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¿Porqué se creo el Virreinato del Río de La Plata?: La enorme superficie que abarcaba el
Virreinato del Perú dificultaba las tareas de gobierno y, por ese motivo, se segregó gran parte de
su territorio para la creación del Virreinato del Río de la Plata. Otros motivos que influyeron en la
decisión de efectuar esa separación fueron: la presión portuguesa sobre la Colonia del Sacramento
y toda la Banda Oriental, así como todos los otros territorios limítrofes entre hispanos y luso-
brasileños; la creciente importancia que iba cobrando Buenos Aires como centro comercial; la
importancia del estuario del Río de la Plata como entrada al continente y la defensa de los puertos
de Buenos Aires y Montevideo, y las sucesivas expediciones británicas y francesas sobre las
costas patagónicas.
El Virreinato del Río de la Plata fue una porción administrativa de los territorios coloniales
españoles en América que integraba el Imperio español. Originalmente los territorios que lo
componían formaban parte del Virreinato del Perú, pero la gran amenaza portuguesa sobre la
Banda Oriental y Colonia del Sacramento y el contrabando convenció al ministro de Indias José de
Galvez y Gallardo sobre la necesidad de la creación de un nuevo virreinato. De este modo, el
Virreinato del Río de La Plata fue creado provisionalmente el 1 de agosto de 1776 y en forma
definitiva el 27 de octubre de 1777 por orden del rey Carlos III.
b) División administrativa.
El virreinato del Río de la Plata o virreinato de Buenos Aires fue una entidad
territorial administrativa establecida por la Corona de España en América del Sur,
provisionalmente el 1 de agosto de 1776 y en forma definitiva el 27 de octubre de
1777.
La creación del virreinato del Río de la Plata se hizo con la fusión de los territorios
del Alto Perú, las gobernaciones del Paraguay, Tucumán y del Río de la Plata,
todos antes pertenecientes al virreinato del Perú, y el corregimiento de Cuyo que
hasta entonces era parte de la Capitanía General de Chile. Estos territorios en la
actualidad son parte de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Chile y Brasil
c) Autoridades metropolitanas.
En España y América la máxima autoridad era el rey. Que contaba con el consejo de indias,
cumplía con Las funciones administrativas legislativas , eclesiásticas, militares y judiciales.
Y la casa de contratación que esta cumplía con funciones comerciales e impositivas para controlar
el comercio y navegación, también se registraban la entrada y salida de mercadería.
Rivalidad entre criollos y peninsulares: en el siglo XVIII, las diferencias entre criollos y
peninsulares se agudizaron como consecuencia del incremento de inmigración desde la
metrópoli. Los recién llegados lograron dominar el comercio monopólico y hacer grandes
fortunas, los criollos querían terminar con la intermediación de los españoles en el intercambio
comercial, porque en el intercambio que España hacía con otros países se les hacía un precio
y lo revendían en su país a otros
.
El sistema de funcionarios: en la organización política, especialmente desde la fundación del
Virreinato, el ejercicio de las instituciones residentes recaía en funcionarios designados por la
corona, casi únicamente españoles peninsulares sin vinculación con los problemas e intereses
americanos. Legalmente no existían diferencias entre españoles peninsulares y del virreinato,
pero en la práctica los cargos más importantes recaían en los primeros. La burguesía criolla,
fortalecida por la revitalización del comercio e influida por las nuevas ideas, esperaba la
oportunidad para acceder a la conducción política. .
Causas externas
El contexto de la época: la independencia de EEUU (1776) de su metrópoli inglesa sirvió como
un ejemplo de una revolución e independencia posible, para los criollos. Además, se estaban
empezando a difundir los ideales de la Revolución Francesa (1789); y La Declaración
Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano tuvo una gran repercusión entre los
jóvenes de la burguesía criolla. Por otra parte, Inglaterra, en plena revolución industrial,
necesitaba nuevos mercados para vender su creciente producción. Gran Bretaña vio, en la
desintegración del Imperio Hispánico, la oportunidad de lograr nuevos mercados para
incorporar a sus sistema económico.
El trono vacante: la renuncia que había forzado Napoleón de Carlos IV y su hijo Fernando VII,
reemplazados por José Bonaparte, no había sido aceptada por los españoles. Éstos
comenzaron la Guerra de la Independencia Española y nombraron para su gobierno una Junta
Suprema Central y Gubernativa. Las colonias y virreinatos aceptaron la autoridad de ésta, y no
la del rey
b) La Semana de Mayo.
El día 13 de mayo llegó al puerto de Montevideo una fragata inglesa que, entre otras cosas, traía
periódicos en los que se informaba que Andalucía (en el Sur de España) había caído en poder de
los franceses y se había disuelto la Junta, que gobernaba en nombre del Rey. Otra embarcación
trajo las noticias a Buenos Aires.
18 de mayo: El virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, por medio de una proclama, comunicó
esos hechos al pueblo y aconsejó que estuviese tranquilo y guardara fidelidad a España.
19 de mayo: Los criollos piden a las autoridades que se les permita realizar un Cabildo
Abierto para tratar la situación, con ausencia de Cisneros ya que habiendo sido disuelta la
Junta que lo había designado como virrey consideraban que había cesado su mandato.
20 de mayo: Cisneros reunió en la Fortaleza a los jefes militares para pedir su apoyo. Los
patriotas se presentaron ante el Virrey para exigirle la reunión de un Cabildo Abierto.
Cisneros aceptó.
21 de mayo: Algunos vecinos se reunieron en la Plaza Mayor para apoyar la solicitud del
Cabildo Abierto. Se invita a través de esquelas a los principales vecinos para el día
siguiente. No todos podían concurrir al Cabildo Abierto.
Además de los comerciantes, militares e hijos de familias destacadas, los únicos
autorizados eran los vecinos casados y residentes en Buenos Aires. En total no eran más
de 250 personas.
22 de mayo: A las 9 de la mañana comenzó la sesión. Habían sido invitados los vecinos
más destacados. Se inició el debate, expusieron el escribano del Cabildo, el Obispo de
Buenos Aires, varios españoles y criollos y por fin se decidió votar una propuesta
concreta. Entre todas se apoyó la propuesta de Cornelio Saavedra: la cesación del Virrey
y la delegación interina del mando en el Cabildo hasta la formación de una Junta que lo
ejerciera sobre la base de la participación popular. Apoyaron esta opinión Castelli,
Belgrano, Paso, Moreno y Rivadavia, pero se postergó el escrutinio hasta el día
siguiente.
23 de mayo: El recuento de los votos fue de 155 votos por la destitución del Virrey y 69
por su continuación en el mando. Una maniobra de los regidores del Cabildo, sin
consultar al pueblo, forma una Junta Provisional presidida por el propio Virrey.
24 de Mayo: Jura una Junta de Gobierno presidida por el virrey e integrada por
españoles y por dos criollos: Castelli y Saavedra. Es un día de indignación para el
pueblo. Renuncian los miembros de la Junta y el virrey. El poder vuelve al Cabildo. Los
patriotas decidieron presentar una lista con los nombres de las personas que debían
integrar la nueva Junta de Gobierno y enviar a la brevedad una expedición militar al
interior para comunicar las novedades.
La destitución del Virrey se hizo pública a través de un bando por las calles de Buenos
Aires.