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TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES IN SITU

En zonas menos densamente pobladas, donde los terrenos son grandes y las distancias entre
una casa y otra son grandes, con frecuencia es más económico tratar los desechos humanos en
el sitio y no usar sistemas de alcantarillado para recolectar las aguas residuales y tratarlas en
una instalación central. Los sistemas de tratamiento de aguas residuales in situ general son
pequeños y dan servicio a viviendas individuales, pequeños fraccionamientos habitacionales o
establecimientos comerciales aislados, como hoteles o restaurantes pequeños. A medida que
muchas personas se mudan hacia áreas rurales y suburbanas exteriores aumenta la cantidad de
sistemas descentralizados.
1. Sistemas alternativos de tratamiento y disposición con agua in situ.
1.1. Tanques sépticos y campos de drenaje. Entre el 85 y 90% de los sistemas de
disposición de aguas residuales en el sitio son sistemas sépticos convencionales. Uno de éstos
consta de tres partes: tanque séptico, caja de distribución y campo de drenaje (drainfield). El
tanque séptico y el campo de drenaje forman una unidad. Ninguno de los dos funcionará
como se pretende sin el otro.
La función principal del tanque
séptico es eliminar las partículas
grandes y la grasa que de otro
modo taparían el campo de
drenaje. Los sólidos pesados se
asientan en el fondo donde
experimentan la descomposición
biológica. La grasa flota en la
superficie y queda aprisionada.
Sólo se descompone ligeramente.
El tamaño del tanque depende del Fig. 1. Esquema de tanque séptico y campo de drenaje
flujo esperado del agua residual;
debe ser bastante grande como para que retenga el agua 24 h como mínimo. En viviendas
individuales se aplican los siguientes lineamientos: tanque de 3m3 como mínimo; 4m3 para
una casa con tres recámaras; de 5m3 para una casa con cuatro recámaras y de 6m3 para una
casa de cinco recámaras (cada una tiene servicios higiénicos).
La acción bacteriana en el tanque
ayuda a degradar la materia orgánica
en el agua residual. La DBO5 de esa
agua también se reduce debido a la
separación de sólidos y líquido. En
los sistemas domésticos la DBO5 del
efluente suele ser de 210 mg.L-1. La
de descarga del tanque séptico es
aproximadamente 180 mg.L-1, sin
filtro de descarga, y de unos 130
mg.L-1 si hay un filtro de este tipo en
Fig. 2. Corte transversal de un tanque séptico de dos
el sistema. Normalmente, el límite compartimientos
de DBO5 para descargar el agua
residual en las aguas superficiales es 20mg.L-1 o menos, por esta razón la DBO5 del desagüe
séptico es demasiado alta para descargarlas así. Sin embargo, ya que el tratamiento posterior
ocurre en el suelo, es posible utilizar los campos de drenaje para eliminar de manera segura la
descarga a través del tanque séptico parcialmente tratado. El campo de drenaje suele consistir
en una serie de zanjas que contienen tubos perforados de PVC de unos 10 cm de diámetro.

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Los tubos se tienden sobre una capa de roca porosa de 15 cm de profundidad y después se
cubren con una capa adicional del mismo tipo de roca. La roca porosa se cubre con tela o
papel para construcción (que ayuda a evitar la migración de partículas hacia ella); por último,
la zanja se llena con la tierra que se extrajo. La distancia mínima entre zanjas debe ser de 2 m.
Cuando el sistema funciona, las bacterias producen una capa en el fondo de la zanja. Esta
capa, generalmente denominada manta, forma una barrera que desacelera el movimiento del
agua hacia el suelo vecino. Esto permite que se suelo no se sature y que el aire circule por él.
Por tanto, mantiene condiciones aeróbicas, esenciales para el tratamiento correcto de la
descarga.
El tamaño del área de drenaje depende del flujo de agua residual y de la permeabilidad del
suelo local. La permeabilidad de éste se determina con una prueba de infiltración que consiste
en cavar un agujero de tamaño predefinido, llenarlo con agua y medir la rapidez con la que
desaparece está en el suelo. El método que se prefiere para determinar la adecuación del sitio
es cavar una o más zanjas en la zona propuesta como campo de drenaje y revisarlas
visualmente. Un inspector busca suelos inadecuados, como arcillas, y la presencia de suelos
moteados, es decir, que tienen muchos de distinto color. Los suelos moteados son un índice de
que el nivel freático ha subido, en cierto momento, hasta un nivel en el que interfiere con el
campo de drenaje.
Al final, la mayor parte de los tanques sépticos ya no funcionará. Su duración normal oscila
entre 20 y 30 años. Después, el suelo que rodea al campo se tapa con materia orgánica y el
sistema no funciona bien. Muchos factores provocan que el sistema falle en forma prematura.
Las raíces pueden tapar los tubos, o éstos pueden tapar los tubos, o éstos pueden romperse si
pasa un vehículo sobre el campo. También el sistema fallará si el campo de drenaje se
sobrecarga hidráulicamente, o si por el drenaje salen bacterias o sustancias tóxicas para el
suelo, como solventes, pinturas, plaguicidas o sal de ablandamiento. Sin embargo, la razón
más común de una falla prematura es el mantenimiento inadecuado. Como la velocidad de
biodegradación en los tanques sépticos es lenta, los sólidos que se asientan en el tanque
tienden a acumularse con el tiempo. Si no se retiran esos sólidos la zona de agua clara entre
las capas de lodo y de nata se reduce mucho y causa un mayor arrastre de sólidos al campo de
drenaje. Si a este llegan demasiados sólidos se tapa y causa la falla prematura del campo. La
acumulación de demasiado lodo y espuma en un tanque séptico se previenen eliminándolos
periódicamente. La rapidez de acumulación del lodo depende del uso del sistema. Se sugiere
revisar cada año el nivel del lodo del tanque, aunque normalmente un sistema doméstico sólo
necesitará bombearse una cada vez, cada 2 o 3 años.
1.2. Modificaciones a tanques sépticos y campos de drenaje
La razón frecuente de que los campos de drenaje fallen en suelos de mal drenado es el
crecimiento excesivo de la manta. La reducción de la DBO en el agua residual puede
disminuir la rapidez de tratamiento de esa capa. En la reducción de la DBO del agua residual
se aplican con frecuencia dos clases de tratamiento: los sistemas de tratamiento aeróbico y los
filtros de arena.
a.Sistemas Aeróbicos. Existe una gran variedad de sistemas de tratamiento aeróbico. La
propiedad común de esas unidades es que se emplean algún mecanismo para inyectar o
circular aire dentro del tanque de tratamiento. Si se introduce aire suficiente es posible
alcanzar condiciones aeróbicas en el agua residual. Como la degradación aeróbica es rápida
se obtiene una buena eliminación de DBO en estas condiciones, lo que reduce la rapidez de
crecimiento de la manta tapón y prolonga la vida del campo de drenaje.
b. Sistemas con Filtro de Arena. El filtro de arena también es un tratamiento aeróbico.
El filtro consiste en un lecho de material granular (normalmente arena, pero es factible
utilizar otros materiales, como antracita). La superficie del lecho se dosifica en forma

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intermitente con el agua residual, que se cuela en la arena y llega al fondo del filtro. La
dosis para el lecho puede ser desde 12 hasta 72 veces por día, y su tamaño debe ser el
óptimo para el lecho de arena no se sature. Esto permite que el agua residual fluya en forma
de una película delgada en torno a las partículas de arena, así habrá un buen contacto entre
el agua residual y el aire. Los filtros de arena son de uno o varios pasos. Los de un paso se
suelen llamar filtros intermitentes de arena (FIA). En estos el agua se reúne en la parte
inferior y pasa al campo de drenaje o cualquier otro sistema de disposición. En un sistema
de varios pasos una parte del agua residual tratada se recircula al lecho de arena. La
recirculación diluye al agua residual que sale del tanque séptico. Al hacerlo, es posible
emplear tasas mayores de aplicación. Los filtros de arena con recirculación requieren de tres
a cinco veces menos área que los de un solo paso. Además, con recirculación se obtiene una
mejor eliminación de nitrógeno con filtros de arena debido a los ciclos de nitrificación y
desnitrificación.
c. Sistemas de dosificación. Otra posible solución al problema de taponamiento es cambiar
las zanjas convencionales de drenaje por un sistema de disposición que sea menos propenso
a fallar. En un campo convencional de drenaje la descarga pasa a las zanjas por gravedad. El
sistema de gravedad se puede reemplazar por uno de dosificación, parecido al que se usa en
un filtro de arena. Esto ayuda a mantener condiciones no saturadas en el suelo que rodea la
zanja.
d. Campos de drenaje poco profundos. En estos sistemas la tubería de distribución suele
cubrirse con medios tubos, no con grava. Las zanjas tienen solo 0,25m de profundidad.
Como las capas superiores del suelo tienen mayor concentración de microbios se alcanza un
mejor tratamiento.

2. Sistemas de Tratamiento y Disposición en el Sitio en Condiciones Desfavorables.


Cuando las condiciones del sitio son desfavorables para los sistemas sépticos convencionales,
tal vez sean necesarios sistemas alternados de tratamiento y disposición. Entre las
limitaciones para la instalación de un sistema convencional están: niveles freáticos altos,
estratos superficiales de roca, suelos permeables en forma muy rápida o muy lenta, gran
proximidad al agua superficial y superficie limitada de terreno.
2.1. Sistemas de loma. Las
lomas se crearon en 1940 y
se llamaron sistemas
NODAK. La figura 3
ilustra las partes de un
sistema típico de loma. Las
lomas son, a la vez
sistemas de tratamiento y
disposición, ya que la
descarga se infiltra en
forma directa al suelo. El
diseño supera ciertas
restricciones del sitio,
como suelos con
permeabilidad lenta, suelos
superficiales sobre roca Fig. 3. Corte transversal de un sistema de disposición de descarga en loma
porosa y suelos permeables
con altos niveles freáticos. Un sistema de lomas es un sistema de drenaje con dosificación a
presión que se eleva sobre la superficie natural del suelo. La descarga del tanque séptico se
bombea a la zona elevada de drenaje y se distribuye por una red de tubería que está en el
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agregado grueso, en la cumbre de la loma. A continuación el líquido pasa por el agregado y se
infiltra en el relleno de arena. En la arena y el relleno bajo el lecho de arena se lleva a cabo el
tratamiento. A medida que el agua se infiltra y va hacia abajo se reparte sobre un área extensa.
El tamaño de la loa debe ser tal que el área de suelo nativo debajo de ella, llamada área basal,
sea lo suficientemente grande como para el agua no rezume por lo lados o en la base de la
loma. Durante la construcción de los sistemas de loma debe tenerse especial cuidado de
asegurar que la zona basal del sistema esté bien clarificada, y que sea mínima su
compactación por el equipo que mueve los materiales.
2.2. Sistema de Renovación de Agua Residual Paisaje con Barrera (SRAPB). En 1969 el
doctor A. Earl Erickson demostró la eficacia de un sistema SRAPB para desnitrificar agua
con 100 mg.L-1 de nitrato. Después, él y sus asociados demostraron la eficacia de este sistema
para renovar aguas residuales de terreno destinado a la alimentación de vacas y cerdos.
Naturalmente, el sistema se puede aplicar también a aguas residuales domésticas.
El sistema SRAPB difiere de la toma NODAK en que la toma de suelo se aísla por abajo con
una barrera impermeable. A medida que el agua renovada sale del borde de la barrera se
recolecta en drenes o se deja que cargue el acuífero. La loma se forma con arena fina. Sus
dimensiones dependen de la textura del suelo y de las tasas esperadas de la aplicación de
aguas residuales. La arena se cubre con una capa de 0,15 m de mantillo. En la superficie y en
los bancos se debe de mantener un pasto hidrófilo (cubierta de hierba) para conservar la
permeabilidad y estabilidad del suelo.
El agua residual se espera en la cumbre de la loma con un rociador. A medida que penetra y
baja, las partículas orgánicas se filtran, separan y se quedan en la superficie. Los
microorganismos del suelo oxidan las partículas. Los compuestos orgánicos solubles y otros
iones pasan a la zona aeróbica del suelo. La mayor parte de la sustancia orgánica soluble se
oxida debido a las bacterias en el suelo aeróbico, muy activo. Los iones fosfato se fijan en la
fracción de arcilla del suelo y en el lecho de arena. (La capacidad de absorción del fósforo se
aumenta mediante escoria de hierro o caliza o ambos). Los iones amonio se retienen en el
suelo hasta que se convierten en nitrato. El movimiento de bajada del agua nitrificada lo
detiene la barrera. Entonces el agua es forzada a moverse en dirección lateral, a través de la
capa anóxica. Cuando el desecho sale de la loma, se efectúa la desnitrificación.
El SRAPB debe funcionar en forma cíclica para que los microorganismos del suelo tengan
tiempo de degradar los desechos y mantengan condiciones aeróbicas en el suelo. Es factible
utilizar tasas aplicación de 9 a 18 mm de agua residual por día, siempre que el SRAPB
descanse durante la tercera parte del tiempo. Las condiciones físicas del suelo determinan las
tasas de aplicación. La formación de charcos en la superficie indica que las tasas de aplicación
son muy elevadas.

3. Otras Opciones de Tratamiento y Disposición del Sitio.


En el tratamiento y la
disposición en el sitio
puede utilizarse
humedales artificiales. El
uso de estos sistemas es
usual en los climas más
calidos. Los humedales
son áreas que se
encuentran saturadas por
aguas superficiales o
subterráneas con una
Fig. 4. Sección transversal de un sistema de flujo subsuperficial

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frecuencia y duración tales, que sean suficientes para mantener condiciones saturadas. Suelen
tener aguas con profundidades inferiores a 60 cm con plantas emergentes como carrizos y
juncos (fig. 4). La vegetación proporciona superficies para la formación de películas
bacterianas, facilita la filtración y la adsorción de los constituyentes del agua residual, permite
la transferencia de oxígeno a la columna de agua y controla el crecimiento de algas al limitar
la penetración de luz solar.
Los humedales tienen tres funciones básicas que los hacen tener un atractivo potencial para el
tratamiento de aguas residuales, son estas:
• Fijar físicamente los contaminantes en la superficie del suelo y la materia orgánica.
• Utilizar y transformar los elementos por intermedio de los microorganismos.
• Lograr niveles de tratamiento consistentes con un bajo consumo de energía y bajo
mantenimiento.
Existen dos tipos de sistemas de humedales artificiales desarrollados para el tratamiento de
agua residual: Sistemas a Flujo Libre (FWS) y Sistemas de Flujo subsuperficial (SFS, fig. 4).
En los casos en que se emplean para proporcionar tratamiento secundario o avanzado, los
sistemas FWS suelen consistir en balsas o canales paralelos con la superficie del agua
expuesta a la atmósfera y el fondo constituido por suelo relativamente impermeable o con una
barrera subsuperficial, vegetación emergente, y niveles de agua poco profundos (0,1 a 0,6 m).
En las áreas áridas los lechos de evapotranspiración son una alternativa a los convencionales
de drenaje. En un sistema de evapotranspiración se planta vegetación tolerante al agua en un
lecho superficial de arena. Las raíces de las plantas succionan el agua, a través de la arena, y
se evapora o transpira hacia la atmósfera.
La reutilización de agua residual doméstica tratada es factible. Sin embargo, debido a los
riesgos que entrañan los patógenos presentes en el agua no es común hacerlo en sistemas en el
sitio. Algunas alternativas son la irrigación por goteo y el vaciado de inodoros.

Adicionalmente de las aguas residuales domésticas, los humedales construidos han sido
usados para una variedad de industrias, escorrentía de aguas agrícolas y de lluvias, lixiviados
de vertederos, rebose de alcantarillados combinados, drenaje de minas y aguas residuales
domésticas en pequeños humedales tras tanques sépticos convencionales.

En cuanto al rendimiento de los humedales, se puede decir que pueden tratar con eficiencia
niveles altos de DBO, SS y nitrógeno (rendimientos superiores al 80%), así como niveles
significativos de metales, trazas orgánicas y patógenos. No ocurre lo mismo con la
eliminación de fósforo que es mínima en estos sistemas.

4. Sistemas Alternativos de Tratamiento y Disposición Sin Agua en el Sitio.


En áreas de los centros de población, parques nacionales o estatales, áreas de descanso
remotas, al lado de carreteras o viviendas vacacionales, quizá no haya un suministro fiable de
agua. La escasez de ésta determina que no se usen inodoros con agua corriente. En este caso
se deberán considerar otros sistemas para la disposición de los desechos humanos. Los
sistemas comunes son el retrete de pozo y los retretes de bóveda, químicos y de abono. Los
tres últimos son sistemas cerrados por lo que su descarga en el sitio es “cero”. El desecho que
producen se recolecta y se desecha en otro lugar. Por tanto, estos sistemas también se instalan
en áreas ambientales sensibles, donde la descarga de agua residual sea inaceptable.

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4.1. Retrete de Pozo. Aunque la mayor parte de los textos modernos sobre ingeniería y
ciencia ambiental omite este tema, la existencia en EE.UU de 10 000 de ellos, o de sus
equivalentes modernos, es muy significativa
para que sea ignorada. Además, los
ingenieros y científicos ambientales jóvenes
son quienes con mayor probabilidad tendrán
que diseñarlos, construirlos, operarlos,
desmantelarlos y cerrarlos.
La mayor parte de la información que se
necesita saber acerca de la construcción de
un retrete de pozo exterior se describe a
continuación. En general, la losa se fragua
en terreno plano sobre papel para techado.
El agujero de subida se hace de acero
galvanizado calibre 12. Una vez seca, la losa
se eleva sobre el pozo. El concreto es una
mezcla 1:2:3, es decir, una parte de cemento
portland, dos partes de arena y tres partes y
tres partes de grava de menos de 25 mm de Fig. 5. Corte transversal de un retrete de pozo
diámetro.
El principio de operación del retrete de pozo es que los materiales líquidos se infiltran en el
suelo a través del entibado (una caja de madera con estructura abierta) y lo sólidos “se secan”.
Se debe evitar que el agua de lluvia entre en el pozo. Una taza semanal de kerosene suprime la
generación de mosquitos y los olores se reducen con una taza de cal hidratada.
Desafortunadamente, la cal también desacelera la descomposición del papel, por lo que no se
recomienda aplicarla. Nunca deben usarse desinfectantes.
4.2. Retrete de Bóveda. Este es la versión moderna del retrete de pozo, la construcción es
igual, excepto que el pozo se hace en forma de una bóveda impermeable. La bóveda se vacía
por bombeo, periódicamente, con un camión especial (llamado “vagón de miel”). Debido a la
acción licuante de las bacterias y la descomposición biológica en el líquido (más que en el
suelo, como sucede en el retrete del pozo), los retretes de bóveda son mucho más malolientes
que los viejos retretes de pozo. Hay disponibles muchos agentes enmascarados (perfumes) y
desinfectantes para mitigar el mal olor; por desgracia; la mayor parte tiene olores propios
desagradables. Si se dispone de electricidad, un generador de ozono con salida hacia el
espacio de gas sobre el desecho es muy eficaz para reducir los olores.
4.3. Retrete Químico. El retrete de los aviones, autobuses y vehículos recreativos son versiones del
retrete químico. La esencia del sistema es un desinfectante químico que arrastra los desechos a un
tanque de retención, donde se vuelven inocuos hasta que se puedan extraer por bombeo. Aunque esos
sistemas vehiculares son muy eficaces, se debe de seleccionar la sustancia química considerando sus
efectos sobre el sistema de tratamiento que al final deba recibir. Debido al costo de la sustancia y a lo
impráctico del mantenimiento, el retrete químico no ha tenido gran aceptación en instalaciones fijas.
4.4. Retrete de Composta. Consiste en un tanque grande que esta directamente debajo del cuarto del
sanitario. Los desechos entran en el tanque por una tolva de diámetro grande conectada al retrete. En
éste no se usa agua, pero se agrega un agente adicionador (como aserrín) que mejora el drenado y la
aireación del líquido. Un ventilador pequeño hace pasar aire por el tanque, que sube por el tubo de
ventilación y asegura que haya oxígeno para la descomposición y un funcionamiento sin olores. El
líquido en el desecho se evapora y queda una composta. La composta terminada se extrae del fondo
del tanque, por lo menos una vez al año y se puede usar como fertilizante. Las necesidades de energía
en este sistema son mínimas, por lo que si no se dispone de electricidad, se sustituye con un sistema
independiente de generación, por ejemplo un fotovoltaico.
Extraído de: Ingeniería y ciencias ambientales. Davis, Mackenzie Leo. 2005

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