Está en la página 1de 1

Proxemica

Un concepto que influye de manera determinante en la forma de comunicarnos cara a cara


es la proxémica, que estudia la distancia que separa a dos personas cuando están
interactuando. ¿Por qué será tan importante medir este espacio que nos separa?

En primer lugar, la distancia entre dos personas nos revela la afinidad que tienen entre sí;
un ejemplo clásico es en el entorno laboral. ¿Cuántas veces nos ha pasado que hemos
“sospechado” que existía una relación a escondidas entre dos compañeros en la oficina, sin
saber exactamente por qué? aparte, por supuesto, de las frecuentemente inexplicables risas,
los encuentros casuales y las excursiones mutuas al cafetín, la estrecha distancia que ponen
entre sí definitivamente es el indicador correcto a utilizar.

Por otra parte, el conocer los “límites” a los que podemos llegar al acercarnos, nos
permitirá ser más asertivos a la hora de comunicarnos. En algunas situaciones, cuidando de
no invadir el espacio de una persona alterada, o acercándonos un poco más a alguien que
necesite nuestro apoyo.

Hoy mismo puedes hacer un sencillo ejercicio: trata de medir mentalmente la distancia que
separa a las personas que ves, cuando estén hablando. La proxémica es realmente
específica en cuanto a los márgenes dentro de los cuales interactuamos; es lo que se conoce
como “espacio fijo”. Imagínense que ustedes son el sol y los planetas orbitan alrededor de
ustedes; esas órbitas estarían definidas de la siguiente manera:

Distancia íntima: La reservamos para personas de nuestra (íntima) confianza. Separados


entre nosotros por menos de cincuenta centímetros es fácil utilizar varios recursos de
comunicación: El habla, los gestos, y el tacto.

Distancia personal: Para hablar con nuestros conocidos, nos separamos de ellos entre 50
centímetros y un metro. Es fácil medir la distancia personal, pues equivale a grosso modo a
la longitud del brazo. Claro, ¡No es para que estén extendiendo el brazo a cada rato para
“medirse”!

Distancia social: De uno a tres metros, es la distancia con la que nuestra mamá estaría
cómoda al hablar con extraños. Con frecuencia esta es una afirmación un tanto exagerada,
pues se supone que para poder conversar con una persona debemos acercarnos a ella un
poco más.

Distancia pública: Empieza a partir de poco más de tres metros, sin límites. Generalmente
aplica para grupos de personas y requiere de un tono de vos más alto de lo normal (¡O un
megáfono!)

Es importante recordar que estos estimados varían radicalmente entre países. No olviden
que “donde fueres, haz lo que vieres“.

También podría gustarte