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Este modelo de estado nacido de ideas del iluminismo y racionalismo es la base para
organizar una sociedad en base a reglas fijas y claras. Esta constitución muestra muy
firmemente la idea del contrato social en donde los ciudadanos cedemos parte de
nuestras libertades para vivir en una sana convivencia, respetando las disposiciones dadas
en ella y en la ley; y como tal la abstención de realizar conductas prohibidas en ella. Hay
una supremacía de la ley que le da mayor intervención al estado y poca participación al
pueblo.
Este modelo de estado es la expresión política de una sociedad cansada de los abusos del
poder y que concibe libres e iguales a todos los miembros que conforman el estado. La
constitución de 1991 es garantista de los derechos fundamentales y sujeta a las
autoridades públicas al cumplimiento de los principios y por consiguiente asegura la
participación del pueblo no solo a través de la democracia, también con la participación
del pueblo en el cumplimiento de los fines del estado, esto se da gracias a la disminución
de intervención del estado en la propiedad privada y aumento de políticas que aseguren el
desarrollo económico, social del país.
Para el grupo la diferencia más importante entre estos modelos de estado es la limitación
del poder, que como hemos analizado en el estado absolutista proviene del soberano,
quien tenía el control completo de los súbditos a diferencia del estado de derecho, en el
cual el poder público se divide en tres ramas (legislativo, ejecutivo y judicial) los cuales
forman un sistema de pesos y contrapesos para que no existan abusos.
La diferencia radical entre estos modelos es la intervención del estado ya que en el estado
de derecho la intervención del estado está sujeta a lo dispuesto en las normas y no
permite mayores libertades a sus miembros sino un respeto absoluto al derecho; a
diferencia del estado social y democrático de derecho en el cual el pueblo no solo respeta
las normas sino que también participa en el cumplimiento de los fines del estado y este
por su parte no interviene en el ejercicios de sus libertades mientras estén encaminadas al
beneficio individual y colectivo.