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¿Por qué escribir y no más bien solo hablar?

Realmente no quiero escribir, porque ser autor es


un trauma que no recomendaría a nadie. Uno escribe una cosa y de inmediato todo el mundo
espera que uno sepa explicar el contenido de lo que uno ha escrito. Pero precisamente para
eso ha sido escrito, para no tener que hablar absolutamente nada de ello. Es decir, el haber
escrito algo me da el permiso para guardar silencio, al menos sobre las cosas que he escrito. Y
si alguien ha escrito algo que contenga en germen todos los temas más importantes de su vida,
entonces yo le consentiría que ya no hable conmigo de nada más. O sea, de nada más que lo
mínimamente indispensable para convivir como seres de la especie biológica humana que
somos. Pero en un sentido profundo, no hay quizá tema más importante que justamente ese,
el de precisar en qué consiste nuestro ser humanos. Así que tendríamos que concluir que
quien escriba sobre la naturaleza humana está condenado al silencio y la incomunicación con
sus semejantes, y a vivir una existencia cotidiana totalmente problemática. Uno puede pensar
que estamos tomando esta cuestión en broma. Pero vayan y conozcan un poco de que como
es la posición subjetiva de los que escriben sobre lo que es la naturaleza humana, los filósofos,
y díganme si eso puede ser considerado un chiste o una ironía. ¿Pero quiénes son filósofos?
Justamente el hecho que estamos estableciendo puede servir de criterio definitivo para
determinar quién es un verdadero filósofo, es decir, alguien que ha escrito verdaderamente
sobre la naturaleza humana: el que ya no tenga ninguna posibilidad de comunicación normal y
efectiva con el resto de sujetos, y quizá ni siquiera con otros eventuales filósofos. Es como
decir que antes, incluso hasta solo un día antes, pudiera ser posible para el futuro filósofo la
amistad, el amor, quizá también el sexo, pero después de que ha puesto punto final a su obra
(no se emocionen, a su primer obra), inmediatamente, olvídense, chau a todo, ha cambiado su
vida aunque no lo hubiere querido, pero esto es un decir, siempre lo ha querido si es que es un
filósofo de laya. Con todo, esto se presenta como un trauma en la vida de los sujetos de este
tipo. Lo cual hay que explicar. Según Slavoj Žižek, un trauma es un hecho que al acaecer repite
cierto hecho primordial, asignándole

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