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La generación del milenio corresponde a todos los jóvenes que a partir del año 2000 han
llegado a la vida adulta, es decir, los nacidos a partir de 1980, lo que representa un grupo
bastante numeroso y mayormente económicamente activo. Estos llamados “millennials”
han crecido en una época de prosperidad económica, tuvieron la oportunidad de desarrollar
otras preocupaciones más profundas como su identidad, gustos y expectativas,
convirtiéndolos en personas optimistas, narcisistas, orientadas a la felicidad y
acostumbrados a la “customización”, respuestas a la medida. Su manera tan particular de
ver la vida ha cambiado al mundo que los rodea y la escena nupcial no es la excepción.
1
https://www.manpowergroup.com.mx/uploads/sliderhome/Millennials_Vision2020.pdf
También valoran las vacaciones y el tiempo libre, un ambiente de trabajo flexible y la
posibilidad de desarrollar nuevas habilidades. Así mismo, están trabajando durante
periodos más largos y más duro que generaciones previas. El 79% afirma que lo hace durante
más de 40 horas a la semana, y más de una tercera parte por más de 50 horas. Un 42% tiene
al mismo tiempo dos o más puestos de trabajo pagado.
En lugar de un sólo trabajo para toda la vida, continúa el estudio, entienden la necesidad de
tener un continuo desarrollo de competencias en pro de que siga existiendo trabajo para
ellos. Un 80% ha incorporado un mantra de aprendizaje permanente y está dispuesto a
invertir su propio tiempo y/o dinero para capacitarse más. El reporte resalta la correlación
positiva entre el éxito de carrera de las personas (mayor educación, estar mejor preparados
para el empleo y mejor pagados) y su facilidad de aprendizaje. Esta generación quiere
progreso.
Al mejorar su situación laboral como resultado de su esfuerzo laboral, también mejoran sus
condiciones de vida, cambiando por completo la forma en que destinan los recursos
financieros. Esta generación ha crecido en un periodo de cambios muy rápidos, lo cual los
ha llevado a fijar prioridades y crearse expectativas muy diferentes de las de generaciones
anteriores, cambiando por completo la manera en que gastan frente a como se hacía hace
algunos años.
1. Vivienda. Cuando estos jóvenes entran a su etapa económica más productiva (a partir
de los 30 años) su negación por entrar al mundo de la compra de bienes inmuebles cambia.
Tan sólo de 2005 a 2010, el porcentaje de jóvenes entre 18 y 34 años que deciden quedarse
en casa de sus papás, incluso una vez que han formado parte de la fuerza laboral, pasó de
26.9% a 29.9%. Cada vez más jóvenes deciden no gastar en renta y permanecer viviendo con
sus padres para así ahorrar estos gastos y gastar en experiencias.
2
http://www.goldmansachs.com/our-thinking/pages/millennials/
de edad en 1968 se redujo al 23% del total en 2012. Al día de hoy, solo el 70% considera el
matrimonio como una posibilidad y el 74% considera la posibilidad de tener hijos.
3. Acceso a cosas materiales. Tal como pasa con los bienes inmuebles, los jóvenes de
esta generación están optando por el acceso a bienes en lugar de la compra. El rechazo a
adquirir carros, música y bienes de lujo ha sido producto del uso de la tecnología para tener
acceso a música ilimitada con un pago mensual, un carro con un chofer a la puerta de su
casa, todo esto con el fin de evitar un compromiso mayor (como una compra) y de dar paso
a lo que llamamos “una economía compartida”. Los jóvenes no buscan ser dueños de cosas
materiales, pero sí vivir experiencias. Del estudio se resume lo siguiente: el 25% de los
jóvenes encuestados declaró tener planeado comprar un auto sólo si lo necesita en un caso
extremo, y otro 30% dijo que adquirir un carro no está en sus planes a corto plazo. Un 30%
de los encuestados comentó que comprar una casa es una actividad importante pero no una
prioridad. En cuanto a bienes de lujo o marcas reconocidas, otro 25% dijo que no tiene
planeado adquirir una bolsa o un bien de lujo en un futuro cercano, mientras que 30% dijo
que es importante pero que no es una prioridad en sus finanzas.
5. Fitness. El bienestar es una actividad diaria. Los jóvenes se ejercitan más, comen mejor
e incluso en algunas culturas fuman menos. Utilizan apps para contabilizar sus rutinas y
plataformas para encontrar la comida más sana, y precisamente es este rubro al que están
más dispuestos a destinar sus ingresos. La definición de estar sano no sólo significa no estar
enfermo, sino un compromiso a comer más sano, ejercitarse más y reducir vicios. La
industria deportiva ha presentado un gran crecimiento en ventas a lo largo de los años; tan
sólo de 2009 a 2013 esta industria creció 11%.
Su estrecha relación con las marcas que consumen los hace leales siempre y cuando sigan
satisfaciendo sus estándares de calidad y de inmediatez, no saben esperar y menos en cuanto
a servicios de telefonía o internet se refiere.
Otras características de esta generación son su egocentrismo y su gusto por los elogios, son
mucho menos religiosos que generaciones pasadas, su sueño ya no es ser un médico
prominente, ahora prefieren ser Youtubers, su ideología política es más liberal, no conservan
los mismos prejuicios que la generación anterior a ellos, y otorgan mucha más importancia
a la felicidad que al dinero, a diferencia de sus padres.
8,000 25%
7,000
20%
6,000
5,000 15%
4,000
3,000 10%
2,000
5%
1,000
0 0%
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014
Matrimonios 6,6187,1027,0897,1016,7437,3837,1286,8846,4376,2285,9815,5556,0626,4946,5806,0126,5156,6196,6887,0506,846
Divorcios 781 381 403 428 408 341 684 923 1,0321,2251,3661,2951,081 832 865 785 808 1,1391,0631,114 677
Tasa 12% 5% 6% 6% 6% 5% 10% 13% 16% 20% 23% 23% 18% 13% 13% 13% 12% 17% 16% 16% 10%
Fuente: INEGI
Por eso, precisamente, “si se contempla el matrimonio como una ‘máquina’ de fabricar
satisfacción”, mediante una búsqueda directa del propio contentamiento, se lo está condenando
al fracaso; pues, en cuanto no produzca la dicha perseguida, el artilugio “habrá fallado y habrá
que sustituirlo, como se reemplazaría cualquier otra máquina —un televisor, un coche…— que
no funcionase de modo satisfactorio. Pero, ¿es el matrimonio lo que ha fracasado, o es el marido
o la mujer, o los dos?…”, pregunta Burke. Respuesta inmediata: “Hay que aprender a amar.
Esa lección requiere tiempo, y puede resultar incluso más dura cuando uno progresa. Pero si se
persevera, se aprende”.5
Volvemos a encontrar la misma tesis que antes: el matrimonio genera satisfacción de forma
indirecta, por cuanto contribuye eficazmente al engrandecimiento personal de los cónyuges; y
puesto que ese cumplimiento se halla en estrecha dependencia del incremento y mejora del
cariño, el matrimonio sólo originará felicidad en la medida en que sus componentes acrisolen
y purifiquen, con exquisito mimo, el temple del amor mutuo: “El matrimonio está ‘pensado’
para hacer felices a las personas, a base de enseñarles a amar. La indisolubilidad es
3
Muñoz de Fernández, María del Carmen; (1978). Satisfacción e insatisfacción matrimonial: influencia de los
factores de balance marital y de autorealización. Revista Latinoamericana de Psicología. 349.
4
T. Melendo (2003). Matrimonio y felicidad. Madrid, España: Palabra. p. 61.
5
C. Burke. (1990). Felicidad y entrega en el Matrimonio. Madrid, España: RIALP. p. 80
sencillamente la regla de Dios para quienes están en aprendizaje de amor: no están autorizados
a abandonar el esfuerzo de amar aun cuando resulte costoso”.6
Y a esto añade dos puntualizaciones más pertinentes hoy, si cabe, que cuando fueron escritas.
La primera: “sólo el matrimonio permite al amor esta purificación, porque fuera del matrimonio
el amor conserva un punto de inquietud. El matrimonio suprime el temor a perder al amado.
No teniendo ya que pensar en sí, se puede pensar en el otro. En el amor extraconyugal, el amante
conserva, casi inevitablemente, el temor de que el ser amado le abandone, y debe estar
preocupado por defenderse”.8
6
T. Melendo (2003). Matrimonio y felicidad. Madrid, España: Palabra. p. 60.
7
J. Leclercq (2009). El amor a las letras y el deseo de Dios. Salamanca, España: Sígueme. p. 102.
8
T. Melendo (2003). Matrimonio y felicidad. Madrid, España: Palabra. p. 61.
9
Idem.
Para responder al objeto de esta intervención psicopedagógica se propone el recurso de un
Modelo Cualitativo Ecosistémico.
Todo lo anterior nos lleva a tomar algunas consideraciones para revalorizar el matrimonio
con un carácter preventivo:
Si bien, el contexto global ha venido a cambiar perspectivas del matrimonio, cada generación,
con sus peculiaridades, es capaz de descubrir el sentido del matrimonio y la familia, ya que estos
ámbitos corresponden a la estructura de la persona humana, y son preponderantes para su
autorrealización.
La generación siguiente, próxima ya a entrar al grupo de la mayoría de edad, tendrá muy pronto
la opción al matrimonio. Es necesario entender su composición y características para favorecer
su experiencia y contacto con el matrimonio y la familia, desde la visión expuesta.
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