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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

CUCEI, Departamento de Física


Maestría en Ciencias en Hidrometeorología
con Orientación en Oceanografía y Meteorología Física

Anteproyecto de tesis

DESCRIPCIÓN DEL TEMA ESCOGIDA PARA LA TESIS:

“DINÁMICA DE LA ISLA DE CALOR Y LAS INVERSIONES TÉRMICAS


EN LA ZONA METROPOLITANA DE GUADALAJARA”

Propuesto por:
JESAHEL SARAHÍ LIZÁRRAGA BRITO

Asesor:
Dra. Iryna Tereshchenko

Comité tutorial:
Dra. Iryna Tereshchenko
Dr. Arturo Figueroa Montaño
Dr. Anatoliy Filonov

Guadalajara, Jalisco

Junio 2016
1.- JUSTIFICACIÓN

El desarrollo urbano de las últimas décadas a lo largo de la Zona Metropolitana de


Guadalajara (ZMG) ha tenido impactos positivos y negativos. Una de las problemáticas
debido al crecimiento de la mancha urbana ha sido el aumento de las temperaturas urbanas
debido a la formación de islas de calor.

Una Isla de Calor Urbana (UHI) se define como el aumento de la temperatura del aire en
zonas urbanas en comparación con la temperatura de los alrededores rurales. El perfil de
una isla de calor urbana, mostrado aquí (Figura 1), demuestra que las islas de calor son
típicamente más intensas sobre áreas densamente pobladas. El perfil también muestra
cómo parques y áreas verdes dentro de un área céntrica pueden ayudar a reducir las islas
de calor.

Figura 1.- PERFIL DE UNA ISLA DE CALOR URBANA

Impacto de la Isla de Calor Urbana en las temperaturas ambientes. (Fuente: U.S. EPA, 2006)

Una UHI se crea cuando las superficies de áreas verdes son sustituidas por superficies no
reflectantes, superficies impermeables que absorben un alto porcentaje de radiación solar
incidente. El desarrollo de una isla de calor urbana es un proceso variable en el tiempo, el
cual implica la geografía física y el entorno de una región metropolitana.
En presencia de altos niveles de humedad, la vegetación juega un papel dominante en el
enfriamiento de la superficie. La cubierta vegetal, que incluye árboles, arbustos y otras
plantas, no sólo proporciona sombra a los edificios al interceptar la radiación solar, sino que
puede enfriar el aire mediante la evapotranspiración del agua del suelo a través de sus
hojas. Cuando dicha cubierta vegetal es destruida, por lo general, es reemplazada por
pavimentos o edificios, lo que se traduce no sólo en la pérdida del mecanismo de
refrigeración sino en la adición de efectos perjudiciales de calentamiento. Estos efectos son
relacionados al albedo y la emisividad de los materiales de pavimentación y para techos
utilizados en la construcción.

La mayoría de los materiales usados en la construcción producen superficies de bajo albedo


y emisividad.

Las superficies de bajo albedo tienen baja reflectividad, y por lo tanto absorben radiación
solar, en lugar de reflejarla al espacio. Las superficies de baja emisividad liberan lentamente
esta energía haciendo así que el proceso de enfriamiento se lleve a cabo lentamente.

Estas propiedades combinadas pueden dar lugar a un aumento en la temperatura de las


superficies y pueden mantenerse durante la noche. Por ejemplo, en un día a 90 °F, una
superficie oscura de asfalto (como podría ser la de un estacionamiento) puede calentarse
hasta una temperatura de 175 °F. En el ocaso, la superficie del pavimento comienza a liberar
lentamente la energía térmica almacenada acumulada durante el día. Sin embargo, como
el pavimento comienza a enfriarse, el aire alrededor de la superficie comienza a calentarse,
por consiguiente, durante la noche se dan temperaturas elevadas.

La tasa a la cual la energía solar es absorbida y re-irradiada depende, no sólo, de las


propiedades físicas de diferentes tipos de superficies, sino también de su configuración
dentro del paisaje urbano, la meteorología regional y el microclima localizado.

Esto puede llevar a la formación de “puntos calientes” locales, los cuales pueden
desplazarse en el espacio con los ciclos diurnos y estacionales en determinadas condiciones
meteorológicas y con cambios en el uso de la tierra.

Las interacciones entre los patrones de calentamiento de la superficie y la meteorología


regional determinan la intensidad total de la isla de calor en el espacio y el tiempo. En
general, la intensidad es mayor en los días de calma y despejados en el verano y otoño.

En días despejados, la radiación de onda corta incidente tiene un camino directo hacia la
superficie. En este caso, las propiedades internas de la superficie, tales como la capacidad
calorífica, juega el papel dominante en las diferencias espaciales de calentamiento de
superficie. En días nublados, un porcentaje mucho mayor de radiación incidente es
reflejada, reduciendo el calentamiento de la superficie.

En este caso, las condiciones meteorológicas tienden a superar propiedades de la superficie


y el potencial para el desarrollo de la isla de calor urbana es probable que no se lleve a cabo.

La adición de calor antropogénico y los contaminantes de las centrales eléctricas, procesos


industriales y vehículos a la atmósfera urbana puede contribuir aún más a la intensidad del
efecto de isla de calor urbana.

El calor antropogénico directo puede elevar la temperatura del aire cerca de la superficie,
mientras que la contaminación del aire aumenta la absorción de la radiación en la
troposfera inferior, a menudo contribuyendo a la creación de una capa de inversión.

La capa de inversión no sólo impide al aire ascendente de enfriarse al ritmo normal, sino
que también limita la dispersión de contaminantes que son producidos en el área urbana.

El calentamiento de las zonas urbanas tiene consecuencias graves que pueden afectar la
salud humana y el medio ambiente. Las temperaturas elevadas pueden dar lugar a la
degradación de la calidad del aire urbano debido a un aumento en la tasa de la formación
de ozono a nivel del suelo, que es el componente principal del smog fotoquímico y el
componente de principal preocupación relacionado con el efecto isla de calor. Las altas
temperaturas también generan mayor uso de energía, lo cual se debe principalmente a una
mayor demanda de aire acondicionado, durante períodos prolongados de tiempo.

Está claro que el fenómeno de UHI es un problema que afecta a los aspectos de salud
pública y confort de la sociedad, así como al sector económico, por ello es de gran
importancia el realizar una investigación completa y fundamentada de dicho fenómeno.

1.1.- CAPA LÍMITE ATMOSFÉRICA E INVERSIÓN TÉRMICA

La capa límite atmosférica o capa de mezcla se refiere al estrato de aire sujeto a la influencia
de la superficie terrestre. Se le conoce también como capa límite planetaria, capa
convectiva, capa mecánica, etc.

El término de capa de mezcla surge de considerar que la formación y mantenimiento de


dicha capa se debe a la actividad de mezcla turbulenta que se manifiesta en la atmósfera y
puede entenderse como la parte de la capa límite que se desarrolla durante las condiciones
diurnas. En este caso, no podría considerarse estrictamente igual un término u otro, ya que
mientras que la capa límite engloba a la capa de mezcla, lo contrario no es cierto.
La capa límite es el estrato de aire en el que la turbulencia atmosférica originada por
desequilibrios térmicos o mecánicos, produce una intensificación de los movimientos
caóticos del aire, favoreciendo el fenómeno de difusión y transporte de energía y materia
hasta un nivel delimitado por la presencia de una discontinuidad térmica, a partir de la cual,
el comportamiento de la atmósfera no está sujeto a dichos intercambios turbulentos.

Inicialmente, se consideraba que la estructura de la capa límite atmosférica constaba de


una región interna y una externa. En la primer región (capa superficial) el flujo dependía de
la naturaleza de la superficie y no se veía afectado por la rotación, mientras que en la capa
externa (capa de Ekman), el flujo no dependía de la naturaleza de la superficie y el efecto
de Coriolis era muy importante.

Dentro de la capa superficial se podían distinguir dos subcapas. La primera (subcapa


rugosa), presentaba un espesor aproximado al parámetro de rugosidad 𝑧0 . En ella, la
turbulencia y los perfiles promedio dependían directamente de la estructura de los
elementos rugosos y el intercambio de materia y energía entre la superficie y el aire venía
dado por el proceso de difusión molecular. En la segunda (subcapa inercial), el perfil de
viento era logarítmico en condiciones de estratificación neutra (Figura 2).

Sin embargo, con lo anterior, la capa límite atmosférica no es influenciada por los
desequilibrios térmicos de la superficie, situación que es bastante común en la naturaleza.

Figura 2.- ESTRUCTURA INICIAL DE LA CAPA LÍMITE

La estructura vertical esquemática de la capa límite incluyendo los factores térmicos y


mecánicos, presenta varias diferencias respecto del esquema inicial (Figura 3). Bajo estas
condiciones, tanto los efectos de la rugosidad de la superficie, como otras propiedades
asociadas a los cambios térmicos, son transmitidos verticalmente a través del mecanismo
de mezcla turbulenta. Por lo tanto, la unión de estas dos contribuciones nos da espesores
de mezcla mayores a los obtenidos considerando solo los efectos mecánicos. Además, la
inclusión del factor térmico provoca la aparición de fuertes inestabilidades o células
convectivas lo que lleva asociado, en ocasiones, la aparición de nubes de desarrollo vertical
próximas a inversiones térmicas en altura. En estos casos, siempre y cuando puedan
realizarse medidas en altura, el espesor de la capa de mezcla puede estimarse mediante la
detección de la base de las nubes convectivas o de las bases de las inversiones. Las
inversiones térmicas, actúan como superficies de discontinuidad entre las dos masas de aire
distintas: la que se encuentra dentro de la capa de mezcla y la que se encuentra por encima
de dicha capa. Esta característica, aparece claramente reflejada en los perfiles verticales de
la temperatura y humedad. En ocasiones, la velocidad y dirección del viento presentan un
comportamiento distinto dentro o fuera de la capa de mezcla, e incluso los niveles de
concentración disminuyen frecuentemente por encima de la inversión térmica. La razón de
esta diferencia se debe a que la intensificación de la turbulencia por el efecto térmico
produce una mayor homogeneización de las propiedades como consecuencia de la mayor
eficiencia de la mezcla.

De esta forma, en la capa límite, el viento, la humedad y la temperatura potencial pueden


presentar perfiles verticales constantes, presentando una clara discontinuidad por encima
de esta capa. Ahora bien, aunque las propiedades atmosféricas tienden a permanecer
uniformemente distribuidas por debajo de la inversión térmica, la mezcla no es en muchos
casos lo suficientemente intensa como para producir una homogeneización real tan
definida. La humedad, por ejemplo, decrece a menudo débilmente con la altura, ya que la
fuente principal de vapor de agua en la atmósfera está relacionada con el proceso de
evaporación que tiene lugar en la superficie terrestre, mientras que la entrada de aire seco
se produce en la cima de la capa de mezcla.

Durante la noche, la capa límite viene definida por el estrato estable representado por la
inversión radiativa superficial, durante el día, la actividad turbulenta provoca el desarrollo
de la capa de mezcla.
Figura 3.- ESTRUCTURA DE LA CAPA LÍMITE

Por lo regular, las inversiones térmicas que se encuentran en las capas altas de la atmósfera
son consideradas interfases que delimitan la capa de mezcla. Sin embargo, en ellas tiene
lugar cierto intercambio de aire a través de lo que se conoce como la zona de entrada o
zona de entrañamiento. En este proceso de intercambio, una parte del fluido es atrapada
por los movimientos turbulentos y es mezclado con el fluido de la región turbulenta. Este
fenómeno es el causante de la transferencia de aire que se manifiesta por encima de la
inversión térmica hacia la capa de mezcla a expensas de energía cinética turbulenta. De esta
forma, este proceso contribuye al incremento del espesor de dicha capa de aire.

Existen tres mecanismos que pueden generar este proceso en la cima de la capa de mezcla:

1) La fuerte convección producida por el calentamiento de la superficie y relacionada con la


velocidad de escala

2) La rugosidad de la superficie relacionada con la velocidad de fricción

3) La turbulencia generada por la cizalladura del viento en la cima de la capa de mezcla


asociada con el salto de velocidad que se produce en la zona de entrada de aire.

En lo referente a la contaminación ambiental, la capa de mezcla es considerada como el


estrato de aire, a través del cual, los contaminantes liberados desde la superficie terrestre
son transportados y difundidos a través de la atmósfera. De esta forma, las emisiones que
tienen lugar en las capas bajas quedan retenidas en un volumen de aire cuya dimensión
vertical está delimitada por la altura de la capa de mezcla. Es por ello, por lo que puede
decirse que existe una estrecha relación entre los índices de contaminación atmosférica y
el espesor de este estrato del aire.

1.2.- ÁREA DE ESTUDIO


La Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) es la región urbana resultante de la fusión del
municipio de Guadalajara con otros siete municipios con los que comparte una conurbación
constante la cual suele denominarse ciudad de Guadalajara, localizada en el estado de
Jalisco, México (El Salto, Tlajomulco de Zúñiga, Tlaquepaque, Tonalá, Zapopan, Juanacatlán
e Ixtlahuacán) (Figura 2).

Esta zona metropolitana es la segunda más poblada de México, después de la Zona


Metropolitana del Valle de México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI) en 2005.

La ZMG tiene una extensión territorial superior a los 350 𝐾𝑚2 . Geográficamente está
situada en el Suroeste de la altiplanicie central de México sobre el Valle de Atemajac, su
latitud es de 20° 39’ 54’’ N, 103° 18’ 42’’ de longitud W y tiene una altitud de 1551 msnm,
según la Comisión Nacional del Agua (CNA).

Está situada en la cuenca del Valle del Río Grande de Santiago, en el Valle de Atemajac y la
planicie de Tonalá, entre las zonas montañosas de la Sierra Madre Occidental y el Eje
Neovolcánico. Las montañas que circundan la zona son: al Noreste la Sierra de San Esteban;
al Sureste la Serranía de San Nicolás y los conjuntos montañosos Cerro Escondido-San
Martín y El Tapatío-La Reina; al Sur el Cerro del Cuatro-Gachupín-Santa María; y al Oeste la
Sierra de la Primavera. La altura de estos complejos orográficos comprende desde los 50 m
hasta los 500 m, por ello, estos conjuntos montañosos, en especial al Sur, constituyen una
barrera física natural parcial para la circulación del viento.

La población total de la zona metropolitana sumó 4.095.853 habitantes en el 2005 y se


estima que para el 2007 contó con cerca de 4.240.320 habitantes distribuida en los ocho
municipios pertenecientes a la zona, es decir, en una superficie total de 2.734 km² con una
densidad promedio de 133,2 habitantes por hectárea, el municipio más poblado de la zona
es Guadalajara con una población cercana a los 1.6 millones de habitantes en contraste con
Juanacatlán con poco más de 11 mil habitantes, siendo éste último el menos poblado de los
ocho municipios.

Figura 2.- Localización de la ZMG


2.- OBJETIVOS

2.1.- OBJETIVO PRINCIPAL

Investigar la dinámica de la isla de calor (contaminación térmica) en la Zona Metropolitana


de Guadalajara en los últimos 10 años relacionada con el crecimiento de la mancha urbana.

2.2.- OBJETIVOS PARTICULARES

1) Analizar la dinámica de la isla de calor en base a estaciones meteorológicas de la Red


Automática de Monitoreo Atmosférico (RAMA). Siendo los parámetros a considerar
la Temperatura, Humedad Relativa, Velocidad y Dirección del viento.

2) Analizar las inversiones térmicas formadas en el Valle de Atemajac y su influencia en


la formación del fenómeno isla de calor y ventilación en la ZMG.

1. Participación en el programa “Proyecto de cooperación científica sobre


mecanismos de formación de ozono, compuestos orgánicos volátiles y
PM2.5 y escenarios de medidas de control” en mediciones de perfiles de
viento y sondeos frecuentes.
3.- HIPÓTESIS

Se plantea que el crecimiento de la mancha urbana de la ZMG ocasiona un aumento en


el fenómeno de contaminación térmica (isla de calor).

4.- METODOLOGÍA

1) Elaborar una base de datos de las magnitudes meteorológicos consideradas


(Temperatura, Humedad Relativa, Humedad Absoluta, Presión, Altura, Intensidad y
Dirección del viento) con la información obtenida de la RAMA del periodo de 2004
a 2012 y de 1994 a 2012, así como de radiosondeos de la CNA de 2002 a 2012. *****

 Efectuar un control crítico de los datos obtenidos. Para datos faltantes se


procederá de la siguiente manera: 1) Para huecos muy grandes los
valores serán llenados de acuerdo a lo que típicamente ocurre en años
pasados de acuerdo al mes correspondiente. 2) En el caso de huecos
pequeños se interpolará. 3) En casos de huecos en situaciones de
comportamiento atípico, no se llenarán como en 1) ya que es posible
que varíe mucho de la realidad, por lo que se buscarán otros métodos
de interpolación.

2) Analizar la distribución espacio-temporal de las magnitudes meteorológicas


consideradas en la ZMG y aplicando análisis espectral para descubrir las
periodicidades ocultas de las magnitudes.

3) Analizar perfiles verticales de Temperatura, Humedad Relativa y Viento en la ZMG


y en el valle Atemajac en base a datos de radiosondeos efectuados en el
observatorio de la CNA ubicado en bosque Los Colomos.
5.- CRONOGRAMA
Agosto 2012

Agosto 2013
Marzo 2013
Septiembre

Septiembre
Enero 2013

Mayo 2013
Noviembre

Junio 2013
Diciembre

Abril 2013

Julio 2013
Octubre

Febrero
2012

2012

2012

2012

2013

2013
Revisión de X X x x x x
bibliografía
Elaboración de X X X
base de datos
Control crítico X X X
de base de
datos
Participación X
en
experimentos
específicos
Procedimiento X X X x
de los datos
Conclusiones y X X
preparación
de tesis
6.- BIBLIOGRAFÍA

Moreno García, M.C. (1993): Estudio del clima urbano de Barcelona: la isla de calor. Oikos-
tau, Vilassar de Mar.

Yeon-Hee Kim, et al. (2002): Maximum Urban Heat Island Intensity in Seoul. Journal of
applied meteorology Vol. 41, Páginas 651-659.

S. D. Gedzelman, et al. (2003): Mesoscale aspects of the Urban Heat Island around New
York City. Theoretical and Applied Climatolology Vol. 75. Páginas 29–42.

Takuya Yokobori, et al. (2009): Effect of land cover on air temperatures involved in the
development of an intra-urban heat island. Climate Research Vol. 39. Páginas 61–73.

Jong-Jin Baik, et al. (2001). Dry and Moist Convection Forced by an Urban Heat Island.
Journal of applied meteorology Vol. 40, Páginas 1462-1475.

Jaccaud Gaille, Claudine (2007). Dinámica de la isla de calor en la Zona Metropolitana de


Guadalajara. Tesis de maestría. Universidad de Guadalajara.

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