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Jaron Lanier
No somos computadoras: un manifiesto.
Buenos Aires: Debate, 2012. 255 p.
tecnología como medio y no como fin, al años idos. Incluso los jóvenes escuchan
desarrollo de la originalidad y al respeto de viejas canciones en formatos diferentes, sin
la individualidad. saber siquiera quiénes fueron sus creado-
Lanier se extiende mucho sobre los res originales. Para finalizar esta sección,
jóvenes, quienes tienen —explica— que discute las ventajas y desventajas de la
validar constantemente su reputación en Wikipedia, a la que evalúa con cautela por
la red. Además, critica el anonimato como el peligro que conlleva en la homogeneiza-
forma de violar el ser del otro y la cantidad ción de las ideas y en la pérdida de un estilo
de material “basura” que se sube a internet. original.
Lanier aborda en la segunda parte En la cuarta parte “Sacando el mayor
“¿Qué será del dinero?” los variados cam- partido de los bits”, Lanier aborda el tema
bios que trajo la tecnología de la red al del conocimiento actual del cerebro huma-
mundo económico. Se ocupa en especial no, del estado de las neurociencias y del
del tema de los derechos de autor para el concepto de conciencia. Entiende que es
que propone algunas soluciones, como pa- poco lo que realmente se conoce sobre la
gar en bits lo que en bits se produjo, una forma en que funciona el cerebro humano
suerte de trueque virtual, bastante com- y, por lo tanto, tampoco se sabe lo sufi-
plejo de implementar. Remarca la impor- ciente sobre la influencia puede ejercer la
tancia de la trabajar cada día en mejorar la tecnología sobre él. Le preocupa también
calidad de los contenidos de internet y de- el desarrollo del pensamiento y del lengua-
sarrolla las nuevas formas en que la publi- je, cuyos estudios todavía son insuficientes
cidad diseña el mundo en línea. Hace una y de las modificaciones que puedan sufrir
crítica abierta al software libre y a la “nube”, las generaciones más expuestas a internet
a las que señala como otros modos de do- y a los dispositivos móviles desde que na-
minación ideológica. (Uno está tentado a cieron. Para el autor, es imposible captar
pensar que, trabajando para Microsoft, son plenamente la naturaleza de la conciencia,
casi obvias las críticas a Google.) El autor solo se pueden hacer acercamientos a ella.
propone una ética realista que compense La quinta y última parte se llama
económicamente el trabajo de artistas y de “Humores futuros” y en ella el investigador
intelectuales. vuelve sobre el tema de las redes sociales y
La tercera parte se titula “La insopor- los jóvenes, y explica que es su necesidad
table pobreza de lo plano”. Aquí, Lanier se de atención la que provoca que publiquen
extiende sobre la tiranía de los bits y seña- en internet los detalles más nimios de sus
la, con bastante acierto, cómo la cultura vidas. Otro tema que le interesa aclarar es
actual vive de las creaciones preinternet. lo que supone realmente la realidad virtual.
En la música, en el arte, en la literatura, en Es, según Lanier, un dispositivo que le per-
el cine, hay fundamentalmente recreación mite al ser humano percatarse de su propia
de ideas ya consagradas y nostalgia por los conciencia, oponiéndose de este modo a
AustralComunicación
Volumen 2 número 1 (junio de 2013) ISSN 2313-9137 137
los que confunden el mundo virtual con el reflexionan y alertan acerca de los riesgos
“real”. La realidad virtual serviría para ha- de sus propios campos de trabajo. Son per-
cernos más personas y no menos. sonas expertas en el tema que se detienen
Para terminar, el libro se cierra con la a pensar sobre su objeto de estudio y sobre
idea de que cualquier “gadget” debe servir las implicancias que tiene para la vida de
para profundizar en el significado de la todos los seres humanos. El investigador
aventura que supone la red y no para con- argentino, Carlos Scolari, critica en su blog
vertir a las personas en seres no pensantes, a este tipo de autores porque ve en ellos
meros repetidores de ideas ajenas. un renacer de la visión apocalíptica en el
Este libro es un aporte más a la que po- sentido de Umberto Eco. Tal vez esas dos
dría llamarse “literatura ensayística sobre visiones, apocalíptica e integrada, son dos
divulgación científica”, escrita por autores modos complementarios y no opuestos de
que conocen a fondo la tecnología, por in- estudiar la realidad. Y allí reside el valor
ventores y creadores de software o de dispo- de los textos como el de Lanier: hacernos
sitivos y que, sin embargo, en un momen- reflexionar para poder ver, como diría el
to de sus vidas dejan la actitud optimista cantautor Joan Manuel Serrat, “qué hay del
y naïf acerca del progreso tecnológico y otro lado”.
Patricia Nigro
Facultad de Comunicación de la Universidad Austral
pnigro@austral.edu.ar
AC