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El diseño estructural es un proceso definido por las características de un sistema, donde este debe
cumplir con el objetivo de un sistema estructural, que es resistir las fuerzas a las que se va a someter,
sin tener un mal comportamiento o en su defecto un colapso de la construcción. Los cálculos y las
revisiones están basados en la teoría del diseño estructural, son utilizados para definir las
características de las estructuras y para aprobar o no aprobar la propuesta de diseño (Meli, 2006).
Acciones
Acciones: Los aspectos que es necesario tratar aquí se refieren a la definición de qué acciones deben
considerarse en el diseño, cómo se clasifican, cómo se modelan para el análisis de sus efectos, qué
magnitud de la acción debe considerarse en el diseño y cómo deben combinarse las diferentes acciones
para considerar su efecto en conjunto.
Normalmente las acciones se definen en función de la duración de aplicación sobre la estructura:
a) Acciones permanentes. Son aquellas que obran en forma continua sobre la estructura y cuya
intensidad puede considerarse que no varía con el tiempo. Entran en esta categoría: Las cargas
muertas, debidas al peso propio de la estructura y el de los elementos no estructurales de la
construcción; el empuje estático de líquidos y tierras que tenga un carácter permanente; las
deformaciones y los desplazamientos impuestos a la estructura, tales como los debidos al
efecto del presfuerzo, a movimientos diferenciales permanentes de los apoyos y a la
contracción por fraguado del concreto.
b) Acciones variables. Son aquellas que obran sobre la estructura con una intensidad variable con
el tiempo, pero que alcanzan valores significativos durante lapsos grandes. Se incluyen en esta
categoría: las cargas vivas o sea aquellas que se deben al funcionamiento propio de la
construcción y que no tienen carácter de permanente; los efectos de cambios de temperatura y
los cambios volumétricos que tienen carácter variable con el tiempo.
c) Acciones accidentales. Son aquellas que no se deben al funcionamiento normal de la
construcción y que pueden tomar valores significativos solo durante pequeñas fracciones de
la vida útil de la estructura. Se incluyen en esta categoría acciones excepcionales, como
sismos, viento, oleaje y explosiones.
Las acciones se deben a fenómenos físicos generalmente complejos y para poder evaluar su efecto en
la estructura se requiere un modelo de dichas acciones. El modelo consiste usualmente en un sistema
de fuerzas concentradas, lineales o uniformemente distribuidas que pretenden reproducir el efecto de
las acciones.
Los modelos de las acciones que se emplean en el diseño a veces son simplificaciones excesivamente
burdas del fenómeno real que pueden conducir a errores importantes (viento, por ejemplo).
Para el proyectista los tres tipos de carga son variables aleatorias, ya que se tienen incertidumbres de
distinto tipo para determinar el efecto de dichas acciones sobre las estructuras. Aunque puede
considerase que una acción permanente tiene una intensidad constante con el tiempo, esto no significa
que dicha intensidad pueda predecirse con exactitud. Las fuentes de incertidumbre se refieren a la
variabilidad propia del fenómeno que produce la acción, a la falta de información disponible para el
proyectista acerca de las características del fenómeno para la situación particular de su construcción
y a la falta de precisión con que se realiza el análisis de los efectos de la acción sobre la estructura.
Combinaciones de acciones
Hasta aquí hemos considerado independientemente el efecto de las distintas acciones. Sin embargo,
en un instante dado de la vida útil de la construcción, estarán presentes diferentes acciones
simultáneamente. Los reglamentos especifican que debe revisarse la seguridad de la estructura para
el efecto combinado de todas las acciones que tengan una probabilidad no despreciable de ocurrir
simultáneamente.
Se llama combinación de acciones de diseño a un conjunto de acciones para cuyo efecto superpuesto
debe revisarse la seguridad de la estructura.
Si los valores de diseño de las acciones individuales son característicos o máximos probables, es poco
probable que estos valores se presenten simultáneamente y, mientras mayor sea el número de acciones
que intervengan en una combinación, menor será la probabilidad de que todas las variables adquieran
su valor característico. Tal hecho debe tomarse en cuenta de alguna manera al elegir los factores de
seguridad.
Las combinaciones de acciones pueden clasificarse en comunes y excepcionales; las comunes son
aquellas que incluyen acciones permanentes y variables; las excepcionales son aquellas que incluyen
alguna acción accidental.
Las acciones permanentes, por su carácter, deberán intervenir en todas las combinaciones de acciones
de diseño ya que siempre estarán presentes sobre la estructura. Las acciones variables también
intervendrán en todas las combinaciones, pero no necesariamente con sus valores máximos. Algunos
reglamentos distinguen en una acción variable una fracción semipermanente, que interviene en todas
las combinaciones, y una fracción instantánea, que se suma a la primera para dar la intensidad máxima.
Según el Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal, en las combinaciones comunes,
intervendrán:
a) Todas las acciones permanentes
b) Una acción variable con su valor máximo
c) Otras posibles acciones variables que tengan una probabilidad no despreciable de ocurrir
simultáneamente con la primera, pero de las que se tomará sólo su componente
semipermanente.
En las combinaciones excepcionales de acciones intervendrán:
a) Todas las acciones permanentes
b) Una sola acción accidental
c) Acciones variables que tengan una probabilidad no despreciable de ocurrir simultáneamente
con la acción accidental, pero de las que se tomará sólo su componente semipermanente.
Nótese que no debe tomarse más de una sola acción accidental en una misma combinación, ya que la
probabilidad de que dos acciones accidentales ocurran simultáneamente es prácticamente nula.
En las edificaciones comunes las acciones se reducen a las siguientes:
a) La carga muerta, como única acción permanente
b) La carga viva, como única acción variable
c) Los efectos de sismo o viento como posibles acciones accidentales
Las combinaciones de diseño resultan entonces:
Carga muerta + carga viva (valor máximo)
Carga muerta + carga viva (valor semipermanente) + sismo o viento
a) Acciones permanentes.
Son las que obran de forma continua sobre la estructura y cuya intensidad varia poco con el tiempo. Como son: Carga
muerta; el empuje estático de tierras y de líquidos y las deformaciones y desplazamientos impuestos a la estructura.
Para la evaluación de cargas muertas se emplean las dimensiones especificadas de los elementos constructivos y los
pesos unitarios de los materiales.
Indique mediante una tabla los siguientes pesos volumétricos correspondientes de los siguientes materiales:
Wvol (T/m3)
Material
Min Max
Acero 7.9 7.9
Concreto Simple 2.0 2.2
Concreto armado 2.2 2.4
Arena 1.85 2.1
Grava 2.45 2.65
Arcilla 1.2 1.5
Arenilla (arena pómez) 0.7 0.7
Madera (clase pino) 0.8 1.0
Mortero (cemento-cal-arena) 1.9 2.1
Tezontle 1.15 1.55
Yeso 1.1 1.5
TIPOS DE LOSAS
1. Losa maciza horizontal de azotea, h=12cm de espesor
Espesor P. Vol. W
Corte Material (m) (kg/m3) (kg/m2)
Fina Lechada (ce-ca-ar) 0.002 2100 4.2
Enladrillado 0.02 1500 30
Mortero (ce-ca-ar) 0.002 2100 4.2
Impermeabilizante 0.002 5
Mortero(ca-ar) 0.04 1500 60
Relleno de arenilla 0.12 700 84
Losa de concreto armado 0.12 2400 288
Plafón (ce-ca-ar) 0.01 2100 21
Carga muerta adicional
Por concreto
por reglamento (RC-DF) 20
Por mortero 20
Carga Muerta Total CMT 536.4
2. Losa maciza inclinada, pendiente mayor al 5%, de azotea h=12cm de espesor con teja
Espesor P. Vol. W
Corte Material (m) (kg/m3) (kg/m2)
Teja cerámica 0.015 380 5.7
Impermeabilizante 0.002 5
Mortero(ca-ar) 0.04 1500 60
Relleno de
arenilla 0.12 700 84
Losa de concreto
armado 0.12 2400 5
Plafón (ce-ca-ar) 0.01 2100 21
Carga muerta Por concreto 20
adicional por
reglamento (RC-
DF) Por mortero 20
Carga Muerta Total 220.7
Espesor P. Vol. W
Corte Material (m) (kg/m3) (kg/m2)
Lozeta ceramica 0.01 1840 18.4
Pega azulejo 0.005 2100 10.5
Losa de concreto
armado 0.12 2400 288
Plafón (ce-ca-ar) 0.01 2100 21
Carga muerta
adicional por
Por concreto 20
reglamento (RC-
DF)
Carga Muerta Total 357.9
4. Losa maciza de baños, h=12cm de espesor
Espesor P. Vol. W
Corte Material (m) (kg/m3) (kg/m2)
Fina Lechada (ce-ca-ar) 0.002 2100 4.2
Enladrillado 0.02 1500 30
Mortero (ce-ca-ar) 0.002 2100 4.2
Impermeabilizante 0.002 5
Mortero(ca-ar) 0.04 1500 60
Relleno de arenilla 0.12 700 84
Losa de concreto armado 0.12 2400 288
Plafón (ce-ca-ar) 0.01 2100 21
Carga muerta adicional por
Por concreto
reglamento (RC-DF) 20
Por mortero 20
Carga Muerta Total CMT 536.4
Espesor P. Vol. W
Corte Material (m) (kg/m3) (kg/m2)
Fina Lechada (ce-
ca-ar) 0.002 2100 4.2
Enladrillado 0.02 1500 30
Mortero (ce-ca-ar) 0.002 2100 4.2
Impermeabilizante 0.002 5
Mortero(ca-ar) 0.04 1500 60
Relleno de arenilla 0.12 700 84
Losa de compresión 0.05 2400 120
Casetón de
Poliuretano 0.2 10 2
Nervadura de acero
Plafón (ce-ca-ar) 0.01 2100 21
Carga muerta
adicional por
reglamento (RC- Por
DF) concreto 20
Por
mortero 20
Carga Muerta Total 370.4
6. Losa reticular horizontal de entrepiso, casetones de 60x60cm y 5 cm de capa de
compresión.
Espesor P. Vol. W
Corte Material (m) (kg/m3) (kg/m2)
Loseta cerámica 0.01 1840 18.4
Pega azulejo 0.005 1500 7.5
Losa de compresión 0.05 2400 120
Casetón de
Poliuretano 0.2 10 2
Nervadura de acero
Plafón (ce-ca-ar) 0.01 2100 21
Carga muerta Por concreto 20
adicional por
reglamento (RC-
DF) Por mortero 20
Carga Muerta Total 208.9
Espesor P. Vol. W
Corte Material (m) (kg/m3) (kg/m2)
Fina Lechada (ce-ca-ar) 0.002 2100 4.2
1. Azulejo-Azulejo.
PESO
CORTE ACABADO
(kg/m2)
Pega Pega
Material Azulejo Tabique Azulejo
azulejo azulejo
Espesor (m) 0.008 0.005 0.15 0.005 0.008
2. Azulejo-Mortero
PESO
CORTE ACABADO
(kg/m2)
PESO
CORTE ACABADO
(kg/m2)
4. Azulejo-Aparente
PESO
CORTE ACABADO
(kg/m2)
5. Mortero-Mortero
PESO
CORTE ACABADO
(kg/m2)
PESO
CORTE ACABADO
(kg/m2)
31.5 330 22
W (kg/m2)
7. Mortero-Aparente
PESO
CORTE ACABADO
(kg/m2)
8. Yeso-Yeso
PESO
CORTE ACABADO
(kg/m2)
22 330 22
W (kg/m2)
9. Yeso-Aparente
PESO
CORTE ACABADO
(kg/m2)
W (kg/m2) 22 330
10. Aparente-Aparente
PESO
CORTE ACABADO
(kg/m2)
Material Tabique
a. El clima.
b. La factibilidad técnica y económica para su realización.
c. La intensidad de carga y el lugar exacto de su aplicación.
De lo anterior depende llegar a proponer la mejor de las soluciones posibles para tomar en cuenta
la correcta evaluación del peso, lo más cercano al real, de cada uno de los sistemas constructivos.
Entre mejor conozcamos el funcionamiento y el tipo de acciones que actuarán, mejor será la
decisión con respecto al sistema constructivo más óptimo. (Gallo et al., 1997).
Sistemas constructivos.
Construcciones especiales, tales como puentes, estructuras marinas alejadas de las costas y torres
de transmisión, quedan fuera del alcance de este capítulo y deberán diseñarse conforme a los
lineamientos establecidos en la literatura técnica para cada estructura o por expertos mediante
estudios experimentales que comprueben su seguridad y buen funcionamiento.
REQUISITOS GENERALES PARA EL ANÁLISIS Y DISEÑO ESTRUCTURAL
Construcciones especiales, tales como puentes, estructuras marinas alejadas de las costas y torres
de transmisión, quedan fuera del alcance de este capítulo y deberán diseñarse conforme a los
lineamientos establecidos en la literatura técnica para cada estructura o por expertos mediante
estudios experimentales que comprueben su seguridad y buen funcionamiento.
Las variables que deben considerarse como requisitos, para resistir la acción del viento, son:
a) Dirección de análisis. Las construcciones se analizarán de manera que el viento pueda actuar
por lo menos en dos direcciones horizontales perpendiculares e independientes entre sí. Se elegirán
aquéllas que representen las condiciones más desfavorables para la estabilidad de la estructura (o
parte de la misma) en estudio, tomando en cuenta la rugosidad del terreno según la dirección del
viento. Para definir la rugosidad del terreno alrededor del sitio de desplante, deben considerarse
los obstáculos y construcciones de los alrededores.
c) Seguridad contra el volteo. Debe verificarse la seguridad de las construcciones sin considerar
las cargas vivas que contribuyen a disminuir el volteo. Para las estructuras pertenecientes a los
Grupos B y C, la relación entre el momento estabilizador y el actuante de volteo no deberá ser
menor que 1.5 y, para las del Grupo A, no deberá ser menor que 2. La clasificación de las
estructuras en grupos se hará en función de su importancia como se presenta en el inciso 4.1.3.
d) Seguridad contra el deslizamiento. Al analizar esta posibilidad, deberán considerarse nulas todas
las cargas vivas. La relación entre la resistencia al deslizamiento y la fuerza que provoca el
desplazamiento horizontal, será por lo menos igual que 1.5 para las estructuras de los Grupos B y
C, para las del Grupo A, la relación deberá ser por lo menos igual que 2. La clasificación en grupos
se presenta en el inciso 4.1.3.
e) Seguridad contra el levantamiento. Las estructuras ligeras o provisionales, así como techos y
recubrimientos de construcciones, pueden presentar problemas al generarse fuerzas de
levantamiento debidas al viento. Al analizar esta posibilidad, se considerarán nulas las cargas vivas
que disminuyan el efecto del levantamiento.
f) Presiones interiores. Se presentan en estructuras permeables, que son aquéllas con ventanas,
ventilas o puertas que permiten la entrada y salida del aire de la construcción. El efecto de estas
presiones se combinará con el de las presiones exteriores, de manera que el diseño considere los
efectos más desfavorables.
g) Seguridad durante la construcción. En esta etapa es necesario establecer las medidas necesarias
para garantizar la seguridad de las estructuras bajo la acción del viento. En esta condición, las
estructuras se considerarán del Grupo C al que corresponde una velocidad de diseño con un periodo
de retorno de diez años. Esta condición se aplicará también a estructuras provisionales que
permanezcan durante un periodo menor o igual que seis meses, siendo también pertenecientes al
Grupo C, como se indica en el inciso 4.1.3.
h) Efecto de grupo debido a construcciones vecinas. En este capítulo debe aceptarse que la
respuesta de la estructura en estudio es independiente de la influencia, favorable o desfavorable,
que otras construcciones cercanas provoquen al aparecer la acción del viento. La proximidad y
disposición de ellas pueden generar presiones locales adversas y ocasionar el colapso de una o
varias estructuras del grupo. Así, para un grupo de chimeneas altas que se encuentren próximas
entre sí a una distancia menor que un diámetro, la variación de presiones puede provocar
problemas de inestabilidad. Se recomienda evaluar el efecto de grupo a partir de resultados de
pruebas experimentales referidos en la literatura técnica (véase Simiu y Scanlan, 1996), o mediante
pruebas en un túnel de viento.
i) Análisis estructural. Pueden aplicarse los criterios generales de análisis que se señalan en este
manual, Sección C (Estructuras), Tema 2, Capítulo 1 (Análisis de estructuras).
j) Interacción suelo-estructura. Cuando el suelo del sitio de desplante sea blando o compresible,
deben considerarse los efectos que, en respuesta ante la acción del viento, pueda provocar la
interacción entre el suelo y la construcción. En suelos blandos esta interacción es significativa
cuando la velocidad media de propagación de ondas de cortante en los estratos del suelo que
soporten la estructura, sea menor que 400 m/s. Al considerar la interacción suelo – estructura se
seguirán los lineamientos del Capítulo C.1.3 Diseño por sismo, en donde se recomiendan los
métodos para establecer el periodo fundamental de vibración y el amortiguamiento efectivos de la
estructura. Estos parámetros se utilizarán para evaluar las cargas debidas al viento y la respuesta
correspondiente.
Se recomienda que la seguridad necesaria para que una construcción cumpla con las funciones
para las que se destine, se establezca a partir de niveles de importancia. En la práctica actual,
dichos niveles se asignan a velocidades de diseño correspondientes a periodos de retorno
constantes u óptimos.
En este inciso, según el nivel de importancia seleccionado para una estructura, las construcciones
se clasifican en los grupos que se definen a continuación:
TIPO 1 Estructuras poco sensibles a las ráfagas y a los efectos dinámicos del viento.
Se agrupan en este tipo aquéllas en las que la relación de esbeltez, λ, (definida como la relación
entre la altura y la menor dimensión en planta), es menor o igual que cinco y con periodo natural
de vibración del primer modo, menor o igual que un segundo. Se consideran dentro de este tipo la
mayoría de los edificios para habitación u oficinas, bodegas, naves industriales, teatros y
auditorios, puentes cortos. Para trabes y para armaduras simples o continuas, la relación de esbeltez
se obtendrá al dividir el claro mayor por la menor dimensión perpendicular a éste. Incluye las
construcciones cerradas con sistemas de cubierta rígidos, capaces de resistir las cargas debidas al
viento sin que varíe esencialmente su geometría. Se excluyen las cubiertas flexibles, como las de
tipo colgante, a menos que, por la adopción de una geometría adecuada, proporcionada por la
aplicación de pre-esfuerzo u otra medida conveniente, se limite la respuesta estructural dinámica
de manera que se satisfagan los requerimientos aquí establecidos.
TIPO 2 Estructuras que, por su alta relación de esbeltez o las dimensiones reducidas de su sección
transversal, son sensibles a la turbulencia del viento y tienen periodos naturales que favorecen la
ocurrencia de oscilaciones importantes por la acción del viento. En este tipo se incluyen los
edificios con relación de esbeltez, λ, mayor que cinco o con periodo fundamental mayor que un
segundo; las torres de celosía atirantadas, chimeneas, tanques elevados, antenas, bardas, parapetos,
anuncios y las construcciones que presentan una pequeña dimensión paralela a la dirección del
viento. Se excluyen aquéllas que explícitamente se mencionan como pertenecientes a los Tipos 3
y 4.
TIPO 3 Estas estructuras, presentan todas las características de las del Tipo 2 y, además, presentan
oscilaciones importantes transversales al flujo del viento al aparecer vórtices o remolinos
periódicos que interactúan con la estructura. Se incluyen las construcciones y elementos
aproximadamente cilíndricos o prismáticos esbeltos, tales como chimeneas, tuberías exteriores o
elevadas, arbotantes para iluminación y postes de distribución.
TIPO 4 Estructuras que por su forma y dimensiones o por la magnitud de sus periodos de vibración
(periodos naturales mayores que un segundo), presentan problemas aerodinámicos inestables.
Entre ellas se hallan las formas aerodinámicamente inestables como los cables de las líneas de
transmisión, cuya sección transversal se ve modificada de manera desfavorable en zonas sometidas
a heladas, las tuberías colgantes y las antenas parabólicas.
Para evaluar las fuerzas inducidas sobre las estructuras al paso del flujo del viento, se proponen
principalmente dos procedimientos analíticos en modelos representativos: el análisis estático y el
análisis dinámico. El primero se aplicará a estructuras o elementos estructurales suficientemente
rígidos del Tipo 1. Para los Tipos restantes, debe utilizarse el análisis dinámico. Si la altura total
de la estructura es mayor que 200 m o si un claro es mayor que 100 m, es necesario aplicar el tercer
procedimiento que se menciona a continuación y consultar a un experto en la materia.
El tercer procedimiento para evaluar la acción del viento sobre las construcciones recurre a pruebas
experimentales de modelos en túnel de viento que deben realizarse cuando no exista información
disponible en reglamentos o en la literatura técnica. En Simiu y Scalan (1996), Holmes (2007) y
ASCE (1999) pueden encontrarse recomendaciones sobre el uso de técnicas para efectuar pruebas
en túnel de viento.
La velocidad básica de diseño, VD, es la velocidad a partir de la cual se calculan los efectos del
viento sobre la estructura o sobre un componente de la misma. La velocidad básica de diseño, en
km/h, se obtendrá con la ecuación:
En donde:
FT es el factor que depende de la topografía local, adimensional.
Frz el factor que toma en cuenta el efecto de las características de exposición local, adimensional.
VR es la velocidad regional de ráfaga que le corresponde al sitio en donde se construirá la
estructura, en km/h.
FTR factor correctivo que toma en cuenta las condiciones locales relativas a la topografía y a la
rugosidad del terreno en los alrededores del sitio de desplante.
Fα factor que toma en cuenta la variación de la velocidad con la altura.
La velocidad básica de diseño, VD, es la velocidad a partir de la cual se calculan los efectos del
viento sobre la estructura o sobre un componente de la misma. La velocidad básica de diseño, en
km/h, se obtendrá con la ecuación:
Tanto en el procedimiento de análisis estático como en el dinámico, intervienen factores que
dependen de las condiciones topográficas y de exposición locales en donde se desplantará la
construcción. Por lo tanto, con el fin de evaluar correctamente dichos factores, es necesario
establecer clasificaciones de carácter práctico. En la Tabla siguiente se consignan cuatro categorías
de terrenos atendiendo al grado de rugosidad que se presenta alrededor de la zona de desplante. El
factor de exposición y el factor de la topografía deben relacionarse con las características del sitio
de desplante de la estructura. En la dirección del viento que se esté analizando, el terreno inmediato
a la estructura deberá presentar la misma rugosidad (categoría), cuando menos en una distancia
denominada “longitud mínima de desarrollo”, la cual se consigna en la Tabla siguiente para cada
categoría del terreno.
La velocidad regional de ráfaga del viento, VR, es la velocidad máxima que puede ser excedida
en un cierto periodo de retorno, T, en años, en una zona o región determinada del país. La velocidad
regional de ráfaga, VR, en km/h, se determina tomando en consideración tanto la importancia de
la estructura como la localización geográfica de su sitio de desplante.
En la figura siguiente se muestra el mapa de isotacas regionales correspondientes a los periodos
de retorno de 200 años, recomendados para el diseño por viento de estructuras de los Grupos A.
Mapa de isotacas para velocidades regionales con periodo de retorno de 200 años.
El factor de exposición local, Frz, establece la variación de la velocidad del viento con
la altura, en función de la categoría del terreno. Este factor se obtiene de acuerdo con
las expresiones siguientes:
Frz o Fα = C si z
𝑧
Frz o Fα = C (10)α si z < 10 < δ
𝛿
Frz o Fα = C (10)α si z > δ
En donde:
z es la altura por encima del terreno natural, a la cual se desea conocer la velocidad de diseño,
en m.
α es el exponente que determina la forma de la variación de la velocidad del viento con la
altura, adimensional.
δ la altura medida a partir del nivel del terreno de desplante, por encima de la cual la variación
de la velocidad del viento no es importante y puede suponerse constante; a esta altura se le
conoce como altura gradiente; en m, y
c el coeficiente de escala de rugosidad, adimensional.
Este factor toma en cuenta el efecto topográfico local del sitio en donde se desplantará la
estructura. Así, por ejemplo, si la construcción se localiza en las laderas o cimas de colinas o
montañas de altura importante con respecto al nivel general del terreno de los alrededores, es
muy probable que se generen aceleraciones del flujo del viento y, por consiguiente, deberá
incrementarse la velocidad regional.
De acuerdo con las características topográficas del sitio, en la Tabla siguiente se presentan los
valores o expresiones para determinar el valor del factor de topografía.
Cuando el viento actúa sobre una construcción, genera presiones sobre sus superficies, que
varían según la intensidad de la velocidad y la dirección del viento. La presión que ejerce el
flujo del viento sobre una superficie plana perpendicular a él, se denomina presión dinámica de
base qz, en Pa, y se determina con la siguiente ecuación:
En donde:
VD velocidad básica de diseño, en km/h.
qz presión dinámica de base a una altura z sobre el nivel del terreno en Pa.
G factor de corrección por temperatura y por altura con respecto al nivel del mar,
adimensional.
0.392 𝛺
G=
273+ 𝜏
En donde:
Ω presión barométrica, en mm de Hg, y
τ temperatura ambiental, en °C.
pz = qzcp
En donde:
pz presión que ejerce el flujo del viento sobre una construcción determinada en Pa.
qz presión dinámica de base a una altura z sobre el nivel del terreno en Pa.
Cp coeficiente local de presión, que depende de la forma de la estructura.
pz = 0.048GCpVD2 (en kg/m2) pz = 0.47GCpVD2 (en Pa) (NTC 2004)
En donde:
VD velocidad básica de diseño, en km/h.
pz presión que ejerce el flujo del viento sobre una construcción determinada en Pa.
G factor de corrección por temperatura y por altura con respecto al nivel del mar,
adimensional.
Cp coeficiente local de presión, que depende de la forma de la estructura.
Grupo B
Estructuras en que se requiere un grado de seguridad intermedio. Construcciones cuya falla
estructural ocasionaría pérdidas de magnitud intermedia o pondría en peligro otras construcciones
de este grupo o del A, tales como naves industriales, locales comerciales, estructuras comunes
destinadas a vivienda u oficinas, salas de espectáculos, hoteles, depósitos y estructuras urbanas o
industriales no incluidas en el grupo A, así como muros de retención, bodegas ordinarias y bardas
con altura mayor de 2.5 m. También se incluyen todas aquellas estructuras de plantas de generación
de energía eléctrica que en caso de fallar por temblor no paralizarían el funcionamiento de la
planta.
Grupo C
Estructuras en que es admisible un grado de seguridad bajo. Construcciones cuya falla estructural
ocasionaría pérdidas de magnitud sumamente pequeña y no causaría normalmente daños a
construcciones de los grupos A y B ni pérdida de vidas. Se incluyen en este grupo, por ejemplo,
bodegas provisionales y bardas con altura no mayor de 2.5 m.
En algunas estructuras especialmente importantes como los reactores nucleares o las grandes
presas, el grado de seguridad recomendable es tan alto que escapan a la clasificación que antecede.
En el diseño sísmico de tales estructuras se seguirán criterios especiales acordes con el estado del
conocimiento.
Requisitos para Q = 4
Se usará Q= 4 cuando se cumplan los requisitos siguientes:
a) La resistencia en todos los entrepisos es suministrada exclusivamente por marcos no
contraventeados de acero, concreto reforzado o compuestos de los dos materiales, o bien por
marcos contraventeados o con muros de concreto reforzado o de placa de acero o compuestos de
los dos materiales, en los que en cada entrepiso los marcos son capaces de resistir, sin contar muros
ni contravientos, cuando menos 50 por ciento de la fuerza sísmica actuante.
b) Si hay muros de mampostería ligados a la estructura en la forma especificada en la sección
1.3.1, éstos se deben considerar en el análisis, pero su contribución a la resistencia ante fuerzas
laterales sólo se tomará en cuenta si son de piezas macizas, y los marcos, sean o no
contraventeados, y los muros de concreto reforzado, de placa de acero o compuestos de los dos
materiales, son capaces de resistir al menos 80 por ciento de las fuerzas laterales totales sin la
contribución de los muros de mampostería.
c) El mínimo cociente de la capacidad resistente de un entrepiso entre la acción de diseño no difiere
en más de 35 por ciento del promedio de dichos cocientes para todos los entrepisos. Para verificar
el cumplimiento de este requisito, se calculará la capacidad resistente de cada entrepiso teniendo
en cuenta todos los elementos que puedan contribuir a la resistencia, en particular los muros que
se hallen en el caso de la sección 1.3.1. El último entrepiso queda excluido de este requisito.
d) Los marcos y muros de concreto reforzado cumplen con los requisitos que fijan las Normas
correspondientes para marcos y muros dúctiles.
e) Los marcos rígidos de acero satisfacen los requisitos para marcos con ductilidad alta que fijan
las Normas correspondientes, o están provistos de contraventeo excéntrico de acuerdo con las
mismas Normas.
Requisitos para Q = 3
Se usará Q= 3 cuando se satisfacen las condiciones 5.1.b y 5.1.d o 5.1.e y en cualquier entrepiso
dejan de satisfacerse las condiciones 5.1.a o 5.1.c, pero la resistencia en todos los entrepisos es
suministrada por columnas de acero o de concreto reforzado con losas planas, por marcos rígidos
de acero, por marcos de concreto reforzado, por muros de concreto o de placa de acero o
compuestos de los dos materiales, por combinaciones de éstos y marcos o por diafragmas de
madera. Las estructuras con losas planas y las de madera deberán además satisfacer los requisitos
que sobre el particular marcan las Normas correspondientes. Los marcos rígidos de acero
satisfacen los requisitos para ductilidad alta o están provistos de contraventeo concéntrico dúctil,
de acuerdo con las Normas correspondientes.
Requisitos para Q = 2
Se usará Q= 2 cuando la resistencia a fuerzas laterales es suministrada por losas planas con
columnas de acero o de concreto reforzado, por marcos de acero con ductilidad reducida o
provistos de contraventeo con ductilidad normal, o de concreto reforzado que no cumplan con los
requisitos para ser considerados dúctiles, o muros de concreto reforzado, de placa de acero o
compuestos de acero y concreto, que no cumplen en algún entrepiso lo especificado por las
secciones 5.1 y 5.2 de este Capítulo, o por muros de mampostería de piezas macizas confinados
por castillos, dalas, columnas o trabes de concreto reforzado o de acero que satisfacen los requisitos
de las Normas correspondientes. También se usará Q= 2 cuando la resistencia es suministrada por
elementos de concreto prefabricado o presforzado, con las excepciones que sobre el particular
marcan las Normas correspondientes, o cuando se trate de estructuras de madera con las
características que se indican en las Normas respectivas, o de algunas estructuras de acero que se
indican en las Normas correspondientes.
Requisitos para Q = 1.5
Se usará Q= 1.5 cuando la resistencia a fuerzas laterales es suministrada en todos los entrepisos
por muros de mampostería de piezas huecas, confinados o con refuerzo interior, que satisfacen los
requisitos de las Normas correspondientes, o por combinaciones de dichos muros con elementos
como los descritos para los casos de las secciones 5.2 y 5.3, o por marcos y armaduras de madera,
o por algunas estructuras de acero que se indican en las Normas correspondientes.
Requisitos para Q = 1
Se usará Q= 1 en estructuras cuya resistencia a fuerzas laterales es suministrada al menos
parcialmente por elementos o materiales diferentes de los arriba especificados, a menos que se
haga un estudio que demuestre, a satisfacción de la Administración, que se puede emplear un valor
más alto que el que aquí se especifica; también en algunas estructuras de acero que se indican en
las Normas correspondientes. En todos los casos se usará para toda la estructura, en la dirección
de análisis, el valor mínimo de Q que corresponde a los diversos entrepisos de la estructura en
dicha dirección. El factor Q puede diferir en las dos direcciones ortogonales en que se analiza la
estructura, según sean las propiedades de ésta en dichas direcciones.
Los métodos dinámicos del Capítulo 9 pueden utilizarse para el análisis de toda estructura,
cualesquiera que sean sus características. Puede utilizarse el método estático del Capítulo 8 para
analizar estructuras regulares, según se define en el Capítulo 6, de altura no mayor de 30 m, y
estructuras irregulares de no más de 20 m. Para edificios ubicados en la zona I, los límites
anteriores se amplían a 40 m y 30 m, respectivamente. Con las mismas limitaciones relativas al
uso del análisis estático, para estructuras ubicadas en las zonas II ó III también será admisible
emplear los métodos de análisis que especifica el Apéndice A, en los cuales se tienen en cuenta
los periodos dominantes del terreno en el sitio de interés y la interacción suelo–estructura.
ANÁLISIS ESTÁTICO
Fuerzas cortantes
Para aplicar este método se deben cumplir los requisitos establecidos en la sección 2.2. Para
calcular las fuerzas cortantes a diferentes niveles de una estructura, se supondrá un conjunto de
fuerzas horizontales actuando sobre cada uno de los puntos donde se supongan concentradas las
masas. Cada una de estas fuerzas se tomará igual al peso de la masa que corresponde,
multiplicado por un coeficiente proporcional a h, siendo h la altura de la masa en cuestión sobre
el desplante (o nivel a partir del cual las deformaciones estructurales pueden ser apreciables).
El coeficiente se tomará de tal manera que la relación Vo/Wo sea igual a c/Q’ pero no menor
que ao, donde ao es la ordenada espectral que corresponde a T= 0 y c el coeficiente sísmico. ao
y c se consignan en la tabla 3.1.