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El automóvil es un producto que a lo largo de su fabricación y de su ciclo de vida tiene diversos efectos

negativos sobre el medioambiente: consumo de recursos materiales y de energía; generación de


desechos durante su fabricación y al final de su vida útil, así como la emisión de gases de efecto
invernadero durante su uso. Diversos países han establecido diferentes reglamentaciones con el fin de
disminuir dichos efectos. Por ello, la industria automotriz a fin de cumplir con dichas reglamentaciones,
invierte en investigación y desarrollo, utilizando el análisis del ciclo de vida del producto como
herramienta de su estrategia empresarial para identificar en qué aspectos es más efectiva la
innovación para disminuir la influencia negativa del automóvil sobre el medioambiente. El objetivo de la
investigación que se presenta es estudiar cómo la industria automotriz utiliza el análisis del ciclo de
vida del producto como estrategia empresarial en la concepción de sus nuevos modelos con el fin de
disminuir los efectos negativos de las actividades de fabricación y de uso de éstos sobre el
medioambiente.
Los residuos generados presentan una doble implicación medioambiental:
• Por un lado se trata de elementos, contaminantes o no, que causan daños al medio ambiente y es
preciso gestionar de la manera más adecuada para conseguir el mínimo impacto.
• Por otro lado estos residuos implican un consumo adicional de materiales, equivalente, en la mayor
parte de los casos, al volumen de los residuos generados. Entre los residuos generados en los
Talleres de Reparación y Mantenimiento de Vehículos cabe destacar, por su volumen e importancia,
los siguientes:
Residuos no peligrosos:
a) Residuos metálicos no contaminados. Dentro de este grupo predominan las piezas metálicas
procedentes de la reparación o sustitución de componentes del vehículo.
b) Residuos Sólidos Urbanos comunes considerados como residuos industriales no peligrosos, tales
como: - Vidrio ( procedente de lunas y espejos de los vehículos) - Papel y cartón (cajas de embalajes
de repuestos y similares). - Plásticos (envoltorios de piezas, fundas protectoras, piezas usadas). -
Madera (principalmente pallets) - Residuos domésticos (trapos no contaminados, basura común, etc.).
c) Neumáticos usados y otros residuos de caucho. Se trata de un residuo muy voluminoso que, si bien
no es considerado como peligroso, su periodo de descomposición puede llegar a cientos de años.
d) Materiales mezclados indiferenciados. Se trata de piezas y equipos desechados con mezclas de
materiales diversos. Una gestión eficaz de este tipo de piezas puede realizarse a través de los centros
de gestión y tratamiento de vehículos fuera de uso. e) Lodos y residuos varios. Incluye lodos comunes
no contaminados, residuos de separación, de combustión, etc.
Residuos peligrosos: Entre los residuos de los vehículos considerados peligrosos por su riesgo de
causar daños a la salud humana o al medio ambiente se encuentran:
a) Residuos de pinturas y disolventes.
b) Residuos de aceites, grasas y combustibles.
c) Otros residuos químicos, tales como anticongelantes, líquidos de frenos, de baterías, gases de
equipos de refrigeración.
d) Equipos desechados contaminados. Incluye componentes de frenos, catalizadores, lámparas,
componentes eléctricos y electrónicos, etc.
e) Baterías y acumuladores.
f) Materiales mezclados indiferenciados, que incluye filtros de aceite y combustible, envases, etc.
g) Suelos y lodos contaminados. Incluye lodos y residuos de separación que contienen aceites u otros
contaminantes.
Fragmentación y Recuperación de Materiales
En las instalaciones de fragmentación, los vehículos (normalmente compactados para facilitar su
traslado) son triturados por molinos de martillos hasta un tamaño de entre 20 y 40 cm. A continuación,
unas aspiradoras y unos ventiladores soplantes retiran los materiales menos pesados (estériles) y más
tarde, mediante campos magnéticos se separan los metales férricos que son enviados a fundición para
la elaboración de nuevos materiales. El resto de materiales son sometidos a distintos procesos de
segregación (cribados, corrientes de inducción, mesas densimétricas, sistemas ópticos, etc.) para
obtener por un lado los distintos metales no férricos (aluminio, cobre, etc.), cuyo valor es superior al de
los metales férricos, que son enviados a plantas de fundición y por otro otras fracciones de materiales
no metálicos que se reciclan, se valorizan energéticamente o se envían al vertedero dependiendo de
sus características. Los residuos que pueden ser valorizados energéticamente son aquellos que tienen
en su composición materia orgánica (compuesta por carbono e hidrógeno), que cuando se oxida con el
oxígeno del aire, aporta el calor de combustión. Los residuos combustibles son los neumáticos usados,
serrines, disolventes y similares, aceites y lubricantes usados, residuos de los combustibles, plásticos,
textiles, etc. A raíz de la normativa, las empresas fragmentadoras han acometido un proceso de
modernización que ha dado lugar a la profesionalización de las actividades de reciclado y valoración
de los vehículos al final de su vida útil.
Uso de materiales reciclados para la fabricación y operación de los
automotores

Para algunas marcas de vehículos el tema de la sostenibilidad se ha convertido en un eje fundamental


de sus operaciones. En ese sentido, no solo se estima una importante inversión anual de cerca de 740
millones de dólares en la investigación de materiales resistentes y amigables con el ambiente, sino
que también se han empezado a observar acciones concretas en el tema.
Como ejemplo de lo anterior podemos nombrar a Ford, compañía que actualmente está usando
plásticos elaborados a partir de trigo, lo que le ha permitido reducir su consumo de petróleo en unas 20
mil libras. De otro lado, la empresa reemplazó el tradicional caucho sintético con raíz de diente de león
y guayule, y está usando espumas de base biológica para los asientos de modelos como el Ford
Fusion, que se produce en la planta de Hermosillo, en Sonora (México). Entre otras iniciativas se
encuentra el uso del kenaf, una planta originaria de África y Asia, en el reforzamiento del plástico
moldeado por compresión; series de vehículos como el Mondeo y Escape, cuentan con una mezcla de
50 y 50 -entre kenaf y plástico- en los paneles interiores de las puertas. Así mismo, Ford ha realizado
alianzas con empresas de alimentos y bebidas para el uso de sus desechos orgánicos en la
fabricación de autopartes.
Otra de las compañías que se está esforzando por ser más sustentable, es la reconocida marca
Mitsubishi, que desde hace ocho años elaboró su estrategia “Green Plastics”: un programa en el que
se fabrican asientos y tapetes a partir del empleo de maíz, bambú o caña de azúcar. Además, con la
cooperación del Instituto de Tecnología Industrial de Aichi, en Japón, Mitsubishi desarrolló un material
interior del automóvil a partir de una resina a base de plantas y succinato de polibutileno (PBS),
combinado con fibra de bambú. Estos materiales son utilizados en su mayoría dentro de sus modelos
eléctricos, con lo que la empresa pretende demostrar que este tipo de vehículos generan un menor
impacto al medio ambiente incluso desde su fabricación.
Por último encontramos a Mazda, en cuyo programa "Mazda Biotech Material" se han estudiado los
procesos para el uso de fibras y cortezas de árboles en los exteriores de algunos automóviles como el
Mazda MX-5 que, además, fue el primero en usar productos de fuentes vegetales. Actualmente la
compañía utiliza estos materiales en algunos modelos, principalmente los eléctricos e híbridos, en una
proporción de hasta el 25% del total de sus piezas. Sin embargo, Mazda planea aumentar a 100% el
uso de materiales reciclables en las partes interiores. Para la empresa la fabricación de este material
sin recursos a base de aceite se convertirá en la piedra angular de las biotecnologías futuras
encaminadas a reducir la carga sobre el medio ambiente.
Óscar Albin, presidente de la asociación mexicana Industria Nacional de Autopartes (INA), manifestó
que "las firmas de autopartes y las armadoras trabajan en conjunto para lograr estos desarrollos con el
fin de hacer autos más sustentables y amigables con el medio ambiente; esta es una estrategia de
largo plazo y no depende de las variaciones en los precios del petróleo".
En este momento otras instituciones en México, como el Instituto Politécnico Nacional (IPN), trabajan
en la transformación del maguey en fascias, un intento que de lograrse le permitiría a la IPN ser
proveedor de varias empresas automotrices que operan en ese país.
A la hora de reciclar materias primas vegetales, las raíces de plantas y árboles, la caña, el coco o la
cascarilla de arroz, pueden ser muy útiles, además de generar ahorros a las empresas hasta por 10
millones de dólares en costos de manufactura.
Sostenibilidad en la selección de materiales para la fabricación de autopartes

Los criterios para la selección de materiales empleados en la fabricación de automóviles Ford son
cada vez más estrictos en términos de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente. Con el fin de
suplir a tales exigencias de selección, Ford Motor Company ha identificado, desde la perspectiva
global del ciclo de vida de los materiales, tres estrategias para mejorar la sostenibilidad en la
fabricación de automóviles: la incorporación de materiales reciclados provenientes de la industria o del
consumo masivo, la utilización de materiales renovables (producidos a partir de plantas por ejemplo) y
el empleo de materiales de peso reducido que garantizan una reducción en el consumo de
combustible.
Los esfuerzos de incorporación de materiales reciclables en las diferentes piezas de los automóviles
Ford se han concentrado en las piezas no metálicas. La estrategia global en ese sentido es la
utilización de plástico proveniente del consumo masivo tales como botellas de detergente, llantas y
carcazas de baterías eléctricas.
Entre las autopartes Ford que son fabricadas con materiales reciclados se encuentran deflectores
aerodinámicos, recubiertas de guardabarros, soportes y cubiertas de batería, componentes del
sistema de calefacción y de ventilación y el tejido estructural de las llantas traseras. Tan solo en
Norteamérica se estima que el uso de materiales reciclables representa un ahorro de
aproximadamente 10 millones de dólares y una reducción significativa de los residuos vertidos al
medio ambiente.
Por otra parte, la utilización de materiales de origen vegetal en la fabricación de autopartes es una
práctica que se remonta a los orígenes de Ford Motor Company. De hecho, Henry Ford siempre creyó
en una estrecha relación entre la agricultura y la industria automotriz. Por ejemplo, los primeros
automóviles Ford emplearon aceite de soya en la fabricación de los paneles plásticos de interior de
carrocería así como refuerzos en paja de trigo para la producción de volantes.
Hoy en día, los centros de investigación de Ford en Alemania (Aachen) y Brasil se enfocan en el
desarrollo de nuevas espumas, plásticos y materiales compuestos de origen renovable que
disminuyan la dependencia del petróleo, disminuyan las emisiones de CO2 y mejoren el desempeño
global del automóvil. Paradigma de esta tendencia son las espumas de poliuretano a base de soya
desarrolladas por los investigadores de Ford e incorporadas desde 2002 de forma satisfactoria en
piezas automotrices.
Finalmente, el desarrollo de materiales de punta tales como aceros de alta resistencia, metales ligeros
tales como aluminio y magnesio y compuestos de nueva generación en asociación a diseños
innovadores constituye un objetivo persistente de los centros de investigación de Ford con el fin de
reducir el peso del automóvil, disminuir el consumo de combustible y garantizar al mismo tiempo altos
estándares de seguridad y desempeño.

Ya fabrican asientos para autos con material reciclado


El Ford Fusion es el primer vehículo en la industria automotriz en utilizar asientos producidos con
materiales reciclados, tales como botellas de plástico y residuos post-industriales para hacer 1,3
millones metros de tejidos anuales. Con esa iniciativa, la marca del ovalo se convirtió en la primera del
mercado en trabajar con este tipo de materia prima reciclada.
A nivel mundial, Ford utiliza 41 tipos de tejidos reciclados en 15 líneas de vehículos. Esa política de la
compañía se inscribe en una regla aún mayor: todos los nuevos programas de vehículos
norteamericanos implican el uso de al menos un 25 por ciento de tejidos hechos a base de hilos
reciclados.
Ford utiliza 41 tipos de tejidos reciclados en 15 líneas de vehículos a nivel global, desde el Mustang
hasta el Fiesta, incluso la F-150 y el Taurus. “El tejido utilizado en el Fusion demuestra el compromiso
de Ford hacia la sustentabilidad más allá de cualquier límite geográfico”, dijo Robert Brown,
vicepresidente de Ingeniería en Sustentabilidad, Ambiente y Seguridad. Y agregó: “Cada vez que
podemos conectar nuestros recursos y proveedores con la sustentabilidad, nos dirigimos en la
dirección correcta en nuestro compromiso de mejorar el mundo”.
El lanzamiento mundial del Nuevo Fusion, demuestra que el objetivo es alcanzable y que Ford pone en
práctica una forma eco-consciente de hacer negocios. “El uso de tejidos sustentables se incrementa a
medida que Ford crea nuevos programas de vehículos globales, implementa nuevos estándares en
material sustentable e identifica la calidad de proveedores de hilos reciclados”, estimó Carol Kordich,
Dieñadora en Jefe de Materiales Sustentables.
Con el objetivo de adoptar medidas de producción ecológicas, 2009 Ford resolvió en 2009 que un 25
por ciento de cada asiento del Ford Fusion deba ser fabricado a base de materiales reciclados. Sin
embargo, el reciclado de telas no es la única medida sustentable incorporada por la compañía.
Algunos de los vehículos más avanzados de Ford, Focus Electric, Fusion y el Hybrid SE, poseen
sistemas de propulsión eco-conscientes, además de contener telas 100 por 100 hechas a base
de contenido reciclado.

Tratamiento de desechos tóxicos y no biodegradables automotrices.

RESIDUOS PELIGROSOS TÍPICOS GENERADOS EN UNA AGENCIA


AUTOMOTRIZ:

A continuación se presentan los residuos peligrosos que se generan en una agencia


automotriz, en las diferentes áreas, incluyendo las características físicas, químicas o
biológicas que hacen a un residuo peligroso, de acuerdo al Código de Peligrosidad de los
Residuos (CPR), establecidos en la NOM-052-SEMARNAT-2005.

2.1 AREA DE SERVICIO:


TIPO DE RESIDUO CARACTERÍSTICAS F.Q. B.
Aceite usado TÓXICO (Te)-INFLAMABLE
Filtros de aceites usados TÓXICO (Te)-INFLAMABLE
Filtros de gasolina usados TÓXICO (Te)-INFLAMABLE
Trapos o estopas impregnados de aceite. TÓXICO (Te)-INFLAMABLE
Recipientes vacíos que contuvieron aceite, TÓXICO (Te)
anticongelante, líquido de frenos, aerosoles
Residuos de anticongelante y líquido de frenos. TÓXICO (Te)
Desengrasante contaminado utilizado para el lavado INFLAMABLE
de piezas.
Baterías usadas CORROSIVO
Convertidores catalíticos gastados o agotados. TÓXICO (Te)
Lodos provenientes de la limpieza de drenajes TÓXICO (Te)
aceitosos, trincheras o trampas de separación de
aceites.
2.1 HOJALATERÍA Y PINTURA:

TIPO DE RESIDUO CARACTERÍSTICAS F.Q. B.


Botes vacíos que contuvieron pintura base solvente o TÓXICO (Te)-INFLAMABLE
solventes (thinner)
Trapos, estopas o papel impregnadas con solvente o TÓXICO (Te)-INFLAMABLE
pintura base cromo o plomo.
Filtros usados de cabinas de pintura y cabinas de TÓXICO (Te)-INFLAMABLE
preparación.
Solventes sucios provenientes del lavado de pistolas TÓXICO (Te)-INFLAMABLE
neumáticas de aplicación de pintura.

2.2 MANTENIMIENTO DE LAS INSTALACIONES:

TIPO DE RESIDUO CARACTERÍSTICAS F.Q. B.


Botes vacíos que contuvieron pintura base solvente o TÓXICO (Te)-INFLAMABLE
solventes durante operaciones de aplicación de
pintura en instalaciones, pisos y estructuras.
Trapos o estopas impregnadas con solvente. TÓXICO (Te)-INFLAMABLE
Lámparas fluorescentes fundidas no ecológicas TÓXICO (Te)
Balastros usados TÓXICO (Te)

En la Tabla N° 1 se presenta el formato para llevar a cabo el inventario de los residuos


peligrosos generados en la agencia automotriz.

A continuación se presenta de manera esquemática los puntos de generación de residuos


peligrosos dentro de una agencia automotriz:

3 POLÍTICAS A SEGUIR PARA MINIMIZAR LA GENERACIÓN DE


RESIDUOS PELIGROSOS:
Siendo uno de los propósitos del plan de manejo, minimizar la generación de residuos
peligrosos, las políticas que a continuación se citan deberán ser implementadas, con lo
cual se reducirá sensiblemente el volumen de dichos residuos, con el consecuente ahorro
económico.

3.1 ADQUISICIÓN DE REFACCIONES E INSUMOS:

Toda sustancia peligrosa que se adquiera, como son: aceites lubricantes, aceites de
transmisión, líquido de frenos, anticongelantes, líquidos comprimidos para limpieza de
balatas e inyectores, desengrasantes, solventes, deberá contar con la hoja de datos de
seguridad, en idioma español y acorde a la norma oficial mexicana NOM-018-STPS-2000.

Se deberá procurar, en la medida de lo posible y en el caso concreto de los


anticongelantes, adquirir productos de menor toxicidad, eliminando los que sean a base
de etilenglicol o glicol de etileno por anticongelantes a base de glicol de propileno, que se
consideran menos tóxicos, pudiendo inclusive llegar a etiquetarse como «anticongelante
no tóxico», el cual se considera seguro por la Administración de alimentos y drogas (Food
and Drug Administration) de los Estados Unidos de América.

En el caso de aceites lubricantes y aceites de transmisión, adquirir productos a granel, en


tambos de 200 litros de capacidad, evitando el uso de recipientes de plástico. Solo
manejar recipientes de uno o cinco litros de aceite lubricante y de transmisión para venta
al público.

3.2 SUMINISTRO DE REFACCIONES E INSUMOS AL TALLER MECÁNICO.

Toda refacción y material que requiera el personal del taller mecánico automotriz, deberá
ser suministrada por el encargado del Almacén de refacciones.

La refacción o refacciones que requiera el taller mecánico (filtros de aceite, filtros de


gasolina, bujías, balatas, partes automotrices, etc), deberá entregarse sin ninguna
envoltura o empaque, en presencia del mecánico. Las envolturas y empaques de las
refacciones deberán quedarse dentro del almacén de refacciones, de una manera
ordenada, separando por tipo de material (cartón, plástico, otros). Las cajas de cartón
deberán des ensamblarse para ocupar menos volumen.

El aceite lubricante o de transmisión que el mecánico requiera para llevar a cabo los
cambios de aceite, se entregará a granel, en recipientes que indiquen el volumen
específico a emplear, por tipo de vehículo, procurando que los recipientes tengan tapa,
para evitar derrames en el trayecto. Todos estos recipientes estarán bajo el resguardo del
mecánico y deberán mantenerse limpios.

Los únicos materiales que se le suministrarán al mecánico en sus correspondientes


envases, son los siguientes:
- Anticongelantes.
- Líquidos de frenos.
- Aerosoles para limpieza del sistema de frenos e inyectores.
- Productos desengrasantes.

En el caso de textiles, para las operaciones de limpieza, se deberán emplear franelas o


trapo, preferentemente evitando el uso de estopa, ya que por experiencia se tiene un
mayor desperdicio con este material y se desprende pelusa. La cantidad que deba ser
suministrada a cada mecánico deberá racionarse, en función de las necesidades de
trabajo, a fin de evitar excesos, que más tarde se convertirán en residuos peligrosos.

3.3 OPERACIONES DENTRO DEL TALLER MECÁNICO.

Toda actividad que se realice dentro del taller mecánico, deberá generar el mínimo de
residuos peligrosos, para lo cual se deberán tomar las siguientes precauciones:

3.3.1 Fugas.

En todo vehículo que presente fugas de aceite o anticongelante, que ingrese al taller, se
deberá colocar una charola para captación de derrames, mientras se realiza la revisión
mecánica. Se debe evitar utilizar cartones y emplear aserrín en las operaciones de
limpieza de aceite, ya que ello generará un mayor volumen de residuos peligrosos.
El producto del derrame deberá vaciarse en el contenedor que corresponda.
Esto también aplica para autos siniestrados que han sufrido daños en el motor y que
puedan presentar fugas. Sobre este particular se debe tener especial cuidado cuando
estos autos accidentados se depositan en suelo natural, ya que toda fuga de aceite o
anticongelante que se tenga contaminará el suelo y habrá la necesidad de remover la
tierra contaminada con el correspondiente incremento en el volumen de residuos. Si la
afectación a suelo natural es mayor a un metro cúbico, habrá la necesidad de llevar a
cabo una remediación del sitio.

3.3.2 Cambios de aceite y filtro.

Durante los cambios de aceite del motor, se deberá evitar que el aceite usado caiga al
piso, utilizando preferentemente los dispositivos que permiten captar el aceite
directamente del cárter. Figura 1.
El filtro usado deberá escurrirse y colocarse en el recipiente específico para este residuo
peligroso.

3.3.3 Afinaciones de motor.

Dentro de las afinaciones de motor es común sustituir las siguientes partes automotrices:
Filtros de aire
Filtros de gasolina
Bujías.
La única refacción que se considera un residuo peligroso, es el filtro de gasolina usado,
por la presencia del inflamable. En el caso de los filtros de aire, estos solo serían
considerados peligrosos si tuviesen residuos de aceite; sin embargo, los filtros de aire en
donde se observe solo la presencia de residuos de polvo, no son considerados peligrosos,
por lo que se debe evitar contaminarlos.
Las bujías usadas pueden estar contaminadas ya sea con aceite o gasolina, en el
momento de removerlas del motor. Por tal motivo, dichas bujías deben limpiarse con
franela o trapo y manejarse como residuo no peligroso. El trapo o franela empleada se
manejará como residuo peligroso una vez alcance el volumen de impregnación del
residuo.

3.3.4 Otras reparaciones mecánicas.

Las reparaciones mecánicas que pueden dar origen a generar residuos peligrosos, son
las que requieren de llevar a cabo los siguientes reemplazos:

Cambio de acumulador.
Cambio de aceite de transmisión.
Cambio de líquido de frenos.
Cambio de anticongelantes

Las balatas no se consideran residuos peligrosos, aunque estas contengan asbesto. El


único caso en que alguna balata puede ser considerada peligrosa es cuando haya alguna
ruptura en la pasta que pudiese ocasionar desprendimiento de polvo o fibras de asbesto
con la simple presión de la mano. El asbesto en ese estado físico se considera tóxico y
cancerígeno, al inhalarse durante exposiciones prolongadas.

Los recipientes vacíos de aerosoles empleados para limpieza del sistema de frenos e
inyectores son residuos peligrosos. Igualmente, los recipientes vacíos que contuvieron
líquido de frenos y anticongelantes. Si el aceite de transmisión no se recibe a granel, los
recipientes vacíos son también residuos peligrosos.

Toda la tornillería y demás partes metálicas que hayan tenido que ser reemplazadas por
refacciones nuevas, deben limpiarse, en el caso de que se hayan contaminado con
aceites o grasas, para no manejarlas como residuos peligrosos. Los trapos empleados se
manejarán como residuos peligrosos, tal y como se explicó en el caso de las bujías.

3.3.5 Lavado de partes metálicas.

Para el lavado de las partes metálicas que se impregnan con grasa o aceite, es
conveniente emplear los sistemas en donde se mantiene en recirculación la solución
desengrasante. Esto permite reducir la cantidad de residuos peligrosos, ya que solo se
repone la solución que ha alcanzado su grado de saturación.
Se debe evitar limpiar partes metálicas contaminadas empleando agua corriente y
detergentes, ya que esto da origen a un problema de contaminación de agua.

3.3.6 Lavado de carrocería, chasis y motor.

Durante este tipo de operaciones se generan lodos y residuos de grasas y aceites que se
descargan a las redes de drenaje originando un problema de contaminación. Esto se ha
venido resolviendo mediante el uso de trampas para sólidos, grasas y aceites, empleando
fundamentalmente tratamientos físicos de separación, que se basan en las diferentes
densidades de los diferentes componentes.
Estos sistemas generan residuos peligrosos conformados fundamentalmente por lodos
con grasas y aceites, normalmente con un alto contenido de agua, que deben enviarse a
disposición final.
Para este caso en particular, se debe reducir el volumen de los residuos peligrosos,
pudiéndose utilizar las siguientes prácticas:

Diseñar trampas donde se pueda separar de manera más eficiente los residuos sólidos de
las grasas y aceites.
Extraer las grasas y aceites que quedan en la superficie de la trampa, empleado técnicas
ya sean manuales o mecánicas. La técnica mecánica que se recomienda es empleando el
equipo “oil mop” que permite extraer exclusivamente las grasas y aceites del agua,
reduciendo sensiblemente el volumen de residuos. Figura 2.
Establecer programas de mantenimiento de limpieza y desasolve de trampas, para
permitir que estas operen con la eficiencia deseada.
Evitar el ingreso de agua de lluvia u otros efluentes a la trampa de grasa.
Implementar un programa de análisis de la descarga residual a la red de drenaje, una vez
separadas la grasas y aceites, para vigilar el cumplimiento de los límites permisibles
aplicables.

3.3.7 Recipientes para residuos peligrosos dentro del taller mecánico.

Tomando en consideración las políticas establecidas en los numerales anteriores, los


únicos residuos peligrosos que se manejarían dentro del taller mecánico, son los
siguientes:

3.3.7.1 Residuos líquidos:


Aceite usado.
Anticongelante gastado.
Líquido de frenos gastado.
Residuos de trampas de grasas y aceites.

3.3.7.2 Residuos sólidos


Filtros usados de aceite y gasolina.
Trapos o franelas impregnados de aceite.
Baterías usadas.
Filtros usados de aire (siempre y cuando estén impregnados de aceite).
Recipientes vacíos que contuvieron anticongelante y líquido de frenos.
Recipientes vacíos de aerosoles empleados como limpiadores del sistema de frenos e
inyectores.
Convertidores catalíticos agotados.

3.3.8 Manejo de residuos peligrosos dentro del taller mecánico.

A fin de no entorpecer la labor del taller mecánico, el personal debe contar con recipientes
“en el sitio” para depositar los residuos peligrosos que genere en sus actividades diarias.
Se debe contar con recipientes, claramente identificados, para los siguientes residuos:

Filtros usados de aceite.


Trapos, franelas y filtros de aire impregnados de aceite.
Envases de plástico vacíos que contuvieron alguna sustancia peligrosa
(anticongelante, líquido de frenos, aceite de transmisión).
Filtros de gasolina y envases metálicos vacíos que contuvieron alguna
sustancia peligrosa (aerosoles, líquido de frenos. En este contenedor se
depositarían los convertidores catalíticos agotados.

En el caso de las baterías usadas, se deberá contar con una tarima de


material plástico, para que resista la corrosión ácida.
El aceite usado y los lodos de la trampa de grasas y aceites, deberán
enviarse directamente al almacén temporal. Más adelante se detalla la
operación.

La identificación de cada recipiente deberá realizarse empleando el formato de


etiqueta
F-I-RPE, que se anexa.

El área donde se ubiquen los recipientes deberá estar delimitada con


franjas de color amarillo de 10 cm de ancho, colocando en la parte
superior de cada uno de ellos el nombre del residuo que corresponda,
para que estos siempre se ubiquen en el lugar asignado. Figura 3.
Se recomienda emplear recipientes de material plástico, que tengan asas
y tapa para facilitar su manejo. El volumen dependerá de la cantidad de
residuos peligrosos que se generen. Se recomienda que los residuos que
se generen durante el día se envíen al almacén temporal, para evitar la
sobre acumulación de residuos en el taller mecánico.

3.3.9 Manejo de residuos no peligrosos dentro del taller mecánico.

El taller mecánico deberá disponer también “en el sitio”, de recipientes


claramente identificados para los siguientes residuos no peligrosos:

Filtros de aire usados que no estén


impregnados con aceites. Balatas usadas
Bujías usadas, tortillería y partes metálicas libres de grasa y aceite

Estos recipientes deberán estar también en áreas delimitadas,


identificándolas con franjas de color verde, de 10 cm de ancho, separadas
del área asignada para los residuos peligrosos, con el objeto de evitar la
confusión. Al igual que en el caso de los residuos peligrosos, se deberán
identificar las áreas de cada contenedor con el nombre del mismo, para
que siempre se encuentren ubicados en el lugar asignado. La
identificación del recipiente debe ser clara utilizando el nombre común del
residuo.

No deberá haber en el interior del taller mecánico recipientes para


residuos de tipo doméstico.

Se recomienda emplear recipientes de material plástico, que tengan asas


y tapa para facilitar su manejo. El volumen dependerá de la cantidad de
residuos no peligrosos que se generen. Se recomienda que los residuos
que se generen durante el día se envíen al área destinada para acopio de
residuos no peligrosos, para evitar la sobre acumulación de residuos en el
taller mecánico.

3.4 DENTRO DEL ÁREA DE HOJALATERÍA Y PINTURA.

Estas recomendaciones aplican para aquellas agencias automotrices que


realizan operaciones de aplicación de pintura,

Esta área se considera un área crítica desde el punto de vista de


generación de residuos peligrosos, debido a la peculiaridad de las
sustancias químicas que se utilizan, como son solventes y pinturas base
solvente, altamente inflamables.

3.4.1 Residuos peligrosos generados.

Los residuos peligrosos que se generan

son los siguientes: Trapos impregnados

con solvente y pintura.


Material para proteger las partes del vehículo que no deban ser pintadas
(papel periódico o algún otro material empleado para los mismos fines),
que muestren señas evidentes de impregnación de pintura y solvente.
Envases vacíos que contuvieron solventes y pintura base solvente.
Material filtrante empleado en cabinas de pintura y áreas de preparación,
como un medio para controlar las emisiones de contaminantes a la
atmósfera, en donde se colectan partículas de pintura base solvente y
principalmente cuando se utiliza pintura a base de pigmentos de cromo y
plomo.

3.4.2 Manejo de residuos peligrosos.

Al igual que en el caso del taller mecánico, el personal encargado de la


aplicación de pintura, debe contar “en el sitio”, con recipientes
debidamente identificados, para depositar en ellos los residuos peligrosos
que se generen.

Se debe contar con dos recipientes, uno para sólidos impregnados con
pintura y solvente, y otro para envases vacíos que contuvieron pintura o
solventes.
El área donde se ubiquen los recipientes, debe estar delimitada con
franjas de color amarillo de 10 cm de ancho señalizando el lugar para
cada uno de ellos, a fin de que siempre se ubiquen en el lugar asignado.

También se deberá contar con recipientes provistos de asas y tapa para


facilitar el manejo de los residuos. Se recomienda que los residuos que se
generen durante el día se envíen al área destinada para acopio de
residuos no peligrosos, para evitar la sobre acumulación de residuos en el
área de hojalatería y pintura.
3.4.3 Manejo de residuos no peligrosos.

Los materiales empleados para proteger las áreas que no deben pintarse,
podrán manejarse como residuos no peligrosos, siempre y cuando no
hayan sido impregnados ostensiblemente con pintura y solventes. Para
este tipo de residuos deberá de contarse con un recipiente específico
debidamente identificado, separado de los residuos peligrosos. La
minimización de los residuos estará en función del cuidado que tenga el
pintor en las operaciones que realice. Al igual que en el caso de los
residuos peligrosos, el recipiente deberá estar en un área delimitada, pero
empleando una franja de color verde de 10 cm de ancho.

3.4.4 Buenas prácticas ambientales.

Siendo uno de los propósitos del plan de manejo, minimizar la generación


de residuos peligrosos, se deberán observar las siguientes prácticas
ambientales:

No se deberán ingerir alimentos ni bebidas en el interior del taller


mecánico ni en el área de hojalatería y pintura.
Se deberá tener especial cuidado en depositar los residuos peligrosos y
no peligrosos enlistados anteriormente, en los recipientes destinados para
tal fin.
El aseo de las manos del personal principalmente el que esté en contacto
con grasas y aceites, deberá realizarse usando productos
desengrasantes biodegradables. Con ello se evitará emplear volúmenes
excesivos de agua y jabón para el aseo personal.
El personal encargado de la preparación de colores y aplicación de
pintura, deberá contar con el equipo de protección respiratoria para
partículas y solventes. Sobre este particular se deberá tener especial
cuidado en evitar que los cartuchos de carbón activado no se saturen con
solventes, ya que estos tóxicos ingresarían al sistema respiratorio del
trabajador, provocándole daños a la salud. Debe usar además gogles y
ropa de trabajo de algodón, cuando este ingrese a la cabina de pintura.

3.5 OTROS RESIDUOS PELIGROSOS.

Las agencias automotrices generan además otros residuos considerados


peligrosos que no obedecen a la actividad propia del servicio que ofrecen
sino que son consecuencia del propio mantenimiento del inmueble, estos
son:

Lámparas fluorescentes fundidas


Balastros que contienen bifenilos policlorados

Estos residuos deben darse de alta ante SEMARNAT y concentrarse en el


almacén temporal de residuos peligrosos, para posteriormente enviarlos a
disposición final. Las lámparas fluorescentes fundidas no deberán
romperse y de preferencia deberán empacarse en sus cajas originales. El
agente tóxico de las lámparas fluorescentes es el vapor de mercurio
contenido en el interior del tubo de vidrio. Por esa razón no es
conveniente romperlas ya que se emitiría dicho tóxico. El manejo de estos
residuos deberá realizarse a través de un prestador de servicios
autorizado para ello.

3.6 ALMACÉN TEMPORAL DE RESIDUOS PELIGROSOS.

El almacén temporal reviste especial importancia, ya que es el área en donde se


concentran los diferentes residuos peligrosos que genera la agencia automotriz,
antes de su envío a los sitios de disposición final, por lo que debe permanecer en
condiciones de orden y limpieza. Al efecto los titulares de la Gerencia de
Servicios y de la Jefatura del Taller, serán a su vez los responsables de que
se cumpla lo dispuesto por los artículos 82 y 83 del Reglamento de la Ley
General para la Prevención y Control Integral de los Residuos.

A continuación se dan algunas recomendaciones a seguir para el


adecuado manejo de un almacén temporal de residuos peligrosos:

3.6.1 Aspectos generales.

El almacén temporal de residuos peligrosos, debe contar con una persona


responsable que vigile y registre el ingreso y salida del los diferentes
residuos. El acceso al mismo debe estar restringido.
Todo recipiente que ingrese al almacén deberá estar claramente
identificado con el residuo que contenga. Asimismo, los contenedores
dispuestos en el interior del almacén deben estar también debidamente
identificados, para evitar confusión.
No deberán permanecer recipientes conteniendo residuos peligrosos,
fuera del almacén. Los residuos peligrosos no deberán permanecer más
de seis meses en el almacén temporal. Si por alguna razón especial,
algún residuo debe permanecer más de ese tiempo, se deberá notificar
por escrito a la SEMARNAT, solicitando una ampliación de plazo y
explicándole las razones.
El diseño y construcción del almacén debe obedecer en general a las
especificaciones establecidas por el Reglamento de la Ley General para
la Prevención Integral de los Residuos, para grandes generadores; sin
embargo, para el caso en particular de las agencias automotrices, se
debe tener especial cuidado en los siguientes aspectos:

El piso del almacén deberá estar perfectamente impermeabilizado,


principalmente en las áreas donde se depositen los aceites lubricantes
usados y otros residuos líquidos. Se deben sellar las juntas de expansión
entre losas, con algún material impermeable, para evitar que cualquier
derrame fortuito pudiese penetrar a suelo natural.
Las baterías usadas, deberán disponerse sobre tarimas de material
plástico para evitar la corrosión en el piso por el ácido contenido en su
interior. No deberán colocarse las baterías junto a residuos inflamables o
combustibles, ya que estos son incompatibles entre sí, por lo que podrían
generarse reacciones químicas violentas con riesgo de incendio.
Los recipientes no deberán llenarse a más del 80 % de su capacidad. Se
recomienda compactar los residuos sólidos, para que estos ocupen un
menor volumen. Para el caso de los filtros de aceite usados, estos
deberán ser previamente escurridos, antes de su compactación. El aceite
usado, producto del escurrimiento, debe incorporarse al contenedor
correspondiente.
La instalación eléctrica que se tenga en el interior del almacén deberá ser
a prueba de explosión.
El almacén deberá tener ventilación suficiente para evitar acumulación de
vapores inflamables en su interior. Puede emplearse ventilación natural.

3.6.2 Manejo de residuos líquidos.

Una práctica común es ver derrames de aceites usados en el piso o sobre


las tapas de los recipientes usados para su contención. Esta mala
práctica debe eliminarse, ya que genera un mayor volumen de residuos
peligrosos durante la operación de limpieza; incrementa el riesgo de
incendio en el interior del almacén; y da un mal aspecto denotando un
problema evidente de orden y limpieza.

Dados los volúmenes de aceite usado que se generan, se recomienda


establecer algún sistema mecánico de llenado de tambos para evitar
fugas durante las maniobras de descarga manual del residuo. Figura 4.

Cuando se trate de volúmenes menores de residuos peligrosos, por


ejemplo en el caso de anticongelantes y líquidos de frenos, se deberán
usar embudos para vaciar los residuos en el interior de los recipientes
correspondientes. No se deben emplear embudos hechos usando
envases de refresco.

3.6.3 Operaciones de trasvase de residuos peligrosos a disposición final.

El responsable del almacén temporal de residuos peligrosos, debe estar


presente durante las operaciones de trasvase de residuos para su envío a
disposición final.
El prestador de servicios deberá acatar las disposiciones de seguridad
que establezca la organización, cuidando los siguientes aspectos:

Cuando se emplee un carro pipa para el trasvase del aceite usado, este
debe conectarse a tierra física y debe calzarse la unidad, para evitar que
esta se mueva durante la operación de succión del residuo, ya que se
corre el riesgo de que la manguera se pudiese zafar o romper durante la
maniobra, con el consecuente derrame del residuo. Figura 5. Además, se
debe señalizar el área, ya sea usando cinta o letreros de advertencia,
para que no ingrese al sitio ninguna personal no autorizada, durante la
operación de descarga de residuos peligrosos.

Se debe evitar que durante las labores de trasvase y retiro de residuos, se


presenten derrames o fugas, para evitar la generación de un mayor
volumen de residuos peligrosos.

3.6.4 Arreglo interno general de un almacén temporal de residuos peligrosos.

Tomando en consideración los residuos peligrosos que se generan en


una agencia automotriz y la incompatibilidad entre algunos de los mismos,
en la Figura 6, se presenta un arreglo general típico de un almacén
temporal.

3.6.5 Control de los residuos peligrosos.

Tal y como se señala en el numeral 3.6.1, se debe contar


preferentemente con una persona encargada de la vigilancia y control del
almacén temporal de residuos peligrosos. Para tal efecto, se debe contar
con una bitácora para el registro de los movimientos de los residuos, en
donde se debe registrar la siguiente información:

- Nombre del residuo.


- Características de peligrosidad.
- Área o proceso donde se generó.
- Fecha de ingreso y salida del almacén temporal.
- Nombre o razón social del prestador de servicios encargado del manejo de
dichos residuos (deberá contarse con las aprobaciones vigentes de SEMARNAT
para la disposición de dichos residuos y de la SCT para la transportación de los
mismos).
- Nombre y firma del responsable técnico de la bitácora.

Para cada uno de los residuos peligrosos, se deberá especificar la forma


de manejo que se le dará, considerando las siguientes opciones:
Reutilización; reciclaje; co-procesamiento; tratamiento biológico, químico,
físico o térmico; acopio; almacenamiento; transporte y disposición final.
Se deberá anotar el nombre o razón social del prestador de servicio,
indicando su número de autorización de SEMARNAT.
Asimismo, se deberá dar puntual seguimiento al manifiesto de entrega-
transporte- recepción.

La bitácora es un documento muy importante y debe estar en el almacén


temporal de residuos peligrosos, bajo el resguardo permanente del
responsable técnico de su llenado. No deberá ser alterada o modificada y
se deberá conservar en buen estado.

4 POLÍTICAS PARA EL MANEJO DE LOS RESIDUOS.


Como ya se menciono anteriormente, no se reutilizará por la agencia
distribuidora los residuos que se generen, por lo que no se llevarán a
cabo acciones de valorización, sin embargo, se establecen los siguientes
puntos para su mejor atención.

4.1 MANEJO DE RESIDUOS CON LOS CLIENTES.

A fin de complacer al cliente de que efectivamente se cerciore de las


refacciones que le fueron reemplazadas por nuevas, se mostrarán las
refacciones usadas en el área de servicio y se les explicará el manejo que
se le dará a cada residuo, principalmente si se trata de residuos
considerados peligrosos. El propósito será asegurarle al cliente que los
residuos generados tendrán una disposición correcta acorde con las
normas ambientales del país.

Se pondrán letreros alusivos en las áreas de servicio, que servirán para


fomentar una cultura entre los clientes en materia de residuos peligrosos,
a fin de que esta información pueda trascender en sus hogares. Esta
política será un medio de convencimiento para el cliente, para que acuda
a centros de servicio comprometidos con el cuidado ambiental.

4.2 CAPACITACIÓN.

La difusión del plan de manejo de residuos se llevará a cabo de manera


general y en particular a cada uno de los integrantes de las áreas
generadoras de residuos, que fundamentalmente son las áreas de
servicio, a través de pláticas de capacitación en la materia impartidas por
expertos en el ramo.

4.3 EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO AMBIENTAL Y


MECANISMOS DE EVALUACIÓN DE MEJORA.

Se implementarán registros permanentes que permitan cuantificar los


residuos que se generan, peligrosos y sólidos urbanos,
particularizándolos por tipo de residuo, todo ello

referido al número de órdenes servicio realizadas, con el objeto de


determinar los indicadores de desempeño ambiental y la evolución que se
vaya teniendo con el tiempo.

Los indicadores de desempeño deberán servir para establecer metas a


corto y mediano plazos, con el objeto de ir detectando posibles
desviaciones y emprender las acciones correctivas a que haya lugar, a fin
de alcanzar las metas trazadas.

Con ello se detectarán áreas de oportunidad de mejora, que permitan


reducir la generación de residuos por orden de servicio.
En ese orden de ideas, se pretende reducir el volumen de residuos de
peligrosos capacitando al personal, de tal manera que una residuo

5 PUBLICIDAD DEL PLAN DE MANEJO

Por el momento, sólo la parte relativa a la introducción y al objetivo del


presente Plan de Manejo tendrá el carácter de pública, para ser
concultada por cualquier persona.

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