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TLALPILLI : MI PRIMERA TRECENA

La importancia del número 13 en la cultura del Anáhuac deviene de los 13 tránsitos de


Venus por el disco solar, marcados en el primer circuito del Calendario Azteca (“LA
ESTELA DE LOS SOLES O CALENDARIO AZTECA”, Fernando Díaz Infante, edit.
Panorama, pág. 151), o que se encuentran simbolizados en el grosor o canto de la
Piedradel Sol donde aparecen “13 representaciones del planeta Venus sobre el cielo
diurno” (“USO E INTERPRETACIÓN DEL CALENDARIO AZTECA”, Antonio
Lorenzo, Porrúa, p. 103), tomando los aztecas en cuenta que a cada año solar (de 365
días) corresponden 5 venusinos (de 584; 365 x 8= 2920 o 584 x 5= 2920), por lo que el
Calendario Azteca (C.A.) está dividido por 8 triángulos que representan rayos solares que
a su vez equivalen a 5 años venusinos.
De ahí por qué el número 13 fuese considerado SAGRADO y marcase cálculos o
acontecimientos trascendentales como:

1) EL AÑO DEL NACIMIENTO DEL 5º SOL en un año 13 CAÑA.


2) LA FUNDACIÓN DE TENOCHTITLAN, también en un año 13 CAÑA (1325 del
calendario que nos rige).
3) LA CONSAGRACIÓN DEL CALENDARIO AZTECA, fecha que se consignó en La
Piedra del Sol en la parte central superior como año 13 CAÑA (1479 del calendario
occidental).
4) La organización del CALENDARIO ADIVINATORIO (dentro de la misma Piedra del
Sol) de 260 días cuyos meses de 20 días se multiplican por 13 (=260).
5) La agrupación del SIGLO MAYA-AZTECA de 52 años al final de los cuales se
encendía el FUEGO NUEVO en el Cerro de la Estrella –o Huixaztepetl-), dividiéndolo en
4 bloques de 13 años (4 x 13=52)
6) La consideración de las 13 lunaciones de 28 días, promedio, que había durante un año
(13 x 28 = 364, número este último, utilizado por los mayas y aztecas para, en los cálculos
que realizaban por medio del NEPOHUALTZINTZIN (su sistema de cómputo parecido al
ábaco), encontrar las revoluciones siderales y sinódicas de todos los planetas de nuestro
sistema solar, asombrosamente enlazadas a figuras geométricas básicas, mismas que
además se presentan en los cristales, moléculas, metales, etc., por lo que, al descubrirlo,
adaptaban sus edificaciones, como la pirámide del Sol, a esas formas geométrico-
matemáticas-astronómicas que encierran una numerología repetitiva desde el
microcosmos –los átomos-, hasta el macrocósmos –los planetas-, como lo demuestran de
manera tan amena como impactante en sus libros LOS COMPUTOS AZTECAS Y LA
GEOMETRÍA, del ing. politécnico David Esparza y EL UNIVERSO DE
TEOTIHUACAN, el ing. Estadunidense Hug Harleston (ed. Orión)
7) La DIVISIÓN DE LAS FRANJAS DEL CIELO por donde transitaban los planetas o
astros más importantes para la cultura del Anahuac –Venus, Vía Láctea, Sol, Luna, etc.)
en 13 segmentos o “cielos”.
8) Las 13 partes en que se divide el “cuerpo” de cada una de las dos grandes “serpientes”
que encierran al calendario y al tiempo-espacio (en el 6º y último circuito de la Estela,
representando cada segmento 52 años que por 13 nos dan 676 años que fue lo que
duraron 2 de los 4 “soles” representados en el Calendario por medio de aspas alrededor
del rostro del 5º Sol.
9) A su vez una “serpiente” = la mitad del calendario = 4 x 13 = 52, número marca otro
acontecimiento astronómico que DETERMINA ( = que Venus) al Calendario Azteca.
Sólo una vez cada 52 años se encuentra en el zenit (el centro y parte más elevada de la
bóveda nocturna) LA CONSTELACIÓN DE LAS PLEYADES O 7 CABRILLAS (como
se le conoce en occidente; su nombre náhuatl era TIANQUIZTLI) que a su vez se
encuentra simbolizada en cada uno de los 2 penachos que coronan los rostros de cada
“serpiente” en la parte inferior de la Piedra de los Soles, apareciendo representadas
dichas estrellas no como objetos puntiagudos, como en la actual cultura, sino
simbolizados con círculos divididos por una línea a la mitad y con un “medio ojo” bajo la
línea de la segunda mitad.
Muchos siglos antes de la era actual, 13 a.n.e. según Velikovski (MUNDOS EN
COLISION) sucedió una gran catástrofe natural, probablemente por el paso de un
enorme meteorito que rozó la atmósfera de la Tierra, el cuál regresó 52 años después
volviendo a aterrorizar a los pobladores del Anáhuac con infinidad de calamidades como
la primera vez -entre ellas, una gruesa capa de humo por incendios que provocó, lo cual
hacía parecer que “había muerto el Sol”, de ahí por qué en Teotihuacan se inmolaran
dos sacerdotes para que volviera aparecer el astro con lo que se inició la era del QUINTO
SOL.
Para que el hecho no se olvidase jamás y los seres humanos estuvieran prevenidos cada
52 años, el calendario se estructuró en base a esa catástrofe (incorporando, alrededor del
rostro central que simboliza al 5º Sol, 4 aspas que representan los 4 Soles previos o Eras
que también sucumbieron por catástrofes naturales: diluvios, erupciones, terremotos y
huracanes).
Los astros que sirvieron como “marcadores” infalibles para dicho cómputo fueron
precisamente LAS PLEYADES Y VENUS (por todos los cálculos antes mencionados que
giran en torno al número 13).
10) Un 13 de agosto de 1521 cae Tenochtitlan ante las armas del invasor europeo.
11) Un 13 de agosto de 1790 se inician, en la capital de la Nueva España, las
excavaciones (para drenaje público) que traerían como resultado el
REDESCUBRIMIENTO DE LA PIEDRA DEL SOL (junto con la COATLICUE,
representación de LA TIERRA) justo frente a la Catedral, a unos metros de los restos del
Templo Mayor.
II

Igual que los chinos que a través del Fengh Shu buscan armonizar su casa y su vida
con la Naturaleza, los antiguos sabios mexicas buscaban sincronizar los ciclos de la vida
de los humanos a los ciclos astronómicos.
En ese sentido el Calendario Azteca (que fue herencia de las tres mas grandes culturas
del CLÁSICO: mayas, teotihuacanos y zapotecas, inigualables matemáticos y astrónomos,
quienes a su vez lo recibieron de “la cultura madre”, LOS OLMECAS que lo empezaron
a diseñar desde hace 3000 años aproximadamente), tiene más sentido y connotación
científico-matemático-astronómica que el actual calendario occidental que nos rige, el
gregoriano.
¿Qué evento astronómico se suscita al final o inicio de cada siglo actual, cada 100 años
del calendario gregoriano? NINGUNO
¿Qué suceso de trascendencia, en cuanto a los astros, se presenta cada 1000 años en
que termina un milenio? NINGUNO
¿Qué evento astronómico se suscita cada día último del año (cada 31 de diciembre) o
cada 1º de enero en que termina o se inicia un año occidental? NINGUNO.
Esto último es así porque el actual calendario que rige al mundo, que fue hechos por los
romanos 700 ac, desapareció a la caída de dicho imperio en el siglo IV d.n.e., siendo
restablecido con graves errores hasta mil años después por un rey francés al que
simplemente se le ocurrió que diciembre fuera el último y doceavo mes cuando que, como
la palabra lo dice, diciembre se refiere a DECIMO, noviembre a NOVENO, octubre a
OCTAVO, etc., siendo originalmente enero y febrero los meses onceavo y doceavos por lo
que el primer mes (y año nuevo) era en marzo...¡justo igual que como lo celebraban los
mayas! Así que estamos celebrando con dos meses de error el fin de año y año nuevo.
Vivimos un calendario equivocado y sin armonía con los astros y el cosmos.
Retomar ese deseo de SINCRONIZACION con el entorno (inmediato y lejano, la
Naturaleza, la Tierra y el Cosmos, que a fin de cuentas,en la cosmovisión del Anáhuac, la
creación entera no era otra cosa que la MATERIALIZACION –digamos el “cuerpo”-
de la Fuerza Universal Generadora, IPALNEMOUANI, por lo que intentar armonizarse
AL TODO significaba...desear armonizarse a lo sagrado, sólo que aquí no a través del
“no cometer pecado” sino, ni más ni menos que EL ESTUDIO DE LAS MATEMÁTICAS
–en parte expresadas en la Astronomía- considerada por los mayas como EL LENGUAJE
DEL CREADOR!!) es, cuando menos, un anhelo sabio, que algo puede aportar a los
humanos en esta era tan desequilibrada.
Tal es uno de los objetivos de restaurar ese aspecto particular de una de las herencias de
nuestros ancestros: la celebración de CADA UNA DE LAS TRECENAS que cada
persona vaya alcanzando durante su vida, con plena conciencia de la trascendencia
cósmica, matemática y sagrada del número TRECE.
III

A continuación transcribiremos, como complemento, un par de citas que dan una mejor
idea de la importancia del número 13 en la Cultura del Anáhuac:

“Conocedores, mucho antes del nacimiento de Cristo, de que los fundamentos de la


cronología estaban en la rotación diaria de la tierra sobre su eje, y en su revolución anual
alrededor del sol, los mesoamericanos dividieron su año en 360 días, más cinco extras en
años regulares y 6 en bisiestos, O 13 CADA 52 AÑOS... el resultado fue un calendario
más exacto que el que ahora tenemos.
Al calcular la órbita de la tierra alrededor del sol en 365.2420 días, los mayas marcaban
el final de un año erigiendo una piedra a la que llamaban TUN. Hicieron lo mismo para
un ciclo de 20 años, o KATUN, período que consideraban gobernado por LA
CONJUNCIÓN DE JÚPITER Y SATURNO.
Además, marcaron el paso de los años por medio de CUATRO DIFERENTES
SISTEMAS que actuaban como restricción de todos los demás. Junto con el año de 365
días y el más exacto año tropical de 365.2420 días, había un año de 365.25 días (el año
“sótico” egipcio, cuya fracción de 25 era útil para calcular equinoccios, solsticios, pasos
por el zenit, eclipses y ciclos metónicos); un año lunar de 354 días, y un AÑO
SAGRADO muy especial de 260 días llamado TZOLKIN por los mayas y
TONALÁMATL por los aztecas.
El calendario del año especial de 260 días, que ha sido llamado “una de las
mayores joyas del talento humano de todos los tiempos”, estaba
dividido en 13 meses de 20 días, y los múltiplos de 13 y 20 se
convertían en el núcleo de una computación cronológica
“sorprendente en su sencillez y exactitud”

Sobre una base mensual, los nombres de veinte días del mes eran relacionados con
los números 1 al 13, para dar como resultado 260 ARREGLOS, como por ejemplo 1-
cocodrilo, 2-viento, 3-casa, 4-lagartija.
Un día con el mismo nombre y número podría repetirse, por lo tanto, SOLO UNA VEZ
CADA 260 DIAS, formando un ciclo que podía repetirse SIN FIN sin atender a los
movimientos reales del sol y los planetas, que eran los que marcaban los períodos
naturales de tiempo.
UN CICLO MAYOR DE 260 AÑOS, ERAN 13 CICLOS CONSECUTIVOS DE
JUPITER-SATURNO DE 20 AÑOS...
La imposición de este calendario de 260 días no era en forma alguna arbitraria. Los
mesoamericanos habían calculado correctamente que 260 x 18 es lo mismo que 360 x 13;
que 260 x 7 es igual que 364 x 5; que 260 x 73 es lo mismo que 365 x 52; y que 260 x
1,461 (el ciclo “Sótico” egipcio) es lo mismo que 365.25 x 1040 (20 siglos mayas o aztecas
o 10 ciclos de 104 años; nota abp).
A estos calendarios, que quedaban todos dentro del patrón de 260 días, había agregado
más refinamientos para el cálculo de los RETORNOS SINÓDICOS DE LA LUNA Y LOS
PLANETAS...
Venus gira alrededor del Sol cada 224.7 días, pero debido a que la tierra se mueve a lo
largo de su propia órbita, el planeta aparece en el mismo lugar del firmamento en un
poco menos de 584 días. Como 5 x 584 es igual a 8 x 365, los mayas consideraban que 8
años de Venus eran iguales a 5 años solares. Y como 365 x 104 es igual tanto a 146 x 260,
como a 65 x 584, los calendarios solar, sagrado y de Venus se vuelven coincidentes cada
37,960 días o 104 años, lo que era dos siglos de 52 años para los mesoamericanos” (LOS
MISTERIOS DE LAS PIRÁMIDES MEXICANAS, Peter Tompkings, ed. Diana, p. 289)
“Harleston ya había contemplado el trazado de Teotihuacan como teniendo
incorporadas claves no solamente de ORBITAS PLANETARIAS Y CONVULSIONES
TELÚRICAS sino datos aún más herméticos. Al iniciar su estudio en 1972, se le ocurrió
que el Camino de los Muertos, apreciado desde la “vista de pájaro” de la cartografía
publicada por Acosta en su “Guía de Teotihuacan”, podía parecer una enorme
GUITARRA cuyas “cejas” fueran las paredes de los espejos de agua de
Shlemmer. ¿Habrían podido los teotihuacanos, se preguntó Harleston, haber
incorporado en sus diseños de la Avenida Procesional una escala de ocho notas?
En busca de “relaciones musicales” en la distancia entre las “cejas” de las paredes,
Harleston fijo a su arbitrio su nota “B” (o Si) en el marcador que había hallado para la
distancia orbital relativa de Mercurio. En esa forma, una octava más abajo quedaba
Venus, y dos octavas más abajo, Marte. Pero la distancia de las marcas no coincidía
completamente, al menos mientras él se apegaba a las frecuencias de nuestro “clavicornio
bien templado” que había obtenido de Johann Sebastian Bach, con las frecuencias
corregidas ligeramente para complacencia de los oídos occidentales y la conveniencia de
los arreglos orquestales. Algunas de las notas eran hasta cuatro ciclos más bajas que las
FRECUENCIAS MATEMÁTICAS desplegadas en las medidas de Teotihuacan.
Entonces, recordó Harleston que cuando recibió su Maestría en Artes de la Universidad
Nacionalde México en 1949, lo habían llevado a la casa de compositor mexicano JULIAN
CARRILLO que componía música en una escala distinta, a la que él llamaba SONIDO
13, porque dividía una octava matemáticamente usando la raíz decimasegunda de dos, lo
que Harleston consideraba LA CONSTANTE DE TEOTIHUACAN (1.059), EN 13
NOTAS IGUALMENTE ESPACIADAS (doce intervalos) con siete teclas blancas y cinco
negras. En este sistema, cada frecuencia multiplicada por 1.059 daba el siguiente medio
tono, el cual, multiplicado por sí mismo, daba el siguiente tono completo.
Harlestón descubrió que las proporciones musicales de Carrillo que producían un efecto
extraño y exótico sobre los oyentes, resultaban ser LAS APROXIMACIONES MAS
EXACTAS DE LAS RELACIONES DE LAS MEDIDAS EN EL AREA DE LOS
MONUMENTOS DE TEOTIHUACAN.
LA CREACIÓN ES CIERTAMENTE MATEMÁTICA Y ARMONICA, con relaciones
físicas como la órbita de un planeta, las divisiones pentagonales de una fruta, el
crecimiento en espiral de una enredadera o la forma de la celda de un panal, TODAS
ELLAS EXPRESABLES EN TERMINOS MATEMÁTICOS. Aun la estructura de los
huesos, nervios, músculos, células, moléculas y átomos, todo parece estar gobernado
por LA LEY MATEMÁTICA. LA LUZ, LA MUSICA, EL COLOR, Y
HASTA LA TABLA DE LOS ELEMENTOS QUÍMICOS, PARECEN
ESTAR ARMONICAMENTE CONECTADOS. Si el oído fuera capaz de captar
los sonidos producidos por la acción química, quizás podríamos percibir UNA ARMONIA
MUSICAL, o mejor dicho, UNA SINFONÍA EN TODAS LAS FORMAS DE VIDA...
Como Orfeo, quien se suponía tenía la facultad de encantar a cualquier criatura viviente
con su lira QUE ESTABA AFINADA DE ACUERDO CON LOS MOVIMIENTOS DE
LOS PLANETAS” (ibid, ps. 272-275)
IV

EN ESTE CONTEXTO, ¿QUÉ OBJETIVOS SE PUEDEN PLANTEAR PARA


ALGUIEN QUE DEJA LA NIÑEZ Y ENTRA LA VIDA SOCIAL?

Como se plantea en FILOSOFIA NAHUATL (León-Portilla, UNAM), en LA


EDUCACIÓN DE LOS AZTECAS ( Fernando Díaz Infante, ed. Panorama) y en LOS
GOBIERNOS SOCIALISTAS DEL ANAHUAC (Romerovargas), los objetivos de la
educación de esa antigua cultura mexicana eran:

1) Incorporar, conscientemente, al individuo a LOS MOLDES POSITIVOS Y


PROVECHOSOS de la comunidad a fin de asegurar el éxito de la doble meta: LA
FELICIDAD DEL INDIVIDUO Y EL BIENESTAR, PROSPERIDAD Y
CONTINUIDAD POSITIVA DE LA COLECTIVIDAD.
Sus dos sistemas educativos: EL TLACAHUAPAHUALIZTLI (Arte de criar o educar a
los hombres) y la IXTLA MACHILIZTLI (Sabiduría que se trasmite a los rostros ajenos)
están “a la altura de los mejores sistemas pedagógicos, ya que cumple con todas las
normas que se necesitan para un claro y noble desarrollo del individuo, Y POR
CONSIGUIENTE, DE LA COMUNIDAD. Incorpora a los seres humanos a la vida Y
LES IMPRIME LOS OBJETIVOS SUPREMOS DE LA SOCIEDAD” (La Educación de
los Aztecas, p. 40)
2) Para ello, utilizaba todos los medios de educación (escuela, tradición oral, escritos,
teatro, cosmovisión, su filosofía particular, etc.) PARA CONVENCERLOS DE LA
SUPERIORIDAD (sobre los graves inconvenientes –pero atractivos- fines individualistas)
de convertirse en FUNCIONARIOS DE LA COLECTIVIDAD (primer objetivo supremo
de la educación del Anáhuac, dada su fe, basada en innumerables pruebas de vida, de que
el individuo siempre obtendrá mucho mas TRABAJANDO PARA TODOS –cuando todos
están educados así, como en la CULTURA COLECTIVISTA DEL ANAHUAC- que
trabajando cada quien sólo para si mismo, como en la cultura occidental actualmente
donde muy pocos tienen todo y la inmensa mayoría nada, tanto a nivel nacional como
mundial, por lo que consideramos no es un tipo de civilización al que debamos seguir
aspirando ni heredando consciente y voluntariamente a nuestros hijos pues qué futuro es
el que les dejamos...algo peor de lo que ya padecemos ahora. Eso hay que frenarlo, desde
todos los ámbitos y en la misma forma comenzar a construir OTRO MODELO DE VIDA,
por ejemplo como el que nos legó la Cultura del Anáhuac.
Comparado con lo actual, con el caos y abismos sociales modernos, la incorporación de
los niños y adolescentes a los MOLDES COMUNITAROS para hacer de
ellos FUNCIONARIOS DE LA COLECTIVIDAD refleja una
CIVILIZACIÓN MUY SUPERIOR Y REALMENTE HUMANITARIA que debemos
recuperar (en lo general y en cada una de sus partes o componentes como las ceremonias,
tradiciones, educación, cosmovisión, “religión científica” o “religión astronómica”, como
le denominan muchos estudiosos).
3) El tercer gran objetivo de la EDUCACIÓN DEL ANAHUAC trasciende todo lo
conocido en occidente porque era un objetivo no de un sector o secta sino de UNA
COSMOVISIÓN, y también porque es totalmente opuesto a la cultura materialista
occidental. Dicho objetivo se refiere a hacer de cada individuo un COLABORADOR
DE LOS DIOSES . Lo transcribo tal cual lo plantea León-Portilla en el libro citado,
aunque el mismo descubre y plantea que la cultura del Anáhuac no era politeísta y que
cuando se habla de “dioses” en realidad se refiere a FUERZAS DE LA NATURALEZA
O DEL COSMOS dado que sólo creían en una Fuerza Universal Generadora a la que
denominaban IPALNEMOUANI. De esta suerte, lo de COLABORADOR DE LOS
DIOSES encaja como individuo consciente y comprometido con el cuidado de TODO LO
CREADO EN LA TIERRA Y EL COSMOS, tesis que muchos investigadores sostienen, es
decir, respecto a lo responsables que se sentían los antiguos mexicanos de preservar todo
lo creado. Esto era así porque consideraban que cada cosa creada ERA SAGRADA dado
que contenía el espíritu del Dador de la Vida.

Estos son los planteamientos esenciales bajo los que está conceptuado este
CEREMONIAL y esos son los objetivos que esperamos lograr en nuestra hija ahora que
deja de ser niña e ingresa a la COLECTIVIDAD y a la EXPANSION DE SU
CONCIENCIA.

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