovechó para comerciar armas,
municiones y algodón con los estados sureños.
La respuesta del gobierno estadunidense no se hizo esperar y a tra-
vés del periódico Two Republics, editado en la ciudad de México con finan-
ciamiento de la legación estadunidense, se contactó al ex general sureño,
Frank Slaughter, para dar a conocer a la opinión pública la versión de un
participante de los eventos. Slaughter expresó públicamente que, como
oficial del ejército de la Confederación, estaba más que al tanto de la opo-
sición de Juárez a su causa así como la simpatía que guardaba hacia los
objetivos de la Unión, además de señalar que tal postura del gobierno
mexicano era conocida por sus compañeros militares.11
El titular de Relaciones Exteriores Sebastián Lerdo de Tejada, infor-
mó al ministro Nelson que solamente el gobernador Vidaurri se ligó a la
causa monárquica, razón por la cual fue combatido. Por su parte, la lega-
ción mexicana en Washington dirigió al Departamento de Estado una nota
de protesta.12
El cambio de tono de la prensa estadunidense resultaba notable, ya
que se transitó de la hostilidad y el apoyo a la anexión hacia el respaldo de
la causa republicana (NAW, RG 59, Diplomatic Despatches, M 97).
Ahora bien, aun cuando es necesario reconocer que, mientras en
Washington algunos congresistas compartían la idea de que la inestabili-
10
“Cargos infundados contra el Presidente de la República”, Diario Oficial, 23 de junio de 1870.
11
“President Juárez and the Rio Grande trade”, General’s Slaughter’s letter del 20 de junio de
1870, en Two Republics, 25 de junio de 1870, primera plana.
12
Lerdo a Nelson, México, 29 de junio de 1870, NAW, RG 59, Diplomatic Despatches, M97, r.
41, vol. 40.
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MARÍA ELENA POMPA DÁVALOS
dad mexicana era una de las principales causas de “las constantes incur-
siones y asaltos ocurridos en nuestra frontera que destruyen la vida y la
propiedad en Estados Unidos”, un sector de la Cámara de Representantes
no compartía dicha visión (Gómez Palacio a Mariscal, Washington, 2 de
enero de 1872, AEMEUA, Legación, año 1872, T 308, f. 4 y 5).
Así, Mark H. Dunnell, representante republicano por Minnesota,13
ofreció un discurso de solidaridad y apoyo a la causa republicana del pre-
sidente Juárez, quien recientemente había sido reelecto.
El congresista expuso, en primer término, las semejanzas entre Es-
tados Unidos y México en cuanto a la forma de gobierno: las elecciones
presidenciales se realizaban cada cuatro años, se contaba con una Su-
prema Corte Federal y con tribunales de circuito así como estatales y el
periodo de renovación de los jueces era cada seis años. Recalcó que la
Cámara de Diputados mexicana se encontraba, además, en el proceso
de volver a instaurar la figura del Senado. Ello es muestra de que el go-
bierno mexicano se orientaba hacia la búsqueda de alcanzar la legitimi-
dad institucional.
Dunnell agregó que, tras haber residido en territorio mexicano por
un año, él podía dar una muestra clara de la amabilidad de la gente y el
esfuerzo del gobierno por pacificar el país. Expresó también que “la pla-
taforma del Partido Liberal en México está ofreciendo libertad de cuerpo,
mente y alma a todos, cuestión que admiro y por eso mi voz busca respal-
dar dicha propuesta” (Dunnell, AEMEUA 1872, T. 308:188-191).
Este acercamiento político y de la opinión pública contribuiría a la
expansión económica de Estados Unidos en México, dirigida por inversio-
nistas privados, quienes con el tiempo serían apoyados por el Congreso y
por el Departamento de Estado.
La modificación en la percepción del “otro” en ambos países, se vio
reflejado en que, durante la década que va de 1867 a 1876, fue posible
sentar las bases para la negociación de una amplia variedad de asuntos
pendientes desde la firma de los Tratados de Guadalupe Hidalgo (1848) y
la Mesilla (1854), tales como las reclamaciones de ciudadanos de ambas
nacionalidades, las depredaciones de los indios en la frontera y la exis-
tencia o no de la zona libre, dentro del marco de la solución pacífica de las
controversias.14 La política exterior en el caso concreto del gobierno mexi-
cano, durante la República Restaurada se construyó un discurso respecto
13
Dunnell había sido cónsul en Veracruz en 1861 y 1862, durante el gobierno de Lincoln.
14
Josefina Vázquez hace hincapié en que el acercamiento fue de tipo oficial ya que en amplios
sectores de la sociedad mexicana continuaron vivos los recuerdos de las agresiones sufridas. Váz-
quez, México, 2003, p. 90.
92 FACULTAD DE DERECHO
EL RECURSO DEL ARBITRAJE INTERNACIONAL EN LA RELACIÓN BILATERAL...
15
Romero había sido el representante del gobierno juarista en Washington desde 1862 y tras
firmar la Convención, regresó a México a ocupar la titularidad del Ministerio de Hacienda hasta 1872.
16
La Convención para Determinar la Ciudadanía estableció en el primero de sus seis artículos
lo siguiente: “Los ciudadanos de los Estados Unidos que se hayan hecho ciudadanos de la República
Mexicana por naturalización y hayan residido sin interrupción en territorio mexicano por cinco años,
serán considerados por los Estados Unidos como ciudadanos de la República Mexicana y serán tra-
tados como tales. Recíprocamente los ciudadanos de la República Mexicana que se hayan hecho
ciudadanos de los Estados Unidos y hayan residido sin interrupción en territorio de los Estados Unidos
por cinco años, serán considerados por la República Mexicana como ciudadanos de los Estados Uni-
dos y serán tratados como tales. La declaración que se haga de la intención de hacerse ciudadano de
uno u otro país, no produce para ninguna de las dos partes contratantes los efectos de naturalización.
Este artículo se aplicará tanto a los ciudadanos que se hayan naturalizado en cualquiera de los países,
como a los que se naturalizaren en lo futuro”. Senado de la República, Tratados, 1972, pp. 327-331.
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17
El proceso legal que siguió al Tratado fue el siguiente: aprobación —el 25 de julio por el Sena-
do de Estados Unidos y el 22 diciembre de 1868 por el Congreso Mexicano; ratificación presidencial—
26 de diciembre por B. Juárez y 25 de enero de 1869 por U. Grant. AEMEUA, Legación, T 292, f. 181.
18
Principio establecido durante las negociaciones que John Adams en su calidad de secretario
de estado sostuvo con el ministro español Juan de Onís en 1823, Seward a Rosecrans, Washington,
26 de febrero de 1869, NAW, RG 59, Diplomatic, M 77, r.114, 18:9.
19
Dunn, Diplomatic, 1971: 97. Los datos sobre algunas de las demandas presentadas por ciu-
dadanos estadounidenses se encuentran en el capítulo octavo de este libro.
20
El primer expediente que se recibió fue el de George L. Hammeken, quien había obtenido
la concesión para el ferrocarril de México a Tacubaya durante el gobierno de Miguel Miramón (1859-
1860); Hammekin a Rosecrans, México, 4 de enero de 1869, NAW, RG 59, Diplomatic,, r.35, no. 148.
94 FACULTAD DE DERECHO
EL RECURSO DEL ARBITRAJE INTERNACIONAL EN LA RELACIÓN BILATERAL...
21
F. Lieber, berlinés por nacimiento, fue voluntario en el ejército y herido en Waterloo. Se auto-
exilió en los Estados Unidos desde la década de los 1830, a causa de su infructuosa participación en
el movimiento de independencia de Grecia. Pocos años más tarde, se hizo ciudadano estadunidense.
Escribió diversas obras sobre derecho constitucional e internacional, tales como Manual de Derecho
Internacional e Interpretación de Tratados, y fue profesor en la Universidad de Columbia, Lieber sirvió
como árbitro hasta su muerte ocurrida en 1872. AEMEUA, Mariscal a Lerdo, 31 de enero de 1870,
Washington, Legación, T 300, f. 33-35.
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MARÍA ELENA POMPA DÁVALOS
Lieber decidió cancelar las demandas que versasen sobre ese rubro, alu-
diendo que carecían de la vigencia preestablecida. Si recordamos, a la
Comisión Mixta de Reclamaciones solo le competía revisar los sucesos
ocurridos entre 1848 y 1870, y en el caso específico de problemas con
tribus indias, solo le competían los referentes al lapso entre 1848 y 1854.
22
“Noticia general de las reclamaciones americanas presentadas contra México documento 39:
17 ff., en Ministerio de Relaciones, Memoria, 1873, ejemplar 2.
23
“Noticia general de las reclamaciones mexicanas presentadas contra los Estados Unidos,
documento 41” incluye casos que no fueron registradas por haberse presentado fuera del término.
96 FACULTAD DE DERECHO
EL RECURSO DEL ARBITRAJE INTERNACIONAL EN LA RELACIÓN BILATERAL...
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24
Con ironía, Sepúlveda menciona que, aunque el fallo de 1876 favoreció a Weil, este no pudo
disfrutar su triunfo, ya que casi la totalidad del monto recibido se utilizó para cubrir los honorarios de los
abogados y el resto lo recibió su esposa, a causa de que Weil enloqueció y fue internado.
98 FACULTAD DE DERECHO
EL RECURSO DEL ARBITRAJE INTERNACIONAL EN LA RELACIÓN BILATERAL...
IV. Conclusiones
El eje principal de la relación bilateral ha oscilado, desde sus orígenes,
entre la coexistencia y la confrontación en diferentes temas y momentos
políticos, ya que ambos países poseen una visión divergente del mundo
por razones históricas.
A principios de la década de 1860, México y Estados Unidos atrave-
saron por un periodo de guerra civil, que confrontó sus idearios sobre las
formas adecuadas de gobierno y modelos de producción, respectivamen-
te. Estas situaciones desembocaron en movimientos armados, para, por
último, arribar en ambos países, a un periodo compartido de cultura polí-
tica liberal.
Esta consolidación, no careció de tensiones dentro del grupo gober-
nante. Lo importante, más allá de los desacuerdos, fue que se estableció
un régimen político de forma permanente y las facciones ideológicamente
opositoras perdieron presencia nacional de forma gradual. Era necesario
concentrarse en lo interno y evitar conflictos de índole internacional. Así,
la interacción entre ambas naciones se modifica, en particular, a causa
de la condición propicia para eso que ofreció el fin del periodo bélico.
Lo anterior fue esencial en el acercamiento diplomático, a partir del
cual se dieron las condiciones necesarias para iniciar negociaciones sobre
el tema de las reclamaciones, a diferencia de lo ocurrido en 1839, en esta
ocasión serían de índole bilateral, gracias a la coyuntura de tolerancia,
más que de confrontación diplomática.
Es importante dar su justa dimensión a los trabajos de la Comisión
Mixta de 1868, ya que éstos deben ser estudiados como una expresión de la
voluntad de ambos países de consolidarse primero internamente, sin dejar
de lado que durante el periodo señalado también se sentaron las bases
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V. Obras citadas
Fuentes primarias
ABBOT, Gordham Dummer, Mexico and the United States, their mutual
relations and common interest, New York, G.P. Putnam and Son, 1869.
DUNNELL, Mark H., “The Republic of Mexico, Speech of Hon. Mark
H. Dunnell of Minnesota in the House of Representatives”, april 13, 1872,
Printed at Office Congress Globe, f. 1 y 2.
Correspondencia ordinaria y reservada de la Embajada de México
en los Estados Unidos de América dirigida a la Secretaría de Relaciones
Exteriores (AEMEUA):
• Legación Mexicana en Washington, Ministro Matías Romero, co-
rrespondencia con el ministro de Relaciones Exteriores Ignacio
Mariscal, T289, 466 fs., 1 de septiembre a 31 de diciembre, 1867.
• Legación Mexicana en Washington, ministro Ignacio Mariscal, co-
rrespondencia con el ministro de Relaciones Exteriores, T300, 585
fs., 2 de enero a 30 de junio, 1870.
• Legación Mexicana en Washington, ministro Ignacio Mariscal, co-
rrespondencia con el ministro de Relaciones Exteriores, T315, 244
fs., 1 de enero a 27 de diciembre, 1875.
• Legación Mexicana en Washington, ministro Ignacio Mariscal y
encargado de negocios Eleuterio Ávila, correspondencia con el
ministro de Relaciones Exteriores, T317, 216 fs., 1876.
Fuentes Secundarias
DIEGO VALADÉS
Resumen
Las medidas aplicables a los menores de edad que infringen la ley
penal actualmente son una asignatura pendiente, en cuanto a la apli-
cación de la reforma constitucional del 2005, el menor de edad que
infringe la ley penal, necesita una mirada especializada, humanista,
dedicada y responsable.
Summary
The applicable measures to minors who violate the criminal law are
now pending and as to the application of the constitutional reform of
2005, the minor who violates the criminal law requires a specialized
humanist, dedicated and responsible care.
Introducción
Este tema, se inicia señalando que en el artículo 18 constitucional refor-
mado en el año de 2005, puntualiza el establecimiento de un Sistema
Integral de Justicia, para quienes se les atribuya la realización de una
conducta tipificada como delito por las Leyes Penales y tengan entre 12
años cumplidos y menos de 18, así como uno de rehabilitación y asisten-
cia para los menores de 12 años.
Importante es señalar que se habla de un Sistema, al cual debe de
reconocérsele, como conjunto de elementos ordenadamente relacionados
entre sí, que forman una unidad con una misma finalidad, de igual forma
se señala que debe ser integral, lo que significa que todas las partes en-
tran en la composición de un todo, haciéndose necesarias para su integri-
dad. De lo anterior se desprende que un Sistema Integral de Justicia para
personas entre 12 y 18 años (adolescentes) se debe de reconocer como
el “Conjunto de instituciones, tribunales y autoridades especializadas, in-
terrelacionadas para la atención de los menores infractores en materia de
prevención, procuración e impartición de Justicia, así como en la ejecución
de las medidas y el seguimiento de las mismas, las cuales conforman una
unidad con plena independencia entre ellas pero con el mismo fin común”,1
sobre los tres principios sustantivos, del interés superior del niño, la espe-
cificad de la materia y la protección.
En esta Reforma también se precisan puntos importantes tales como
la especialización de las autoridades, instituciones y tribunales; las formas
alternativas de justica; la garantía del debido proceso legal; la proporcio-
nalidad de la conducta realizada teniendo como fin la reintegración social
y familiar del adolescente, así como el pleno desarrollo de su persona y
capacidades; el internamiento como medida extrema y por el tiempo más
breve que proceda y la aplicación de las medidas de orientación, protec-
ción y tratamiento atendiendo a la protección integral y al interés superior
del adolescente.
Por lo que hace a las medidas aplicables a las personas menores de
edad que han infringido la ley penal, que es nuestro tema, éste cobra gran
importancia en virtud de que en la reforma constitucional citada, se incor-
poraron tres consideraciones que a casi cinco años de ésta, estimo, toda-
vía no han sido implementadas de conformidad tanto con la Convención
sobre los Derechos del Niño, como con los instrumentos internacionales y
el propio espíritu de la mencionada reforma.
1
Villanueva Castilleja, Ruth, et al., La Justicia de Menores Infractores en la Reforma al Artículo
18 Constitucional, México, Porrúa, 2006, p. 58.
2
SISTEMA INTEGRAL DE JUSTICIA PARA ADOLESCENTES. SUS NOTAS ESENCIALES Y
MARCO NORMATIVO. El sistema de justicia juvenil establecido con motivo de la reforma y adición
al artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual es aplicable a
quienes tengan entre 12 años cumplidos y menos de 18 años de edad, en lo relativo a la comisión
de conductas delictuosas, según sean definidas en las leyes penales, se distingue por las siguientes
notas esenciales: 1) se basa en una concepción del adolescente como sujeto de responsabilidad;
2) el adolescente goza a plenitud de derechos y garantías que le asisten, al estar sujeto a proceso
por conductas delictuosas (el sistema es garantista); 3) el sistema es de naturaleza penal, aunque
especial o modalizada, en razón del sujeto activo de las conductas ilícitas; y, 4) en lo que atañe
al aspecto jurisdiccional procedimental, es de corte preponderantemente acusatorio. Por otra parte,
este sistema especializado de justicia encuentra sustento constitucional en los numerales 4o. y 18
de la Carta Magna, pues el primero de ellos prevé los postulados de protección integral de derechos
fundamentales, mientras que el segundo establece, propiamente, las bases del sistema de justicia
para adolescentes, a nivel federal, estatal y del Distrito Federal. Además, el indicado modelo también
se sustenta en la doctrina de la protección integral de la infancia, postulada por la Organización de
las Naciones Unidas y formalmente acogida por México con la ratificación de la Convención sobre los
Derechos del Niño.
Acción de inconstitucionalidad 37/2006. Comisión Estatal de Derechos Humanos de San Luis
Potosí. 22 de noviembre de 2007. Unanimidad de diez votos. Ausente y Ponente: Mariano Azuela
Güitrón; en su ausencia se hizo cargo del asunto Sergio A. Valls Hernández. Secretarios: José Antonio
Abel Aguilar Sánchez, Rosalía Argumosa López, Jaime Flores Cruz, Miriam Flores Aguilar, María Am-
paro Hernández Chong Cuy, Miguel Enrique Sánchez Frías y Laura García Velasco.
El Tribunal Pleno, el dieciocho de agosto en curso, aprobó, con el número 68/2008, la tesis
jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a dieciocho de agosto de dos mil ocho.
3
Cfr. “Esta denominación aparece en el lenguaje jurídico a principios del siglo XIV. La pena es
la primera y principal consecuencia Jurídica del delito… La pena es retribución por el delito cometido
y en consecuencia debe guardar con éste la justa proporción…” Nuevo Diccionario Jurídico Mexicano,
Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM, 2001, p. 2820.
4
Cfr “…en cuya virtud sólo deben aplicarse medidas previamente previstas en la ley y como
consecuencias de presupuestos contemplados en la misma… debe ser aplicada por órganos juris-
diccionales, previa realización de un proceso rodeado de garantías en el que resulte preservado el
derecho a la defensa… lo anterior conduce al establecimiento de plazos máximos de duración, con
la finalidad de evitar que las medidas de seguridad se conviertan en remedios más severos que las
penas…” Op. cit., p. 2493.
Medidas de orientación
5
Cfr “…en todo caso en ambas esta privación debe procurarla resocialización del preso, y esta
tentativa no puede, ni en la una ni en la otra, diferenciarse sustancialmente en su configuración si
quiere ser práctica y exitosa”. Welezen Hans, Las Penas y las medidas de seguridad, Colombia, Leyer,
2005, p. 22.
6
Cáceres Nieto, Enrique, Lenguaje y Derecho. Las normas jurídicas como sistemas de enun-
ciados, UNAM, México, 2000, p. 62.
7
“Formas de reacción jurídica… Las ramas como derecho de menor, derecho laboral o derecho
agrario nos indican formas de reacción en estos campos y la especialización se va haciendo más
abundante conforme la sociedad evoluciona y de acuerdo a la complejidad social y variedad de grupos
sociales, lo que implica una mayor cantidad de formas de reacción que son necesarias reglamentar y
estudiar”. Rodríguez Manzanera, Luis, Penología, México, Porrúa, p. 54.
Medidas de protección
Medidas de tratamiento
9
Artículo 111. “El tratamiento deberá ser integral, secuencial, interdisciplinario y dirigido al
menor con el apoyo de su familia y tendrá por objeto: I. Lograr su autoestima a través del desarrollo
de sus potencialidades y de autodisciplina necesaria para propiciar en el futuro el equilibrio entre sus
condiciones de vida individual, familiar y colectiva; II. Modificar los factores negativos de su estructura
biopsicosocial para propiciar un desarrollo armónico, útil y sano; III. Promover y propiciar la estructura-
ción de valores y la formación de hábitos que contribuyan al adecuado desarrollo de su personalidad;
IV. Reforzar el reconocimiento y respeto a las normas morales, sociales y legales y de los valores que
éstas tutelan; así como llevarlo al conocimiento de los posibles daños y perjuicios que pueda producirle
su inobservancia y V. Fomentar los sentimientos de solidaridad familiar, social, Nacional y humana”.
10
Artículo 61. “En el tratamiento no se deberá recalcar el hecho de exclusión de la sociedad….”
Artículo 62. “ Los servicios médicos…deberán aplicar cualquier tratamiento médico, quirúrgico y psi-
quiátrico que se juzgue necesario”. Artículo 63. “Estos principios exigen la individualización del trata-
miento, que a su vez, requiere un sistema flexible de clasificación por lo tanto, conviene que los grupos
sean distribuidos en establecimientos distintos, donde cada grupo pueda recibir el tratamiento necesa-
rio…” Artículo 65. “… Dicho tratamiento estará encaminado a fomentar el respeto en si mismos y desa-
rrollar el sentido de responsabilidad…” Artículo 67. “Los fines de la clasificación deben ser… Repartir
a los internos en grupos a fin de facilitar el tratamiento encaminado a su readaptación social”. Artículo
69. “Tan pronto como ingrese en un establecimiento un condenado a una pena o medida y después
de un estudio de su personalidad, se establecerá un programa de tratamiento individual, teniendo en
cuenta los datos obtenidos sobre sus necesidades individuales, su capacidad y sus inclinaciones”.
11
Palacios Pámanes, Gerardo/Villanueva Castilleja, Ruth (comp.). “La Victoria del Cleón o el
Principio de Proporcionalidad en la Reforma Constitucional en Materia de Menores Infractores”. Re-
flexiones Técnicas sobre Menores Infractores. IMPIP, AFEAMI. México 2007, p. 17. Cfr. “¿Qué justifi-
cará que en caso de coparticipación de un menor y un adulto, el uno reciba una sanción menor que el
otro? La edad. Por lo tanto, la proporcionalidad deberá buscarse en la edad del infractor, en su grado
de participación y en el análisis de su esfera biopsicosocial”.
12
Cuello Calón, Eugenio, Penología, Madrid, Reus, p. 17.
13
Maurach, Reinhar, Tratado de Derecho Penal, Ediciones Ariel, p. 490.
ESTADO CONCEPTUALIZACIÓN
Aguascalientes Artículo 14. La responsabilidad de los adolescentes se fincará sobre la base
del respecto y restricto al principio de culpabilidad por el acto y no admitirá
bajo ninguna circunstancia consideraciones acerca del autor del hecho impu-
tado, su personalidad, vulnerabilidad biológica, temibilidad o peligrosidad.
Baja California Artículo 11. Solo podrán imponerse las medidas de orientación, protección
y tratamiento por la realización de conductas tipificadas como delito por las
leyes estatales y siempre que de ésta, y de las circunstancias personales del
adolescente, que resulten del diagnóstico integral, de personalidad pueda
derivarse la necesidad racional de su aplicación.
Baja California Artículo 83. El Juez al dictar resolución definitiva, determinará las medidas
Sur aplicables y las individualizará dentro de los límites señalados con base en
la gravedad de la conducta típica y la edad del sujeto tomando en cuenta:
edad, grado escolar, nivel socioeconómico y cultural, conducta anterior, es-
tado de salud físico y mental, ocupación, adicciones y medio familiar para
la adecuada aplicación de las medidas, el Juez deberá tomar conocimiento
directo del sujeto, de la víctima y de las circunstancias del hecho y requerirá
los dictámenes periciales tendientes a conocer la personalidad del sujeto y los
demás elementos conducentes.
Campeche Artículo 17. Las sanciones que se impongan a los sujetos de esta ley deberán
ser racionales y proporcionales a la conducta desplegada.
Coahuila Artículo 26. Las medidas que se impongan dentro del proceso, tendrán que
ser racionales y proporcionales a las circunstancias y gravedad de la con-
ducta realizada.
Colima Artículo 95. Las medidas impuestas serán proporcionales a las circuns-
tancias de comisión del delito y del daño causado atendiendo también a los
antecedentes y necesidades del menor, procurando en todo caso que las me-
didas de internamiento se apliquen sólo en los casos más graves y como
último recurso, particularmente cuando se trate de infractores primarios.
14
Artículo 16. “Para facilitar la adopción de una decisión justa por parte de la autoridad com-
petente y al menos que se trate de delitos leves, antes de que esa autoridad dicte una resolución
definitiva se efectuará una resolución completa sobre el medio social en las condiciones en que se
desarrolla la vida del menor y sobre las circunstancias en las que se hubiere cometido el delito”. Ar-
tículo 17. “… La respuesta que se dé al delito será siempre proporcionada, no sólo a las circunstan-
cias y la gravedad del delito, sino también a las circunstancias y necesidades del menor, así como las
necesidades de la sociedad”. Artículo 22. “El personal encargado de administrar justicia de menores
responderá a las diversas características de los menores que entran en contacto con dichos sistemas”.
Morelos Artículo 22. Las medidas sancionadoras que se impongan a los adolescen-
tes sujetos a esta ley deben ser racionales y proporcionales a la conducta
cometida.
Nayarit Artículo 13. Las medidas sancionadoras que se impongan a los adolescentes
sujetos a esta ley deberán ser racionales y proporcionales a la infracción
cometida.
Nuevo León Artículo 16. Las medidas sancionadoras que se impongan a los adolescentes
sujetos a esta ley deberán ser racionales y proporcionales a la infracción
cometida.
Oaxaca Artículo 17. Las medidas sancionadoras que se impongan a los adolescen-
tes sujetos a esta ley deberán ser racionales y proporcionales a la conducta
cometida.
Puebla Artículo 22. Las medidas que se impongan dentro del procedimiento tendrán
que ser racionales y proporcionales a la infracción o conducta realizada.
Querétaro Artículo 8. En todo caso, la responsabilidad de los menores se sujetará a
las disposiciones siguientes: … II. Las personas entre doce y 18 años serán
responsables de las conductas sancionables sobre la base del respeto y res-
tricto al principio de culpabilidad por el acto y no se admitirá bajo ninguna
circunstancia consideraciones acerca del autor del hecho imputado, su per-
sonalidad, vulnerabilidad biológica, temibilidad o peligrosidad.
Quintana Roo Artículo 16. La responsabilidad de los adolescentes se fincará sobre la base
del respeto y restricto al principio de responsabilidad por el acto y no ad-
mitirá bajo ninguna circunstancia consideraciones acerca del autor de la
conducta atribuida, su personalidad, vulnerabilidad biológica, temibilidad
o peligrosidad.
San Luis Potosí Artículo 56… II. La medida será proporcional a las circunstancias y grave-
dad de la conducta realizada; su individualización debe tener en cuenta la
edad y las características personales del menor así como las posibilidades
reales de ser cumplida.
Sinaloa Artículo 15. La responsabilidad de los adolescentes se fincará sobre la base
del respeto y restricto al principio de responsabilidad por el acto y no ad-
mitirá bajo ninguna circunstancia consideraciones acerca del autor de la
conducta atribuida, su personalidad, vulnerabilidad biológica, temibilidad
o peligrosidad.
Sonora Artículo 83. Para la determinación de la medida aplicable y a fin de lograr
la individualización máxima el juez deberá considerar: I. El interés superior
del adolescente; II. Las características del caso concreto, las circunstancias y
la gravedad de la conducta delictiva realizada; III. La edad del adolescente
y las condiciones particulares del desarrollo; IV. El dictamen que dicta el
instituto; V. La actitud del adolescente durante el procedimiento y los esfuer-
zos que realice para reparar los daños y; VI. Las posibilidades que tiene el
adolescente de cumplir con la medida.
Tabasco Artículo 25. Para la individualización de las medidas aplicables a los ado-
lescentes, el juez especializado además del dictamen emitido por Comité
Auxiliar Técnico deberá tomar en consideración la gravedad de la conducta,
las circunstancias de tiempo, modo, lugar u ocasión…
Tamaulipas Artículo 17. Las medidas que se impongan a los adolescentes sujetos a esta
ley guardarán racionalidad y proporcionalidad respecto de la infracción co-
metida.
Tlaxcala Artículo 15. La responsabilidad de los adolescentes se fincará sobre la base
del respeto y restricto al principio de responsabilidad por el acto y no ad-
mitirá bajo ninguna circunstancia consideraciones acerca del autor de la
conducta atribuida, su personalidad, vulnerabilidad biológica, temibilidad
o peligrosidad.
Veracruz Artículo 120. La medida será proporcional a las circunstancias y gravedad
de la conducta realizada; su imposición deberá tener en cuenta las nece-
sidades particulares del adolescente, así como las posibilidades de ser cum-
plida…
Yucatán Artículo 19… XXVIII. Las medidas que se le apliquen serán racional y
proporcionalmente acordes con las conductas cometidas y sus condiciones
personales.
Zacatecas Artículo 19. Las medidas sancionadoras que se impongan a los adolescentes
sujetos a esta ley deben ser racionales y proporcionales al delito cometido.
15
Dictamen de Segunda Lectura Marzo 31, 2005. “Acuerdos: PRIMERO: … SEGUNDO: Nues-
tras propuestas de modificación al decreto son distintas a las contenidas en el dictamen que hoy
se publica y que se explican a través de las consideraciones que a continuación se exponen:… Es
necesario suprimir el calificativo penal a fin de evitar cualquier confusión con las instituciones y proce-
dimientos relativos a la justicia para adultos. En efecto, en el ámbito jurídico la idea de lo penal implica
la imposición de penas…”.
16
“Desde que el legislador habla de sanciones, nosotros podemos –debemos- hablar de impu-
tabilidad minoril, pues ésta es presupuesto indispensable para la imposición de un sanción.” Palacios
Pámanes, Gerardo, La Cárcel desde adentro, México, Porrúa, 2009, p. 237.
CONGRESO II (1997)
Se debe insistir en la conveniencia de la integración de un Sistema
Nacional de Justicia para menores de edad, con base en la Conven-
ción sobre los Derechos del Niño.
CONGRESO IV (1999)
Se deben diseñar programas que permitan el cumplimiento y difusión
de la Convención sobre los Derechos del Niño, fortaleciendo un siste-
ma técnico-humanístico para el tratamiento de los menores infractores.
CONGRESO V (2000)
Es necesario proponer que las políticas públicas del estado en mate-
ria de menores infractores, tengan su fundamento en el estudio de la
problemática sociocultural y criminológica de las conductas infractoras.
CONGRESO VI (2001)
Se debe fomentar la investigación, con base en estudios empíricos que
permitan visualizar con fundamentos precisos la verdad científica para
la aplicación de modelos de tratamiento a menores infractores, privile-
giando la educación.
17
Asociación Nacional de Funcionarios y Exfuncionarios para la Atención de Menores Infrac-
tores. Asociación Civil conformada en 1997 con la participación de especialistas de toda la República
Mexicana, que ha organizado anualmente, desde ese año a la fecha un congreso, ya sea nacional
o internacional, contando con la asistencia de estudiosos, funcionarios y expertos en la materia, en
donde la participación de todas las entidades ha hecho posible entre otras logros, el Registro Nacional
Sobre Menores Infractores, así como una retroalimentación técnica y jurídica sumamente importante
dentro del sistema.
CONGRESO IX (2004)
Es de suma importancia difundir las experiencias exitosas, de las ins-
tituciones de menores infractores, a fin de retroalimentar su quehacer,
como por ejemplo: la comunidad terapéutica, las plazas comunitarias,
los programas especiales de atención para adicción de menores infrac-
tores, la institución de paso intermedia, la mediación, el sistema de
convivencia pacífica, los patronatos para menores, así como los diver-
sos modelos de intervención técnica con fines educativos.
CONGRESO X (2005)
Las leyes secundarias, tomando en consideración los instrumen-
tos internacionales deben contemplar que en la determinación de la
medida es necesario atender a las circunstancias personales del menor
con base en los estudios técnicos sociales, psicológicos, pedagógicos,
laborales y criminológicos. Es conveniente retomar la importancia de
situar en el centro de análisis al menor, sus circunstancias, sus necesi-
dades especiales, su calidad específica de persona en desarrollo y no
únicamente el cumplimiento de garantías procesales.
El tratamiento no puede entenderse únicamente como los distintos
grados de privación del derecho a la libertad de tránsito, sino como la
aplicación de sistemas o métodos especializados, con aportación de las
diversas ciencias, técnica, y disciplinas pertinentes, a partir del diagnós-
tico de personalidad para lograr la integración social del menor. Éste
deberá ser integral, secuencial, interdisciplinario y dirigido al menor con
el apoyo de su familia.
CONGRESO XI (2006)
Es necesario reforzar el criterio sobre el fin del Sistema Integral Espe-
cializado, el cual es lograr la reincorporación social y familiar de los
menores, así como el pleno desarrollo de su persona y sus capacida-
des. La actuación de las autoridades que intervienen en la procuración
Como se observa, 1 estado tiene veinte años como límite para trata-
miento interno, 2, quince; 5, diez; 3, ocho; 10, siete; 7, cinco; 1, seis; y 2 los
remite al mínimo de la penalidad del Código Penal, y por lo que hace a la
definición de tratamiento, en 17 estados se señala a éste, como: “los dis-
tintos grados de privación del derecho a la libertad personal y de tránsito”.
Así pues, estas medidas de tratamiento interno que deben de reco-
nocerse como se señala en la Constitución por el tiempo más breve que
procede, no pueden aceptarse para menores de edad en medidas de in-
ternamiento de 20, 15 ó 10 años, sin convertirse en un sin sentido, como
está sucediendo hoy en día y a donde se encamina los esfuerzos sobre
todo del poder judicial.
Cuando se habla de penar al menor de edad y de aumentar “pe-
nalidades”, sin respetar la Constitución, que señala puntualmente que
el internamiento se utilizará “como medida extrema y por el tiempo más
breve que proceda”, se niegan los postulados rectores de un sistema es-
pecializado para ellos, convirtiéndolo en un adulto precoz, así lo señala
también Palacios Pámanes, cuando expresa que una ley represiva sólo se
entiende concibiendo al menor de edad como adulto, lo que con todo en-
cono pretende evitarse con una dogmática minoril. Bajo esta perspectiva,
lo importante del tema debe ser la interpretación armónica por lo que hace
a las medidas y su importancia, para que el menor de edad, que infringe
la ley penal, alcance la plenitud en su desarrollo, con un enfoque de inclu-
sión societaria que no le signifique obligaciones ni consideraciones de los
adultos, sino un quehacer orientado en políticas tendientes a privilegiar
el interés superior del niño, su protección y su especificidad, con el fin de
alcanzar el objetivo del sistema, consistente en su reintegración social y
familiar y el pleno desarrollo de su persona y sus capacidades, como se
ha mencionado.
La reforma constitucional ha tenido grandes bondades, entre las que
destacan, el establecimiento de un sistema integral de justicia (no penal),
la unificación de edades, competencia, señalamiento de los principios
sustantivos del interés superior del niño, protección y especificidad, las
formas alternativas de justicia, el señalamiento de la observancia del de-
bido proceso, y para nuestro tema, la puntualización de autoridades, ins-
tituciones y tribunales especializados quienes podrán aplicar las medidas
de orientación, protección y tratamiento, éste cuando sea en internamien-
to, por el tiempo más breve que proceda y como última medida, como se
ha insistido. Esto no está en discusión, el problema ha sido y es la puesta
en marcha de la reforma, como se observó. Existe la gran tendencia de
trabajar con el menor de edad que infringe la ley penal bajo un criterio
penal y de imposición de penas. Así, de conformidad con los momentos
actuales, de endurecimiento de las mismas, aumento de ellas y castigo al
delincuente.
El menor de edad como centro de atención en general, pasó a un
segundo plano, privilegiándose únicamente lo relativo a las garantías pro-
cesales, de un proceso penal “modalizado”. El respeto por las garantías,
de ninguna manera debe de ser menospreciado, ni encontrarse en con-
traposición, con la persona del menor de edad,18 nada más, pero nada
menos.
En cuanto a la imposición de las medidas, este reconocimiento debe
ser fundamental. El Dr. Sergio García Ramírez en su voto concurrente
razonado a la Opinión Consultiva OC-17 señaló al respecto: “Ahora bien,
18
Senador Rutilio Cruz Escandón en el debate discusión y aprobación del dictamen de la se-
gunda lectura del proyecto de decreto por el que se reforma el párrafo cuarto y se adiciona los párrafos
quinto, sexto y séptimo del artículo 18° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
“Resulta necesario la participación del personal capacitado en aspectos legales, médicos, sociológi-
cos, familiares y, en general de todos aquellos aspectos que puedan ayudar a que los adolescentes
que hubieren cometido alguna conducta tipificada como delito puedan realmente reintegrarse a su
entorno social, familiar y productivo, brindándoles la oportunidad de disfrutar de una vida digna y con
oportunidades de desarrollo… dichas instancias deben actuar de conformidad con el interés superior y
la protección integral del menor; lo cual. Nos da la certeza de que es la persona, el ser humano, lo más
importante en este proyecto”. Villanueva Castilleja, Ruth, et al., op. cit., p. 119.
I. Introducción
El Derecho ha constituido un tema central de análisis en cualquier socie-
dad contemporánea, ya sea que su importancia radique en ser una he-
rramienta que permite la convivencia de los miembros integrantes de un
Estado y una actividad inherente a todo ser humano, dada su esencia vo-
litiva-racional y espiritual, que le permite un sentido de trascendencia. La
Ciencia Jurídica constituye uno de los rincones del pensamiento humano
más importantes y explorados en su devenir que lo posiciona en su centro
de creación, no ajeno a la naturaleza de su ser.
Por lo que en esta ocasión nos toca retomar una parte del quehacer
jurídico en nuestro país, en específico de la labor que desempeñan los
Órganos Jurisdiccionales de Control Constitucional relativos al juicio pro-
tector de las Garantías Individuales, el Amparo.
La Justicia Constitucional ha sido toral en los tópicos jurídicos desde
hace algunos años. La actividad jurisdiccional de los Tribunales Federales,
así de la participación más activa de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, en los temas de interés social han dado pauta a una serie de de-
bates y reflexiones, no solo por parte de los juristas, sino de una sociedad
globalizada y más demandante de las actuaciones de los Órganos del
Estado.
Demanda que no se circunscribe a una realidad de descomposición
social sino que encuentra —en este principio de siglo— un nivel de educa-
ción más preparado que hace 20 años de sus habitantes; un mayor acceso
a los medios de comunicación que a partir de la década de los noventa de
la centuria pasada (Vr. Gr. Internet), han posibilitado que gran parte de la
población pueda tener acceso a la información casi de manera simultánea
1
Roberts, Andrew. Hitler y Churchill. Los secretos del Liderazgo, Barcelona, Taurus, 2004, p. 45.
2
Miranda, Jorge, Derechos Fundamentales y derecho electoral, Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la UNAM, México, 2005, p. 83.
3
Sartori, Giovanni, ¿Qué es la Democracia? México, Taurus, 2007, p. 234.
4
Miranda, Jorge, op. cit., p. 92.
las personas, puesto que preservan los bienes necesarios para desarrollar
cualquier plan de vida de manera digna.5
Lejos de la abstracción más genérica del Derecho Humano de cual-
quier persona por esa calidad, éstos constituyen una tutela por el siste-
ma jurídico. En él se prevén una particularización detallada por el orden
jurídico.
Partimos entonces de la premisa, que no todo Derecho Humano está
inmerso en una Garantía Individual, que en sentido de puridad se contem-
plen en los artículos 1 al 29 de la Constitución General de la República,
parte Dogmática. Así las cosas, los Derechos Fundamentales, por estar
consagrados en la Constitución Política de la Federación están dispersas
también en la Parte Orgánica.
Nuestra Constitución vigente no reduce los Derechos Fundamentales
a los impuestos por el orden natural —Derechos Humanos consagrados
en las Garantías Individuales— sino los derechos activos del ciudadano
activo, del trabajador, del gobernado, los derechos de los grupos o asocia-
ciones, sindicatos y partidos políticos, entre otros.
Para Luigi Ferrajoli los Derechos Fundamentales son de tres tipos;
persona, ciudadano y persona con capacidad de obrar.6 Por lo que hace
a los primeros, entrañamos que refieren a la connotación clásica de las
Garantías Individuales previstas en la Parte Dogmática que revisten un
carácter positivo y negativo en su observación, en general envuelven las
libertades de la persona humana.
Los Derechos de Ciudadanía (sin ahondar a la discusión de varios
autores en que éstos constituyen una forma de discriminación de los De-
rechos Humanos por no reunir la calidad de ciudadano), encontramos en
nuestra Constitución en sus artículos 35 y 41, las facultades de éstos de
ejercer el sufragio universal y asociación política. Se ejercen a partir de la
capacidad jurídica plena de los individuos, misma que varía de un ordena-
miento nacional a otro. Se entiende en el sentido de la trascendencia en
el orden democrático y social que repercute la toma de decisiones de esta
naturaleza, es decir de un ejercicio soberano. Otro ejemplo, resulta de la
capacidad para ser funcionario público, pues la exigencia en la edad de las
personas que aspiran a ser Presidente de la República o Senadores es de
35 y 25 años, respectivamente.
5
Carbonell, Miguel, Los derechos Fundamentales en México, 2a. ed., México, Porrúa, 2006,
p. 5.
6
Ferrajoli, Luigi, Garantías, jueces por la democracia, Madrid, 2002, p. 93.
7
Ibidem, p. 32.
II. Desarrollo
En líneas anteriores estudiamos la diferencia entre Derecho Humano, Ga-
rantía Individual y Derecho Fundamental. La Garantía Individual, como
contenido de la Dogmática Constitucional, además de encuadrar los Dere-
chos Humanos en el sistema jurídico nacional, instaura un elemento adje-
tivo, es decir, la protección activa de éstos a través del medio protector por
excelencia de la Constitución, el Juicio de Amparo.8
Expuesto el sentido y trascendencia de las Garantías Individuales
como medio protector de los Derechos Fundamentales, es pertinente se-
ñalar las ideas que se relacionan directamente con una particular forma de
interpretación de las mismas, la Ponderación. Estas reflexiones conducen
a una protección judicial en función de los Derechos Humanos contenidos
en las Garantías Individuales, que al día de hoy, su forma de interpretarse
a partir de la práctica Jurisprudencial emanada de la Constitución provoca
inseguridad en el sentido de desentrañar su esencia.
La Interpretación se ve reflejada en una Hermenéutica, que la po-
demos concebir como refiere Jaime Cárdenas Gracia, en un “arte” que
pertenece al ámbito de la scientia práctica, es decir, que la interpretación
no sólo jurídica, es parte de lo que se conoce en filosofía como hermenéu-
tica.9 A grosso modo, la interpretación implica desentrañar el sentido que
encierra la ley. La ley es un mandato general protector de un interés común
y aplicable a todos los casos que revistan una misma situación jurídica.10
En México, la Constitución Federal permite un sistema de libre inter-
pretación de la norma jurídica previsto en el artículo 14, es decir, que no
limita a los jueces a ceñir la interpretación de esta fuente formal del dere-
cho al momento de dirimir una controversia a una forma específica.11 A la
luz de este principio de “libertad”, en cuanto al método de interpretación
legal que más adelante se ahondará, es que el Poder Judicial en nuestro
país puede adoptar variaciones que no necesariamente reflejen el Estado
de Derecho.
En el Estado de Derecho, donde la Ley positiva y vigente será una
forma de encauzar los problemas sociales, difícilmente encontraremos un
8
Tamayo y Salmorán, Rolando, Introducción al Estudio de la Constitución, 4a. ed., México,
Fontamara, 1998, p. 222.
9
Cardenas Gracía, Jaime, La Argumentación como derecho, México, UNAM, 2005, p. 8.
10
Suprema Corte de Justicia de la Nación, La Jurisprudencia y su Integración, 1a. ed., México,
2004, p. 9.
11
Véase la Tesis innominada INTERPRETACIÓN DE LA LEY. SI SU TEXTO ES OSCURO O
INCOMPLETO Y NO BASTA EL EXAMEN GRAMATICAL, EL JUZGADOR PODRA UTILIZAR EL MÉ-
TODO QUE CONFORME A SU CRITERIO SEA EL MÁS ADECUADO PARA RESOLVER EL CASO
CONCRETO con datos de registro: P. I.4o.A.464 A Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIX, Junio de 2004. Novena Época. No. Registro: 181,320. Pág. 234.
12
Véase la Tesis innominada PRINCIPIO PRO HOMINE. SU APLICACIÓN ES OBLIGATORIA
con datos de registro: P. I.4o.A.464 A Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XXI, Febrero
de 2005. Novena Época. No. Registro: 179,233. Pág. 1744.
14
Véase la Tesis innominada INSTITUCIONES DE CRÉDITO. ALCANCE DE LA RESTRIC-
CIÓN DE SU CAPACIDAD PARA ADQUIRIR Y ADMINISTRAR BIENES RAÍCES PREVISTA EN LA
FRACCIÓN V DEL ARTÍCULO 27 CONSTITUCIONAL (INTERPRETACIÓN PROGRESIVA con datos
de registro: Tesis: P./J. 60/2000 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XI, Junio de 2000.
Novena Época. No. Registro: 191,677. Pág. 1744.
15
Tamayo y Salmorán, Rolando, “La Interpretación (vocablo)”, Diccionario Jurídico Mexicano,
tomo III, Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, México, Porrúa, 1991, p. 1793.
16
Ibidem p. 1794.
17
Tamayo y Salmorán, Rolando, op. cit., p. 1796.
18
Ibidem, p. 1797.
19
Tesis: I.4o.A.60 K . AISLADA Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XXII, Septiem-
bre de 2005. Novena Época. No. Registro: 177,124. Pág. 1579.
20
En su Teoría del Derecho Natural, John Finnis enlista los siguientes Bienes Básicos: la vida, el
conocimiento, la diversión, la experiencia estética, la sociabilidad (amistad), la religión, la razonabilidad
práctica, donde el jurista británico no infiere diferencia entre ellos pues los considera valiosos en sí
mismos, sin que alguno sobrevenga por encima de otro, ni siquiera la vida.
21
La Jurisprudencia es una fuente de derecho derivada de la interpretación constitucional y
legal que, con fuerza obligatoria, crean determinados órganos jurisdiccionales al resolver los asuntos
sometidos a su jurisdicción, con el propósito de fijar el correcto sentido y alcance de las normas ju-
rídicas y adecuar su contenido a la dinámica de la vida en sociedad, a fin de mantener la seguridad
jurídica en las esferas pública y privada. Suprema Corte de Justicia de la Nación, La Jurisprudencia y
su Integración, op. cit., p. 20.
22
Ovalle Favela, José, Garantías Constitucionales del Proceso, México, McGraw Hill, 1996, p.
76.
23
Bobbio, Norberto, Teoría General del Derecho, 2a. ed., Bogotá, Temis, 2005, p. 22.
24
Cárdenas Gracía, Jaime, op. cit., p. 31.
25
Buergenthal, Thomas, Derechos Humanos Internacionales, 2a. ed., México, Gernika, 2002.
26
Prieto Sanchis, Luis, Justicia Constitucional y derechos fundamentales, Madrid, Trota, 2003,
p. 116.
27
Cárdenas Gracia, Jaime, op. cit., p. 23.
28
Cisneros Farias, Germán, Lógica Jurídica, México, Porrúa, 2007, p. 34.
IV. Conclusiones
1. El Hombre es el motor generador de la realidad social, por lo
tanto del Derecho, por lo que las Instituciones Estatales se deben
su servicio y necesariamente a protección de la naturaleza huma-
na, es decir, de sus prerrogativas inherentes a su existencia, los
Derechos Humanos.
2. El Derecho Constitucional es el resultado de la comunidad social
e instituida que pugna por establecer las bases racionales de or-
ganización política, siempre y cuando su limitante lo constituyan
los derechos y libertades esenciales de los individuos.
3. Las Garantías Individuales obedecen al trinomio de Justicia, Vali-
dez y Eficacia del Derecho que se ven analizas por las corrientes
Ius Filosóficas del Naturalismo, Positivismo y Realismo Jurídicos,
cuyo eje central siempre será la Dignidad Humana.
4. La interpretación implica desentrañar el sentido que encierra la
ley. La ley es un mandato general protector de un interés común
y aplicable a todos los cases que revistan una misma situación
jurídica.
5. La Constitución Federal permite un sistema de libre interpreta-
ción de la norma jurídica previsto en el artículo 14, no limita a los
Jueces a ceñir la interpretación de esta fuente formal del derecho
al momento de dirimir una controversia a una forma específica.
6. La Ley positiva y vigente será una forma de encauzar los proble-
mas sociales, por lo que es difícil instaurar un modelo único de
interpretación de la norma fundante.
7. El Juicio de Amparo es el medio protector por excelencia que
tiene los gobernados para defender sus derechos públicos sub-
jetivos, los cuales lejos de constituir en su esencia —como se
estableció en 1917— un dogma.
8. Ningún ordenamiento del juicio de Amparo desprenda facultad
alguna para que los Tribunales Federales, incluidos los Ministros
de la Suprema Corte de Justicia, emitan fallos que justifiquen la
Violación de Garantías Individuales de los gobernados con plena
acreditación de su conculcación, so pena de proteger actos de
autoridad notoriamente inconstitucionales, bajo la argucia de la
valoración de principios (Ponderación).
9. El Poder Judicial, a través de su actividad interpretativa de Pon-
deración llega a legitimar actos conculcatorios de Garantías Indi-
V. Bibliografía
BOBBIO, Norberto, Teoría General del Derecho, 2a. ed., Bogotá, Temis,
2005.
BUERGENTHAL, Thomas, Derechos Humanos Internacionales, 2a. ed.,
México, Gernika, 2002.
CARBONELL, Miguel, Los derechos Fundamentales en México, 2a. ed.,
México, Porrúa, 2006.
Por otra parte, se insiste en la separación que debe haber entre per-
sonas procesadas y sentenciadas, esta consideración hace recordar que
el espíritu del legislador va más allá de la letra escrita. Si se habla de se-
paración entre aquellos en los que aún no se ha demostrado jurídicamente
su culpabilidad y se presume inocencia de los que ya han sido sentencia-
dos, es porque las condiciones son totalmente distintas, y no sólo desde
la perspectiva jurídica.
El procesado además de presumirse inocente, vive una situación aní-
mica muy distinta al sentenciado, supone que su libertad está en juego,
por tanto debe mostrar buena conducta, evitar cometer delitos dentro de
la prisión, alejarse de los internos reincidentes, mantener su propia indivi-
dualidad, no despersonalizarse, participar en las actividades organizadas
dentro del reclusorio, etcétera, se trata en fin, de mantener viva la espe-
ranza de recuperar su libertad. Se resiste a la muerte social que se le
aproxima.
El sentenciado ya sabe el tiempo de permanencia dentro de la pri-
sión, se percibe sentenciado injustamente, rechaza a la sociedad que lo
segregó, reta a todo lo que represente orden y autoridad, condiciones que
afectan su estado anímico y puede tornarse agresivo, rebelde, asumir
conductas antisociales, afiliarse a grupos de poder dentro de la institu-
ción, identificarse el rol de preso o más bien, de criminal, con todo lo que
ello implica; destacando en primer término la contaminación criminal. Es
bueno conservar esta disposición jurídica, pero mejor sería que las autori-
dades responsables de ello, hicieran los esfuerzos necesarios para hacer
realidad este principio, que a decir verdad es prácticamente ilusorio en las
más de cuatrocientas prisiones existentes en el territorio nacional.
El párrafo segundo señalaba:
Los gobiernos de la Federación y de los Estados organizarán el sis-
tema penal, en sus respectivas jurisdicciones, sobre la base del tra-
bajo, la capacitación para el mismo y la educación como medios para
la readaptación social del delincuente. Las mujeres compurgarán sus
penas en lugares separados de los destinados a los hombres para tal
efecto.
Actualmente, dicho párrafo ha quedado de la siguiente manera:
El sistema penitenciario se organizará sobre la base del trabajo, la
capacitación para el mismo, la educación, la salud y el deporte como
medios para lograr la reinserción social del sentenciado a la sociedad y
procurar que no vuelva a delinquir, observando los beneficios que para
él prevé la ley. Las mujeres compurgarán sus penas en lugares sepa-
rados de los destinados a los hombres para tal efecto.
maestra. Sin embargo, sus óperas L’amico Fritz (contiene un pasaje en-
cantador, el llamado dueto de las cerezas, el Suzel, buon dì), Iris e Il pic-
colo Marat tuvieron una acogida favorable. Su ópera Nerone, de 1935,
representada en La Scala, fue, curiosamente, un tributo a Mussolini3 pues
el compositor era seguidor del régimen fascista.
El 50º aniversario de Cavalleria en 1940 trajo a Mascagni sus últimos
momentos de gloria y la adulación del público, para morir en 1945, en
Roma, pobre, desilusionado y desacreditado.
El drama
El tema se basa en el relato del mismo nombre de Giovanni Verga, el más
importante autor verista italiano, con el libreto de Giovanni Targioni-Tozzeti
y Guido Menasci. La acción se desarrolla en una Sicilia ancestral domina-
da por normas de conducta y relaciones humanas muy distintas de las del
norte de Italia,4 en un domingo de Pascua alrededor del año 1880, en un
solo acto, y cuyos personajes son: Santuzza, una joven campesina (mez-
zosoprano), Turiddu, (tenor) el joven que ama a Lola (mezzosoprano), la
esposa de Alfio, un carretero (barítono) mamma Lucía (contralto), la madre
de Turiddu y campesinos hombres, mujeres y niños (coro).
Antes de partir como soldado al servicio militar, Turriddu amaba a
Lola, al regresar, la encuentra casada con Alfio, pero aún arde de pasión
por ella y para huir de su desengaño se refugia en los brazos de Santuzza
(también llamada ‘Santa’ en el libreto) a quien le prometió matrimonio, ella
lo ama con fervor y se entrega a él, sin embargo Turiddu sigue prendado
a Lola: en el primer cuadro de la ópera éste ha pasado la noche con Lola,
y al amanecer se va de su casa cantando una alabanza de su amante, la
siciliana ‘O Lola, ch’hai di latte la cammisa’, y en el trayecto es observado
(más bien espiado) de lejos por Lola y a cierta distancia lo vislumbra Alfio
quien regresa de un viaje en su carreta.
Santuzza está amargada pues cuando Turiddu volvió del servicio mi-
litar no cumplió su palabra de llevarla al altar.
Es domingo de Pascua: Santuzza acude a la taberna que dirige
mamma Lucia, llega al mismo tiempo Alfio, después de canta su canción,
“Il cavallo scalpita” (“el caballo piafa, los cascabeles resuenan…”, estruc-
turada sobre motivos cortos, que lo revela como un hombre alegre y algo
rudo, afirmando que llega a casa y su esposa Lola lo espera, lo consuela
y le es fiel. Pregunta por el buen vino que acostumbra expender y le dice
3
The New Grove, op. cit., p. 744.
4
Roger Alier, Qué es esto de la ópera , Barcelona, Robinbook, 2008, p. 84.
mamma Lucia que no tiene pero que Turiddu ha salido a buscar. Alfio
comenta algo extrañado que anda por ahí ya que dice lo vio cerca de su
casa. Mamma Lucia se confunde y está pronta a preguntarle pero Santuz-
za le calla. Después de la misa de Pascua, confiesa a mamma Lucia su
amor por Turiddu y revela también su infidelidad, su reencuentro con Lola
y su adulterio.
Posteriormente, Santuzza pretende reclamarle a Turiddu una vez
más su afecto pero él no quiere oír hablar de ello y hace callar a Santuzza
cuando ésta dice que ya sabe lo suyo con Lola, (es el violento y meridio-
nal dúo, Tu qui, Santuzza?) y de manera algo inusual se incluye en este
dúo la canción de Lola quien llega cantando provocadoramente, tienen un
encuentro los tres y después de abandonar a Santuzza, Turiddu corre a la
iglesia a alcanzar a Lola.
La canción de Lola fue tan popular que inclusive se publicó en posta-
les como ornamento en los retratos de Mascagni.5
Santuzza le revela a Alfio que su mujer le engaña con Turiddu, y jura
que a ninguno lo perdonará, se vengará antes de que anochezca (Oh, il
Signore vi manda). Viene a continuación el famoso intermezzo para cuer-
das, bellísima melodía que no parece anticipar la tragedia y sin embargo
es el preludio de la misma.
Continúa la obra con el coro, Turiddu y Lola, (“A casa, amici”) y canta
Turiddu el brindis “Viva il vino spumeggiante”, aparece Alfio quien no acep-
ta el vino de Turiddu que éste le ofrece y lo echa por el suelo; Turiddu lo
reta al duelo al estilo siciliano, mordiéndole la oreja, a lo cual Alfio acep-
ta, señalando donde lo puede encontrar. Turiddu presiente que no saldrá
vivo de ese duelo y se despide de su madre con la sentida y angustiada
“Mamma, quel vino è generoso” y le pide que cuide a Santuzza por si él no
regresa, como si fuera su propia madre.
Tiene lugar el duelo con cuchillos; poco después se oyen gritos de
unas campesinas: “hanno ammazzato compare Turiddu”! “Han matado al
compadre Turiddu”!, con lo que finaliza la obra llenándose el teatro con los
acordes atronadores de la orquesta que cierran este intenso drama rural.
El duelo
Hay abundante bibliografía y mucho se podría escribir sobre esta práctica,
sobre su historia, sobre duelos famosos y su alcance legal, aspecto éste
último respecto del que aportaremos algunos datos interesantes.
5
Batta, András, op. cit., p. 299.
10
Los combates en la antigüedad entre David y Goliat, Aquiles con Héctor y Paris, entre otras,
eran formas de solución de querellas de orden público, no privado, enviando algunas ocasiones a
los beligerantes a la decisión de las armas la suerte de la guerra. (Código de Honor comentado, p. 4.
11
Código de honor comentado, p. 5.
12
El duelo en México, p.1.
13
“Duelo” en Diccionario Histórico Judicial de México. Ideas e instituciones, tomo I. (sub voce).
SCJN, México (en prensa).
14
El duelo en México, p. 4.
15
Código de honor comentado, p. 96.
16
Bello, Francisco, “El duelo”, Boletín Jurídico Militar, tomo XI, números 1 y 2, enero-febrero de
1945, pp. 8-9.
17
Speckman, op. cit.
Conclusiones
Como se le quiera ver, si el duelo es práctica para limpiar el honor man-
cillado, en que uno, o ambos contendientes acaban mal heridos o uno
fallece en el combate y el otro es herido y fallece después, el resultado es
fatal, no contribuye a limpiar ningún honor ni mantiene en alto el nombre
del que hiere y supuestamente acaba con su contrario, pues es señalado
más bien como vengador, pendenciero o simple homicida.
¿Es realmente ejemplar el duelo cuando el vencedor sobrevive? En
el caso de Cavalleria Rusticanna, ¿todos los que presencien este drama
se andarán con más cuidado al ver que el marido ofendido puede tomar
justicia por sí mismo? ¿La consecuencia del pecado es la muerte?
El adulterio, la lujuria, los celos, la envidia, incluso la soledad, todo
junto, condujo a un duelo que acabó en una muerte, que, en las historias
de los duelos, son siempre innecesarias.
18
Speckman, op. cit.
19
Idem.
I. Introducción
Las tendencias actuales del desarrollo del Derecho se han visto influencia-
das directamente por los cambios sociales, los que gradualmente han ido
modificando algunas instituciones jurídicas, de entre las cuales destaca, la
tendencia a la socialización del Derecho, que pasa de una igualdad jurí-
dica formal a una igualdad jurídica material. Es a partir de esta tendencia
que hemos buscado vincular una corriente de pensamiento nacida de la
economía y proyectada a la actividad humana en su conjunto, el paradig-
ma del desarrollo humano, con el objeto de hacer patente que a partir
de la tendencia antes mencionada, el Derecho puede convertirse en un
instrumento inmejorable para sentar las bases de un entorno más justo
y con mayores oportunidades para los individuos, en este caso desde el
proceso legislativo y el ejercicio de la jurisdicción, a partir del análisis fun-
cional del Derecho. Para tales efectos, hemos divido este trabajo en dos
grandes secciones, la primera en relación con el análisis del paradigma del
desarrollo humano, así como la segunda respecto a la función del Derecho
como instrumento que facilite el cumplimiento de los principios y objetivos
de dicho paradigma.
1
“… las personas ocupan un lugar central. El desarrollo se analiza y entiende en términos de
las personas. Cada actividad es analizada para ver cuántas personas participan en ella o se benefi-
cian de ella. La piedra de tope del éxito de políticas de desarrollo es mejorar la vida de las personas,
no sólo la ampliación de procesos productivos…”, tomado de: Ul Haq, Mahbub. El paradigma del de-
sarrollo humano, en: http://www.desarrollohumano.cl/pdf/1995/paradigma95.pdf, artículo disponible
en el sitio electrónico del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en Chile, consultada el día
15 de noviembre de 2010.
2
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Desarrollo Humano Informe 1990. Tercer
Colombia, Mundo Editores, 1990, p. 31.
7
“… Este informe ha escogido tres tipos de privación como centro de atención, la privación en
términos de esperanza de vida, alfabetismo e ingreso para lograr un nivel de vida decente… Para crear
un índice compuesto debía asignarse un valor mínimo (la serie máxima de privación igual a uno) a
cada uno de los tres indicadores y un valor deseable o adecuado (ningún rango de privación igual a cero)
debería especificarse para cada uno de los indicadores… Los valores mínimos y deseables o adecua-
dos son los puntos extremos de una escala marcada de uno a cero para cada medida de privación.
Al colocar un país en el punto apropiado en cada escala y al promediar las tres escalas, se obtiene
su índice promedio de privación humana, el cual cuando se resta de 1, da el índice de desarrollo hu-
mano…”. ”. Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Desarrollo Humano Informe 1990, op.
cit., pp. 40 y 41. Para un mayor detalle del método de medición del IDH sugerimos consultar las Notas
Técnicas de dicho documento. (pp. 224 a 233).
8
“La importancia de la esperanza de vida radica en la creencia común de que una vida prolon-
gada es valiosa en sí misma y en el hecho de que varios beneficios indirectos (tales como una nutrición
adecuada y una buena salud) están estrechamente relacionados con una mayor esperanza de vida”.
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Desarrollo Humano Informe 1990, op. cit., p. 36.
9
“En lo que respecta al segundo componente clave, los conocimientos, las cifras sobre alfabe-
tismo son sólo un crudo reflejo del acceso a la educación, particularmente a la educación de buena
calidad, tan necesaria para llevar una vida productiva en la sociedad moderna. Pero aprender a leer y
a escribir es el primer paso de una persona hacia el aprendizaje y la adquisición de conocimientos, de
manera que las cifras sobre alfabetismo son esenciales en cualquier medición del desarrollo humano”.
Idem.
desarrollo humano. Desde el año 1990 y hasta esta fecha, el PNUD ha pu-
blicado 20 informes los cuales, además de llevar un seguimiento sobre la
condición global y nacional del desarrollo humano y actualizar anualmente
el IDH de todos los países, ha tomado como una práctica tradicional, el
abordar el análisis de ciertas problemáticas globales que guardan una es-
trecha relación con el desarrollo humano e inciden en la consecución de
sus objetivos. Destacan dentro dichos análisis los siguientes informes: (i)
1991 financiación del desarrollo, (ii) 1993 participación popular, (iii) 1995
igualdad en la condición de los sexos, (iv) 1997 erradicación de la pobreza,
(v) 1999 mundialización con rostro humano, (vi) 2000 derechos humanos
y desarrollo humano, (vii) 2002 democracia, (viii) 2003 objetivos de desa-
rrollo del milenio, (ix) 2006 poder, pobreza y crisis mundial del agua y (x)
2007-2008 lucha contra el cambio climático.
La evolución de los informes del PNUD en materia de desarrollo hu-
mano ha sido muy interesante en el sentido de que ha fomentado el di-
namismo del paradigma, revisando su contenido y ampliando su alcance
a favor de las personas y sus necesidades, reafirmando la vigencia del
paradigma del desarrollo humano. Como parte de esta evolución y actua-
lización de los informes y el IDH, las variables e indicadores considerados
para la composición del IDH han aumentado. A manera de ejemplo vale la
pena mencionar que el IDH publicado en el informe de desarrollo humano
del año 2010, consideraba como componentes del IDH, los siguientes: es-
peranza de vida al nacer, años promedio de instrucción, años esperados
de instrucción, e ingreso nacional bruto per cápita.
La naturaleza dinámica y flexible del paradigma de desarrollo huma-
no, los informes sobre desarrollo humano y el IDH del PNUD son importan-
tes porque buscan ser la punta de lanza de un cambio social sostenido. En
un principio, el paradigma proponía la aplicación de guías o directrices uni-
formes a nivel mundial para la elaboración e implementación de políticas
públicas susceptibles de ser utilizadas en la mayoría de los países. Deri-
vado del dinamismo y flexibilidad antes mencionados e inherentes al pa-
radigma en cuestión, hoy existe un acuerdo generalizado en el sentido de
que la propuesta original del paradigma es limitada y, a partir de tal certe-
za, se pone de relieve que en la formulación de las políticas públicas cuyo
objeto sea la consecución de los objetivos del desarrollo humano, deberá
ponerse especial atención en reconocer la individualidad de los países y
las comunidades, proponiendo la formulación de estrategias de aplicación
de los principios del paradigma en contextos y realidades diferentes y es-
pecíficas. Es en esta etapa o proceso de formulación de políticas públicas
en la que debe cuestionarse el papel del Derecho y la importancia que
éste tiene en la consecución de los objetivos del paradigma del desarrollo
humano a partir de la necesaria consideración que éste último debe tener
sobre sus principios tanto en el proceso legislativo como en el ejercicio de
10
“… El aspecto funcional estaba muy presente —aunque insuficientemente desarrollado— en
la obra de Ihering. Kelsen, a pesar de llevar a cabo un análisis eminentemente estructural del Derecho,
tenía plena conciencia de que el Derecho no era otra cosa que una técnica de organización social,
un orden de la conducta humana. En la obra de Hart, el elemento funcional es clave para entender
aspectos básicos de su concepción, como lo distinción entre normas primarias (cuya función básica es
la de guiar la conducta de los individuos) y normas secundarias (que cumplen una función de certeza
—regla de reconocimiento—, de adaptación del Derecho a los cambios sociales —normas de cambio-
y de resolución de conflictos —normas de adjudicación o de juicio—)… Fuller, partía de un concepto de
Derecho eminentemente funcional: el Derecho en cuanto guía de la conducta humana. Y, desde luego,
los enfoques marxistas han tendido, en general, a destacar los aspectos funcionales del Derecho, al
considerarlo como un instrumento del que se sirve el poder del Estado para asegurar la dominación de
una clase sobre la otra, y como una ideología, puesto que contribuye a que esa dominación tenga lugar
de una manera encubierta…”, en: Atienza, Manuel. El sentido del Derecho, España, Ariel, 2001, p. 146.
11
Idem.
Por lo tanto, es el Derecho el que tienen que asumir, a través del proceso
legislativo y ejercicio de la jurisdicción, una función específica en cuanto a
dotar instrumentos jurídicas (normas, leyes, regulaciones) que consideren
los principios del paradigma del desarrollo humano como fuente directa
del contenido y fin de tales instrumentos normativos, es decir, que el ser
humano pase también a ser el centro de y fin último del Derecho,16 puesto
que “[el] llamado permanente … es a no perder de vista a la persona hu-
mana con su intrínseca dignidad, dado que si se pierde de vista al hombre
y a su sociedad nos quedamos con estructuras que resultan ininteligibles
al perder de vista el porqué y el para qué de las mismas…”.17 Lo anterior,
significaría un primer paso en la construcción de un Derecho más humani-
zado y más acorde con la realidad y aspiraciones de justicia de la mayoría
de los individuos.
Un segundo paso se refiere al ejercicio de la jurisdicción la cual, en
nuestra opinión, debe orientarse también a considerar los principios y ob-
jetivos del paradigma del desarrollo humano, superando una aplicación
formalista y legalista del Derecho buscando, en la medida de lo posible,
la administración de justicia, toda vez que “la actual conciencia jurídica
de la humanidad resiste mandatos que intenten justificarse por la sola in-
vocación de la autoridad que los emite o por explicaciones meramente
formales, y reclama explicaciones sustanciales. Pareciera acentuarse que
la sociedad confía más en la justicia que en la seguridad jurídica…”.18 En
este sentido la importancia de la labor del juez u órganos jurisdiccionales
es imprescindible en tanto que sus decisiones no se refieren ya a cuestio-
nes estrictamente jurídicas sino que se proyectan a otros ámbitos de la
actividad humana, considerando además que el juez, en el ejercicio de
su jurisdicción, proyecta en principio la resolución del conflicto planteado,
pero además tiene un efecto de incidencia general al generar criterios judi-
ciales apegados a principios que promueven el desarrollo del ser humano,
y no sólo a la Ley.
en proceso de positivación. 3. El derecho al desarrollo carece de valor jurídico, dado que no ha sido
reconocido por ningún instrumento internacional vinculante de carácter universal. El derecho al desa-
rrollo entraría de lleno en la ‘mera retórica’…”, en: Gómez Isa, Felipe. El derecho al desarrollo como
derecho humano en el ámbito jurídico internacional, Universidad de Deusto, España, 1999, pp. 63 y 64.
16
“… Los griegos y los romanos no dudaron de la obvia e inescindible conexión entre el dere-
cho y el hombre, lo que condensaron en los adagios: hominis causa omne ius constituitur y ubi homo
societas et ubi societas ibi jus… la pregunta por qué hay derecho es anterior a la pregunta qué es el
derecho, y aquellas nos lleva a la antropología… Kaufmannn coincide en esa inescindible vincula-
ción entre lo jurídico y lo humano concluyendo que ‘la idea de derecho es una imagen de la idea del
hombre…”, tomado de: Vigo, Rodolfo Luis, El Iusnaturalismo actual. De M. Villey a J. Finnis, México,
Distribuciones Fontamara, S.A. 2003, p. 198.
17
Ibidem, p. 199.
18
Vigo, Rodolfo Luis, De la Ley al derecho, México, Porrúa, 2003, p. 15.
I. Introducción
Con las reformas a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios
del Sector Público (en delante LAASSP), así como la Ley de Obras Públi-
cas y Servicios Relacionados con las Mismas (LOPSRM) publicadas en
el Diario Oficial de la Federación el 28 de mayo de 2009, así como con
la expedición de sus nuevos reglamentos (DOF 28 de julio de 2010) se
revolucionó el sistema de solución de controversias en materia de contra-
taciones públicas.
Entre otras cuestiones relevantes, tales como la posibilidad de aplicar
figuras como el arbitraje y otros mecanismos alternos de solución de contro-
versias (dispute boards, peritajes, etc.) se hizo una reconfiguración com-
pleta de la instancia de inconformidad como medio de impugnación de los
actos licitatorios, cuya nueva regulación legal se aparta de las caracte-
rísticas propias de los recursos administrativos, y se aproxima en buena
medida a un auténtico juicio contencioso administrativo especializado.
En el presente trabajo se expondrán las razones por las cuales se
afirma que la inconformidad no es un recurso administrativo, tanto por
su definición formal como por las notas que caracterizan su funcionamien-
to, y se explicará como esta instancia se parece ahora más a un medio de
solución de controversias de verdadera naturaleza jurisdiccional, lo cual
nos autoriza a pensar que puede ser la semilla para la posterior creación
3
Elementos de Derecho Procesal Administrativo, México, Porrúa, 2004, p. 52.
4
Derecho Administrativo del Distrito Federal, México, Porrúa, 2009.
5
Op. cit., p. 327.
6
Tratado Teórico Práctico de los Recursos Administrativos, 3a. ed., México, Porrúa, 1996, p. 57.
7
Diccionario de Derecho Administrativo, coordinador: Jorge Fernández Ruiz, México, Porrúa,
2003, p. 225.
8
Op. cit., p. 435.
9
Introducción al Estudio del Derecho Administrativo Mexicano, 4a. ed., México, Porrúa, 2004,
p. 345.
10
Op. cit., p. 226.
11
Citado por Arturo Iturbe Rivas, op. cit., p. 54
12
Teoría General del Proceso, 9a. ed., Oxford University Press, México, marzo de 2000.
propia mano; en una palabra, para mantener el orden jurídico y para dar
estabilidad a las situaciones de derecho.
Ahora bien, dicha función jurisdiccional se desarrolla a través del pro-
ceso, definido por Cipriano Gómez Lara como:
… el conjunto complejo de actos del Estado como soberano, de las
partes interesadas y de los terceros ajenos a la relación sustancial,
actos todos que tienden a la aplicación de una ley general a un caso
concreto controvertido para solucionarlo o dirimirlo.13
De igual manera, precisa que todo proceso se divide en dos grandes
etapas: instrucción y juicio. En la primera son actos por cuyo medio se fija
el contenido del debate (fase postulatoria), se desarrolla toda la actividad
probatoria y se formulan las conclusiones o alegatos de las partes (fase
preconclusiva); en la segunda etapa o parte del proceso, entraña el pro-
cedimiento a través del cual se dicta o pronuncia la resolución respectiva.
Como se ve de los anteriores conceptos, la actividad que desarrolla
el Estado cuando tramita y resuelve un recurso administrativo no encuadra
en los elementos típicamente descriptivos de la función jurisdiccional, que
ya su materia no ventila un conflicto de derechos e intereses preexisten-
tes, puesto que los actos administrativos que se pide sean revisados por
esta vía son resultado del procedimiento administrativo iniciado por las
propias autoridades de oficio o a petición de parte.
De esta forma, en los recursos administrativos no existe controversia,
técnicamente hablando, puesto que no se dirime en ellos pretensiones
contradictorias. Por esto, no podemos ubicar en los recursos un conflic-
to entre partes, sino que es la administración quien revisa sus propias
determinaciones, con carácter de interesado en el resultado que arroje
el medio de defensa, lo que le implica un carácter de juez y parte en el
procedimiento.
Como consecuencia natural de lo anteriormente dicho, el cauce a
través del cual se ventilan estos medios de defensa no tiene el carácter de
proceso jurisdiccional, sino de procedimiento administrativo recursal. Esto
queda de manifiesto si se analiza que, por ejemplo:
• En el recurso el promovente plantea sus pretensiones a través de
su escrito, que en el proceso jurisdiccional sería la demanda (fase
postulatoria), a la cual siempre le sigue una contestación del de-
mandado, y eventualmente, la posibilidad de la reconvención del
demandado o la ampliación de la demanda del actor, cosa que no
13
Ibidem.
a) Confirmarlo;
b) Declarar su inexistencia, nulidad o anulabilidad;
c) Revocarlo total o parcialmente;
d) Modificarlo u ordenar que sea modificado, y
e) Dictar uno nuevo, u ordenar que sea dictado uno nuevo que lo
sustituya.14
Resulta congruente esta amplitud de alcances con que puede resol-
verse un recurso administrativo si tenemos en cuenta que la autoridad
competente para ello generalmente es la propia emisora del acto, su su-
perior jerárquico u otra de similar naturaleza y jerarquía, pero que en todos
los casos estudiados se trata de órganos resolutores ubicados dentro de
la misma dependencia, entidad o institución pública de la cual emana el
acto impugnado.
Así, queda claro que por esta circunstancia no podemos hablar de
que en este tipo de medios de defensa en sede administrativa se actualice
el atributo de la imparcialidad, propio de las autoridades que resuelven
procesos que ventilan intereses contradictorios (controversias) de las par-
tes contendientes.
Por la misma razón, para el caso de que en la impugnación del acto
administrativo se acredite que el mismo adolece de alguna ilegalidad que
lo vicie, la autoridad que resuelve el recurso puede optar entre ocupar la
técnica del reenvío, ordenándole a la autoridad que lo dictó que lo modifi-
que o dicte uno nuevo que lo sustituya, o bien, puede el resolutor reasumir
la competencia original de la autoridad emisora el acto recurrido para mo-
dificar el acto o dictar por sí el nuevo acto que sustituya al viciado.
14
Artículo 12 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo.
15
Artículo 8 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo.
16
Artículo 9 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo.
17
Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, artículo 57, fracción II.
18
La LFPA establece un plazo de cuatro meses (último párrafo del artículo 92).
La regla que establece el artículo 83 de la LFPA indica que los actos sus-
ceptibles de combate vía recurso de revisión son aquellos que pongan fin
al procedimiento administrativo, a una instancia o resuelvan un expediente.
Así mismo, el numeral 84 de esa Ley, prevé que la oposición a los
actos de trámite en un procedimiento administrativo deberá alegarse por
los interesados durante dicho procedimiento, para su consideración, en
la resolución que ponga fin al mismo, y que la oposición a tales actos de
trámite se hará valer en todo caso al impugnar la resolución definitiva.
A) Definición
19
El artículo 83 de la LOPSRM, establece que las inconformidades pueden promoverse contra
actos de los procedimientos de licitación pública o invitación a cuando menos tres personas.
20
Artículo 83 de la LOPSRM.
Dijimos que en el caso del recurso de revisión, la autoridad que conoce del
mismo es el superior jerárquico de quien emitió el acto, y en esa calidad
tiene amplísimas posibilidades y alcances su resolución, ya que puede:
• Desechar el recurso.
• Confirmar el acto impugnado.
• Declarar su inexistencia, nulidad o anulabilidad.
• Revocarlo total o parcialmente.
• Modificarlo u ordenar su modificación.
• Dictar u ordenar expedir uno nuevo que lo sustituya.
Por su parte, la resolución a la instancia de inconformidad sólo puede
(artículo 92 de la LOPSRM):
• Sobreseer en la instancia.
• Declarar infundada la inconformidad.
• Declarar que los motivos de inconformidad resultan inoperantes
para decretar la nulidad del acto impugnado, cuando las violacio-
nes alegadas no resulten suficientes para afectar su contenido.
• Decretar la nulidad total del procedimiento de contratación.
• Decretar la nulidad del acto impugnado, para efectos de su repo-
sición, subsistiendo la validez del procedimiento o acto en la parte
que no fue materia de la declaratoria de nulidad.
• Ordenar la firma del contrato, cuando haya resultado fundada la
inconformidad promovida contra los actos y omisiones de la con-
vocante que impidan la formalización del contrato.
Dicho de otro modo, mientras que el superior jerárquico que resuelve
el recurso de revisión tiene plenitud de jurisdicción para modificar los actos
de sus inferiores o dictar nuevos que los sustituyan, la instancia de incon-
formidad sólo funciona como instancia de anulación, y opera siempre, a
través del mecanismo de reenvío, para que la autoridad competente corrija
sus actos, pero sin reasumir su competencia.
Esta distinción, a nuestro parecer, es de vital trascendencia, ya que
limita el alcance de las resoluciones de inconformidad, puesto que en nin-
gún caso pueden sustituirse en el ejercicio de facultades que son propias
de las convocantes, por ejemplo de evaluar propuestas y dictar sentidos de
los fallos. A lo único que se limita, es a verificar la correcta fundamentación
y motivación de los mismos, pero sin ir más allá de lo expresado por las
propias entidades y dependencias convocantes.
Respecto de este punto, al igual que las resoluciones recaídas en los re-
cursos administrativos, las referentes a las inconformidades serán válidas
hasta en tanto su invalidez no haya sido declarada por autoridad jurisdic-
cional y serán eficaces y exigibles a partir de que surta efectos la notifi-
cación legalmente efectuada.
Ello se desprende del contenido del artículo 93 de la LOPSRM, que
dispone que sólo podrá suspenderse la ejecución de las resoluciones
mediante determinación de autoridad administrativa o judicial competen-
te, lo cual es distinto de lo que ocurre en las resoluciones jurisdicciona-
les, que requieren para su ejecución que hayan causado estado, ya sea
porque transcurrió el término para que sean impugnadas, o bien porque
habiéndolo sido fueron confirmados en ulteriores instancias.
Sin embargo, por otro lado, la naturaleza de estas resoluciones no
cuenta con algunos atributos de los actos administrativos, que son au-
toejecutables, sino que requieren, tal como las resoluciones jurisdiccio-
nales, de un acatamiento de la autoridad administrativa responsable para
que la nueva situación jurídica ordenada surta efectos plenos.
El artículo 93 de la LOPSRM establece las bases que operan para el
acatamiento de las resoluciones de inconformidad, de los cuales destaca-
mos lo siguiente:
• La convocante acatará la resolución que ponga fin a la inconformi-
dad en un plazo no mayor de seis días hábiles.
• Sólo podrá suspenderse la ejecución de las resoluciones mediante
determinación de autoridad administrativa o judicial competente.
• Existe un procedimiento especial de verificación del acatamiento
de las resoluciones de inconformidad, con características aproxi-
madas a los incidentes de inejecución, repetición de acto, exceso
o defecto en el acatamiento de las sentencias judiciales.
implica que la vía jurisdiccional contenciosa está expedita para los particu-
lares sin necesidad de agotar previamente el recurso.
Esta circunstancia no se presenta en el caso de la instancia admi-
nistrativa de inconformidad, por lo cual afirmamos que su agotamiento sí
es necesario para asistir al foro judicial, en el cual impera el principio de
definitividad, es decir, que se hayan agotado previamente los medios ordi-
narios de defensa.
Al respecto, los artículos 92 y 93 de la LOPSRM disponen que contra
la resolución que ponga fin a la instancia de inconformidad y al incidente
de verificación del acatamiento de sus resoluciones, podrá impugnarse por
el inconforme o tercero interesado mediante el recurso de revisión previsto
en la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, o bien, cuando proce-
da, ante las instancias jurisdiccionales competentes.
De esta forma corroboramos también la conclusión de que la incon-
formidad es una instancia y no un recurso administrativo, puesto que
contra ella sí procede, ahora sí, el recurso de revisión, el cual sí es op-
tativo.
V. Bibliografía
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prestaciones a su cargo, lo cual se debe a que, por regla general, los con-
tratos se rigen por la voluntad de las partes, así como por la bilateralidad,
lo que genera que el incumplimiento de alguna de ellas, actualice el dere-
cho de la otra, a no cumplir con la obligación a su cargo mientras subsista
la falta de cumplimiento del acuerdo de voluntades. Por tanto, concluye, el
corte de suministro de la energía eléctrica por parte de la Comisión Fede-
ral de Electricidad no genera que la relación contractual entre el usuario y
dicho organismo, se transforme en acto de autoridad”.
En el caso a estudio, en contra de lo que sostiene la mayoría, hay el
predominio exclusivo de una sola voluntad, obrando como voluntad unila-
teral, que dicta su ley, no ya a un individuo, sino a una colectividad indeter-
minada y que se obliga de antemano, unilateralmente, salvo los particula-
res que desean aceptar la disposición legal.
En estos pretendidos contratos que de contratos no tienen sino el
nombre, no hay lo que en el caso sostiene la Sala de que “los contratos se
rigen por la voluntad de las partes, así como por la bilateralidad”.
En un principio el suministro de energía eléctrica, se prestaba a tra-
vés de un contrato privado, y se regía por los pactos privados; en la ac-
tualidad, la vida se paralizaría si llegara a faltar por la sola voluntad del
que suministra el servicio, el fluido. Cuando Edison construyó su primera
planta generadora de electricidad, podían los que deseaban, discutir con
él las condiciones del suministro y la manera de prestarlo; hoy, no es posi-
ble que ello se deje a la voluntad de las partes y tampoco puede aplicarse
en el caso lo que en derecho civil se sitúa en el contexto de los contratos
bilaterales.
Los que fueron actos contractuales, hoy no pueden quedar sujetos a
la voluntad de las partes, y si bien conservan en su apariencia algunos de
los elementos de los contratos, la verdad es que tienen otros elementos
esenciales más, que no permiten asimilarlos a esa figura, luego el argu-
mento base del criterio mayoritario de la Sala es equivocado.
Su naturaleza jurídica es propia, y no es la de un contrato como sos-
tiene la Sala. Se trata de un acto que requiere como elementos de exis-
tencia, no sólo el consentimiento y el objeto, sino lleva un elemento más:
la voluntad del Estado, pero no en la forma de una sanción general que
otorgan las leyes generales, permanentes y abstractas, y que se ponen
en movimiento por actos de los particulares; no, la voluntad del Estado
interviene como elemento esencial y definitivo, pues autoriza conforme ley
a los entes, en este caso un organismo descentralizado, para que propor-
cione el servicio público que entraña este acto jurídico administrativo.
ES POSIBLE QUE MÉXICO SEA UNA POTENCIA SEMBLANZA DE IGNACIO MELO RUIZ
MARÍTIMA Vargas Morgado Jorge / Espacio
Askar Camacho Rubén Abdo / de nuestros ex-Directores / Otra . . . . 275
Artículos de Fondo / Derecho Privado . . 67
EL DERECHO MATRIMONIAL CANÓNICO, A LA LUZ
THE CONSISTENT INCONSISTENCY IN DEFINING DE LA NUEVA LEY
CYBERSPACE SPATIAL LEGAL BOUNDARIES Vela del Río Jaime / Espacio
Barrio Fernando / Artículos de Fondo de nuestros ex-Directores / Otra . . . . 277
Derecho Público. . . . . . . . . . . . . . 83
POR UNA JUSTICIA PARA MENORES DE EDAD PALABRAS DEL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD
EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL LA SALLE
Pérez Sánchez Rubén F. / Artículos Luna Salas Ambrosio / Cátedra
de Fondo / Derecho Público. . . . . . . . 51 Prima / Otra . . . . . . . . . . . . . . . 215
RESEÑA DEL LIBRO “EL CONOCIMIENTO JURÍDICO” DE NÜREMBERG A LA HAYA. LA CORTE PENAL
DEL PROFESOR JUAN ANTONIO MARTÍNEZ MUÑOZ INTERNACIONAL: ENTRE LA ESPADA Y LA BALANZA
PUBLICADO POR LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE José R. Grijalva Eternod / Artículos
DE MADRID de Fondo / Derecho Público. . . . . . . 71
Juan Pablo Pampillo Baliño / Reseñas /
Otra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 233 EL FRACASO DEL JUICIO DE AMPARO
EN LA PROTECCIÓN DE LA LIBERTAD PERSONAL
DISCURSO DEL DIRECTOR DE LA FACULTAD DE ANTES DELPROCESO PENAL
DERECHO DE LA UNIVERSIDAD LA SALLE Jorge Nader Kuri / Artículos
Jorge Nader Kuri / Cátedra Prima / de Fondo / Derecho Público. . . . . . . . 91
Otra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237
LA JUSTICIA DE MENORES Y SU IMPLEMENTACIÓN
PALABRAS DEL LIC. EDUARDO MEDINA MORA, EN EL ÁMBITO FEDERAL
PROCURADOR GENERAL DE LA REPÚBLICA. Rubén F. Pérez Sánchez / Artículos
“RETOS Y PERSPECTIVAS DE LA JUSTICIA PENAL” de Fondo / Derecho Público/Social . . . 129
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Prima / Otra . . . . . . . . . . . . . . . 241 EL DERECHO AL ACCESO A LA INFORMACIÓN
PÚBLICA GUBERNAMENTAL
ENCUENTRO INTERNACIONAL SOBRE Y SUS EFECTOS NEGATIVOS
LA ENSEÑANZA DEL DERECHO, Magdalena Díaz Beltrán / Artículos
FORMACIÓN Y CAPACITACIÓN DE PROFESORES de Fondo / Derecho Público. . . . . . . 145
E INVESTIGADORES DE DERECHO
Verónica Bátiz Álvarez / Ponencia / ANÁLISIS A LAS REFORMAS DEL CÓDIGO CIVIL
Derecho Social . . . . . . . . . . . . . 249 PARA EL DISTRITO FEDERAL, PUBLICADAS
EL 22 DE ENERO DE 2010
EN LA GACETA DEL DISTRITO FEDERAL
No. 15 Julio 2010 Nelson Ulises Monzalvo Laguna /
Opinión / Derecho Privado . . . . . . . 161
EL BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD Y LA TUTELA
EFECTIVA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES EL SENTIDO COMÚN PARA THOMAS REID
EN MÉXICO. APUNTES PARA UN ESTUDIO Nicéforo Guerrero Espinosa /
JURISPRUDENCIAL Y UN ESBOZO SOBRE Opinión / Derecho Social . . . . . . . . 169
LA IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO
INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
EN NUESTRO SISTEMA JURÍDICO
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