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ROL: C-639-2016
CARATULA: Liempi/Sotraser S.A.
CUADERNO: Principal
CONTESTA DEMANDA
1. Señala la demandante, que el día 10 de marzo de 2012, viajaba al interior del bus
de la línea Jet Sur, placa patente única CZXG89, su hija doña Carlota Ximena
Valenzuela Liempi (Q.E.P.D) desde la comuna de Lautaro en la Región de la
Araucanía, a la ciudad de Santiago.
3. Alega que este hecho se habría debido, en parte, a la conducta del chofer del camión
de propiedad de Sotraser S.A., quien habría infringido las disposiciones de los
artículos 113 y 114 de la Ley 18.290; como asimismo, en la falta de seguridad de
las barreras laterales de contención existentes en el lugar, al no impedir que el
camión, fuera de control, hubiera sido redireccionado o contenido a objeto de evitar
su traspaso hacia la calzada contraria, a fin de impedir el impacto frontal con el bus
de transporte, la cual identifica en una obligación de seguridad, de hacer, de la
codemandada Empresa Ruta del Bosque Sociedad Concesionaria S.A.
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4. Fundamenta su acción de indemnización en lo dispuesto en los artículos 6º, 19 Nº1
y Nº3 de la Carta Fundamental, artículos 1437, 2314 y 2320 del Código Civil.
ALEGACIONES DE LA DEFENSA
Hago presente a S.S, en relación a los hechos que se señalan en la demanda, en esta
etapa procesal y para los efectos de la prueba que deberá ofrecerse, esta parte
controvierte la totalidad de los hechos, salvo aquellos que se reconozcan
expresamente en esta contestación.
En relación a los hechos materia de este juicio, esta parte expone lo siguiente:
1. El día 9 de marzo del año 2012, don Carlos Canario sale desde las dependencias
de Sotraser en Santiago en dirección sur, concretamente hacia la ciudad de
Temuco aproximadamente a las 17:40 horas, conduciendo el camión marca
Volvo modelo 370, año 2011, Patente DDDG-24 con Rampla patente JL-2999.
Al momento de iniciar su trayecto, el chofer Carlos Canario se encontraba sin
acompañante. El camión estaba cargado con un conteiner, cuyo cargamento
debía ser entregado al día siguiente en la ciudad antes referida.
2. De esta manera, desde su salida desde la ciudad de Santiago, hasta la hora del
accidente, don Carlos Canario se detuvo aproximadamente 4 veces. La primera
de ellas a la altura de Paine, aproximadamente desde 18:33 horas hasta las
18:35 horas, luego, una segunda parada en el kilómetro 211 (norte-sur) en la
denominada “zona de descanso Itahue”, desde 20:31 horas, hasta las 21:04
horas. Luego una tercera parada a la altura del kilómetro 260 (Norte-sur) en las
proximidades de Maule, desde las 21:43 horas hasta las 22:07 horas;
finalmente una cuarta y última parada en el kilómetro 410 (norte-sur), al sur de
Chillán, específicamente en la estación de servicio COPEC, desde las 23:56
horas, hasta las 00:05 horas del día 10 de marzo.
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3. Don Carlos Canario, conducía el camión por la primera pista, en dirección sur, a
una velocidad que no se pudo determinar. En aquel momento, un bus marca
Scania, patente CZ XG89, de la compañía Jet Sur, se dirigía por la primera pista
de la calzada Oriente, en dirección norte, a una velocidad no menor a los 92
Km/hr.
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Tal como indicamos, respecto al lamentable caso de autos, fue imposible determinar una
causa concreta.
Tal como se indicó previamente, al salir desde Santiago con dirección al Sur, don Carlos
Canario iba solo en el camión, y no contaba con autorización alguna para subir
personas al vehículo que estaba a su cargo.
De esta manera, cabe señalar que, de las diversas investigaciones realizadas como
consecuencia del accidente, y tal como se probará en la etapa procesal pertinente,
formulamos lo siguiente:
i) Don Carlos Canario salió sin acompañante desde la ciudad de Santiago con
dirección al sur.
ii) En una de las detenciones mencionadas anteriormente, específicamente en la
realizada a las 23:56 horas, en la estación de servicio Copec ubicada al sur
de Chillan, don Carlos Canario subió a su camión a doña Beatriz Hidalgo
(Q.E.P.D.).
iii) Doña Beatriz Hidalgo (Q.E.P.D.) fue invitada por el conductor del camión a
subir.
iv) El informe de autopsia practicado a Beatriz Hidalgo, señala: “Es colocado en
mesa de autopsia el cadáver de un adulto de sexo femenino. Vestida con un
sostén de color azulino, calzón tipo colales color azul, faja de color beige,
polera celeste, calcetines de colores, chaleco de lana negro” [SIC]. De lo cual
se desprende inequívocamente que al momento del accidente, la
acompañante no estaba utilizando prenda alguna que cubriera la parte inferior
de su cuerpo.
v) Con esta acción, don Carlos Canario contravino directamente las prohibiciones
establecidas en su contrato de trabajo, reglamento interno de higiene y
seguridad y el procedimiento de descanso impartido por su empleador.
Que la parte demandante alega respecto de mi representada Sotraser S.A. una supuesta
responsabilidad civil por el hecho ajeno, específicamente, por el hecho de los
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dependientes del artículo 2320 del Código Civil, entendiendo para ello erróneamente que
don Carlos Canario habría sido empleado [sic] de mi representada Sotraser S.A.
“(…) fue impactado de frente por el camión marca Volvo placa patente
DDDG24 de la Empresa Sotraser S.A., demandada (1), conducido por el
conductor y empleado de la misma don Carlos Italo Canario Riquelme”
[sic].
Pues bien, lo cierto es que don Carlos Canario jamás fue empleado de SOTRASER S.A.
En otras palabras, el Sr. Canario jamás tuvo una relación de subordinación o
dependencia con mi representada, por lo que controvertimos en términos
absolutos cualquier alegación efectuada por la contraria en estos términos.
Ahora bien, y sin perjuicio de que no existía relación de subordinación y/o dependencia
alguna del Sr. Canario con mi representada, esta parte estima pertinente indicar cuáles
eran las obligaciones del Sr. Canario como trabajador en virtud del contrato celebrado
con su empleador, según lo informado por el mismo, y así analizar la conducta de ambas
partes:
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“la prestación de servicios que ejecutará el trabajador, está destinada
a la conducción de las Flotas de Camiones que administra y opera MAPER
LTDA., dejándose constancia que actualmente opera entre otras flotas
de camiones las de las empresas SOTRASER S.A. y SOTRASER
LOGISTICA LIMITADA”. [Sic]
Al respecto, cabe mencionar que la empresa empleadora del trabajador, tiene estrictas
políticas de descanso, existiendo una restricción horaria de conducción entre las
00:00 horas y las 05:00 horas.
Asimismo, en el Derecho a Saber entregado y firmado por don Carlos Canario con la
misma fecha, se señala como medida preventiva al riesgo de lesiones personales
a otros y/o materiales, que “no traslade personal ajeno a la empresa, sin previo
consentimiento de su empleador”.
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I. EXCEPCIÓN PERENTORIA DE PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN
Efectivamente, de conformidad con lo prescrito por el artículo 2514 del Código Civil:
Por su parte, el artículo 2332 del Código Civil, respecto de las acciones civiles
extracontractuales prescribe que:
“Las acciones que concede este título por daño o dolo, prescriben en cuatro
años contados desde la perpetración del acto.”
Por lo tanto, al tenor de los artículos transcritos, para que opere la interrupción civil de
la prescripción extintiva no basta con el ejercicio de la acción cuya prescripción se
intenta interrumpir, sino que además es necesaria la notificación legal de dicha
demanda, entendiéndose por tal aquella que se ha realizado cumpliendo todos los
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requisitos propios de dicha actuación judicial, no pudiendo ser dejada sin efecto
por la ocurrencia de un vicio en su realización.
1
Corte Suprema, sentencia de fecha 14 de abril de 2014, Rol Nº5700-2014.
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el plazo desde la fecha del hecho reclamado hasta la fecha de la notificación de la
demanda, a saber:
Como hemos expuesto, y S.S. sabe, las acciones civiles por responsabilidad
extracontractual, como en la especie, prescriben en cuatro años contados desde la
perpetración del acto, que de acuerdo a lo señalado por el propio demandante, habría
ocurrido el día 10 de marzo de 2012.
Así las cosas S.S., sostenemos que en la especie, la acción resarcitoria interpuesta en la
especie se encuentra prescrita ya que han transcurrido más de 4 años, desde el
acaecimiento del supuesto hecho alegado por la actora y la notificación legal
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Corte de Apelaciones de Santiago, sentencia de fecha 01 de junio de 2016, Rol Nº10063-2015.
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de la demanda a esta parte, de manera que resulta evidente la prescripción que
alegamos y así solicitamos sea declarada por S.S.
1. LOS HECHOS.
Por lo tanto, mal puede ser mi representada legitimada pasiva en estos autos, toda vez
que SOTRASER S.A. no ha ejecutado conducta alguna – por acción u omisión – que le
sea atribuible en el contexto de los presupuestos de culpa y causalidad, así como
tampoco respecto de algún hecho ajeno que pretendiere atribuírsele en estos autos.
2. EL DERECHO.
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resarcitoria de autos, a la inexistencia de relación causal entre algún daño que se
reclama y alguna acción u omisión atribuible a mi representada, constitutiva de algún
incumplimiento obligacional, sumado a la circunstancia de que en estos autos la parte
demandante ha alegado únicamente la responsabilidad de mi representada por el hecho
ajeno de quien precisamente jamás fue su dependiente y/o subordinado. Así, mal podría
SOTRASER ser legitimado pasivo de la acción que se emprende.
Siguiendo a CASARINO, se nos señala que son tres los elementos de la acción: (i) Los
sujetos de la acción, (ii) El objeto de la acción y, (iii) La causa de la acción. En cuanto
al primer elemento, este procesalista, nos señala que los sujetos de la acción, a su vez,
se clasifican en: activo y pasivo.5 Al hablar que la acción debe ejercitarse con las
3 CASARINO, Mario (2009): Manual de Derecho Procesal, Tomo III, Editorial Jurídica de Chile, p. 28.
4 Ello sin perjuicio de diversas disposiciones de nuestro Código de Procedimiento Civil que se
refieren a la acción: artículos 17, 19, 21, 271, 290, entre otros.
5 CASARINO, Mario (2009): Manual de Derecho Procesal, Tomo III, Editorial Jurídica de Chile, p. 28.
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formalidades que señala la ley nos estamos refiriendo a que ese ejercicio debe realizarse
a través de un vehículo, de una prestación que se hace al tribunal y esa es la demanda.
En general podemos decir que la demanda es el medio hábil para ejercitar la acción
siendo esta la forma de hacer valer el derecho que se reclama.
Entendido el concepto de acción, nos toca señalar que nuestra jurisprudencia y doctrina,
sostienen en forma unánime, que uno de los requisitos para obtener la tutela
jurisdiccional, la protección de los derechos por medio de los tribunales de justicia, es
que la demanda se entable por el sujeto al cual corresponda la acción y se dirija
en contra del sujeto pasivo de la misma; este requisito se denomina legitimación
en la causa, y puede ser activa – en el caso del demandante – o pasiva – en el caso
del demandado.
3. LA FALTA DE LEGITIMACIÓN.
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ni legalmente existe razón alguna para intentar la acción que se emprende en contra de
la demandada.
1. PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD
reemplazo, N° Legal Publishing: 35275; Corte Suprema, 29.09.2009, Causa Rol N° 2106-2008,
considerando quinto, N° Legal Publishing: 42570.
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Ahora bien, entendiendo que en el caso de autos el demandante alega la existencia de
una responsabilidad por el hecho ajeno, específicamente, por el hecho de los
dependientes del artículo 2320 del Código Civil respecto de SOTRASER S.A., cabe
expresar que esta hipótesis contempla requisitos que son diversos de la responsabilidad
por el hecho propio, puesto que el agente directo causante del daño (dependiente o
subordinado), es un sujeto diverso del empresario demandado, debiendo responder este
último precisamente por este hecho ajeno y no por uno propio, siempre y cuando
concurran los requisitos que se verán a continuación.
Nuestra jurisprudencia y doctrina han sido claras en establecer que los fundamentos
para que proceda la responsabilidad del empresario por el hecho ajeno, descansan en la
teoría de “la culpa in eligendo vel vigilando” del mismo. Así las cosas, y para su
configuración, se requiere la concurrencia de los siguientes requisitos:
Así, será de carga de la parte demandante acreditar todos los requisitos enunciados.
En cuanto a la acción u omisión la parte demandante deberá probar todas y cada una
de sus afirmaciones. En primer lugar, es indubitable que la contraria deberá acreditar la
efectividad de haber ocurrido el hecho en los términos que indica.
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En seguida, y considerando que nos encontramos bajo la hipótesis de una supuesta
responsabilidad por el hecho ajeno respecto de Sotraser S.A., la parte demandante
deberá acreditar:
“La responsabilidad extracontractual surge toda vez que se cumplen una serie de
requisitos, uno de ellos es que el demandado haya incurrido, en una omisión
culposa, que es la negligencia por no hacerse lo que se debe o por
realizarse menos de lo que se debe” 10
Insistimos que los hechos materia de este juicio no son atribuibles a mi representada
SOTRASER S.A., toda vez que ni siquiera existe una relación de subordinación o
dependencia con quien se ha establecido como el agente directo causante del eventual
daño en autos. A mayor abundamiento, y si bien no fue la hipótesis alegada por la parte
demandante, es evidente que tampoco puede existir responsabilidad por un hecho propio
de mi representada.
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A mayor abundamiento, hacemos presente lo poco específica o precisa que ha sido la
demandante en cuanto a explicar, a lo menos, por qué mi representada sería
responsable por el hecho ajeno (artículo 2320 del Código Civil), en este caso del Sr.
Canario, y por qué aún bajo su hipótesis de subordinación o dependencia, sería su
empleador responsable de los hechos alegados en autos.
En este sentido, nuestra jurisprudencia exige a quien pretende una indemnización por
supuestos perjuicios sufridos precisar claramente la conducta culposa del responsable
del daño, en este caso, tanto del agente directo como del empresario (ver sentencia
Corte de Apelaciones de Concepción, cita legal publishing online CL/JUR/1421/2013).
2. EL NEXO CAUSAL:
No cabe duda que la relación de causalidad es uno de los elementos esenciales a la hora
de configurar la responsabilidad extracontractual. Es evidente que un sujeto soportará
la consecuencia jurídica de esta última, sólo en cuanto sea posible imputar el resultado
lesivo o dañoso precisamente al hecho por el cual responde.
Es por este motivo, que “la causalidad es un requisito de la responsabilidad por culpa y
de la responsabilidad estricta: ambas sólo tienen lugar si existe una relación causal, en
el sentido que ésta es entendida por el derecho, entre el hecho del demandado y el daño
sufrido por la víctima”.11 Consecuentemente, la causalidad resultaría ser el
fundamento y límite de la responsabilidad, desprendiéndose así de los artículos,
2314, 1437, 2329 y 1558 del Código Civil.
Pues bien, sin perjuicio de lo anterior, y considerando que en estos autos sólo se ha
atribuido a mi representada una responsabilidad por el hecho ajeno, resulta que la parte
demandante no sólo deberá acreditar indispensablemente la efectividad de existir una
relación de dependencia o subordinación con mi representada, sino que también deberá
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BARROS, Enrique. Ídem. p.373.
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acreditar que el agente directo, en este caso el conductor don Carlos Ítalo Canario
Riquelme, ha causado un daño a la víctima por culpa y dolo, en el ámbito que lo vincula
a su empleador.
Ahora bien, y sin perjuicio que esta parte niega absolutamente haber sido el empleador
del agente directo (Sr. Canario), es indudable que el demandante, al reclamar la
responsabilidad por el hecho ajeno, debe acreditar también que el empleador
efectivamente pudo impedir el hecho, ya que, de lo contrario, el empleador se encuentra
libre de toda responsabilidad.
Bajo el nexo causal, el daño requiere ser consecuencia de la acción u omisión negligente.
La doctrina ha señalado que la causalidad importa, que debe detectarse un vínculo entre
la actuación (u omisión) del agente supuestamente responsable y el hecho dañoso en sí
mismo, y así se desprende del artículo 2314 en relación con el artículo 1437, ambos del
Código Civil.12 ALESSANDRI ya señalaba que “Es menester que entre el dolo y la culpa, por
una parte, y el daño, por la otra, haya una relación de causalidad, es decir, que este sea
consecuencia o efecto de ese dolo o culpa”.13
Por último, hay que considerar que la causalidad reviste de dos aspectos: a) uno
naturalístico o como “cuestión de hecho” en donde la causalidad es una cuestión
estrictamente de hecho y b) uno normativo, que engloba elementos de derecho o una
cuestión jurídica.
12
BARAONA, Jorge (2008): “La relación de causalidad” en Cuadernos de Extensión Jurídica Nº 15,
p. 66.
13ALESSANDRI, Arturo (2005): De la Responsabilidad Extracontractual en el Derecho Civil Chileno,
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En seguida, es esencial que no sólo se configure la causalidad como cuestión de hecho,
sino que sea necesario que tal situación fáctica “se encuadre, subsuma o tipifique
en normas jurídicas”, no siendo posible quedarnos en una mera cuestión física.15
Para describir esta ambigüedad, autores como BARAONA, sostienen que “Si en la
cuestión de causalidad nos quedamos en una pura o mera cuestión física, puede ser
razonable no admitir la casación, pues sería una cuestión de hecho. Pero ya se dijo
que la indagación causal no se agota allí, pues se debe esclarecer el grado de
participación de la persona demandada en el hecho, y por lo mismo, por su
capacidad de reconocer los acontecimientos, de prever su curso futuro, y ciertamente
de estimar su potencialidad dañosa. Toda esta actuación aparece como una valoración
de circunstancias, que es una apreciación normativa, es decir, de calificación
jurídica”.16
Por lo tanto, habiéndose determinado la causalidad fáctica, que a fin de cuentas es una
“descripción de lo sucedido”, corresponde hacer el ejercicio normativo para “imputar
un determinado hecho o un resultado a un sujeto”.
Así, podría afirmarse que este ejercicio normativo no sólo deberá efectuarse respecto
de la conducta que se atribuye al conductor del camión Sr. Canario como agente directo
del daño alegado, sino que también respecto de mi representada SOTRASER S.A.,
respecto de la cual no existe relación de subordinación o dependencia alguna con el Sr.
Canario.
En todo caso, y a pesar de que el empleador del Sr. Canario ni siquiera ha sido
demandado en autos, cabe señalar que si se pretendiere imputar el hecho alegado en
autos a quien fuere su empleador, también debiese efectuarse este ejercicio de
causalidad normativa respecto de este último. En otras palabras, se debería determinar
por qué, en el contexto de autos, se imputa al empresario un determinado hecho
provocado por un sujeto diverso a su persona.
15
BARAONA, Jorge (2003), “La causa del Daño en la Jurisprudencia Reciente”, Revista Chilena de Derecho, Vol.
30 Nº2, pp. 345-379. p. 355.
16
Ibídem.
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2.1. Hecho exclusiva de un tercero en los supuestos hechos alegados
por el demandante.
Para el hipotético caso que S.S. estimara que existen alguna relación de causalidad entre
alguna supuesta acción u omisión atribuible a mi representada y los perjuicios alegados
por el demandante, debemos alegar que dicho vínculo causal ha sido interrumpido
debido al hecho exclusivo de un tercero.
Nuestra doctrina reconoce como causas que eximen de responsabilidad, “el caso fortuito
o fuerza mayor, orden de ley, orden de autoridad legítima, violencia física o moral,
legítima defensa, estado de necesidad, hecho de un tercero y culpa exclusiva de la
víctima“ (ALESSANDRI (2005): De la Responsabilidad Extracontractual en el Derecho Civil
Chileno, pp. 433 y ss).
En relación a este punto, cabe reiterar que respecto del chofer del camión que
supuestamente habría ocasionado los perjuicios a la parte demandante, jamás fue
empleado de SOTRASER S.A., jamás tuvo una relación de subordinación o
dependencia con mi representada, y asimismo, controvertimos en términos
absolutos cualquier alegación efectuada por la contraria en estos términos.
3. EL DAÑO.
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por la ley. Es la prueba la que garantiza que el juzgador se ha
convencido acerca de la verdad de las proposiciones de las partes
de un proceso.
Los daños deben ser probados por quien los alega conforme con
el artículo 1698 del Código Civil, en este caso, es de cargo de la
actora el peso de la prueba. De acuerdo a lo expuesto, es
menester determinar si se han probados los perjuicios invocados
18
Corte de Apelaciones de Concepción, 06.01.2011, causa Rol N° 1277-2010.
19 Así lo señalan BARROS, CORRAL y RODRÍGUEZ.
20 BARROS, Enrique (2006): Tratado de Responsabilidad Civil Extracontractual, Editorial Jurídica de
Chile, p. 236.
21 CORRAL, Hernán (2003): Lecciones de Responsabilidad Civil Extracontractual, Editorial Jurídica
de Chile, p. 142.
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parcialmente el daño, el detrimento o daño será menor; lo contrario importaría un
enriquecimiento sin causa.
En razón de lo anterior es que los demandantes deberán probar cada uno de los
presupuestos de la responsabilidad que se le imputa a mi representado, los cuales para
estos efectos no reconocemos ninguno de ellos.
Es claro que el concepto de daño moral ha evolucionado; tanto la doctrina nacional como
extranjera sostienen que se ha superado el restringido concepto de pretium doloris, a
diversas categorías de daño extrapatrimonial. Unida a la evolución conceptual, la
doctrina ha manifestado claramente la necesidad de probar el daño moral cuya
indemnización se pretende. CORRAL señala que, como todo daño, el de carácter moral
debe probarse.
Proceden para ello todos los medios de prueba admisibles legalmente. El daño moral
persona afectada22.
DIEZ sostiene que no existen daño morales evidentes, ni aún respecto de las víctimas
a estas características el de índole moral. BARROS señala que en principio, como todo
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supuesto de hecho de la responsabilidad civil, el daño moral debe ser probado por quien
lo alega23.
moral– requiere que sea cierto, esto es, que sea real y no hipotético, no
“El particular carácter del daño moral, requiere que su prueba exceda la
sólo hecho que estas hayan sido debidamente acreditadas no hace proceder
Consecuencia de lo anterior es que el daño que se reclama por este concepto deberá
que además el daño propiamente tal, no basta para reclamar este daño.
En el caso de autos, la actora sólo ha alegado sufrimientos por daños supuestos como
anticipado, no es efectivo que por el sólo hecho de alegar tener un vínculo de parentesco
En este caso, y para los efectos que siguen de este juicio y la pretensión indemnizatoria
que se efectúa, sostenemos que no basta con que se pruebe en su aspecto formal la
filiación o el parentesco con la víctima directa, sino que además redunde en un vínculo
efectivo y real.
Con lo anterior, sostenemos que resulta indispensable que la parte demandante pruebe
primero el nexo con la persona fallecida, y luego con precisión y exactitud cuál es la
2009.
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calidad del vínculo que dice haber tenido con la fallecida, vale decir, la cercanía, la
indemnizatoria.
Por las razones anteriores, controvertimos expresamente que exista el daño moral
reclamado en estos autos, reiterando desde ya que es carga probatoria suya acreditar
Ahora bien, en el caso eventual y poco probable de que S.S. estime que sí existe una
Pues bien, resulta que la solidaridad es excepcional, y como tal, debe tener su fuente ya
sea en la ley, convención o testamento, así lo dispone el artículo 1511 inciso segundo
del Código Civil. Sin embargo, ninguna de estas hipótesis se ha verificado en estos
alega.
De todas maneras, demás está decir que en estos autos ni siquiera se ha alegado una
misma obligación respecto de cada una de las codemandadas. Así, y como ya hemos
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Así las cosas, y del mismo planteamiento efectuado por el demandante, resulta evidente
que no es posible alegar una solidaridad respecto de las codemandadas, toda vez que no
2. Reajustes e intereses.
únicamente desde la fecha en que estos se declaren, ergo desde la sentencia firme y
ejecutoriada.
Acorde con el criterio anterior, BARROS sostiene, al citar una sentencia de alzada de la
para la indemnización por daño moral desde la fecha de la sentencia en que éste es
avaluado y, para el daño patrimonial, desde la fecha que se adopte como referencia para
antes, y calculados de manera lineal, esto es, no se capitalizan los intereses del periodo
Esta parte no puede ser condenada en costas, toda vez que esta defensa ha tenido
motivo plausible para litigar y difícilmente tendrá la calidad de totalmente vencida. Así
representada debe ser eximida del pago de las costas del juicio.
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POR TANTO, en razón de lo expuesto, de las normas legales citadas, la jurisprudencia
PIDO A S.S.
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