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Análisis de La Sentencia C
Análisis de La Sentencia C
ANÁLISIS DE LA SENTENCIA
De acuerdo a las normas, los proyectos contemplados como PINEs, son jurisdicción
de la ANLA, sin embargo para el otorgamiento de las licencias ambientales se hace
excluyendo la autoridad de las CAR, sobre sus respectivas regiones, quitándole
competencia dentro del proceso, al tratarse de un PINE, que “compete a la nación”,
y que por lo tanto solo es evaluada por la ANLA, ya que los PINE, son de gran
importancia para el desarrollo de la nación, y cuenta con la experiencia necesaria
para evaluar correctamente lo viabilidad e impactos que se puedan generar, cuando
lo ideal sería que se tuvieran en cuenta las opiniones de todas las autoridades
ambientales que se vean involucradas en el alcance de un PINE para considerar de
una manera más adecuada los impactos generados desde un punto de vista
regional y nacional.
Dentro de esta sentencia se presenta un artículo de la ley 1753 del 2015 que
especifica que no se pueden realizar actividades de minería o hidrocarburos en zona
de paramo, ya que representan un riesgo para los ecosistemas en todo su concepto,
así como su riesgo en seguridad social, ya que los páramos aporta el 70 por ciento
del agua que consumen los colombianos, lo que claramente atenta contra el
derecho constitucional de tener un medio ambiente sano además del detrimento del
patrimonio culturar de las regiones donde se encuentran dichos ecosistemas, que
en muchos casos no estaban habitados, por lo que antes de la sentencia, en el caso
de que en un ecosistema de páramo hubiera minerales o recursos de hidrocarburos
estratégicos para la nación, el Estado podía prescindir de estas áreas con mayor
facilidad al clasificarlas como AEM, o áreas donde se podría desarrollar un PINE.
Sin embargo se hace una diferenciación de actividades entre la minería e
hidrocarburos y la actividad agropecuaria, teniendo en cuenta los impactos que
genera cada actividad por lo que se especifica en la sentencia que a actividad
agropecuaria debe pasar por un proceso de reubicación y reconversión tecnológica.
Además con respecto a las licencias ambientales, dentro de la sentencia se tiene
en cuenta que para cualquier actividad, se requiere de éstas, para su ejecución, sin
embargo, en muchos casos los proyectos se clasifican como PINE, por lo que se
prioriza la implementación de estos proyectos por sobre la protección de los
recursos naturales; por lo cual dichas licencias son otorgadas por la ANLA, sin tener
en cuenta la autoridad de las CAR y demás autoridades ambientales.
Teniendo en cuenta lo anterior, la corte determina que los instrumentos que deben
tenerse siempre en cuenta para la generación de una actividad son el contrato de
concesión pertinente y el estudio de impacto ambiental, como herramientas para
determinar la viabilidad e impactos del proyecto, sin embargo con el fallo de la corte,
se tienen en revisión toda la documentación de las actividades que ya estaban en
los páramos, para determinar si se les permitirá continuar con sus actividades si la
licencia fue otorgada antes de inicios del 2011, Sin embargo, se debe hacer un
control estrictos de dichas actividades y que las propuestas de manejo ambiental
sean implementadas, hasta que el tiempo del contrato termine sin lugar a prorrogas
ni compensaciones. Sin embargo, se debe tener en cuenta, que a pesar de todas
las herramientas que se tengan, la delimitación está a cargo del Ministerio de
Ambiente, que puede tomar sugerencias de institutos descentralizados como el
Alexander Von Humbolt, pero no tiene la obligación de implementarlos, por lo que
la nueva delimitación puede ser errónea excluyendo verdaderas zonas de páramos,
como sucedía con la 1753 de 2015, donde no se especifica zonas excluibles de la
minería, y a pesar del conocimiento de los impactos sobre los ecosistemas de
páramos y de las herramientas legales de protección, igual se realzaban
explotaciones por no estar debidamente delimitados, y con el concepto de que la
minería es motor económico del país priorizando sus actividades. Por lo tanto, la
sentencia solo será efectiva si el Ministerio de Ambiente y Desarrollo sostenible,
realiza una adecuada delimitación con apoyo de entidades con conocimiento del
tema, como el Instituto Alexander Von Humbolt.