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Clases sociales: sepelios del siglo XIX

Fue en el siglo XIX en donde se tuvo la idea de colocar un


cadáver en el féretro, ya que antiguamente lo que hacían era
amortajado y envuelto, esta idea se esparció por el pueblo y así
todos comenzaron a idear modelos de ataúdes, los ataúdes
primero se los realizaba con madera, pero poco a poco el acabado
de estos iban mejorando.

Como en toda situación existe la problemática de clase social no


pudo faltar en esta ocasión, debido a que el acabado de los
ataúdes y el funeral que los fallecidos recibían, se realizaba de
acuerdo a la clase social de la familia del mismo. En primer lugar
tenemos que si la familia del fallecido pertenecía a una clase
social alta este tendría un entierro de primera estos tenían el costo
de un peso y medio, para que el funeral se pudiese realizar de
mejor manera que otros.

En segundo plano se encontraba la clase media, si el fallecido era


funcionario público, un comerciante con algo de dinero, tendría
un entierro de segunda y los familiares tendrían que pagar el
monto de un peso por el funeral. Y en último lugar se encontraba
la clase baja o ‘estado llano’, con este se realizaría un entierro de
tercera, su monto a pagar era de cuatro reales.

También existían diversas costumbres que señalaban que si el


fallecido tenía esposa, este tendría que llevar un velo negro, los
familiares de este también tendrían un lapso de tiempo en luto
respectivamente, se vestirían de negro, se tendrían que privar de ir
a fiestas, ir al cine, tocar música y de bailar. Además se contaba
con que los niños fallecidos tendrían un ataúd blanco. Estas son
pocas de las muchas costumbres que existían en ese entonces.
Las clases sociales están en cualquier lado y como se pudo
observar las personas que contaban con menos recursos eran las
más afectadas ya que el fallecido no podría recibir la despedida
adecuada, y los altos funcionarios eran los más aventajados. En
estos casos debería existir una equidad social y económica ya que
es algo devastador para toda la familia. Además de esto, se puede
dar cuenta que hoy en día no existen las misma costumbres, poco
a poco la sociedad ha cambiado las costumbres, ya casi nadie
aplica estas leyes de vestirse de negro por 2 o más años, de
privatizarse de bailar, etc.

Bibliografia/ Netgrafia:

http://www.elcomercio.com/tendencias/sepelios-antano-
quito.html

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