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MORTEROS Y HORMIGONES
ALBERT JOISEL
Ingeniero de I’École Polyteclmique. Director del Laboratorlo del Centre
d’fitudes et de Recherches de I’lndustrie des Liants Hydrauliques
FISURAS Y GRIETAS
EN MORTEROS Y
HORMIGONES
SUS CAUSAS Y REMEDIOS
Prólogo de H. LAFUMA
Director del Centre d’fitodes et de Rechercher de 1’Industrie
des Liants Hydrauliques
Q U I N T A EDICION
1981
Quinta edición española traducida del francés por
SANTIAGO HOSPITAL RUSINOL
Ingeniero Industrial
Publicada por
EDITIONS SCIENTIFICRJES TECHNIQUES ET ARTISTIQUES, S. T. A. R. - PARIS
Impreso en España
Printed in Spain
Al rendir homenaje a las cualidades del cemento actual, que les permite prever
formas en las que jamás se h.ubiera podido soñar antaño, los constructores expre-
san siempre su pesar por la existencia, en un material tan notable, de un “pequeño
defecto”, la retracción, y se interesan sobre la posibilidad de producir industriul-
mente un cemento carente de ella.
Y es que el cemento no es más que uno de los varios factores que influyen
en la retracción y en la fisuración de los morteros y de los hormigones, y si la
conferencia mencionada se refería especialmente al examen de la innfluencia del ce-
mento, y por consigu.iente iba dirigida a los fabricantes, sin embargo, no podia
dejar a un lado los numerosos factores, a veces’ preponderantes, de los que el wua-
rio es el único responsable:
tiuamente las fisuras mencionadas procedían del empleo de un cemento poco indi-
cado a la técnica, constructiva utilizada, podían observarse en la obra otras fisuras
cuyo origen eran otras muchas causas: algunas debidas ‘a un asentamiento del te-
rreno, otras a la ausencia de juntas de dilrtación en elementos de dimensiones
demasiado grandes. Sin embargo, no es siempre fácil poder llegara determinar la
causa de una fisura.
El laboratorio del Centre d’Études et de Recherches de 1’Industrie des Lyants
Hydrauliques es consultado con frecuencia sobre la clase de cemento mác conve-
niente para ciertas obras, y, en especial, para evitar las fisuras. El fin de dicho
Centro es, indudablemente, estudiar la influencia de las caracteristicas de un ce-
mento desde el punto de vista de la retracción y de la fiswación. pero no hay que
olvidar el examen de otros factores.
Es a& como M. A. Joisel ha podido reunir los elementos de la obra que tengo
el honor de presentar, ilustrada con numerosas fotografías tomadas al azar, durante
las visitas efectuadas a diversas obras.
H. LAFUMA
íNDICE
Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Anotaciones principales . . . . . . . . . . . . . . 10
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
CAPfTULO PRIMERO
CAPfTULO II
CAPfTULO III
CAPfTULO IV Pbp.
CAPfTULO V
CAPfTULO VI
CAPfTULO VII
CAPfTULO VIII
CAPfTULO I X
CAPfTULO X
retracción hidráulica máxima del “mortero normal” tensión de rotura potencial a tracción del hormigón.
del orden de 600 a 1.200 p/m. tensión de rotura bajo carga lenta a tracción del hor-
Rc retracciún potencial del hormigón. migón.
Ra retracción máxima del hormigón (a largo plazo). resistencia al cizallamiento.
? radio de curvatura I adherencia (revestimiento, armadura).
superficie libre del hormigón. momento flector.
s
I sección de la armadura. volumen de hormigón.
S sección de hormigón.
flecha.
0 compacidad de árido.
diámetro de una barra.
tiempo.
coeficiente, de rozamiento.
T tensión de rotura a tracción, o resistencia a la tracción
del hormigón. coordenadas.
To tensión de rotura instantánea a tracción del hormigón. ángulo de rozamiento.
T’ tensión de- tracción del hormigón. ángulo de rozamiento interno.
Llamamos conglomerante al conjunto de cemento Los conglomerantes se mezclan con Midos para dar
(o de “conglomerante hidráulico” propiamente dicho) lo que se llama “morteros” y “hormigones”. Se puede
y de los productos de adición eventuales, compren- decir que el mortero está hecho con “arena”, es decir,
diendo productos solubles, o bien productos por lo con árido cuyos granos tienen una dimensión máxima
menos tan finos como el cemento (arcilla, etc.). normalizada inferior o igual a 6,3 mm ; el hormigón
Llamamos cemenfos Portland a los que contienen está hecho con un árido cuyos granos tienen una di-
clinker y yeso exclusivamente, y cementos “Portland” mensión máxima superior a 6,3 mm. Este límite es
a los que contienen, además de clinker y,yeso, hasta convencional, y en lo que sigue, salvo especificación
un 35 % de escoria granulada o 20 % de puzola- contraria, la palabra hormiggón designará el mortero o
n a (1,8). el hormigón, en el sentido en que viene de ser definido.
En todas las construcciones en que interviene el cemento existen fisuras, las cuales aparecen general-
mente al cabo de algunos años, a menudo después de algunas semanas y a veces incluso transcurridas unas ho-
ras. Las causas de estas fisuras son varias, y su apreciación es difícil.
De la observación de los fenómenos se pueden sacar algunos principios que permiten plantear los pro-
blemas, y por lo tanto resolverlos, por lo menos en parte. Sin embargo, las fistiras proceden de roturas que
suelen tener lugar bruscamente. Dada la heterogeneidad de las deformaciones y las tensiones que caracterizan
las construcciones de cemento, es necesario atenerse a interpretaciones delicadas: de dos piezas semejantes, en
condiciones +aks, una se fiszcrB y la otra permanece intacta.
De ello resulta una confusión y una inseguridad que pueden dejar indecisos a ingenieros experimentados
e incitarlos a dejar las cosas al azar o a buscar una cabeza de turco. Es el cemento quien a menudo desempe-
ña este papel, a quien además de sus propios defectos, se le atribuye la mayor parte de los vicios de las cons-
trucciones : su primacía le confiere todas las responsabilidades. El constructor se inclina a decir : “Es el cemento
el que proporciona resistencia al hormigón, pero provoca una retracción hidráulica, un calor de hidratación,
reacciona con algunos agentes químicos.. . , es, pues, a él a quien tengo que pedir responsabilidades”. Si se
producen fisuras, cambia de proveedor; con frecuencia se somete la obra a una serie de simultáneas modifi-
caciones, voluntarias e involuntarias, en la composición del hormigón, en su vertido, en su conservación, en
BUS armaduras. Todo ello puede ser quizá más eficaz que lo primero, pues las cualidades del hormigón no de-
penden tan sólo del cemento. Es posible imaginar que llegará el día en que será posible obtener un cemento al
que no se le puedan poner reparos. Por el momento, hay que cenformarse con sus defectos; desde hace un
siglo se ha aumentado la estabilidad de los cementos, su resistencia mecánica, su resistencia química, su resis-
tencia a la congelación y su uniformidad; ahora, por lo tanto, sólo pueden ir mejorándose lentamente, que es
cuanto, de momento, puede hacerse.
Los constructores (tanto si .son ingenieros, arquitectos o albañiles) se esfuerzan en disminuir los coefi-
INTRODUCCIÓN
tientes de seguridad, aunque sólo sea para luchar contra la competencia. Fatalmente, pues, en sus construc-
ciones aparecerán fisuras. Éstas, sin duda, se producirán siempre, pero sabemos que en general podrían eki-
tarse, o, por lo menos, reducirse, y que, por lo tanto, los gagtos de reparación, y los de sustitución ulterior
de ciertos elementos, están muy por encima de la economía deseada.
Por otra parte, las responsabilidades están a menudo mal repartidas entre el productor y el usuario
del cemento. El ideal sería que el usuario exigiera al cemento unas cualidades, y que el productor lo obtu-
viera por medio de una juiciosa elección de las características. Ahora bien, no siempre sucede así: en lugar
de pedir un cemento que en determinadas condiciones confiera al hormigón una determinada trabajabilidàd,
unas determinadas resistencias mecánicas, unos determinados módulos de deformación, una determinada resis-
tencia química, unas ciertas retracciones y dilatación hidráulkas, una cierta elevación de temperatura, una de-
terminada resistencia a la congelación, un color determinado, etc., el usuario exige a veces que el cemento
tenga un cierto índice de hidraulicidad, una determinada cantidad de cal, de aluminato tricálcico, de álcalis, de
sulfatos, de magnesia, una determinada finura, una cierta cantidad de escorias, etc. El fabricante se esfuerza
en dar al cemento las características pedidas, ‘pero si se producen fisuras no es él el único responsable.
Esta anomalia en la repartición de responsabilidades tiene sin duda un origen histórico : antaño 10s inge-
nieros empleaban en sus construcciones cementos que fabricaban productores menos entendidos. No existía
ningún método normalizado para verificar la calidad de dichos cementos y los ingenieros se veian en la nece-
sidad de explicar a aquéllos cómo debían de fabricarlos. Actualmente, las cosas han cambiado y es necesario
que los fabricantes conozcan por lo menos tanto de la fabricación de cementos como los usuarios ; sin embargo,
este estado de cosas se debe también a la dificultad que representa la normalización de ensayos de recepción lo
suficientemente completos y breves (1,8, 2,411, 3,41 4,25 4,34, 4,44, 6,73.l).
El problema de las fisuras del cemento es muy amplio. Nosotros hemos procurado recopilar lo esen-
cial, sin entrar en detalles que podrian ser objeto de obras posteriores.
aSABER EN REALIDAD
ES CONOCER LAS
CAUSAS... =
Francois BACON
(1561-1626)
PRIMERA PARTE
CAPITULO PRIMERO
Si mantenemos aplicado indefinidamente el esfuerzo estudiadas debido a la dificultad que existe de medir-
f, el hormigón, por un fenómeno de fluencia, continúa las directamente; sin embargo, se puede hacer una
alargándose hasta alcanzar una longitud Aloo. La re- estimación de las mismas como consecuencia de los
f - análisis hechos en los laboratorios y en las obras.
lación dl - M’co que llamaremos módulo de de-
Según las condiciones de deformación, los módulos
formación?enta, es menor que el módulo de defor- que intervendrán después en los cálculos y en las fór-
mación instantánea m0.l mulos serán aquellos que correspondan a los valores
Si mantenemos indefinidamente el alargamiento Alo, de las cargas, a las velocidades de carga, a la duración
el esfuerzo de tracción, con el transcurso del tiempo, de aplicación de las mismus, etc.
disminuye por relajación hasta alcanzar un valor f’.
En las mismas condiciones de permanencia indefini-
da, la menor tensión necesaria para romper el hormi-
gón es Toa (menor que T,), a la cual corresponde el 1,111 MóDuLos DE DEFORMACIÓN Y DE ROTURA A
l’a
módulo de rotura bajo carga lenta- =M CQ, que TRACCIÓN.
A I-co
es el menor de todos los módulos de deformación y El orden de magnitud de los módulos del hormigón
de rotura. (hormigón de árido 0/20 mm dosificado a 350 kg de
A tensiones aplicadas durante un tiempo más o me- cemento por m3 y medianamente vibrado, conservado
nos largo, corresponden deformaciones que vienen en agua a 20” durante 90 días) es el siguiente:
representadas en la figura 1.1 por puntos situados
dentro de la zona rayada. Para tensiones aplicadas du- df z 400.000 kg/cm2
módulo de elasticidad r
rante uniiempo t, la curva (T), a la que corresponden
un “módulo de rotura en el tiempo t” y un “módulo módulo de rotura instan:ánea Mo Z 300.000
módulo de rotura bajo carga lenta M co ~100.000.
de deformación en el tiempo t”, está situada entre las
curvas (T,) y (Toa). Las curvas (T,) (T) y (Ta) se Dichos módulos son tanto menores cuanto menor es
deducen aproximadamente was de otras por una dila- la dosificación; más corto el período de conservación
tación en el sentido de las abscisas (cerca del origen). en agua y mayor el número de ciclos de deformación.
La experiencia ha demostrado que de una manera
1‘
general el alargamiento de rotura M de distintos
hormigones, es tanto mayor cuanto menor es la tensión 1,12 ROTURA POR CohwREsIóN SIMPLE.
de rotura, lo que se puede expresar diciendo que:
Las consideraciones anteriores (1,ll) sobre la rotu-
EL AUMENTO DE LA RESISTENCIA ra por tracción se puede aplicar a la compresión sim-
VA ACOMPARADO DE UNA DISMINU- ple, si bien es necesario tener presente que:
CIóN D E L A L A R G A M I E N T O D E R O - 1. La tensión de rotura por compresión C es mucho
TURA Y DE UN AUMENTO PROPOR- mayor que la tensión de rotura por tracción T : la re-
CIONALMENTE MAYOR DE LOS lación C/T es del orden de 10. Las tensiones y las
MóDULOS D E R O T U R A . deformaciones en uno y otro caso serían del tipo de
las representadas en la figura 1.2.
Por lo tanto, si en unas ciertas condiciones de rotu- 2. A tracción, la rotura sobreviene de repente,
ra se obtiene con un hormigón la curva (T) (fig. l.l), mientras que a compresión existen ya fisuras más 0
en las mismas condiciones, con un hormigón de ma- menos visibles para un esfuerzo algo inferior al “es-
yor resistencia (más rico en cemento, 0 más compacto, fuerzo de rotura”.
o de más edad, etc.), se obtiene una curva (T”) tal, que Como consecuencia de ello los diversos módulos de
el alargamiento de rotura AL” es menor que el alar- rotura por compresión sin inferiores que por tracción.
gamiento de rotura AL.
Las deformaciones del hormigón a la trawión, fun- Si el hormigón está sometido a un esfuerzo de pre-
damentales en el estudio de las fisuras, han sido poco tensado Ci, las tracciones que ulteriormente puedan
aplicársele hacen que el punto representativo de la fi-
gura 1.2 se desplace sobre una recta AB sensiblemente
1 Véase “Qué sabemos de la deformación plástica y de la
fluencia del hormigón”, por R. L,HERMITE, Annoles del paralela a la tangente en el origen a la curva (Co) ;
I’ITBTP, septiembre, 1957. dicho de otro modo, los módulos de defornmción apa-
gura 1.1 a wa recta (ley de Hooke), en el momento
de producirse la rotura, se tiene:
2b e4
P=3LT
Fig. 1.2
1,2 LÍMITES DE DEFORM@IóN ANTES
i-cr~te del hormig6n son del mismo orden que su mó-
DE LA ROTURA
.dulo de elasticidad.
El hormigón tiene una débil resistencia a la trac-
ción, en coniparacicín con su resistencia a la compre-
sibn (1,12) y todavía aquélla puede ser menor en
1,13 ROTUKA POK CIZALL.4JIIE~TO. determinadas zonas a causa de retracciones diferen-
ciales (.5,3) ; por ejemplo, una losa de hormigón libre-
~:sperimentalmelite se ha encontrado que la tensión mente apoyada, de una luz L y de un espesor e, que
s o p o r t a u n a carga zrnifovwzcvr~cvzte repartida P
de rotura por rira!laruirrrfo f = ‘, de UMI slrperfi- (kg/cm”) está sometida en la mitad del vano a un mo-
cie S (fig. 1.3) cs apro.“irvladavlrcvIfc igual a la tensióvz mento flector máximo de :
de rotura por traccicirl (1,ll).
M (módulo de rotura) gura 1.4). Las fisuras del muro de contención curvo de
= 15O.OQO kg/cm2 la figura 1.4 a son debidas principalmente a la tracción
1 (momento de inercia) horizontal provocada por el empuje de las tierras.
e3 - 8.000
- =667
=-ET- 1 2
Se obtiene :
5 TL* 0,208 TL*
cp =m= = 0,87 cm.
Me
Bajo la acción de una carga concentrada P en la
mitad del vano de una losa libremente apoyada, se
obtendría :
UX+
De donde:
2 Te*
P= 3L
Y
PL3 TL* 0,167,TL2
P =--=G-s= = O,?O cm.
48 MI Me
y para una carga concentrada en la mitad del vano, de
una losa con empotramiento perfecto en sus extremos :
U máxima =‘.F
iii,8
De donde:
- 4 Te* -
p- 3 L
Y
PL3 TL* 0,083 - 1‘L2 = o 35 cm
(P=m=-= >
12 Me Me
Si la losa de hormigón está solicitada a tracción sim-
ple, se fisura para un alargamiento :
30
hL=L&5OOX - =O,lO cm, es decir,0,2 Oloo.
150.000
Mientras que a compresión puede soportar un acor-
tamiento del orden de 2 cm, o sea del 4 O/w (1,12).
Vemos, pues, que todas estas deformaciones son
relativamente pequeñas y que el hormigón es un ma-
terial bastante frágil ; incluso debe de considerarse a
menudo como aproximadamente indeformable, en par- Fig. 1.4 a
ticular en el caso de que puedan existir asentamientos
importantes del terreno (1,41), y las fisuras debidas a A comnpresión simple las fisuras son paralelas a la
las deformaciones son más frecuentes de lo que podría dirección de la tensión (fig. 1.5). La separación entre
creerse. ellas varía y su trazado es irregular (debido a la hete-
rogeneidad del material), llegando a cortarse algunas
veces segím un ángulo agudo.
En una anterior publicación’ dimos una explicación
1,3 RECONOCIMIENTO DE LAS FISURAS a estas grietas de compresión: los módulos de rotura
A tracción simple, la superficie de rotura del hormi- 1 “La rotura del hormigón a compresión”, por A. JOISU,
gón es perpendicular a la dirección de la tensión (fi- Reme des Materiaux de Construction (marzo, 19%).
de 10s granos más gruesos del árido y de lo que po- tiende a acortarse diez veces más que los granos ma-
dríamos llamar el “hormigón intersticial” compuesto yores, creando superficies de cizallamiento paralelas a
la dirección del esfuerzo (fig. 1.3) que tienden a pro-
longarse y a juntarse siguiendo preferentemente las
superficies de separación entre el agregado y el “hor-
migón intersticial” (fig. 1.6). Esto mismo puede pro-
ducirse en el seno del “hormigón intersticial” que
contiene un agregado grueso y un “hormigón inters-
ticial” de agregado más fino, y así sucesivamente.
En el caso de compresión no simple, cualquiera que
sea la dimensión máxima del árido (o del cemento
para la pasta pura) las grietas siguen las isostáticas de
prkera especie.
Fig. 1.6
20 LAS FISURAS DEL CEMENTO
AS&VbOW&dO Asi~fam//e/srfo
Fig. 1.7 b. - Esfuerzo cortante de un reves- Fig. 1.7 c. - Cizallamiento de un muro provocado por la
timiento aplicado sobre una junta de asenta- retracción de la estructura superior, o un asentamiento de
miento. los extremos.
1.1~~. 1.7 g. - CIL;~~~;IIII~~~I!~~~ (1~: un muro que soporta una masa Fig. 1.7i.-Esfuerzo cortante de la escalera de una basílica,
de rocas esquistosas. debido al asentamiento de las cimentaciones.
cemento (fig. í.4). La sección de rotura normal es AB, probeta son entonces $1 y GtL’, el doble, aproxima-
pero el esfuerzo ‘F$de la máquina de tracción se trans- damente, de l?r y $2. Como en CI y Cs las superfi-
+ cies de contacto son teóricamente puntuales, y prác-
-+ + +
mite a la probeta según Fr = F2 = $. Fr se des- ticamente muy pequeñas, las tensiones de compresión
-+ -3 en dichos puntos son muy grandes. Las isostáticas de
, compone, por ejemplo, en F’r y F”r. Si el coeficiente primera especie que pasan por Cr y C:! tienen, pues,
de rozamiento de la probeta sobre las mordazas es la forma CrGC2 que se indica en la figura. Esta ro-
nulo (probeta grasa) no existirán componentes tan- tura anormal puede también dar lugar a una grieta
genciales F’r y F”2 en Cr y Ca. Los esfuerzos sobre la como DEG.
22 L.4S FISUR.4.T DEL CEMENTO
t
En flexión conzpuesfa es muy posible que sea la
fibra más comprimida la que primero se fisura (fi-
gura 1.11) ; éste puede ser el caso de una viga de hor-
migón armado (fig. 6.4 a).
Fig. 1.11
Fig. 1.12
/ /
LLI
igual a G - g, siendo Q
el ángulo de “rozam.iento
interno” del hormigón.
ZUnCh-0
rk orero
Fig. 1.10 Fig. 1.13
CAUSAS DE LAS FISURAS 23
L= 1.000 cm
Ejemplo :
1,P DEF’OBMACIONES DEBIDAS AL PESO T = 50 kg/cm2 (medido a flexión.
DE UNA PIEZA DE HOBMIGóN Véase 1,14).
Resulta :
Una pieza vertical (pilar) de hormigón debe poder e434 cm.
soportar a compresión, antes de la rotura, una tensión
de varios centenares de kilogramos por cm2 ; la rotura
de la figura 10.1 a es excepcional. 1,41 DEFORMACIONES DEL TERRENO.
A flexión, una losa (o cualquier pieza de hormigón
de forma paralepipédica) de densidad 2,3, dispuesta Las deformaciones debidas al peso de una estructu-
sobre dos apoyos distantes entre sí de L soportará su ra de hormigón pueden verse incrementadas conside-
peso propio : rablemente a causa de los asentamientos de las cimen-
taciones debidos a la heterogeneidad del terreno en
c (cm) x 2,3 calidad y en espesor, incluso en el caso de obras ci-
P (kg/cm*) = I--~ ooO
mentadas sobre roca (cuyo módulo de deformación
si puede ser inferior al del hormigón) ; el cálculo ha de-
mostrado qué asentamientos diferenciales pueden en-
P < s (vease 1.2).
trañar la aparición de grietas por flexión o por ciza-
llamiento, aparte de los movimientos orogénicos que
Eliminando P de entre estas dos relaciones, halla- pueden tener su importancia en las grandes obras de
mos que la losa (de hormigón sin armar) se fisura bajo las zonas montañosas. Un gran número de fisuras tie-
su propio peso cuando : nen como causa principal la deformación del terreno
(de lo cual tenemos un ejemplo característico en la
$ I 580 T figura 1.14) : figs. 1.14 a, 1.14 f.
Fig. 1.14 a. -Asentamiento de las cimentaciones de un muro IGg. 1.14 6. - Asentamiento de las cimentaciones de un
en un terreno en pendiente. pilón de un puente de ferrocarril.
Ver también :
Fig. 6.3. - Fisura vertical debida’ a un asentamiento.
Figs. 1.7 h y 1.7 i. - Fisuras de esfuerzo cortante (a 4S0 de Figs. 2 a y b. - Fisuras verticales debidas al asentamiento de
la vertical) debidas al asentamiento del terreno bajo una obra. los transmisores de una presa.
Fig. 2.18. - Fisma vertical debida a un asentamiento del te- Fig. 9.10. -Fisura vertical debida a un asentamiento del te-
rreno. rreno, situada entre fisuras debidas a la retracción.
Fig. 1.15
26 LAS FISIJRAS DEL CEMENTO
tición de las sobrecargas, la losa va girando progresi- (granos de arena, por ejemplo) provoca entonces grie-
vamente y la carretera se transforma poco a poco en tas por cizallamiento aproximadamente paralelas n la
una serie de planos ligeramente inclinados con resaltes superjicie del honlzigón (fig. 1.17 c).
de algunos milímetros, o incluso de varios centímetros.
En el curso de estas deformaciones la losa puede rom- Los bordes de las fisuras pueden también despla-
per por flexión (1,2), en general perpendicularmente zarse como indican las figuras 1.17 d y 1.17 e y dar
al sentido de la circulación (1,3), aunque alguna vez lugar a fragmentaciones.
lo haga en otras direcciones sobre todo si las capas
de cimentación o el subsuelo son heterogéneos (ca-
pítulo VIII). La figura 1.16 muestra un resalte que
sobrepasa los 2 cm ; las losas de hormigón se han a
agrietado casi paralelamente al sentido de circulación
y la grieta se ha fragmentado (1,6). ,--k
1,6 F‘RAGMENTACIóN
Fig. 1.16
DE LAS FZSURAS
-T--’ Fig. 1.17
un solo borde de la fisura. la flecha de la deformación En el ensayo de rotura sobre cilindro o sobre cubo2
para encontrar aproximadamente la misma resistencia
e s rp=kP $ [k depende de la repartición de la a la tracción T hay que dividir el esfuerzo (de com-
carga y del módulo de deformación del hormigón presión) por la sección rota.
(12) 1. La resistencia al cizallamiento (que no se puede me-
Las fragmentaciones, de las que depende principal- dir si no es a torsión) es sensiblemente igual a la
mente el ensanchamiento de la fisura, se ven acentua- resistencia a la tracción (1,13) (medida por el sistema
das a. medida que la longitud de aquélla aumenta (L de la fuerza centrífuga).
está elevada a la cuarta potencia) y cuando el espesor
de la pieza fisurada disminuye (e está elevada a la
tercera potencia).
1,8 INFLUENCIA DEL CONGLOMERANTE
SOBRE LAS RESISTENCLhS MECANICAS
1,7 VERIFICACION DE LA RESISTENCIA Las resistencias mecánicas de los hormigones de-
A LA DEFc’RMACIóN penden de su composición y de su ejecución (agrega-
do. dimensiones de las piezas, compacidad) y princi-
El hormigón es un material eminentemente hetero- palmente de la relación agua-cemento (en peso) em-
géneo. Las resistencias intrínsecas del mismo no tie- pleada (6,l) ; dependen también de las condiciones
nen, pues, valores fijos. Por ejemplo, la resistencia a de conservación (en particular de la temperatura y de
la compresión depende de la forma y de las tlimensio- la humedad) y, también, en sumo grado, de lo que se
nes de las piezas comprimidas; y, por otra parte, el podría llamar las resistencias intrínsecas del conglo-
calor de hidratación del cemento (3,5) puede hacer merante (cemento y productos adicionados eventual-
di:ícil una comparación de las resistencias de probetas mente).
de dimensiones distintas. Por lo tanto, las resistencias Estas resistencias intrínsecas se miden a distintas
y los coeficientes de seguridad correspondientes, si edades (en ocasiones a diferentes temperaturas) en un
bien dependen de los cálculos clásicos de la Resistencia mortero normal cuya composición debe estudiarse
de Materiales, dependen también de consideraciones de como la del hormigón (6,l). Dichos morteros se han
carácter estadístico y tradicional. Se acostumbra, pues, definido, pero los ingenieros que los han empleado
a medir las resistencias a la deformación del hormigón han creído a menudo que se trataba de morteros mo-
por medio de probetas normalizadas y según un deter- delo, y han llegado por ello a conclusiones erróneas, en
minado sistema de rotura. particular sobre los productos de adición.
La resistencia a la compresión C se puede medir Es de desear que pronto se empleen los morteros
sobre cubos o sobre cilindros cuya altura es dos veces normales con una buena composición.a El proyecto de
su diámetro, hallándose en este segundo caso un valor normas francesas P. 15.403 ha adoptado el mortero
para aquélla notoriamente inferior (alrededor del 20 Rilem-Cembureau-Iso :
por ciento).
arena L 2 mm
La resistencia a la tracción T puede medirse sobre arena
prismas sometidos a una fuerza centrífuga.’ = 3
cemento 1 (en peso)
Para encontrar aproximadamente el mismo valor
agua
de la resistencia a la tracción T por medio del ensayo = 0,50
a flexión (bajo una carga concentrada, por ejemplo) es cemento \
necesario multiplicar el valor dado por la Resistencia
Las probetas prismáticas de 4 X 4 X 16 cm, con-
de Materiales -$l& (1,14) por el coeficiente de servadas en agua a 20” dan resistencias correspondien-
CAQUOT = 0,6. tes a curvas tales como las de la figura 1.19 para ce-
i.
Fig. 1.19
mentos molidos a las finuras indicadas, en cm2/gr rentes y el cemento menos fino [a condición de ser
(superficie específica Blaine. Norma P. 15.353). estable a los expansivos (4,Z) 1, puede incluso dar las
A compresión, estas curvas responden aproximada- mejores resistencias.
mente a fórmulas de la forma:
Para unu m&vau finut-u de molido, los cementos que
C = k log t (en la que t viene expresada en días). contienen escorias de altos hornos o puzolanas (ceniza
puzolúnica de central térmica, por ejemplo) dan resis-
Si se muele un cemento a dos finuras distintas, las tencias inferiores a las de los Portland corrientes, pero,
resistencias iniciales (hasta 2 días) son aproximada- a la larga, dichas resistencias son bastante parecidas,
mente proporcionales a la superficie específica ; las e incluso los cementos de escorias o puzolánicos (con
resistencias finales (al cabo de un año) son poco dife- una proporción máxima aproximadamente del 35 %)
CAUSAS DE LAS FISVRAS 29
pueden sobrepasar al cemento portland correspon- los “portland” y 8 . t para los cementos ricos en esco-
diente. rias o en puzolana. Sin embargo, los cementos “port-
Los va.lores intrinsecos del clinker, de la escoria y land” pueden ser “estables a los expansivos” a 20”
de ?a Pu,-olalIa influyen naturalmente en las resisten- y.dejarlo de ser a 150 ó 200” (en el autoclave), o in-
cias y, en particular, en las resistencias iniciales. cluso a 80” (a vapor). si sus constituyentes expansivos
sobrepasan determinadas proporciones.
La adición de un 20 % de escoria o puzolana a un
Ello puede dar lugar a modificaciones en la curva
cemento Portland modifica relativamente poco sus ca-
racterísticas (de ahí que se aplique el nombre genérico de variación de las resistencias (fig. 1.20) ; se obtiene,
de “portland” y “Portland de hierro” a cementos que por ejemplo, la curva (80) para 80” y la curva (ISU)
para 150” ; dicho de otro modo, el “factor de madu-
contienen un 3.5 % de escorias).
rez” deja de ser válido (4,25).
Un cliuker bien cocido, estable a los expansivos
Por otra parte de un modo general, las resistencias
(1,.2) da resistencias iniciales tanto mayores cuanto a largo plazo de un hormigón mantenido en medio hú-
m!ts aíuminato tricálcico y silicato tricálcico (es decir,
medo, son ta.nto más elevadas cuanto más baja es la
cuanto mayor es su dosificación en cal) contenga,
tonperatura en que se ha mantenido.
Una cscwia da resistencias tanto mayores cuanto Si el cemento alwainoso se somete a una tempera-
más rica es en cal ; en la práctica, el índice CLÉRET tura de más de 30 ó 35” durante su endurecimiepto,
d e LANGAVAST (i = 20 -t Ca0 + 0,s Mg0 + su resistencia se reduce a la cuarta parte de la que ten-
+ Al,03 - 2SiOJ óptimo está comprendido entre 1.5 dria si la temperatura de conservación fuera menor, a
y 20. [El óxido de manganeso disminuye la resistencia causa de que el aluminato hexagonal hidratado se
mecánica de las escorias, por lo que éstas no deben de transforma en aluminato cúbico hidratado, más es-
contener más del 3 % aproximadamente (4,22) .; table.
El medio más seguro de analizar una puzolana es
medir las resistencias intrínsecas a distintas edades
(7 días, 28 días y 1 año) de un cemento que contenga !,81 INFLUENCIA DE LOS PRODUCTOS DE ADICIÓN
70 % de Portland y 30 % de puzolana y compararlas CUYOS GRANOS SON MÁS FINOS QUE EL CEMENTO,
a las del Portland patrón.
La frlrrpratura influ>;e en el endurecimiento de tal La hidraulicidad de una pasta de cemento se mani-
manera que las resistencias de los cementos corrientes fiesta por medio de enlaces cristalinos que se forman
dependen alji-oxilnadalnente de un factor de madurez progresivamente en el seno de la soluci6n acuosa in-
(fJ + .5)f, producto de la temperatura (medida a partir tersticial: la concentración de dicha solución en alu-
de -5” C) por el tiempo de fraguad6 Dicho “factor minatos y silicatos, en particular para los iones de
. débil disociación (SiOZ y Al203), es mayor cerca de
tle madurez” es aproximadamente de (0 + 10)~ para
la superficie de los granos de cemento, y los cristales
aumentan de tamaño, sobre todo a partir de dicha
superficie, tal como se ha esquematizado en la figu-
ra 1.21 a.
Fig. 1.21 (I
número de granos inertes mayor que el número de tuar estas discontinuidades entre la pasta y los agre-
granos de cemento, los enlaces que se forman a partir gados.
de un grano de cemento se ven a menudo cortados por Se comprende, pues, que la resistencia a la compre-
los granos de arcilla que lo rodean y pueden existir sión del hormigón, y sobre todo su resistencia a la
soluciones de continuidad en la pasta, tal como mues- tracción, disminuya tanto más cuanto mayor sea la
tra esquemáticamente la línea de trazos AB de la proporción en arcilla. Esto ocurre con todas las mate-
figura 1.21 b. rias inertes de granos más finos que el cemento (síli-
Los granos inertes muy finos pueden también acen- ce fósil, óxidos metálicos colorantes, etc.).
edinces ch-hhos
!
Fig. 1.21 LI
CAPITULO II
2,l VARIACIONES DE LA!3 DIMENSIONES gón en agua y pasado un cierto tiempo se deja en un
HIDRAULICAS ESPONTANEAS ambiente de humedad relativa q, experimenta primero
un entumecimiento y a continuación una retracción.
Si una pieza de hormigón no expansivo (véase 4,Z La retracción hidráulica final es aproximadamente la
y 5,23) se mantiene a una temperatura constante en misma siempre que aquélla haya tenido lugar una vez
una atmósfera saturada de humedad, se observa que que el hormigón ha fraguado [curvas (RI) y (R2)l.l
SU longitud casi no varía. Estos fenómenos pueden explicarse de la manera si-
Si la misma pieza se sometiera a partir del tiempo guiente : Si el hormigón se mantiene en una atmósfera
fo a la acción de una atmósfera cuya humedad relativa saturada, no existe evaporación. Los silicatos y los
es v, dicha pieza sufre una retracción [fig. 2.1, cur- aluminatos anhidros del cemento se disuelven lenta-
va (R) ] . La curva (R) representa la retracción hidráu- mente y recristalizan en el seno de las soluciones
lica y global del hormigón, tal como puede medirse. acuosas intersticiales bajo la forma de hidratos crean-
do enlaces cristalinos y coloidales entre los granos
sólidos. Existe, en efecto, una disminución de volu-
men del conjunto, pero el vapor de agua de la atmós-
fera ambiente puede penetrar progresivamente y con-
densarse en los poros y reemplazar así al que ha
cristalizado. Si se impide toda introducción de agua
del exterior, puede tener lugar una pequeña disminu-
ción de volumen ; tal ocurriría en los hormigones muy
pastosos, pero la dilatación térmica (debida al calor
de hidratación del cemento) y su retracción térmica
ulterior son de un orden de magnitud superior al de
la disminución de volumen que podría esperarse (Ca-
pítulo III).
Si el hormigón se encuentra en un ambiente seco,
el agua de los poros se evapora progresivamente, y los
meniscos que limitan la misma tienden a un estado de
equilibrio, función de la dimensión de dichos poros,
del grado higrométrico q de la atmósfera ambiente, y
de la concentración de la solución intersticial.
Fig. 2.1 En un poro de anchura 2g se establece el equilibrio
cuando :
Si el hormigón se introduce en agua en un tiempo
to, experimenta un ligero aumento de volumen [cur- p = ~c (f6rmula de LAPLACE)
va (G)]. Cuando se trata de hormigones muy porosos A 9 la tensión superficial del líquido intersticial
como los “hormigones ligeros”, dicho aumento de vo- ,para el agua pura A es igual a 72,75 dinas/cm a
lumen puede llegar a ser bastante importante. 20”, o sea z 0,074 g/cm) ; II es la diferencia de
Si el hormigón, se mantiene un cierto tiempo en el presión entre el líquido intersticial y la atmósfera.
aire (con una humedad relativa q) y a continuación se i
introduce en agua, experimenta en primer lugar una 1 Véase “Deformaciones lentas del hormigón y del hormi-
retracción seguida de un aumento de volumen; el en- gón armado bajo la acción de la retracción y de las cargas
tumecimiento final, sin embargo, es tanto menor cuan- per.manentes “, por R. DUTRON, Congreso de Londres de la
Asociación Internacional bara el Ensayo de Materiales (1937)
to más se haya demorado la introducción del hormigón y, “Estudios Experimentáles recientes- sobre la retracción de
en el agua [curvas (Gl) y (Gz)]. cementos y de hormigones”, por R. L’HERMITE y J. J. GRIEU,
Si, por el contrario, se introduce primero el hormi- Annules de I’ITBTP (abril-mayo, 1952).
32 L4S F I S U R A S D E L CENENTO
j II = 925 kg/cm
‘i&% dinas/cm
~- e
925 kg/cmz x 981.UOO dinas
E 8 x 10-8 ;rn = 8 A%
(suponiendo que el agua de los poros sea pura).
Se trata, por tanto, d,-1 agua susceptible de evapo-
rarse situada entre las moléculas cristalinas del gel de
cemento hidratado.2 Ahora bien, la T,ey de LAPL.4CE
no es rigurosanlente cierta para poros tan suiixunente
estrechos, y dicha teoría debe aplicarse con prudencia
(una molécula de agua tiene un diámetro .del orden
d e 2,6 A).
Cuando el hormigtiu ha alcanzado el equilil,rio, el
agua de los poros está a la pvcsidn ~Icgatizu de 925
kg/cm-, lo que origina una tensión en el hormigón, y,
Si dicho poro estuviese en contacto con una capa por lo tanto, una “retracción hidráulica” [ fig. 2.1,
de agua (pura) por medio de dos tubos verticales, sólo Curva (I¿)J.
podría existir equilibrio sin transporte de líquido (lo Sea i la proporción (en volumen) de agua existente
contrario se opondria al principio de CARSOT) si la en el hormigón y 11 el módulo d e de:ormaciSn (,a
columna de vapor de agua estuviera en la superficie com~~resiGii) (1,12 j .
del agua a la presión de saturación H (0,024 kg/cm” Li tracci& hidiáulica viene dada por:
para el agua pura a 20”) y en el menisco a la pre-
sión q H.
Al nivel L (en decámetros), se tiene dH; =
= 6. H, dz. KI, = 800 p./m (mortero normal Iso;
Si 6 es la densidad del vapor de agua (en g/cm3). \ ver í,31).
De donde: EJEMPLO I I = 9 2 5 kgjcm-.
lo” 1Hz
-=D’-+I; v (coeficiente de Poissonj = 0.20.
8 l 11 = 60.000 kg/cm”.
log, (‘r H)
si < = 0 kz- Se obtiene j = 0,09. Es éste un orden de magnitud
\ 0
admisible.
! si?=Z
loge H
Z=o-
loge (‘5 H)
8
De donde II (kg/cm”, alttu-a de la columna de
La retracción es tanto más fuerte cuando el módulo
de deformacicin de la fase sólida, y, en particular, el
del árido es más bajo (ei cuarzo tiene generalmente
1 un módulo más elevado que la caliza).
Si el hormigón se introduce en agua, la hidratación
agua en dam.j = -9. transforma los poros multiplicando los eniaces cristali-
nos, aumenta las superficies libres sólidas y reduce las
1 “Teoría general del fraguado de los aglomerantes hidráu-
licos; los fenómenos de retracción y de deformación lenta de secciones medias de aquéllos.
los hormigones y morteros”, por E. FREYSSINET, Coufrrencia
01 el ZTBTP (julio, 1934). Véase “Aspectos fundamentales 7 Véas: “ C a u s a s y Control de los cambios de volumen”,
de la retracción del hormigón”, por T. C. POWERS , Rcure des por T. C. POWERS . Jozrrxal of thc .4rrwricau Coucrctr Insti-
Materiaux (febrero, 1961). tute (enero, 1959).
FISURAS DEBIDAS ‘A LA RETRdCCION HIDRAVLICA 33
t to
poco tiempo (algunas horas) (punto J’).
0) Rh = K (1 - (1 + 1)W x 1,Oö’ >
Siendo la retracción máxima prácticamente inde-
pendiente de la conservación previa, una fzkura tiene k es del orden de 800 p/rn ; la determina-
menos probabilidades de producirse: remos más adelante ;
en la que
Cuando dicha retracción máxima es menor, en días, contado a partir de (puesta
TP al aire).
pero también cuando la relación - es ma-
MP
yor, es decir, cuando el módulo de rotura M es
menor, y por lo tanto, de una manera general, 1 Véanse resultados de los ensayos sobre la retracción y la
fisuración de los cementos, morteros y hormigones, por M. VE-
CUANDO LA RESISTENCIA A LA TRACCIÓN ES NUAT, Reme des Materiaux de Construction (julio a octubre,
MENOR. 1960).
F I S U R A S D E B I D A S A L A RETRACCIÓN HIDRAULICA 35
Durante los primeros dias la representación de la curvas tales como (Ra x 2 x le) (RI x 4 x le) (Rr x
retracción hidráulica por medio de dicha función [fi- x 7 x 28) (fig. 2.5).
gura 2.4, curva (Rh)] no es muy exacta, mas para volumen de mortero (cm3)
retracciones débiles no existe fisuración y, por otra Ahora bien, las relaciones
parte, las medidas que se pueden efectuar los prime- en estas probetas son : superficie libre (cm”)
ros dias son relativamente poco precisas. ( 0,471 para 2 X 2 X 16 cm
Las curvas experimentales (RJ x 4 x 16) de los dis-
tintos conglomerantes presentan entre sí algunas di- o sea: ‘$$$) para 4 X 4 X 16 cm
ferencias; así la retracción hidráulica se efectúa tanto
más rápidamente cuanto más rápida sea la hidrata- ( 1,571 para 7,07 X 0,7 X 28,28 cm.
ción ; por ejemplo, un cemento aluminoso que presenta
una misma retracción final que un Portland corriente, Las curvas (IX’) y (R”) se deducen de la curva (Rh)
da lugar a una retracción hidráulica mayor durante (figura 2.4) por dilatación en el sentido de las abscisas,
los primeros días ; un cemento Portland da lugar a multiplicando t respectivamente por 0,4712 = 0,22 y
una retracción tanto más rápida cuanto más aluminato 1,571* = 2,47. Dichas curvas (R’) y (R”) son muy
y silicato tricálcico contenga, etc., pero, sin embargo, próximas a (Ra x 2 x 16) y a (R, x 7 x 23).
dichas diferencias carecen de importancia con rela- Así, pues, se puede decir que el tiempo necesario
ción a la serie de conclusiones a que llegaremos estu- para obtener una determinada retracción es propor-
diando la figura 2.4. Tienen mucha menos importancia 2
las diferencias entre las formas de las curvas de la cional a 4 . Completando, pues, la fórmula (1) del
0.- r
retracción de los distintos conglomerantes que tienen párrafo 2,3 1 podemos escribir :
la misma retracción final que las diferencias entre las
formas de las curvas de resistencia de conglomerantes
qüe tienen la misma resistencia final (fig. 1.19).
Fig. 2.6
En la figura 2.6 se han trazado las curvas corres- mínimo de áridos, que difieren entre sí en la dimen-
pondientes a la fórmula (2) que nos dan las retraccio- sión máxima D, es en valor medio proporcional a
nes hidráulicas medias de diferentes piezas fabricadas & . (En la publicación citada en el párrafo 6,l
con el mismo hormigón y conservadas en las mismas
condiciones. (“Composición de los hormigones Hidráulicos”) se
demuestra que el exponente de CAQUOT está prácti-
camente comprendido entre 0,15 y 0,25.) La retrac-
ción hidráulica es debida a la evaporación del agua de
2,33 INFLUENCIA DELA CoMPíXIcIóN DEL HORMIGÓN los poros y, por lo tanto, se concibe que pueda variar
SOBRE LA RETRACCIÓN HIDRÁULICA. aproximadamente con el volumen de éstos.
Fig. 2.8
2,34 INFLUENCIA DE LA HUMEDAD RELATIVA Y DE LA
puzolanas están incluidos en su mayoría en compues- El módulo de rotura que interviene en el momento
tos vítreos insolubles. La adición de puzolana al clin- de aparecer una fisura, es .tanto menor cuanto más
ker tiene además la propiedad de absorber los álcalis lenta sea la aplicación de la tensión originada por la
e insolubilizarlos bajo la forma de sílico-aluminatos retracción hidráulica (1,ll). Los conglomeranbes de
alcalinos hidratados, permitiendo así reducir la retrac- endurecimiento lento son menos propensos a la fisu-
ción hidráulica, a igual finura. ración por esta causa que los conglomerantes de endu-
recimiento rápido”,l aun teniendo la misma retracción
2,4 12 En los cementos “portland” comerciales co- hidráulica y la misma resistencia a la tracción a largo
rrientes, que contienen hasta un 35 % de escorias o plazo.
un 20 % de puzolana, y que en un mortero normal Esto es, que su módulo de rotura puede ser menor
dan resistencias a los 28 días de 300 a 500 kg/cm2, en todas las edades. Se puede decir,~pues, que los aglo-
las retracciones hidráulicas R,,, están comprendidas
entre 600 y 800 p/L/m.
Los cementos especialmente preparados con la adi-
ción de cloruros o con un incremento de la finura
(“portland” que dan en mortero normal Iso resisten-
cias iniciales elevadas y resistencias a los 28 días que
sobrepasan los 500 kg/cm2, o cementos que contienen
más del 50 % de escorias o de puzolana, y que dan
resistencias análogas a las de los “portland” ordina-
rios), y las “cales hidráulicas” pueden dar lugar a
retracciones hidráulicas R,,, notablemente superiores,
del orden de 800 a 1.000 y hasta 1.200 p/wz.
El cemento aluminoso corriente tiene una retrac-
ción hidráulica R, análoga a la de los “Portland”
ordinarios.
EN UN ELEMENTO DE HORMIGÓN DE
MASA SEMIINFINITA.
2,52 CASO DE FISURACIÓN ANTES DE FINALIZAR EL
FRAGUADO.
2,531 ’ RETRACCIÓN HIDRÁULICA DIFERENCIAL DEI,
Antes de que el fraguado del cemento haya termi- HORMIGÓN.
nado, el hormigón no presenta una retracción hidráu-
Consideremos (fig. 2.13) un elemento de hormigón
lica propiamente dicha, en el sentido en que nosotros
la hemos definido (.2,1). Mas bien se trata de una re- de masa semiinfinita, limitado por una superficie plana
tracción por acoutzodaciórt, debida a la evacuación de y’y en contacto con la atmósfera. En la zona de hor-
migbn limitada por el plano y’y y un plano vecino S
una parte del agua por evaporación o por absorción
situado a una distancia rí, se verifica la relación:
del material que actúa de soporte (2,ll). Esto se pro-
duce con mayor frecuencia en losas horizontales (fi- superficie libre 5 1
gura 2.12) hormigonadas en una atmósfera de hume- - - - ET=---
volumen - U x
dad relativa baja (tiempo cálido y seco, viento fuerte
y seco, trabajo en tiempo frío en locales con calefac- Cuando no existen fisuras, la retracción hidráulica
ción, etc.), o en hormigones aplicados sobre cuerpos (potencial) media, es decir, la retracción hidráulica de
porosos (losas hormigonadas sobre forjados). La la “fibra” Ilzedia de abscisa -i- es para un hormigk
fuerza de la gravedad actúa sobre el hormigón origi-
nando su asentamiento, pero al mismo tiémpo tiene corriente [2,3.5, fórmula (4)1 :
lugar una retracción horizontal que puede llegar a ser
de varios milímetros por metro. Las fisuras pueden
producirse principalmente allí donde exista una solu-
(5)
1
1 _ ..-__--____-----
x 1,024x1
t
ción de continuidad : entallas, armaduras, juntas de
hormigonado, etc.
Dicha retracción puede también producirse ec re- I en la que: R, =
2 R,,t (1
DO,3
- 997 .
Fig. 2.12
LAS FISURAS DEL CEMENTO
Fig. 2.13
EJEMPLO : Si, R, = 800 u/m (cemento corriente) bargo, todo esto no modifica la forma de las curvas
n = 0,65 (humedad relativa media representativas de la retracción hidráulica potencial en
en Francia) función de la profundidad.
D = 20 mm (hormigón corriente)..
Se obtiene: Roo = 312 p/rn.
2,S32 PROPAGACIÓN DE UNA FISURA DE RETRACCIÓN
La figura 2.13 da en ordenadas los valores calcula- HIDRÁULICA CON EL TIEMPO.
dos de las retracciones hidráulicas (potenciales) a dis-
tintas profundidades para diversos períodos de perma- El valor de -$varía de una manera relativamente
nencia en las condiciones de que se trate: 1 día, 7,28,
90 días, 1 año, etc. Por ejemplo, a una profundidad lenta con el tiempo. Si en primera aproximación se
de 1,3 cm la retracción hidráulica potencial a 28 días considera dicho valor como constante, la fórmula (5)
es de 100 p/m. anterior muestra que la profundidad de la fisura varia
LS valores calculados de dichas retracciones hi- como q/t-
dráulicas potenciales son algo mayores que los reales, EJEMPLO: R,,, = 800 p/m (cemento corriente)
ya que aquélla se ha asimilado a las retracciones hi- q = 0,65 (humedad media)
dráulicas libres, las cuales son probablemente algo D = 20 mm (pavimento corriente)
mayores, y, por otra parte, si bien la zona de hormi- Tp = 25 kg/cm2
gón limitada por los planos y’y y S sufre una pérdida Mp = 100.000 kg/cm2.
de agua por evaporación en la superficie y’y, recibe a
su vez una cierta cantidad de la misma del resto del La retracción hidráulica máxima R 00 del hormigón
hormigón a través de la superficie S, la cual no es
es de 312 p/m (caso de la figura 2.13), y -$- z
más que una separación ficticia entre ambas ; sin.em-
FISURAS DEBIDAS A LA RETRACCION HIDRAULICA 43
Fig. 2.15 c
Fig. 2.16
2,54 FISURAS DE RETRACCIÓN HIDRÁULICA fuerzas paralelas a y’y se obtiene gracias a una tensión
EN UN HORMIGÓN COMPUESTO DE VA- de cizallamiento existente a lo largo de la superficie
RIAS CAPAS DE MASA SEMIINFINITA. IJ= 1. Una nueva fisura de retracción hidráulica 0’
REVESTIMIENTOS. de igual profundidad que la primera solamente se po-
drá producir en la zona rayada (fuera del área OIJP).
2,541 SEPARACIÓN ENTRE FISURAS. La distancia entre dos fisuras paralelas está, pues,
comprendida entre 1 y 21.’
Si el hormigón se vierte en varias capas, pueden La tensión de cizallamiento a lo largo de IJ varia
existir entre ellas discontinuidades, en las que la re- aproximadamente en forma lineal desde 1 (valor Z)
sistencia a la tracción y al cizallamiento son menores.
Es el caso particular de los revestimientos y de las a J (valor nulo). Su valor medio es, pues, de f .
La tensión de adherencia t es la tensión de rotura
a por cizallamiento a lo largo de la superficie limite II,
-.-- h-.---“’ 1
tensión que es siempre inferior a la tensión de rotura
por tracción del revestimiento.
I El equilibrio de las fuerzas exige :
IX
T*h =+1.
-
De donde:
(1)
En la figura 2.4 se encuentra que dicho valor co- momento en que la retracción hidráulica potencial es
responde a una edad tl de 4 días, para una probeta &, Dicha retracción, sin embargo, continúa en la zona
OlkO’ del revestimiento hasta alcanzar su valor final
e 4 X 4 X 16 cm F = 0,889 mantenida en am-
v Roo. El revestimiento desliza y se despega progresi-
iente seco, 0 sea, para el revestimiento - = 2 c o - vamente por tracción y por cizallamiento a lo largo
) ( 5
responde a una edad de : de 1 J’ e I’J’l, ya que la tensión de rotura que se opone
a dicho cizallamiento es en general inferior a la resis-
* = 20 días (según 232). tencia a la rotura por tracción del elemento soporte.
El deslizamiento tiene lugar antes del posible aumento
La distancia mínima entre dos fisuras paralelas en profundidad de la fisura en la dirección Ix.
s de: La tensión de cizallamiento de la superficie J’J’I (a
l- 2 x 3 0 lo largo de la cual no hay deslizamiento), es máxima
- - . - - - - - x 2 = 12 cm.
10 e igual a t, en J’ y J’l, y nula en el punto medio m’
Si se conoce el espesor de un revestimiento, (por razones de simetría). Se puede considerar que
la dimekión minima 1 de las mallas de resque- dicha tensión varía linealmente de J’ a m’ y de J’1 a
brajamiento, es característica de su adherencia
al elemento soporte: m’ y que su valor medio es f.
T
-=- 2h Así, pues, cuando la retracción hidráulica potencial
TP 1
media varía de R, a Rbt), la superficie adherente del
5 revestimiento pasa de m’1 a m’J’. Si consideramos que
Y z 1 para una adherencia perfecta. la adherencia permite al revestimiento resistir en los
1.P dos casos el mismo gradiente de retracción potencial,
T
- z $ para una adherencia media. se tiene:
TP m’J’ X Roo = m’1 X R,
T - o bien
-Tp _ k - para u na adherencia mediocre. 1
,,,'J' = ':- -,
cO2
2,542 ANCHURA DE UNA FISURA EN UN REVESTI-
MIENTO. La zona OIJ’K’ del revestimiento sufre una retrac-
ción libre de:
Consideremos (fig. 2.20) en un revestimiento, dos
fisuras 01 y 0’1’ aproximadamente paralelas y dis- Ro? xIJ’=(Rm-R&
Igualmente en el otro borde de la fisura 01, existe
c f’ - una retracción hidráulica de :
(: ,‘- \
.(I+WP h
MP * 1
u!h Fig. 2.20 Hemos visto que la relación s varía inversamen-
21’p
te a T, y M, (1,ll) y, por otra parte, el. factor -t
tantes entre sí, 1’ [comprendido entre l’y 21 (2,541)].
Hemos visto que dichas fisuras se producen en el es mayor que (1 + v). Las fórmulas (1) y (2) mues-
4s LA4s FISUR.4.5 DEL CEMENTO
tran, pues, que la ahclzztra de las fisuras que atravie- La influencia de la-red de fisuras 01, 0’1’, 0”I” es
san el revoque es tanto ~itcís inzporta~~te, y por lo tanto predominante, haciendo aparecer un resquebrajamien-
la red por ellas formada tanto mas acentuada, cuarlt0: to especialmente acusado (fig. 2.21). Además de dicho
resquebrajamiento puede aparecer otro más fino, CO-
mayor es la retraccióa hidrúulica (Rm) rrespondiente a fisuras de poca profundidad tales
wayov es la resistencia a la tracción del reves- como H (figs. 2.X-2.22).
tilnicnto (3. y Tp) EJEMPLO : Roo = SO0 p/wz = 0,OOOS (caso de la fi-
gura 2.4)
mwor es la adllerrmia del mismo (t)
R, = 300 p/wz [resultado del ejemplo
Illayor es el espesor del vcwstimiento (h).
precedente (2,541)]
T, = 30 kg/cm2
T z 10 kg/cm2
h-.2 Cl-ll.
Se obtienen como valores extremos de la anchura
de las lisuras que atraviesan el revestimiento [fórmu-
las (L)] : 0.07 mm y 0.13 mm.
Fig. 2.23
a
K
Rwl---
MP2 )
TP~
=2
(2 a 4 )
Mp2
TPP + (1 + v> Tp2
1 h
2’
a
K
R,,----
TPI
% )
(2 a 4) TPI + (1 +
MPI 1
v> TPI h, +
+
KRw2-- -__
b2
Tp2
) r2
@a~)TP2+Cl+v)Tp2
Mp2 1 h2a
O”O = p - + O”0’ = p + f
1-R = 1-R’ ’
R + R’
l--
El radio de curvatura p = R _ i, Ca
De donde: - -
P-KCR’
Teóricamente se puede calcular el radio de curva- y KG la retracción hidráulica media de la mitad infe-
tura p que toma la losa si se conoce la curva (Rt). rior. La recta DE’ pasa, pues, por F y G.
A largo plazo, la retracción hidráulica es uniforme en Consideremos la recta D’E paralela a 010’1 El
todo el espesor de la losa y p = OO : la losa vuelve a c
su posición plana. Sin embargo, en la figura 2.13 se radio de curvatura de la losa es: p = - .
DD’
observa que, para el ejemplo considerado de una losa
de 0,20 m de espesor, sería necesario esperar prácti- EJEMPLO 2 : Losa de espesor e = 0,20 m supuesta
camente tres siglos para que ello ocurriera. no fisurada
En esta misma figura 2.13 se observa que podemos R,=!%O p/m
considerar para simplificar, cada curva (Rt) asimilada q=o,60
a los dos segmentos rectilíneos AB, BC, representa- Dimensión máxima del árido = 40
dos en la figura 2.27. Bajo la influencia de la retrac- milímetros.
ción hidráulica, la sección 010’1 pasa a ser DE. Esta
recta es fácil de determinar, si se admite que los mó- Se obtiene: Rce = 2 R, (’ ,3”’ = 312 p/m.
dulos de deformación de las diferentes fibras, son in-
dependientes de las tensiones. Dividamos el espesor La figura 2.28 se ha deducido a partir de la figu-
de la losa en cuatro partes iguales. Sea 1 el punto ra 2.13 (segmento ABC a trazos, y segmento DE en
medio de AB y J el punto medio de BL. La retracción trazo continuo), y el cálculo da para el radio de cur-
hidráulica media de la mitad superior de la losa es HF vatura los valores siguientes :
52 LAS FISURAS DEL CEMENTO
Edad t 1 dia 1 dias 28 dias 90 dias 1 ano 4 aflos 16 afios 64 aaos 256 aaos
- -
p (metros) 12.000 5.400 2.450 1.570 960 740 790 1.220 5.700
e
p maximo = 0,8
0,l KaL2
‘p maximo = e
Fig. 2.30
A 9G días la recta D”E” ya no corta la curva (Rt). lica tiende a manifestarse siguiendo la curva (Rt). Si
Comparando estos valores con los del ejemplo dado q #$, Ro? # R’m, la curva (Rt) es disimétrica con
en el párrafo 2,532, para el mismo valor ,de la retrac- relación a la fibra media, y la losa tiende a curvarse
ción máxima Roo = 3 12 p/m, se observa que : con un radio de curvatura, que para la fibra de absci-
lfx
las fisuras de retracción hidráulica en una losa saxvale PS=- Dicho radio tiende, bastante rá-
dRx ’
flotante, se propagan al principio tan rápida,- pidamente, hacia un valor tal que :
mente como si se tratara de un elemento de
hormigón’ de masa semiinfinita, pero al cabo D’Ve
de un cierto tiew.po (tiempo que es función del P= R L Rt, ‘= 2 Rm((1 - ?)“n7 - (1 - ‘f)O17)
W
espesor de la iosa), debido a que la losa ha ad-
quirido una cierta flecha, las fisuras dejan de [según 2531, fórmula (5)].
propagarse. Se puede, pues, calcular, tal como se hizo. en los
apartados 2,55111 y 2,55112, la variación de la flecha
de la losa y la propagación de las fisuras, en una losa
25512 LOSA FIJADA EN TODO SU CONTORNO. que no éstá sometida a ninguna deformación.
Es éste un caso análogo al de un revestimiento que
estuviera aplicado sobre un elemento de adherencia 2,5521 LOSA FIJADA A DOS MUROS.
nula (254). No pueden existir dos grietas paralelas
muy próximas, cuya causa sea tan sólo la retracción. Consideremos una losa AA’BB’ (fig. 2.32) con un
plano de simetría vertical que pase por yy’, fijada a
2,552 LOSA S O M E T I D A A D E S E C A C I Ó N E N L A S D O S
CARAS.
D D'
Fig. 2.32
CAPITULO III
L
Fig. 3.1 a
Fig. 3.2
Las variaciones de las dimensiones se obtienen mul- puesta del sol cada día, y a 5 m de profundidad casi
tiplicando las variaciones de la temperatura por a e no hay variación de temperatura en las distintas esta-
10P5. De donde: ciones.
Esta experiencia viene corroborada por los ensayos
(7) efectuados por los ingenieros de Electricité de France,
por medio de sondas pirométricas que permiten apre-
Re=.(e,-R)=.(e,-e,)(l -+~v8rc-*2dly ciar la variación de la temperatura, en el interior de
)I ,
una presa.’
La retracción térmica se manifiesta, pues, de una
forma bastante lenta en el interior de una masa impor-
En la figura 3.1 se observa que la temperatura del
tante de hormigón; sin embargo, basta con comparar
medio ambiente prácticamente no se deja sentir :
las figuras 2.13 y 3.1 para comprobar que la retracción
a 20 cm de profundidad hasta el cabo de 1 hora hidráulica se manifiesta todavía más lentamente.
a SO cm 2 » 1 día
a 4m » » 28 días
a 15 m > 2 1 año
3,3 FISURAS DE RETRACCIóN TÉRMICA
Una variación de la temperatura se deja sentir en SIN DEFORMACIóN DEL HORMIGóN
un 10 % (por ejemplo, una disminución de la tempe-
ratura de la atmósfera de 10” tiene como consecuen- Los principios enunciados en el apartado 2,2 acerca
cia una disminución de la temperatura del hormi- de la retracción hidráulica, se pueden evidentemente
g6n de 1P) : aplicar a la retracción térmica ; el hormigón rompe si :
a 10 cm de profundidad 91 cabo de 1 hora
a35 cm B > 12 horas TP
Rp=---.
a50 cm >b > 1 día MP
a 2,70 m a » 28 días
a 4,80 m > i> 90 días RP, T, y M, son la retracción, la resistencia a la
al0 m » B 1 año tracción y el módulo de rotura potenciales.
Así, pues, a 35 cm de profundidad casi no existe 1 Véase “Cooling of concrete dams”, BOULDER C ANYON
variación de temperatura, debida a la salida y a la PROJECT, Final Report Parf. VII, Bulletin 3 (1949).
FISURAS DEBIDAS A LA RETRACCION TERMICA 57
3,31 PROPAGACIÓN DE UNA FISURA DE RETRACCIÓN un milímetro) y de gran profundidad (varios metros)
TÉRMICA CON EL TIEMPO. (figura 3.3). La figura 3.3 a representa una presa de
gravedad vacía, en la que ciertos contrafuertes
El valor de 2 ,z disminuye relativamente despacio (de 8 m de espesor) presentan fisuras características
h de retracción térmika.
con el tiempo. Sise supone dicho valor constante, la
fórmula (7) anterior (3,2) muestra que la profundidad
de la fisura varía como d t[igual que ocurria para la
retracción hidráulica (2,532) 1.
EJEMPLO: O1 - tIo =I 31,2”
- - 2 5 0 x 10-S
Tp -
MP
Tp -
De donde Mh - 0,8 R$ ; la profundidad de una
fisura toma ap;oximadamente los valores siguientes Fig. 3.3
(indicados en la figura 3.1 a) :
1 día 8 cm
7 días 20 »
28 días 40 »
90 días 75 B
1 ano 150 »
10 años 480 »
Se observa que al cabo de un mismo tiempo, la fisu-
ra de retracción térmica de este ejemplo, ha profundi-
zado alrededor de 100 veces más que la de retracción
hidráulica, del ejemplo del apartado 2,5.?2.
Comparando las figuras 2.13 y 3.1 a, se comprueba
que a una cierta profundidad (5 cm, o 10 cm, o 20 cm,
por ejemplo) la retracción térmica se desarrolla por
lo menos 10.000 veces más de prisa que la retracción
hidráulica.
3,P INFLUENCIA DEL CONGLOMERANTE va del tipo de la representada en trazo seguido corres-
SOBRE IA RETRACCION TI~RMICA pondiente a una temperatura inicial de 28 C, puede
acercarse al tipo de la representada a trazos, para una
temperatura inicial de 2” C.
3,41 CALOR DE HIDRATACIÓN DEL CONGLOMERANTE.
El calor de hidratacion del cong!omerante puede
La hidratación de los constituyentes anhidros del elevar la temperatura del hormigón en varias decenas
cemento, es una reacción exotérmica: el cemento de- de grados :
vuelve una parte del calor que había adquirido en el
EJEMPLO 1: Hormigón corriente de dosificación :
horno (clinker) en el alto horno (escoria), en la calde-
ra (ceniza) o en el volcán (puzolana). El calor de hi- 350 kg de cemento, de calor específico Z 0.2 ;
dratación especáfico c de un conglomerante corriente 200 1 de agua, de calor específico E 0,8.
viene dado por una curva de la forma de la fig. 3.4 1.750 kg de áridos, de calor específico E 0,2 ;
(curva de trazo seguido), en régimen adiabático. A lar- c = 100 calorías/gramo.
go plazo es, para un cemento Portland corriente, del
orden de 100 calorías por gramo.1 Para 1 m3 de hormigón, el calor desarrollado cs de
La pendiente máxima de la curva corresponde apro- 35.000 kcal. Ahora bien, la capacidad calorífica es :
ximadamente al “fraguado”, cuyo principio y fin vie- (350 x 0,2) + (20 X 0,s) + (1.750 X 0,2) = 580 kg.
nen determinados por la aguja de Vicat. Al finalizar
el fraguado, se ha desprendido alrededor de un 25 % La elevación máxima de temperatura es, pues, de:
del calor de hidratación, y 24 horas más tarde, alrede-
35.000
dor del 50 %.
La curva representativa del desprendimiento del 580 = 6oo.
calor de la figura 3.4, depende de la composición
del hormigón y de la temperatura inicial. Una cur- EJEMPLO 2: Hormigón para presa de dosificación :
200 kg de cemento;
120 1 de agua ;
1 “La calorimetría de los cementos en el CERILH” (*),
por R. ALEGRE, Reme des Materiaun de Construction (enero- 2.060 kg de áridos;
junio, 1961). c = SO calorías/gramo.
(*) Centre d’lhdes et Recherches de I’Industrie des Liants Hydrau.
liques. (N. del T.) Capacidad calorífica (calculada en 3.2) = 548 kg.
Fig. 3.4
FISURAS DEBIDAS A LA RETRACCION TERMICA 59
La elevación máxima de temperatura es de: Los granos se hidratan, pues, tanto más aprisa
cuanto más finos son, no solamente porque poseen
200 x 80 una mayor superficie específica que puede ser atacada,
z 30”
548 sino también porque su superficie es más reactiva.
La composición más favorable de un cemento a base
El calor de hidratación del conglomerante es a ve- de clinker, escorias o puzolana, para obtener un débil
ces útil para acelerar el endurecimiento (piezas calen- calor de hidratación, es también la mejor desde el pun-
tadas en estufas, amianto-cemento) ; para elementos de to de vista de la resistencia quimica; pero el aumento
gran masa es en general perjudicial y se busca el modo de la finura aumenta a la vez el calor de hidratación
de reducir sus efectos. y la impermeabilidad, y por consiguiente, la resiskncia
química.
Los cementos aluminosos poseen un calor de hidra-.
tación muy grande y la elevación de temperatura pue-
3,42 INFLUENCIA DE LA NATURALEZA DEL CONGLOME- de contribuir por otra parte a su transformación mi-
RANTE SOBRE EL CALOR DE HIDRATACIÓN. neralógica y a una gran disminución de sus resisten-
cias (1,8).
De una manera general, para los conglome-
rantes hidráulicos actualmente conocidos, todo
lo que contribuye a disminuir el calor de hidra-
3,43 INFLUENCIA DE LANATURALEZA DEL CONGLOME-
tación del mismo, en especial durante los pri-
RANTE SOBRE LAS FISURAS DE RETRACCIÓN TÉR-
meros dios, entraña una disminución de sus
resistencias mecánicas (a las mismas edades): MICA.
O0
e-e,
Fig. 3.5
FISURAS DEBIDAS 24 LA RETRACCION TÉRMICA 61
Estudiemos cómo varia la retracción térmica a las Consideremos, por ejemplo, un muro de 2 m de es-
diferentes profundidades x. Por ejemplo, a 60 cm se pesor (fig. 3.6). Si se tratara de una masa semiinfinita
observa en la figura 3.5 que hasta el cabo de 24 horas, de hormigón limitada por ún plano y’y, la evolución
la temperatura del hormigón es prácticamente la mis- de las temperaturas en función del tiempo sobre una
ma que la de la masa. No hay, pues, ninguna variación linea XIX, vendría dada por las ordenadas de las cur-
de dimensión diferencial. A los 2 días la temperatura vas representadas en la figura 3.1. Se observa que las
alcanzada en A es máxima, mientras que la tempera- curvas correspondientes a 1 hora, 3 horas. 6 horas,
tura de la masa continúa aumentando. La retracción 12 horas y 1 día, corfan a la línea x’x antes de que lo
térmica relutivu es : haga el plano de simetría situado a una distancia de
100 cm de la línea y’y. Dichas curvas prácticamente
Re = a X AA’ = 37 p/wt no dependen, pues, de ningún flujo de calor que atra-
suponiendo que la masa pueda dilatarse libremente. viese el plano de simetría y son perfectamente admisi-
bles para el muro que estudiamos.
A los 7 días la retracción térmica relativa es de Las curvas correspondientes a 2 días, 7 días,
135 p/~z, etc. 28 días, 90 días y 1 año (a trazos en la figura) cortan
Si se produce una fisura, su profundidad alcanza el plano de simetría de modo que la tangente en dicho
un valor correspondiente a la retracción R, = ~ TP punto de corte no es paralela a la recta x’x. Su forma
(apartado 3,3). MI, depende, pues, de un flujo de calor que atraviesa dicho
plano (ley de FOURIER) y dichas curvas deben de co-
rregirse de manera que su tangente sea paralela a x’x
3,52 INFLC.ESCI.~ DEL CALOR DE HIDRATACIÓN SORRE (en la figura 3.6 se ha trazado la construcción simpli-
LA RETRACCIÓS DE CS MURO (0 DE UNA LOSA) ficada para la curva correspondiente a 2 días). Se
DE HORMIGÓS. obtienen así las curvas de trazo seguido para 2, 4, 7,
28 y 90 días. Al cabo de 1 año el mismo tiene una
Un muro de hormig6n en una atmósfera a una tem- temperatura uniforme.
peratura oo, presenta un plano de simetría a través del La figura 3.7 (curva de trazo seguido) se:ha cons-
cual no hay flujo de calor. truido a partir de la figura 3.6, de la misma forma que
se había hecho en la +igura 3.5 partiendo de la figu-
Y’ i-a 3.1. Se observa que durante los primeros ,días las
retracciones térmicas relativas de un muro son iguales
Fig. 3.7
;.
Fig. 3.8
FISURAS DEBIDAS A LA.RETRACCfdN T.&RMICA 63
1
métodos que se han indicado en los apartados 3,53 anchura mlxima
(elemento de grandes dimensiones hormigonada en A 1 = ([ a(8, - 0) - s -
4 TP +O+T’-P h
varias tongadas) y 3,54 (pieza de hormigón). P = MP ì
GG LAS FISURAS DEL CEMENTO
a =-coeficiente de dilatación térmica del revoque e La anchura de las fisuras es, pues, tanto mayor, y
= 10-E. por consiguiente la malla por ellas formada tanto más
acentuada,
Q1( en el momento del fraguado)
i (en el momento considerado)
cuanto mayor es el descenso de la temperatu-
’ las temperaturas del revestimiento, si el “so-
ra (OI- 0)
porte” no experimenta variaciones de las di-
mensiones por efectos térmicos, o las diferen- cuanto mayor es la resistencia del revestimiento
son cias (temperaturas del revestimiento-tempera- &Yi)
tura del “soporte”), si el “soporte” puede ex-
perimentar variaciones de las dimensiones por cuunto.menor es la adherencia del mismo (t).
efectos térmicos. cuanto mayor es el espesor de aquél (h).
CAPfTULO I V
4,0 CONDICIONES DE FISURACION POR dosificación en cal : la “alita” (silicato tricálcico SiOs,
ENTUMECIMIENTO SIN DhFORMACIóN 3CaO) que se torma preferentemente, se hidrata más
DEL HORMIGóN rápidamente que la “belita” (silicato bicálcico SiOs;
2CaO). El indice d e satwación d e LEA y PA R K E R
Por definición, el hormigón rompe si:
(Cao>
2,8 (SiOn) + 1,18 (A1209) + 0,65 (FezOs)
G, +
CP
de los clinkers más corrientes es del orden de 0,93, si
G,, C, y M, son el entumecimiento, la resistencia a los símbolos entre paréntesis indican las proporciones
la compresión y el móduIo de rotura por compresión en peso de los constituyentes correspondientes. Para
potenciales (ver 2,2-3,3). Sin embargo, las primeras obtener cementos de alta resistencia inicial, sin iecu-
fisuras tienen lugar para una tensión inferior a C, rrir a grandes finuras de molido, puede resultar venta-
(ver 1,12). joso.aumentar dicho índice de saturación. Se alcanzan
de este modo índices del orden de O,98 ; la combina-
4,1 DHATACIóN TÉRMICA ción de la cal con !os otros constituyentes viene facili-
tada con la adición de “fundentes” (FesOs, y también
Todo lo dicho en el Capítulo III sobre la retracción Alzos) y de “mineralizadores”, que en pequeña pro-
tí-rmica, se puede aplicar a la dilatación térmica. Pero porción desempeñan también el papel de fundentes
las fisuras debidas a la dilatación son mucho menos (fluoruros) ; sin embargo, dicha combinación no es en
frecuentes que las debidas a la retracción, ya que la general completa: una parte de la cal permanece bajo
resistencia a la compresión es mucho mayor que la re- la forma de “cal libre” Cao.
sistencia a la tracción (lJ2). La cal libre se reparte en los granos del clinker en
Sin embargo, la dilatación térmica puede crear ten- zonas del orden de 100 a 200 micrones (fig. 4.1), debi-
siones capaces de provocar el pandeo de ciertas piezas das sin duda alguna a la existencia de granos de caliza
(levantamiento de losas de hormigón), en las que es insuficientemente molidos, en las materias crudas de la
necesario por ello prever juntas de dilatación (5,221. cantera, y con los cuales los constituyentes ácidos no
han tenido tiempo de combinarse; o bajo la forma de
bolitas del orden de 20 micrones, más o menos agru-
4,2 EXPANSIONES HIDRAULICAS DEL padas (fig. 4.2), debidas a sobresaturaciones locales en
CONGLOMERANTE cal; 0 en pequeños granos que tienen su origen en la
descomposición de la alita, cuando ésta se enfría alre:
En presencia de agua, el hormigón, debido a la exis- dedor de los 1.20@‘, a pesar del temple del clinker en
tencia de constituyentes expansivos, puede aumentar el refrigerador del horno : la belita es más estable que
de volumen (entumecimiento), en algunos casos que la alita : SCs + SC2 + CaO.
vamos a examinar a continuación. Así, pues, la mayoría de los cementos “portland”
contienen una cierta cantidad de cal libre (en general
4,21 CAL LIBRE.
algo más del 1 %). Ciertos cementos “portland” lle-
gan a tener hasta un 3 % , lo que no representa ningún
El cemento Portland da en los primeros días resis- peligro para la estabilidad ulterior de las obras, siem-
tencias mecánicas tanto mayores cuanto mayor sea su pre que dicha cal esté parcialmente hidratada. Los
68 LAS FISI’R. 1.5. DEL CEMENTO
dcm7/u
1 1
0 ioo ROO 300 400
Fig. 4 . 1
ESCALA IFSCAIA
t I i
400 200 400 200
r 0 r
Fig. 4.3 a Fig. 4.3 b
Fig. 4.5
del cemento, pierde su agua a partir de los 400”; la tienen hasta el 20 %) sin que exista peligro de expan-
cal carbonatada y los áridos calizos pierden su COZ a sión : muy posiblemente la magnesia se encuentra en
partir de 600”, transformándose en cal libre CaO, la ellas en el estado (potencial) de silicatos dobles de cal
cual tiende a aumentar de volumen en un ambiente
húmedo. La figura 4.5 muestra unos prismas de hor-
migón de árido sílico-calizo sometido a 600” durante
28 días. La fisuración es aproximadamente la misma
cualquiera que sea el cemento : Portland, portland-
escorias, Portland-puzolanas, aluminoso, ya que el au-
mento de volumen se debe principalmente al árido.
Empleando un árido refractario, los cementos alu-
minosos son los que mejor resisten al fuego. Para
los demás cementos: son algo más resistentes y
dan menos fisuras, los que tienen una menor pro-
porción de cal (cementos con una fuerte proporción de
puzolana).
4,22 M AGNESIA .
Fig. 4.8a
0
Fig. 4.8~ Fig. 4Rb
AC,
4,25 VERTFICACI~S nli LA ESTABILIDAD A LOS “EX-
PANSIVOS".
El ensayo de las agujas de LF, CHATELIER en un
mortero normal Iso (JJ) permite verificar la estahili-
dad de los conglomerantes a los expansivos.
El entumecimiento depende, en cierto modo, de ra
pugna entre las fuerzas de enlace debidas a los silicatos
y aluminatos hidratados, y las fMeruas de disgregación
debidas a los expansivos, tal como se ha esquematiza-
do en la figura 4.9: un hormigón conservado en agua,
presenta una resistencia a la tracción en función del
tiempo, que viene representada por la curva (T) (ver
figura 1.19). Si dicho hormigón contiene ulia cierta
proporción de cal libre CaO, por ejemplo, la expan-
sión de esta cal viva, somete a aquél a una tensión
que viene representada por la curva (G). Si dicha cur-
va. se encuentra en todo momento por debajo de la
curva (T), el hormigón resiste, experimentando un
ligero entumecimiento y adaptándose progresivamen-
te, gracias a que la hidratación de los constituyentes
estables continúa. Este hormigón puede, sin embargo,
presentar una curva de resistencia a la tracción de la
forma (Tr).
La dilución del cemento (relación agua-cemento) 43 ENTUME~.MIENT~ POR ~XRROSI~PI
condicio:la las concentraciones de las soluciones y pue-
de ser determinante, ya que no actúa del mismo modo 4,31 AccróN DE LAS AGDAS SULFATADAS SOBRE EL
en la evolución de las dos clases de fuerzas. Por ejem- CONGLOMERANTE HIDRATADO.
plo, disminuyendo la solubilidad de la alúmina y de la
cal, los álcalis del clinker pueden tener una influencia En, presencia de los constituyentes cálcicos de los
más marcada en una pasta pura que en un mortero, aglomerantes, principalmente de aquellos más ricos
principalmente en los ensayos en el autoclave. Es por en cal (cales hidráulicas, cementos “Portland”) la agre-
sividad de los sulfatos solubles es debida a la
agresividad del sulfato cálcico. Éste, es relativamente
poco soluble (2 g por litro de agua), pero aun en pe-
queñas concentraciones, es nocivo por todos los con-
glomerantes hidratados, en particular para ‘aquellos
ricos en cal y en aluminato con mucho calcio. La com-
binación del sulfato con el aluminato hidratado, tiene
lugar sin disolución de la alúmina, puesto que el exce-
so de cal la hace insoluble y, por así decirlo, no existe
en la solución.
La figura 4.10 muestra un prisma de hormigón de-
teriorado, después de haber permanecido 15 meses en
un agua que contenía un 5 O/m de SObMg. El hormi-
gón tenía una buena composición granulométrica, su
dosificación era de 360 kg de cemento por m3 y su re-
agua
lación _____-- era igual a 0,50, pero el cemento era
ello que los ensayos en una pasta pura, cuya relación cemento
agua-cemento es del orden de 0,27, pueden no ser
representativos de los entumecimientos reales de los
agua
morteros y de los hormigones cuya relación----
cemento
es del orden de 0,5 ó 0,6 o más ; dichos ensayos deben
dedicarse a la verificación de los cementos empleados
en losetas, piezas de fibro-cemento y en piezas de pasta
pura.
La tewpcratwa óptima del ensayo debiera ser la de
la obra, para que éste fuera representativo de los ver-
daderos entumecimientos que pueden esperarse, pero
la expansión de la cal libre CaO, y sobre todo de la
magnesia libre MgO, a 20’ es tan lenta, que nos vemos
obligados a operar a lOO”, tal como lo prescriben las
normas. Si se aumenta la temperatura de conserva-
ción, la curva (T) tiende a tomar la forma de la
curva (T’) y la curva (G) la forma de la curva (G’), la
cual puede cortar a la curva (T’) en A, pues Za expacz-
si& aunzeuta mcís rápidamente que la resistencia.
Por lo tanto, los ensayos de la estabilidad a los ex-
pansivos en agua hirviendo son “suficientes”, aun
cuando no siempre son “necesarios”.
Para la magnesia cocida en exceso, el ensayo en el
autoclave a 200” puede&er útil, ya que acelera su hi-
dratación, pero a veces tiene el inconveniente de dar
lugar a una considerable expansión, que no existiría
en frío y que es debida, posiblemente, a una rápida
hidratación del aluminato tricálcico, sin disolución
(cuando el porcentaje en AC del cemento es superior un Portland con un 17 % de aluminato tricálcico, y
al 12 %). por lo tanto, poco resistente a los sulfatos.
74 LASFISURASDEL CEMENTO
Fig. 4.12
Fig. 4.1:
CORROSIÓN QUÍMICA.
El oxígeno, el gas carbónico y el agua (0 el vapor
de agua) atacan al hierro por oxidacióft quigblica. Su
corrosión tiene lugar, pues, en presencia de aire húme-
do, viniendo acentuada en medio ácido: el agua de Fig. 4.14 a. - CPA Conservación en el aire a 50 “/o y 20” C
lluvia es ligeramente ácida, sobre todo en las aglome-
raciones industriales (ácidos sulfúrico, nitrito, etc.).
Los humos contienen gas sulfuroso (y también sulfhí-
drico y nítrico), cuya reacción ácida es más fuerte en
ambiente húmedo (4,31).
El lavado de la cal, procedente de la hidratación de
los silicatos, y sobre todo su carbonatación que la
neutraliza (el aire contiene aproximadamente 0,03 %
de CO,), ponen fin a la protección básica y el pH
desciende de 12,5 a aproximadamente 8. La figu-
ra 4.14 a, muestra primas de 7 X 7 cm de sección,
hechos con hormigón de cementos Portland, con las
siguientes características :
Izquierda Centro Derecha
Dosificacibn en cemento (kg/m3) 300 350 360
Dosificaci6n en agua (l/m3> 210 190 180
CORROSIÓN ELECTROQUÍMICA.
Las cales hidráulicas y ciertos “cementos naturales” de cero). Sea s, la parte de la sección AB ocupada
cuya finura es grande (superior a 5.000 cm2/g Biai- por el agua susceptible de helarse (en los hormigones
ne) exigen una mayor cantidad de agua de amasado
que los cementos corrientes Portland, de escorias, o
puzolanas. Aquéllos dan lugar a hormigones más poro-
sos, más permeables y de más- rápida carbonatación,
los cuaies protegen menos las armaduras.
Fig. 4.16
4,41 P R I N C I P I O S D E L A C O N G E L A C I Ó N D E L
HORMIGÓN.
2. El agua no es pura, sino que contiene cal, álcalis, expulsión del hielo hacia el exterior de los paramentos
cloruros, que hacen descender su punto de congelación arrastra la cal hidrolizada, la cual sufre una carbona-
(pero que se eliminan progresivamente mediante un tación progresiva, acentuando la trayectoria de las
lavado, o se vuelven insolubles por carbonatación o fisuras (fig. 4.18).
fijación).
3. El apa puede mantenerse en estado liquido, en 4,412 E STRUCTURA DEL HORMIG Ó N CONGELADO .
ciertos poros en los que no existe un germen cristali-
no ; es por ello que la temperatura del hormigón some- Una sola helada dificihnente puede dar lugar a una
tido a congelación desciende bastante regularmente sin fisura visible, ya que el aumento de volumen del hielo
presentar un salto brusco, mientras que en la congela- es mínimo. Por ejemplo, un poro de 30 micrones tan
ción se observa un salto brusco. Además una gran sólo puede dar lugar a un aumento de volumen maxi-
parte del agua que se encuentra en los poros no puede mo de 3 micrones en la primera congelación (si dicho
helarse y aumentar de volumen si no es a muy bajas aumento de volumen sólo puede tener lugar en una
temperaturas; el agua de los poros submicroscópicos sola dirección). Para dilatar los grandes poros son ne-
no se hiela. Midiendo el calor específico de una pasta cesarios muchos ciclos de congelación y descongela-
de cemento amasada a baja temperatura, se comprueba ción con imbibición de agua. Dichos ciclos favorecen
que hay que admitir para el agua de amasado un calor la saturación de agua, ya que el aire se elimina o SC
específico medio, intermedio entre el del agua líquida disuelve progresivamente.
(igual a la unidad) y el del hielo (igual a 0,3) (3,Z). Las fisuras producen escamas paralelas a la super-
4. Hemos visto que el descenso de la temperatura ficie del hormigón, las cuales tienden a separarse per-
no es instantáneo (aun cuando sea rápido cerca de la mitiendo de este modo al agua, penetrar más profun-
superf :ie), y más teniendo en cuenta que el agua para damente. La figura 4.19 nos muestra un ejemplo de
helarse, debe desprender muchas calorias (80 por gra- ello (en primer plano; el paramento ha sido reparado
mo); el hielo tiene la posibilidad de dilatarse o bien parcialmente).
hacia la atmósfera o bien hacia el interior (en donde Son, pues, los poros, visibles al microscopio,
el descenso de la temperatura es más lento, expulsando saturados de agua, de grandes dimensiones con
por esta causa el agua que se encuentra en los posos relación a los intersticios capilares Vecinos, lar
vecinos; el hielo presenta, en efecto, una considerable que dan las principales expansiones.
plasticidad a las temperaturas y a las velocidades de
enfriamiento que nos interesan (su modulo de defor- Dichos poros, cuya dimensión menor es del orden
mación es bastante débil ; del orden de algunos cente- de 0,001 a 0,l mm o aún más, existen principalmente
nares de kg/cm2). Cuando los poros se ensanchan, la en las discontinuidades entre el árido y la pasta COH-
Fig. -1.23
Fig. 4.24 Fig. 4.23 L
cies horizontales inferiores de las piezas de hormigón, mbles por la misma razón, sobre todo si be ptleden
raramente aparecen deterioradas (figs. 4.19-4.30). embeber con facilidad por agua de lluvia (fig. 4.27) o
No ocurre lo mismo naturalmente en los revesti- por el agua del terreno que soportan (fig. 4.28:
mientos más o menos despegados de su “soporte” : el muro que sostiene un terreno hasta media altura).
agua de la lluvia se introduce entre uno y otro, y al Las chupas de pavimentos que actúan a la vez como
helarse, aumenta el desprendimiento (hg. 4.25) y acen- superficies horizontales de acabado y como revesti-
túa el resquebrajamiento (fig. 4.25 a). Los morteros mientos, experimentan casi siempre una rápida des-
para obras de mamjosteriu sor, particularmente vuhe- trucción (.;i,29).
4,413 REDUCCIÓN DEL REZUMADO INTERNO POR III- que son mas sensibles a la temperatura (escori:~s.
DRATACIÓN. puzolanas). Una pasta de cemento pura no es suscep-
tible de helarse, porque es poco permeable y difícil-
Antes del fraguado, e incluso al principio de éste, mente se embebe en agux,, porque tiene una gr;ln
la hidratación del cemento tiene lugar con una pequeña resistencia a la tracción, porque su relación agua-
contracción, que tieptde a reabsorber el agua de rem- cemento es pequeña, y porque existen pocas probahi-
Itzado, acumulada bajo los granos, incrementando así lidades de que contenga poros de la suficiente dimen-
el aún posible asentamiento del hormigón, por medio sión para que el agua rezume por ellos.
de un descenso general de todos los granos, Se comprende que la resistencia a la congelación del
Los hormigones menos propensos a helarse, hormigón, caracterizada, por ejemplo, por el número
SON aquellos que presentan menos rezumado
interno y qi4e tienell las mayores resistencias a
la tracción, es decir, los horlnigones:
de mayor dosijicacitín en cemento (dosifica-
ción en volamcn absoluto), y, por lo tailto, los
imís i~~zpernzeab1e.s;
retiene mejor el agua;
en los que el
tiene una hidratación inicial
conglowerante
mís rápida;
los de menos dosificac& en agua y los nlás
compactos (a condición de que n o preseaten
rcrwlado st4perficial) ;
que tienen u n a granulowetría más cuidada
(continua) (figs. 4.30-4.33, hormigones de gra-
nulometría discontinua) ;
en los que el e~ldurecimiento tiene lugar en am-
biente híwedo.
Fig. 4.30
Fig. 4.31
kFS¿wCA
1 <
0 4 2 3 4mhl
Fig. 4.32 f
pasta
árido
discontinuidad
Fig. 4.32. c
ETCA¿A
, 4
0 1 2 3 4mm Fig. 4.32 d
Fig. 4.33 Fig. 4.33
espesor aproximado de 20 micrones, en dos ampiia- pues, que cualquier otro entumecimiento que pueda
ciones distintas. existir aumentará sus efectos (ver 3,123).
La figura 4.33 da un ejemplo de corrosión de las
4,444 INCREMENTO DE LA FIsuRAcróN POR CONGELA- armaduras, la cual provoca un aumento de volumen
CIÓN DEL HORMIGÓN DEBIDO A LA EXISTENCIA que se añade al del hielo (ver también la fig. 4.21).
DE OTROS ENTUMECIMIENTOS. El aumento de volumen debido a las aguas sulfata-
das se añade raras veces al del hielo, que tiene lugar
La rotura de un elemento de hormigón por conge- principalmente en las zonas expuestas al aire.
lación se debe principalmente al aumento de lolumen
que experimenta el agua al helarse. Se comprende,
4,42 INFLUENCIA DEL CONGLOMERANTE SOBRE LA FI-
SURACIÓN DEBIDA AL HIELO.
primeramente en los ángulos (figs. 4.33-4.34), es decir, 4 , 4 2 2 Nr 1‘1 tALX.Z., _-ti tiu:iG¿OMERASTE.
en los lugares que están sometidos a variaciones de
temperatura más rápidas. Ahora bien, en estos lugares A igual finura Blaine, el clinker retiene mejor el
raramente existen fisuras de retracción hidráulica, ya agua que la escoria granulada de alto horno, ya que en
que en ellas la retracción puede producirse libremente ; aquél existen poros microscópicos que lo hacen rugo-
la mayoria de las fisuras, y las más importantes, se so: la figura 4.37 a muestra un corte de los granos
producen en las aristas (a una cierta distancia de los de clinker y la figura 4.37 b de los granos de escoria ;
ángulos) y en el centro de las superficies expuestas al los primeros (en su mayoría cristalizados) presentan
aire. Ello prueba que las fisuras debidas a lar retruc- un contorno irregular, mientras que los segundos (vi-
cioncs del hormigón no tieneft generahnellte sino una treos) son más lisos; pero sobre todo la hidratación
iwportawciu secundaria en la fisuración por congela- inicial de los granos de escoria es más lenta, en espe-
ción. También hay que señalar que las fisuras de re- cial a baja temperatura.
tracción son perpendiculares a las superficies libres, De una Inanera general, los “portland” (a condi-
mientras que las fisuras de congelación son general- ción de ser estables a los expansivos) son, pues, menos
mente paralelas a dichas superficies. Después de los susceptibles de agrietarse por* congehción que los ce-
mentos que contienen ztna fuerte proporción de esco-
rias de igual finura, en el caso en que se sometan a
congelación una vez estén lo suficientemente endure-
cidos para que su resistencia a la tracción sea aproxi-
madamente la misma. Sin embargo, para un clinker
y una escoria de buena calidad, se comprueba que la
disminución de la resistencia a la congelación es ape-
nas apreciable, hasta llegar a los “cementos portland
de hierro” (que contienen alrededor de un 35 % de
Fig. 4.36 escorias), lo que justifica el nombre de “portland”
que se da a dichos cementos.
La adición de retardadores de fraguado aumenta el
ángulos, son las aristas las que primero se fisuran (fi- agrietamiento por congelación: por ejemplo, un port-
guras 4.33, 4.35 y 4.38). land fabricado con un clinker determinado, molido a
En el momento en que el agua embebe el hormigón, una determinada finura, es tanto menos susceptible
ésta penetra en las fisuras de retracción (fig. 4.36), de agrietarse por congelación cuanto menos yeso con-
pero a continuación, en el curso del enfriamiento, o tiene, a condición de no presentar un “falso fraguado”
bien se evapora o bien penetra más en el hormigón, o un fraguado rápido, que disminuiría la compacidad
de modo que en el momento de la congelación gene- del hormigón en obra. La proporción óptiuta de yeso
ralmente sólo hay agua a una cierta profundidad, fue- es aqatella que corresponde a las máximas resistencias
ra de la zona susceptible de aumentar I’de volumen. Se mecánicas.
podria pensar que las fisuras de retracción facilitan Por el contrario los acelerarttes de fraguado aumen-
la imbibición, pero debe tenerse presente que también tan la resistencia a la congelación, principalmente en
facilitan la evaporación, pudiendo ambos efectos com- los cernemos con una débil retención de agua (cemen-
pensarse, tanto más cuanto que un vapor circula tos que contienen una fuerte proporción de escorias) ;
mejor por mi intersticio que un líquido. la escoria cuya hidratación viene catalizada por la sosa,
El aumento de la finura de molido del cemento, no tiene un rápido endurecimiento, favorable para la re-
aumenta en general, a largo plazo, la resistencia del sistencia a la congelación.
hormigón a la tracción. Si diversos hormigones fabri- Las pwolanas poseen una estructura vítrea como
cados con un cemento de diferentes finuras (con la las escorias granuladas pero su hidratación inicial es
misma relación agua-cemento, de la. misma compaci- aún más lenta; para una misma finura, son, por lo
dad. etc.), suficientemente endurecidos (por ejemplo, tanto, más susceptibles de agrietarse que las escorias.
28 días en medio húmedo a 15 ó 20”) se someten a La figura 4.37 c muestra un corte de los granos de
ciclos de congelación, se encuentra que la resistencia una ceniza puzolánica, granos que tienen una forma
a la congelación es tanto mayor, cuanto más fino es el esferoidal y que son más o menos porosos.
cemento. La causa de ello no es, pues, el aumento de Hay que señalar sin embargo, que los cementos
la resistencia a la tracción, sino más pronto la reten- comerciales a base de escorias o de cenizas, tienen
ción de agua, la eliminación de rezumado interno en generalmente una mayor finura de molido (con el fin
las primeras horas de conservación en las condiciones de obtener resistencias iniciales análogas) y una cosa
estudiadas, y la impermeabilidad. puede compensar la otra, tanto más cuanto que los
86 L,4S FISURAS DEL CEMENTO
f-SCACA ESCALA
l
400 200 p 400 200 f
0 0
Fig. 4.37 a Fig. 4.37 c
ESC.4¿#l
l
400 200 r 400
0
Fig. 4.37 b Fig. 4.37 d
FISURAS DEBIDAS AL ENTUMECII14IENTO 87
dición de que se mantenga dentro de los límites razo- (es decir, del orden de 0,02 a 0,04 mm como valor
nables, para evitar un exceso de agua de amasado y medio), desempeñan un papel análogo al de los granos
una fisuración de cierta importancia por retracción sólidos finos: se puede considerar que la adición de
hidráulica (finuras inferiores a 4.000 cm*/g Blaine, un a 70 en volumen de burbujas de aire, hace que la
por ejemplo (2,411). proporción de “granos” de finura igual a la del ce-
Una pequeña adición de puzolana (del orden del mento pase de G a + + a.
10 % ) o de escorias (del orden del 20 % ) puede com-
binarse eventualmente a la cal o a la magnesia libres, Supongamos, por ejemplo :
y resultar favorable para la resistencia a la congela-
q = 300 kg de cemento por metro cúbico de hor-
ción de un clinker expansivo.
El aumento de volumen debido a la cal libre (y migón,
eventualmente a la magnesia) es tanto mayor cuanto 6 = (densidad del cemento) = 3,
a = 4 % a 40 l/m3.
más alta haya sido la temperatura de conservación
del hormigón durante el endurecimiento inicial. Se En lugar de la dosificación + = 100 1, se tiene
puede, pues, aumentar la resistencia a la congelación
+ + a = 140 1, 0 sea un aumento del 40 ‘% .
de ciertos portlands, mantell’endo una temperatura
durante las primeras semanas después del fraguado Se comprende que la introducción de aire sea espe-
de, por ejemplo, + 5” en lugar de + 20” (y “a fortio- cialmente favorable en los hormigones de débil propòr-
ri” en lugar de + 60” (3,25). ción de granos finos, los cuales tienen tendencia a
El ensilado de un cemento inestable a los expansi- rezumar (hormigones relativamente ligeros y poco
vos, que como sabemos va acompañado de una hidra- compactos).
tación preferente de la cal libre (que es el constitu- Los granos sólidos del hormigón, los cuales impiden
yente más ávido de agua), puede resultar favorable que las burbujas se infiltren, son aquellos cuya dimen-
para la resistencia a la congelación. Es ésta una de las sión es como máximo 10 veces 1~ de las burbujas, es
razones por las cuales los ensayos de agrietamiento decir, los granos de arena inferiores a 1 mm aproxi-
por congelación en el laboratorio, dan a menudo resul- madamente.
tados dispersos y difíciles de interpretar. Frente a la plasticidad y a la fluidez del hormigón,
El hormigón puede admitir un cierto porcentaje las burbujas de aire, que son como granos deforma-
de cal libre en el cemento (del orden del 1 %), si su bles, se comportan también en cierto modo como un
resistencia a la tracción le permite compensar la ten- fluido, y se comprueba experimentalmente que para
sión originada por el aumento de volumen. Si se le mantener la misma fluidez en el hormigón, es necesa-
somete a ciclos de congelación a partir de un tiern- rio reducir la cantidad de agua de amasado aproxima-
po t: (fig. 4.9), se concibe que su resistencia sea menor
damente‘ de $. Se obtiene, pues, una doble ventaja
que si dichos ciclos se inician en un tiempo t2, pues el
margen de resistencia BC es inferior al margen DE. con relación al rezumado: las burbujas de aire se
No ocurre lo mismo con los cementos sin expansivos, comportan como si se trataran de granos de cemento
en particular con cementos ricos en escorias), cuya respecto a. la retención de agua, y como si se tratase
resistencia a la congelación deja de aumentar cuando de agua respecto a la fluidez.
se alcanza aproximadamente la máxima resistencia a Al igual que el agua, las burbujas de aire tienden
la tracción (a partir del tiempo t3 en la fig. 4.9). a subir cuando se vierte el hormigón. Existen, pues,
Si el hormigón se ha conservado anteriormente en en mayor proporción alrededor de los granos de ári-
aire seco, la resistencia a la tracción puede decrecer do en donde son más cerradas y menos accesibles al
con el tiempo (.5,3) y la resistencia a la congelación agua de imbibición, que los meniscos de agua repre-
puede disminuir, sobre todo en cementos que contie- sentados en la figura 4.20. Dichas burbujas constitu-
nen escorias o puzolanas, muy sensibles a la deseca- yen, pues, una reserva de expansión para el hielo
ción (y con mayor razón en cementos en los que se que podía formarse: los hormigones en los que se ha
ha añadido harinas). introducido aire aumentan poco de voluinen cuando
se les somete a ciclos de congelación y descongelación.
4,424 INTRODUCCIÓN DE AIRE.
Las resistencias mecánicas de hormigones de buena
composición (6,l) disminuyen cuando se les introduce
El rezumado inicial del hormigón depende mucho aire, aun en el caso en que se disminuya la cantidad
de la superficie de los granos susceptibles de retener de agua para mantener la misma maniabilidad, ya
agua. que dichas resistencias son función de la relación de
-Las burbujas de aire estables, cuya dimensión es cemento
volúmenes - en la que el denominador
aproximadamente igual a la de los granos de-cemento agua + aire
90 LAS FISL’R.4.S DEL CEMENTO
flsurar de congelación poro* (en negro) fisuras de congelación porot (en negro)
E-CACA
I 4
03 1. m m 0 500 p
Fig. 4.41 a Fig. 4.41 b
ra 1.16 se observan unos orificios que son probable- tencias mecánicas a la tracción (flexión). (La medida
mente postillas debidas al hielo, frecuentes en las del peso no es siempre significativa pues un hormi-
carreteras de Estados Unidos, originadas por áridos gón deteriorado y cuyo volumen ha aumentado, puede
muy porosos (10 a 15 % ) (ver también la fig. 8.10 5). presentar una pérdida de peso mínimo.) Estos ensayos
ofie de congelación son largos, y en su defecto hay que
conformarse a menudo con los conocimientos adqui-
ridos (enumerados más artlba) para decidir la com-
posición de un hormigón que debe resistir al hielo.
Para comparar las resistencias intrínsecas a la con-
gelación de dos conglomerantes (entendiendo por ello,
el cemento y eventualmente un producto de adición),
yruno poroso ’ pueden emplearse prismas de mortero Rilem-CemEu-
reau-Iso (1,8) a los que se somete a ciclos de conge-
Fig. 4.42 lación y descongelación. A falta de estos ensayos’que
son bastante largos, las medidas siguientes dan indi-
4,44 COMPROBACIÓN DE LA RFSISTENCIA A LA CONGE- caciones de gran valor :
LACIÓN.
1 estabilidad en los expansivos (4,25) ;
Se puede comparar la resistencia a la congelación resistencias a la tracción del mortero en los prime-
de dos hormigones, sometiéndolos a ciclos de congela- ros dias (dicha resistencia alcanza bastante de-
ción y descongelación con imbibición de agua. Pueden prisa un máximo) (medida T) ;
emplearse, por ejemplo, probetas prismáticas, cuga rezuwzudo del mortero en las primeras horas, antes
composición y compacidad sean las mismas que en la del fraguado (medida y);
obra, y que se introducen alternativamente en am- absorción -pilar de un prisma de mortero endure-
bientes a + 0 1 y - 02, uno de ellos por lo menos en cido y a continuación secado al aire y sometido
presencia de agua. Unas condiciones aceptables son: a un ensayo de capilaridad (medida z). (Dicha
+ 20” en agua, y absorción se efectúa principalmente por los poros
- 20” al aire. en los que tiene lugar el aumento de volumen
, del hielo.)
Se puede tener idea fácilmente de los desperfectos
que han tenido lugar, observando el aspecto de las La resistencia a la congelación es tanto mayor cuan-
probetas (ángulos, aristas y caras deterioradas, mi- to más estable a los expansivos es el conglomerante,
diendo su aumento de volumen, y a veces, las resis- cuanto mayor es T, y cuanto más pequeños son y y Z.
CAPfTULO V
5,1 FISURAS DEBIDAS A LAS RETRAC- tracción térmica de GOO ~/Ju. Por otra parte, las
CIONES HIDRAULICA Y TEiRMICA variaciones de temperatura locales pueden ser conside-
rables, pudiendo alcanzar la superficie del hormigón
El tiempo en Francia es relativamente caluroso y los 80” al sol.
seco en verano, y frío y húmedo en invierno. Se PO-
dría, pues, suponer que existe una cierta compensación Asi, pmx, en tos hormigones corrtentes la
de las variaciones de dimensiones hidráulicas y térmi- retracción ttrmica es a luenu.do suI)crzor a
cas, pero en realidad, sucede a menudo que las retrac- ta retracción hidrázrtica, y su influencia, pe se
ciones hidráulica y térmica se suman, puesto que es sumu a la de ésta, PLO es nunca despreciable.
el verano la estación más cómoda para hormigonear, e Dicha influencia es tanto menor cuanto más
incluso a veces se deja de hormigonar en invierno. baja sea la temperatura inicial de hormigonado.
La retracción hidráulica máxima es: La figura 5.1 muestra un puente constituido por
arcos de hormigón armado (sobre pilas de piedra de
Rea zz 2 R, (l ;;)O*’ [según 2,35, fórmula (4)]. un antiguo puente) de 26 m de luz, de un metro de es-
pesor y de 3 m de anchura, revestidos de piedra.
Y la retracción térmica es: Alguno de estos arcos están separados del tablero
Re = a. A 0 21 10w5 . A 8 [según 3,1, fórmula (6~1. del puente en la clave, seguramente porque no partici-
pan en la estabilidad de la obra. La fisura que se
En una atmósfera con un 65 % de humedad rela- observa, del orden de 1 cm de anchura, puede haber
tka (humedad media en Francia), los órdenes de mag- sido originada por las retracciones: la retracción hi-
nitud de las retracciones hidráulicas máximas en un
cemento corriente son los siguientes:
Mortero fino (D = 1 mm) :
2 x 800 x 0,350.’ z 770 p/rn.
Mortero corriente (D = 5 mm) :
dráulica mrixima del hormigón puede llegar a ser del Las retracciones totales ex$remas (hidráulica y tér-
orden de 250 CL,///’ ; siendo al cabo de 30 años, edad mica) vienen dadas por las curvas (Rm& y (RmaxJ
de la obra, del orden de 100 p.l/~rl (fig. 2.6). Si uno de que resultan de la curva (Rh) al someterla a un despla-
los arcos fue hormigonado en tiempo caluroso, pudo zamiento paralelo al eje de ordenadas.
hal;er alcanzado durante su fraguado y su endureci- La retracción tota1 potencial, sigue una curva tal
nliento inicial, una temperatura ~cdia de alrededor como (R,) o (Rz). El momento en que se produce una
de 40” (3,53) y su retracción térmica pudo haber sido fisura depende de la retracción potencial y de la curva
??- (ver 2,42). Obsérvese que dicha curva puede
(-MP )
cortar a la curva (R,) sin cortar a la curva (RI).
L=hh77ec/h,~n~o
fo (jweeh m Q/cm)
Fig. 5.1 c
1
algunos metros de profundidad (3,2, fig. 3.1). (1 - 1y.7
A tracci6; : M’, 2 Rm DO,3 + a(% - %tt>
La retracción hidráu!ica potencial del hormigón, si-
gue una curva (fig. 5.2). más o menos regular, a causa A compresión : M’w a(& - SI).
de los periódicos estados de humedad y de sequedad
(2,1, íig. 2.1). En la figura 5.2 el tiempo T, correspon- Para que apareciesen fisuras de compresión, sería
de al fin del fraguado; la temperatura del hormigón es necesario, que la tensión de compresión alcanzara un
entonces 81, oscilando a continuación entre los valores valor igual a la resistencia a la compresión C. Ahora
límites 0, y 8.,. bien M’ca es del orden de 106 kg/cm2 para un hormi-
94 LAS FISURAS DEL CEME,Vï‘O
gón de cemento corriente y a del orden de 10e5; la La tensión máxima debida a la retracción global
tensión de compresión (contada en kg/cm2) es, pues, de una losa de longitud L aplicada sobre un terreno
del orden de (h - 01) (en grados centígrados), sobre- con un coeficiente de rozamiento Y, es :
pasando apenas los 60 kg/cm2 (5,l).
T = y z ,,’ L.
Las fisuras de compresión por dilatación tér-
mica no existen, por aci decirlo, javaás, ya que EJEMPLO : longitud de la losa : L = 200 dm.
es necesaria una elevación de temperatura de
Y = 0,5.
varios centenares de grados, para alcanzar la
resistencia del hormigón a la compresión. Se obtiene T = 100 kg/dn? = 1 kg/cm2.
La retracción global de una losa de hormi-
Por el contrario, a tracción, las retracciones poten-
gón de 20 m de longitud $20 es stcjiciente para
ciales se suman y pueden originar fisuras.
fisurarla, ya que origina en ella una ttwsió~n
despreciable.
5,22 ELEMENTODE HoRbfIGóN DEESPES~RLIMITADO,
Solamente en una losa de gran longitud, el roza-
QUE SE PUEDE DESPLAZR PARALELAMENTE A Sí
miento sobre el suelo puede tener influencia, como
MISMO.
ocurre en las losas pretensadas (8,11).
Consideremos una losa aplicada sobre el terreno, en Sin embargo, la retraccicín difcrewial (hidráulica y
la que existe Una fisura 0 (fig. 5.3). Para que se pro- térmica) puede disminuir la resistencia en la superficie
del hormigón (ver 5,3) (la dilatación térmica en la
superficie disminuye la resistencia en profundidad,
pero este hecho carece de importancia con vistas J. la
fisuracibn).
Fig. 5.3
tas losas pretensadas relativamente delgadas (pretcn- sivo medio, puede ser del orden de 3O/w, es decir,
sado “externo” por medio de gatos) ; pero principal- 3.000 p/m. Si el hormigón no pudiera deformarse,
mente, dicha dilatación origina a menudo fragmenta- estaría sometido a una tensión de compresión igual al
ciones (fig. 5.5) (ver 1,6, fig. 1.17 c). producto del entulnecimiento potencial por el módulo
de deformación; ptro el entumecimiento potencial sin
5,23 CEMENTOS “EXPANSIVOS” deformación es menos que el entumecimiento libre, y
el módulo de deformación es también menor. Dicha
Los llamados cementos “expansivos” son mezclas tensión es, pues, pequeña, y nunca mayor de algunas
de cemento Portland de endurecimiento lento, de esco- decenas de kg/cm2
rias o de puzolana, y de un producto expansivo [ce-
mento sulfoaluminoso, sulfato de calcio bajo formas
diversas (con o sin adición de cemento más o menos 5,231 CEMENTO “SIN RETruCCIóN”.
aluminoso o de cal hidratada), diversos sulfatos; cal
libre CaO, magnesia libre MgO, o una mezcla de El denominado cemento “sin retracción” es un ce-
ambos]. mento “expansivo” con un entumecimiento lo sufi-
Las escorias y la puzolana se combinan con el ex- cientemente moderado para que se pueda obtener des-
ceso de cal, y se comportan bien ante los expansivos, pués de una conservación razonable en medio húmedo
con los que lentamente forman compuestos hidratados (unos 8 días), una retracción hidráulica, en la atmós-
estables (4,23). Si los compuestos están cocidos, dosi- fera de conservación definitiva, que compense sensi-
ficados y molidos convenientemente, el aumento de blemente el entumecimiento inicial libre (fig. 5.6 b).
volumen, en lugar de proseguir, acentuarse y deterio- De hecho se comprueba que la retracción hidráulica
rar el hormigón, se estaciona al cabo de un cierto que compensa el entumecimiento inicial G. es en ge-
tiempo, incluso en medio húmedo ; en ewe momento neral bastante grande, mayor (alrededor de un 50 %)
las resistencias y los módulos de deformación no han que la retracción hidráulica de un cemento corriente.
alcanzado aún sus valores máximos y el endurecimien- Si el hormigón no puede deformarse, está sometido
to continúa. Sin embargo su fabricación, almacenaje y en el momento de máximo entumecimiento, a una ten-
empleo son delicados; es como si se inoculara a la vez sión de compresión del orden de algunos kg/cni2 so-
al cemento un virus y su vacuna. lamente. Ello no permite compensar más que una
f,empo
Si se estudian las retracciones y los entumecimien- pequeña parte de la retraccibn hidráulica ulterior, y
tos hidráulicos del hormigón, en lugar de la figura 2.1, como la retracción hidráulica del cemento “sin retrac-
se obtiene la figura 5.6 a (conservación en agua, y en ción” es grande (por muy paradójico que esto pueda
el aire con un 50 % de humedad relativa) : mientras parecer), el interés de dicho cemento es bastante limi-
que la retracción hidráulica final del hormigón corrien- tado. El hormigón de cemento “sin retracción” expe-
te sólo depende de la atmósfera de conservación final, rimenta, pues, una retracción hidráulica diferencial
la retracción hidráulica final del hormigón de cemento más importante que la del hormigón corriente (2,531).
“expansivo” depende de las condiciones de conserva- Cuando se habla de “cemento sin retracción”, acude
ción anteriores (humedad, temperatura). a la mente la idea de un “cemento sin fisuras”. Sin
El entumecimiento obtenido en un hormigóri expan- embargo, no es la retracción hidráulica la única causa
96 LAS FISURAS DEL CEMENTO
de las fisuras y, por otra parte, en el estado actual de la armar, pueden alcanzar resistencias del doble de las
técnica, no existe un verdadero cemento sin retracción. del acero dulce.
La carga correspondiente al “limite aparente de
elasticidad” de un acero corriente, es del orden de la
5,3 FISURAS DEBIDAS A LAS DEFORMA- mitad de su resistencia. Corrientemente se le hace
CIONES Y A LAS RETRACCIONES trabajar aproximadamente a la mitad de dicho límite
(e incluso hasta los 3/5 de dicho límite), y se consi-
La mayoría de las veces se culpa a la retracción dera que su fluencia es despreciab!e a la temperatura
hidráulica de las fisuras del hormigón. A decir verdad ordinaria.
si se trata de hacer fisurar un hormigón en el labora- El acero duro empleado en “hormigjn pretensado”
torio, en las mismas condiciones de endurecimiento, tiene una resistencia a la rotura del orden de 15.000
grado higrométrico, etc., se comprueba que en la ma- kg/cm2.
yoría de los casos dicho hormigón no se fisura. De Cuando se arma el hormigón, se considera que su
esto a pensar que la retracción hidráulica no es la resistencia a la tracción sólo es debida a las armadu-
causa de las fisuras no hay más que un paso; si bien
la retracción hidráadica no es la única causa, o mejor,
si ella no es la principal causa, es casi siempre una de
las causas de las fisuras que se producen en obras a la
intemperie. Si el hormigón se scmete a una “pretrac-
ción”, es decir, sometiéndole a una tracción previa, su
resistencia a la tracción disminuye. Su resistencia a la
compres”lón puede igualmente disminuir a causa de
la evaporación de agua que dificulta la hidratación del
cemento; y como ciertas zonas de compresión de las
secciones de hormigón están “pretraccionadas”, la
tensión debida a las deformaciones en el resto de di- Fig. 5.7
chas secciones aumenta.
Si una losa o una pieza de hormigón se somete a ras ; veremos que esta hipótesis es válida (5,42). Sin
desecación por ambas caras, tiene lugar una propaga- embargo, puritanamente hablando, un hormigón con
ción de las fisuras y una progresiva disminución de la una resistencia nula a la tracción no tendría apenas
resistencia a la flexión, hasta que se haya alcanzado interés, ya que su cohesión sería nula; por otra parte,
la prdfundidad máxima (2,552). Se explica de este no tendría ninguna adherencia a las armaduras.
modo, que la resistencia a la flexión alcance un máxi- Se comprueba que la rotura de adlterencia entre el
mo disminuyendo a continuación hasta un valor límite! hormigón y una armadwa con el recubrimiento sufi-
en especial en piezas de pequeíío espesor. ciente, tiene lugar primeramente por cizallamiento a lo
largo de una superficie aproximadamente cilíndrica
que envuelve todas las irregularidades macroscópicas
5,P FISURAS DEBIDAS A LAS DEFORMA- o microscópicas de la armadura (fig. 5.7),l ya que los
gramos finos y los cristales de silicatos y de alumina-
CIONES Y A LAS RETRACCIONES DEL tos hidratados penetran en las irregularidades del
HORMIGóN ARMADO acero.
La adherencia t del Izouuzigón a la armadura es,,
5,41 PAPELDELASARMADURAS. pues, igual a la resisfencia al cizallamiento del hormi-
gón a lo largo de dicha armadura. Si el deslizamiento
El acero tiene módulos de deformación mucho ma- de la armadura es importante, es decir, si sobrepasa
yores que los del hormigón: su módulo de elasticidad la dimensión media de las irregularidades del acero
es de 2 a 2,2 X 108 kg/cm2, o sea, 10 ó 20 veces el y de los granos más pequeños del árido (del orden
módulo de deformación lenta del hormigón; a menu- de 0,2 mm), se comprende que la resistencia pueda
do suele tomarse como relación de módulo, o coefi- disminuir, más teniendo en cuenta que en algunos
ciente de equivalencia: m = 15. casos el hormigón puede presentar fisuras paralelas a
La resistencia a la rotura del acero “dulce” em-
pleado corrientemente en hormigón armado es de 1 Véanse trabajos del “ Symposium sobre la adherencia
4.000 a 5.000 kg/cm2, es decir, del orden de 10 veces y la formación de fisuras en el hormigón armado”, organi-
zado por la RILEM en Estocolmo en el año 1957 (cuatro
la del hormigón a la compresión, y de 100 veces la volúmenes de los que el cuarto da una síntesis de todos los
del hormigón a la tracción. Los aceros “duros” para trabajos).
FISURAS DEBIDAS íl VARIAS CAUSAS 97
las armaduras, bien sea a causa de la corrosión y de la (Según los casos deberán ponerse distintos valores
dilatación del acero (4,33), bien sea a causa del mismo de los módulos (1,ll) en la fórmula del coeficiente
deslizamiento, y tanto más cuanto menor sea el espe- de equivalencia nz.)
sor del hormigón alrededor de la armadura y más Al armar el hormigón, se aumenta su resistencia a
acentuado sea el relieve de las armaduras (10,.51). la tracción: por ejemplo si m = 15 y +- = & (ar-
La longitud mínima de anclaje, o la longitud míni-
ma de solape L de armaduras que se empalman, en
madura densa), la resistencia aumenta en un 50 % .
una armadura de diámetro @ que trabaja a una ten-
Sin embargo, para tener la seguridad que no puede
sión de tracción T,, es tal que
aparecer ninguna fisura, sería necesario hacer trabajar
el hormigón a un valor muy inferior a la tensión de
de donde: rotura, por ejemplo, a 8 kg/cm* (aproximadamente la
cuarta parte de la tensión de rotura). La tensión en el
acero sería entonces de 8 m = 120 kg/cm*. Dicha
tensión es 10 veces inferior y no permite un empleo
EJEMPLO : T, = 1.200 kg/cm* económico del acero. Por consiguiente, el hormigón
-C= 3 0 kg/cm* armado, no pretensado (5,48), normalmente está fisu-
Se obtiene: L = 40 @. rado en la zona de tracción, y la dirección de las fisuras
de deformación es la misma que en el hormigón no
En la figura 10.1 b la rotura ha tenido lugar en una armado.
zona, en la que el solape de las armaduras era insu- En las zonas traccionadas, es solamente la armadura
ficiente. lo que resiste la tracción, pudiendo estar sometida a
un esfuerzo del orden de 1.200 s (kg/cm*) (o más,
5,42 HORMIGÓN ARMADO SIN RETRACCIÓN (EN MEDIO según la calidad del acero). Hay pues interés en armar
HÚMEDO) Y SIN FISURACIÓN.
el hormigón cuando:
5,43 FISURASDEHORMIGÓNARMADOSINRETRACCIÓN
(EN MEDIO mhmo).
T
Fig 5.9
diferencia de que en el hormigón armado la tensión puede producirse otra en 0’, fuera de la zona AR
de adherencia es la misma en toda la longitud AB = (sobre todo si se aumenta el esfuerzo de tracción), y
- 2 1: en efecto, un pequefio deslizamiento de la ar- después otra en 0’, etc. Las distancias entre dos fi-
madura no disminuye la influencia de las irregulari-- suras vecinas OO’ = I’ y OO” = I” están compren-
dades del cilindr-0 sometido a cizallamiento, mientras didas entre 1 y 2 1. Si la traccibi en el liorniigún aw
que en un revestimiento, 0 bien tiene lugar un des- menta, tiene lugar un deslizamiento de la armadura
prendimiento y sobreviene la rotura, 0 bien existe sin que aparezcan fisuras.
todavía una cierta adherencia de aquél con su “so- jl Podemos escribir : T = (1 + k) T.
porte”, no existiendo deslizamiento, y la tensibn varía
a lo largo de la superficie que resiste al cizallamiento
(figura 2.19 : de cero en J a su máximo valor t en “) ) De donde 1 1 = (1+sk)p /
1 ; 0 figura 2.20 : de cero en 111’ a su máximo valor
t en J’). 1 I
La adherencia de la armadura al hormigón permite EJEiWLO: s = loo Cd
calcular la longitud 1: si su perímetro es p (= Z JI. @áj, @ = 3 cm.
el esfuerzo transmitido al hormigbn en la sección A k = 0.
gracias a la adherencia entre la sección 0 y A, es: Se obtiene : 1 = 10,6 cm.
plsc= ST.
Si no existe zwchado, k = 0 y la adherencia es
De donde
igual a la resistencia al cizallamiento, 0 igual a la re-
l=F sistencia a la tracción del hormigbn T (1,12), o sea
del orden de 30 kg/cm-. Dicha resistencia es la rcsis-
Las tensiones en el hormigón y en la armadura se tercia a tvacci(írl sirrlplc, medida por la fuerza centrí-
han indicado en la figura 5.9 (curvas a trazos...). fuga, o la resistencia a la flexiGn corregida con un
Primero se produce una fisura en 0, y a continuación coeficiente de CAQUOT de 0,6 (l,?).
FI.SUR.iS IlEBII).iS .4 VARIAS CAUSAS 99
La f&mula (1) se puede aplicar al caso de que exis- 1 = 10,6 cm (ejemplo anterior)
ta un zunchado en el :lue las dos tensiones (iguales y T= 3 0 kg/cn?
iv’ = 1 5 0 . 0 0 0 fig/cm’
perpendiculares) son iguales a s , si s2 es el ángulo M, = 2.100.000 kg/cm”
e n “rozamiento interno” del hohrmigón (del orden de k = 0 (sin zunchado).
55”. de donde tg Q E 1,3).
Se obtiene : AZ z 0,04 mm (&chura imperceptible).
Si la armadura es muy lisa, o está cubierta de grasa
o de betún se tiene que - 1 < k < 0. Por lo tanto es Cuando aproximadamente al nzism~ ticm@ que la
como si existiera un zuncliado negativo. Lo mismo fisura 0, se producen otras fisuras, 0’ y 0”, las cur-
ocurre cuando la oxidación de las armaduras ha provo- vas representativas de las tensiones son las curvas a
cado una fisuraci& en el hormigón. trazos (fig. 5.9). Si el esfuerzo de tracción aumenta a
El zunchado es relativamente poco frecuente en continuación, hasta el valor F la armadura continúa
obras de hormigón ; sin embargo. las cargas y las reac- deslizando en la “funda” de hormigón. excepto en
ciones de apoyo pueden dar lugar, en !as piezas de 1’ e 1” por razones de simetría; el hormigón (que ha
horniigbn armado. a tensiones transversales que au- alcanzado su límite de alargamiento), no se alarga
mentan la adherencia; es posible, que la retraccibn más. Las curvas representativas de las tensiones son
hidráulica cree también un relativo zunchado, en las las curvas de trazo seguido (fig. 5.9), las.cuale’s permi-
armaduras recubiertas por un espesor suficiente de ten calcular los respectivos alargamientos del hormi-
hormigón, al cabo de un tiempo suficiente. gón y de la armadura entre 1’ e 1”.
Nientras no aparecen fisuras, el hormigón y la ar-
madura se alargan de la misma cantidad, y experi- VT
1 ’ l’, = 21
mentán UII acortamiento lateral (efecto de POISSOS) En efecto \
de al)‘oximaclaniente la misma proporción y como la 1’TS
I’, 1’3 = -Is .
adherencia no varia : k permanece constante. Después
de aparecer la primera fisura, el acero se alarga más
Las tensior.es son, pues. las siguientes:
que el horniigi>n y su acortamiento lateral es también
m a y o r : el coeficiente k disminuye, a lo menos lige- i hormigón : cero
ramente, a lo largo de la “funda” sometida a cizalla- en 0 F
miento, y como ya existe una red de fisuras distantes armadurd : J
i
de 1 a 2 1, nos encontranios con otra razi>n para que no 1’ -1
se produzca una nueva fisura intermedia. hormigón : 2.~
F L’TS
armadura : -;- - ~
5 , 4 3 1 hCHCR.4
(TRACCIÓS)
OE L-S;\ FIPCR.4 DE UEF0RMAC16S
E S E L HORMIGÓS 4RhL4DO.
\ hormigón : 21
1”T 21s
Los valores extremos de Al” corresponden respecti- 5,44 RETRACCIÓN LIRRE DEL HORMIGÓN ARMADO SIN
DEFORMACIÓN.
vamente a 1’ = 1” = 1 = y 1’ = 1” = 21. Se
obtiene :
(La definición de “deformación” fue dada al princi-
pio del Capítulo 1.)
La armadura tiene un coeficiente de dilatación tir-
mica muy próximo al del hormigón: 10 a 12 X
X lOe6 E 1O-5 (ver 3,I). Las variaciones de dimen-
siones témnicas del hormigón armado 110 originan,
pues, prácticamente, ninguna tensión diferencial entre
el hormigón y la armadura, a las temperaturas or-
>l
2F
x P-T I
-+- s . dinarias.
[ SM@ ( .LI' SM, La armadura se opone a la retracción hidraulica
potencial Rh del hormigón de manera que la retrac-
EJEMPLO: s = 14,l
ejemplo anterior. ción efectiva espontánea Rhsa del hormigón armado,
1 = 10,6 cm satisface la ecuación de equilibrio de las tensiones en
T= 3 0 kg/cm2 el hormigón y en la armadura :
M’ = 150.000 kg/cm2
M, = 2.100.000 kg/cm2 (Rj, - RnaA) S.M’, = Rj,sa SM,
F
- = 1.200 kg/cm2, (v”“;” siendo M’, un módulo de deformación potencial (com-
S
prendido entre los de las deformaciones R, y Rhndj
sin zunchados, adherencia normal : k = 0. del hormigón, y M, el módulo de elasticidad del ace-
ro. (En la figura 1 .l puede observarse que el módulo
Se obtiene: Al, = 0,050 mm. M’, puede ser aún menor que el módulo de rotura
Al2 = 0,078 mm. bajo carga lenta M co .)
1:1g 5.10
EJEMPLO:
Mil
~$2 = M = 30 Dicha retracción Rb aumenta la anchura de las. fisu-
P ras (hallada en los apartados 5,431 y 5,432) de 1Kh a
21Rn ; de donde, finalmente, los valores extremos, te-
M, = 2.100.000 kg/cm2 niendo en cuenta las fórmulas (4) y (S), son:
T, = 3 0 kg/cm2
RI, = 300 p/rîz (valor corriente a largo
plazo, en hormigón armado).
*” = --[“-;($+&)+Rh]+
(l.i&~ SM,
MaRh
Se obtiene: ____ < 992. + (1
- -I- v)T - h
TP
M
El IzormQón armado no sometido a defor-
nzación, no presenta, pues, en general, fisuras --[“F- T(&+-$)+2R/~]+
* 12=(1 +k)j SM,
de retracción hidráulica que alcancen las ar-
maduras. Cl+ v)T h
+ M *
$45 F I S U R A S DEL HORMIGÓN ARMADO SOMETIDÓ A EJEMPLO : RI = 300 p/w = OJO03 (retracción má-
RETRACCIÓN HIDRÁULICA Y A DEFORMACIÓN xirna, a largo plazo de un hor-
(TRACCIÓN). migón corriente).
Todas las consideraciones precedentes, y las fórmu- ha sido calculada en 5,431 e incrementada de Al
las que se han dado, para las fisuras en el hormigón [fórmula (5)] :
armado, son aplicables a armaduras que no son parale-
lar a la dirección de la tensión de tracción, a condición A 1 = 1’ ‘i 1” bh + a (0, - B)] -
de que s y S designen las secciones respectivas de la
P + PI2 T
- -rxM’+ Cl +M v)T h
armadura y del hormigón normales a dicha dirección.
Por ejemplo, la figura 5.10 muestra fisuras de esfuerzo >
constante regularmente separadas, en una viga de hor-
migón en la que las armaduras son rectas (ver fig. 1.7). @, = temperatura del hormigón durante el fra-
guado ;
0 = temperatura del hormigón en el momento de
5,46 RETRACCIÓN LIBRE DEL HORMIGÓN ARMADO SO- medir Al.
METIDO A UNA COMPRESIÓN.
Los valores extremos de Al corresponden respecti-
P
Dicha retracción se obtiene añadiendo a la retrac- vamente a 1’ = I” = 1 = __- 1’ = 1” III 21 :
ción hidráulica del hormigón armado (.5,44) el acor- ( 1 : k)p y
tamiento de deformación (principio de superposición
de efectos de las fuerzas) y la retracción térmica: A 1:” = (l ;sk& Rh + a(e, - e) - &] +
+(1+ 4Th
(8) Retracción total = ” + R” + a(~, - 0) M
1+m+ (9)
A l:” = ---[2Rh+2a(e,
cl ,$p -e>-$]+
F = esfuerzo de compresión ;
+ (1 + v)T h
M’ = Módulo de deformación del hormigón en las M '
coizdiciones consideradas (1,lZ). La fórmu-
la (8) puede considerarse como la definición EJEMPLO: los mismos datos que en los ejemplos de
del módulo M’; los apartados 5,431 [según las fórmulas (4)] y 5,J5
El fibrocemento se obtiene mezclando aproximada- Las obras a base de cemento pueden estar sometidas
mente SO a 90 % de cemento y 10 a 20 % de amianto, a la vez a deformaciones, a retracción hidráulica, a
con una gran cantidad de agua, eliminándose el exce- retracción y a dilatación térmicas y a diversos entu-
so de la misma por compresión. mecimientos (expansiones hidráulicas, corrosión, con-
El amianto constituye una armadura inoxidabie de gelación) ; las causas de las fisuras que en ellas pueden
las siguientes características : producirse son, pues, muy diversas; sin embargo, al-
gunas de ellas, son fácilmente diferenciables, gracias a
diámetro del orden de 0,001 mm, los principios enumerados hasta el presente.
resistencia a la tracción análoga a la del acero dul- Por ejemplo, las fisuras debidas a una compresión
ce : 5.000 kg/cm2, difícilmente se pueden confundir con las fisuras de
módulo de elasticidad M, del orden de 600C00 a retracción hidráulica, aun cuando ésta puede tener
1 .OOO.OOO kg/cm2. una cierta influencia en su formación y en su disposi-
ción. Las fisuras debidas a las retracciones y a las
Su composición (silicato de calcio y magnesio) y su
deformaciohes pueden venir acentuadas por congela-
inercia química, le confieren una buena adherencia al
ción, pero en general la fisuración por congelación es
1 Véase “Una revolución en la técnica del Hormigón”, prácticamente independiente de las retracciones ; di-
por E. FREYSSINET (1936). versos factores que aumentan la retracción hidráulica
104 LAS FISURAS DEL CEMENTO
disminuyen la fisuración por congelación, por ejem- ras y aparecen después de un número de años, del
plo, el aumento ck!a finura del cemento (2,41 l-4,421). orden del número de milímetros de recubrimiento de
Si una obra de cemento conservada en agua o en me- hormigón.
dio húmedo se fisura, no es a causa de la retracción Solamente se producen en aire húmedo, y tanto más
hidráulica, etc.. . de prisa cuanto más salitío sea y cuanto más cargado
Las fisuras de deformación a chpresión (1,3) : son .esté aquél de vapores áridos.
paralelas a las deformaciones, numerosas y muy pró- Las fisuras por congelación (4,412): se inician en
ximas entre sí, pudiendo cortarse bajo un ángulo los ángulos, apareciendo después en las aristas y, por
agudo. último, en las caras expuestas a la intemperie (princi-
Las fisuras de deformación a tracción (1,3): son palmente en las superficies horizontales de! alisado).
perpendiculares a las deformaciones y relativamente Las fisuras aparecen generalmente después de varios
poco numerosas (ver 5,22). años, y solamente en los casos de variaciones periódi-
Las armadurns no varían su dirección (5,42). cas de congelación y humidificación.
Las fisuras de deformación a cizallamiento (1,3):
son paralelas a las compresiones y normales a las
tracciones. 5,6 VERIFICACIóN DE LA RESISTENCIA
Las fisuras de retracción hidráulica: resquebrala- A LA FISURACI&N DEL HORMIGON
miento en la superficie, se cortan en ángulo recto
(2,534). Antes de finalizar el fraguado pueden produ-
Son varios los ensayos de laboratorio que se han
cirse por desecación rápida (2,52). Una vez finalizado
propuesto para verificar la resistencia a la fisuración
el fraguado su ensanchamiento y su propagación es
de los hormigones : se sitúan probetas de hormigón a
lenta: a los 28 días su anchura es del orden de algu-
las que se impide retraerse en una atmósfera a tempe-
nas milésimas de milímetro (2,533), su profundidad
ratura y humedad relativa constantes, y se observa
del orden de algunos milímetros (2,532) y su separa-
la aparición de las fisuras.!
ción del orden de algunos centímetros (2,535).
Estas medidas ayudan a comprender la fisuración
Solamente se producen en atmósferas no saturadas
debida a la retracción hidráulica; bajo este aspecto
de humedad (2,l). A largo plazo si su anchura es su-
constituyen medios de investigación interesantes. Pero
perior a aproximadamente & de su profundidad hay que ser muy prudente en la aplicación de sus re-
sultados :
o alrededor de 10.000 veces su separación, indican que
En primer lugar se puede observar que estos ensa-
el revestimiento está parcialmente despegado de su
yos d e “fisui-abilirlad” no conciernen más que a las
“soporte” (2,542).
fisuras debidas a la retracción hidráulica, que es cier-
Las fiswas de retracción Grmica: son poco nume-
tamente un factor del problema, pero no todo el pro-
rosas y se producen por enfriamiento, con un ensan-
blema. En especial, los ensayos son favorables para
chamiento y una propagación relativamente rápidos :
los hormigones de débil resistencia a la tracciórv (2,2),
a los 28 días su anchura es del orden de algunas déci-
y existen caros en los que es dicha resisten& la que
mas de milímetro (3,32), su profundidad de algunas
cuenta.
decenas de centímetros (3,31) y su separación de
algunos metros (3,32). Por otra parte, según la técnica empleada se pueden
clasificar los hormigones en un orden muy distinto:
Las fisuras de entumecimiento debido a los expan-
por ejemplo, un hormigón con una dosificación en
sivos [Ca0 (4,21), Mg0 (4,22), sulfatos (4,23), ári-
cemento relativamente baja, sometido a desecación
do reactivo (4,32)] : entumecimiento de la masa, res-
rápida antes del fraguado, puede dar lugar a una fisu-
quebrajamiento con deformaciones y desconchados de
ración mucho más importante que si la dosificación es.
las superficies expuestas al aire.
mayor (y el hormigón más impermeable). Si la deseca-
La cal libre, da un entumecimiento bastante retar-
ción tiene lugar después del fraguado, ocurre lo con-
dado (algunoS meses después) ; la magnesia y los ári-
trario.
dos reactivos, dan un entumecimiento aún más retar-
Algunas veces los ensayos de fisurabilidad no son
dado (algunos aiios después).
más que una extrapolación al azar, pues se exigen
Las aguas sulfatadas provocan un entumecimiento,
resultados demasiado rápidos para la verificación, o
con la aparición del sulfoaluminato blanquinoso y blan-
para la disminución de la dispersión de los resultados.
do característico (4,31).
Es el caso de algunos ensayos de hormigón, en los que
Las fisuras de entumecimiento se producen sobre
todo en medio húmedo (agua o aire). 1 Nuevas aportaciones al estudio de la fisuración del
Las fisuras de entumecimientos debidas a la corro- hormigón, por A. ILANTZIS y C. LEFEVRE, Annales del’ZTBTP
sión de los hierros (4,33): son paralelas a las armadu- (noviembre 1958).
FISURAS DEBIDAS A VARIAS CAUSAS 105
ias probetas normalmente experimentan su retracción disminuir la resistencia inicial del Portland, sobre todo
hidráulica bastante lentamente (ver 2,332, fig. 2.6). Es si es rico en aluminato tricálcico (2,42) 1.
también el caso del ensayo de fisurabilidad en el anillo De todos modos los ensayos de verificación de la
de pasta pura :l el tiempo de aparición de la primera resistencia a la fisuración no deben conducir a los in-
fisura, que sienta criterio, sólo corresponde a una re- genieros a una falsa seguridad. No se debe perder
tracción hidráulica del orden de la décima parte de la de vista que dicha verificación no los dispensa de to-
retracción final. Es cierto que la fisuración durante los das las prescripciones necesarias para evitar o limitar
primeros días es importante (2,42) y que el ensayo las fisuras ( segunda parte).
de fisurabilidad caracteriza la velocidad de endweci- Es difícil de verificar la resistencia a la fisuración
miento, por lo menos tanto como la retracción hidráu- de los hormigones por las razones expuestas en la
lica, pero basta con un ligero entumecimiento inicia1 introducción de esta memoria. En 10 que se refiere a
debido a la cal libre (4,21) o al yeso (4,23), para mo- las fisuras debidas solamente a las retracciones, hay
dificar la forma inicial de la curva de retracción hi- que tener presente que ellas dependen de la evolución
dráulica o de las resistencias mecánicas, y para aumen- de la retracción potencia1 y de la evolución de la rela-
tar considerablemente el “tiempo de fisurabilidad”, ción T,/M, (5,2, fig. 5.2). La evolución de la retracción
aun en un cemento de end*lrecimiento rápido y de de las resistencias mecánicas por otra parte (1,7)
fuerte retracción hidráulica, particularmente sujeto a pueden proporcionar datos útiles. A falta de un valor
fisuración por retracción [el yeso tiene por efecto el absoluto, los resultados permiten establecer una com-
paración entre los diversos hormigones (6,61) y los
1 Fascículo de documentación de I’AFNOR. P.15.351 diversos conglomerantes (6,731).
<EL ALFARERO
ES EL REY DE
LA ARCILLA . . . 1)
REMEDIOS GENERALES
En el presente capítulo se estudiarán los remedios del árido, dimensiones máximas de los granos, “efecto
aplicables a todos los hormigones, dejando para los de pared” (dimensiones del encofrado, naturaleza y
capítulos siguientes los remedios aplicables a casos repartición de las armaduras), grado de apisonado,
particulares (presas, carreteras, revestimientos, hor- etcétera. La escala de las abscisas (fig. 6.1) se deter-
migón armado). mina tal como se explica en los citados artículos.
La escala de las ordenadas es normal. Se puede
considerar que prkticamente el límite granulométrico
entre conglomerante y el árido es próximo a 0,2 mi-
-6,l COMPOSICIóN D E L HORMIGóN. límetros. Las dosificaciones de referencia son, pues,
en vollinzenes absollftos:
DOSIFICACIóN
Aire : OE’ (= OA’ X 0,15).
Una buena composición granulométrica es favora- Agua : E’A’.
ble para la compacidad, para la retracción hidráulica Conglomerante : A’B’.
y para las resistencias a la corrosión y a la congela- kido : B’C’.
ción. Tanto si se trata de un mortero de revoque o de Todos los componentes, en especial los más finos
un hormigón ciclópeo, lo que importa es llevar a cabo (arena), deben ajustarse lo más posible a la curva gra-
un estudio cuidadoso con vistas a reducir la fisuración. nulométrica.
Fig. 6.1
HORMIGÓN.
Las armaduras permiten resistir a la tracción y
1. Aumento de la sección de las piezas que trabajan repartir las fktvas de manera que se mantengan rela-
a compresión (pilares cabezas de compresión de las tivamente finas (5,43-5,131-5,15-5,1?) (figs. 6.4 17,
vigas, armaduras de “reparto”, etc.). 6.4 c, 6.4 d).
2. Pretensado de la sección traccionada de las pie-
zas armadas que trabajan a flexión (vigas) (el despla- 6,231 F A S E S DE HORJIIGOSADO. ADHERESCIA DEL
2. La superficie del hormig&n vertido anteriormen- y la resistencia ha disminuido. Así, en la figura 6.5,
te. resulta tlehilitada : o bien ha sufrido un lavado entre dos granos de árido, que afloran a la junta de
(por la lluvia, lwr ejemplo) 0 bien ni& frecuentemente hormigonado, la pasta o el mortero fino que llegaban
la evaporacic’m ha inlpeditlo la hidratación. Corriente- hasta la superficie AB en el momento del fraguado,
mente la jtinta de lmmigot~ntlo es aproximadamente pasan a A’B’ cuando se vierte una nueva capa de hor-
horizontal, y a consecuencia del apisonado dicha junta migón. y aparecen como mínimo dos fisuras AA’ y
se ha enriquwitlo en agua y en elementos finos, :as 13B’. Con el tiempo la superficie A’B’ tiende a volver
pequeíías deíormaciones de retracción han auinentado a SLI primitiva posición a consecuencia de la humidi-
ficación (2,l).
Fig. 6.5
5. Evitar el calentamiento ejz tongadas de gran PS- 6,24 A UMENTO DE LA RESISTENCIA AL CIZALLA-
pesor (3,53) y utilizar el hormigón a temperatura
MIENTO.
constante (7,3) ;
6. Prever en lo que sea posible juntas de hormigo- El cizallamiento comprende una tracción y una com-
rrado perpendiculares a las tensiones de compresión presión iguales y perpendiculares. Todo lo dicho sobre
que deberá soportar el hormigón. la compresión y la tracción se puede aplicar a este
REMEDIOS GENERALES 113
0 DE ARTICULACIÓN).
- -
x
[’ - [l + op (;J2tfv2* 1,021í;);j
Fig. 6.8
8
114 LAS FISURAS DEL CEMENTO
ximadamente (2,3.5). La retracción puede, pues, dis- podría parecer que un ‘incremento de la resistencia a
minuir aproximadamente, un 150 %, al pasar de un la tracción sería favorable, pero ésta es una idea equi-
valor al otro, para un árido limitado a 100 mm, apro- vocada (6,6).
ximadamente un 60 % para un árido limitado a
10 mm, y alrededor de un 25 % para una arena limi-
tada a 3 mm.
6,4 RETRACCION Y DILATACIóN
TJmMIcAs
6,33 INFLUENCIA DE LA CONSERVACIÓ N INICIAL .
Hemos visto que la retracción hidráulica debida a Hemos visto (3,l) que las variaciones de dimensio-
la desecación inicial puede ser considerable (Z,ll, fi- nes térmicas del hormigón vienen dadas por la
gura 2.1). Es absolutamente necesario evitarla, impi- fórmula :
diendo la evaporación hasta el final del fraguado & = a (0, - 6)
(12 horas como mínimo, si la temperatura es de 20”), (6)
protegiendo el hormigón por medio de lonas imper-
que las fisuras de compresión debidas a las ‘dilatacio-
meables o manteniéndolo húmedo. Los barnices limi-
nes, no existen, por así decirlo, jamás, en piezas de un
tan la evaporación pero no la eliminan completamente ;
cierto espesor (5,21) ;
dichos barnices pueden incrementar el endurecimiento
y que las retracciones potenciales hidráulica y tér-
superficial en algunos casos (6,21).
mica, suman sus efectos (5,l).
El frío retrasa el fraguado, sobre todo en los cemen- El coeficiente de dilatación térmica a, depende de
tos ricos en escorias 0 en puzolanas. Los tiefitos frios
la naturaleza del árido, siendo más pequeño para un
y secos son, pues, especialmente, perjudiciales.
árido calizo, que para un árido silíceo. Una vez elegi-
Las fisuras por desecación rápida siempre apare- do el árido, es necesario reducir las difer0ncii.s de tem-
cen en hormigones relativamente permeables y por lo peratura 8 1- 0.
tanto “magros”. Puede parecer una paradoja que
Con el fin de reducir la retracción térmica, es siem-
dichas fisuras se reduzcan aumentando la dosificación pre interesante, mantener el hormigón a la temperatu-
en cemento: este aumento de la dosificación disminuye
ra más baja que sea posible, durante los primeros díus,
notablemente la permeabilidad del hormigón, y por
en especial mientras que aquél no haya formado su
consiguiente, su evaporación. Sin embargo aumenta “esqueleto”, es decir, hasta el final del f.raguado (a
los módulos de rotura (6,6). condición de evitar la congelación).
A veces es posible aprovecharse de la desecación Obsérvese, por otra parte, que en todos los cemen-
antes del final del fraguado, apisonando el hormigón tos (en especial, en los cementos de rápido endureci-
(2,52), mejorando así su asentado y disminuyendo la miento), las resistencias mecánicas a largo plazo
relación agua-cemento ; es el caso de los revoques (1 año, por ejemplo), son tanto mayores cuanto más
que se aplican muy húmedos sobre un “soporte” ab- baja es la temperatura de conservación, siempre que
sorbente, y que se vuelven a apisonar cuando el sopor- ésta sea en medio húmedo (6,Zl).
te ha perdido una parte de su agua; es el caso tam- La retracción térmica que acompaña a la evacuación
bi&n del hormigón tratado y asentado al vacío, o del calor de hidratación del cemento, la estudiaremos
aplicado sobre materiales porosos. más adelante (7,3).
Se recomienda a menudo mantener el hormigón hú-
medo durante varios días después del fraguado con el
fin de disminuir la fisuración debida a la retracción
ulterior. La humedad es favorable para el endureci-
miento y para las resistencias mecánicas (6,21) ; la 6,5 ENTUMECIMIENTOS
humedad de la superficie del hormigón puede limitar
hasta una cierta profundidad la elevación de tempera- Los remedios para la oxidación de los hierros los
tura debida, por ejemplo, a los rayos solares; la hu- veremos en el Ca$tulo X, que está dedicado al hormi-
medad es necesaria para el entumecimiento inicial de gón armado (lO,l-10,8).
los “cementos expansivos” (5,23), pero para los ce-
mentos corrientes no modifica la retracción hidráulica
final, ni incluso apenas la evolución de la retracción 6,51 REMEDIOS PARA LOS ENTUMECIMIENTOS.
hidráulica con el tiempo, una vez ha cesado la conser-
vación húmeda (2,1, fig. 2.1, 2,31). 1.” Componentes expansivos del cemento (véase
Para evitar las fisuras debidas a las retracciones, 6;71).
116 LAS FISURAS DEL CEMENTO
2.” Acción de los sulfatos. La impermeabilidad del 4.” Evitar el vertido del hormigón a baja tempera-
hormigón es el primer remedio para las fisuras debidas tura, especialmente tratándose de conglomerantes sen-
a los agentes agresivos: aguas sulfatadas, aguas áci- sibles al descenso de temperatura (cementos de esco-
das, aguas puras: La protección por medio de una rias, cementos puzolánicos) (4,413).
pintura impermeable e inatacable, a base de alquitrán,
5.” Disminuir la dimensión máxima del árido ;
de silicatos o de fluosilicatos, resulta eficaz.
Es necesaria, e incluso indispensable, una buena do- 6.” Evitar los áridos susceptibles de congelarse, es
sificación en cemento (del orden del 20 ó 30 % por decir, los áridos porosos (4,43) (en los Estados Uni-
encima de la “dosificación de referencia”) (6,l). dos se ha llegado a separarlos por flotación).
La impermeabilidad aumenta con la compacidad.
Pueden utilizarse productos de adición impermea- Deben emplearse remedios especiales cuando, por
bilizantes (6,72), sobre todo si la dosificación en ce- una u otra razón, no es posible emplear los remedios
mento es insuficiente. normales, o bien cuando el hormigón debe soportar
La finura y la composición del cemento son impor- condiciones climatológicas muy duras, como en el caso
tantes’ (6,71). particular de hormigones :
cuya dosificación en cemento es insuficiente,
3.” Reacción mutua entre el conglomerante y el círi- 0 cuyo conglomerante tiene una resistencia a la con-
do (4,332). gelación insuficiente,
Jamás se ha tenido noticia, en Francia, de que haya o en los que el asentado es insuficiente.
tenido lugar una reacción de los álcalis del cemento En estos casos se efectúa una introducción de aire
sobre determinados áridos, sin duda porque dichos (4,424-6,72). La cantidad que se introdufe debe veri-
áridos reactivos no existen en nuestro país. Sin em- ficarse regularmente, de manera que la cantidad de
bargo, se utiliza alguna vez cemento en presencia de aire introducido en el hormigón “in situ”, sea apro-
vidrio. Entonces, es necesario escoger un cemento ximadamente el 20 % del volumen del agua de ama-
conveniente (6,71). Hay que evitai- la presencia de pe- sado (es decir, del 3 al 6 % del volumen del hormigón,
dazos de vidrio en el árido. según que la dimensión del árido sea mayor o menor).
La introducción de aire debe dar plasticidad al hor-
migón ; es, pues, necesario asentarlo relativamente
6,52 REMEDIOS PARALOS ENTUMECIMIENTOS DEBIDOS poco con el fin de evitar que se forme una espuma
AL HIELO. compuesta por los granos finos, agua y aire, que daria
lugar a una superficie poco resistente al choque, al
Las fisuras debidas a la congelación (dejando apar- desgaste y a la congelación. Esta norma tiene aplica-
te las que tendrían lugar por retracción térmica), ción en especial en losas de hormigón.
solamente son temibles, si el hormigón está embebido La introducción de aire aumenta la retracción hi-
en agua. El problema, pues, se presenta principal- dráulica, pero disminuye las resistencias mecánicas ;
mente en las superficies horizontales expuestas a la la fisuración debida a la retracción no aumenta, pues,
lluvia y al frío (4,412). necesariamente (2,2).
LOs remedios normales son una consecuencia de los
principios enumerados en 4,41 y 4,42, que han sido
corroborados por la experiencia: es preciso evitar el
rezumado (externo e interno) del agua y para ello
aumentar la proporción de granos que reaccionan rá- 6,6 MóDULOS DE ROTURA Y RESISTEN-
pidamente, aumentar la compacidad, reducir la rela- CIAS MEGWICAS óPTIMAS
ción agua-cemento y aumentar la resistencia a la
tracción. Las normas son, pues, las siguientes : Hemos visto (l,ll-2,2-3,3-4,O) que para una deter-
1.” Aumentar la dosificación en cemento (ver fi- minada deformación, una cierta retracción o un cierto
gura 6.2) : una dosificación del 20 o mejor del 30 % entumecimiento, el hormigón se fisura tanto menos
por encima de la “dosificación de referencia” (6,l) cuanto mayor es la relación ~ ‘1‘ 0 c = ~- resistencia
es bastante razonable ; M m6dulo de roturã
(resistencia a la tracción o a la compresión y módulo
2.” Elegir un conglomerante con una buena resis- de rotura, instantáneos, bajo carga lenta o potenciales,
tencia a la congelación (6,71) ; según los casos), es decir:
3.” Elegir una buena granulometriu, y compactar
enérgicamente el hormigón.en la obra, con el fin de cuanto mayor es la resistencia,
poder disminuir la dosificación en agua (6,l); cuanto menor es el mddulo de rotura.
REMEDIOS GENERALES 117
Para las deformaciones instantáneas a tracción, el son, por ejemplo, prismas de ‘esbeltez igual a 4, cuya
modulo de rotura puede asimilarse al módulo de elas- dimensión transversal sea como mínimo igual a cuatro
ticidad (IJI) el cual puede medirse fácilmente, pero veces la dimensión máxima del árido.
en el resto de los casos (que son los más numerosos),
su valor es difícil de precisar. Obsérvese que, si se
piensa que el hormigí5n se fisura tanto menos cuanto
mayor es su resistencia, se cómete un error funda-
mental, en especial en todos aquellos casos en que
existen retracciones y entumecimientos hidráulicos o
térmicos. En efecto, en los hormigones a base de los
conglomerantes actualmente conocidos, las resisten-
cias y los mód,ulos de rotura no son independientes,
y, en general, el aumento de la resistencia a ¡a tracción
va acompañado de un aumento mayor de los módulos
de rotura (1,lí).
Si hay posibilidad de fisuración por las defornzacio-
nes del hormigón, es preciso ir a buscar altas resisten-
cias (6,21), mientras que si son las retraccipnes y los
entumecimientos los que pueden provocar las fisuras,
hay que ir a buscar resistencias bajas. ‘O-K t
Rt+UCC/¿lR
finales (1,8) :
cementos “portland” relativamente pobres en cal
(índice
\ de saturación del clinker bajo Z 0,85)
,- ;
cementos a base de escoria en granos, de buena
calidad ;
cementos con aproximadamente un 30 % de puzola-
na, de buena calidad (con 70 % del clinker, y even-
tualmente de escorias).
REMEDIOS GENERALES 119
Resistencias inicialrs y finalrs bajas (1,8): DébiI entumecimiento debido a la reacción del con-
cal más o menos hidráulica, glomerante con el árido (3,32):
“cementos naturales”,
cementos ligeros. cementos puzolánicos ;
cementos de escorias ;
Gran adhcrcncia (a un “soporte”) :
cementos Portland que contengan menos del 0,s %
de álcalis (Na20 + KZO).
cementos (finos) de resistencias bajas.
Puede parecer paradójico emplear puzolana o esco-
Poca rrtracción hidráulica (2,41) : rias, que reaccionan con los álcalis, y que por otra
parte pueden contener una fuerte proporción de éstos,
en los Portland, cementos pobres en álcalis, o a los para evitar la reacción del árido (o del vidrio) con
que se haya añadido puzolana, para absorberlos. dichos álcalis, pero hay que tener presente que, gracias
a su superficie específica relativamente grande, la pu-
Calor de hidratarihn pegzceîio (3.42) : zolana y las escorias absorben progresivamente los
álcalis del clinker disueltos en el agua, evitando así
cementos de resistencias bajas, pobres en alu- ulteriores entumecimientos locales, que son peligrosos
minatos. una vez ha endurecido el hormigón. La eficacia de la
puzolana y de las escorias es tanto mayor cuanto más
Estabilidad a los expartsivos (4,Zl) (en el clinker, tinos son, Debido sin duda a que son más ácidas, y
que constituye una parte del conglomerante) : generalmente más finas que las escorias, la eficacia
-bajo índice de saturación; de las puzolanas es mayor, es decir, que allí donde es
- mezcla en crudo, fina y homogénea ; necesario añadir alrededor del 20 % de puzolana mo-
- cocción a temperatura conveniente (= 1.450” lida a 5.000 cm*/g Blaine (un 80 % de clinker), es
como media) y, tanto más alta cuanto mayor sea preciso afiadir, por ejemplo, un 50 % de escoria mo-
el índice de saturación y menor la proporción de lida a 3.500 cm*/g (un 50 % de clinker).
“fundentes” (óxido férrico, fluoruros, etc.) ;
- enfriamiento rápido después de la cocción (4,21- Gran resistencia a la congela&n (4,42) :
422) ;
- adición de puzolana o de escorias para absorber Cementos de hidratación inicial rápida, de gran re-
un posible exceso de Ca0 o Mg0 libres : tención de agua, estables a los expansivos, y de débil
adición de la cantidad de yeso que dé las máxi- absorción capilar :
- mas resistencias (4,23) ; cementos aluminosos ;
- carencia de mezclas con conglomerantes incom-
cementos “portland” relativamente finos (3.ooO a
patibles (4,241.
3.500 cm*/g Blaine) (comprendidos los “cementos
Portland de hierro”).
Dlhil mtzmecilltiento de corrosión del hormigón
(4,31) : Los cementos con una fuerte proporción de escorias
- cementos ricos en escorias y/o en puzolana ; (en particular los cementos sobresulfatados y “los
- pequeñas cantidades de aluminato tricálcico, in- cementos de escorias en el chker”) y los cementos
ferior aproximadamente al 5 % [en los “port- con una fuerte proporción de puzolanas, y con mayor
land” esta cantidad “potencial” viene dada por razón los cementos aligerados con una harina de árido
l a f ó r m u l a (ACB) = 2,65 (Al,O,) - 1,69 de cantera o los conglomerantes que contienen produc-
(Fe-OS). Los clinkers de los cementos Portland tos de adición inertes muy finos (1,81), resisten peor
FERRARI no tienen aluminato tricálcico : a la congelación, para una misma finura, que los ce-
mentos “portland” y los cementos aluminosos; sin
(.Wh) 1 69 embargo, los cementos de escoria y los cementos puzo-
(Fe,O,> = $g = 0364 ;
1 lánicos poseen a menudo una finura de molido mayor
-bajo índice de saturación en cal (en los clinkeu), que los cementos “portland” de misma resistencia, y
inferior a 0,90, aproximadamente (4,Zl). para una misma dosificación en peso, su dosificación
en volumen absoluto es más elevada. FGt& valores
Buena protección de los hierros (433) :
mayores de la finura y del volumen absoluto pueden
compensar (a lo menos en parte) la pequeiia hidrolici-
cementos “portland” (ricos en cal combinada), sin dad inicia1 y la débil retención de agua debidas a la
cloruros (pobres en sulfatos). .
naturaleza del cemento.
120 LASFISURASDEL CEMENTO
Fig. 6.13
6.731 VERIFICACIÓN DE LA RESISTENCIA A LA FISU- to, en el conglomerante (3) ; éste no provoca la misma
RACIÓN DE RETRACCIÓN HIDRÁULICA DE UN fisuración que el conglomerante (1) (cemento solo),
CONGLOMERANTE. pero aun cuando el producto de adición aumenta algo
la retracción hidráulica, disminuye al mismo tiempo la
Se puede reconocer la aptitud intrínseca a la fisura- resistencia a la tracción.
ción de retracción hidráulica de un conglomerante, Si el conglomerante (1) da lugar, después de la
tanto en un mortero normal de buena composición adición de un determinado producto, al conglomeran-
(1,8) como en los hormigones (6,61), mediante el te (4), la fisuración que provoca este último es mayor
empleo en obras no sometidas a deformaciones. que la que provoca (1) ya que la resistencia es aproxi-
En la figura 6.13 se observa, por ejemplo, que el madamente la misma y la retracción ha aumentado.
conglomerante (1) (cemento Portland corriente) da Sin embargo, la tigura 6.13 no representa la mania-
más fisuración de retracción hidráulica que el conglo- bilidad del cemento, la cual aumenta la plasticidad y
merante (2) (cal hidráulica corriente). la adherencia del hormigón (9,13: adherencia de los
Supongamos que el conglomerante (1) se transfor- revestimientos) y tiene una gran influencia en la an-
ma, después de la adición de un determinado produc- chura de las fisuras í2,54).
CAPfTULO V I I
El presente capítulo se refiere principalmente a palmente en las “presas de gravedad”, en las que cada
presas, pero también a muros y losas de gran espesor, contrafuerte puede considerarse como independiente.
a pilares de gran masa, a fortificaciones, a refugios y, La figura 7.2 a muestra una presa de gravedad que
en general, a obras en las que la retracción térmica presenta fisuras verticales siguiendo las juntas de los
debida al calor de hidratación.del cemento, tiene una contrafuertes :
gran importancia.
La retracción hidráulica en dichas obras tiene una
influencia despreciable, ya que se produce mucho más
lentamente que la retracción térmica ($31, fig. 2.6), y,
por otra parte, su valor máximo puede no ser muy
grande, a causa del gran tamaño del árido (5.J).
7,l CIMENTACIONES
Fig. 7.3
La retracción térmica de paramentos de hor- Durante los períodos en los que pueden producirse
migón, es pues, tanto menor, cuanto más bajo heladas, se debe verter el hormigón a la temperatura
sea la temperatura en el interior de la masa. suficiente para que no pueda helarse antes de haber
Un descenso de dicha temperatura puede fraguado. Los aislantes dispuestos como protección
conseguirse principalmente, de tres muneras: deben sacarse inmediatamente después.
Desgraciadamente, el hormigonado a baja tempe-
descendiendo la temperatura inicial del hormigón, ratura no es favorable para la resistencia a la congela-
reduciendo el calor desarroliado en la hidratación ción (6,52), sobre todo en los cementos para obras de
del cemento, hormigón en masa (7,6).
evacuando el calor. Una vez más hay que ir a buscar una solución
intermedia.
Se pueden comparar los efectos de estos tres me-
dios, calculando o midiendo las variaciones previsibles
2. Reducción del cabr deaarroU& en la hidra-
de temperatura, del modo que indicamos a conti- tcrción
nuación.
Para reducirlo, es preciso jugar con Ia dosificación
(7,2) y la calidad del cemento empleado (7,6).
1. Descenso de la temperatura inicial
Consideremos el hormigón de la presa del ejem- 3 . Evacuu& del cdor
plo (2) del apartado 72:
La evacuación del calor tiene lugar a través de las
agua : 140 l/m3 de hormigón superficies que están en contacto con la atmósfera, y
cemento : 180 kg (10 % de más que la eventualmente por medio de tubos introducidos en el
“dosificación de referencia”) (fig. 7.3) hormigón, por los que circula un líquido frío.
15 x 2,65 a) Superficies encofradas. - El acero tiene una
3 conductibilidad térmica 250 veces mayor que la de la
1)
madera de pino (3,2). LOS encofrados metálicos son,
Los calores específicos de los tres componentes son
(antes del amasado) : 1 para el agua y 0,2 aproxima-
damente para el cemento y el árido. De donde las 1 Véase en particular : “Presa de Dokan en el Irak.
Refrigeración de la presa”, por P. FOULLADE y C. WILHELM,
capacidades caloríficas : Revue des Tram~x (mayo l%l).
126 LAS FISURAS DEL CEMENTO
7,4 CONGELACUN
Para evitar entumecimiento es preciso seguir las cesario adm.itir una hidrafación lenta y una resistencia
normas que se han dado en 6,52, por lo menos en las inicial moderada.]
partes expuestas a la congelación. Por otra parte se En ei hormigón en masa, más que en cualquier otro,
pueden emplar en los paramentos grandes piezas de es la resistencia a largo plazo la que cuenta. El único
hormigón como encofrado perdido. En todo caso, es requisito que debe de cumplir la resistencia inicial, es
preciso : la de tener el valor suficiente para poder desencofrar.
Una fuerte dosificación en cemento, de alrededor de Las resistencias mecánicas y los calores de hidrata-
30 % por encima de la dosificación de referencia (6,l); ción del cemento que se deben considerar, son aquellos
un aglomerante resistente a la congelación (7,6); que corresponden a la variación de las temperaturas
y un buen asentado (y una dosificación en agua del hormigón en la obra. Para simplificar se puede
débil). medir solamente las resistencias intrinsecas del con-
Si estas condiciones no se cumplen o si las condi- glomerante mantenido a una temperatura constante,
ciones climatológicas son muy duras, es preciso añadir del mismo orden que la temperatura máxima alcanzada
aire al cemento (6,72), y en todo caso el asentado por la masa del hormigón.
debe ser moderado. Las resistencias mecánicas son Eti general, es suficie,nte con resistencias de
generalmente sobreabundantes y su disminución, a 160 kg/cma a compresión, y de 40 kg/cm’ a flexión,
causa del aire introducido, no es ningún inconveniente. de un mortero Iso (1,8) a los 28 dias a 200, que dan
lugar a resistencias a 40” de alrededor de 300 kg y
70 kg, respectivamente.
La resistencia a las aguas agresivas [aguas sulfata- Para la elección de la finura, hay que ir a buscar
das (4,31), aguas puras de glaciar] se obtiene, igual- una solución intermedia (fig. 6.12), en la que inter-
mente que para la resistencia a la congelación, por vengan principalmente la resistencia a la congelación
medio de una buena impermeabilidad (6,51), gracias y a la corrosión de una parte, y el calor de hidratación
a una fuerre dosificación en cemento y a un fuerte aún por otra.
asentads. Una buena impermeabilidad es necesaria
por c:ra parte en la mayoría de las obras de hormigón 3. Tipo del conglomerante
en masa.
Sin emb:.rgo, e! llpo de cemento a aplicar no es el El tipo de cemento a emplear en el hormigón en
fnti para wI szstir a la congelación, que para resistir masa es un cemento de débiles resistencias iniciales y
a las agw agres@: el aluminato cálcico del clinker, de grandes resistencias finales (6,71) :
por ejemplo, es favorable para la resistencia a la con- cementos Portland :
gelación y desfavorable para la resistencia a las aguas de bajo índice de saturación, del orden de OJO a
sulfatadas; una fuerte proporción de cal es favorable 0,85.
para la resistencia a la congelación de los cementos de débil módulo alúmino-férrico,
(estable a los expansivos), y desfavorable para la re- de módulo silícico grande.
sistencia a las aguas puras y a las aguas sulfatadas
(74). De modo que la proporción “potencial” de AC,
sea pequeña (inferior al 8 % aproximadamente) ;
cementos que contienen hasta un 85 % de escoria
en granos ;
7,6 ELECCIóN DEL CONGLOMERANTE cementos que contienen hasta un 40 % de puzolana.
Estos cementos dan lugar a débiles entumecimientos
1. Resistencius mecánicas g calor de hidratucibn de corrosión, pero no son los que mejor resisten a la
congelación (6,71).
Hemos visto (3,42) que el calor de hidratación del Si ésta es preponderante, el “portland” corriente
cemento es tunción de su resistencia mecánica (y en (a base de clinker con IYI índice de saturación de 0,92
especial de su resistencia inicial) : uno y ot,ra depen- aproximadamente, porcc,lltaje en ACa de aproximada-
den del desarrollo de la hidratación de los aluminatos mente el’ ll %), es preferible al cemento con gran
y de los silicatos anhidros que se transforman en proporción de escorias, para una misma jinrwn Rlaine;
aluminatos, silicatos, y eventualmente, en cal y alu- pero a resistencias iguales (y para el mismo calor de
minatos hidratados. [Si se precisa de un conglomeran- hidratación) los cementos de escorias pueden molerse
te que tenga un calor de hidratación moderado, es ne- a mayor finura que los elementos Portland corrientes.
, REMEDIOS PARA LAS FISURAS EN GRANDES OBRAS DE HORMIGdN 129
Es mejor rechazar los elementos que contienen más damente la temperatura medra diaria de la atmósfera.
de 50 % de escoria y los cementos puzolánicos que Para ello,
contienen más de 25 % de puzolana, en paramentos
- elección de un arido de coeficiente de dilatación
expuestos a grandes fríos (ver en 7,4, normas relativas
a la resistencia a la congelación del hormigón). térmica pequeño ;
- baja temperatura iniciul del hormigón (alrededor
de 5” es la óptima) ;
-vertido del hormigón en capar tu) muy gruesas
7,7 RESUMEN (1 metro como máximo) y esptiiudas en el tiem-
po (4 días como mínimo) ;
En resumen, los principales remedios para las fisu- - cemento de baja resistencia inicid (160 kg/cm2
ras en obras de hormigón en masa son los siguientes : son suficientes para la resistencia a la compresión
Monolitismo de las fundaci&es (inyecciones), evitar a los 28 días a 20” en mortero normal);
su cizallamiento (armadura al efecto). finura moderada ;
Composición granulométrica estudiada y controlada; cantidades pequeñas de silicato y aluminato tri-
Dosificación de 10 a 30 % por encima de la “dosifi- cálcicos ;
cación de referencia”, según se tema 0 no, la presen- - si puede existir congelación, cemento activo bas-
cia de hielo o de aguas agresivas. tante fino, introducción de aire, y evitar las “ha-
Temperatura limitada en el interior de la obra, no rinas” más 0 menos finas ;
sobrepasando en ningún caso en más de 40” aproxima- - en presas de gran espesor, tubos refrigerantes.
CAPfTULO VIII
Las losas de hormigón soportan sobrecargas que, T = tensión de rotura a la tracción del hormigón
junto con su propio peso tienden a provocar asientos M = modulo de rotura del hormigón (a tracción)
del terreno (1,4), a pesar de su rigidez (1,2) y origi- L = luz de la parte sometida a flexión
nando desplazamientos verticales (1,5). e = espesor de la losa.
Por otra parte la losa experimenta variaciones de
dimensiones debidas principalmente a la retracción En una losa con una carga en el centro :
hidráulica y a la retracción y dilatación térmicas, que T L2
tienden a curvarlas (2,55111-3,21) y a hacerlas desli- <p = 0,167 M . c
zar sobre el terreno con un cierto rozamiento (5,22).
También pueden presentarse entumecimientos debi- En una losa perfectamente empotrada y con una
dos en especial, a la congelación. carga en el centro:
En el presente capítulo aplicaremos las fórmulas de
la flexión de la resistencia de materiales, sin tener en
cuenta el coeficiente corrector de CAQUOT de 0,6 (1,7).
Dicha corrección no es necesaria si la verificaczón de 2. La flecha máxima debida a la retracción hidráu-
la resistencia se efectúa empleando las mismas fórmu- lica diferencial es (2,55111) :
la, no corregidas.
Solamente en el caso del hormigón armado (o pre-
tensado) la resistencia a la tracción simple del hormi- qh = o,l R, F
gón tiene importancia para la adherencia a las arma-
duras [5,43, comentario de las fórmulas (1) 1. 3. La flecha máxima debida a la retracción o a la
dilatación térmicas diferenciales es (3,521) :
ción primitiva. Asi, suponiendo fija la sección OO’ 0,208 2 . $ *= 0,l [R” + a (0, - B)] ;.
(figura 8.2), la posición de la sección 010’1 (situada De donde
inicialmente a una distancia unidad de OO’), que a
consecuencia de la retracción debía haber pasado a la -T’ -
posición DE (ver fig. 2.30) tiende a pasar a la posición M’ -& [Ra + a (‘4 - el]
D1E1 y D”E” tiende a pasar a la posición D”iE”i.
Para que la losa no se fisure, es preciso que:
Hemos visto (2,55112) que si la losa fuera “flotan-
te” las fisuras alcanzarían la fibra que pasa por 1. Si
las deformaciones la hacen volver a su posición plana, ;> --!---
2,08 [Rm + a (0, - e)]
las fisuras se propagan hasta la fibra 11, siendo pues,
más profundas, y el espesor de hormigón que debe (T’M’TM han sido definidos en el capítulo de nota-
resistir las ulteriores deformaciones, queda reducido. ciones).
Al volver a su posición primitiva a causa de su peso La losa resiste tanto m.ejor a la fisuración del cim-
propio, la losa se halla “pretraccionada” en su cara breado:
superior, y precomprimida en su cara inferior: 1’
- cuanto wyor es la relación K, y por con-
En el caso de una sobrecarga en el centro, la resis-
tencia a la flexión viene aumentada, gracias a la re- siguiente de una manera general, cuanto
tracción superficial, pero en el caso de una sobrecarga menor es la resistencia a la tracción (1,ll);
periférica la resistencia a la flexión disminuye. De - cuanto menor es la retracción hidráulica;
este modo se explican las grietas, frecuentes en los - cuanto menor es el descenso de la tempe-
extremos de las losas de gran longitud (unos veinte ra tura.
132 LASFISURASDEL CEMENTO
EJEMPLO : M’ = 150.000 kg/cm2 (hormigón de pase los 10 m), mantenerse “flotante”, y sus tensiones
composición corriente). al descimbrear sólo son debidas prácticamente a la re-
Rm z 3 1 2 p/nt ( v e r 255111, e j e m - tracción y a la dilatación térmicas.
plo 2). La retracción hidráulica tiene como efecto solamen-
a = 10e5. te provocar un resquebrajamiento en la superficie, que
81 = + 5”. afecta a un pequeño espesor de la losa (1 a 2 % , ver
8 = - 25” (enfriamiento brusco poco 2,55112) y que por lo tanto no se aprecia a simple
corriente). vista (la anchura de estas fisuras es del orden de 1 mi-
crón, ver 2,533). La resistencia a la tracción de las
Se obtiene que la tensión de tracción máxima es de
fibras superiores queda algo disminuida y a la resis-
T = 44 kg/cm 2. Existe, pues, un riesgo patente de tencia a la flexión en el caso de cargas periféricas le
sobrepasar la tensión de rotura T y de originar la ro- ocurre lo mismo, tal como hemos visto anteriormente,
tura de la losa.
siendo la flecha que adquiere una losa a causa de la
retracción y de la dilatación térmicas:
2. Elevación de la temperatura después de un pe-
ríoao frío ye = 0,l a (e, - 0) !;m
En este caso, la retracción hidráulica y la dilatación
térmica dan lugar a efectos opuestos ; se tiene, pues : para reducir los desplazamientos verticales, es preciso :
disminuir la luz L,
GI (4 - e,>
1 aumentar el espesor e.
EJEMPLO : M’ = 15O.ooO kg/cm2. Es más eficaz disminuir la luz ya que en la fórmu-
Rm =312 p/~/m. la L está elevada al cuadrado.
a = 10m5.
eI= + lo”. 8,12 FI S U R A S DEBIDAS A LAS SOBRECARGAS.
0 = + 50“ (calentamiento brusco poco
corriente). Para calcular las deformaciones debidas a las cargas
permanentes y a las sobrecargas, es necesario hacer
Se obtiene T’ = - 6 kg/cm2, es decir, una compre- ciertas hipótesis sobre el comportamiento del terreno
sión de 6 kg/cm2. La losa presenta una convexidad en que soporta la losa; las fórmu!as de BOUSSINESQ per-
lugar de una concavidad (como aparecía en la fi- miten, por ejemplo, calcular los diversos asientos del
gura 8.1). terreno, las deformaciones y las tensiones.’
En la fórmula que permite calcular la tensión en los Los asientos son bastante considerables; el módulo
dos ejemplos precedentes no intervienen ni la luz L de deformación del terreno es mucho menor que el del
ni el espesor e de la losa. El resquebrajamiento super- hormigón, en ocasiones 1.000, e incluso lO.ooO veces,
fickzl debado a las retracciones, no interviene. menor.
La tensión calculada en los apartados 1 y 2 ante- Si el terreno es homogéneo, una carga en el centro
riores, lo es por exceso, ya que el terreno que soporta da lugar a tensiones de tracción bajo la losa hasta una
la losa no es indeformable ; su compresibilidad (elás- distancia del orden de 10 veces su espesor, y’en las
tica 0 plástica) permite a la losa conservar una parte fibras superiores de la losa en distancias comprendidas
de su curvatura ; en especial, la debida a la retracción entre 10 y 20 veces el espesor. Sin embargo, los terre-
hidráulica se produce de ,una manera mucho mas lenta nos son frecuentemente heterogéneos, y su consolida-
que la debida a la retracción térmica (3,31) ; las va- ción se prolonga durante muchos años; es, pues, más
riaciones diarias de temperatura tienen, pues, una in- importante considerar la uniformidad, que el va!or
fluencia considerable en la variación de la curvatura absoluto de sus característica.s y en todos los casos las
de las losas, así como para la fatiga que ella origina hipótesis hechas sobre la repartición de las cargas y
en el hormigón y sobre todo en el subsuelo : Los cim- la,s reacciones del terreno, deben de verificarse expe-
breados térmicos alternativos de la lqsa son al cimbrea- rimentalmente con la aguda de observaciones y de es-
do hidráulico como la vibración de una pieza es a su tadísticas. Para convencerse, basta con observar, des-
desplazamiento lento. Dado el caso que la vibración pués de algunos años de tráfico, las deformaciones de
permite desplazar la pieza sin esfuerzo, se comprende una carretera adoquinada que descansa sobre una capa
que los cimbreados térmicos alternativos puedan anu- de fundación análoga a la de una carretera de hor-
lar en la práctica las tensiones al descimbrear, debidas migón.
a la curvatura adquirida a consecuencia de la retrac-
1 “Estado actual y tendencias de la técnica francesa de
ción hidráulica ; dicho de otro modo, la retracción las calzadas de hormigón”, por R. PELTIER, suplemento de
hidráulica no impide a la losa (cuya longitud no sobre- Travauz (julio 1959).
REMEDIOS PARA LAS FISURAS EN LAS LOSAS 133
Fig. 8.5
Así, por ejemplo, en las proximidades de los puen- a las deformaciones de flexión; ésta es la razón por la
tes en donde el asentamiento es prácticamente nulo, cual una carretera de hormigón se fisura especialmente
las losas que descansan sobre el terraplenado se fisu- en los cruces, sobre todo si existen bádenes que au-
ran (fig. 8.3), y a menudo deben de ser reemplazadas mentan el efecto dinámico de las cargas móviles (fi-
por pavés 0 por un revestimiento ligero. gura 8.4).
Por otra parte el cimbreado alternativo de las losas En las fórmulas que dan la tensión de tracción en el
debidas principalmente a las variaciones térmicas hormigón sometido a flexión aparece L en el numera-
(8,ll) modifica considerablemente los cálculos de las dor y e en el denominador (8,l). Con el fin de reducir
tensiones específicas de las deformaciones. las fisuras, se debe, pues:
Por último, las fisuras son principalmente debidas disminuir la luz L,
aumentar el espesor e de la losa.
Para disminuir la luz basta con limitar las dimensio-
nes horizontales de lar losas. Por otra parte, la expe-
riencia ha demostrado, que de no ser así las losas se
agrietan (fig. 8.5). Una buena solución es el disponer
losas cuya longitud no sobrepase los 10 metros. Las
losas de poca long?tud difícilmente se agrietan (fi-
gura 8.6 a, losas de 3 X 3 m) ; y deben, pues, de utili-
zarse en las zonas en que pueden producirse asientos
del terreno, por ejemplo, en las curvas sobre terreple-
nado, en donde la fuerza centrífuga aumenta las sobre-
cargas (fig. 8.6 b).
F:g. 8.7 b
Por razones de economía nos vemos obligados a el de una sobrecarga de 3.5 toneladas (Título II, Cap. 1,
tomar un coeficiente de seguridad pequeño, basado en $ 1 , ark.55).
hipótesis aleatorias sobre el terreno. De hecho, este De ello se deducen los espesores mínimos si-
coeficiente puede ser menor que la unidad. Como las guientes :
fisuras se producen en el límite de la resistencia del
hormigón (ver introducción), un pequeño aumento
L (metros) 4 5 6 8 10
del espesor y, por consiguiente, una ligera reducción / / ____-
de las tensiones, puede ser suficiente para eliminar o
a lo menos para reducir considerablemente, la fisu- e (cm> 20 23 25 29 33
I ~ Lb.
ración.
En hormigones y en terrenos cokentes, pueden
adoptarse las dimensiones de espesor que vienen dadas 2. Espesor de una losa de aeródromo (algunos
por la fórmula: aviones dan lugar a valores que sobrepansan las :-
200 t, o sea 100 t por rueda, para la sobrecarga es-
tática P).
De donde:
e2
-=6P.
L
Fig. 8.13
,TI+lCiI=k$
Fig. 8.14
8,14 H O R M I G Ó N PRETENSADO.
que la temperatura media sea superior a 15” (ver fi- vibrado intenso, ’
gura 1.19). Este tiempo debe prolongarse si la tempe- dosificación en ce-
ratura es más baja (1,8), sobre todo si el cemento m e n t o d e u n i y por consiguiente relación
contiene escorias 0 puzolana. 30%,
por encima de la ,e~~~to pequeña (821,
La lluvia tiene el peligro de lavar la superficie del
hormigón antes de que el fraguado haya terminado “dosificación de i
(figura 8.17). referencia”, )
cemento “portland” fino (comprendiendo el “ce-
mento Portland” de hierro),
preciso suplir una eventual falta de resistencia a la Gran resistencia del hormigón a la flexión;
tracción del hormigón aumentando el espesor de las árido con una buena granulometría (evitar las “ha-
losas. rinas y, sobre todo, la arcilla) ;
fuerte dosificación, de alrededor de un 30 7% por en-
cima de la “dosificación de referencia”;
8,6 SUELO-CEMENTO cemento de finura media, con grandes resistencias a
la tracción a largo plazo (en caso de que actúen sobre-
Los pavimentos (carreteras, caminos) de suelo-ce- cargas instantáneas, cemento con grandes resistencias
mento tienen poca resistencia a la tracción (del orden iniciales) ;
de algunos kg/cm2 para una dosificación en cemento conservación húmeda durante 28 días (si la tempe-
del orden de un tanto por ciento pequeño en peso), y ratura es como mínimo de 1Y) (si la conservación
un módulo de deformación pequeño (del orden de al- debe hacerse en medio seco o frío, evitar los cementos
gunos miles de kg/cm2). Dichos pavimentos no preci- con gran cantidad de escorias o de puzolana).
san juntas y solamente pueden soportar cargas lige- Gran resistencia de las losas a la flexión;
ras. Su resistencia a la congelación es mediocre, y en
las carreteras y en las pistas, se recubren en generai longitud limitada (como máximo \
con productos de pequeño módulo (macadam). 10 m);
En el suelo-cemento las fisuras son numerosas, pero anchura limitada sobre todo en las lo-
sas de los extremos (3\ ó 4 m en las o pretensado
relativamente finas, siempre que su resistencia a la
tracsi& sea lo suficientenmente pequeña. Este tipo de carreteras, 5 ó 6 en los aeródro- \
pavimento puede ser ventajoso cuando se utiliza como mas) ; I
fundaciónde las losas de hormigón.
espesor suficiente (e e d 3LP y e I F , si e se
expresa en cm, L en metros y P en toneladas).
8,7 RESUMEN Si existe posibilidad de congelación:
capa de fundación de espesor suficiente, del orden
En resumen, los principales.remedios para las fisu- de 30 cm como mínimo para temperaturas que puedan
ras en las losas de hormigón son los siguientes: alcanzar - 30” ;
Fijación de las fundaciones con el fin de evitar las cemento bastante fino.
deformaciones plásticas de los terrenos no consolida-
dos o de los terrenos de alto índice de plasticidad ; Se debe emplear un introductor de aire si la rela-
capa inferior filtrante que impide que los granos
finos del terreno se sitúen en las zonas superiores, en ción cet:@ito de un hormigón, con una trabajabili-
especial en las juntas y en los bordes de las losas ; dad buena, es francamente superior a 0,50 (vibrado .
juntas estancas entre losas ; ligero, deficiente granulometría, dosificación en ce-
eventualmente, prolongaciones estancas de los bor- mento insuficiente), o si el cemento es susceptible de
des de las losas.. helarse, o si el clima es duro.
CAPfTULO I X
+ (1 + ~)-TP h
MP I
EJEMPLO : T, = 30 kg/cm”
hl, II= 100.000 kg/cm2
Rx, =800 p/wz
.h=2 cm
t = 10 kp/cm2
'
81=:30" "'a(fll--8)=500
o= 20" i p/ffl
146 LAS FISURAS DEL CEMENTO
timiento, es preciso buscar los medios compatibles con gado posible. Si las irregularidades de la superficie o
las necesidades de la plasticidad, de la cual depende la impermeabilidad (9,2) exigen un cierto espesor, es
la adherencia (9,13), y de la retracción hidráulica preciso disponer varias capas (9,3).
(9J4). La figura 9.3 muestra las fisuras de un revestimien-
to de gran espesor (alrededor de-4 cm).
2. Dosificacih en cemento
nos finos. Los elementos muy finos (inferiores a 5 ó Esta precaución no es tan necesaria en la segunda
10 micrones) confieren al mortero una buena trabaja- 0 la tercera capas, siempre que se apliquen poco tiem-
bilidad, es decir, un buen poder de retención del agua p o desqués que la primera.
y una buena plasticidad. Gracias a ésta plasticidad (en La figura 9.4 a muestra el revestimiento de un muro
el propio sentido de la palabra) el mortero puede de ladrillo, en el que la adherencia es defectuosa, la
penetrar en todos los intersticios del soporte quedando retracción en la superficie (2,55.211), y eventualmente
adherido a éste por la rugosidad. Contrariamente a lo el entumecimiento interno (sulfato, hielo), lo han levan-
que ocurre con los conglomerantes fluidos, que pueden tado en cada hilada de ladrillos, resultando de ello
penetrar en ciertos J‘soportes”, y en ocasiones disol- grietas, que marcan las juntas horizontales, y despren-
verlos 0 transformarlos químicamente en un cierto dimientos en muchas zonas. En lugar de aparecer li-
espesor, los aglomerantes hidráulicos sólo se adhieren geramente abiertas (como consecuencia de la retrac-
a los materiales de construcción gracias a que penetran ción hidráulica) las fisuras están cerradas, e incluso i
en los poros abiertos; cuya dimensión es del orden de las partes de revestimiento desprendidas tienden a
algunos micrones. curvarse por pandeo (véase fig. 5.4). Esto se debe a
Para que el revestimiento conserve su plasticidad un asiento de las hiladas de ladrillo, debido a un la-
durante su aplicación, es necesario que el soporte no vado del conglomerante (cal poco hidráulica proba-
absorba el agua del mismo y lo “seque” ; es fzecesario, blemente), por las aguas que se han infiltrado.
pues, reglzojar abmdantemente el soporte antes de La chimenea .de la figura 9.4 b (fue construida hace
aplicar el revestimiento. Sin embargo, a menos que se unos 50 años) está inclinada hacia el oeste (lado de
aplique el revoque sobre un hormigón fresco, sabemos las lluvias dominantes), sin duda por las mismas
que la evaporación ‘del agua del hormigón se produce razones.
lentamente (2,532) y, evidentemente, lo mismo ocurre La adherencia en la madera, y en algunos otros ma-
con la absorción, por lo que el remojar el soporte tiene teriales, es prácticamente nula (fig. 9.5). Es preciso en
una eficacia limitada [véase también (6,231)]. LAS so- estos casos armar el revestimiento (Con clavos, con una
p&tes de tierra cocida son muy absorbentes. malla, etc.).
Es principalmente la capa que está en contacto di- La figura 9.6 a muestra un revoque mal adherido a
recto con el soporte la que puede sufrir una rápida un muro de. piedra.
desecación, perdiendo así plasticidad, y no penetrando Puede suceder que el revestimiento se adhiera bien
entonces en los intersticios necesarios para asegurar al soporte, pero que éste tenga una resistencia menor
una buena adherencia: Es, pues, preciso proteger el que aquél. Entonces las fisuras que se producen en el
revoque de la acción de un soporte absorbente. soporte deterioran el revestimiento, como ha ocurrido
REMEDIOS PARA LAS FISURAS EN LOS REVESTIMIENTOS
9,2 IMPERMEABILIDAD
9,3 REVESTIMIENTOS DE VARIAS CAPAS para obtener una buena trabajabilidad, una dosifica-
ción más 0 menos rica.
Hemos visto (9,13) que la capa de contacto del re- 2. La capa de alisado se aplica a veces en dos capas
vestimiento con el soporte debe ser rica en elementos que sobrepasan los 2 cm en caso de que exlstan impor-
finos (con el fin de obtener una buena adherencia) y, tantes irregularidades en la superficie.
por consiguiente, rico en conglomerante, Como, por El tamaño del árido debe cle limitarse a 1/3 del
otra parte, la totalidad del revestimiento debe de tener espesor medio; la dosificación en cemento debe de ser
poca resistencia y, por conGg«iente, una dosificación la menor posible, compatible con la trabajabilidad y,
en cemento no muy grande (9,ll) y que la impermea- eventuaimente, con la impermeabilidad necesaria.
bilidad í9,2) y las irregularidades del soporte a reves- Con una arena de granos menores de 5 mm : 1 parte
tir exigen uu espesor de algunos centímetros, es nece- de cemento por 4 a 6 partes de arena (erl peso).
sario aplicar dicho revestimiento en varias capas : zs Esta capa debe apisonarse en el momento adecua-
mejor que se produzcan fisuras finas, aun cuando sean d o (9,16).
más numerosas (2,543). 3. La rapa de acabado debe ser lo más delgada posi-
1. La capa de contacto debe ser de mortero fino, ble (algunos milímetros). El tamafio del arido debe
rico y plástico (9,13). Esta capa es necesaria en la limitarfe a un tercio del esl:eFor para el alisado, a la
mayoría de los soportes que tienden a secar rápida- mitad del espesor para allanado, y la dosificacicín en
mente el revestimiento y perjudican el asentamiento y cemento puede ser algo inferior 3 la “dosificación
el acabado. Debe ser delgada (algunos milímetrosj y de referencia” : 1 parte de cemento por 2 a 4 partes
debe ir siempre protegida. La composición es la de arena. Las características de la capa de acabado son
siguiente : las siguientes :
resistencia a la tracción mínima compatible con la
arena de granos menores de 4 vm: 1 parte de ce-
integridad y el acabado (conglonlerante de débil resis-
mento por aproximadamente 4 partes de arena (en
tencia, dosificación suficiente) ;
peso) ; pequeño espesor ;
arena de granos menores de 2 mm: 1 parte de ce-
mento por aproximadamente 3 partes de arena; buena adherencia con la capa anterior en la que se
debe haber producido una parte de la retracción hi-
’ arena de granos menores de 1 mm: 1 parte de ce-
dráulica v en todo caso, haber ya fraguado ;
mento por aproximadamente 2 partes de arena.
aplicaCión en tiempo frío.
Según se emplee un cemento corriente (de densidad La figura !).!, tlki .*-+-:l uu revoque aplicado en dos
2,8) o un cemento de densidad 2$, se debe utilizar, capas sobre 1111 mur1-1 cle latlriilo. La primera capa era
Fig. 9.9
de cal ; de ella no queda si no la arena ; la dosificación al desgaste. se pueden aplicar las normas dadas para
en cal era sin duda débil y la cal, poco hidráuiica. La las losas (8,3), pero la conservación húmeda puede ser
segttnda capa era de cemento corriente. No debe apli- tttk corta, ya que la resistencia a la tracción de la
carse una capa sobre un soporte o sobre otra capa, chapa no es un factor primordial.
cuya resistencia sea mucho menor: la adherencia en
cstc caw es siempre deficietlte (9,l.q).
9,5 ENTUMECIMIENTOS
94 ELECCIóN D E L C O N G L O M E R A N T E
nen con conglomerantes muy finos y poco dé por lo menos buenas resistencias finales, e incluso
reactivos; pero éstos son los que producen ma- a veces con un conglomerante que dé buenas resisten-
yores retracciones hidráulicas; mientras que la cias iniciales (6,7). Pueden emplearse los cementos
adherencia de un mortero puede ser diez o cien corrientes y también el cemento aluminoso [para espe-
veces mayor, la retracción hidráulica apenas sores relativamente pequeños, ya que la chapa no
alcanza dos veces su valor. conviene que se caliente excesivamente por hidrata-
ción (l,S)].
Los cementos que producen una retracción hidráu- Siempre que no se tema la acción de agentes agre-
lica relativamente pequeña (cemento aluminoso, y los sivos y del hielo, debe elegirse una dosificación en
cementos que contienen Portland blanco o gris, esco- cemento próxima a la “dosificación de referencia”
rias o puzolanas, de finura media) (2,412) confieren (6,1), o ligeramente por encima de ella (de 0 al 10 %).
a los morteros una plasticidad mediocre (9,13) y una Si interesa una cierta resistencia a la corrosión, se
gran resistencia a la tracción. En los revoques de debe aumentar la dosificación en aproximadamente
muros, dichos cementos que dan un mortero normal un 20 % por encima de la dosificación de referencia.
Iso más de 60 kg/cm* a la flexión y más de 300 Lo mismo ocurre para obtener una cierta resistencia
kg/cm* a la compresión a los 28 días, tienen en gene- a la congelación (ver 8,3) ; pero es mejor emplear un
ral, resistencias sobreabunaantes, sobre todo si son introductor de aire, que si bien aumenta algo la retrac-
recientes y muy activos (6,73). Solamente los revesti- ción hidráulica, mejora la trabajabilidad como si se
mientos hechos con dichos cementos en las mejores hubiera aumentado la dosificación, al tiempo que dis-
condiciones que se han indicado, dan lugar a fisuras minuye las resistencias mecánicas.
finas (que pueden desaparecer bajo una capa de pin- Por otra parte, al igual que en los revoques, las
tura a base de silicatos). Su resistencia al choque, al chapas tienden a despegarse parcialmente de su sopor-
rozamiento, al lavado y a la congelación es mayor que te (2,.542), a curvarse (255111) y a trabajar en vola-
la de los revestimientos a base de cal o de conglome- dizo, como las losas. Es, pues, necesaria una buena
rantes poco hidráulicos. adherencia (9,l). Ésta es difícil de obtener y para
No hay que decir que de dos conglomerantes que conseguirla no se puede despreciar ningún factor; la
tengan la misma trabajahilidad y la misma variación figura 9.12 a muestra una chapa parcialmente,deterio-
de la resistencia a la tracción en función del tiempo, rada y la figura 9.12 b una chapa destruida por grietas
debe de preferirse el que produzca una retracción hi- debidas a la flexión, que han sido incrementadas por
dráulica menor. la congelación del agua que se ha infiltrado por las
,
discontinuidades existentes entre la chapa y el soporte
9,61. PRODUCTOS DE ADICI Ó N . (véase también fig. 4.29). En general, es así como el
hielo destruye las chapas; su adherencia es más im-
Los principales productos que se pueden emplear portante que su propensión a helarse. Si una chapa
en revestimientos son los siguientes (6,72): debe recubrir un elemento de hormigón, su aplicación
debe de hacerse lo más pronto, cuando el endureci-
productos que aumentan la retención de agua, que
miento del hormigón no ha terminado. Si se tiene una
disminuyen la resistencia sin aumentar demasiado ‘la
adherencia mediocre, debe de armarse la chapa con
retracción hidráulica, es decir, productos en granos o
una malla, lo que exige un espesor suficiente, o bien
en escamas del orden de 5 micrones e incluso meno- renunciar a la chapa y sustituirla por un pavimento
res, en el caso de trabajabilidad insuficiente (cementos
a base de losalvcon juntas, etc. (Capítulo VIII). De
no loswficientemente finosf y de introductores de alre ;
todas maneras es preciso asentar el hormigón o el
los colorantes; mortero, en ocasiones puede vibrarse. Un cierto apiso-
los impermeabilizantes (9,2). nado antes de que se @aya iniciado.el fraguado, des-
. .,:. )’ pués que haya tenido lugar una primera absorción de
agua por el soporte, disminuye la retracción hidráu-
9,7 CHAPAS DE PAVIMENTACIóN lica (9,16). Se debe evitar el rezumado del agua y de
las partes finas del conglomerante que darían lugar a
En principio las chapas de pavimentación no deben una superficie ,poco resistente al desgaste y a la con-
de resistir a la flexión como ,las losas ; es el soporte gelación.
‘quien cumple esta misión; sin embargo, están someti-
das a sobrecargas, choques y rozamientos que exigen 9,71 REPARACIONES EN EL HORMIGÓ N .
una resistencia suficiente al cizallamiento y, por lo
tanto, a la compresión y a la tracción. Las reparaciones que puedan llevarse a cabo en el
Deben, pues, fabricarse con un conglomerante que hormigón destinadas a substituir una zona deteriorada
15G L4S FISVR9S DEI. CEMEA’?’
EJEMPLO 1:
longitud de la loseta L = 15 cm ;
capa inferior : espesor = 15 mm, retracción hiclráu-
lita = 500 11/171 ;
capa superior : espesor = 5 mm ; retracción hiclráu-
lita = 1.500 p/m.
uL)‘= 1.000 p/rn.
Se obtiene :
Iìig. 9.12 b t cp = 0,14 mm.
Fig. 9.14
1
9,9 RESUMEN
7.P + CL+ V)TP p.
R,--
MP MP En resumen, los principales remedios para las fisu-
EJEMPLO : Roo = diferencia entre las retracciones ras de los revestimientos, son los siguientes:
de las dos capas = 1.000 p/wz; Buena adherencia del mortero :
T, = 100 kg/cm2 ;
IvI, = 250.000 kg/cm2 ; limpiar, cepillar, rascar las juntas, remojar el so-
Y = 0,3; porte,
e” = 5 mm. rica en aglomerante fino,
plástica.
Se obtiene :
Z = 10 mm.
Al = o,012 mm. capa de contacto
proyectada y no trabajada con
la paleta.
158 LAS FISURAS DEL CEMENTcr
Pequeño espesor del revestimiento, aplicado si es Libre retracción hidráulica del mortero :
necesario en varias capas suficientemente espaciadas
árido de buena granulometría de un tamaño que al-
en el tiempo, para que se haya producido en ellas una
cance por lo menos un tercio del espesor del revesti-
gran parte de su retracción, o por lo menos, que haya
miento ;
finalizado el fraguado ;
apisonado del revestimiento en el momento en que
capa de contacto: algunos milímetros de mortero
la absorción del agua por el soporte deja en aquél
1:2 a 4 ;
todavía una ligera plasticidad en la superficie;
capas de alisado : del orden de 10 mm de mortero
de dos conglomerantes equivalentes desde el punto
1:4 a 6;
de vista de la trabajabilidad y de la resistencia a la
(capa de acabado) : (algunos milímetros de mortero
tracción, elegir el que produzca menos retracción
1:2 a 4).
hidráulica.
Si la estanqueidad es un factor importante, es pre-
ciso aumentar el espesor del revestimiento, el número
y el tiempo de aplicación entre capas, la dosificación Débil retracción térmica: aplicación en tiempo frío.
en cemento, y si es necesario emplear un producto de
En las chapas de pavimentación, es necesaria una
adición impermeabilizante.
cierta resistencia ; es preciso, pues, un conglomerante
con resistencia suficiente, y con una retracción mode-
Baja resistencia a la tracción del mortero :
rada. Es necesario obtener una buena adherencia con
aglomerante fino y poco reactivo, que permita una el soporte y evitar el rezumado. Debe cuidarse el
dosificación relativamente débil, con una finura supe- asentado.
rior a 5.W ó 6.ooO cm2/g Blaine; cales hidráulicas, En las losetas de mosaico hidráulico, la capa de ce-
cementos rápidos, cementos “bastardos”, que den en mento coloreada debe de ser delgada y estar constitui-
mortero Iso menos de 50 kg/cm2 a flexión a los da por un conglomerante resistente, estable y de re-
28 días. tracción hidráulica moderada.
CAPfTULO X
Las fisuras en el hormigón son debidas a las defor- las armaduras están convenientemente recubiertas
maciones de compresión y de tracción, a las retraccio- (10,51). No sucede lo mismo con los elementos ex-
nes hidráulicas y térmicas, y a los entumecimientos. puestos al aire y sometidos a períodos de lluvia y se-
El principal papel de las armaduras es de resistir a las quía. Por otra parte el agua de lluvia puede lavar la
deformaciones de tracción (5,41). cal más rápidamente que el agua del suelo, sobre todo
Si interviene la retracción, las fisuras toman una en presencia de humos o de vapores ácidos existen-
orientación que depende de las deformaciones: tes en las regiones industriales.
en las zonas comprimidas, se orientan en el sentido La corrosión de las armaduras depende mucho del
de las tensiones de compresión ; espesor de hormigón que las recubre:
en las zonas traccionadas son perpendiculares a las 1. Un espesor h de hormigón suficiente, permite a
tensiones de tracción, y por consiguiente, perpendicu- la armadura mantenerse en un potencial negativo has-
lares a las armaduras. ta que la carbonatación no la ha alcanzado, es decir,
Las figuras 10.1 muestran los diversos tipos de fi- durante un período de tiempo proporcional al cuadra-
suras : do del espesor de hormigón que la recubre (4,33).
2. Si los hierros están alejados en todas las zonas
figura 10.1 a: grieta por compresión en un pilar que de la superficie de hormigón, se mantienen a un PO-
se ha producido en una zona débil (“nido de grava”) tencial uniforme y las pilas locales que podrían for-
(ver fig. 1.12); marse lentamente, se polarizan antes de que la oxida-
figura 10.1 b : grieta por tracción (flexión) en una
ción electroquímica sea peligrosa.
viga, producida igualmente en una zona débil (deficien- 3. La penetración de aire húmedo es tanto menor
te recubrimiento de las armaduras, ver 5,41) ; cuanto mayor es el espesor que debe atravesar (según
figura 10.1 c : fisuras por esfuerzo cortante en un la ley de D ARCY ).
puente de hormigón armado ;
4. La sección de hormigón ABCD o EFGH o
figura 10.1 d : destrucción casi completa de una valla IJKL (fig. 10.3) que resiste al entumecimiento, es
de cerramiento. proporcional al espesor h. Las grietas se producen
Las fisuras de tracción se reparten como indican las
principalmente en las armaduras de los ángulos (fi-
figuras 6.4 u, b, c y d, mientras que el hormigón no gura 10.3), en las de las paredes delgadas (fig. 10.5)
armado rompe según una sola fisura (fig, 1.10). y en las que están cerca de la superficie de hormigón
La armadura aumenta la resistencia a la tracción del (figura 10.6).
hormigón; sin embargo, es necesario una buena con- 5. El recubrimiento de la armadura es tanto mejor
servación de dicha armadura. cuanto menor es el “efecto de pared” del espacio com-
prendido entre 1: armadura y el encofrado; las arma-
duras mal recubiertas son a menudo las que están
141 CORROSIóN DE LAS ARMADURAS situadas cerca de la superficie, las cuales quedan visi-
bles entre los grandes granos del árido que quedan
La corrosión de las armaduras del hormigón arma- difícilmente emplazados en un espacio demasiado
do se produce casi exclusivamente en presencia de aire estrecho.
húmedo (4,33). En ambiente seco (n < 060) y en el Por otra parte, el espesor de hormigón debe de ser
agua, tiene lugar muy lentamente. Los elementos de tanto mayor cuanto más cerca está la armadura de un
hormigón armado mantenidos al abrigo de la lluvia o gran número de superficies (aristas, ángulos), permi-
enterrados a una cierta profundidad están, pues, prác- tiendo que la alcance con mayor facilidad, el aire o el
ticamente al abrigo de la corrosión, sobre todo si gas carbónico.
160 LAS FISURAS DEL CEhlENTO
Fis. 10.1 c
I’i? 105
Fip. 10.6
Fig. 10.3
EJEMPLO :
(Cao) = (cantidad de cal en el cemento) = 60 % ;
~1 = (humedad relativa media de la atmósfe-
ra) = OJO (en un hormigón expuesto a
las lluvias, se debe de tomar q e 0,9O) ;
q. = [dosificación de referencia del hormigón
Fig. 10.7 (6,1)] = 270 kg/mJ ;
q = (dosificación empleada) = 350 (= 1,3qo) ; f
volumen de hormigón
superficie límite
Por ejemplo, en la figura 10.10 se tiene (si 2 es
la distancia entre dos estribos sucesivos):
x(D:
Volumen de hormigón E x y t 4 ? - T -7
Fig. 10.10
Para evitar las fisuras de compresión en el, hormi- 10,P RETRACCIóN E N E L HORMIGbN
gón armado, conviene calcular correctamente la estruc- ARMADO
tura. 1 Los principales remedios han sido ya citados
(6,2-6,21-6,22). Los cambios de temperatura no originan prrictica-
mente diferencia alguna de tensión entre el hormigón
y la armadura (5,44), por lo que el hormigón armado
1 Véase en especial las Reglas BA 1960 del CSTB y del se comporta bajo el punto de vista térmico como el
ITBTP.
hormigón no armado.
La retracción libre del hormigón armado (no some-
tido a deformación) es, pues [ver 5,411, fórmula (6)].
Rh
RB A = -_ + a (0, - 0).
1 + WI --f-
S
1 = (1 +sb)j Y 2 l
si la adherencia z = (1 + fi) T [.5,4-T, fórmulas (l)].
La sección de hormigón S que figura en los cálcu-
los, es en principio, la sección ‘sometida a tracción en Fig. 10.14
Las fórmulas anteriores muestran que las fisuras de acero el perímetro útil viene, pues, aumentado.
son tanto más finas cuanto : Además dicha superficie cilíndrica debe de cizallar
algunos granos tales como A, B, C, D, lo más cerca
menor es el esfuerzo de tracción (F);
menor es la sección de hormigón (S) ;
mayor es la densidad de armaduras (S) ;
mayor es el perímetro útil de la sección de la ar-
madura (p) (10,51) ;
mejor es la adherencia y más importante es el zun-
chado (k) ; ’
menor es la retracción hidráulica del hormigón
(Rn) (1032).
Un aumento del espesor Ia del hormigón que recu-
bre las armaduras tiende a aumentar la anchura de las
fisuras, pero tiende a aumentar también k y fi (1051);
puede, pues, actuar en los dos sentidos. Por otra parte
un espesor suficiente de hormigón es una condición
indispensable en el hormigón armado expuesto al aire Fig. 10.15
húmedo (10,l j.
La influencia de la resistencia a la tracción T del
hormigón y del módulo de deformación lenta M’ se posible del cilindro envolvente mínimo, miestras que
contraponen : En el caso de que exista poca armadura, en los cizallamientos corrientes del hormigón las SI-
perficies de rotura disponen de una cierta anchura
el término + es poco importante frente al término para ir a buscar las discontinuidades y para no atra-
s vesar preferentemente los granrs del árido. Ahora
y las resistencias, por tanto, son más finas bien, en general, el árido tke una resistencia intrín-
SM,
cuanto mayor es la resistencia a la tracción del hor- seca al cizallamiento ;Llayor que la del hormipk
migón (T). Solamente en el caso de gran densidad de Resulta de ello que t > T : es, pIJes, como rr’ el perí-
T metro zitil p awnentara en trn íO %. Sin embargo, en
armadura la influencia del término M’ se impondría contraposición a esta ventaja, el cilindro de cizalla-
TS miento no presenta una superficie tan uniforme como
sobre-la del término - y las fisuras serían tanto
sMn ’ las barras, y si Gs, 1J llegan a deslizar el hormigón
más finas cuanto menor fuera la resistencia a la trac- puede romperse más fácilmente.
T
ción T (la relación M, es tanto mayor cuanto menor
es la resistencia a la tracción (l,ll), pero en este caso
es preciso conseguir una gran impermeabilidad del
hormigón que recubre las armaduras, y por consi-
guiente una buena resistencia T. En general las fkc-
ras son tanto mhs fhz.s cwwzto mayor es la resistencia
a la tracción del hormigólz. Por otra parte, el hormi-
gón armado sólo se concibe para grandes resistencias
mecánicas del hormigón.
El “perímetro útil” de la sección de una barra co- Para el razonamiento que sigue supondremos que
rresponde al cilindro que envuelve todas las irregul.a- estamos en el caso más general en que k = 0 (no exis-
ridades que presenta dicha barra (5,4, fig. 5.7). te zunchado, y que las armaduras no están lubrificadas.
Si la barra presenta estrías de cierta importancia El ‘perímetro útil de dos barras paralelas es la suma
(figura 10.15) la superficie cilíndrica de cizallamiento de sus perímetros respectivos, siempre ,que estén 10
engloba todas las irregularidades que puedan existir. suficientemente separados para que su perímetro co-
Para la misma sección nominal 0 para el mismo peso mún (fig. 10.16) sea superior a dicha suma; en caso
REMEDIOS PARA LAS FISURAS DEL NORMIGóN ARMADO 167
contrario debe tomarse como perímetro útil el períme- Por otra parte se evitan de este modo las fisuras
tro común, ya que el ltomigón tieffde a romperse por debidas al “empuje en vacío” de las armaduras no=
cizallamiento o siguiendo su superficie más débil. El rectilíneas.
mismo principio se aplica para armaduras paralelas Estos principios son aplicables a una serie de barras
paralelas próximas entre si, a las que se debe consi-
derar como una armadura única de gran sección para
el cálculo del “per’ímetro útil” : en la figura 10.17 b
se observa, por ejemplo, que es necesario que la sec-
ción ABCDE sea superior al perímetro BCDFB.
La figura 10.19 muestra un poste de hormigón arma-
do, sometido a dicho cizallamiento, el cual se ha visto
incrementado sin duda, por el entumecimiento de
corrosión de la armadura.
Fig. 10.17 a A compresión, puede también ocurrir que el cizalla-
miento despegue el hormigón de una armadura de zun-
chado (fig. 10.20).
Se aumenta, pues, el “perímetro útil” :
separando las armaduras,
aumentando el número de barras (para la misma
sección total de acero),
disponiendo amaduras estriadas,
Fig. 10.17 b
De una manera general, la protección de las barras grosa. Es, pues, conveniente recubrirlas de un espesor
Contra la coirosión es mejor con cementos “Portland” de hormigón suficiente (IOJ), igual como en el hormi-
que con cementos menos ricos en cal. Por lo tanto, si gón armado no pretensado, y rellenar convenientemen-
se está obligado a colocar las armaduras muy cerca te los cables por medio de inyecciones, sobre todo si
de las superficies de hormigón que esté expuesto a la el agua puede penetrar en ellos y congelarse.
humedad y a la congelación, es preferible el empleo
de cemento “Portland” (10,l).
Si la superficie de hormigón está expuesta a las sal- 10,9 RESUMEN
picaduras del oleaje del mar, a vapores sulfurosos o Los principales remedios para las fisuras de hormi-
a las aguas sulfatadas, se debe de elegir un cemento gón armado son los siguientes:
que resista a la corrosión (6,71):
cementos de escorias, Cálculo y buena ejecución de las obras.
cementos puzolánicos, Disposición conveniente de las armaduras
con menos del 5 % de ACS, perpendiculares a la dirección de las fisuras de
portland I de índice de saturación d O,g. tracción,
espesor mínimo del hormigón que recubre las ‘ar-
lo,72 PRODUCTOS DE ADICIÓN. maduras :
h A @ en las superficies libres,
Siempre que se tema la corrosión de las armaduras h h 20 en las aristas.
[agentes agresivos o atmósfera húmeda (q > 0,70) (0 es el “diámetro útil” de la armadura).
pequeño espesor de hormigón], se deben de evitar Protección de las armaduras:
la adición de productos solubles con un bajo PH : clo- a) En atmósfera húmeda:
ruros, grandes cantidades de sulfato (más del 3,5 %
de SOS en el conglomerante). Si el hormigón está 3 (1 + K)
sumergido en el agua, las sales solubles incorporadas
inicialmente son menos nocivas, ya que se eliminan b) En atmósfera húmeda, que ataque al hormigón
progresivamente por difusión. (y con mayor razón a la armadura) :
Muchos productos de adición aumentan la oxida-
ción electroquímica (productos iónicos), o bien dismi- 3(I+K)
nuyen las resistencias mecánicas (impermeabilizantes,
introductores de aire, productos de gran finura).
c) En ambos casos: hormigón de buena composi-
Sus diversos efectos debepz de verificarse y ción y suficientemente plástico, con conglomerante sin
compararse a los de una adición ya conocida: cloruros, y con menos de un 35 % de SOs.
la del mismo cemento. Limitación de la anchura de las fisuras a un valor
,- razonable :
Las causas de las fisuras son las deformaciones, las Hormigonando a baja temperatura se reduce la re-
retracciones y los entumecimientos. tracción térmica.
Las deformaciones se producen en compresión (fi- Las retracciones provocan fisuras de resquebraja-
suras paralelas a la tensión de compresión) y sobre miento.
todo a tracción (fisura perpendicular a la tensión de Una fisura debida a las retracciones se produce
tracción), como consecuencia de las cargas permanen- T
tes, de las sobrecargas y de los asentamientos del cuando R = - : La fisuración es tanto menor cuanto
M T
terreno. menores son las retracciones y mayor la relación M
El módulo de rotura ik4 es por definición la relación
entre la tensión de rotura T y la deformación corres- es decir, cuanto menor es la resistencia a la tracción
pondiente. del hormigón.
De una manera general, la deformación de rotura a La fisuración debida a las retracciones del hormi-
gón puede, pues, venir representada en todas las eda-
tracción + = & es tanto menor, cuanto mayor es des por la expresión:
la resistencia a la tracción.
Se puede reducir la fisuración debida a la deforma- kr R + kzT.
ción aumentando la resistencia a la tracción del hor-
migón (dosificación, granulometría, asentamiento) y Una fisura de retracción hidráulica en un hormigón
armándolo. en masa puede aumentar de profundidad en algunos
La retracción hidráulica del hormigón, debida prin- centímetros por año ; una fisura de retracción tér-
cipalmente a la evaporación del agua libre y a la mica puede hacerlo de algunos metros.
tensión superficial del líquido situado en sus poros La anchura Al de una fisura de retracciónes apro-
submicroscópicos, viene dada por la fórmula : 1
ximadamente igual a ~ su profundidad.
1
(1 - riy ~ Y.500
R/, = 2 R,,, 7 Los entumecimientos son debidos a la dilatación
térmica, a un exceso de “expansivos” en el cemento
R,,, = retraccion hidráulica máxima del mortero (Ca0 libre, Mg0 libre, S04Ca), a la corrosión debida
“normal” correspondiente. a los sulfatos, a la oxidación de las barras (penetración
n = humedad relativa del aire. de gas carbónico y de la humedad a través del hormi-
D = dimensión máxima del árido (mm) gón de protección), a la congelación (aumento de
11 = característica de asentamiento del árido, dei volumen del hielo en las discontinuidades existentes
orden de 0,3 entre árido y conglomerante).
t = duración de permanencia en el aire. Las fisuras de entumecimiento dan lugar a sopla-
s, v = superficie libre (al aire) y volumen de la pie- duras y desconchados (hielo) y son paralelos a las
za de hormigón. armaduras. Se les reduce limitando los expansivos en
9 = función que tiende a 1 cuando t + co. el cemento, empleando hormigones impermeables
La retracción hidráulica antes del fraguado puede (fuerte dosificación, granulometría), eligiendo el con-
ser mucho mayor. glomerante (cemento pobre en aluminato tricálcico y
Para reducir la retracción hidráulica se debe elegir en cal para las aguas sulfatadas, cemento rápidamente
el árido (dimensión máxima, granulometría), asenta- hidratable para la resistencia a la congelación, y a ve-
do del hormigón, y eligiendo el conglomerante (ce- ces introductor de aire), protegiendo las armaduras
mento, productos de adición). con un espesor de hormigón suficiente.
La retracción térmica es Re = a . AO. Corriente- Las fisuras en las grandes obras de hormigón en
mente, es del mismo orden que la retracción hidráu- wwa se deben principalmente a la retracción térmica.
lica. Para evitarlas, se debe de hormigonar a baja tempera-
174 LAS FISURAS DEL CEMENTO
tura, reducir el calor de hidratación (hormigón cicló- resistencia a la tracción. Para disminuirlas, es preciso
peo, débil dosificación, cemento de resistencia peque- realizar una buena aplicación (primera capa proyecta-
ña), evacuar el calor (capas de poco espesor y da sobre una superficie limpia y rugosa, capa de peque-
espaciadas .en el tiempo, tubos refrigerantes). ño espesor), emplear un árido lo más grande posible
Las fisuras en las losas se deben sobre todo a las y un conglomerante fino con mia resistencia mecánica
deformaciones de flexión originadas por las cargas pequeña.
permanentes, las sobrecargas y los asentamientos del Las fisuras en el hormigón armado son debidas
terreno. Para disminuirlas se debe de reducir la longi- principalmente a la corrosión de las armaduras y a las
tud de las losas, aumentar su espesor y evitar el levan- deformaciones de tracción. Las armaduras deben estar
tamiento del terreno; utilizar el hormigón pretensado. protegidas del aire húmedo por un espesor suficiente
Las losas están a menudo expuestas a congelación. de hormigón. Para reducir la anchura de las tisur?s de
Las fisuras en los revestimientos son debidas en tracción debe de aumentarse el perímetro útil de las
.especial a una deficiente adherencia y a una excesiva armaduras, o bien pretensar el hormigón.