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Revista Textos Antropológicos

versión impresa ISSN 1025-3181


Textos Antropológicos v.15 n.1 La Paz 2005

ARTICULO

ANTROPOLOGIA URBANA.UN RECORRIDO HISTORICO Y


TEÓRICO

URBAN ANTHROPOLOGY. AN HISTORICAL AND THEORETICAL


REVIEW

Johnny Tito Guerreros Burgoa

Johnny Tito Guerreros Burgoa: Carreras de Antropología e Historia, Universidad


Mayor de San Andrés, La Paz.

En este trabajo el autor realiza una revisión de los caminos recorridos por el campo de
la Antropología Urbana, con el fin de establecer algunos criterios básicos, para formular
una orientación a quienes quieren embarcarse dentro de la investigación urbana. El
trabajo —basado en una serie de recopilaciones y ordenamientos de información, en el
marco de la Investigación Urbana— hace un recuento histórico del inicio y evolución de
la investigación urbana dentro de los estudios Antropológicos y desarrolla aspectos
como las perspectivas teóricas de la investigación urbana, los temas investigados y las
disciplinas involucradas.
In this work, the authorpresents a review ofthe roadsfollowedby thefield
ofUrbanAnthropology with thepurpose ofestablishingsome basic approaches thatcan
orientate those who wantto navigate inside the urban investigation. The work - based
on a series ofsummaries and classifications of information, in the frame work of the
Urban Investigation- makes a historical recount of the origins and evolution ofthe
urban investigation inside the Anthropological studies and it develops aspects like the
theoretical perspectives, the investigated topics, and the disciplines involved.

Al terminar el siglo XX, la antropología parece una disciplina dispuesta a abarcarlo


todo. Desde hace varias décadas trascendió del estudio de pueblos campesinos no
europeos o no occidentales, en los que se especializó al comenzar su historia como
disciplina, a investigaciones sobre las metrópolis. Se fue ocupando de todo tipo de
sociedades: complejas, tradicionales y modernas; de ciudades y redes transnacionales.
Autores posmodernos muestran incluso que el estilo antropológico de conocer tiene
algo peculiar que revelarnos sobre las formas de multiculturalidad que proliferan en la
globalización (García Canclini 2004).
Hasta cierto punto, otras disciplinas -como la demografía y la economía- se arriesgan
también a ser omnipresentes y omnisapientes al querer explicar con un solo paradigma
el universo entero. Pero los antropólogos pretendemos, además,ocuparnos de lo macro
y lo microsocial, decir al mismo tiempo cómo articular conocimientos cuantitativos y
cualitativos.
Una de las zonas donde esta capacidad abarcativa resulta más problemática es la
ciudad (García Canclini 2004).
Pero ¿qué es lo que realmente hace la Antropología Urbana? La antropología urbana,
se dedica al estudio y análisis de los actores y comunidades que componen la ciudad,
enmarcados dentro de un ámbito cultural, social, económico; pero ante todo espacial.
La investigación antropológica puede ayudar a resolver problemas sociales y culturales
que se dan en las urbes, así como también, aportar información para una mejor
planificación de las ciudades (esto respecto al urbanismo y distribución de espacios).

Esto implica que el estudio de la "metrópoli", necesita de nuevos enfoques


frentealosparadigmasquetradicionalmente ha manej ando la antropología. En este
nuevo contexto que denominamos lo "urbano", no se estudia al "otro en el allá", de los
pueblos primitivos que siempre han sido de interés de la antropología tradicional.
Rompemos con la dicotomía "primitivo - civilizado" como insertada dentro de contextos
espaciales diferentes y distantes. Los "otros" y no se encuentran lejos, sino que están
presentes en nuestra vida diaria, en la ciudad, en el barrio, en la familia, a la vuelta de
la esquina.

El reconocimiento de la antropología urbana como una rama de investigación de la


antropología, no se produjo hasta los años setenta, a pesar de que dentro de la
historia de la Antropología, la presencia de antropólogos en centros urbanos ha sido
continuada, desde principios de los años sesenta, aunque no pudieran considerarse
antropólogos urbanos, mientras la academia no considerara la "urbe" como campo
concreto y específico de la Antropología. En los setenta fue cuando se empezó a
reconsiderar aspectos como etnicidad o pobreza que provenían de la antropología y de
la conceptualización del Tercer Mundo. La búsqueda de explicaciones a nuevos
problemas, donde se mezclaron, entre otros, inmigraciónyrefugiadospolíticos,llevóalos
científicos sociales a buscar la diferencia, e incluso, el exotismo en sus propias
ciudades.

Contexto histórico del estudio de la antropología urbana

El estudio de la ciudad tiene una historia reciente dentro del panorama de análisis de la
antropología. Hasta hace poco, no más de tres décadas se empezó a hablar de la
"metrópoli" como escenario de estudio, despertando un mayor interés desde las
diferentesdisciplinasdelascienciassociales. La preocupación por el "nuevo" urbanismo (o
nuevas formas de asentamiento), fue una interrogante que requería respuestas frente
al progresivo crecimiento de las ciudades; y a la cantidad de problemas gestados al
interior de las grandes capitales.

En los años sesenta, se empezaron a redescubrir los conceptos de pobreza y de


etnicidad, que se empezaron a manifestar como problemas urbanos. Hubo una serie de
interrogantes que cuestionaron el papel de los antropólogos en este nuevo orden,
abriendo un espacio de discusión en el ámbito académico, por ello se empezaron a
buscar nuevas respuestas acordes a los cambios que se estaban presentando en las
ciudades. La antropología que se había especializado en las "otras culturas" en tierras
lejanas, se empezó a dar cuenta que dentro del perímetro de las ciudades de
occidente; "esas otras culturas", de una u otra forma comenzaron a ocupar y asentarse
en los barrios, las ciudades y países.

Otra razón por qué la ciudad empezó a ganar protagonismo en los estudios
antropológicos, fue por el aumento progresivo de grandes masas migratorias,
procedentes de pequeños pueblos y de zonas rurales, trayendo como consecuencia un
crecimiento acelerado de las capitales sin ningún tipo de planificación y potenciando los
problemas propios de las urbes y de sus habitantes. Los nuevos residentes de la
ciudad, entraron a conformar y a ser parte de otras dinámicas urbanas, en los estratos
más bajos de la ciudad, caracterizados por la marginación y la pobreza. El encuentro
con otras reglas de juego y convivencia generaron contrastes y confrontaciones de
nuevos estilos vida, en una dura competencia mediada en la mayoría de los casos. Fue
entonces, en este escenario donde los investigadores descubrieron que no se podía
pasar por alto este hecho.

Es así como la antropología urbana empezó a cuestionar y a ganar terreno en


universidades y círculos académicos, creándose especialidades dentro de las
facultades. Por ejemplo, para el año de 1924 la antropología impartida en la
Universidad de Chicago, en el departamento de sociología, empezó a ocuparse de
temas urbanos. Esto evidenció la gran influencia que tuvo la antropología por parte de
los sociólogos de la escuela de Chicago. En tanto que esta escuela fue pionera en
estudios urbanos, no solo desde el punto de vista de los estudios sociales, sino
también desde la arquitectura. En este sentido cabe destacar que el límite entre la
antropología y la sociología en algún momento fue difuso, en especial porque los
primeros estudios que se hicieron sobre las problemáticas urbanas, fueron hechos por
sociólogos. Esta es una de las razones por la cual la antropología urbana se ha
desarrollado con mayor ímpetu en Estados Unidos.
La Escuela de Chicago (1920-1940)

A esta escuela se le atribuye el mérito de haber fundado la Antropología Urbana y la


Sociología Urbana o quizás ambas. Su contribución más importante es haber
tematizado la ciudad como tal. Fue también la primera en ensayar la incorporación de
métodos cualitativos y comparativos típicamente antropológicos y pionera en tratar
toda una serie de temas (procesos de inmigración y exclusión sociocultural, pobreza
urbana, marginados, patologías sociales).

Hay que distinguir en la escuela de Chicago entre contribución teórica hechas por:
Park, Burgess y Mckenzie. En un principio estudiaron las relaciones entre el individuo y
el medio ambiente social y físico, particularmente el medio urbano, conocido como
escuela ecológica y en segundo lugar la contribución empírica, con las famosas
etnografías de Chicago.

Robert E. Park, se baso en las minorías y en el urbanismo. Influenciado por Simmel,


para él la ciudad era en la historia universal una fuerza capaz de formar y liberar a la
naturaleza humana. Consideró el urbanismo tanto a gran escala como los más
menudos detalles. Señalaba las variadas características de los barrios urbanos, pero
también el cambio que trajo el urbanismo, que fue una creciente división del trabajo,
la cual servía para destruir o modificar el tipo de organización social anterior, que se
basaba en factores como el parentesco, la casta y los vínculos locales; también creaba
un nuevo tipo de persona racional o especializada.

Park, sabía de la superficialidad de las relaciones sociales urbanas, pero se daba


perfecta cuenta de que también existían en ciudad vínculos íntimos y estables. El
énfasis enlabaseinteraccional del desarrollo cultural se puede considerar el centro de
su enunciado: la ciudad hace posible que distintas personas tengan diferentes
relaciones; y un grupo de características semejantes puede proporcionar apoyos
morales para un comportamiento que otros desaprobarían (Signorelli 1999).

Ernest Burguess, basándose en los conceptos de la ecología humana, sobre


competencia por terreno, Burguess trató de establecer una teoría sobre las formas de
crecimiento urbano según la cual las ciudades crecerían a partir de una serie de pautas
determinadas, de forma que las distintas funciones se distribuirían a partir de cuatro
coronas concéntricas. El crecimiento urbano seguiría el siguiente razonamiento en
forma de círculos concéntricos (según Signorelli 1999):

1. La corona central estaría ocupada por la zona comercial y financiera. Formado por
los terrenos más valiosos.

2. Una zona de transición, invadida por la industria ligera, donde residirían los recién
llegados, colonias de artistas, barrios de inmigrantes y áreas de posesión.

3. El tercer anillo estaría formado por la clase trabajadora que huye de la zona
degradada donde se encuentran sus trabajos.

4.En la cuarta zona residiría la clase alta.

Nels Anderson, trabajó intensamente sobre la subcultura del Hobo (el hobo era una
figura habitual en el proletariado americano durante el fin del siglo XIX y principios del
veinte, era un trabajador eventual e itinerante, no tenía puesto de trabajo fijo ni
residencia estable.) Utiliza las historias personales para estudiar sus relaciones
sociales, su lenguaje, su jerga y como formaban una subcultura dentro de la más
amplia cultura urbana (Signorelli 1999).

Frederic Thraser, realiza una etnografía que es la precursora de los estudios sobre la
delincuencia en la vida urbana en The Gang (La Pandilla). Definió los elementos
cohesionadores de las pandillas: principio de territorialidad, los elementos étnicos de
las pandillas, homogeneidad económica y social, de los elementos del grupo y definió
las bandas como grupos en conflicto con elementos externos (escuela, familia policía
etc.) estos elementos externos actuaban también como cohesionadotes (Signorelli
1999).

L. Wirth, definía la ciudad como asentamiento relativamente grande, denso y


permanente de individuos socialmente heterogéneos. Así, para Wirth, la ciudad se
caracteriza por tamaño, densidad y heterogeneidad y las consecuencias que tienen
estas tres variables en la confirmación de unas relaciones sociales específicas:
altamente impersonalizadas que crean un vacío social, un estado de anomia.

La alta densidad genera contactos físicos entre las personas pero las relaciones
sociales tienden a ser distantes y generan, incluso, la segregación. Hace una diferencia
entre el número de habitantes y la densidad ya que ésta refuerza los efectos del
número porque desarrolla la competición por el espacio. En cuanto a la
heterogeneidad, Wirth hace referencia a las diferencias raciales y étnicas, de idioma,
de renta, y de estatus. Esta composición social lleva al individuo a una adscripción
superficial a diferentes círculos, grupos y relaciones interpersonales, que no generan
lealtades ni compromisos fuertes (Signorelli 1999).

La Escuela de Manchester

La irrupción de los Antropólogos en las ciudades proviene del Departamento de


Antropología Social de la Universidad de Manchester. En Gran Bretaña nace en relación
con las situaciones que se dan en las colonias. El aspecto más estudiado es el tema de
la inmigración, analizada como traslado del pueblo a la ciudad.

El énfasis en la documentación y análisis del proceso de urbanización, entendido como


la dialéctica y la tensión por parte de unos valores y prácticas sociales tribales que iban
siendo progresivamente sustituidas, junto a la aparición de distintas formas de
identidad individual y social.

Máx Gluckman termina su carrera universitaria británica en Manchester. Gluckman


asumió la dirección del Rhodes-Livingstone Institute of Northern Rhodesia al renunciar
M. Wilson. Su intención fue cubrir los principales desarrollos sociales de la región,
presentar la más amplia gama de materiales comparativos sobre la organización social
tanto indígena como moderna y ocuparse de los problemas sociales más importantes
del gobierno del territorio. Esto significaba la inclusión de la sociedad urbana junto a la
rural. Una de las principales cuestiones que se planteó fue el problema de por qué
persiste el tribalismo. Para los antropólogos de este instituto la destribalización era un
proceso lento, prolongado y unidireccional, así, de modo gradual, las relaciones
sociales de los inmigrantes urbanos cambiarían y su relación con las costumbres
tradicionales disminuirían. Sin embargo, la destribalización no es un proceso
unidireccional y está muy lejos de terminar cuando el inmigrante llega a la ciudad.
La Metodología

Teóricamente, la antropología urbana involucraelestudiodelossistemasculturales de


ciudades, así comolasuniones de ciudades a los lugares más grandes y más pequeños
y poblaciones como la parte del sistema urbano mundial (Foster y Kemper 1974).

Hasta ahora, los antropólogos eran investigadores de "culturas primitivas", dejando


casi, para los sociólogos el estudio de la sociedad "civilizada" urbana. Pero
recientemente,lascosashancambiado. Lejos ya lejos de confundir a los antropólogos
con antiguos funcionarios coloniales, se ha emplazado a hacer trabajo de campo sobre
"nuestro mundo en particular":ç, aunque con especial énfasis en todo lo marginal
(sida, presos, prostitución, inmigrantes, etnicidad, género, etc.), aplicando la misma
metodología con la que realizaban las etnografías alas comunidades "primitivas" 1.

El desafío para los antropólogos urbanos es poner en orden estas fuentes diferentes y
así ver las realidades de grupos más grandes, sinel sacrificiodeladescripción vívida, que
caracteriza a la etnografía y antropología en general. A menudo los temas
antropológicos tradicionales, como el parentesco, la estratificación social etc., se
trasplanta a la ciudad.

El movimiento a las fuerzas de las sociedades de gran potencia exige una


reconsideración de metodología antropológica tradicional, la llamada "observación
participante". El trabajo etnográfico durante mucho tiempo se entendió como la
relación íntima con un número pequeño de informadores, que sin embargo es
imposible en un contexto urbano. El riesgo se presentaba en el énfasis, demasiado
fuerte, sobre que el acercamiento del observador participante en el contexto urbano
podría perder la perspectiva holística (Al-Zubaidi 2004). Se exige a los antropólogos
urbanos, por consiguiente, extender su alcance, desarrollar otras habilidades y tener
en cuenta materiales escritos, estudios históricos, novelas y otras fuentes.

También resulta difícil la adaptación a comunidades urbanas extrañas al investigador:


comunidades marginales, instituciones, etc., porque hay que adaptarse a sus normas,
cultura, prejuicios, etc. Es interesante que al antropólogo, se lo relacione con el
contexto rural, abriéndose paso "heroicamente" a través de lugares lejanos y exóticos,
con su cuaderno de notas y una mochila. Sin embargo, existe una diferencia notable
en el investigador urbano, quien debe observar más allá de lo que le parece común y
cotidiano. Gran parte del trabajo etnográfico esta relacionado con el "estar allí",
observando, pero también están los aportes de informantes (y poco se ha investigado
sobre el control de los datos facilitados por los informantes).

Algo que debe ponerse en claro, hablando metodológicamente, es que es imposible


investigar en profundidad un grupo étnico, marginado o no, un pueblo, una cultura o
una sociedad, por pequeña que sea; no se estudian comunidades, ni etnias, se
estudian problemas de esos grupos. Entendiendo "problemas" en el sentido de la
ciencia social; es decir, objetivos y cuestiones capaces de ser formuladas e
investigadas, en el contexto teórico-metodológico. Con esto no quiero decir que
existan "recetas" fijas y dogmáticas para la investigación, sino que según el espacio,
tema, interés, objetivos y problemas a estudiar, habrá de estructurar o privilegiar una
u otras coordenadas teóricas-metodológicas y técnicas2, abiertas a otras disciplinas
(cuando hablamos de estudios urbanos debemos entender que estos son en la mayoría
interdisciplinarios), que puedan enriquecer el análisis. Otro punto es que al realizar una
investigación en lo urbano, y ser esta una visión más holista, el tiempo de estadía en
el lugar de investigación varia, puede ser de un mes, o durar varios años. Deben
existir dos tipos de preparaciones al encaminarse al trabajo de campo: la mental y la
corporal, el riesgo esta siempre presente, según las circunstancias. Se necesita una
buena disposición física para ir a zonas insalubres, con alimentaci ónehigi ene
deficiente(o tener que entrar al círculo del alcohol y drogas). La preparación física y
mental, debe estar presente, por ejemplo, en el caso de sectas y sociedades secretas o
pandillas, no solo porque uno puede quedar "atrapado", sino tienes un autodominio,
sino por el peligro que estas etnográficas representan. "Es un mundo que tiene sus
propias reglas y sus riegos. [...] Hay que tratar con fanáticos y enfrentarse a secretos
e importantes intereses económicos y políticos. Si entras en él, no cabe tener miedo,
pero tendrás que extremar la precaución" (Rodríguez citado en Aguirre 1995). Es
común que se den los pagos o "sobornos", salvo cuando el trabajo es solicitado, en las
comunidades urbanas ocurre esto, que entramos en un mundo bien mercantilizado (se
paga por la información) o es bien hostil (alguien viene a husmear en nuestros
asuntos). Por eso es difícil el trabajo en comunidades urbanas, ya que tiene que
adaptarse a sus normas y no puede hacer nada contra ello.

Campo de estudio de la Antropología Urbana

Frecuentemente se le ha exigido a la antropologíaurbanaespecificarlanaturaleza exacta


de su objeto ¿constituye la ciudad un campo de estudio? Y precisar el sentido de su
inserción en el interior de la antropología ¿se diferencia la antropología del mundo
"moderno" de la antropología de las sociedades exóticas? O incluso ¿es posible una
antropología del mundo moderno?

Cabe preguntar qué distingue lo que dice la antropología de las ciudades, de lo que
pueden conocer otras disciplinas como la sociología, el urbanismo y la semiótica.
Algunos autores sostienen que la producción antropológica del saber sigue teniendo su
especifidad en la obtención de datos mediante contacto directo con grupos pequeños
de personas. Reconocen que el estudiar en ciudades ha modificado la duración del
trabajo de campo, la convivencia constante y cercana con los grupos observados y
entrevistados, y que los nuevos recursos tecnológicos (desde las grabadoras y las
filmadoras portátiles hasta las encuestas computarizadas) pueden ayudar a conseguir
información en escalas más apropiadas para la vida urbana. Pero afirman que la
observación de campo y la entrevista etnográfica siguen siendo los recursos específicos
de la investigación antropológica. A diferencia de la sociología, que construye a partir
de cuadros y estadísticas grandes mapas de las estructuras y los comportamientos
urbanos, el trabajo antropológico cualitativo y prolongado facilitaríalecturas densas
delasinteracciones sociales (García Canclini 2004).

Una posición distinta sitúal a diferencia antropológica no tanto en el objeto como en el


método. Mientras el sociólogo habla de la ciudad, el antropólogo deja hablar a la
ciudad: sus observaciones minuciosas y entrevistas en profundidad, su modo de estar
con la gente, busca escuchar lo que la ciudad tiene que decir. Esta dedicación a la
elocuencia de los actos comunes ha sido metodológicamente fecunda. Desde el punto
de vista epistemológico, sin embargo, despierta dudas. ¿Qué confianza se le puede
tener a lo que los pobladores dicen acerca de cómo viven? ¿Quién habla cuando un
sujeto interpreta su experiencia: el individuo, la familia, el barrio o la clase a los cuales
pertenece? Ante cualquier problema urbano -el transporte, la contaminación o el
comercio ambulante- encontramos tal diversidad de opiniones y aun de informes que
es difícil distinguir entre lo real y lo imaginario (García Canclini 2004). Pero, salvo
excepciones, dichas investigaciones son más de antropología en la ciudad que de
antropología de la ciudad. ¿Que diferencia existe entre la Antropología de la Ciudad y
la antropología en la ciudad? Sobre todo en la fase inicial buena parte de la
antropología urbana americana se caracterizó como "antropología en la ciudad", es
decir, como una orientación de investigación que ponía en el centro de su interés la
recuperación en el contexto urbano de sus tradicionales objetos de investigación:
familia y parentesco, grupos locales y vecindarios, tradiciones y rituales, todos objetos
que permitían al antropólogo continuar utilizando los instrumentos conceptuales y
metodológicos que la tradición de su disciplina le ofrecía. Fue una larga cosecha de
investigaciones que tuvieron el mérito, junto con orientaciones de la microsociología,
de evidenciar cómo las formas tradicionales de la estructura social y del patrimonio
cultural no se disuelven en el contexto urbano o metropolitano, aplastadas o
pulverizadas por los gigantescos mecanismos de la homologación y de la anomia
urbana; al contrario, estas formas se rediseñan y se refuncionalizan hasta constituirse
en elementos importantes no sólo de las vías de integración de los inmigrantes, sino
también del proceso entero de reestructuración que a causa de la inmigración sufre la
misma ciudad, tanto como estructura urbana como unidad administrativa, productiva y
social. Sin embargo, la antropología en la ciudad no llegará nunca muy lejos, no sólo
en las generalizaciones, sino ni siquiera en afrontar nuevos terrenos de investigación
(Signorelli 1999).

Los estudiosos norteamericanos de antropología urbana han elaborado también otra


orientación de investigación, conocida con el nombre de antropología de la ciudad. En
este caso, la ciudad ya no es considerada como el telón de fondo de micro realidades
sociales de las que se quieren estudiar los caracteres, sino que esta en el centro de la
escena, en una de las dos siguientes perspectivas: o como realidad espacial y social
que genera y condiciona actitudes y comportamientos; o bien como realidad espacial y
social que se identifica, que está constituida por aquellos comportamientos y por
aquellas actitudes. Las dos perspectivas no son en absoluto idénticas, ni la adopción de
unau otra es indiferente (Signorelli 1999).

En todo caso, tienen en común el hecho de que no eluden el dato central de la


situación de investigación. La ciudad está ahí, o mejor dicho, las ciudades están ahí.
Cualquier cosa que sean no son idénticas ni a las bandas primitivas, ni a las sociedades
de tribus, ni a los pueblos. En otros términos, más formales, el enfoque de la
antropología de la ciudad, respecto al enfoque de la antropología en la ciudad, ofrece
mayores garantías respecto a una limitación que se encuentra frecuentemente en las
monografías antropológicas: la ignorancia total o la total puesta entre paréntesis de la
relación que existe entre los fenómenos de micro escala que se observan en el campo,
y las estructuras y los procesos de macro escala de los que el campo forma parte
(Signorelli 1999).

Una antropología de la ciudad no puede olvidarse de este problema, ya que ninguna


ciudad es pensable como realidad aislada y circunscrita dentro de sus propios muros. Y
es justamente a partir de este dato que la antropología de la ciudad ubica al menos
dos cuestiones relevantes en las que es útil anclar, yo creo, cualquier análisis de las
situaciones urbanas (Signorelli 1999).
En el caso en que la ciudad es considerada como un factor determinante de actitudes y
comportamientos, el punto importante es el de la especificidad de la ciudad como
ambiente físico; totalmente construido y, por lo tanto, totalmente humano, histórico.
Éste impone, y al mismo tiempo testifica, una relación -de los seres humanos con la
naturaleza y entre ellos- diversa con respecto a la relación que caracteriza cualquier
otro tipo de asentamiento (Signorelli 1999).

En cambio, la antropología urbana tiene una tarea distinta: ocuparse de concepciones


del mundo y de la vida, de sistemas cognitivos valorativos elaborados en y por
contextos urbanos, industriales, capitalistas, etc. Este es este el planteamiento de la
"antropología de la ciudad" que ha dominado durante muchos años los estudios de la
Antropología. Urbana.

Y quisiera terminar citando: "Recuerde, el antropólogo o la antropóloga no va al


mercado solo a comparar, también va a registrar información, hace etnografía (trabajo
de campo)". Es decir que el recorrido de la antropología trasciende y no solo se limita a
estudiar comunidades lejanas, sino que empieza a encargarse de lo cotidiano, un
busca de un entendimiento global de lo que nosotros los antropólogos estudiamos la
cultura.

Referencias Citadas

Aguirre, A. 1995 Etnográfia. Metodología cualitativa en la investigación sociocultural.


Marcombo, Barcelona.

Al-Zubaidi, L. 2004 Urban Anthropology. URL: http://


www.indiana.edu/~wanthro/URBAN.htm [ Links ]

García Canclini, N. 2004 Culturas urbanas de fin de siglo: la mirada antropológica.


URL: http:// www.cholonautas.com.pe [ Links ]

Foster, M. G. y R. Kemper 1974 Anthropology in Cities. Little [ Links ]

Brown and Company, Boston. Signorelli, A. 1999 Antropología Urbana. Anthropos


Editorial, México, D.F. [ Links ]

Notas

1. Empezaremos ha hacer una etnografía de nuestros "nativos urbanos", donde cada


uno de nosotros, es un "objeto de estudio" potencial.

2. Descubrir la riqueza etnográfica, seguir las redes paténtales y laborales, identificar


y frecuentar los núcleos de reuniones públicas y sociales del grupo estudiado: fiestas,
bares, cines, iglesias, acontecimientos como bautizos, quince-años, bodas, entierros,
visitar escuelas y cárceles, asociaciones cívicas y folklóricas, y hasta hospitales. Leer la
prensa y la propaganda, prestar atención a los programas de radio y televisión, todo
dato es importante y puede servir posteriormente.
¿Qué es Privacidad? - Buscando una
definición social
Natalia Romero.

Generalmente cuando tocamos temas de privacidad nos referimos a contextos donde


tememos al hecho de ser sobre vigilados (conscientes o no) lo que puede llevar al mal uso
de nuestros datos personales y de nuestra propia persona (el temor a lo que Orwell ilustra
en su libro “1984”). La mayoría de las soluciones que se entregan se enfocan a aspectos
legales y/o técnicos, las cuales en mi punto de vista no abarcan la naturaleza dinámica,
dialéctica y subjetiva del concepto de privacidad. Los invito a pensar sobre privacidad
desde un punto de vista social.

Hemos visto cada cierto tiempo como el mal uso o abuso de una tecnología despierta la
alarma de sus usuarios respecto a privacidad. Ejemplos hay millones: el robo de tarjetas de
créditos por internet, que son luego usadas para comprar sin el consentimiento de su dueño;
el suplantamiento de perfiles en redes sociales, como los casos de perfiles en Facebook que
no fueron creados por la persona a la cual representaban; y ahora último el temor que
despierta rastreo de posicionamiento que ofrece la herramienta Latitude de Google para
celulares.

Cada vez que privacidad hace noticia, la pregunta queda: ¿Qué es privacidad?. Inspirada
por el artículo de Jens sobre la importancia de las definiciones (ver artículo), y mi
experiencia en el tema, quisiera presentar tres definiciones relevantes al momento de
discutir privacidad: legal, técnica y social. Cada una de ellas entrega un enfoque distinto,
apuntando a soluciones distintas, siendo la última la menos investigada. Irónicamente
cuando discutimos privacidad y tecnologías generalmente estamos hablando del apoyo
tecnológico a algún tupo de interacción social. Por eso es que quisiera presentar una
definición social de privacidad que pienso nos ayudarían a entablar discusiones más
integrales cuando hablamos de privacidad en el diseño, desarrollo y uso de nuevas
tecnologías.
Primero un dato anecdótico. Según varios expertos de privacidad, concuerdan que el
concepto de privacidad o la idea de ser seres privados, se manifestó con la invención de la
imprenta. Antes de la imprenta, los libros eran escritos a mano, lo que hacía muy difícil el
tener disponibles múltiples copias de un mismo libro. Por lo tanto leer un libro era un
evento social, donde se organizaban reuniones donde una persona leía el libro a un grupo.
En el siglo XVI con la llegada de la imprenta, ahora el lector podía acceder a su propia
copia de un libro, el cual podía leer en la privacía de su hogar: la noción de la “parte de
adelante” y la “parte de atrás” de una casa dan pie a la idea de público y privado
respectivamente.

Ahora a la definición. Dentro del aspecto legal privacidad se define como un derecho.
Warren y Brandei en su libro The Right to Privacy) definen privacidad como 'el derecho de
estar solos' (the right to be left alone). Por otro lado, en la parte técnica, privacidad se limita
a un tema de seguridad, donde el principal problema es asegurar que la transacción de
datos no sea violada por entidades no deseadas. La mayoría de las soluciones que adoptan
los actuales sistemas y servicios tecnológicos, son herramientas de seguridad que a traves
de formularios con opciones fijas nos permiten (limitan) configurar apriori el nivel de
transacción que deseamos. Ambos enfoques, presentan aspectos importantes del concepto
de privacidad, pero que según mi opinión pierden valor cuando no se enfrentan desde un
punto de vista social. Por ejemplo, cuando uno quiere buscar un momento de privacidad, no
piensa en que información debe o no compartir y con quién, o no piensa en que ley o regla
debiese aplicar en caso de ser interrumpido, sólo busca la forma en como lograr esa
privacidad, por ejemplo, cerrando la puerta de la oficina, bajando las cortinas, etc.

El sicólogo-sociólogo Irwin Altman (1975) presentó una definición social de privacidad


que se basa en la acción de regular bordes. Con bordes me refiero a esa puerta o cortina
que te permite aceptar o no flujos de información/interacción con el ambiente que te rodea.
Con acción me refiero a poder abrir o cerrar bordes dependiendo del deseo de conectarse o
no con el exterior.

El desafío que yo veo al incorporar esta definición en el desarrollo de nuevas tecnologías,


es entender como éstos sistemas o servicios puedan desarrollar mecanismos que apoyen el
concepto de abrir y cerrar bordes como prácticas sociales. Cómo lograr que alguien que
abre sus bordes invite a otros a que interactúen con esa persona, o alguien con sus bordes
cerrados provoque en otros un respeto a que está buscando aislamiento. Algo importante a
destacar es que el regular bordes, no es una acción individual, como el uso de leyes o la
configuración de niveles de seguridad, sino que una acción colaborativa donde las
entidades involucradas coordinan sus distintos bordes hasta lograr una situación aceptable
para todos.

Por un lado el enfoque legal y técnico entrega herramientas pragmáticas, posibles de


implementar pero que a su vez son muy estáticas y no responden a la naturaleza dinámica y
subjetiva de la privacidad. Un enfoque social, entrega más dinamismo al control de
privacidad, y la necesidad es clara en un mundo donde la aplicaciones que apoyan la
interacción social crece día a día.
ESPACIO PÚBLICO.
María de Lourdes García Vázquez.
Facultad de Arquitectura, UNAM

¿Qué Es Espacio Público?

En principio diremos que el espacio público corresponde a aquel territorio de la


ciudad donde cualquier persona tiene derecho a estar y circular libremente (como
un derecho) ya sean espacios abiertos como plazas, calles, parques, etc.; o
cerrados como bibliotecas públicas, centros comunitarios, etc.

A esta sencilla definición inicial, le sumaremos los contenidos implicados en sus


distintas dimensiones: físico territorial, político, social, económico y cultural

La Dimensión Físico Territorio

El espacio público se caracteriza por ser un territorio visible, accesible por todos y
con marcado carácter de centralidad, es decir, fácilmente reconocible por un grupo
determinado o indeterminado de personas que en primer lugar le asignan un uso
irrestricto y cotidiano; y en segundo lugar, en el caso no lo utilicen de manera
directa se identifican con él como una parte de la ciudad que los podría
eventualmente acoger sin ofrecer resistencia.

Esto implica que debe ser concebido con capacidad de adaptación; es decir con la
suficiente apertura para acoger la instalación de una multiplicidad de actividades, y
la adaptabilidad a nuevos usos.

El carácter del espacio público, como espacio de identificación simbólica de


grupos sociales distintos radica tanto en su configuración física (elementos
materiales, presencias físicas), como dicha capacidad de apertura y adaptación
(ausencias físicas, posibilidades de nuevos eventos). El ámbito territorial es el
soporte para que todas las demás dimensiones (política, social, económica y
cultural) puedan relacionarse de manera orgánica.

La Dimensión Política

El acceso a un espacio público de calidad es uno de los ejes centrales de lo que


llamamos el derecho a la ciudadanía que en palabras de Jordi “…históricamente,
el estatuto de la persona que habita la humana para que en ella vivan seres libres
e iguales.”

El espacio público expresa el diálogo entre la administración pública como


propietaria jurídica del territorio (que faculta el dominio del suelo y garantiza su
uso), y la ciudadanía que ejerce un uso real del mismo, otorgándole carácter de
Dominio público (apropiación cultural colectiva).

Es decir, la apropiación cualifica al espacio colectivo y le otorga su condición de


espacio público. La dinámica que encontremos en cualquier espacio público de la
ciudad depende directamente del nivel de apropiación dado por parte de la gente,
más que de cuán bien se encuentre equipado el espacio (es decir, la calificación
de espacio público es aportada por la gente y no por el planificador).

La Dimensión Social

Si algo define al espacio público como constitutivo de la ciudad, es que es


escenario del anonimato, que es la base de cualquier forma verdadera de
integración social; en el sentido que nos libera de justificar nuestro origen,
condición social idiosincrasia, etc. Y nos establece como iguales el uno con el otro.

El espacio público se presenta a la vez como el donde esa igualdad basada en el


anonimato es sistemáticamente confrontada con las relaciones de poder que
condicionan la posibilidad de su uso equitativo dichas relaciones de poder se
reflejan en disputas por el control de los espacios, conflictos de variada naturaleza
e intensidad que se producen ya sea por las características de los individuos o
grupos que los utilizan (inequidades de género o edad) o por la poca
compatibilidad entre las dinámicas que en ellos se dan (del transitar y del estar,
de lo comercial y lo residencial, de lo deportivo y lo recreativo, etc.)

La Dimensión Económica

Esta dimensión se ha desequilibrado en espacios públicos de ciudades como el


Distrito Federal donde las economías de subsistencia son la base del sustento de
gran parte de su población aludiendo al uso intensivo del espacio público como un
espacio laboral de tiempo completo, más que un espacio del intercambio e
intersección entre lugar y flujo, como la teoría lo suele caracterizar.

El parque, la plaza, la avenida, el medio de transporte público son hoy espacios


tradicionales del comercio en el Distrito Federal, y son inherentes a nuestro
espacio público, así como también son inherentes a nuestra ciudad los conflictos
que de estas dinámicas devienen. Incidir en favor de una relación armónica y
complementaria entre las dimensiones social y económica del espacio público, es
aún un tema por explorar.

La Dimensión Cultural

El espacio público es espacio de historia, de identificación con el pasado de toda


ciudad, que expresa identidades y orígenes comunes: tanto en sus monumentos
como en sus accidentes. Pero a la vez, a manera de un escrito, es pasado y
presente a la vez: las huellas e identidades del pasado se mezclan y contaminan
las acciones presentes. A partir de dicha identidad con el pasado el espacio
público se convierte en espacio de relación social, de identificación simbólica
cotidiana, de expresión e integración cultural, representando físicamente la idea de
lo colectivo en el territorio de la ciudad como hecho del día a día.

Si bien hemos tratado de tener diferentes entradas al concepto de espacio público,


debemos decir que más allá de todas las dimensiones que éste pueda tener como
espacio del encuentro social o político, de la representación o del intercambio; la
idea que engloba estos aspectos refiere a que el espacio público y “la ciudad es la
gente en la calle”. Es precisamente la gente quien le otorga sentido al espacio
público, cualificándolo y dándole escala humana, ya sea como espacio de la
cordialidad o espacio del conflicto.

Por tanto las acciones de intervención deben ante todo concentrarse en primero
conocer y comprender a la gente como una cuestión inherente al territorio. El
espacio es finalmente el entorno alrededor de la gente, siendo a la vez que
espacio de la ciudad espacio de la construcción y consolidación de la ciudadanía.

Centralidad e Identidad

“En esta perspectiva de heterogeneidad, es de enorme importancia la


identificación de los ciudadanos con un centro urbano y en él, con espacios
públicos simbólicos: un centro con capacidad de acoger diferencias, de organizar
encuentros, de provocar comunicación entre culturas, grupos sociales, individuos y
sexos.”

La generación de nuevos centros que ofrezcan condiciones de un espacio


polisémico que acoja las diferencias es una necesidad en el momento primero de
generar identidades comunes, y segundo de producir espacios de encuentro
social, cultural, político e intercambio económico para sus actores, de manera que
se presente la posibilidad de un sistema integral de centros a diferentes escalas
(centro del barrio, centro de la delegación, centro de la ciudad), mediante un
espacio que asuma la relación conflicto integración.

Conformar nuevas centralidades urbanas (espacios públicos distritales y


metropolitanos implica generar sistemas, que mediante redes viales (ejes de
conexión y distribución de servicios) y subcentralidades (espacios zonales y
barriales) distribúyanlos lujos, de manera que estos sistemas reconocibles puedan
conectarse con sistemas similares en otras zonas de la ciudad, más allá de la vieja
dicotomía centro periferia.

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