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HABLO A LAS
PAREDES
4
PAIDOS
B u en o s Aires - Barcelona - M éx ic o
T ítulo original! /e ¡mrU iiiix miiri. EnttlH itu Jr ln Chupelle de Samte-Anne,
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S a b e r , i g n o r a n c i a , v e r d a d y g o c e ............. 11
D e l a i n c o m p r e n s i ó n y o t r o s t e m a s ........ 47
H a b l o a l a s p a r e d e s .............................................. 85
Anexo ...................................................................................1 2 1
Nota sobre el texto
Jacques-Alain Miller
Saber, ignorancia,
verdad y goce
l volver a hablar en Sainte-Anne espe
4 de noviembre de 1971
De la incomprensión
y otros temas
o que hago con ustedes esta noche evi
La verdad en ju eg o en el psicoanálisis es lo
que por medio del lenguaje, quiero decir, por
la función de la palabra, toca un real.
Sin em bargo, se trata de una perspectiva
que no es en modo alguno de conocimiento,
sino más bien, diría, de algo como la induc
ción, en el sentido que tiene este térm ino en
la constitución de un campo. Se trata de la
inducción de algo que es totalmente real, aun
que nosotros no podamos hablar de eso sino
como de significantes, quiero decir que no
tiene otra existencia más que significante.
¿De qué estoy hablando? Pues bien, de nin
guna otra cosa sino de lo que se llama en len
guaje corriente los hombres y las mujeres. No
sabemos nada real sobre esos hom bres y esas
mujeres como tales.
No se trata de perros ni de perras. Se trata
de qué son realm ente quienes pertenecen a
cada uno de los sexos a partir del ser hablan
te. No hay aquí ni una sombra de psicología.
Hombres y mujeres, eso es real. Pero no somos
capaces de articular en lalengua ni lo más
mínimo que tenga la m enor relación con este
real. El psicoanálisis no deja de machacarlo.
Esto es lo que enuncio cuando digo que no
hay relación sexual para los seres que hablan.
¿Por qué? Porque su palabra, tal com o esta
funciona, depende, está condicionada como
palabra por lo siguiente: le está precisam en
te prohibido funcionar de cualquier m anera
como palabra que le permita dar cuenta de
esa relación sexual.
En esta correlación no le estoy dando pri
macía a nada. No digo que la palabra exista
porque no hay relación sexual, sería totalmen
te absurdo. Tampoco digo que no hay relación
sexual porque la palabra esté ahí. Pero cierta
m ente no hay relación sexual porque la pala
bra funciona en un nivel cuya preem inencia el
discurso psicoanalítico descubrió como siendo
específico del ser hablante en todo lo que con
cierne al orden del sexo, a saber, el semblan
te. Semblantes de hombres [ bonshommes] y de
mujeres [botines femnies\,1 como se decía des
pués de la última guerra. No las llamaban de
otro modo: bonnes femmes. Como no soy exis-
tencialista, no lo diría exactamente así.
Sea como fuere, el hecho es que el ente
que m encionaba anteriorm ente habla, y el
goce, aquel que llamamos sexual, solo pro
viene de la palabra, y debe distinguirse de la
relación sexual. Solo él determ ina en el ente
del que hablo aquello que se trata de obtener,
esto es, el acoplamiento. El psicoanálisis nos
2 de diciembre de 1971
Hablo a las paredes
o se sabe si la serie es el principio de
[Ruido de petardos.]
6 de enero de 1972
JAM