Está en la página 1de 203
UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS. Universidad del Peri, DECANA DE AMERICA. FACULTAD DE EDUCACION Programa de Licenciatura para Profesores sin Titulo Pedagdgico en Lengua Extranjera _ Literatura Hispanoamericana B Jorge Valenzuela Garcés FACULTAD DE EDUCACION DECANO Dr. Carlos Barriga Hemandez DIRECTORAACADEMICA Dra. Elsa Barrientos Jiménez DIRECTOR ADMINISTRATIVO. Prof. Enrique Pérez Zevallos PROGRAMA DE LICENCIATURA PARA PROFESORES SIN TITULO PEDAGOGICO EN LENGUA EXTRANJERA. DIRECTORA Mg. Maria Emperatriz Escalante Lopez COMITE DIRECTIVO Dra. Edith Reyes de Rojas Lic. Walter Gutiérrez Gutirez Literatura Hispanoamericana I! Jorge Valenzuela Garcés Serie: Textos para ef Programa de Livenciatura para Profesores sin Titulo Pedagdgico en Lengua Extranjera Primera edicién Lima, julio de 2009 © Programa de Licenciatura para Profesores sin Titulo Pedagogico en Lengua Extranjera Facutad de Educacion, Universidad Nacional Mayor de San Marcos ‘Av. German Amézaga sin, Lima 1, Ciudad Universitaria UNMSM - Pabelon Administratvo de la Facultad de Educacién - 2° piso, ofcina 203 Teléfono: 619-7000 anexos 3021, 3022 / E-mail: prog_idiomas_edu@unmsm.edu.pe Website: waw.unmsm edu peleducacionlicanciaturafindex him Disefo, diagramacion e impresion: Centro de Produccién Euitorial e Imprenta de la UNMISM Hecho el Depésito Legal en la Biblioteca Nacional de! Pert N° 2009-08-387 ISBN N° 978-612-45040-1-3 Este libro es propiedad del Programa de Licenciatura para Profesores sin Titulo Pedagigico en Lengua Extranjera de la Facultad de Educaciin de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ninguna parte de este libro puede ser repro- ducida o utlizada por cualquier medio, sea ésteelectrénico, mecénica o cualquier ctro medio inventado, sin permiso por escito del Programa, INDICE INTRODUCCION PRIMERA UNIDAD: EL REALISMO Introduccion 1. Laestética realista 2. Elrealismo naturalista 3. La novela del realismo hispanoamericano 3.1. La novela del realismo costumbrista hispanoamericano 3.2. La novela del realismo naturalista hispanoamericano 4. Elensayo latinoamericano del siglo XIX 4.1. José Marti 4.2. Manuel Gonzalez Prada ACTIVIDADES SEGUNDA UNIDAD: EL MODERNISMO Y EL REGIONALISMO. Introduccién 1. La sensibilidad modemista 2. La poesia modernista hispanoamericana 2.1. Rubén Dario 2.2. José Asunci6n Silva 3. Lanovela y el cuento modemista hispanoamericanos 3.1. Leopoldo Lugones 3.2. Clemente Palma 3.3. Abraham Valdelomar 4. Lanovela regionalista 4.1. Mariano Azuela y la novela de la revolucién mexicana 4.2. Ricardo Guiraldes y la novela del gaucho 4.3. Romulo Gallegos y el proyecto de la naci6n latinoamericana 14 15 W7 18 20 24 23 29 36 39 4 42 44 46 48 53. 55 63 64 65 66 Programa de Licenciatura para Profesores sin Titulo Pedagégico en Lengua Extranjera 5. Cuentistas del regionalismo 5.1. Horacio Quiroga 6. La narrativa indigenista 6.1. Jorge Icaza y la novela del indio 7. El ensayo latinoamericano del siglo XX 7.1. José Carlos Mariategui ACTIVIDADES TERCERA UNIDAD: VANGUARDIA POETICA Y NUEVA NARRATIVA HISPANOAMERICANA Introduccion 1. La experiencia poética vanguardista 2. La vanguardia hispanoamericana 2.1. El estridentismo 2.2. El creacionismo 2.3. El ultraismo 2.4. César Vallejo 2.5. Pablo Neruda 2.6. Octavio Paz 3. La nueva narrativa hispanoamericana 3.1. La estética de la Nueva Narrativa Hispanoamericana 3.2. Nueva narrativa y vanguardia 3.3. Narrativa fantastica hispanoamericana 3.3.1, Jorge Luis Borges 3.4. Alejo Carpentier 3.4.1, Lo real maravilloso 3.5. Miguel Angel Asturias 3.6. José Maria Arguedas 3.7. Emesto Sabato 3.8. Juan Rulfo 68 68. 74 75 80 80 82 102 102 104 107 109 113 115 124 126 129 132 Literatura Hispanoamericana B 4, Elneorrealismo hispanoamericano 4.1. El neorrealismo 4.2. Julio Ramon Ribeyro 5. Poesia postvanguardista hispanoamericana 5.1. Gonzalo Rojas 5.2. Mario Benedetti 5.3, Ernesto Cardenal 5.4. Carlos German Belli ACTIVIDADES CUARTA UNIDAD: “EL BOOM” Y EL POSTBOOM DE LA NARRATIVA HISPANOAMERICANA. . Introduccion 2. ¢Qué es el boom de la novela hispanoamericana? 2.1. Estética de la narrativa del “boom” 2.2. El proyecto de la “novela total” 3. Principales novelistas del “boom” de la narrativa hispanomaricana 3.1. Julio Cortazar 3.2. Gabriel Garcia Marquez 3.2.1. El realismo magico 3.3. Carlos Fuentes 3.4. Mario Vargas Llosa 4. Elpostboom de la narrativa hispanoamericana 4.1. La estética de la novela posterior al “boom” 4.2. Principales representantes de la narrativa del postboom 4.2.1. Alfredo Bryce Echenique ACTIVIDADES BIBLIOGRAFIA 139 139 140 148 148 150 151 153 154 156 157 158 160 163 163 167 169 174 182 187 187 199 201 205 206 Introduccién Este es, ante todo, un manual de literatura. Su formato, su estructura y el manejo de las fuentes empleadas para su elaboracidn, lo convierten en un libro cuyo propdsito es sistematizar informacion y destacar los aspectos mas relevantes de un proceso literario bastante complejo. Es un manual, también, porque contiene de manera abreviada los conceptos fundamentales de la materia que trata. Identificada su naturaleza, diremos, pues, que este es un manual de literatura hispano- americana cuyo proposito es, en esta segunda parte, cubrir y explicar un conjunto de co- rrientes literarias que va desde el realismo de mediados del siglo XIX, hasta la narrativa del postboom, pasando por las experiencias del modemismo, de la narrativa regionalista, de la vanguardia poética, de la nueva narrativa hispanoamericana y el “boom” de la no- vela de los afios sesenta. La primera unidad aborda al realismo narrativo. En esta corriente resulta relevante la preocupacién por dotar a la novela de los instrumentos 0 mecanismos para un analisis confiable de la realidad. En esta direccién es importante destacar el papel que, para los novelistas, cumple la ciencia en la construccion de un paradigma descriptivo-explicativo 0 en el establecimiento de una ley en virtud de cual se puedan controlar o predecir los hechos humanos. Los realistas tienden a ser deterministas y mecanicos dado que, para ellos, existe una inescapable conexién causal entre los acontecimientos que tienen lugar y los efectos que producen. Su légica es implacable: todos los seres humanos y las ac- ciones ser gobernados por la ley de la causalidad. La segunda unidad se ocupa del Modernismo. La lucha contra el utilitarismo de comien- zos de siglo XX es crucial para comprender a los modemistas, pues entienden y emplean el arte como un medio para cuestionar, desde su vertiente decadentista, los fundamentos de la propia modernidad. Son, también, los que sin renunciar a cierta sensibilidad roman- tica se ocupan de renovar e! lenguaje poético hispanoamericano y de crear uno, acorde con la visi6n universal y cosmopolita que los guiaba. En esta segunda unidad trabajamos, también, a los narradores regionalistas. La necesidad de incidir en aquello que se entiende por lo nacional en la perspectiva de la bisqueda de lo americano (con todo lo problematico que supone esta categoria y Su operatividad literaria), demand de estos escritores una absoluta franqueza que se puede observar en la necesidad de decir la verdad sobre todas las cosas. Ser legitimos, descubrir e! verdadero rostro de lo americano, se convirtid en un mandamiento literario. Los regionalistas despojan el velo de oscuridad e injusticia que yacia sobre el continente, denunciando situaciones insostenibles 0 insoportables relacionadas con la explotacién Capitalista. Pensemos en novelas como Huasipungo de Jorge Icaza. Para ellos, lo Programa de Licenciatura para Profesores sin Titulo Pedagégico en Lengua Extranjera verdaderamente nacional puede ser revelado en el conflicto generado por la dominacion imperialista. Agreguemos que la espacializacion de la anécdota narrada es crucial en la poética regionalista.Alli tenemos a las pampas argentinas, a los llanos venezolanos 0 a la sierra peruana 0 ecuatoriana ejerciendo una influencia notable en el desarrollo de los acontecimientos y en el comportamiento e ideologia de los personajes. La tercera unidad se ocupa de la vanguardia y de la nueva narrativa hispanoamericana. En esta unidad vale la pena destacar las estrechas vinculaciones entre ambas mani- festaciones literarias en tanto nuestra novelistica se renueva s6lo bajo el influjo de la experimentacion vanguardista. La experiencia de los vanguardistas se funda en aquello que resulta del sobrepasamien- to de lo real y trata de alcanzar la realidad absoluta. Por ello no es gratuito el ataque a Zola y a su realismo naturalista, cuyo desgaste y sobreexplotacién habian convertido a los lectores en meros reproductores de una realidad sin profundidad. De modo que habria que entender, en primer término, el sentido de la producci6n de los vanguardis- tas como un rechazo conciente a la estética del realismo naturalista; luego, como una revuelta contra la conciencia burguesa o los modos de percibir burgueses y, por ultimo, como una impostergable necesidad de insertar su obra en el universo ignoto y oscuro del subconsciente. La nueva narrativa se articula a estos principios. La renovaci6n, lo que convierte a nues- tra narrativa en nueva, se produce por el contacto que establece con la vanguardia, con la experiencia que supone una exploracién en campos como el onirico, mitico, maravillo- $0, fantastico y magico desde una perspectiva que privilegia la subjetividad y el analisis de los universos interiores desde los cuales se visibiliza un horizonte mas amplio, mas integral de la experiencia americana. En la nueva narrativa se produce una recuperacion de la historia, pero afectada por el mito que sirve como un mecanismo para otorgarle unidad al pasado hispanoamericano que se busca comprender. La cuarta unidad se ocupa de la narrativa hispanoamericana del "boom y del postboom. Los escritores de! “boom” se apartan de las costumbres literarias del regionalismo, de los indigenismos y de la narrativa criollista. Es decir, renuncian al realismo ingénuo y pro- vinciano, arquetipico y maniqueo de la llamada novela primitiva de los afios veinte. Los escritores del “boom” son cosmopolitas y sus presupuestos estéticos los llevan por los caminos de la expresiOn irrealista empleando las estrategias e instrumentos propios del realismo magico, del llamado real maravilloso americano o del realismo mitico e incluso del surrealismo como Julio Cortazar. Las técnicas narrativas son privilegiadas en este in- tento de revelar ia realidad y se articulan naturalmente al proyecto de la novela total que se postula como la gran utopia narrativa de los afios sesenta. Mencionemos algunas de elas: vasos comunicantes, cajas chinas, ruptura tempo espacial, dialogos telescopicos, multiples puntos de vista, fragmentarismo, etc. El propésito de este uso es romper con las costumbres literarias del viejo realismo para de esa forma llegar a develar nuevos aspectos del sujeto y de! mundo en el que se desenvuelve. 10 Literatura Hispancamericana B Este manual se cierra con la narrativa del postboom. En este momento asistimos a la incorporacion, al discurso de la novela, de conformaciones textuales procedentes del periodismo tales como la cronica, el gran reportaje y el testimonio en un afan por re- novar los transitados caminos del realismo. Es a través de esta incorporacion que se Cuestionan los limites de la realidad ficticia con la intencién de desmitificar el producto literario. Por ello, en esta nueva estética, las relaciones entre realidad y ficcion pasan a problematizarse y a constituirse en materia novelesca. Esta es la razon por la cual los intentos abarcadores y totalizantes de la novela del “boom” son reemplazados por una Poética que cuestiona la pertinencia del género y hasta su legitimidad para “conocer” la realidad 0 para propiciar una revelacion trascendental. Lejos ya de la confianza en el poder transformador (léase revolucionario) de la novela, ésta se convierte, por una parte, Nn un objeto exploratorio, en un medio para responder a preguntas de indole personal y, por otra, en un arma de lucha contra el poder instituido. Para concluir, diremos que esta segunda parte del Manual de Literatura Hispanoame- ricana confirma el consenso sobre el canon que hoy prima sobre los principales movi- mientos y representantes de nuestra literatura. Las autoridades y las fuentes citadas asi lo confirman. an aaa bas eT fy El Realismo Objetivos . Identificar las caracteristicas del realismo narrativo. 2. Establecer diferencias entre el realismo de la Escuela de Medan y el realismo naturalista. . Diferenciar entre el realismo costumbrista y el realismo naturalista his- panoamericano, . Valorar los aportes del ensayo hispanoamericano del siglo XIX a la reflexion sobre Hispanoamérica. Programa de Licenciatura para Profesores sin Titulo Pedagogico en Lengua Extranjera INTRODUCCION El realismo surge en Europa en la década de los treinta y cuarenta del siglo XIX con la obra de escritores como Balzac y Stendhal y su aparicion compite con la estela del romanticismo cuyo poderoso influjo aun se siente en la obra de muchos autores. Recién en 1857, con la publicacion de Madame Bovary de Flaubert, puede hablarse de la liqui- dacién del romanticismo y de la instalacién de la escuela francesa o Escuela de Medan, en el centro de la escena literaria del momento. Este primer realismo observa, describe y analiza al hombre desde un punto de vista sociolégico. Como decia Balzac: el escritor consigue describir la importancia social y hu- mana de la lucha por la existencia y ponerla de relieve con medios artisticos . A diferencia de la perspectiva romantica, cuyo aporte fue otorgarle al ser humano una dimension historica (esa profundidad que lo instala de lleno en el mito y en el pasado), el realismo hunde sus raices en el presente, en el horizonte social, en los hechos, en las situaciones mediante las cuales se ponen en juego, esencialmente, intereses econdmicos. Con la presencia dominante de la burguesia, formada por grandes empresarios (sobre todo comerciantes) y terratenientes, esta clase social se instala de lleno en el poder y adopta un comportamiento conservador y hasta cierto punto mediocre, de manera que los principales personajes del realismo son apenas capaces de pequefias heroicidades. Por ello la vida representada en las novelas es oscura, resignada, baja, movida por inte- reses subalternos y poblada de antihéroes. En el realismo es importante que los personajes sean definidos socialmente. Esta ma- nera de definirlos es clave pues el hecho de remarcar en ellos su procedencia social, su oficio o ocupacion y su estirpe familiar sera determinante para los efectos de la com- prension general del texto y para fomentar lo que los realistas consideraban central en ‘su poética: la verosimilitud. E! realismo construye un punto de vista desde el cual los narradores persiguen un obje- tivo claro: dar cuenta de una clase (la burguesia) cuyo ascenso convirtid a los seres hu- manos en dispositivos, en instrumentos de la industrializaci6n, en victimas de su propia ambicion y codicia. Por ello el narrador realista tiende a ser pesimista, a ser un sujeto que observa la realidad con resignacion y con temor, pero que siente la obligacion de dar cuenta de ese mundo utilizando los instrumentos que la ciencia le ha otorgado. EI realismo naturalista como escuela se vincula con el evolucionismo genético, con el analisis cientificista, con el materialismo determinista y con el pesimismo y escepticismo filosdficos. 4, LA ESTETICA REALISTA En las novelas del realismo es posible advertir las siguientes constantes o patrones: 1. Reconstruccién fidedigna de los elementos del entorno con un especial énfasis en la recuperacion de espacios reconocibles por el lector. Los espacios y los personajes 14 Literatura Hispanoamericana B que los habitan tienden a ser familiares pues se fundan en circuitos sociales muy circunscritos y con una problemética muy concreta. Los personajes tienden a ser definidos socialmente. Aproximaci6n causalista a la realidad. E! escritor realista se concentra en las razones © motivaciones de aquello que es analizado y desarrolla una secuencia de aconteci- mientos cuya explicacion se funda, de manera determinista, en aquello que causé u originé el hecho. n 3. Denuneia y critica de aquellos escenarios sociales en cuyo centro se ubica la injusti- cia, el abuso o la explotaci6n. Esta actitud demuestra la creencia de los realistas en que la obra literaria podia contribuir a mejorar o cambiar la situacién social. 4. Acercamiento analitico a la realidad. Esta estrategia tiende a privilegiar un aspecto concreto de la vida de un personaje en desmedro de otro que se oculta o descarta. 5. Respeto aa linealidad cronolégica en la narracion y por ello una fuerte estructuracion logica de los hechos narrados. Esta estrategia incide en el efecto de realidad (los textos son sencillos y muy naturales) que las novelas de esta escuela consiguen. 6. Explotacion de una conciencia objetiva que se vale de la descripcion y de la observa- cion para dar cuenta de la realidad. Este hecho apunta a la invisibilidad del narrador. 7. Investigacion documental de los hechos a partir de los cuales se construye la ficcién y se funda el caracter realista de la misma. 8. Elrealismo no problematiza la condicién arbitraria del signo linglistico y por lo tanto considera que el lenguaje es un instrumento capaz de revelar la realidad. El fealismo, en este sentido, propende a la representacin de la realidad a través de la forma, del lenguaje, del estilo y de la técnica, lo que equivale a decir que el escritor realista cree firmemente en que lo real es aprenhensible mediante sus instrumentos 2. EL REALISMO NATURALISTA En la novela experimental, Zola postula la escritura de una novela a partir de hechos verdaderos, hechos que constituyen la base indestructible de toda obra literaria. En carta a la juventud dice: basta de lirismo, no mas palabras vacias; mas bien hechos, documentos. Para los naturalistas como Zola, los dos factores para la produccién de una obra realista son: la naturaleza en si misma, vista como el escenario en el que posible advertir lo dado, lo positum; y el observador o sujeto que la conoce. Este contacto es esencial yse da mediante el desarrollo,en el escritor, de un temperamento sensible alos estimulos de la naturaleza. Estos dos aspectos son capitales, ademas, si entendemos que los realis- tas postulan un regreso a la naturaleza, al ser humano, al contacto directo con el entorno @ partir del cual es posible construir un retrato fidedigno, exacto de la realidad. Zola 15 Programa de Licenciatura para Profesores sin Titulo Pedagégico en Lengua Extranjera decia que al escribir asi, él se convertia simplemente en un observador que constataba los hechos, Hamon, uno de los mas rigurosos criticos sobre la descripcién evalua las intenciones de Zola de la siguiente forma: desea sobre todo describir, es decir, trasmitir informacion sobre una sociedad (sus decorados sus lugares, sus paisajes, sus objetos). iAh, verlo todo, pintarlo todo! exclama Claude, el pintor de La obra. Para mi el drama es secundario, escribe Zola, en los apuntes preliminares para Nana (Zubiarre 2000:51-52). Los naturalistas postulan un conjunto de principios a partir de los cuales establecen un proceder, una manera de escribir. Champfleury los ordena del siguiente modo: 1. Aceptacion de una realidad unica e incuestionable a partir de la evidencia de lo dado. 2. Dotes de observacion del artista. 3. Acomodo fiel a la verdad. Es decir, el escritor es ante todo sincero, honesto con respecto a lo que observa. Por ello las fantasias extravagantes 0 los excesos del romanticismo con sus incursiones en universos ignotos es rechazada. 4. Expresion clara, perspicua. Renuncia a embellecer innecesariamente la expresion a través de ejercicios de estilo. 5. Tratamiento moral del tema. La aproximacién a la realidad se funda en la necesidad no solo de decir la verdad sino de postular implicitamente la condena de una situa- cion defectiva. 6. Aceptacion del principio de la existencia media, como decia Zola, que lleva a los naturalistas a matar al héroe romantico o a dejar de lado ese tipo de personajes muy intelectuales. Zola dice en Los novelistas naturalistas que quisiera una composicion simple, una len- gua neta, algo asi como una casa de vidrio que dejara ver las ideas de su interior (...), lo documentos humanos dados en su severa desnudez. Zola, como todos los naturalistas, funda su praxis narrativa en un principio clave: el cau- salismo. Esta forma de aproximacion a la realidad entiende que todo cuanto ocurre forma parte, como un eslabon, de una cadena y que es posible mostrar los hechos y explicarlos estableciendo una fuerte relacion entre ellos. Lo que se ha llamado el determinismo causal esta en la base de las descripciones de los naturalistas que no dejan nada al azar y que, como en una descripcion cientifica, establecen un problema y a través de la narrarcion plantean la solucién o explicaci6n. El evolucionismo genético de la época les permite a los naturalistas concebir a la praxis narrativa como una aplicacion del método experimental. Recordemos que este método se afianza en la interpretacion de las leyes de la herencia y de la evolucion de las es- pecies y que, en esos afios, se presenta como el mas prometedor y eficiente método capaz de explicar el comporamiento humano. Naturalistas como Zola encuentran en 16 Literatura Hispanoamericana B este método |a Unica y verdadera via de representacién fiel de la realidad, el instrumento que puede alejarlo de los excesos del romanticismo y de las tristes fantasias del primer realismo. EI naturalismo concibe a la literatura como un medio para llevar adelante lo que en el campo de la filosofia defendian Auguste Comte y Herbert Spencer. En sus teorias se postulaba la idea de que el funcionamiento de la sociedad, concebida como un orga- nismo, podia ser perfeccionado, orientado, mejorado. Por ello se abocan a poner en evidencia, a través de una aproximaci6n experimentalista, las leyes que, seguin ellos, se encontrarian en la base de la conducta humana. Esta necesidad de perfeccionar el comportamiento de los seres humanos conduce a los escritores naturalistas a situar a sus antihéoes en espacios marginales (prostibulos, por ejemplo) o muy pobres. En ellos, pueden observar (ciertamente de manera muy meca- nica) la forma en que los personajes reaccionan a esas condiciones o terminan, como ‘sucede siempre, en el fracaso o la destruccién. Aunque nuestro naturalismo no se articula a una base social como la de la burguesia francesa o inglesa, es interesante observar el propdsito y los cometidos que lo guian. 3. LA NOVELA DEL REALISMO HISPANOAMERICANO (1880-1910) El realismo novelistico surge en nuestro continente hacia 1880 y se desarrolla (siguiendo el canon del primer realismo y del realismo naturalista) hasta la década de los cuarenta del siglo XX, cuando el indigenismo clasico es desmontado por los postulados de la nueva narrativa. En este proceso de sesenta afios, nuestros novelistas se someten a las creencias del realismo (descriptivista y causalista) y se inscriben en los postulados de la reivindicacion social a través de la literatura. Nuestro realismo convive por un largo periodo con el romanticismo y se alimenta del cédigo costumbrista hasta bien entrado el siglo veinte. En efecto, a diferencia de la expe- riencia europea, nuestro realismo sufre la superposicién de las técnicas del romanticis- mo y del realismo de la Escuela de Medan. Por ello podemos observar en novelas como Aves sin nido un fuerte sometimiento a los protocolos del romanticismo que compite con el realismo en la construccion de personajes estereotipados, muy cercanos, incluso, al costumbrismo de la primera época, En nuestra primera novela realista, puede advertirse, sin embargo, a diferencia de la novela del romanticismo, el afan por hacer del horizonte social, un campo propicio para la descripcién de la crisis del sujeto y de su deterioro, sin que por ello pueda entreverse una salida o una explicacion. Esa es nuestra marca realista. Nuestro primer realismo busca ajustarse a las demandas de una sociedad que no es la de la burguesia francesa del XIX y que no tuvo el desarrollo cientifico que propicié esa eclosion estética que fue el naturalismo. No tenemos un proletariado consolidado; 17 Programa de Licenciatura para Profesores sin Titulo Pedagégico en Lengua Extranjera nuestro equivalente es el segmento indio sobre el que se empiezan a formular las primeras interpretaciones, mas bien benignas, paternales y politicas. Técnicamente, nuestro primer realismo no se somete a las demandas de la mirada que ‘observa objetivamente la realidad en el afan de buscar una explicacion cientifica de los acontecimientos o conductas. Nuestro realismo, repetimos, es hibrido, tiene un anclaje costumbrista y romantico que lo limita 0 lo filia a prejuicios de indole cultural (una fuerte mirada etnicista, clasista y excluyente). Por ello no cumple con extender la base social de nuestras naciones. Es decir, su pretendido objetivismo, cuando funciona, no cumple con el programa critico del realismo. Una muestra de este tipo de realismo es el indianismo novelesco. El realismo de comienzos del siglo XX tiene otros componentes. La novela realista he- teda elementos del realismo naturalista francés y del modernismo. Del primero toma el determinismo en la aproximacion a la realidad. Adopta una posicion resignada y sigue el destino de personajes cuya azarosa vida ha concluido en su ruina moral. Recordemos ‘como un ejemplo la famosa novela Santa de Federico Gamboa publicada en 1903, cuyo recorrido narrativo nos conduce, de manera causalista, por los caminos de la destruccion de una prostituta. Del moderismo, la novela recupera el caracter espiritualista, oscuro, y esteticista. Puede sostenerse, incluso, que esta novela nunca se aparta de los principios del romanticismo y que adopta los modos del simbolismo y del parnasianismo. Es decir, se instala de lleno en la prédica de los decadentismos que luego darian nacimiento a las primeras manifestaciones del cuento modemo entre nosotros. Estos dos elementos le otorgan a nuestras primeras novelas un semblante que va des- de la precisa recuperacidn de los datos que conforman el horizonte social de la época, hasta la presencia de clertos lirismos y la presencia de recursos poéticos propios del simbolismo. Este realismo que va desde 1880 hasta 1910 puede descomponerse en dos grandes sec- ciones: el realismo costumbrista y e! realismo naturalista. 3.1. La novela del realismo costumbrista hispanoamericano Las primeras novelas realistas en el continente americano (aqui hablaremos en primer término de las argentinas, siguiendo el esquema de Marina Galvez en su La novela hispanoamericana hasta 1940) tienen una gran influencia de los modos ¢ intereses del costumbrismo (1990:126). Estas novelas se proponen registrar de la manera mas fiel los tipos humanos y las costumbres que desarrolian. La diferencia con el costumbrismo estriba en que se implementa un escenario mas complejo en el que las novelas se articulan sobre la base de un conjunto de cuadros que, unidos, como dice Galvez, permiten, como en la novela La gran aldea del argentino Lucio Vicente Lopez (1848- 1894), establecer una comparacién entre dos niveles cronolgicos en que se desplaza la anécdota. Esta estructura en paralelo o binaria es uno de los primeros rasgos formales 18 Literatura Hispanoamericana B de nuestro realismo costumbrista que, ademas, critica la pardlisis politica de nuestros paises y las notables diferencias que se dieron en la Argentina antes y después de la caida de Rosas, cuando se produjo la gran afluencia de emigrantes europeos a la Argentina (cerca de 700,000) en la década de 1860. ‘Sin embargo para Galvez, el tipo de novela mas importante de esta vertiente del realismo es aquella en la cual tanto el medio en que se desarrolla la accién, como el conflicto psi- colégico de los personajes adquieren un relieve semejante y complementario, al tiempo que se observa el tratamiento distanciado propio de la escuela realista (127). Un autor representativo es Carlos Maria Ocantos (1860-1949) quien como los primeros realistas agrupa los temas de sus novelas en torno a una misma familia, dotandolas asi de la uni- dad que les confiere un ciclo, abarcador de toda una época. Cada uno de los titulos com- parten asimismo una misma distribucién de la anécdota en diez capitulos, y una misma estructura narrativa, tipicamente realista y bastante elemental: caracterizacién de unos personajes, a quienes, desde el presente en que se sitla un determinado problema na- cional e individual, se le va estudiando retrospectivamente, con intencién moralizadora, en busca de las causas por las que se ha accedido a ese presente problematico (127). Roberto Payré (1867-1928)es otro de los escritores realistas costumbristas cuya obra no pasa desapercibida precisamente por la fuerza con la que critica, desde su condicion de periodista politico, males como la currupcién, el compadrazgo, el trafico de influencias. ‘Su obra mas importante es Pago Chico de 1908. Mencionemos, también, a escritores como Manuel Galvez con su memorable novela La maestra normal de 1914. En México la experiencia del realismo costumbrista se ve influenciada por los modelos espafioles del realismo de fin de siglo. Con respecto al escenario social, mencionemos la gran presencia del campo y de la provincia y no de la ciudad como el el caso argentino. En México, las novelas del realismo pueden considerarse como un antecedente de la novelistica de la Revolucién Mexicana. Uno de los mas destacados novelistas es José Lopez-Portillo y Rojas (1850-1923) cuya novela La parcela de 1898, es la que mas se ajusta a los principios realistas de objetividad. Citemos parte del prologo de esta novela en la que el autor vincula a la literatura con el ejercio moralista: “En la pintura exacta de la vida aparecen las fealdades sociales como cristalizadas, cogidas en flagrante delito de deformidad. jY cuantas veces una sola pintura trae como consecuencia su aborreci- miento y su proscripci6n! En La parcela ya aprecen los conflictos por la tierra, en un nivel social como el de los hacendados y se postula una tesis, es decir, se intenta establecer una relacion causalista entre la capacidad de trabajo y el grado de lealtad de los peones con sus patrones (Galvez 1990:133). En las novelas de Rabasa, otro de los novelistas mexicanos importantes, el interés se centra en la corrupci6n, en el poder, en la forma en que el Estado mexicano ha generado ‘su propia descomposicién. Su novela La bola de 1887, es un gran antecedente de la novela de Azuela Los de abajo. En aquella se produce una revuelta popular que busca el beneficio de aquellos que la han generado en beneficio propio. 19 Programa de Licenciatura para Profesores sin Titulo Pedagégico en Lengua Extranjera En el Perii, las muestras del primer realismo se confunden con las ltimas del romanti- cismo. En nuestro caso algunos criticos prefieren situar a una novela como Aves sin nido (1889) de Clarinda Matto de Turner, en el momento llamado de transicién al realismo quiza porque en ella son ain visibles fuertes componentes romanticos como la polaridad étnica entre blancos e indios, el mundo de ensofiacién en el que discurre la vida de las victimas sociales y el sentimentalismo con que se realizan las descripciones y se narran los acontecimientos. Como sea, la novela se constituye en uno de los primeros alegatos en defensa del indio y en una acusacin contra su trilogia explotadora que Gonzalez Prada ya habia denunciado afios antes: el cura, el juez y el gamonal, Sumemos a esto que en la novela es tratado el matrimonio de los sacerdotes, tema que supuso en su momento un escandalo social. La obra de Matto de Tumer se completa con novelas cuya filiacién naturalistas es mas clara. Mencionenos a textos como Indole y Herencia. 3.2. La novela del realismo naturalista hispanoamericano Segiin Marina Galvez, el naturalismo empieza a tener sus primeras manifestaciones en Hispanoamérica en 1881 con la produccién de los argentinos Eugenio Cambaceres (1843-1888) y Antonio Algerich (1862-1924). El escenario social en el que escriben es el de la emigracién de europeos a Buenos Aires. Esta situacion propicia las primeras aplicaciones de la prédica naturalista que tolera, desde la coartada cientificista, la supe- rioridad de razas. El objetivo de los primeros naturalistas del continente es propiciar el rechazo al inmigrante. Mas adelante se escriben novelas que, desde el causalismo naturalista zoliano, analizan los efectos de los problemas generados por una herencia marcada por una tara o las circunstancias que propician una moralidad laxa. Un aspecto importante de nuestro realismo naturalista tiene que ver, como dice Galvez (1990:142), con el hecho de que en él esta ausente el decidido ataque contra la burgue- sia, a la que el naturalismo culpa, por su afan desmedido de riqueza, de los problemas sociales que acarrea el rapido desarrollo industrial. Para el naturalista, esta clase es la culpable de los problemas de los sectores sociales menos privilegiados, mas explotados. En los autores argentinos mencionados, al parecer, el hecho de pertenecer a la clase dominate les impidi6 ver que en su propia clase se encontraba la fuente de la desigual- dad. Por eso culpan a los emigrantes europeos. Esta podria ser una caracteristica de las burguesias hispanoamericanas de fines del XIX: esa falta de autocritica que propicia que el proyecto de la novela naturalista se reduzca a los aspectos mas mecanicistas y formales de la poética. El mexicano Federico Gamboa (1864-1939) es otro de los natualistas mas connotados de la epoca. En su obra mas conocida Santa de 1903, se retnen los elementos del na- turalismo mas acendrado. El personaje, como deciamos lineas arriba, ‘cumple con cons- truir un camino de desdichas. Citemos el argumento para tener un mejor entendimiento 20 Literatura Hispanoamericana B de los propositos y estrategias del naturalismo: la protagonista es una joven campesina que, tras ser deshonrada por un joven alférez que llega a su pueblo, es expulsada de casa por su familia.Llega a la ciudad de México, en donde se hace prostituta. Tras un pe- riodo de éxitos debidos a su belleza (durante el cual vive con un torero y un burgués rico con problemas en su matrimonio) comienza su degradacién, de la que es redimida por un hombre, un misico ciego del burdel, donde trabaja Santa, que se ha enamorado de ella. Sin embargo, mortalmente enferma, Hipdlito, que asi se llama el miisico, no puede hacer mas que cuidarla en su agonia y llevarla de nuevo al pueblo de donde salié para, a su muerte, ser enterrada (145). Es posible observar en este argumento un supuesto esencial en la poética naturalista: nada puede cambiar el destino de los sees humanos y mucho menos frenar sus impul- sos basicos en ciertas condiciones de inmoralidad o corrupcion social. La sociedad, su familia, su fragil constitucién psicolégica contribuyen, sin solucidn de continuidad, a que se produzca la descomposicién de Santa. Mencionemos, finalmente, algunos connotados novelistas naturalistas hispanoameri- canos: el puertorriquefio Manuel Zeno Gandia (1855-1929) con su novela La charca; el uruguayo Carlos Reyles, quien escribié la memorable Raza de Cain; y la peruana Mercedes Cabello de Carbonera (1845-1909) con novelas como Las consecuencias, El conspirador y Blanca Sol, quien postulé, con claridad, el caracter instrumental de la Novela: “Hagamos que la escuela realista sea la expresion de la escuela positiva, cuya formula se adapta admirablemente al ideal del arte, puesto que dice: el amor por princi- pio, el orden por base y el progreso por fin’. 4, EL ENSAYO LATINOAMERICANO DEL SIGLO XIX El ensayo como género literario establece un modo de escritura en el que el sujeto proyecta su subjetividad en torno a un tema. En esa direccién, el ensayo permite que el escritor, en esa relacién que se establece con el objeto de la escritura, construya una identidad mévil y abierta al descubrimiento, una identidad que se ve afectada por la aproximaci6n a ese objeto de estudio. Es inevitable, por lo tanto, que el escritor plasme lo singular de su subjetividad y que en esa aproximacién personal se afecten y cambien ‘Sus valores 0 su punto de vista. El ensayo es el género que fomenta la individualidad y el establecimiento de la autono- mia e independencia de! sujeto a partir de la expresion de una conciencia libre. En ese sentido el ensayo, como ninglin otro género, es, también, un operador de ciertas capa- cidades intelectuales asociadas con el cambio, con lo nuevo y por cierto con la creacion de nuevos escenarios y posibilidades, El ensayo se inscribe en un movimiento de busqueda, de cuestionamiento y de apertura. Su aproximacién al tema, por lo tanto, es abierta y en algiin sentido infinita, libre, inagota- ble. No busca, como en la investigacién cientifica, probar algo de manera irrefutable. Su 21 Programa de Licenciatura para Profesores sin Titulo Pedagégico en Lengua Extranjera campo es el de la argumentacion, el de la persuasion en el que las razones se presentan para convencer, para ganar la adhesion de alguien a una causa 0 posicion. El ensayo puede apelar a fuentes autorizadas, pero normalmente no lo hace porque el punto de vista del escritor filtra toda la informaci6n recibida o relacionada con el tema, es decir, la procesa y la subjetiviza. El ensayista debe trabajar el tema apelando a la veracidad. Puede utilizar cualquiera tono, recurso retorico o estrategia, pero no debe confundir su campo con el de la ficcién. El ensayista debe entender que, después de todo, el producto de su reflexion es una propuesta, un texto que dialoga con los lectores y que ese dialogo esta marcado por la necesidad de construir un campo de expectativas utiles, funcionales, productivas. Por ello no debe olvidarse que el ensayo establece un didlogo con el presente, con la actua- lidad, con aquello que alimenta nuestra problematica en cualquier campo. Formalmente el ensayo emplea un tono confidencial en el que el didlogo con el lector es importante, por lo tanto privilegia la funcién apelativa. Aunque marcado por la subjetivi- dad, el lenguaje debe ser claro y enfatico; no olvidemos que el ensayo busca convencer y que esto sdlo se consigue con ideas o argumentos articulados a una posicion Entre nosotros, el ensayo es la modalidad literaria a través de la cual se exponen y fun- damentan ideas cruciales relacionadas con el destino de nuestras naciones. Si bien es cierto que en el romanticismo el ensayo se confunde con la novela, como en el Facundo de Rod®, durante la hegemonia realista esta confusion dejara paso a un discurso mas acendrado y claro en el que las posiciones adoptadas estaran fuertemente sustentadas en conocimientos de naturaleza politica, econdmica, social y cultural. Los ensayistas hispanoamericanos, en este sentido, son esencialmente hombres de letras y a la vez lideres politicos. Figuras como José Marti o Manuel Gonzalez Prada confirman e! hecho de que la literatura, en su modalidad ensayistica, podia convertirse en un instrumento de cambio, en un movilizador de las conciencias. 22

También podría gustarte