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4º DOMINGO DE PASCUA

Ciclo A

1. LECTURA DEL TEXTO: Jn 10,1-10


(Se pide luz al Espíritu Santo)

Espíritu de Amor eterno, que procedes del Padre y del Hijo,


Te damos gracias por todas las vocaciones
de apóstoles y santos que han fecundado la Iglesia.
Continúa, todavía, te rogamos, esta tu obra.
Acuérdate de cuando, en Pentecostés,
descendiste sobre los Apóstoles reunidos en oración
con María, la madre de Jesús,
y mira a Iglesia que tiene hoy
una particular necesidad de sacerdotes santos,
de testigos fieles y autorizados de tu gracia;
tiene necesidad de consagrados y consagradas,
que manifiesten el gozo de quien vive sólo para el Padre,
de quien hace propia la misión y el ofrecimiento de Cristo,
de quien construye con la caridad el mundo nuevo.
Espíritu Santo, perenne manantial de gozo y de paz,
eres tú quien abre el corazón y la mente a la divina llamada:
eres tú que hace eficaz cada impulso
al bien, a la verdad, a la caridad.
Tus ‘gemidos inenarrables’
suben al Padre desde el corazón de la Iglesia,
que sufre y lucha por el Evangelio.
Abre los corazones y las mentes de los jóvenes,
para que una nueva floración de santas vocaciones
manifieste la constancia de tu amor,
y todos puedan conocer a Cristo,
luz verdadera del mundo,
para ofrecer a cada ser humano
la segura esperanza de la vida eterna. Amén. (Juan Pablo II)

(Cada uno lee en su Sagrada Escritura)

En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: “Yo les aseguro que el que
no entra por la puerta del redil de las ovejas, sino que salta por otro
lado, es un ladrón, un bandido; pero el que entra por la puerta, ése es
el pastor de las ovejas. A ese le abre el que cuida la puerta, y las
ovejas reconocen su voz; él llama a cada una por su nombre y las
conduce afuera. Y cuando ha sacado a todas sus ovejas, camina
delante de ellas, y ellas lo siguen, porque conocen su voz. Pero a un
extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la
voz de los extraños”. Jesús les puso esta comparación, pero ellos no
entendieron lo que les quería decir. Por eso añadió: “Les aseguro que
yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes que yo,
son ladrones y bandidos; pero mis ovejas no los han escuchado. Yo
soy la puerta; quien entre por mí se salvará, podrá entrar y salir y
encontrará pastos. El ladrón sólo viene a robar, a matar y a destruir.
Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”.
Palabra de Dios.

Repasar el texto leído


(Se pregunta a los participantes y responden leyendo los versículos
en su Biblia)

¿Quién es el que no entra por la puerta del redil de las ovejas? v.1
¿Quién es el que entra por la puerta? v.2
¿Qué hace con las ovejas el pastor? v.3
¿Por qué siguen las ovejas al pastor? v.4
¿A quién no siguen las ovejas? v.5
¿Con qué se compara Jesús? v.7
¿Quiénes han venido antes de Jesús? v.8
¿A qué viene el ladrón? v.10a
¿A qué ha venido Jesús? v.10b

Explicación del texto

En este texto Jesús se compara al pastor y a la puerta del redil de las


ovejas. Se pone en contraste con los falsos pastores de Israel (cf. Ez
34,1-16) que rechazaron, en vez de salvar, al hombre que recibió la
vista (el ciego de nacimiento).

Recuerda a los judíos que, si bien en el rebaño se encuentran toda


clase de hombres, el pastor que es verdadero dueño del rebaño, ha
de distinguirse de los que no tienen en él ningún interés legítimo.

El portero del redil y el rebaño pueden distinguir fácilmente al


verdadero pastor del intruso; lo mismo ocurre con quienes forman el
verdadero rebaño de Dios: son capaces de distinguir al que les habla
con la voz de Dios.

Las ovejas de cada pueblo se guardaban en el mismo redil y los


distintos pastores llamaban a las que les pertenecían para sacarlas a
pastar. Los fariseos son un ejemplo de lo que dice Jesús, no
comprenden lo que les quiere dar a entender: no son ovejas que
escuchen la voz de su pastor.

Jesús dice que es la puerta de entrada al redil. El verdadero pastor se


distingue así de los ladrones y bandidos que saltan las bardas. De
esta forma Jesús asocia consigo como legítimos pastores del pueblo a
los que han llegado al redil a través de él, es decir, a los apóstoles y
sus sucesores.

Lo mismo que las ovejas entran y salen del redil únicamente por la
puerta, la entrada en el redil de Dios y en los pastores de Dios sólo es
posible a través de Cristo (cf. Jn14,6).
Jesús ha venido para dar vida en abundancia. La vida no es la mera
existencia, para San Juan la vida significa una cierta participación en
el ser de Dios, una vida de conocimiento definitivo por la revelación
de Jesús.

2. MEDITACIÓN DEL TEXTO


(Cada participante puede compartir su reflexión personal)

En este cuarto domingo de pascua celebramos el domingo del “Buen


Pastor”. El Papa convoca a la jornada mundial de oración por las
vocaciones sacerdotales. Como Iglesia estamos llamados a rogar al
dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos, por que de él
viene el don del sacerdocio.

Jesús es el modelo del pastor que la Iglesia necesita en todos los


tiempos. En este texto del evangelio Jesús llama a juicio a los
dirigentes espirituales de su tiempo, los reprende por su mala
gestión. Lo vemos en el pasaje anterior con el ciego de nacimiento, lo
han excomulgado y echado fuera, no han apacentado al pueblo, se
han portado como ladrones y salteadores, por eso las ovejas no los
escuchan ni los siguen; son gente que roba, mata y destruye. Se
comportan como asalariados irresponsables.

Jesús es el Buen Pastor. Las ovejas están seguras gracias a su


pertenencia a Jesús (el redil) y su acceso seguro a la salud (la puerta).
Jesús no explota a sus ovejas, está a su servicio, da su vida por ellas,
las conoce individualmente con un conocimiento amoroso. En Jesús se
cumple la promesa que Dios había anunciado por medio del profeta
Ezequiel 34: destituirá a los falsos pastores, en su lugar él mismo
buscará y cuidará a su rebaño, y pondrá al frente del mismo a un
pastor-Mesías del linaje de David, él librará a su rebaño de todo mal.

No dejemos que los falsos pastores dirijan y gobiernen nuestra vida,


reconozcamos la voz del verdadero pastor. Distingamos la voz
lisonjera de la mentira, porque los falsos pastores oprimen con
engañosa mentira y, si fuera necesario, recurren a la violencia, el
terror y el miedo. El verdadero pastor nos hace libres, capaces de
amar y servir, de esperar y de enfrentar los desafíos de la vida. En el
fondo, todo hombre es capaz la diferencia entre tantas voces que hoy
se escuchan.

El Santo Padre el Papa Francisco nos invita a vivir nuestra vocación de


servicio: “También hoy Jesús vive y camina en nuestras realidades de
la vida ordinaria para acercarse a todos, comenzando por los últimos,
y curarnos de nuestros males y enfermedades. Me dirijo ahora a
aquellos que están bien dispuestos a ponerse a la escucha de la voz
de Cristo que resuena en la Iglesia, para comprender cuál es la propia
vocación. Os invito a escuchar y seguir a Jesús, a dejaros transformar
interiormente por sus palabras que «son espíritu y vida» (Jn 6,63).
María, Madre de Jesús y nuestra, nos repite también a nosotros:
«Haced lo que él os diga» (Jn 2,5). Os hará bien participar con
confianza en un camino comunitario que sepa despertar en vosotros y
en torno a vosotros las mejores energías. La vocación es un fruto que
madura en el campo bien cultivado del amor recíproco que se hace
servicio mutuo, en el contexto de una auténtica vida eclesial. Ninguna
vocación nace por sí misma o vive por sí misma. La vocación surge
del corazón de Dios y brota en la tierra buena del pueblo fiel, en la
experiencia del amor fraterno. ¿Acaso no dijo Jesús: «En esto
conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros»
(Jn 13,35)?

3. COMPROMISO PERSONAL Y COMUNITARIO


(Cada participante puede proponer compromisos personales y
comunitarios)

 Agradecer por el don del sacerdocio para la Iglesia.

 Orar y ofrecer sacrificios por el aumento de sacerdotes y


personas consagradas para servir a sus hermanos.

 Ayudar a las necesidades materiales de quienes se forman para


el sacerdocio.

 Orar como pequeña comunidad los días jueves ante Jesús


sacramentado agradeciendo y pidiendo el aumento de
vocaciones sacerdotales.

 Preocuparse por las necesidades de los sacerdotes de la


parroquia.

4. ORACIÓN
(Se puede hacer alguna oración en voz alta donde participen quienes
gusten dando gracias a Dios por la Palabra escuchada. Se puede
recitar algún Salmo o alguna oración ya formulada).

Jesús, Buen Pastor,


queremos seguir tus pasos.
Danos tu Espíritu,
para aprender a vivir en la misericordia.
Ayúdanos a descubrir la gratuidad de tu amor,
entrega generosa, don de vida que se regala.
Queremos compartir tu sueño
de construir un mundo justo,
donde exista igualdad
y una fraternidad real,
donde haya pan para todos
y la libertad sea una luz
que ilumine a todas las personas.
Danos tu Espíritu, Jesús, Buen Pastor,
para perseverar
en nuestra búsqueda,
para seguir en camino,
para animarnos a la esperanza activa
de hacer un Reino de paz
y de bondad para todos.
Jesús, Buen Pastor,
que pasaste haciendo el bien,
viviendo la misericordia
en la atención a los enfermos,
en la búsqueda de los marginados,
en la denuncia de las injusticias,
en la apertura al Dios de la vida,
en la enseñanza paciente de los discípulos,
en el anuncio del Reino para todos.
Danos tu Espíritu, Jesús,
para seguirte,
para imitar tu entrega,
para hacer el bien en nuestros días,
en el camino de cada uno,
para vivir en la bondad,
caminando hacia tu Reino. Amén

(Grupo de Oración Santo Cura de Ars)

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