Está en la página 1de 1

Un pintor que tras un accidente de coche deja de ver el color; un cirujano cuyos continuos tics y

compulsiones sólo remiten cuando opera o pilota su aeroplano; un hombre que tras toda una vida
de ceguera recupera la vista sólo para darse cuenta de que no sabe ver; una profesora autista
capaz tan sólo de tratar y comprender a los animales, y a quien la complejidad de las emociones
humanas deja tan perpleja que se siente como «un antropólogo en Marte»: éstos son algunos de
estos «relatos paradójicos» que nos presentan un aspecto de la existencia que nos sería imposible
conocer sin esa anomalía denominada enfermedad.

También podría gustarte