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ot au Wier GEA OAT TARDAD MEDIA OCCIDENTAL ee EU Mt oe a wean 1A a SNORE faa efecto que do se invocan las ineursiones y expediciones en forma de razzias 0 las invasiones y establecimiento de los birbaros, todos los autores eoine subrayar fu cuddles den e1 Mucha tes disparidades, 11 de las incursiones y pudieron ener sus euadros sociales, sus ac= tividades, sus monu jes. Las con: yentos y sus pais catastriie ceas vinieron de la mano de l oleada” de las invasiones barbaras, la de los normandos, eslaves, hin cen el mundo meditersineo, sarracenos. Estas invasiones se limitaron a menudo tadoras de pill pirateria, destrucciones por medio del fue eapturas de botin, Son estas i ;poca (Ia 6po- ‘ea carolingia) las que hicieron huir a vasiones de la segund ronasterios y de los relugios. sembrando el miedo, la incertidumbre y obstaculizandy lidades de poner un eierto orden Los vikingos infligieron a Occid ataques atroces durante muchas ¢¢ los pobladores de los indlemente posibi- raciones, invadiendo regularmente las islas Brit didad en el continente cas. penetrando en profun- La mas impor- lante de estas correrias se sitiia hacia Jos afios 810-880: cid incendiadas, sus obispos masacrados, jes saqueadas, capturados como esclaves o refugiados lej rupifias, crim de los suyos. Estas desolaciones, nes afectaron a todos los paises del litoral enropeo hasta el Mediterrineo: en 859, una flota de mandos aleanzat las eostas de Proven= 2a, desciendle hacia ceurso del Arno hast oles a su paso, estos vikingos saquearon completa mente la ciudad de Luni y no dejaron amis que ruinas. En el sur de la Galia y en Talia ineursiones de los sarracenos pusieron fa sangre y a fuego las eiudades hasta preservadas © en plena re= cconstruceién: Niza (en 813), Marsella (838 y 848), Arles (8413), Roma (826). Los hiingaros lan us cabulgadas hhasta Borgoia y Lombantia, Saquearon entone ¢ incendiaron a ciudades tan grandes ‘como Estrasburgo y Pavia Numerosas ciudades no sobrevivieron- mis que soportando estas amenay: pa bruscamente en escena y dejaron de algunas celipsaron, Otras, en Jado a sus vecinas La pern ligua, los fendmenos de continuidad ruptuira, pueden analizarse y apreeiarse [ARLES Abas Se Tophime de muchas 1a seat donde fuere, las respuestas son. ples, Oponer, por ejemplo, una zona me mareada por la continuidad flrs, mas alejadas ro de la romanizad, es mis una sas. En ningin caso, impresién del espititu que el resultado de observaciones atentas. Aun regiones menos romanizadas, donde ka red urbana no tejié mis que mallas flo- jas, el mapa no testimonia, de mane paricién del f ‘lata, una grave de meno urby sociedades exelusivamente rurales. Cuatro eiudades de la Bretana (Carhais, Vannes, Nantes y Rennes) soportaron Ios asaltos de bandas de wos desde los afios 275, luego las ineas, mis tarde las correrias de los fi devastadoras de los normandos y por fin las guerras entre los condes. bn tones © contra el emperador Carlos Calvo. Los destinos de la eivilizaci torbana 1 Inglaterra no si role total. Muchas eiudades sar, en si sitio original, ya sea como centro reales 0 eclesiisticos (C ». Rochester, Winchester) 6 bi smbios (Londres, York). pai ajica, es en el mundo mediterraneo i in porexceler donde se encuentra el mayor niimero de desapariciones y una gran reestructuras cidn de la herencia romana. En la penn De una forma que puede se aque! de la romanizae sila ibériea la invasidn de los visigndos provoe des se despoblaron de una manera deat mitica, Cartagena fue completamente destruida por la invasin de los birbaros cen 615 y su sede aa Bigs solia comparar con Sevilla, perdié tam= mportantes éxodos y las ciuda- episcopal fue traslada- Catubo, una ciudad que se ign su obispo, tansferido a Baeza en 656 y 07: ron ‘Tarragona por Barcelona y muchas Los nuevos jefes abandona- ciudades, que habjan subsistid bien que mal, desapareci ididame cen los primetos tiempos de la acupacion rmusulmana: Oreto, Valeria, Segobriga y Mentesa. émeno adquiere mayor amplitud en la propia Italia, En la Regio de V fide acuerdo a Plinio- 25 eivitates, siete pera tok es ecident ia ¢ Istria, donde se contaban ddesaparecieron dem Jas m ws del cieron a partir de los afios 260, amena- zantes y devastadares. Numerosas eitt= ladles ubicadas sobre la ribera derecha del Rin fueron a quiladas y no se las pudo volver habitar hasta la después (Friedberg, Wiesbaden, Lan denburg, Wimpfen y Rottenburg). Ma tarde He 108 que Colonia, Tréveris, Vindobona (Viena) y avon los fe Camutum. LA CIUDAD EN TIEMPOS DE LOS BARBAROS La tesis de un remacimiento de la civ: dad en una época relativamente tard después del aiio 1000, no silo no 4 ‘en cuenta las supervivencias de la he rencia antigua sino que deja en la som bra los esfuerzos que en distintas épo- ‘cas se prosiguieron tanto bajo los reyes merovingios como los carolingios. Una vez pasados los momentos m tes, los habitantes ripidamen n orden su ciudad, a veces whas pero lo. Los en el pa dotaron de eapitales. ventro del gobierno y residencia realy tuvo, p ‘una hermo- n funcién de Ia ins La multiplicacié os y parroquias, Ia eiudad fidesdle tiempos merovingios: de establecimientos mereamtiles 0 en= riquecié a la eiudad con barrios nue~ vos, dedicados a almacenamiento, a los Panordmica dl Aliza de Toledo, inte capital de un reino fuerte y rivalizé fe- palacio, las iglesias, el burgo comer cial- forjaton en esta 6poca i original en diversos aspectos, Los reyes visigodos jalonaron de los pala muchas residencias su ¢: ciudades y « cel sur: establecidos sucesi que sdlo se re Burdeos, en Tolosa a comienzos del siglo V, se los puede encontrar insta Narhona en 508, en la que is de 200 afi. tal fue, a partir la doble resi- real en Ia gran cidad y en un palucio apartado se encuentra en otros reines de los primeras tiempos del es- Pero su verd tablecimiento de los bi eleaso zo de mejoramiento, en partic io de Leovigildo, Gran cated intos Pedro y isilieas por la nuevo soberano, Ampliada por el rey Wamba (672-680), mejor protegida por alla, adi ‘ces un sorprendente prestigio. H e nuev tiempos de Clovis. Las 0 Dlecieron a Ravena como e: ‘eonquista. mustiln sobre toda la. pe mis expuestas de eastra, Burgos, apoyos militares, “HASTA LA CONQUISTA MUSULMANA, ELLA SE IMPUSO SOBRE TODA LA PENINSULA COMO NUEVA CAPITAL DE UN REINO FUERTE Y RIVALIZO FELIZMENTE CON LAS GRANDES CIUDADES HISPANO-ROMANAS DE LA BETICA” “LA PRESENCIA DE UNA IGLESIA CATEDRALY DE SU CLERO CONTRIBUIA, DE MANERA DECISIVA, ALA SUERTE DE LA CIUDAD” centros de acuartelamiento, pun uevoss cent del Imperio carol ‘euerpos santos ss movi- ientos de muchedumbres ¢ inchiso de de Cantorbery, principales y le In act ados de bi cortiente, de productos alimenticios 0 de textiles de baja de manera e ud se imponen idente sobre los ottos. ruta maritima muy freeuentada, nacich mpos de los veinos bith Oss por relacién los paises Balticos ccon aquellos del Mar del Norte y de la Mancha y que prolongaba el tifieo a ravés de tios hacia el interior por el valle de Mosa dio origen o Morecimie to a ciudades como Maestiicht, R Amiens, Brujas, Anvers y Gante EL PAISMIE - URBANO HACIA EL ASO MIL. La imagen tan familiar, de um occidental exclusiva o casi ente te rural, donde las eiudades ¢ cid inxs que paisajes exelusivam . desmanteladas, no_pres quieos o arruinados, se est nnera inexorab se perpetu La muralla fortificada anun os In ciudad y, para el observador de Wea, la define, No se podria imagi la ciudad sin sus murallas refors de torres macizas, agujereada silo por algunas puertas, severame lodiadas, De manera general se puede nas habfan side fortifieadas en el curso del siglo IIL Bajo el in la ein in Carolingio, no perdié el recuerdo de las La muralla, preservada bien que solamente instrumento de ‘mbolo: ella participaba de mal, no defensa 0 Ja vida de la ciudad, numerosas eons- tuucciones se apoyaban sobre ell propietaries economizaban a red. En tomo al aiio mil a eélebre Por= ta Nigra de Tréveris fue completamente cencerrada y se convirti6 en la iglesi Sankt Simeo zaban divectamente sobre la ceuyos altos a En eb-interior de estas cl paisaje urbano ni el tejido de redes y de plazas permanecen en su demnes. No se puede esbozar de man rt general, a la luz de las teorias sino, por el contrario, a partie del detalle yen profundidad, bassindose en easos con erotos. La idea de un total deseonoci- to, de un reehaza de la he ssde la Ant resiste aun examen ripido de los he- hos. Los fundador lus ciudades no olvidaron los disefios leceio igfedad ni siquiera que presidian la organizacién del es- bi podian, ellos permaneefan fieles a este ‘io en las eiudacles romanas, Cuando Visa pesterir del Duom, Pai lesquema y los arreglos: degradaeiones patric ctitud intelectual, a un hecho de vilizacién sino al peso de nuevas ten y n dlebidos a no ps siones 0, precisamente, a una eareneia de la autoridad capaz de impones fn de conjunta y el respeto de las roglas. En Italia por ejemplo, numero sas ciudades siguieron el tejido urbano cundrangular y perpendicular de ania o (Verona y Padua). Este plan geomé= trico siguieron ciudades como Namur, Tréveris y Winchester Con todo lo antedicho se p puede ver ol efecto ali directo de una ruptura con los tie tantiguos ni aludir a las devastaciones dle los birbaros o al abandono de la he reneia y leceiones de Roma. La clave hay que e decadencia de las form no, de la Aquella que los rey los eavolin iidad y las obligaciones. 1 de ellos, des constructores de ciudades nuevas, perfectamente ord dido al término de la época: relleja d reservar, aeabé por desaparecer ceareneia o un desmenuzamiento de las responsabilidades y los poderes. 2!

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