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ADVERTENCIA CONTRA LOS ESCRIBAS

(EL ABUSO DEL MINISTERIO)


“Y oyéndole todo el pueblo, dijo a sus discípulos: Guardaos de los escribas, que gustan de an- 1
dar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinago-
gas, y los primeros asientos en las cenas; que devoran las casas de las viudas, y por pretexto
hacen largas oraciones; éstos recibirán mayor condenación.” (Luc 20.45-47; Mat 23.1-36; Mrc
12.38-40; Luc 11.37-54).

INTRODUCCIÓN:
Los escribas, amaban los beneficios que estaban asociados con su posición y algunas veces,
estafaban a los pobres, con el fin, de obtener un mayor provecho. Ellos eran hipócritas, defrau-
daban a los pobres y presentaban su religión, con gran esplendidez, pero demasiada vacía.
Ellos eran, quienes debían practicar mejor la voluntad de Jehová y no lo hacían; por esa razón,
eran doblemente culpables. Sin embargo, también había excepciones (Mrc 12.28-34). El Señor
Jesús, ahora pasa a explicar; cómo era inadecuada, la religión que los maestros de la ley vi-
venciaban.

I. LA HIPOCRECÍA DE LOS MAESTROS DE LA LEY.


Luc 20.45: Y oyéndole todo el pueblo, dijo a sus discípulos: Guardaos de los escribas,
que gustan de andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las prime-
ras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas (Pues ensanchan sus
filacterias);… (“En hebreo: ‘señal’, ‘recuerdo’). Interpretación literal de: Éx 13.9, 16; Det 6.8;
Det 11.18. Se escribían en tiras de pergamino, algunos preceptos de la ley; estos se encerra-
ban en cajitas, que eran atadas en el brazo izquierdo o en la frente (llamados filacterias o la-
zos). El Señor Jesús criticó esto, porque los fariseos hacían sus filacterias, más llamativamente
anchas (Mat 23.5). Mucha gente piadosa de ese época, usaba las filacterias, no sólo para ir a
orar; sino, durante todo el día; llegando a convertirse, en una especie de amuletos, contra toda
clase de amenazas. El Señor Jesús, le dice de frente a los fariseos, que ‘ensanchaban dema-
siado sus filacterias’; convirtiéndolas en una extrema ostentación externa, de falsa piedad”. (Det
6.6, 8).

II. UNA EXHIBICIÓN DE ORGULLO.


Mat 23.5: …y extienden los flecos de sus mantos;… Núm 15.38: “Habla a los hijos de Israel,
y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos”. Det 22.12: “Te harás flecos en las
cuatro puntas de tu manto con que te cubras”. Los flecos indicaban a Israel, acerca de la rela-
ción que tenían con Jehová, sus leyes y como pueblo escogido. En la ley, no se especifica el
largo de los flecos. Los fariseos, movidos en su orgullo y el deseo de ser reconocidos como
muy piadosos, alargaban los flecos. Así que, en lugar de cumplir el propósito original de Jeho-
vá; lo que hicieron, fue exhibir su orgullo y su deseo enfermizo, de ser alabados por los demás.

III. UNA ACTITUD DE PREPOTENCIA.


Mat 23.6: …y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sina-
gogas, (Mrc 12.38-39; Luc 11.43; Luc 14.7-11; Luc 20.46). Como líderes religiosos, se sentían
orgullosos de su autoridad y el Señor Jesús, le advierte a los presentes; acerca del orgulloso
estilo de vida, de los escribas (Luc 20.45-47). Ellos estaban autoengañados y al mismo tiempo,
engañaban a la gente; en el futuro: tendrán “mayor condenación” (20.47).Este problema, tam-
bién llegó a existir en la Iglesia apostólica (Stg 2.1-4).

IV. UNA SEÑAL DE LA APOSTASÍA.


Mat 23.7: …y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí.
Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y
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todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque
uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno
es vuestro Maestro, el Cristo. La explicación del Señor Jesús, identifica lo maligno que resul- 2
ta, el exigir reconocimiento, cuando se tienen títulos. Esto es, como quitarle la gloria de Padre
Celestial, a Jehová y la de Maestro, al Señor Jesús. Las congregaciones tienen maestros (Hch
13.1; Heb 5.12; 1 Tim 3.2; 2 Tim 1.11) y por implicación; Pablo se refiere a sí mismo, como al-
guien que asume el rol de papá, por el crecimiento espiritual de los corintios (1 Cor 4.15) y no
enseña, sobre el uso espiritual, de los títulos religiosos. Pablo, no se refiere a sí mismo; como el
padre Pablo y nunca llamó a los otros apóstoles, como el padre Pedro o el padre Juan y mucho
menos, el Reverendo fulano de tal. El uso de tales títulos, entre los que profesan ser seguidores
del Señor Jesucristo, es innegablemente una señal de la apostasía.

V. ACTIVIDADES ENGAÑOSAS.
Luc 20.47: que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones;
éstos recibirán mayor condenación. La tarea más importante de la Iglesia, es cumplir la gran
comisión con dedicación y eso de seguro, tendrá su recompensa. Jehová reprenderá a las per-
sonas, que usen su posición de responsabilidad, para engañar a otros. Cualquier recurso que
se haya confiado, debe usarse en la ayuda a otros y no, para un total provecho personal. La
frase: las "casas" de las viudas, significaba: su propiedad y posesiones. Lucas escribe, que los
fariseos eran "avaros" (Lucas 16.14). En Mat 23.14, se ve un típico ejemplo de esa avaricia. Así
que, ellos defraudaban a las viudas. Conspiraban, contra los hijos de las madres viudas, para
quitarles la herencia. Convencían a las viudas y a los pobres, que les entregaran la administra-
ción de sus bienes, como guardianes y luego, se aprovechaban de este arreglo, para robarles.
Para no dar sospechas, de sus conductas perversas, se dedicaban a largas oraciones (hasta
tres horas, incluso, en el tiempo de meditación). Los escribas y los fariseos, eran los típicos co-
mercializadores de todo, en el mundo religioso. Después de los primeros siglos, la iglesia roma-
na, estructuró un sistema comercial. La iglesia mormona, es muy riquísima; más rica, que mu-
chas de las empresas principales de Los Estados Unidos. Los testigos de Russell, abusan de
todos sus "publicadores" y de otras personas; al no pagarles, por el trabajo que realizan y con-
tradictoriamente, les exigen más ventas, para enriquecer la organización. Los televangelistas,
defraudan a sus feligreses en multiplicados millones de dólares. Televisan fotos de niños ham-
brientos, moscas y familias sin casas, para pedir dinero; pero los directores de estos proyectos,
viven en mansiones y llevan vidas de puro lujo. Todos los tales, un día darán cuenta al Señor,
por los abusos cometidos, con el Evangelio del Señor Jesucristo (1 Tim 6.5).

CONCLUSIÓN:
Resulta extraño pensar, que los líderes religiosos (escribas) iban a recibir un castigo mayor; por
engañar a las viudas pobres y por abusar de la religión. Usaban la oración, como un pretexto;
ya que en realidad, lo que ejecutaban, eran planes pecaminosos y malvados. Pero a pesar de
esa apariencia, de santidad y respetabilidad; eran muy arrogantes, astutos, egoístas y poco
compasivos. Ellos se sentían muy orgullosos, por su manera de vestir y también exigían, que la
gente les respetara. Por eso, la piedad fingida, es doble pecado. El Señor Jesús dijo, que a es-
tos líderes les espera la sentencia más severa de Jehová, porque debían vivir como ejemplos
de misericordia y justicia. Las obras religiosas no anulan el pecado. El Señor Jesús demostró,
que a pesar de sus palabras piadosas, pasaban por alto las leyes de Jehová y hacían lo que a
ellos mejor les convenía. Hay que orar a Jehová, que nos limpie e impida en nuestra vida: del
orgullo, la ambición, la codicia, todas las cosas que causen mal y que nos enseñe, a buscar ese
estado de integridad, que sólo puede provenir de Él.
Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, ten-
gáis vida en su nombre (Juan 20.31).
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí (Juan 14.6).
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