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“El mundo del baúl”

Dramaturgos: Lily y Teo.


Acto 1: ¿Dónde estamos?
Blanca y Manuel se encuentran jugando en la bodega de la abuela. Observan y juegan
con las cosas hasta que encuentran un baúl. Lo miran sorprendidos.

Blanca: ¿Te imaginas para qué lo habrá ocupado


la abuela cuando joven? Yo pienso que ahí
guardaba todos sus vestidos (suspira y cierra los ojos, como
imaginando algo).

Manuel: (ríe) ¡Esos son sueños de niñas! Yo pienso


que el abuelo guardaba todas las cosas para ir de
pesca y caza
caza (imita como si estuviera pescando).
Blanca: (mirando a Manuel de forma sorprendida) Manu… ¿y si
vemos que hay ahora adentro?
Manuel: (con cara pensativa) La abuela se puede
molestar… ¡pero hagámoslo!
Antes de continuar, ¿qué crees que sucederá?

¿Qué harían ustedes?

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Silenciosamente y en puntillas, se acercan al baúl, lo abren y caen dentro de él. Manuel y
Blanca giran, como si cayeran en un remolino, hasta caer sentados.

Blanca: Manu, ¿dónde estamos? Todo esto es


muy extraño. Estos árboles parecen de algodón de
azúcar…
azúcar… ¡Y ¡Y mira! Tienen manzanas confitadas
como frutos.
frutos.
Manuel: (se encuentra de rodillas, comiendo caramelos del suelo y con la boca
llena, responde) Sí, esto es muy extraño ¡pero delicioso!

Mira allá, ese río parece de chocolate. Corramos


hacia él para probarlo.
Blanca: ¡Sí vamos!

Unos ojos, escondidos detrás de unos matorrales de gomitas, observan; y cuando los
niños se van, esa persona los sigue.

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Acto 2: Un feliz reencuentro

Los niños están saboreando las aguas del río, muy felices, cuando ven una persona
acercarse. Sus rostros reflejan miedo y luego duda.

Blanca: ¿Abuela?
Abuelita: Sí, soy yo. Veo que han descubierto este
maravilloso secreto.
Manuel: Pero ¿tú también sabías de todo esto?
Abuelita: ¡Claro que sí! Cuando era muy pequeña
lo descubrí. No había querido contarles nada,
porque sus dientes podían pasar susto aquí (los apunta
con el dedo). Así que quiero que me prometan algo.

Manuel y Blanca responden al unísono.

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Manuel y Blanca: Sí abuela, ¡dinos!
Abuelita: Guardarán este secreto y respetarán este
lugar, tal como lo hacen con su propio mundo y
hogar.
Blanca: ¡Claro que sí abuelita! Lo respetaremos y
cuidaremos, así como lo hacemos con casa
también.
Manuel: Sí abuelita, aunque cada recurso natural
de aquí se ve delicioso, es importante cuidarlos
también.
Abuelita:
Abuelita: Muy bien chicos, entonces volvamos a
casa, que una rica cazuela nos espera.
Blanca: (la mira con cara de decepción) ¡Pero abuelita!
Manuel: Bueno, el postre lo podemos venir a
buscar acá.

Todos ríen y vuelven juntos de la mano hacia el árbol que los trasladará nuevamente a
casa.

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