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Facultad de Ingeniería, Transferencia de Masa

Universidad Nacional de Colombia, Bogotá DC


17 de Agosto de 2014

Sebastián Ochoa 2245532

El ingeniero químico como agente de desarrollo social

Jhon M. Prausnitz de la Universidad de California introduce el texto destacando que el


modelo capitalista ha facilitado el desarrollo tecnológico e ingenieril, pero dicho desarrollo
se ha dado de manera desmedida y descontrolada lo que ha provocado una serie de
problemas como: la contaminación, el cambio climático, el agotamiento de los recursos
naturales, entre otros.

La ingeniería química ha generado un desarrollo considerable para la sociedad, todos los


procesos de producción se han visto favorecidos a medida que ella avanza, pero esto a su
vez ha ocasionado una serie de impactos económicos y sociales negativos, lo cual ha
llevado a que el ingeniero esté en la mira de la opinión pública. Es por esto que en la
actualidad el ingeniero no puede centrarse meramente en los aspectos de investigación y
desarrollo o en el ámbito ingenieril sino que también debe incluir una responsabilidad
ambiental y social en su labor como profesional.

En relación a lo anterior, en el artículo el autor señala que en la actualidad el perfil de la


ingeniería química debe ir orientado hacia tres ámbitos, los cuales no son independientes
sino que, por el contrario deben complementarse entre sí. El autor relaciona el
conocimiento, las habilidades ingenieriles y la conciencia social con tres personajes de la
mitología griega: la diosa Atenea, el semidiós Hércules y el personaje Nausica.

El fundamento para la formación y crecimiento profesional del ingeniero químico es la


investigación y la búsqueda de nuevos conocimientos, aspecto que el autor relaciona con
la diosa Atenea, quien en la mitología griega representaba el conocimiento y la sabiduría.
Prausnitz menciona nuevos campos de la ingeniería como: la termodinámica estadística, la
cual ha permitido simplificar una serie de problemas que la termodinámica clásica por sí
sola no puede resolver; un ejemplo es la formulación de un modelo en función de la
densidad que permite solucionar analíticamente de forma rápida y práctica sistemas de
mezclas en diferentes condiciones. La resolución de estos problemas por los modelos
clásicos de simulación es más complejo y demorado.

El autor señala además la importancia de la simulación molecular la cual puede explicar el


“milagro” por qué ocurren algunos fenómenos que anteriormente no se podían explicar,
como por ejemplo la obtención de una ecuación analítica gracias a la simulación molecular
en conjunto con el modelo tridimensional de Ising. Posteriormente dicha ecuación se
combinó con la teoría reticular obteniendo así un modelo lo suficientemente completo que
permite explicar sistemas ternarios de mezclas que presentan puntos críticos, lo cual es
imposible hacer por los modelos convencionales.

Para finalizar con el aspecto de la ciencia y la investigación, el autor hace énfasis en que la
base de todo el desarrollo en la ingeniería se debe a la comprensión y la aplicación de la
química. Es pertinente mencionar que la ingeniería química aplica modelos matemáticos y
físicos para el análisis de procesos pero, el centro de todo sigue siendo la química, ya que
es ésta la que permite generar nuevas tecnologías y desarrollos, como por ejemplo
mecanismos para aumentar la solubilidad del dióxido de carbono y desarrollar nuevos
sistemas para el almacenamiento del hidrógeno puro.

Otro aspecto fundamental en la formación de un ingeniero es el desarrollo de sus


habilidades ingenieriles, las cuales se traducen en la capacidad de innovar y proponer
soluciones para situaciones problema. El autor relaciona dichas habilidades con el semidiós
Hércules, el cual desvió el curso de un rio para así limpiar unos establos que no se habían
limpiado por 30 años, Prausnitz considera esto como un gran acto de ingeniería y es por
esto que relación a Hércules con las habilidades ingenieriles. A pesar que la investigación
y la generación de nuevas tecnologías es de suma importancia para la ingeniería, no se
puede olvidar la relevancia de mejorar aquellos procesos ya existentes con el fin de
mantener los procesos productivos a la vanguardia de los avances tecnológicos. Es
importante que el ingeniero químico recuerde sus capacidades para optimizar procesos de
modo tal que mejoren su eficiencia y rentabilidad.

Un ejemplo de ello, es la optimización del proceso de Claus para la remoción y el


tratamiento de sulfuro de hidrógeno contenido en el gas natural, mejora lograda por medio
de un análisis termodinámico del proceso y de la aplicación de propiedades fisicoquímicas
de diferentes sustancias en busca de un mejor solvente para compuestos azufrados. La
optimización de este proceso logró reducir los costos de operación en un tercio lo que
implica en consecuencia un incremento en la rentabilidad económica. De esta forma, se
puede observar cómo el ingeniero posee las habilidades para optimizar los procesos de tal
forma que mejore el rendimiento energético, la rentabilidad económica y la sostenibilidad
de un mismo proceso.

Pero el ingeniero químico no puede continuar con la búsqueda de nuevas tecnologías o la


optimización de los procesos ya existentes sin considerar el contexto social en el cual se
desenvuelve. Es por eso que, Prausnitz habla de Nausica y cómo su ayuda en el momento
más oportuno le permitió a Odiseo continuar con su vuelta a Ítaca y de esta forma relaciona
a Nausica con la conciencia social que debe tener el ingeniero. En la actualidad, las
empresas están contratando ingenieros que además de tener una buena preparación
técnica tengan habilidades de comunicación, de liderazgo y adicionalmente le den gran
importancia a los valores humanos conforme son conscientes de la responsabilidad social
que poseen. La imagen del ingeniero químico ante la opinión pública debe mejorar y para
ello éste debe contextualizarse e interrelacionarse más con las personas ajenas a su
profesión. El ingeniero químico debe comunicar a la sociedad acerca de los avances de la
ciencia, de sus logros y de los riesgos que estos conllevan.
En conclusión la finalidad del autor con el artículo es recalcar la importancia para el
ingeniero de poseer otras habilidades aparte de su preparación técnica. No basta con
quedarse con el conocimiento y la sabiduría otorgada por Atenea, ni tampoco es suficiente
con las habilidades ingenieriles proporcionadas por Hércules, sino que estos dos aspectos
se deben mezclar con la interacción del ingeniero con la sociedad, de tal forma que todos
sus logros contribuyan con el avance científico y tecnológico y que a su vez redunden en el
crecimiento sostenible de las sociedades. Todo esto, con el fin de evitar que las prácticas
del ingeniero perjudiquen a la sociedad, sino que al contrario favorezcan a todas las
personas que de una forma u otra se pueden ver afectadas por la implementación de tales
avances tecnológicos. De esta manera, el ingeniero químico logrará integrar su trabajo con
el desarrollo social y, por lo tanto, sobresaldrán sus aptitudes humanistas representadas
por Nausica.

Bibliografía

Prausnitz, J. M. (2007). Athena, Hercules and Nausica: Three dimensions of chemical engineering
in the twenty-first century. Fluid Phase Equilibria, 3–17.

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