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Pontificia Universidad Javeriana

Cátedra sobre estados de Conciencia


Presentado por: NICOLÁS ULLOA

Fecha: 11 de Marzo 2013

Fericgla, Josep María (2006); Los chamanismos a revisión; Segunda edición;


Kairós, Barcelona

Josep María Fericgla es un antropólogo y terapeuta catalán especializado en la


enteogénesis, estudioso del chamanismo, la función de éste dentro de las culturas y el
misterio de la conciencia. Fericgla ha sabido vincular la función chamánica dentro de las
prácticas occidentales de la terapia sin necesidad de reducirlas a ello. Bajo estas ideas
fundó la SEA Societat d'Etnopsicologia Aplicada i Estudis Cognitius (Sociedad de
Etnopsicología Aplicada y Estudios Cognitivos).

Para introducirse como investigador entre el mundo del chamanismo, hay que entender
que no hay una relación determinada entre objeto de estudio y observador. Por
consiguiente, para que el analista entienda este mundo y lo explique a través de su
investigación de la manera más acertada posible tiene que someterse a los mismos
estados de conciencia que se sumerge el chamán, y que por medio de los cuales
configura su saber.

En primera instancia, si vamos a hablar de chamanismo, -Dice nuestro autor- es


necesario construir un esquema general de éste concepto y delimitarlo. El chamán es un
individuo que maneja las tecnologías ancestrales con el fin de decodificar los mensajes y
las representaciones mentales, y a su vez, comprenderlos como realidades referentes al
mundo concreto. Fericgla describe la facultad principal del chamán de una manera muy
ingeniosa, tal vez muy acertada, él dice que éste se sume en una “conciencia dialógica”,
es decir, entra en diálogo con seres inmateriales, los cuales le ayudan a reconfigurar el
orden cósmico en pro de su gente (Fericgla; 2006).

Esta última idea, enunciada por el autor, es bastante parecida a la analogía que hace el
etnobotánico Terence Mckenna cuando trata de explicar la función del chamán, Mckenna
dice que la cultura es nuestro sistema operativo, y dependiendo de qué tipo de fenómenos
seamos capaces de tolerar y comprender nuestro software tiene una cierta configuración
y capacidad de actualización, por ejemplo el software de un positivista racionalista del
siglo XX no es capaz de aceptar la existencia de espíritus y de fuerzas sobrenaturales, o
el de un católico ortodoxo comprender el divorcio o el amor libre, etc. Sin embargo, -dice
Mckenna- la cultura occidental posee un software ilegítimo, que no soporta muchas
actualizaciones, por otro lado, el chamán hace uso de la versión completa de aquel, y es a
través de la experiencia enteogénica que él puede actualizar su software y entrar en
diálogo con aquellos seres, -que según la experiencia de Mckenna con chamanes- son
sus ancestros (Mckenna; 1993). Estos ancestros, si no me equivoco, son los mismos
seres inmateriales de los que habla Fericgla.
Otro aspecto propio del chamán, -prosigue el autor- y tal vez la razón de desprestigio e
incomprensión ante estos saberes por parte de occidente, es que éste se basa en
aproximaciones no científicas, no racionales y solo es verificable por medio de la
experiencia subjetiva, en otras palabras, el brujo se sumerge en un mundo metafísico que
es imposible de verificar a partir de un hecho o evidencia concreta. No obstante, la
conexión con aquel mundo incorpóreo le da herramientas al chamán para modificar o
explicar la realidad en una dimensión física.

A pesar de la gran sabiduría y el conocimiento que posee el hechicero acerca de las


dimensiones metafísicas de su mundo, éste solo es capaz de curar a aquellos dentro de
su cultura. Puesto que la cultura es una construcción social de la realidad es a través de
ésta que el chamán comprende las enfermedades originadas allí, su capacidad curativa
termina en el mismo punto que su espectro cultural lo hace. De hecho, aquellos
chamanes que pueden curar de enfermedades a los blancos, es porque ellos han vivido
entre colonos, han padecido y por ende conocen el origen de sus enfermedades, pero
aquellas enfermedades originadas desde occidente, en las grandes metrópolis sólo
pueden curarlas los mismos occidentales.

Aunque en los últimos años, occidente esté dirigiendo la mirada hacia los saberes
indígenas y los enteógenos todavía hay dificultades a la hora de explorar dicho campo.
Una de las causas de esto, se ha debido a la imposibilidad de delimitar ciertos conceptos
imprescindibles dentro de la aproximación a estas temáticas, términos como espíritu,
alma, inconsciente colectivo, etc. Entre otras razones, también están los defensores del
chamanismo y las corrientes del new age que no delimitan el uso de aquellos conceptos y
se pierden en un mar de ideas poco estructuradas y endebles.

Finalmente, -añade Fericgla- no hay un chamán que no esté condicionado por sus propias
matrices culturales, y a pesar de la multiplicidad de culturas, saberes, y técnicas que se
abarcan cuando se habla de chamanismo, este es un esquema de lo que este concepto
abarca, en su sentido más macro.

Bibliografía

Fericgla, Josep María (2006); Los chamanismos a revisión; Segunda edición; Kairós,
Barcelona

Mckenna, Terence (1993); El manjar de los dioses; Traducción: Pardo Gella, Fernando;
Paidós, Barcelona

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