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Patrimonio, bienes, propiedad y derechos reales

Patrimonio: Conjunto de bienes y obligaciones de una persona, considerado como una universalidad de

derecho, es decir, como una masa móvil, cuyo activo y pasivo no pueden disociarse.

Muy discutido ha sido en la doctrina el problema de la naturaleza jurídica y, consiguientemente, el del

concepto del patrimonio. La doctrina se ha dividido entre las siguientes posiciones:

Subjetiva o personalista (ZACHARIE, ROAN, PLANIOL). Para ella, el patrimonio es emanación de la

personalidad jurídica y por ello comprende todos los bienes del individuo, incluso los futuros, y también

las obligaciones, es pues una universalidad de derecho independiente de los bienes que lo integran. De

ahí deduce PLANIOL que toda persona tiene un patrimonio y que sólo la persona tiene patrimonio.

Finalista (BRINZ, BEKKER). Sin negar la existencia del patrimonio personal, esta doctrina pone énfasis en el

interés en que cada masa de bienes sirve, afirmándose así la existencia de patrimonios, que no pertenecen

a alguien sino a algo (petinere ad aliquid), que están destinados a un fin, lo que lleva a explicar la

importancia de la responsabilidad patrimonial.

Realista o atomista (COVIELLO, FERRARA). Para ella, el patrimonio no es algo distinto de los bienes y

derechos que lo componen, sino la suma de todos ellos y, por ello, no puede ser considerado apto para

ser objeto de un derecho subjetivo.

Existen, por último, autores como COSSÍO que rechazan las anteriores doctrinas por considerar que

conducen sólo a abstracciones inútiles y concluyen que el patrimonio ofrece una configuración variable,

por lo que debe ser estudiada por separado cada una de las diversas modalidades en que puede

presentarse, que son esencialmente tres: personal, de destino y especial o separado.


Elementos del Patrimonio: A modo de síntesis caracterizadora, el diccionario de Derecho Usual incluye

estas notas sobre el patrimonio:

1. Sólo las personas pueden tener patrimonio, pero se reconoce a los individuos y a las personas

abstractas;

2. Toda persona tiene un patrimonio, así se limite su “activo” a lo que tenga puesto y lo demás sean

deudas;

3. La mayor o menor cantidad y valor de los bienes no afecta a que solo tenga un patrimonio cada persona,

aunque la técnica moderna destaque la existencia excepcional de los patrimonios separados;

4. Sólo cabe transmitirlo íntegramente por causa de muerte;

5. Constituye la prenda tácita y común de todos los acreedores del titular o de los perjudicados por el.

Desde posiciones intermedias, CASTÁN define el patrimonio como «el conjunto de relaciones jurídicas

activas y pasivas que pertenecen a una persona y son estimables económicamente», y DE CASTRO, como

una «masa de bienes de valor económico afectada y caracterizada por su atribución y el modo de atribuirse

a quien sea su titular, y a la que el Derecho atribuye caracteres y funciones especiales».

Derechos Reales

Derecho que tiene una persona sobre una cosa en virtud de una determinada relación jurídica. Los

derechos reales se caracterizan por dos notas fundamentales: el carácter inmediato del poder que otorgan

a su titular sobre la cosa, y la oponibilidad erga omnes o facultad de ejercitarlo imite a todos. La Ley

Hipotecaria enumera sin carácter exhaustivo, pues pueden crearse otras modalidades, los siguientes tipo

de derechos reales: usufructo, hipoteca, habitación, enfiteusis, censos y servidumbres. Suelen clasificarse

en derechos reales definitivos, como la propiedad, y derechos reales limitados o iura in re aliena.
el derecho real supone siempre una relación inmediata entre la persona y la cosa o lo que es lo mismo

una potestad directa sobre la cosa sin necesidad de intervención de persona alguna.

En los derechos reales su titular va a satisfacer inmediata y directamente su interés mediante el ejercicio

los poderes que el mismo tiene sobre la cosa (no va a necesitar la cooperación de nadie, ni va a existir

nadie obligado a realizar una prestación a favor del mismo).

Asimismo, la doctrina clásica entiende que el derecho real tiene un carácter absoluto, pudiéndose oponer

"erga omnes" (se pueden hacer valer contra todos). Además el derecho real va a ser susceptible de ser

lesionado por cualquier tercero, a diferencia de lo que sucede en el derecho de crédito, que puede ser

lesionado exclusivamente por una persona concreta y determinada (hablamos en este caso del deudor) al

no cumplir este la prestación. Un inmueble puede ser objeto de derechos reales.

Derechos personales

Se denominan así por contraposición a derechos reales. Son aquellos que establecen relaciones entre

personas determinadas, en razón de las cuales el respectivo titular puede exigir de alguien la prestación

debida. Se llaman también derechos creditorios u obligaciones. El titular o sujeto activo de la relación

jurídica, llamado acreedor, es quien goza de la prerrogativa de exigir el cumplimiento de la prestación

debida. El sujeto pasivo de la relación, denominado deudor, es quien está constreñido a efectuar dicha

prestación. El objeto es la prestación que el deudor debe satisfacer a favor del acreedor. Puede consistir

en la entrega de una cosa (obligación de dar), en la realización de in hecho (obligación de hacer), o en la

abstención de un hecho (obligación de no hacer). En cuanto a la naturaleza del derecho personal, consiste

en una relación entre dos personas determinadas. También las cosas o los hechos humanos aptos para

satisfacer nuestras necesidades constituyen el objeto de éstos derechos. Pero en tanto que en el derecho

real la prerrogativa del titular se ejerce directamente sobre la cosa misma (jus in rem), en los derechos
personales la prerrogativa se ejerce sobre otra persona a fin de obtener a través de ella el goce de la cosa

(jus ad rem). Así, por ejemplo, en el dominio (derecho real) el titular goza directamente de la cosa y puede

usarla y servirse de ella conforme a su naturaleza. En cambio, en la obligación de dar (derecho personal)

derivada de la compraventa, el comprador no puede usar y gozar de la cosa directamente, ya que solo está

autorizado para exigir del deudor (el vendedor) la entrega de la cosa. Cuando esto ocurra y se llenen los

demás requisitos referentes a la transmisión del dominio, el comprador se habrá transformado en

propietario; y su derecho, de personal en real.

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