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La subversión del operativo británico de inteligencia

contra Estados Unidos


es.larouchepac.com/es/20180216-1

16 de febrero de 2018 ​ En un excelente artículo publicado en el portal de The American


Conservative el jueves 15, que merece ser leído por todo mundo, el ex funcionario durante
24 años en el Departamento de Estado de EU, Peter Van Buren, plantea exactamente
como fue que el sumamente capacitado operativo de la inteligencia británica, Christopher
Steele, se las arregló para subvertir las instituciones de Estados Unidos y catalizar un
descabellado intento para derrocar a un Presidente electo de su cargo, o algo peor.

“Steele, que es británico, hizo algo mucho más que simplemente proporcionar una
investigación de oposición para el Comité Nacional Demócrata. Se supo asegurar que esa
investigación llegase a las personas más influyentes posible en la política, en los medios
informativos y en el gobierno, para configurar e influir la narrativa creciente de las
elecciones presidenciales de 2016. En otras palabras, como funcionario profesional de
inteligencia calificado, Steele llevó a cabo una operación de de información de espectro
completo contra Estados Unidos. Se le puede calificar incluso como una guerra de
información.

“Esto es lo que separa su trabajo para crear el informe (que lo podría haber hecho
cualquier periodista mediano con amigos en Rusia) de su trabajo para insinuar el informe
hasta los más altos niveles del gobierno estadounidense y de la sociedad política. Para
eso, se necesita un verdadero profesional, un funcionario de inteligencia con décadas de
experiencia realizando precisamente ese tipo de operaciones. ¿Buscan alguna
interferencia extranjera en las elecciones de 2016? Echemos una mirada más de cerca a
Christopher Steele.

“La habilidad de Steele queda manifiesta en los ahora familiares memorandos de Nunes y
de Grassley, que muestran que utilizó el mismo conjunto de información del expediente
para crear un circuito de colaboración, que es el sueño de todo funcionario de inteligencia,
que consisten en su propia información plantada, utilizada para confirmarse
subrepticiamente, hasta el punto en que los propios servicios de inteligencia del país objeto
del ataque, lo convirtieron en evidencia para el tribunal de FISA (Ley de vigilancia de
inteligencia extranjera)”.

Van Buren se explaya mucho más en su informe. Steele plantó una filtración a la prensa
con fuente anónima para convalidar su informe para el FBI y para otros. Luego, se hizo
pasar como supuesta fuente clandestina del FBI, y así logro que el FBI le mostrase a él de
nuevo su investigación de George Papadopoulos, y luego utilizó esa información para
apuntalar su expediente. Todo indica que el agente del FBI Bruce Ohr y su esposa Nellie
(empleada de Fusion GPS, que contrató a Steele, lo cual le sirvió de cubierta para la
operación) le sirvieron a Steele como canales privados de información hacia el
Departamento de Justicia, en donde no solo proporcionaron una mayor confirmación falsa
de las mentiras que contiene el expediente de Steele, sino que además le podían decir a
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Steele cuales eran las preguntas que hacían en el Departamento de Justicia. Al mismo
tiempo, se plegó al senador McCain y al Departamento de Estado a la guerra de
información de Steele.

“El The Washington Post caracterizó la actitud de Steele como la de un ‘esfuerzo para
navegar en obligaciones duales, con sus clientes privados, que le pagaban para ayudar a
ganar a Clinton, y su sentido de deber público producto de su vida previa’. Pero el
Washington Post no tiene idea de cómo funcionan los funcionarios de inteligencia. Su tarea
consiste en hacer amistad y capar al objetivo para llevar a cabo las metas de su
empleador. Cuando lo hacen bien, el resultado público es una línea como la que ofrece el
Post: nunca te diste cuenta de que te habían utilizado”, señala Van Buren.

Van Buren concluye con el señalamiento de que algunos “se han planteado la pregunta
sobre la condición de Steele como ‘retirado’ de la inteligencia británica, cuando las
diferencias entre trabajar para el MI6, trabajar en el MI6, y trabajar con el MI6, son a
menudo simplemente cuestiones de semántica”.

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