Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
l^-i 1 o
MEMORIAL DE ARTILLERÍA
i
MEMORIAL
DE
ARTILLERÍA
Año 78.-Ser¡e Vl.-Tomo XXIV
../
MADRID
IMPRENTA DE ANTONIO MARZO
San Hermeneeildo, 32 dup.
1923
ORGANIZACIÓN Y DOTACIONES
DE ARTILLERÍA
DE ACTUALIDAD
*
* *
^, ., , . l Un tercio de cañones.
Clase y proporción de piezas.. • . i „ . . . ,
•> '^ ^ •^ ( Dos tercios de obuses.
1 t añones hasta 8 cm.
( Übuses hasta 10,5 cm.
, . 1 Igual o superior a 9.000 m. para
Alcance máximo <
( ambas piezas.
Un solo carruaje pieza.
Peso máximo de este carruaje, 1
cañón u obús, y del carruaje s Inferior a 2.000 kg.
carro., \
I . ° — A R T I L L E R Í A SEMIPESADA
2,"—ARTILLERÍA PESADA
1.°—ARTILLERÍA SEMIPESADA
2.°—ARTILLERÍA PESADA
3 . ° — A R T I L L E R Í A DE POSICIÓN
por cada I.OOO fusiles; Francia, con 4,6; Alemania, con 6,1, y
los Estados Unidos, con 3,2. En el transcurso de ella, estas
cifras fueron creciendo, bien por aumento de número de pie-
zas, bien por reducción de número de fusiles del batallón,
hasta alcanzar, bajo forma orgánica y no por acrecentamien-
tos circunstanciales, los números siguientes:
Francia, dos baterías, una ligera y otra pesada, de cuatro
piezas por batallón, cuyo número de fusiles, reducido a 7 SO,
arroja una proporción de más de lO por i.OOO.
Inglaterra, no obstante iniciar su campaña con una fuerte
dotación, aún hubo de aumentarla, llegando a la cifra de casi
dos baterías y media por batallón, con proporcionalidad por
I.OOO fusiles superior a la francesa.
Las dotaciones presentadas por el ejército norteamericano
superaron todos los cálculos. Hacia mediados de 1918, la ar-
tillería divisionaria y de cuerpo daba ya una proporción de
17,75 por I.OOO fusiles, que aún fué aumentada más tarde has-
ta el número de 18,84.
Los datos anteriores se refieren a dotaciones orgánicas,
pues reforzadas éstas en operaciones especiales, con la adi-
ción de piezas de trinchera y de la reserva general o de ejér-
cito, las proporciones citadas llegaron a máximos insospecha-
dos hasta entonces. En la cuantía de esos máximos volvió a
ocupar el primer lugar el ejército norteamericano, que el 12
de septiembre de 1918, en el ataque de las posiciones alema-
nas de Saint Mihiel, para II4.000 fusiles hubo en total 2.536
piezas, o sea 22,24 por I.OOO.
Las anteriores cifras, sin embargo, sólo se incluyen como
representación de un coeficiente numérico expresivo de los
aumentos de dotaciones artilleras impuestos por las enseñan-
zas o necesidades de esa guerra, que nos ha dejado como
principio fundamental el ser la potencia de los fuegos factor
predominante del éxito en la batalla moderna; pero la misma
naturaleza abstracta de dicho coeficiente le hace inadecuado
para ser tomado por base de los cálculos de fuerzas recesa-
36 MEMORIAL DE ARTILLERÍA
I."—ARTILLERÍA DIVISIONARIA.
2°—ARTILLERÍA DE CUERPO
3.°—ARTILLERÍA DE POSICIÓN
bajo las órdenes directas del mando superior, que así podrá
disponer su agregación temporal a las unidades cuyos come-
tidos la reclaman.
Al formar, por otra parte, agrupación independiente de
las grandes unidades, división o cuerpo de ejército, puede
dársele más frecuente empleo, con aumento, por tanto, de su
rendimiento y notable reducción del número de baterías so-
bre el que precisaría, si cada una de esas grandes unidades
hubiese de ir equipada con lo que a sus actuaciones pudiera
corresponder.
Y si admitimos que cada ejército haya de contar con una
agrupación de estas piezas, para calcular su clase y cantidad
ha de recordarse que el calibre de 24 es muy apto para des-
trucciones de obras o abrigos, y el de 15 para las de defensas
accesorias, alambradas especialmente.
Elste último calibre, con sólo 150 o 20o bombas, puede
abrir anchas brechas de cerca de 50 m. de frente y casi otros
tantos de profundidad, resultados que se garantizan si a los
efectos de este calibre se suman los remanentes del mortero
de 24, en su misión de arruinar o demoler.
De esto resulta que para las 50 unidades de brecha con
120 m. de profundidad a que nos referíamos al tratar de la
artillería divisionaria, como a las baterías de morteros de ca*
libre medio se le suelen asignar 12 piezas, cada una de esas
baterías podría abrir en cuatro horas, con todo desahogo, más
de seis de esas unidades, de brecha, necesitándose para el to-
tal de las 50 unidades unas seis baterías como máximo. La
instrucción francesa, diversas veces citada, prescribía a este
propósito, tres y media, dos y media y dos baterías por kiló-
metro, según la clase de dotación.
El complemento suficiente de estas seis baterías de 15
sería otras dos de 24, o sean ocho para el servicio exigido
por el frente de ataque de una división.
Proveyendo ahora al ejército de doble dotación señalada,
16 baterías en junto, de las cuales 12 de 15 y 4 de 24, esti-
52 MEMORIAL DE ARTILLERÍA
4.°—ARTILLERÍA AUTOMÓVIL
Dotación de artlllerfa
para las grande* unidades del Ejército
I."—ARTILLERÍA DIVISIONARIA
Baterías
Baterias
Total piezas:
Cañones Obuses
de 15,5 ""• de 15,5 c m .
3.°—ARTILLERÍA DE POSICIÓN
a) Artillería de trinchera
Baterías Baterías
de 15 de 24
N ú m e r o d e baterías d e r e s e r v a en\\1
Para u n ejército. 3 i
los p a r q u e s : el 25 p o r ICO, a t e n - , p ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ , ^ ^ ^ ^
dida la facilidad de pérdidas... |
Total piezas:
Morteros Morteros
de 15 cm. des4Cin.
Total d e piezas:
4.°—ARTILLERÍA AUTOMÓVIL
Batería»
Dotación única 4 ó ^-
Clasedepiezas j De cañones de v.S-... 26 i
De obuses de 10,5. .. 2 ó 3.
Total de piezas:
De cañones de 7,5 8 ó 12
De obuses de 10,5 8 ó 12
* *
*
* «
I . " — A R T I L L E R Í A DIVISIONARIA.
2,°—ARTILLERÍA DE CUERPO.
3.°—ARTILLERÍA DE POSICIÓN.
* *
U N JEFE DE ARTILLERÍA.
LA GUERRA QUÍMICA ÓQ
LA GUERRA QUÍMICA
*
« *
• *
RAMÓN C L I M E N T ,
Capitán de artillería.
A titulo de introducción
«
Uno de los generales más entusiastas de nuestro Ejército,
el Excmo. Sr. D. Leopoldo de Saro Marín, siendo coronel del
regimiento de Infantería Inmemorial del Rey, núm. i (1918),
en su afán de hacer una productiva y fecunda labor, dentro
de sus atribuciones, encomendó a los diversos jefes y oficia-
les que integrábamos la plantilla del expresado Cuerpo, te-
mas prácticos y de aplicación inmediata en consonancia con
la época presente, y cuya solución, previo estudio minucioso
por él designado, aprovecharían para la enseñanza del con-
junto. Secundando su iniciativa, y de acuerdo para las expe-
riencias con el farmacéutico primero D. Adriano Panadero
Marugán, intenté un ligero bosquejo de estudios de aplicación
sobre gases asfixiantes, y después de algunas disertaciones
teórico-experimentales con arreglo al Guía-programa que ex-
ponemos a continuación, dicha empresa quedó reducida a
uno de tantos escritos, que pasan al archivo de lo olvidable,
coincidiendo con haber cesado la gran guerra, y creyendo
que una nueva era de paz desecharía para siempre estas for-
midables y peligrosas materias de combate. Sin embargo,
actualmente todas las naciones tienden a multiplicar los me-
94 MEMORIAL DE ARTILLERÍA
C o n f e r e n c i a primera.—Guía p r o g r a m a
n . — G A S E S IRRITANTES.—Definición.
Cloro.—Gas clorhídrico.
Bromo.—Gas bromhídrico.
Yodo.—Gas yodhídrico.
Gas o ácido sulfuroso.
Productos más I Peróxido de nitrógeno o ácido hiponítrico.
importantes... | Derivados oxigenados o no del cloro y del azufre
(cloruro de tionilo o análogos).
Aldehidos (formol) y acroleínas.
Otros derivados del cloro (ácido hipocloroso y
peróxido de cloro).
III.—DENSIDAD
Densi PLANTOS
dad del Peso
CUERFOS- gas en d e l litro D E LIQÜEKACCIÓS
relación del gas Color del gas Toxicidad (2)
FÓRMULA
con en Tempe Pre
el aire gramos ratura sión ( i )
V^.—ACCIÓN TÓXICA
Papel yodurado. í d e m .
Agitación en agua del medio sospechoso. C a r a c t e -
rización d e indicios de bromo.
Bromo.
Papel d e filtro impregnado en solución de dimetil-
fenilenodiamina. Anillo violáceo.
Papel Denigés. Color rojo violeta.
V I I . — IMPOSIBILIDAD D E L A S I N V E S T I G A C I O N E S E N L O S Ó R G A N O S
DE LAS VÍCTIMAS
VIII.—GASES INCOMPATIBLES
I X . — R E A C T I V O S ABSORBENTES.—Su indicación.
SBRIB V I . — T O M O X X I V 7
98 MEMORIAL DE ARTILLERÍA
I
y alteraciones destructivas. En la nariz, al principio, estornu-
do, picor, dolor quemante, flujo nasal defensivo (rinorrea) y
síntomas de inflamación agudísima (rinitis). En el aparato uri-
nario hay precipitación de albúmina. La sangre es alterada en
su materia colorante, se deforman los glóbulos, y los desechos
restos de los rojos (hematíes), eliminándose por la orina, 1»
dan un matiz encarnado más o menos fuerte, según la abun-
dancia de ellos. Pero estas perturbaciones son más importan-
tes de apreciar en el acto respiratorio. El individuo sometido-
a una zona gaseada en gran cantidad, cae sofocado brusca-
mente. La dificultad respiratoria (disnea) se impone. Quiere
respirar, y lo hace en forma involuntaria, a trueque de aspirar
el gas y exagerándose la disnea con fenómenos rapidísimoa
de congestión pulmonar y de vías altas respiratorias, acom-
pañándose de una hinchazón o edema, angustia en el corazón^
sudores fríos y copiosos, pulso desordenado y lento, color
general azulenco (cianosis), la sangre forma coágulos, y, en
medio de este cuadro sombrío, sobreviene la muerte.
Si el gaseado lo ha sido por poco tiempo, merced a reti-
rada oportuna de la zona peligrosa, pueden desaparecer len-
tamente los síntomas reseñados, y después de un largo y cui-
dadoso restablecimiento, acaso logre curar, aun cuando esto
no es la regla corriente, sino que la atmósfera clorada, por
arraigar en el aparato respiratorio, produce lesiones de tal
gravedad, que, generalmente, la muerte es el resultado defini-
tivo a los pocos días. En otros casos deja un estigma de en-
flaquecimiento, anemia, debilidad general manifiesta, hasta
que una manifestación pulmonar cualquiera o alguna lesión
tuberculosa concomitante cierra la escena.
En realidad, el que respira este gas deletéreo, fallece. Ya
dijo Ogier: «Que los efectos del cloro son de tal modo vio-
lentos, que puede decirse que el cloro es menos peligroso
que otros gases menos activos, justamente porque, en circuns-
tancias excepcionales, es completamente imposible respirar
cantidades un poco elevadas.» Una atmósfera con algunas
ALGUNOS CONOCIMIENTOS COMPENDIADOS lOI
» 0,05 a 0,20
cerca de i
» 0,04 a 0,05
APÉNDICE
27 a b r i l 1923.
I08 MEMORIAL DE ARTILLERÍA
Crónica
Política industrial.
V
y si se conviene en llamar—Yf— el í ndice de f ei ir.f abilidad
y le designamos por P , se tendía:
V,-
V D^
v' ^ S' B
•.•.••••••••••'.'• • . • • ' • : . - l - . V .
• . • ' • : : . • •'.•.• •.•.•.:••••.•,•.'•..•'•;•,•
P= I —
V,
Vr = PX Dr V. = PxD„,
Vr=^ V
D^
P_
P Da
P=i—^:^=i o b'en P = I —
Dr'
Da = D, y -^=i> P = l - l = 0 .
r ^r ^r
Fig. 3."
Z..^^-=l.69,
Fig. 4.''
CÉSAR SERRANO
VARIEDADES II^
Variedades