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CALIDAD HUMANA

INTRODUCCIÓN.

Es importante incidir en una concepción más humana e integral de la persona,


es decir, no se puede concebir al ser humano solamente desde su
corporalidad o únicamente desde su espiritualidad, dado que la persona, es
una realidad única e integral conformada por una dimensión psicosomática
(física, psíquica y espiritual); y por ello, la importancia y sentido por su propia
existencia, por su origen, su desarrollo, su finalidad y su proyección
trascendente, como permanente búsqueda de superación y perfección.

Es verdad que el mundo cambia aceleradamente a lo cual se sumas nuevas


exigencias que se imponen en los diversos ámbitos de la persona; inclusive
nuestra forma de relacionarnos y comunicarnos, nuestra propia imagen
dependerá de la Calidad humana que fomentemos; cuestión que se ha
olvidado en los últimos años. Es primordial ahondar en lo que somos, en la
visión de lo humano, hasta agrandar el ser. Porque si hubiese un clima de
humanismo habría más comprensión y mejor trato.

Hay que huir de la mediocridad y de la capuza sin caer en el perfeccionismo


enfermizo, superar el miedo al error, acompañar las quejas de alternativas de
mejora, y vencer la resistencia al cambio. Hay que llevar a la propia vida ese
afán de superación continua, de aprendizaje diario, de adaptación flexible y
eficaz a un entorno cambiante. Podemos vivir en ese permanente estado de
insatisfacción constructiva, de progreso en espiral construido día a día,
analizando continuamente como se pueden prevenir los errores, resolver
dificultades o perfeccionar lo ya realizado. Podemos empezar por sanear
nuestra propia forma de ser, nuestra relación con los demás. El auténtico
origen de la calidad es la propia bondad personal, el deseo de mejorar, de
hacer bien las cosas, de hacerlas cada día mejor, de cooperar con los demás
y competir con uno mismo. Tener buenas relaciones con las demás personas y
con uno mismo nos conlleva a tener una mejor calidad de vida humana. Es
una búsqueda constante de bienestar y felicidad para el individuo y su
entorno.
MARCO TEÓRICO.

- ¿Qué es Calidad Humana?

“Cuando apuntamos a lo alto, estamos más cerca de nuestros sueños que si


nos conformamos con pequeños objetivos”. (Saltos Haón).

Cuando nos referimos al ámbito de Calidad estamos hablando de lo más


grandioso, de hacer las cosas de la mejor manera, es decir, no lo mínimo sino
lo máximo. De esta manera, la calidad humana ha de considerarse como
complemento fundamental dentro de una empresa o una institución donde se
labora, de modo que las mismas continúen progresando.

Pero no solo implica superación, también significa adicionar ese algo al que le
llamamos valor agregado, que personas a falta de espíritu le restan a su
crecimiento personal y al de los demás. En este orden de ideas hay personas
que se diferencian de otras porque siempre dan más de lo que piden y
ofrecen; realizando una mezcla de iniciativa, creatividad, ética, valor,
motivación, aprendizaje, inteligencia y pasión en lo que hacemos se consigue
una verdadera calidad humana.

Cuando nos referimos propiamente a la calidad humana, estamos haciendo


relación al cuidado de nuestros vínculos con los demás; necesitamos rehacer
nuestros vínculos humanos.

- La excelencia humana desde el ámbito de la ética.

Para mejorar la excelencia humana habrá que optimizar la educación en las


cualidades, en la moralidad, en los principios éticos fundamentales, en los
valores y en la práctica de las virtudes.

Todos podemos saber en un ámbito teórico lo que es la honradez, la verdad,


la justicia, la generosidad o la valentía como cosas buenas para mí. Pero sólo
lo serán efectivamente cuando incorpore estos hábitos a mi vida y los integre
en ella; por lo que es necesario comprender que no basta con conocer el bien
humano: es preciso hacerlo, vivirlo de la mejor manera. El logro del bien
humano está profundamente relacionado con la vida ética correcta. El bien
humano surge de mi propia conducta. Lo cual no equivale a tipo alguno de
relativismo moral. La ética no se puede enseñar, pero sí aprender con las
buenas acciones de cada día.

- Todo parte de conocerse primero: a uno mismo.

Conociendo tus raíces, tus costumbres, es decir: a tu familia, a tu fuente de


vida y de amor; podrás reconocer que el propio amor que le damos a nuestra
familia es muy parecido al amor que le damos a nuestros hijos e hijas y por
ende a la comunidad en que vivimos, porque como lo hizo nuestra familia,
nuestra comunidad es la que nos sustenta y sostiene. Es esta la base de la
identidad del “Quiénes somos y a dónde vamos”

- Valemos por lo que somos y logramos.

Cuando nos damos cuenta de lo que somos capaces de hacer, es que


encontramos satisfacción por lo que hacemos, y eso no es otra cosa que la
autorrealización: parte del desarrollo personal. Es importante centrarnos en el
positivismo de lograr lo que nos proponemos.

- ¿Qué es Desarrollo personal?

Es el proceso donde se optimizan o fortalecen las destrezas y habilidades que


permitan mejorar las relaciones interpersonales y la toma de decisiones de
cada individuo.

Nosotros tenemos la necesidad de mejorar, es decir de desarrollarnos


personalmente, por eso todo ser humano busca tener un propósito en el
mundo: ser buenos en los diferentes aspectos de la vida, tener relaciones sanas
con otras personas, aprender a resolver sus problemas, vivir con dignidad y
plenamente, entre otros.

- ¿Qué es necesario para desarrollarnos personalmente?

Para que las personas logremos iniciar el proceso de desarrollo personal es


necesario que tengamos cinco elementos básicos:

- Reconociendo al otro.

Nosotros lograremos reconocer a otra persona, es decir, valoraremos a nuestro


prójimo si primero aprendemos a valorarnos a nosotros mismos; solo en la
medida que nos reconocemos como personas sujetas de derechos, con
potencialidades y limitaciones, con pleno reconocimiento de nuestras
capacidades y debilidades, entonces podremos con satisfacción valorar a
otras personas (familia, amigos, compañeros de estudios, socios, entre otros).

Que podamos valorar y reconocer a la otra persona como igual, no significa


que la toleremos, sino que la comprendamos y la aceptemos por ser una
persona con iguales derechos que nosotros pero con diferentes características
y diferentes formas de pensar y actuar.

Todos nosotros debemos ser capaces de valorar a los demás y aceptar sus
formas de ser: diferentes o parecidas a la nuestra. La persona que se sienta
reconocida se sentirá más comprometida con lo que realiza, sin embargo a
veces reconocer y valorar al prójimo nos cuesta mucho, en ocasiones NO
somos INCLUSIVOS, muy por el contrario cuando nos encontramos con
personas que piensan diferente o que son diferentes a nosotros (vestimenta,
color de piel, idioma, lugar de procedencia, religión o preferencias sexuales)
las excluimos, sin darle oportunidad a conocerlo para construir un colectivo
culturalmente diverso.
- La diversidad cultural vs. el reconocimiento.

Todo líder democrático busca construir con otras personas sin importar que
tengan diferentes ideas y formas de pensar, aceptan y concertan nuevos
modos de actuar y para ello es necesario tener una mente abierta a opiniones
diferentes, a diversas maneras de actuar, aceptando la heterogeneidad y la
diversidad cultural (realidades diferentes con personas que poseen costumbres
y hábitos diferentes). El reto está en ser tolerante y buscar lo común, sin
renunciar necesariamente a lo propio, esto se logra reconociendo y valorando
la opinión y aporte de la otra persona, es decir llegando a concertar para
hallar un acuerdo y/o propuesta común.
CONCLUSIONES

Calidad humana es el significado de querer hacer las cosas bien, de superarse


como persona, imponiéndose nuevos retos en la vida y conquistarlos de forma
sana, romper esquemas y reinventarse.

Cuando realizamos alguna actividad que nos gusta obtenemos mejores


resultados; pero la verdadera realidad surgirá de aprender a querer y a
apreciar aquello que tenemos que realizar. La calidad es una mezcla de
iniciativa, creatividad, motivación, valor, decisión, ética, aprendizaje,
inteligencia y pasión.es una excelente inversión, y una actitud ante la vida que
nos hará añadir valor a los productos, procesos o servicios, tanto más a nuestra
propia vida, a ese espacio personal desde el cual contribuimos al mundo.

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