Está en la página 1de 76
ANUARIO DE DERECHO PENAL, Y CIENCIAS PENALES TOMO LViH, FASCICULO LI Septicarre-diciembre, 2008 EE MINETERIO Re De JUSTICA SECCION DOCIRINAT. Imputacisn objetiva y conducta de la victima ENRIQUE GIMBERNAT ORDEKi * A) INTRODUCCION 1. Mitoma de posicién ante el problema En un reciente articufo, titulado «Imputacién objetiva, participa- cin en una antopuesta en peligro y heteropuesta en peligro consen- ida» (1), he tratado el problema de hasta qué punto ef consentimiento de ia victima en el riesgo que corre, y que se acaba materializande on tua resultado lesivo para la misma, puede excluir la imputacién obje- tiva de terceros que, impradentemente, flan contribuido causalmente a ase resultado lesive, En el presente articulo voy a ocuparme de ulte- riores grupos de casos de conducta peligrosa de la victima e imputa- cidn objetiva no cxaninados cn ese artfculo; pero antas de ontrar en ellos, y para tesolverfos de una manera coherente, voy a expaner, con Ja mayor brovedad posibie, cuties son las principies de los que parto. Siguicnde una terminologia ya acufiada, en estos supuestos de asteicién voluntaria por parte de Ja victima del peligro que conten sus * Fiste articuto se enmarea dentro del Proyceto 141) del Ministerio espafiot do Cienvia y Tecnologia BJU2003-06687, proyecto det cual sey el investigader principal. (1} Publicado cn: Estudios Penales ets Kecuerda del Profesor Ruiz Antén, Valen cin 2004, pp. 431-457, Bate tmbajo ha aparccido tarubién en; Revista de Derecho Penal (Argentina), 2003 (2), pp. 9-39; Criminatia (Organo de la Academia Mexicana de Ciem- cies Ponates} 70 (2004). pp. 313-337, y Revista de Derecho Penal y Criménologia, tuimere extranidinatio 2 (2004), pp. 75-100. ADIGE. VOL LY, 2005 Ra Enrique Gimbernat Ondeig propios bienes juridicos, se distingue entre participacién ea una auto Puesta en peligro y heteropuesta en peligio conseatida, En la participacién en una autopuesta en peligro ¢s ta victima la que cn dltima instancia sc mata o se lesiona a si misma. Como ejem- plo de este primer grupo de casos puede acudirse al del tercero-partt- cipe que vende heroina al drogadicto, falleciendo éste posieriormente al auloinyectarscla, debido al alto grado de pureza de la droga, cir- cunstaneia que era desconocida tanto para el vendedor come para el comprador, Hn la heteropuesta en peligro consentida, al igual que en la auto~ puesta, la victima acepta tambign el riesgo de lesidn, pero, a diferen- cia de fa autopuesta, donde cs ei sujcto pasive ef quo, en ditima instancia, y con su propia actividad, se autocausa se muerte o cl daiio 4 su integridad fisica, en la heleropuesta es an tercero el que, como autor directo, mata o Iesionaa la victima, si bien ésta es consciente de ~¥ asume~ el riesgo de lesién para su vida o su integridad al que aquél lc esta sometionda, Como ejempia de heteropaesta en peligro puede acudirse al de la persona que, consciente de que quicu se eacuentra a volante de un automéyii ni ticne permiso ni sabe conducir, accede, no obstante, a ocupar el pucste de acompafiante, produci¢ndose poste- riormente, a consecuencia de una previsible maniobra imprudente del conductor, un accidente de circulacién en el que la victima pierde la vida o resulta lesionada, Por Jo que se refiere a la patticipacién cn una autopuesta on peli gro, deficndo la siguiente tesis: Como la participacién imprudente en un suicidio (como tal suicidio, siempre doloso) es impunc en Derecho espafiol, y como Lambién Lo es la participacién imprudente (lo es, incluso, fa dolosa) cn una autulesién dolosa, de aby se Siguc que igual- mente ticnen que ser impunes Las participaciones imprudentes en una automuerle © Cr Wnas autolesiones impradcntes, consecuiencias de la autopnesta en peligro en la que se ha colocade la propia vfetima; es decir, y para expresario con mi ejemplo inicial: cl vendedor de heroina que le facilita al drogadicto ia sustancia, falleciendo éste, o sufviende un dafio en su salud, al antoinyectirseta, no responds del resultadu Jesivo que imprudentements sc ha causado a si misma la propia vic tina, Junto a esta prirnera tesis de que es impune la purticipacion on ana autopuesta cn peligro can tesultados lesivos para la victima, mi segunda fesis es que sf quo es punible, en cambio, la hoteropucsta en peligro consentida; es decir, y para expresarlo tambiéa con un ejem- plo: quecl conductor que, por su conduceidn imprudente del vehiculo, Jesiona o mata al acompafiante, responde penalmente de cgos resulta— DPCP VOL, LVI. 2005, Irputacin objetiva y eondacte de la victina 135 dos, aungue la victima hubiera estado de acuerdo en someterse al riesgo al que ie exponfa quicn materialmente fe predujo la muerte 0 las lesiones. Y cllo es asi por los motives que expongo a continua- cisn, Si la correspondiente figuea dolosa del homicidio consiste en . DPC. VOL ANIM, 2095 Imputecién abjetive y conddecta de te vletiona BI Frisch (3), Torfo (4), Fiedler (5), Mir (6), Weber (7), Zaczyk (8), Garefa Alvarez (9), Degener (10), Cancio (11), Schénke/Schréder! Lenckner (12), Freund (13), Dattge (14) y Puppe. Esta altima autora expone lo siguiente; «Pucs la complicidad y también la iaduccién a una autoiesién dolosa no es impune parque sea slo una participacion y no una autoria, sino porque la cuasiautoria del titular del bien juridico supone una disposicién jurtdicamente vélida sobre cl objeto del bien juridico en el sentido de que ya no (3) Frisen, 1988, p. 199, manticne yue de la impanidad de 1a parlicipacisin dolosa en ul suicidio no puede derivarse argumenta algaino para Fundamentac [a impu- rridud en los supuestos de autopuesia cn peligre, ya que cn estos casos de lo que se trata cs de negar Ja autocta imprucente ent Ta mucste de otro (wv. ambien, ea parecide senlido, Wal-rHeK, 1991, pp. 77/78), Por lo demas, FRISCH apitta que ca estos supues- tos -y de acuerdo con la docirina dominante- procede In absolucidn, pera que ca ellos estamos (ete. 1988, pp. 9, 198; NSIZ ,1992, pp. 3 y OT; 1995, pp. 128, 133 ss; Roxin-FS, 2004, pp. 232/233), no ante un prablama de impatacidn abjetiva, sina de abseneia de comportamicnto lipico, (4) Cf Feendnpez. Atwwox-LI1, 1989, p. 720: En consecuencia, el consciti- miento expreso cn una accién imprudente que ponga en peligro, y ullerinrmente lesione, Ja vida de fa vielima careceria juridicamente de signific: div culposo persistivfa la scsponsabilidad juridicopenal del autor, Bsta tesis es ipual- meote aplicable al corsentimiente presunto. Particularmente et dato de quc la conducta femeraria de la victima baya codeterminacio ef resultado pico munca podria sor roconducide a Ja doctrina def consentimiento, Conta csto hablarfe en primes lugar Ja realidad de que el consenimicnto ca la pérdida de la vida debe enfientarse con la presuncién objetiva adverse a favor de la conser vacion de ta vidao. {3} 1990, pp. 69 («Ne se presta otencién a 1a consideracign de que yuien apeueba un ticsgo ai much senos consiente én fas lesiotes cognascinles que pueden derivar de aquil»), 70 LeSin ombaigo. ca la aprehensidn y consideracitn jurieicope. nales dogmticas tiene que raarear uni diferencia si cl titalar del bien juridico Gnica- mente (z to sumo) queria el riego Inmancate 2 una accién, © el resge y el resultado vineulado a ch», subrayado oa el texto original), 72 Cecualquier equiparacién dot coneeinicnto del riesgo con la acoptacidn de fa pérdida es, por consiguicuto, una fic~ cidéi), 75 y 194. (6) Cir ADPCP. 1991, pp. 266s. @) Chi Spendel-FS, 1992, pp. 376/377 @ c 5 ©) Ctr RPC, 1999, pp. 1a (19) ¥. 2001, p.'342: «Ciertamente que es posible dar um paso maior minut en el cambio de la participacidin dolosa a 1a culposa, peso uo en Ja wansicién de lt autolesidn voluntaria de la victima a la mera aulopuesta en peligro. Aqui {racasa cl argaumenta del con-mayor-molive. Por el contraria: EL menor eonecimicnto de! riesgo por parte de la victim hace surgir la cueslidn de nna mayor necesidad de proteceisn». (1) Cli. ROPE, 1998. pp. 5.89.5 2001, pp. 41 ss. 164 ss., 198 ss, (12) ¥. StH, 2001, abservaciones piovias a los §§ 13 ss., 0, m. 92 a, (13) Ctr. AfunchRonmSiGB, 20003, antes de los $§ 13 ss.,n. m. 383, (14) V. btanchKommSiGB, 2003, § 15,1. m. 150. ADICY, VOL. FTI, 2005 738 Enrique Ginbernat Onteig existe interés alguno en sa mantenimiento, Con ella, su lesién doja de representar un desvalor del resu!tado. Frente a ello, la iesion de un objeto del bien juridico propio mediante una autopuesta en peligra no es, dentro de ta presente conexién, un Minus, sino un Maius, porque la autopuesta en peligro per se no supone renuncia alguna del interés en el mantonimiento del objeto del bien juridi- co ... Por ello, y en cualquier caso, en la participacidn en la auto= puesta en peligro ajcaa no falta el desvalor del resultado. Por consiguiente, de fa impunidad de la participacién en la autolesién na y cuasidolosa no se sigue nada para la impunidad de fa parti- cipacién en la aulopuesta en peligro ajena» (15). 6) La ebjecién formulada por la doctrina contra el argumento @ maiore ad minus consiste, por consiguicnte, en que dicho argu- mento estarfa aqui fuera de lugar, ya que la participacién impru- deme en un suicidio (doloso) - impune tanto en Kspaia como en Alemania seria heterogénca rospecto de la participacién impru- dente en una autopuesta cr peligro imprudente con resultado de muerte de fa viclima, porque en el primer supuesto ésta se quiere matar, eientras que en el segundo no sdlo no persigue su muerte, sina que conffa en que esa mueric no se va a producir, Pero esta objecién debe ser rechazada, Ciertamente que en la participacién imprudente en el suicidio (por ejemplo: a pesar de que era previsible, pero sin querer ese resul- tado, el participe deja una sobredosis de merfina al aleance de una persona con tndcncias suicidas, utilizando ésta la sustancia para, intencionadamente, acahar con su vida) la viclima quiere y ejecuta su propia muerte, mientras gue en la participacién imprudente en una antopuesta en peligro imprudente con resultado de muerte {por ejemplo: el dealer vende al drogadicto herofna adulterada - cizeuns- Lancia que ambos desconocian— fallecicndo ja victima al autoinyec- tirsela), Ja victima, on cambio, ne quiere su muerte, aun siendo consciente del peligro que corre. Pero, a pesar de que en los dos casos el comportamicuto de la victima es impune, 1a participacién es més grave en el primer easo que en el segundo, en cuanty que, si utlizamos calegorfas juridicopenales, también es «mas graven la conducta principal atipica a la que contribayen: autoruerte dolosa ene primer caso (suicidio) y automaerte mprudente on el segundo (suicidio «imprudente»), Esta conclusién a la que lege, examinando los dos supuestos desde la «gravedad juridicopenal» —-si se me per- 5) Pupre, MK, 2005, antes def § 13, um. 184. Cir tambien fa misma AF, 1, 2002, $6, nn. men. 3 4. rita cn el texto original ADECE, YOL, LVI, 2085 Buputacién objevion y conducta de ta vetina R90 mite emplear esta expresidn— de la conducta principal atipica, se corresponde también con el andlisis del comportamicnto desde la perspectiva del participe imprudente, pues es mayor la infraccién del deber de diligencia si para aquél, poniendo ef insuumento (Ja sobre- dosis de morfina) al aleance de la victima, eva previsible la muerte segura de aquella (porque se iba a suicidat) que si, facilitandolo (la heruina), sdlo era previsible una muerte posible (porque la victima no se queria matar, sino que slo se iba a somcter aun riesgo que podia desoncadenar, tal vez, su propia muerte), Y si jo mas grave (tanto desde la perspectiva de la victima, porque ef hecho principal es dofosy, como desi la perspectiva dei partfcipe, porque to previ- sible es una muerte cierta), es decir: si la participacién imprudente en un suicidio, no es punible, con mayor motivo no puede sesto io menos grave (porquc, desde la perspectiva de fw victima, el hecho principal es impradentc, y porque, desde la perspectiva del pacticipe, fo previsible no cs una muerte cierta, sino slo una posible), es decir: la participacién imprudente en una autopuesta en peligro imprudente con resultado de muerte. Este mismo razonamiento es aplicable, naturalmente, al caso. de participacién en una antopuesta en peligro con resultado de lesiones: si lo mas grave —la participacién imprudente en unas autolesiones dolosas— no es punible, entonces tampoco puede serlo fo menos grave --la participacion imprudente en unas autolesiones imprudentes, ¢) Una ver establccidos los principios por los que se dehen regir fa participacién cn una autopuesta en peligro y la fetesopuesta en peli- gro consentida, y rechazada Ja principal objecién contra la tesis que equi defiendo, a continuacién paso a exponer, y a tratar de solucionar, cuatro grupos de casos que en los tiltimos tiempos han desencadenado una amplia discusia doctrinal y jutisprudencial. B) MEDIDAS DE SALVAMENTO EMPRENDIDAS A RAIZ DE UN SINIFSTRO PROVOCADO ANTHURIDICAMENTE i, Introduccién a) Cuando una persona origina antijuridicamente (dolosa 0 imprudentemente) un siniestro (por ejemplo, un incendio), y otcas personas «salvadoras» (bomberos profesionales o particulares) pi den la vida o sufren lesiones, al intentar sofocar Jas lamas, tafes supucstos podrian considerarse, en principio, como de participaciéa ADPCR VOL. EVIL, 2005

También podría gustarte