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HISTORIA DEL CALCULO DE LOS DIQUES DE ESCOLLERA (1933 - 1965) O69 Por ANDRES LOPEZ PITA MANUEL JOSE MEGIA PUENTE Ingenieios de Caminor, Concles y Pusrios Partiendo de la {érmula de Castro (1993) se lWega a la de Iribarren (1965) en una exposicién somera de los estudios realizados en ef célculo do los diques de escollere, queriendo poner de maniliesto 125 importantes aportaciones de los ingenieros espaiioles. INTRODUCCION La técnica de las obras maritimas, escuela magnifica para el desarrollo de los dones de observacién, habia ensefiado desde hacia mucho tiempo a los investiga- dores que a ella se dedicaban la importancia decisiva de ciertos factores en el com- portamiento de las obras rompeolas sometidas a la accién del oleaje. Era posible encontrar en los iratados clasicos prudentes observaciones sobre la influencia de ta altura de las olas que llegaban a las obras, de la densidad de Jos cantos, de la ligaz6n entre ellos, del Angulo de los taludes...; no obstante, el co- nocimiento puramente cualitative de esas influencias no era suficiente para proyec- tar bien, De un lado, no podian evitarse grandes fracasos, de otro, ello conducia casi siempre a emplear demasiados elementos sin conseguir ni perfeccién ni seguridad. Sin embargo, la complejidad y violencia de los fenémenos habia evitado duran- te mucho tiempo el avance en el dominio y conocimiento cuantitativo de las fuer- zas que actuaban. PRIMERAS INVESTIGACIONES En esta situacién se encontraba esta parte de la ciencia, cuando en la prima- vera de 1933 el ingeniero espafiol D. Eduardo de Castro daba el primer paso en el conocimiento del célculo de los diques de escollera con la formula por é1 presen- tada. Sefialaba el citado autor, que debido sin duda al efecto psicolégico que produ- ce la fuerza de las olas, se supuso siempre que es ella la causa de \a destruccién de las escolleras, y se crela, equivocadamente, que las olas empujaban a las pie- dras y tas lanzaban sobre el dique para que fuesen a caer al lado del puerto. Y esto no ocurre nunca. No es de este modo, decia Castro, como se producen las ave- rias, no es la ola cuando choca contra el dique la que remueve la escollera, sino la (2) Se admiten comentarios sobre el presente articulo, que pueden remitirse @ la Redaccién de esta Revista hasta el 30 de abril de 1974 ("*) Este articulo es un resumen de un trabajo presentado al Profesor D. P. Sudrez Bores du- rante el curso 1972-73, ENERO 1974. 31 32 ola al retirarse, al retroceder, cuando ya no es ola ni recuerda ningun movimiento Propio de las ondas y no es mas que una masa de agua que por la accién de la gravedad se despefa. EI calculo debe seguir a los movimientos que la marejada produce en los tax ludes, simplificandose en este caso el problema, puesto que no se trata entonces de una ola de violencia desconocida que choca contra unos cantos més o menos Susltos, sino de una masa de agua que desde una altura conocida corre por un talud de pendiente también conocida, De hecho, en una escollera, el agua sube tan Poco talud arriba que si aumentamos la altura de la ola en un 25 6 30 por 100 Podemos tener la seguridad de que la horizontal de la cresta de la ola asi aumentada Sefiala el limite superior a donde el agua ha de llegar. Se tienen todos los datos para plantear el problema: peso de la piedra, pen- diente del talud y altura de la ola, La forma de la piedra no es indiferente, pero Castro supone que es un cubo. tos resultados que se obtienen necesitaron ser modificados por un coeticiente de correccién introducido por Briones. La expresién matemdtica de los mismos es la siguiente: 704+ A 5 Pp ee / 2 (T+ ape | ( 3) 6-1)" 3 siendo P peso de los cantos; T coseno de angulo que forma el talud con la horizon- tal cuando el seno se toma como. unidad; A altura de ola tal como se ha definido; 5 peso especitico del canto referido al de! agua UNA FORMULA PARA EL CALCULO DE LOS DIQUES DE ESCOLLERA Con él titulo citado Presentaba el profesor Iribarren en julio de 1938 ta for- mula que en su esquema general seria largamente aceptada, suftiendo posterior. mente diversas modificaciones para conseguir un mayor acuerdo con la realidad, El interés de les primeras paginas del articulo, en el que quedaban reflejados sus pen- samientos, es tan notorio, que trasiadamos aqul los mismos siguiendo sus propias palabras. Axiomaticamente se ha admitido por muchos, comenzaba diciendo el profesor lribarren, que las socavaciones producidas en el pie de los muros y diques de pa- ramentos continuos y sensiblemente verticales, contra los que la ola rompe, son Producidos por la caida del rocién y no por la accién directa de 1a ola al romper contra el paramento. Frobablemente, por extensién de esta teoria y por juzgar que ast se explican Satifactorlamente las averias de los diques de escollera, originadas siempre por 6 Gescenso de los cantos por el talud exterior y no por su paso sobre la corona Gon del dique y hacia el interior del puerto, admiten los Sres. Castro y Briones que este descenso de los cantos es originado por la bajada de la masa de agua eleva- 2 Por el embate de la ola y no por la accién directa de ésta al romper sobre el talud exterior. REVISTA DE OBRAS PUBLICAS ENERO 1974 En opinién de Iribarren, no era necesario recurrir a la caida del rocién para explicar las socavaciones del pie de los diques, contra cuyos paramentos la ola rompe. Si la ola rompe, es precisamente porque la profundidad es pequefia, apro- imadamente igual a la altura de la ola, en cuyo caso, la energia del embate de la ola, que rompe cayendo, va dirigida principalmente hacia abajo, y el hermoso ro- cién superior que es posible observar sélo representa una pequefia parte de su energia total En cambio, el que pudiéramos quiza impropiamente denominar rocién sumergi- do e invisible posee gran cantidad de energia y origina violentas corrientes en el fondo poco profundo, ocasionando 1a socavacién del pie del dique. Aun admitien- do que la energia de la ola se repartiese por igual entre ambos rociones, se per- deria gran parte de la energia del rocién superior en su ascenso y descenso, de S metros, @ través del aire que los frena y dispersa, por lo que mal puede ori- ginar en su caida efectos comparables a los del rocién sumergido directo. Los huecos de 1a escollera, que permiten el paso del agua a su través, evitan la formacion de grandes rociones, y esto unido a su rugosidad hace que del poco importante rocién superior s6l0 una intima parte baje por el talud, filtrandose el resto del agua a través de la masa de escollera. A continuacién se deduce en forma esquematica 1a formula obtenida por Iri- barren. DEDUCCION DE LA FORMULA iribarren llega a una formula deducida a partir de las consideraciones si- guientes: A) Puede suponerse que la vena liquida incide normalmente sobre el talud, 8) Existen dos momentos en los que un canto, descansando sobre un plano cualquiera normal a la vena liquida, tenderé a separarse del mismo, elevandose en sentido contrario a 1a corriente dei chorro: B-1. El inicial, 0 sea, cuando las pi jeras_ moléculas liquidas llegan a cho- car contra el plano. 8-2. El final, cuando la cara superior del canto emerge sobre el final del cho- ro bruscamente interrumpido. C) En uno u otro caso demuestra que la fuerza que tiende a separar el can- to del talud es: KyS-2v:/2g siendo Ky un coeficiente menor que la unidad que tiene en cuenta diversos fac- tores y v la velocidad de las moléculas, asi como $ la superficie de! canto, D) La resistencia al descenso R, originada por el rozamiento de cada uno de los cantos que constituyen la primera capa sobre los cantos que constituyen ta su- Perticie de la segunda, es: R= W—P)t 33 34 siendo N la componente normal al plano del peso del canto sumergido; f el coeti- ciente de rozamiento de 1a escollera con la escollera, que supone, por aproximarse mucho a su talud natural, independiente del tamajio de los cantos igual a: E) EI peso del canto sumergido puede expresarse en la forma: P= Ky Pd —=4) siendo K, un coeficiente que depende de la forma del canto; | una dimension lineal escalar cualquiera del canto; d peso especifico del material sumergido con relacién al agua Se tiene asi por planteamiento de! equilibrio del canto la expresién: Kea (cos a — sen a): (d 1)" siendo K una constante que engloba a otras varias y a el Angulo que forma con la horizontal el talud del dique. Aun en el caso de que por ser el talud muy escarpado o por otra causa cual- quiera, se admita que la ola no siempre rompa en la forma expuesta, y como con- secuencia de lo cual, el arrastre de los cantos sea provocado por el descenso del agua por el talud, se obtiene la mism expresién con un coeficiente K’ distinto de K. LA FORMULA DE H. EPSTEIN Y F. C. TYRREL Los primeros resultados sobre la estabilidad de los diques de escollera, fuera de los aportados por los autores espafoles, fueron presentados en el Congreso de Navegacién de Lisboa (1949) por los autores americanos H. Epstein y F. C. Tyrrel. Sus estudios les permitieron llegar a obtener la expresién siguiente: aed (1 tag a) (d= 1)" que puede ponerse en la forma: cost a ANd (cos @ sen a)" +(d— 1) que muestra que la Unica diferencia con 1a de Iribarren es el cos* a. REVISTA DE OBRAS PUBLICAS CUADRO COMPARATIVO DE LAS IDEAS DE CASTRO E IRIBARREN FORMULAS CASTRO 708+ At ees | ar) ea" lo En una escollera, si se aumenta la altura de la ola en un 25 6 30 por 100, se puede tener la seguridad de que la horizontal de la cresta asi aumentada sefala el limite superior a donde el agua ha de llegar. No es fa accién directa de Ia ola al romper sobre el talud exterior la que determina el des- censo de los cantos, sino la bajada de Ia masa de agua elevaca por el embate de la ola, IRIBARREN Keated Pp — (cos a — sen a)*-(¢ —1)" EAS Una prueba mas de la poca importancia del rocién superior en este tipo de diques de esco- Hera, es que basta con que su coronacién esté enrasada un poco mas alta que la cresta de la ola para evitar que el dique sea rebasado, No es neceserio recurrir a 1a caida del recién superior para explicar las socavaciones del pie de les diques, que son producidas por el rocién inferior dotado de gran energia y que origina cortientes violentas en el fondo, mientras que el rocién superior pierde gran parte de su ener gia en su ascenso y descenso a través del alc. RESULTADOS La lérmula necesita cooticientes corractoras, Para talud casi horizontal aun la arena mas lina se sostiene. Para valores del peso especitico superiores 2, se obtiene un valor del talud limite, superior a 45°, lo que es inadmisible por ser 45° el talud natural de la escollera La f6rmula con la estructura y exponente de ducidos teoricamente se ajusta salistactoriamente a los fenémenos observados y comprobados. Para talud casi horizontal se ebtiene un cierto peso de los cantos que no es nulo: KeAied (o— 1s De Ia férmula se deduce que por grandes que sean los canlos, que constituyen una esco- Nera, con su talud natural, 0 sea, el correspon- diente a su equilibrio estricto, basta tedrica y logicamente la menor impulsién para hacerlos caer, ENERO 1974 3 36 Los citados autores sefialaron que el coeficiente K de la formula del autor es- Pafiol no era una constante misma para cada tipo de escollera, sino una funcién del cociente L/A y del angulo de inclinacién del talud. Iribarren afirmd, no obstan- te, que el cos* a, al cual el coeficiente de la formula americana seria proporcional, no podia variar en la prdctica mas que entre limites bastante limitados, de forma que esta variacién podria ser olvidada en vista de las indeterminaciones que es for- Zoso aceptar en esta materia. GENERALIZACION DE LA FORMULA DE IRIBARREN En mayo de 1950 el profesor Iribarren, con la colaboracién de Casto Nogales, Publica una generalizacién de su formula de 1938 para el caso de escolleras en lechos profundos, que parece responder mucho mejor a la realidad. Teniendo en cuenta la profundidad a la cual se situan las escolleras, considera que se debe remplazar en su formula la altura de ola A por la cantidad: A= 2h R/U 8h (MIL) EL EQUILIBRIO SUBMARINO DE UN MACIZO DE MATERIALES SOMETIDOS A LA ACCION DEL OLEAJE La revista Le Génie Civil publicaba en septiembre de 1952 un trabajo del pro- fesor francés M. Jean Larras sobre el avance de las formas probables del equili- brio submarino de un grupo de materiales sometidos a la accién del oleaje. Aun cuando el autor llega a una férmula casi exactamente igual a la generalizada del Profesor Iribarren, ta reproducimos aqui como una forma distinta de calcular la expresién del autor espaiiol y, lo que es mas importante, como comprobacién de la misma. EI estudio se plantea en los siguientes términos: Siendo 2h la amplitud de la ola a profundidades suficientemente avanzadas de las obras, se tiene: La accién del peso tiende a mantener los materiales en su sitio y es proporcio- nal al volumen de esos materiales y a su densidad aparente, por ianto, a: P.(d—1) a La accién del oleaje tiende a sacar los materiales de su sitio, y es proporcic nal a la amplitud de la ola, asi como a la superticie de los materiales, es decir, “ey REVISTA DE OBRAS PUBLICAS a El cociente de esas dos acciones es igual a: 2h-atin Pre (g—4) ue mide por definicién su preponderancia reciproca. Este cociente indica por Consiguiente cuanto debe diferir el talud de angulo « del talud normal a 45° para que los materiales queden perfectamente en equilibrio frente ai oleaje, encontran- dose asi la posibilidad de una relacién del tipo Qheata F (45°) = “12,24, H) PI .(d—4) entre las diversas variables; designando por F y f dos funciones que deben anularse con (45°—a) y 2h. Jean Larras estima que la formula del tipo precedente que mejor se adapta a los datos de Ia experiencia es: 2hegis 2ehiL sen (45° — @) = ——__. 0,175. Pha (d—ty 2nH Sh L con la condicién de multiplicar et segundo miembro por 1,08 cuando los taludes estén constituidos por bloques artificiales paralepipédicos en lugar de bloques na- turales. Veamos, finalmente, cémo podemos llegar a comprobar el paral formula con la de Iribarren generalizada. La expresién de 1a misma es: Neate P= (008 @ — sen a) (¢—1)# © reemplazando A’ por su valor y Ly por K L: ened New BeNeht ——__=¢ =c (d— 1). (cosa —sen a} Lt © all ll Ktesnt Ks n sim L L L siendo N = 15, para bloques naturales, se obtiene: 120-ho Pace anH she L RO 1974 a 38 Por otro lado, de la formula de Larras se deduce: R2h\s (anja. L P= 0,4768-———______ Sent (45 —a) «(6 —1}8- 8 ft L 64 8a whe 0.121 ne = 0,175 = (12 —1)8- (cos a—sen a) QnH ant Ls sot i L en donde, expresando P en Kg, como en 1a férmula de Iribarren, resulta: 121 he Pp 2nH Shi t formula analoga a la que hemos obtenido anteriormente. LAS FORMULAS DE MATHEWS Y RODOLF Los citados autores publicaron en 1951 sendas férmulas que no encontraron demasiado eco; no obstante, las reproducimos aqui, como una aportacion mas. al estudio de los diques de escollera. La formula propuesta por Mathews iue Ia siguiente: 6ewe ae Pe 0 — 64)" (cos a —0,75 sen a) y la de Rodolt: Pee 600 - tag (45° — a) - (d— 1) ENSAYOS DEL WATERWAYS EXPERIMENT STATION En el perlodo 1942-1982 se efectuaron por encargo del “Bureau of Yards and Docks-Department of the Navy” en el Waterways Experiment Station de Vicksburg roe YES encaminados a estudiar el efecto del oleaje sobre los diques rompecias. Los resultados de dichos ensayos tlevaron a Hudson en 1951 a modificar la ton, mula de Iribarren en la forma siguiente: Keo ody at, Pe (4.608 a —sen a) (d— 1) REVIS "A DE OBRAS PUBLICAS ENERO 1974 expresion en la que si se adopta 11 = 1; A, =A en los diques poco profundos, y tomando como unidades de peso y volumen la tonelada métrica y el metro cubico resulta y,=1, 0 sea, K = K’.y, = K’, con lo que toma la forma: Keated (cos a —sen a) (d — 1)" que es la dada por el autor espafiol en 1938. Los resultados mostraron, no obstante, que si bien el valor medio del coeficien- te obtenido en los ensayos, es proximo a 0,015, es decir, al valor dado para K = K’ con +, = 1 en la publicacién original de Iribarren en 1938, este coeficiente aumenta algo para los taludes suaves y disminuye sensiblemente para los taludes ri- gidos préximos al 1/1. COMENTARIO DE IRIBARREN LA REVISTA DE OBRAS PUBLICAS publicaba en junio de 1954 un comentario de Iribarren sobre los ensayos anteriores del WES. Definiendo con ta mayor claridad posible los términos: Altura de célculo, como ta de la menor ola que produce averias apreciables, Talud de equilibrio estable 0 de célculo, como el talud o parte del talud, mas Suave, estabilizado después de la averia, sefiala el autor espafiol que para la de- terminacion del talud de calculo es preciso fijar 1a ola real (de calculo), tenida debida cuenta del aumento de su altura producido por la propia obra, y que los ta- ludes de los interesantes ensayos verificados por el WES que no sufren averia sen- sible, son taludes justamente estrictos, sin e! margen minimo necesario en todos los cAlculos tedricos, y no realmente estables, pues algun pequefio aumento de la altura de la ola, siempre posible en la naturaleza, originaria el asiento de dicho talud estricto aproximandolo al estable, que es e! que bruscamente se establece bajo la accion destructora de la ola, y el que realmente con la necesaria seguridad resiste su accién, Las demostraciones Ilevadas a cabo por Iribarren, aqui no reproducidas por ex- tension, mostraron que las variaciones del coeficiente son mas aparentes que rea- les, debiendo utilizarse N = 0,015 y j= 1. EL CONGRESO DE NAVEGACION DE ROMA (1953) El Director de los Servicios Maritimos Portugueses, C. Krus Abecasis, presenté en el Congreso de Navegacién de Roma una ponencia que puede decirse era la experiencia obtenida por el autor en diversos puertos de la costa portuguesa, Dicha Ponencia puede resumirse en los siguientes puntos: 1. No puede tomarse el valor unidad para el coeficiente de rozamiento, para el calcul de la estabilidad de los taludes de escollera recubiertos por un manto de bloques artificiales, siendo esencial el situar cuidadosamente los bloques de ma- Nera que se reduzcan al minimo los intersticios entre ellos. 40 2. Las indicaciones de las formulas de calculo no parecen concordar con el comportamiento de 1as obras cuando Jas olas de las grandes tempestades pueden abordarlas con incidencia bastante oblicua. 3. En el resto de los casos, y cuando Ia obra tiene una coronacién a una al- tura bastante elevada, las indicaciones de la formula de Iribarren generalizada se encuentran en perfecto acuerdo con la experiencia. APORTACIONES DE HEDAR En el citado Congreso de Roma, Hedar sefiala la necesidad de considerar los dos estados siguientes: 1. Cuando la ola sube por el talud después de romper; y 2. Cuando la ola rota desciende por el talud del dique. Partiendo de las hipétesis siguientes: A) Las olas chocan contra el talud con angulo de incidencia nulo. 8) El agua delante del talud es Io suficientemente profunda como para que la ola no rompa hasta chocar con él C) EI talud es Jo suficientemente inolinado para que la ola no se refleje, sino que rompa totalmente. Suponiendo que las fuerzas que actuan sobre un bloque son: Gravedad. Presién paralela al talud, ejercida por el agua en su avance. Presién perpendicular al talud Coeticiente de rozamiento entre cantos igual a 1. deduce dos expresiones similares para los dos casos citados anteriormente: Kurt (2ny Q oO (4, = 1)" (08a + sen at para el caso de ola subiendo por el talud, y ken, (2h) Q = e) (y, = 1" e080 —sen a} para cuando la ola baja por el talud. Resultados de los ensayos. Los ensayos llevados por Hedar en la Universidad de Chalmers, para la deter minacién de las constantes K, y K, condujeron a los siguientes resultados: Determinacién de K (ola bajando). Disponiendo la coronacién en todos los experimentos a suficiente altura para evitar el rebase, se obtuvo tanto en los ensayos en modelo reducido como en los diques reales de Trasiovslage y Grdtvik, que el valor de K estaba alrededor de 15 X 10 *, lo que confirmaba el valor dado por Iribarren. REVISTA DE OBRAS PUBLICAS ET mn Determinacién de Ky (ola subiendo). Los experimentos se llevaron a cabo en modelo reducido, observandose que el cociente: K, (cos @ + sen a) era aproximadamente constante e igual a 80 x 10 *, valor que sustituido en Ia ex- presion (1) da 80 x 10 x (2M x y, o=-— 1 que no depende del talud del dique. Conclusiones. Las formulas (1) y (2) dan los mismos valores del peso de los cantos para ta- ud 1 : 2,88; por tanto, en los casos en que las olas rebasen el dique, se puede Ile- gar a la conclusion de que si la pendiente del talud es mayor que 1:2,58, las olas. al retirarse determinan el tamafio de los cantos, como sucede en los casos en que no hay rebase; pero si la pendiente del talud es menor de 1 : 2,58 las olas que lle- gan deciden et tamafio de ios cantos. NUEVAS EXPERIENCIAS DE HUDSON En 1959 publica Hudson una critica ala formula de Iribarren en los siguientes términos: Partiendo de la formula del autor espafol (*) K vce (e008 «sen a)" +(S, 1)! analiza que el coeficiente ». medido como tangente de! angulo de talud natural @ variaba apreciablemente con la forma de los cantos y con la manera de colocarios. Debido a esta variacién, se sigue que K' no puede ser calculado a partir de ensa- yos en modelo reducido hasta encontrar valores exactos de j. para las diferentes formas de 10s cantos. Sefiala asimismo Hudson el hecho de que en el diagrama de fuerzas que Iriba- ren propuso para la deduccién de su formula, la componente paralela al talud de- bida al rozamiento entre cantos, era la principal fuerza que los mantenia en su lugar. Los resultados de los ensayos de Hudson mostraron que los valores de j. va- riaban desde 0,78 hasta 1,28, con un valor medio de 0,98, verificandose ademés que 11 variaba deun ensayo a otro aun con ta misma forma y colocacién de los cantos. (*) Obtenida sin simaliticaciones previas. ENERO 1974 at 42 Accién del oleaje, Cuando las olas de corto periodo chocan contra un dique de escollera, e! con junto de fuerzas producido por el movimiento del agua es muy complejo, Hay que tener en cuenta ademas, que la ruptura de la ola puede ser total, proyectando en este caso un chorro de agua aproximadamente perpendicular al talud, o bien pue- de romper sélo parcialmente, en cuyo caso el chorro producido no esta bien defi- nido. Existe una tercera posibilidad, consistente en que al producirse 1a rotura Parcial se establezca un movimiento oscilatorio de las particulas de agua a lo largo del talud. Puede establecerse a continuacién el siguiente cuadro resumen: Variables de las que dependen las caracteristi- Factores que influyen en Ja resistencia as del movimiento de las particulas de agua. de un canto a la accién del oleaje, — Peralte de la ola: W/L. — Profundidad relativa: di — Altura relativa de la ola: H/d. en reposo: — Profundidad: — Angulo con la horizontal del talud del di- — Angulo del talud de la platatorma del lado que: a. del mar del dique: o, — Altura de coronacién del dique: 1. “Angulo del talud del dique con ta horizon- — — Anchusa de coronacién: m. tal: a. — Forma de les cantos: .. — Angulo de incidencia del oleaje: 8, —Porosidad del manto: P. — Espesor del manto: +. — Caracteristicas de los mantos secundarios. — Forma de colocar los cantos, — Peso sumersido del canto: W’, — Altura del canto respecto al rivel del agua FUERZAS ACTUANTES Fuerzas desarrolladas por Ia ola Fuerzas resistentes: — Fuerza de arrasire debida al agua: — Peso sumergido de los cantos. — Rozamiento entre cantes. = Fuerza de inercia Fy = Oy KB Debido a la dificultad que representa la evaluacién de Ios coeticientes C,, Cy, Kn, Kz y la medida directa de la aceleracién del agua procedente de la ola rota, ta ecuacion de fuerzas a reduce Hudson a una expresién de la forma: Ww Por otro lado, excepto para casos aislados donde interviene la cohesién, el ro- zamiento entre cantos se puede despreciar y la fuerza resistente principal es: Wy KB, Sy) REVISTA DE OBRAS PUBLICAS ENERO 1974 Para que se cumpla el equilibrio estricto del canto ha de ser: W’, que se obtiene la expresién: Hy KK, Hyd 0 y como: WK, oft, resulta: KeK 28 !oavoag # TTT Sa Kae Gime Keg 2 Cy ark ot Para el caso en que la ola no rompa o lo haga parcialmente, las fuerzas que tienden a desplazar los cantos no son las mismas que en el caso de rotura total, ni actuan en las mismas direcciones, sin embargo, el orden de magnitud de estas fuerzas y sus efectos sobre la estabilidad de los cantos son aproximadamente los mismos que los producidos por las olas que rompen totalmente. Hudson considera finalmente que la ecuacién hallada representa, al menos en primera aproximacién, !as mayores fuerzas que pueden desarrollarse en cualquie- ta de los tipos de rotura posibles, por lo que introduciendo el resto de variables citadas al principio y que no han sido incluidas en 1a deduccién anterior, puede proponerse una ecuacién general del tipo: roan a 1 Ky Kye t are H1d, dy 0. Pr, hy m, 2, By y la manera de colocar los cantos, HW a. 0,6, (,—1-w,1 vr tal de su medicién y se utiliz6 la expresién siguiente para el caso de cantos de es- collera natural En los ensayos realizados no se consideré el término | 8 por ta dificul- va H =a, —. ato 8,1) w 10 L Como consecuencia de los ensayos, se Ilegd a la conclusién de que se podia expresar la funcién f de la forma: a . (cotg x)'/, quedando por tanto la formula: 1M, — = = 0 (cot a2 w,19.(8, —4) expresion, en la que Hy» es la altura de ola que produce como maximo la caida de un 1 por 100 del total de cantos del manio. Definiendo un nuevo coeficiente K, que depende de la forma de los cantos y que vale a*, resulta la expresién de la 43 Las hipétesis realizadas por ambos autores sobre el fenémeno de rolura de las olas contra al dique, son analogas. ‘Ailo 1885 (Congreso de Navegacién de Estocolmo} El costiciente 1 de rozamiento depende del numero de cantos: tagB =a, + El cosficiente medido como tangente del n- gulo de talud natural varia apreciablemente con la forma de los cantos y con la manera de co- locarlos. CUADRO COMPARATIVO DE LAS IDEAS DE HUDSON Y DE IRIBARREN IRIBARREN HUDSON Periodo 1938-1959 FORMULAS Koad yy Hy al Pe w= (08 @ + sen ab (¢— 1) KS, IF colon IDEAS La componente paralela 2l talud debida al rozamienlo entre cantos es la principal fuerza que los mantiene en su lugar. El coaticiente de rozamiento de la escollera con escollera puede tomarse igual a 1 El coeficiente W tiene un valor de 0,018 para el caso de diques de escollera natural y 0019 para el caso de escollera artifical La fuerza que tiende a separar el canto de! talud es: La férmula impone la condicion de que el Angulo a,, del telud natural sea el limite supe- rior de los éngulos con que se pueden construir los diques de escollera naturales o artiliciales, puesto que para a= a.,,, ¥ siendo f = taga.,, se obliene: $008 @, —sena,, = 0 © sea, el peso de los cantos Paw El electo de rozamiento puede despreciarse excepto en algunos casos alslados donde inter- viene la cohesién, EI coaticiente 1, medido coma tangente del Angulo de talud natural «, varia apreciable- mente con la forma de les cantos y con la ma era de colocarlos. El coeficiente N no puede ser calculado a parlir de ensayos en modelo reducido, hasta encontrar valores exactos de jx para les dife- rentes formas de los cantos, Las fuerzas que tienden a separér ei canto al talud son: a) Fuerza de arrastre: = 0, °K, veg b) Fuerza de inercia: Fig = Cm K, Por simplicidad considera como unica fuerza: Para q = a,, del talud natural e incluso para Angulos mayores con los cuales los cantos no pueden estar en equilibrio, se obtienen valores positives y determinados para el peso de los ccantos P, con los cuales seria imposible la cons- truccién del dique. ENERO 1974 formula propuesta por Hudson para la estabilidad de diques de escollera natural © tetrépodos con el criterio de ausencia de dafios y rebase: eyed w Ky (8, — 1) colg a FORMULA PROPUESTA POR R, SVEE En el afio 1962 R. Svee sefialaba que ta formula de Iribarren era quizé la dedu- cida a partir de consideraciones tedricas més exactas, pero que los ensayos en modelo reducido habian mostrado que 1a constante que aparecia en la formula del Profesor espafiol, no era en realidad realmente constante, sino funcién del angulo del talud. Considerando que las fuerzas que producen la ruina de los diques son las que tienden a levantar los bioques en direccién perpendicular al talud, y que las fuerzas tangenciales se transmiten de un canto a otro hasta el pie del dique, llega a obte- ner una nueva expresién del peso minimo de los cantos: yo ae siendo r una caracteristica de la trabazén de los bloques. Las conclusiones mas importantes derivadas de sus estudios (que consideran por separado el caso de ola subiendo y ola bajando) son — La confirmacién de los resultados obtenidos por Hedar en el sentido de que la destruccién de los diques con taludes rigidos (cotg « < 2,5) estd causa- da por la ola al bajar, mientras que la destruccién con taludes suaves se debe a las olas que suben — La obtencién de un bloque artificial (bloque Svee), destinado a dar fuerzas minimas y resistencia maxima en una direccién normal al frente del dique. EL CONGRESO DE NAVEGACION DE ESTOCOLMO (1965) Casi todas las formulas propuestas por los diversos autores en fechas prece- dentes a este Congreso, venian a ser en mayor 0 menor grado, comprobacién de la presentada por Iribarren. Unicamente la expresién propuesta por Hudson (1958) mostraba una diferencia, a de sustituir el término (f-cos a —sen a)" del profesor espajiol por cotg a. Se deduce, pues, que la cuestién a dilucidar era cual de las dos formulas resulta mas aceptable. Los estudios de Iribarren, desarrollados durante diez afios, Ie llevaron a pre- sentar en el Congreso de Navegacién de Estocolmo una ponencia con el resultado fundamental que expresaba la dependencia del coeficiente de rozamiento con el numero de cantos. Las lineas que siguen son, pues, un resumen breve de los es- 45 ESQUEMAS DE CALCULO CASTRO (1933) Altura mdxima de la ola pa de agua que empuja - Canto HEDAR (1955) ola subiendo bloques — ola bajando IRIBARREN (1936) Incidencia normal > SVEE (1962) artificiales CUADRO-RESUMEN DE FORMULAS MAS INPORTANTES ESPANA (IRIBARREN) NORUEGA (SVE) US.A. (HUDSON) Ne key, oH Par) ° Q (08 a — sen a} (4, My 1) costa (y, fy, — 1 Ky cotga-(y yy, — 198 N= 0.430 K= 022 Ky=32 = 2.38 - ‘SUECIA (HEDAR) URSS. Kyo Kiyo, oH wey HEL gs (19.9 e0sa—sen a} ty, My, —1)8 Ky = K, = 01113 x 10 4 tag @ = 1.41 o= V1 + cota as ty, fy, — 1)" n= 0025 L = H/005 REVISTA DE OBRAS PUBLICAS tudios llevados a cabo por Iribarren con la colaboracién de Casto Nogales y Pe- dro Suarez Bores en el Laboratorio de Puertos, con objeto no de modificar su fér- mula, sino de determinar os coeficientes de 1a misma lo més exactamente posible. Comienza para ello obteniendo los coeficientes de rozamiento f correspondien- tes a diversas formas de elementos: escqlleras naturales de rugosidad y formas medias, bloques artificiales paralelepipédicos de dos dimensiones iguales y Ia ter- cera vez y media mayor, y finalmente los tetrapodos. Después de numerosos tanteos y estudios, y notando que 1a parte activa o re- sistente del talud afectado intensamente por la ola es limitada tanto sobre como bajo el nivel de equilibrio del liquido, zona que denomina “talud activo o resis tente”, llega a pensar que si bien los taludes de los aridos pétreos gruesos, cons- tituidos por un gran ntimero creciente de cantos, pudiera tender hacia un {i- mite determinado (en los ridos pétreos naturales limf~ 1), es Iégico que al dis- minuir la longitud del talud activo, aumente el Angulo del talud natural, por dis- minuir el nimero de cantos 0 elementos que a través de la trabazn del arido, in- sisten sobre cada uno de los de la capa superficial, en equilibrio estricto en el talud natural, Para aclarar esta basica cuestién, construye en el afio 1957 un sencillo apa Tato denominado taludémetro, con el que se pueden dibujar las curvas que de- terminan para cada una de tas tres formas consideradas: escolleras naturales me- dias, bloques paralelepipédicos y tetrapodos, los coeficientes f= tag c,, en funcién del ndmero de cantos del talud o més correctamente en funcién del némero de i lados de! cubo equivalente \ ‘ , siendo P el peso en toneladas, EI fundamental resultado obtenido es que, efectivamente, f es funcién del né mero de cantos y que ni tan siquiera para el talud activo de las escolleras natu- rales, se aproxima a la unidad, sino que la experiencia comprueba y en especial las curvas obtenidas en los ensayos, que f, = 2,38, siendo aun mayores las cur- vas obtenidas en los ensayos con bloques f,, = 2,84 y con tetrépodos f, = 3,47. Aparte de su correlacién con tas curvas del taludémetro estos nuevos valores de f son la causa principal de que ia simplicacién admitida anteriormente (f = 1) no fuese aceptable, ni aun para las escolleras naturales y que como consecuen- cia de lo cual, el Unico coeficiente N que quedaba en la formula, asi indebidamente simplificada, resultase variable. APENDICE FORMACION Y DESTRUCCION POR UNA CORRIENTE DE UN MACIZO DE CANTOS En el dominio de tas disposiciones de tos cursos de agua, se presentan muy frecuentemente problemas relativos a la formacién o destruccién por una corrien- te de agua, de macizos constituidos por una acumulacién de cantos naturales, blo- ques artificiales... EI conocimiento de la manera en que se forman o destruyen esas acumulacio- nes de cantos, ha estado durante mucho tiempo oscuro, no siendo realmente acla~ ENERO 1974 wv rado hasta los notables estudios de M. Isbach, Director del Laboratorio de Inves- tigaciones Hidraulicas de Mosct. Las lineas precedentes nos sugieren de forma inmediata una pregunta: jHas- ta qué punto los estudios de M. Isbach contribuyeron al conocimiento de tos fend- menos que tienen lugar en tos diques de escollera? No es facil responder a la mis- ma. Nuestro interés por contestar la pregunta formulada chocd con unas barre- ras infranqueables para nuesiras posibilidades. A la casi ausencia de referencias relativas a las investigaciones del autor uso, se une el hecho de Ia dificultad de consultar tas mismas. Las ideas que a continuacion exponemos estan tomadas de un trabajo de Ch. Blanchet, cuya referencia puede encontrarse en la bibliografia, En el citado tra- bajo se reunen las nociones de Isbach y las del autor francés, por 10 que no resulta facil conocer con exactitud cuales fueron los desarrollos del autor ruso. A pesar de las dificultades senaladas precedentemente, hemos querido recoger aqui unas notas de los citados trabajos, entre otras razones porque las conclusio- es que de ellas se derivan permitieron a Kenneth Kaplan, en 1952, la deduccién Por camino distinto al seguida por el autor espaiol de ta formula de Iribarren. ESTUDIO TEORICO DEL PERFIL DE EQUILIBRIO DE MACIZOS DE CANTOS SOMETIDOS A LA ACCION DE UNA CORRIENTE DE AGUA Ei objeto de 1a teoria es encontrar tas condiciones de equilibrio limite de ma- cizos de cantos sometidos a ta accién de la corriente: definiendo et equilibro |i- mite como aquel en el que un pequefio esfuerzo suplementario es capaz de produ- el arrastre de un canto, Habra que analizar por consiguiente, de una parte, el equilibrio de 10s cantos. es decir, las fuerzas a las cuales estén sometidos y que esenciaimente son: a) empuje hidrodinamico debido a la corriente, b) peso de los cantos yc} reacciones del fondo sobre el que se apoyan los cantos. De otro lado, ei efecto de Ios canlos sobre la corriente misma, efecto que reside esencialmente en las pérdidas de carga que produce la rugosidad de los cantos Los movimientos que tienen lugar son muy complejos, pero se pueden distin- guit tres tipos simples 1. Desiizamiento sobre la superficie soporte, 2. Giro alrededor de un punto de apoyo. 3, Rodadura sobre una aspereza fija Ei estudio del equitibrio de un canto conduce en cada uno de los casos a ex- presiones del tipo w. K | 29—-[0-| senta,—a) w Yo = veweised time pe 1 = corlsweme sdimensione! gue deberia ser constente para cantos de determinada forma D = dimension tinea! escolar e los camtos, W = pews especition del liawse. Sesintegracion del monton, Wo yess especies de ios Cantos, argyle del talus con le hoeizantel arquia con Ie honzontal del telud natural de tos cantos, REVISTA DE OBRAS PUBLICAS FORMULA DE KENNET KAPLAN Denominando W al peso limite de los cantos, a el eje mayor de la elipse orbi- taria correspondiente y T al periodo de oleaje, llega Kaplan a la expresin WIM = Koad [T-sen (1 1)] a Deliniendo el peso de los cantos de Ia forma: W = K,. W,.D*, asi como la mé xima velocidad orbitaria del tiquido: V'= = a/T y admitiendo que V = K,.V' se obliene de las ecuaciones anteriores: WI = KealtT> [son (ny —~ ah 2 siendo K un coeliciente distinto de! que aparece en la expresién (1) y de vator: wo ke [a ) ue wma La expresién (2) se transforma utilizando 1a notacién de Iribarren y suponien- do con suficiente aproximacién que el Angulo del talud natural de los cantos ~, es x/4 en: a (a, ag (cos a — se a) a, ¥ como la densidad relativa de! agua es practicamente 1a unidad, d. = 1 se obtie- ne en definiliva ta formula dei profesor espafol. DESARROLLO CRONOLOGICO DE LA INVESTIGACION 1983. Castro publica los resultados de sus investigaciones que pueden conside- rarse como los primeros estudios sobre el tema. 1988. Iribarren desarrolla una formula de cAlculo que en su esquema general seré largamente aceptada. 1949. _H. Epstein y F.C. Tyrrel llegan a obtener una formula similar a la de Irie barren, pero indicando ta no constancia del coeficiente de ia misma, 1949. Iribarren sefiala que el término cos’ x al cual el coeficiente de ia formula americana seria proporcional, no puede variar sino entre limites bastante limitados, de forma que esa variacién podria ser olvidada en vista de tas indeterminaciones que es forzoso admitir en esta materia. 1950. Iribarren, junto con C. Nogales, generaliza su formula, sustituyendo la altu- ra de ola A por la virtual: # 4a 1951, Mathew y Rodolf publican sendas formulas que no tendran demasiada acep- tacion. 1952. Jean Larras obtiene una expresién muy similar a la de lribarren, generalizada a partir de un cociente que sefiala cuanto debe diferir el talud de! dngulo del talud natural de 45°, para que los materiales estén perfectamente en equi- librio frente at oleaje. 1952, En el periodo 1942-52 se realizan ensayos por la Waterways Experiment Sta- tion, de Vicksburg bajo la direccién de Hudson. Los resultados sefialan que si bien el valor medio del coeficiente N esta préximo @ 0,015, aumenta algo Para los taludes suaves y disminuye sensiblemente para los taludes rigidos préximos al 1/1. 1953. En el Congreso de Navegacién de Roma, K. Abecasis confirma, como re- Sultado de su experiencia en puertos portugueses, que salvo cuando la i cidencia de las olas es bastante oblicua, las indicaciones de la formula de Iribarren son satisfactorias. 1953. Hedar hace notar en el citado Congreso, la necesidad de considerar los ca- S0s correspondientes a la subida de la ola por el talud, asi como a su ba- jada. Deduce una formula andloga a la de Iribarren y confirma el valor del coeficiente N. 1954. Iribarren publica en la REVISTA DE OBRAS PUBLICAS un articulo en el que Sefiala que las variaciones del coeficiente N, sefialadas por Hudson, son més aparentes que reales. 1959. Nuevas experiencias de Hudson muestran que el coeficiente j, medido como tangente del Angulo de talud natural, varia apreciablemente con la forma de los cantos y con la manera de colocarlos, no pudiéndose ser calculado el valor de N’ a partir de ensayos en modelo reducido, hasta encontrar va- lores exactos de i. para las diferentes formas de los cantos. 1980. Svee propone una nueva formula y bloques artificiales que se adapten me- jor para resistir 1a accién del oleaje. 1965. Iribarren presenta en su ponencia al Congreso de Navegacién el resultado fundamental de ta dependencia det coeficiente de rozamiento con el nimero de cantos del talud. 1935. Isbach obtiene una formula para el equilibrio de un macizo de cantos some- tido a la accién de una corriente. 1948. Blanchet publica nuevas observaciones sobre la formacion y destruccién por una corriente de agua de macizos de piedras. 1952. _K. Kaplan obtiene a partir de la formula de Blanchet una nueva confirmacién de la formula de lribarren. NOTA.— El Profesor D. P. Suarez Bores ha desarrollado durante el presente curso académico, luna nueva expresién para el célculo de los diques de escoliera, no haciendose relerencia a la mis: ‘ma por razones evidentes. REVISTA DE OBRAS PUBLICAS ENERO 1974 10, "1 12, 13. 14, 16. 7. 18, 18. 20, a1. 22. BIBLIOGRAFIA FORCCHEINER: “Tratado de Hidréulica” 1933. E. DE CASTRO: "Diques de escollera". REVISTA DE OBRAS PUBLICAS, abril 1993, M. ISBACH: "Annales de institut Hydrotechnique des Recherches Scientiiques en URSS", 1935. FR. JRIBARREN: “Una formula para et célculo de tos diques de escoliera”. M, Bermejillo Usabiaga (Pasajes), julio de 1938, CH. 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