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{'EDUCACION ¥ SOCIEDAD : la ultima década se han Ileva- Aumerosas investigaciones pa- inad@s por el gobierno federal sobre los problemas educativos de los nifios que asis- ten a las escuelas de los ghettos. Los psi- célogos de fa educacién han tratado de des- cubrir qué tipo de desventaja o defecto pa- decen los alurnnos de estas escuelas con el fin de explicar su bajo rendimiento. El punto de vista mds aceptado y utilizado co- mo, fundamento de los programas de in- tervencidn a gran escala es que los nifios presentan un déficit cultural como conse- suencia de haber pasado sus primeros afios de vida en tin medio empobrecido. El len- suaje ha'recibido una considerable aten- 46n, Eq este terreno, la teoria del déficit + presenta en forma del concepto de «pri- ‘acidn verbal: los nifios negros del ghet- oreciben pocos estimulos verbales; segtin edice, apenas escuchan un lenguaje bien wticulado y, a consecuencia de ello, sus me- lios de expresién verbal se hallan empo- ‘secidos. Son incapaces de pronunciar fra- :s completas, desconocen el nombre de los bjetos comunes y no son capaces de ela- orar conceptos o de transmitir pensa- tientos Idgicos. mtd I ley ** Fragmientos de «The logic of nonstandard Malishy ide W. Labov. Georgetown Mono- AIRS: LAwtegran: f Paleo okey ghee LA'LOGICA DEL INGLES NO STANDARD . 2 W. Laboy . : Desgraciadamente, estas ideas estan ba- sadas en el trabajo de psicdlogos de ia edu- cacién que saben muy-poco del lenguaje y menos atin de los nifios negros. El con- cepto de privacién verbal carece de funda- mento en Ia realidad social: de hecho, los niflos negros que habitan los ghettos ur- banos reciben gran cantidad de estimulos verbales, escuchan mas frases bien cons- truidas qué los nifios de clase media y par- ticipan plenamente en una cultura con un alto contenido verbal; disponen del mismo vocabulario basico, poseen la misma ca- pacidad para el aprendizaje conceptual y emplean la misma Idgica que cualquier otra Persona que aprenda a hablar y a compren- der ¢l idioma inglés. La idea de «privacién verbal» forma Parte de la moderna mitologia de la Psi- cologia de la Educacién y es caracter{stica de una serie de teorias sin fundamento que tienden a extenderse répidamente por nues- tro sistema educativo. En las tiltimas dé- cadas, los lingilistas han tenido tanta cul- pa como los demas en la promocién de se- inejantes modas intelectuales a expensas de profesores y alumnos. El mito de la pri- vacidn verbal resulta particularmente pe- graphs on Language and Linguistics, vol. 22, 1969, pags. 1-22, 26-31 * ya jue desyfa alatenciiig de tone} verdaderos Malolos det arcera le na zeducativo dirigiéndola‘hacia‘unos iniag!* ‘conduce inevitablemente a sus defensores En la actualidad;‘el mejor servicio que-; pueden presentar los lingilistas es poner fin, fa ilusién de la «privacién verbal» y pro- dos psicélogos de la educacién revelan uw + gran desconocimiento de la naturaleza del :lenguaje. En los programas preescolare: propuestos ‘por: Bereiter- y - Engelmann +. (1966) se trata a los nifios-cqmo si carecie- ‘sen-de.un lenguaje propio. Para, Arthu Jensen (1969), el comportamiento fingii tico de log-nifios de ghetto sometidos a si- tuaciones experimentales constituye . la - . Principal prueba de su inferioridad gené- tica, En el presente articulo.me propongo - hacer un examen critico de estos dos mé- todos de abordar el lenguaje y {a inteligen- cia de las poblaciones etiquetadas como -padecedoras, de *«privacién" verbal y «cultural» '. Trataré de explicar cémo hi «= surgido el mito de la privacién verbal sir- viéndome de los hallazgos metodoldgicos de la investigacién sociolingiifstica y de al- gunos datos esenciales acerca del lenguaje conocidos de todos kos lingijistas.:Me ocu- Ses teenten ep epreneceny i." -VQuiero expiesar inl agradecimiento a'Ro-- salind Weiner del Early Childhood: Education Group: de la Operacién’ Headstart en Nueva ‘York y a Joan Baratz del Educational Develop- ment Corp., Washington D. C., por haberme _. indicado el alcance yt amas educativos aqui tratados y la forma en que {a teorld de fa privacién cultural tia afectado a programas fede: fe in ervencton ran- te los dhimos afios. i fis fedvay fee “2 El3 de diciembre de 1968 se publicé en el New York Times un informe sobre las puntua ciones medias en comprensign de la tectura ob- ® tenidas en Nueva Yor! escuclas a Jay que jarios defectos del nifio y; como veremos, =..s¢ producen los. * pos'de lectales; por'ser'en este terreno donde ands peligrosos malenten- * Bl marco genetal del que ha surgido la asignaturas, incluidas la aritmética y la lec- * tura. En el caso de la lectura, padecen por érmino medio un retraso de mds de dos’ fos: com respecto a la media nacional’. ‘Ademés, este retraso es acumulativo, de manera que en el quinto curso obtienen nos resultados comparativamente peores que en el primero. Los informes sobre la materia demuestran que este bajo rendi- * miento presenta una estrecha correlacién | “ con el status socioeconémico. Los grupos étnicos segregados, en especial los indios, los americanos de origen mexicano y los nifios negros, parecen obtener peores re- | sultados-que los demds. El trabajo lleva- do a cabo por nosotros en'Nueva York confirma el hecho de que la mayoria de los _ hifios negros leen muy mal; de todos mo- dos, nuestros estudios sobre la comunidad lingiilstica demuestran que fa situacién es aun peor de lo. que se ha dicho. Si separa- 2 pot! enigifey 3°72 3g nay ‘asistiin 1a mayorfa de fos milembros de los gru- ales estudiados por nosotros ofrecian los siguientes resultados: bt 8. 72°) BT Enel curso noveno, el retraso medio es supe- Tiog,w.dos. completos.t . ‘ é en’ particular'de in ién entre la.” ore) pa suid deTtoocnead a diferencias EDUCACION Y ns ‘mos a los individuos aislados y periféricos * de los miembros de los peer groups, ob- ‘servamos que estos ultimos obtienen unas calificaciones atin més bajas en lectura y que, de hecho, no aprenden a leer duran- te el'ticmpo que pasan en la escuela (La- bov y Robins, 1969). - : : 7Al hablar de los nifios de los ghettos ur- £ banos, ‘se utiliza frecuentemente el térmi- “no «clase baja» en oppsicién a «clase me- dia». En los diversos estudios sociplingiils- ticos que hemos Hlevado a cabo y en mu- chos otros estudios paralcios, ha sido con- venlente distinguir entre grupo de «clase baja» y «clase obrera». Las familias de cla- | se baja son de base tipicamente femenina ‘- o «matrifocal», sin un padre que aporte ae SOCIEDAD mientras que en el caso de la clase obrera pleta en fa que el padre posce un empleo semicualificado o no cualificado. Los pro- biemas educativos de los ghettos pasan por esta importante distincién de clase; no exis- ten pruebas, por ejemiplo, de que la pre- sencia o ausencia del padre esté estrecha- peste correlacionada con ¢l éxito esco- Los grupos de iguales representantes de Ja cultura verndcula que hemos estudiado en South Central Harlem inclufan miem- bros pertenecientes a. ambos tipos de fa- milia, El ataque a la «privacién cultural» enel gitetto va claramente dirigido a las es- tructuras familiares t{picas de la clase ba- ja, pero el fracaso escolar a que nos he- . * 3 Bxisten varios estudios recientes en los que se demuestra que no existe relacién entre el éxito escolar y la presencia de! padre en la fa- milia nuclear. Los primeros descubrimientos en + ¢ste sentido aparecen en un estudio de Bernard Mackles de CUE en Thos. S. Langer y Stanley T. Michaels, Life Stress and: Mental Health York: Free Press), capltulo 8. Jensen (1969) cita ef estudio de James Coleman Equa- lity of educational opportunity, pig. 506, y otros pare Uustrar este aspecto, iivtard Ne i soncepto de «tionstandard Negro En- * plist» (inglés negro no standard) y la cultura ver- i Joey ate Eedalss * un sustento econédmico con regularidad, . + * suele darse la tipica familia nuclear com- ° mos referido es caracteristico tanto de‘los nifios de clase baja como de los de clase obrera. En el resto del articulo me referiré por To tanto a niflos de ghettos urbanos en lu- gar de a nifios de «clase bajan: fa pobla- cién que nos ocupa son todos aquellos que participan de la cultura verndcula calleje- ra y que han sido apartados del sistema escolar *. Como es evidente, nos estamos enfrentando a los efectos del sistema de castas de fa sociedad americana, un siste- ma «caracterizado fundamentalmente por el color». Todo el mundo fo admite asi. La cuestidn es za través de qué mecanismo im- pide la segregacién racial que los nifios aprendan a leer? Una de las respuestas es el concepto de «privacién cultural» pro- puesto por Martin Deutsch y otros, segiin el cual, los nifios negros carecen en su me- dio hogarefio de los factores positivos que hacen posible el éxito escolar de los nifios pertenecientes a la clase media. (Deutsch y otros, 1967; Deutsch, Katz y Jensen, 1968). Estos factores implican el desarro- lo de varias habilidades cognitivas a tra- vés de la interaccién verbal con los adul- tos, incluidas la capacidad de razonar de un modo abstracto, de hablar con fluidez y de concentrarse en objetivos de largo al- cance. En sus publicaciones, estos psicd- logos admiten también otros factores so- ciales de car4cter mds general 5. Sin em- bargo, la teorfa del déficit no se centra tan- to en la interaccién del nifio negro con la sociedad blanca como en el fracaso al in- ndcula a la que pertenece se hallan descritos con todo detalle en Labov, Cohen, Robins y Lewis (4968), secciones 1.2.3. y 4.1. Por to que res- pecta a los rasgos lingilisticos que distinguen a tos hablantes que participan plenamente en la cultura NNE de los individuos marginales y ais- lados, véase Volumen II, seccién 4,3, 5 En Deutsch, Katz y Jensen (1968) hay una seccién sobre «Social and Psychological Pers- pectives» (Perspectivas sociales y psicoldgicas) que incluye un capitulo de Proshansky y New- ton sobre «The Nature and Meaning of Negro Self-Identityn (Naturaleza y significado de la EDUCACION Y¥ SOCIEDAD bientes de la escuela y ef hogar dominados por los adultos *, no observamos este tipo de comportamiento en los nifos negros, pero en muchas ocasiones se nos ha pedi- + do que ayudemos a analizar los resultados de investigaciones, sobre la privacién ver- bal efectuadas en situaciones experimen- tales de este tipo. ' y+ He aqui, por. j¢jemplo, una entrevista . completa con un niflo negro de las cente- nares de ellas realizadas en una escuela de Nueva York. El pifto entra en una habita- Je-pregunta;si:su: v musgos 0. otras: actividades; cultyralest£, eon-el finde responder.’ Bereiter llega asi ‘an pobre evidencia’se-utiliza pata expli-?; a ta conclusiéd de‘que las fosmas de Jen- uaje infantil‘no son més que una serie de ritos:emocionales; por lo que decide tra las écompo ai los nifios no poseyesén leri-” “. cidn donde se encuentra un entrevistador uaje algunaw.Identifica-el lenguajedees! | blanco comprensivo y amable, que coloca 10s niflos ton su interpretacion del cédigo . sobre la mesa situada ante él un bloque o restringido, de Bernstein: «el lenguaje de na bomba contra incendios y dice «cuén- sje. Esta idea que tiene su origen en la obra nifios que padecen privacién cultural... de Basil Bernstein, segiin el cual «gran par: ‘ : tame todo lo que sepas acerca de esto». _ (Las observaciones del entrevistador van te del lenguaje de fa clase baja es una cs; Hlada def inglés standard, sino fundamen- i pecie de acompafiamiento ‘emocional' se- ;..italmente an ‘modo no idgico de:cdmpor- . ate fe paémcsi) foe 7 cundario de la accién que tienc lugar en un" stamientouexpresivow’ (Bereiter ‘y “otros; (12 segundos de silencio} . # momento determinado» (Jensen, 1968, pg: | :1966, pag. 113). Su programa ba- (4A qué dirlas que se parece?) : . 118). Las opiniones de Bernstein estan fil: _ sico consiste en‘ensefiarles un nuevo len- [8 segundos de silencio] " tradas a través de un fuerte prejuicio ha- .guaje disefiado por Engelmann, formado ie ~*""Una:nave espacial cia cualquier forma de comportamiento de : . por'una serie limitada de preguntas y res-. I | (Hummm.) ‘la clase obrera, por lo que considera allen-. .- puéstas del tipo de gDdnde estd fa ardilla? {13 segundos de silencio} guale dela Clase media superior en todos ‘Egan esia en ef drbol, Si los nifos em- a “A un jet® Jos aspectos;' «1 abstracto y necesari ‘plean su lenguaje verndculo durante el re- gundos de . imente algo mas flexible, detallado y suti creo; no se fes-castiga, pero no se les per- i se de Htlencio A través de una serie de opiniones de este “.mite'utilizarlo en clase: En caso de que [20 segundos de silencio) -contesten a la pregunta zddnde estd la ar- ipo legamos al programa practico de Carl dilla? mediante la ilégica forma vernécu- Bereiter, Siegfried Engelmann’y sus cola: 1. @De qué color es?) Naranja. [2 segundos] y blanco. 2 segun- -boradores (Bereiter y otros, 1966; Berei- en el drbol, se les reprende de diversas - dos} y verde ter y Engelmann, 1966).'El programa de. ‘:maneras y se les hace decir. Le grdilla estd [6 segundos de silencio} : jucacién preescolar de.orientacién litera- ‘el drbol. is woot (Qué podrias hacer con él?) ja de Bereiter parte de la premisa de que Los lingilistas y psicolingiistas que hari 8 segundos fe silencio} - 2 - los nifios negros deben poseer un lenguaji rabajado con hifios negros suclen recha- . Un jet vo que les permita aprender y.del descubri;: “-zar esta idea acerca de su lenguaje como [6 segundos de silenclo} '“ ra; ng creo que se trate Uinicamente de una Lf cuestion'de creer que existe algo asi como la brujerla, Creo que existe algo asi como. Gue una persona puede, ponerse a s{ mis- ma ‘en un estado de dnimo (Mhm), o que + =erd; se le puede dar algo que la intoxi- que y le produzca clerto —cierto estado de dnimo— que podria considerarse realmen- te que es brujeria. ,, ‘Charles M. es sin,duda un «buen ora- . dor» que sorprende a quien le escucha por ,: Jo bien educado, inteligente y sincero. Es na pefsona agradable y, atractiva; el tipo de persona a la que los oyentes de clase me- dia otorgarfan una alta puntuacién en una escala de «aptitud para el trabajo» 0 co- mo amigo potencial '2. Su lenguaje es mds + /moderado y suave que el de Larry; hace grandes esfuerzos para matizar sus opinio- nes y parece deseoso de evitar cualquier _ ertor o exageracién. Estas cualidades son “Ja caracteristica principal de este pasaje; su verbosidad., Las palabras se multiplican, algunas para modificar y matizar, otras pa- ‘ra repetir o rellenar‘el argumento princi- pal. La primera parte de este fragmento es una respuesta a la pregunta inicial sobre Jos suefios, fundamentalmente: . "I. Hay gente que dice que a veces los Suefios se hacen realidad. +: 42. Amlnunca me ha ocurrido que un .. suefio se hiciese realidad. |. Por lo tanto, no creo (1). + Aqui aparecen algunas expresiones de ' gelleno caracteristicas: algo asf como, es- pecialmente. Los dos ejemplos de suefios En Labov, Cohen, Robins y Lewis eee eebance una descripcién de rac satin ae cen emplean es- . feta eacion yea Algunas prone deed media que han leldo este pasaje han sugerido que ciencia alu-, WD ab oo que menciona después de (2) son ocurren- cias tardfas que podia haber expresado des- pués de (1). La proposicién (3) se repite dos veces sin un motivo claro. No obstante, gran parte de la respuesta de Charles M. Se dirige al centro de la cuestién. Después ofrece voluntariamente una explicacién acerca de sus creencias en materia de bru- jerfa, la cual pone de relieve el problema que padecen los hablantes de clase media, que (a) desean expresar su creencia en al- go, pero (b) quieren aparecer como juicio- sos, racionales y libres de supersticiones. La proposicién fundamental puede expre- sarse mediante seis palabras: Pero yo creo en fa brujeria. Sin embargo, la amplia exactamente a cien palabras y resulta dificil apreciar si di- ce algo mds. En tas siguientes citas, las ex- “presiones de relleno que pueden eliminar- se sin alterar el significado aparecen entre corchetes. 1. «Pienso, no obstante, que existe [al- go asi como) brujerfas». Da la impresién de que pienso es un eufemismo para sustituir a «creo». 2. «[Pienso que) en algunas culturas fexiste algo asi como brujerfa}». Est peticién parece destinada tinicamente troducir el término cultura, el cual nos i dica que el hablante sabe de antropologia. ASignifica algunas culturas «no en la nues- tra» o «no en- todas»? 3. «[o algtin tipo de ciencia de la bru- jerfa.]. Esta adicién carece completamen- te de significado. {En qué se diferencia la «ciencia» de la brujeria de ta brujerfa sin mas? }, Su principal funcién es introducir el término «ciencia», aunque no tenga re- lacién con lo que viene a continuacién. 4. «no creo que se trate tinicamente [de una cuestién] de creer que existe [algo asf guna forma de contro! distinta de «clencia de la brujeria» seria por lo tanto una especie de manipulacién de los es- tados de dnimo. Lo cierto es que para compren- der las observaciones de Larry no son necesa- tias tales sutilezas interpretativas. (2B seoci6n ‘anterior teaté de’ explicar simple creencia, Jel origen del mito de que los nifios negros $de tlase baja se coisiportan de un modo no, . como) ane blo persona puede ponersé a'sf misma a en. ].un estado dé dnime:: rdque .dnimo]..:» En esta:adicién se introduce la 's:tercera palabra culta, intoxique. Podremos apreciar con mayor ‘claridad la vacuidad de este pasaje si suprimimos las ‘repeticio- nes, Jas palabres fomode: yilos adornos forma superficial del estimulo: se pregun- ta a todos los nifios «qué opinas dela pe- - na capital?» o'@Dime todo lo que sepas de “eston.:Pero la interpretacién que da el ha- _ blante a tales preguntas y la accidn que cree ‘adecuada’ como- 3Una persona puede ponerse a sf misma puesta ‘ pérmanecen ntroladas. Estos estl- © se Ja puede poner en un estado, de fai, mo que-es brujeria. * Desprovisto de.la palabreria extra y de 54 los términos como ciencia, cultura e into- :xicar, Charles M. ya:no parece tanto un pensador de primera. La primera impre- ién de buen orador se debe simplemente nuestra reaccién, producto de un proton- ado condicionamiento, ante la verbosidad le la clase media: sabemos que las perso- as que emplean esos artificios estilisticos on gente educada y nos sentimos inclina, dos:a atribuirles un discurso inteligente. Nuestras reacciones:son acertadas en un sentido: Charles M. est4-mejor educado , que Larry. Pero .es mas racional, mas I6- - ico o mas inteligente? ,Esté.mejor capa- itado para hallar la solucién a un proble- °° ma?‘,Maneja mejor las abstracciones? No - . hay razén para creerlo; Charles M. consi- gue darnos a entender que est bien edu- de cuentas, no sabemos como demandas de informacidn, instruc- ciones para la accién, amenazas de casti- ‘go.o como secuencias de pal “tes de sentido. Pero probablemente estén ‘pensadas para algo completamente distin- “to: como demandas de exhibicién '*; en cualquier caso, ef experimentador ignora el problema de la interpretacién. Los mé- *, todos de los psicélogos de 1a educacidn co-. mo Deutsch, Jensen o Bereiter se atienen al modelo disefiado para los experimentos, ‘con animales, en los que la motivacién se controla por medios tan simples como re- “tenerles la comida hasta conseguir una de- “terminada reduccién del peso. Cuando se trata de sujetos humanos es absurdo creer -que se puede conseguir un «estimulon idén- tico formulando a todos 1a «misma pre+ . gunta». Al estar incontroladas las varia- bles fundamentales de la interpretacién y ‘4 El concepto de «demanda de exhibicién verbal» esta tomado de la interpretacién de la ntrevista terapéytica de Alan Th ciology of ‘Mental iilnes, mimeografiado (se oa blicard en-For:Thorias Szaz).i is bi e /.tura sobre la privacién verbal nada nos dice cerca de la capacidad de los nifios. Estos fon sdlo fos ornamentos de la ciencia: un foque' que sustituye la accién misma por los procedimientos formales del método edent{fico: Dado lo limitado de nuestros co- ; nocimientos acerca de estos problemas, lo jor qiie podemos hacer para compren- lex las habilidades verbales de los nifios es ludiarlas dentro del contexto cultural en que se‘ha desarroliado." ; . No s6lo se debe estudiar de este modo lengua verndcula NNE, sino también el lenguaje de los nifios de clase media. La claridad y la precision que esperamos ob- tener al imitar las formas propias de la cla- se media son a menudo el resultado de la ‘situacién experimental y se limitan a ella En la priniera parte de este articulo se di- “Jo que los nifios de clase obrera escuchan mds frases bien construidas que los de clase . media. Semejante afirmacién puede apa- fecer sorprendente desde el punto de vista . de muchos lingilistas que Creen que la ma- ~ yorla de la gente no se expresa mediante frases bien construidas y gue su verdade- ..7@ produccién o «actuacién» verbal es ~ antigramatical '', Pero quieres han traba- Jado con algun grupo de habla natural sa- + _ ben que no es éste el caso. Nuestros estu- - dios sobre la egramaticalidad del habla co- tidianaw demuestran que, en todos los con- * textos, la gran mayorfa de las expresiones son frases completas y que la mayor parte _ de las restantes pueden reducirse a forma gramatical mediante un reducido nimero de anormas de adaptacién» '*. La propor- _ cién de frases gramaticales varla segiin el - origen de clase y el estilo. El mayor por- ;____!8 En diversas ocasiones, Chomsky ha ma- ‘| | nlifestado que la mayortfa de las frases que escu- cha un nifio son antigramaticales («el 95 por _ | elenton). Ea Chomsky (1965, pdg. 58), esta no- || eién aparece como uno de los argumentos de su || planteamiento general de la posicién «nativis- | tan: «Una consideracién del cardcter dela gra- : matica que se aprende, Iq cuglidad degenerada lo imlado de los datos disponibles fel subra- ede ’ EDUCACION YSOCIEDAD, SE centaje de frases bien construidas se da en el habla informal y los hablantes de clase baja emplean mas frases bien construidas que los de clase media. E! mito tan exten- dido de que la mayor parte del habla es an- tigramatical se basa sin lugar a dudas en las grabaciones efectuadas en las reunio- nes cultas, donde se obtiene un maximo de secuencias irreductibleménte antigramati- cales. Es verdad que los libros técnicos y cien- tificos estén escritos en un estilo claramente de «clase media», Pero desgraciadamen- té, a menudo no nos es posible lograr en tales escritos la claridad y la precisién que buscamos; y el habla de muchas personas de clase media se aparta al maximo de es- te objetivo. Con demasiada frecuencia, el inglés standard aparece representado por un estilo al mismo tiempo escrupuloso y vago. La acumulacién de palabras, mas que alcanzar el objetivo lo entierra. Es pre- cisamente esta verbosidad lo que se ense- fia y se aprende con mayor facilidad. De este modo, las palabras ocupan el lugar del pensamiento sin que haya nada detras de ellas. Cuando Bernstein describe su «cédigo elaborado» en términos generales, éste aparece como un modo sutil y sofisticado de planificar las expresiones, de conseguir variedad estructural, de tener en cuenta los conocimientos del otro, etc. Pero cuando pasa a describir fa diferencia real entre los hablantes de clase media y los de clase obrera, nos encontramos con una prolife- tacién de «me parece», de voz pasiva, de modales y auxiliares, de pronombres cn primera persona, de palabras poco corrien- yado es mio], la sorprendente uniformidad de Jas gramiaticas resultantes y su independencia con respecto a Ia inteligencia, la motivacién y el es- tado emocional, al margen de su amplia varie- dad, permite albergar pocas esperanzas sobre la posibilidad de aprender gran parte de fa estruc- tura del lenguaje...» 46 Las normas de adaptacién aparecen en Labov (1966). formado, en algin nivel de organizacién -psicoldgica; un claro concepto de fo que es es tlempo>, «locucién verbal», «sinta- xis», «oracién subordinada», «pronom- bre» y muchas otras categorfas gramatica- ue Me got juice no es una expresion logi- ello sélo puede deberse a que interpre- 1a que el'uso del pronombre me represen- tauna diferencia en la relacidn Idgica con . el verbo, esto es, que el nifio esté diciendo the' juice got him (que ¢l zumo le tiene a * dljen lugar de he got the juice (que él tie- “7° né ef zumo), Si, por el contrario, lo que I nifio quice decir es «I got juice», lo uni- " €o que demuestra esa forma de oracion es que no ha aprendido las reglas formales de enipleo de ta forma subjetiva J y de la for- ma indirecta me. De hecho, hemos encon- _ trado muchos nifios de cuatro, cinco, seis ¢ incluso ocho afios que no conocen bien * dichas reglas formales "", Resulta extre- madamente dificil construir un par mini- ~ ‘mo que muestre que la diferencia entre he - yhim (ly a,él) o entre she y her (ella y a cite) pos posee un significado cognitivo. En * easi todos lo’ casos, es el contexto el que * nos indica quién es cl agente y a quién afec- -- tala accién. Hemos de preguntarnos por lo tanto: zqué diferencias de orientacién cognitiva y estructural indica el hecho de que el nifio. no haya aprendido esta regla formal? Los tests efectuados por Jane To- * rey ponen de manifiesto que los nifios so- : Metidos a ellos entienden la diferencia de J “significado entre she y her (ella y a ella) cuando otra persona emplea estas formas; : lo que sucede es que los nifios no utilizan _ ambas formas. Nuestros conocimientos "| acerca de los equivalentes cognitivos de las diferencias gramaticales se encuentran to- n Paliales, por lo que ésta es una ‘ma contractiva, (0 (con mayor frecuencia) la forma en que se suprime la cépula. Asi, standard y no a la forma.completa ‘They are mine. Por el contrario, allf donde el in- lés standard no puede efectuar lacontrac- & t Gidn, la supresién no es posible: de! mis- mo modo que no-se puede, decir That's ; What they’ en inglés standard, tampoco es sible decir That's what theyre en la len- ua verndcula que estamos considerando. Las limitaciones internas de estas reglas de- ;, Muestran que nos hallamos ante un pro- ¢ ; ceso fonoldgico similar a la contraccién y que Bereiter confunde las nociones de Id- ';, sujeto a determinadas condiciones fonéti- » gica y claridad. Sabemos que hay muchos _ cas, come que la siguiente palabra comien- idiomas en el mundo que carecen de cé- -,, ce con una vocal o una consonante. El uso pula-y que unen el sujeto:y el predicado ,. ;- correcto de las réglas de supresién, aligual sin hacer uso del verbo. El ruso, el hinga- , que cl de las de contraccién, exige un pro- | toy el drabe podrdn ser extraflos, pero eso ;, fundo Sao de la gramatica yde No quiere decir que sean ilégicos.. Enel ca: | ola fonologia inglesas. Dicho conocimien- —- so del inglés negro no standard (NNE) no vito noes accesible al aprendizaje conscien- nos enfrentamos a esta superficial diferen-. © ‘te de los hablantes nativos: las reglas de ta cia gramatical, sino mds bien a una regla . contraccién standard que hemos clabora- de segundo orden que amplia la contrac- , do recientemente (Labov, Cohen, Robins . cién hasta el punto de suprimir las conso-", y Lewis, 1968, sec. 3.4) no han aparecido :: Nantes que representan a los verbos is, have * , en ninguna gramatica y desde luego no for- ; 0 will(Labov, Cohen,: Robins y Lewis, .. man parte de los conocimientos habitua- *: 1968, sec. 3.4). Todavia no hemos encon- :_ les de quienes se.expresan en inglés stan- , trado hi un solo nifio que no utilice en dard. Sin embargo, el adulto 0 el nifio que es ‘ GRAMATICALIBAD, sere 2 * Examinemos ‘ahora los datos de ‘Berei- ter sobre el comportamiento verbal de los 4. * niflos estudiados por él. Las expresiones They mine (ellos mios) y.Me got juice (me’. —0 mi— tengo zumo) se citan como ejem- plos:de un lenguaje que carece de medios para expresar relaciones ldgicas, al que en ‘este caso se designa como quna serie de pa- "Hi Del extudio sobre la ‘raméticay la com- . por Jane “Torrey del Connectieut Cattege como . Brensidn de los niflos negros de edades compren- . ampliacién de a investigacin antes cltada dda entre suatca y.oho atiog Hevado & g Labor: Gates Robie y-Lenis (1968 Ba eto fe , Jad Torrey citado en la acy Sack, én tus Iecfones de 1968, poh Vhibhe dy de las muchas cuestiones a las que no po- demos dar respuesta. Por el momento so- mos incapaces de disefar alguin tipo de ex- perimento que nos lleve a ua respuesta; incluso desconocemos qué ¢lase de equi- valente cognitivo estamos uscando. Berciter demuestra ima ighorancia ain mds profunda de las reglas dél discurso y de fa sintaxis cuando rechaza In the tree {en el Arbol) como respuesta ildgica o mal construida a ta pregunta Where is the squi- rrel? (4dénde esta la ardilla?). Todo el mundo emplea este tipo de respuestas elip- ticas en las que se suprime debidamente el Sujeto y el verbo principal y se deja el lo- cativo por el que se pregunta mediante la forma wh + there (where: dénde; there: ahf). La contestacién In the tree demues- tra que el oyente ha prestado atencién ha captado la sintaxis de! hablante '%, Cualquiera que sea la estructura formal con que escribamos expresiones como Yes (sf), Home (en casa) o In the tree (en el dr- bol), es obvio que no se pueden interpre- tat sin conocer la estructura de la pregun- ta que las ha precedido y que presuponen Ja comprensién de la sintaxis de dicha pre- gunta. Asi, si me preguntan Where is the Squirrel? (id6nde esta la ardilla?) es pre- ciso que yo comprenda ef Proceso de unién de fa particula wh al principio de la frase y que suprima el sujeto y el auxiliar para producir aquella frase a partir de una for- ma subyacente que de otro modo hubiese dado lugar a The squirrel is there (la ardi- lla estd ahi). Si el nifio hubiese contestado The tree (el Arbol) 0 Squirrel the tree (ar- dilla el drbol) 0 The in tree (la en drbol), supondriamos que no ha entendido Ia sin- taxis de la forma completa The squirrel is in the tree (la ardilla estd en el Arbol). De los datos que aporta Bereiter no se puede deducir que el nifio carece de gramatica, sino unicamente que el investigador no comprende las reglas de la gramatica, No no publicadas, analiza la atencidn a la sintaxis del hablante que se exige al oyente. ote if TIENE ‘MA 4-4 QUI E- MALO, FQ URSER, ae ais wet’ g efit oe 4 -»t Si existe algun fallo légico entodo es: , to, éste se encuentra sin duda en el enfo- que de los tedricos de la privacién verbal més que en las habilidades mentales de los nifios afectados. Es posible distinguir seis . Pasos bien diferenciados en el razonamien, to que ha llevado a elaborar programas co: - mo el de Deutsch, Bereiter y, Engelmann: “J. | .Se-utiliza la, respuesta verbal del ni- jo de clase baja a una situacién formal y amenazadora para demostrar su falta de gapacidad verbal o déficit verbal. , .2.. Se considera que este déficit verbal es la principal causa del bajo rendimienta - .egcolgr del nifio.de clase baja. -.., ” +3. Dado que Jos nifios de clase media obtienen mejores resultados en Ja escuela, se considera que jos habitos tingilisticos de la clase medjg, son.,necess aprendizaje. wee. | 4.: Las diferencias en la forma gram: tical producidas por el origen.étnico y de clase se equiparan a diferencias de capaci- dad pata ef andlisis Idgico. 5. | Se considera que ensefiar imitar determinados patrones de habla for- mal empleados por los profesores de clase taeie ¢s enssflarles A pensar de un ime : fs ie ) " \ x genuo preguntar «qué» tiene de malo equi- yocarse? Este programa no desmonta nin- guna teorla competitiva de la educacién y No parece que sea ‘demasiado perjudicial * hacer que Jos nifos repitan esto no es una caja durante veinte minutos al dia. Hemos ; admitido que los nifios NNE necesitan ayu- . da para analizar el Jenguaje en sus com- Pponentes superficiales y para ser mas ex- 5‘plicitos.:Pero la teoria de la privacién ver- bal tiene unas consecuencias graves y no- “civas que pueden contemplarse bajo dos : aspectos: (1) el sesgo tedrico,y (2) las con- pecuent del fracaso. . + G4) Es algo generalmente admitido que la actitud del profesor hacia el nifio cons- gel fracaso. +. = + to -El trabajo de Rosenthal sobre las «pro- fecias que se cumplen.a sf. mismas» de- tituye un imppstante factor, para el, éxito . ; Muestra que el progreso de los nifios en los ptimeros cursos puede verse gravemente : afectado por la calificacién caprichosa de ciertos niftos como. «torpes intelectua- les» (Rosenthal y Jacobson, 1968). Cuan- : do el habla cotidiana de los nifios negros se estigmatiza mediante expresiones como «no tiene un lenguaje en absoluto» o «ca- rece de medios para el pensamiento légi- co», el efecto de dicha calificacién se re- pite muchas veces durante todos los dias de} curso escolar.:Cada vez que un nifio _ ¢mplea alguna forpta del NNE sin cdpula 9 spncordancia negativa, se estd cali- neat pot to _ Engelmann creen quel ensedar al nifio's, en (1), (4) y.(5); La proposicién (3) consti- decir: la arditla estd en el drbol.n esto es -*-tuye la principal falacia légica, que, de ma- . una-caja, lo estan ensefando yn Jenguaje & neza ilicita; dentifica una forma de hablar - ‘completamente nuevo, pugndo en realidad 7% como La causa del éxito-escolar de la clasd i media: La proposicién (6) es-la mas facil + fererite del suyo, sino Qué suces EDUCACION ¥ SOCIEDAD ficando 4 s{ mismo de dildgico» o de «pen- sadof no conceptual», dando la razon al rofesor, Bereiter y Engelmann, Deutsch y Jensen han proporcionado a los profe- ‘sores una base tedrica para el prejuicio que ya sienten hacia el nifio negro de clase ba- ja y hacia su lenguaje. Cuando le oigan de: ir Font want none.o They mine, esta- ; tan'escuchando a través del sesgo que les Proporciona la teoria de 1a privacion ver- |; no estuchardn un dialecto inglés di- Ja mentalidad primi- iva del salvaje. | ° si'el profesor consigue adiestrar‘al nifio para! que emplee el nue- ; Vo lenguaje de un modo coherente? La teo- Ha de la privacién verbal sostiene que ello dard lugar a una sucesidn de éxitos esco- lares y que el nifio sera apartado de la cul- tura verndcula ¢ integrado en el mundo de la clase media. Sin duda,'esto tes sucederd a algunos individuos gislados, del mismo modo que les sucede a unos cuantos nifios en cualquier sistema educativo. Pero a no- * sotros no nos interesan los menos, sino los mas, y para la mayoria de los nifios negros estd destinada a agrandarse la distancia en- tre ellos y la escuela debido a este método. “ Quienes defienden fa teorla del déficit Poseen und extrafia concepcidn de la or- ganizacion social fuera de la escuela. Con- sideran la atraccién del peer group como un asustitutivon del éxito y la gratificacion que normalmente proporciona la escuela. Whiteman y Deutsch, por ejemplo, inician su explicacién de fa hipdtesis de ta priva- cién con el relato de un testigo ocular acer- cade un nifio que dejé caer accidentalmen- “te su cuaderno escolar en un charco y si- guid caminando sin pararse a recogerlo. «Un policia que se encontraba cerca fue hasta el charco y observé el cuaderno con cierta grado de incredulidad» (Whiteman y Deutsch, 1968, pags. 86-7). . La alienacion del nifig respecto a la es- la relacién entre $, véase Wil- cuela se explica como el resultado de ha- ber acudido a ella sin las uhabilidades ver- bales, conceptuales, de atencién y de aprendizaje necesarias para alcanzar el éxi- to escolarn. Los autores ven al nifto «vic- tima de sentimientos de inferioridad debi- do a su fraca: se vuelve retraido u hos- til y busca grat idn en otra parte, por ejemplo, en ef grupo de iguales.» Concebir el grupo de iguales como un simple sustitutivo de la escuela revela un extraordinario desconocimiento de la cul- tura adolescente. En los estudios que he- mos llevado a cabo en South Central Har- lem hemos observado la situacién contra- tia: los niflos rechazados por el grupo de iguales tienen bastantes probabilidades de tener éxito en 1a escuela. En las zonas pe- riféricas de clase media, muchos nifos fra- casan en la escuela; en los ghettos, es el ni- flo sano, vigoroso y popular y dotado de una inteligencia normal el que es incapaz de leer y fracasa en toda linea. No es ne- cesario documentar aqui ta influencia det grupo de iguales en ef comportamiento de fos jovenes de nuestra sociedad; pero he- mos de seftalar que en algtin momento des- de que el niflo aprende a hablar hasta la pubertad, su lenguaje se reestructura pa- ra adaptarse a las normas de su grupo de iguales. Desde un punto de vista lingiiisti- co, el grupo de iguales ejerce sin lugar a dudas una influencia mas poderosa que la de la familia (Gans, 1962). Las presiones de la actividad del grupo de iguales se ha- ce sentir también, aunque de un modo me- nos directo, en la escuela. Muchos nifos, en especial aquéllos que no obtienen bue- Nos resultados escolares, experimentan un tepentino bajén en los cursos cuarto y quinto, y los nifds de las escuelas de tos ghettos no son una excepcién. Es a esa edad, nueve o diez aitos, cuando la influen- cia del grupo de iguales adquiere un carac- ter dominante*. La escuela, en lugar de EBDUCACION tT ouernsa junto, que han participado en ellos durante el period: evaluado ‘por. la - Comisién» (pag. 138). Jensen-opina que a los tedricos de la pri- vacién' verbal con: quienes colaboré — Deutsch; Whiteman, Katz, Bereiter— se les _ dieron todas las oportunidades de probar us argumentos, y fracasaron. Esta opinién forma parte del razonamiento que le per- mite llegar a la conclusién global de que «la evidencia predominante... concuerda * "menos con una hipétesis éstrictamente am- “ biental que con la hipétesis de la inferio- : ridad genética»; a la vista de la evidencia disponible, el racismo, o la creencia en la . inferioridad genética de los negros, aparece como una concepcidn correcta. Jensen arguye que la poblacién blanca de clase media se diferencia de la pobla- cién blanca y negra de clase obrera en la «capacidad de aprendizaje cognitivo 0 con- ceptual», a la que denomina inteligencia de Nivel II frente al «aprendizaje asocia- - tivon o inteligencia de Nivel I: . «Para que se desarrollen las habilidades del Nivel II también son necesarias ciertas estructuras nerviosas distintas de las que subyacen al Nivel I. Se'supone que los fac- : tores genéticos que : intervienen en cada uno de estos tipos det habilidad han Ilegado a distribuirse de un modo diferenciado en- tre la poblacién en funcidn de la clase so- cial, ya que el Nivel I] es mds importante para el rendimiento escolar bajo los mé- todos de instruccidn tradicionales.» Jen- sen descubrié que un grupo de niflos de cla- se media se servia de su capacidad de for- mar conceptos para recordar veinte obje- tos corrientes que podfan clasificarse en : para acosder# a tauvornidadm, Aurelie ae “ta de tales medidas eugenésicas, propone «la creacifn de guarderfas de orlentacién educativa. para Jos nifios de edades com: prendidas entre los seis meses y los tres ailos que padecen privacién cultural». To- das las noches-se devolveria a los nifios a us Casas para «mantener las. relaciones * emocionales primarias con sus familias», _ Pero durante el dia se les apartarfa para «evitar la deceleracién del desarrollo que parece afectar a muchos nifios que pade- .cen privacién en torno a fa edad de dos 0 (res afios» (Caldwell, 1967, pag. :17). Hay otros que creen que incluso los me- Jjores programas de intervencién, como el de Bereiter y Engelman; no servirdn de ayuda a fos nifios negros, sin importar cuando se apliquen; una vez més nos en- frentamos a la «inevitable hipdtesis» dela ferioridad genética de los negros, Mu- © chos de los lectores de este articulo sin du- da conocerdn el articulo de Arthur Jensen aparecido en la Harvard Educational Re- view (1969), gue obtuvo una pronta y am- plia publicidad, Jensen comienza con Ia si- guiente cita de la Comisién de Derechos Civiles de los Estados Unidos como prue- fois fracaso de la sducacion | Compensa- toriase wv). * El hecho, sin embargo, es que ningu- no de los programas parece haber incre- mentado de un modo significativo el éxi- to. de los alumaos, en con: su medio hogarefio. Ya es tradicional ex; plicar el fracaso:escolar del nifio por su int . suficiencia, pero cuando el frgcaso alcan- za unas proporciones masivas, creemos ne- esario dirigir la vista a los obstdculos so-. iales y culturales que se oponen al apren- ‘ dizaje y @ la incapacidad de la escuela ra adaptarse a la situacién social. La Ope- racién Headstart estd disefiada para corre-. giral a yno a Ja escuela. En la medida en quesse pasa en esta Idgi #4 destinada a.fracasar. > 2 days (2) .: Bl otro,terreno en; jel que ‘ia teorfa dela privacion verbal esta produciendo unt grave dajg,a nuestro sistema educativo es- ¢u.¢l de Jas consecuencias de su fracaso y la reaccién frente a él, Si fracasa la Ope-:. racién Headstart, las interpretaciones de}: fracaso procederan de los mismos psicé- logos quedearon el programa. El fallo no estaré en los datos, rii-en la.teorfa, ni cn los métodos empleados, sino en los nifios, que no habran sabido aprovechar las opor- tunidades que, se les brindaban. Si los ni- fos negtos no experimentan el significatj- vo avance que predice la teorla de ja vacién, ello serd una prueba més de la exis: tencia del profundo abismo, que separa Sus procesos mentales de los de Ia civiliza: da humanidad de clase media. Ya se percibe en el aire una “clerta sen- : sacién de «fracason de la Operacién leadstart. Algunas figuras destacadas del . eur 21 En Deutsch, Katz y Jensen (1968), Jen- sen expone con considerable detalte la teorla de ; _ laprivacién verbal. Por ejemplo: «Durante es- |; le perlodo de «etiquetadon... algunas importan- ue” tes diferencias de clase pueden influir en el ‘ verbal. Los padres de clase baja sue- este Juego de poner nom fietiquetar»... Se- ten practicar relativamente poco con sus hijos, cuatro categorlas: animales, muebles, ro- pa y alimentos. Los nifios negros de clase baja obtenfan los mismios resultados que los de clase media con un conjunto varia- do de objetos, pero no mostraban mejora alguna con objetos que pudiesen catego- tizarse de ese modo. El trabajo de investigacién de los psicé- logos de la educacién aqui citados sucle presentarse en un estilo formal y objetivo y es ampliamente aceptado como eviden- cia cientifica imparcial. El articulo de Jen- sen ha sido descrito por Joseph Alsop y William F. Buckley Jr. como «imponente y dotado de una clara autoridad...» (N.Y. Post 20/3/69). * No es mi intencién examinar estos ma- teriales con detalle, pero es importante que nos demos cuenta de que nos enfrentamos auna defensa por parte de aquéllos que se hallan personalmente implicados. Jensen se ha ocupado de la influencia de las dife- rencias de clase en el estilo cognitivo y en el aprendizaje verbal. Sus primeros artfcu- los incorporaban Ia teorfa de ta privacién cultural que ahora rechaza como explica- cién fundamental *!. Clasifica a los nifios negros que fracasan en la escuela como «dlentos de aprendizaje» y «retrasados men- tales» y propone que averiguemos qué par- te de ese retraso se debe a factores ambien- tales y qué parte a «factores biolégicos m4s fundamentales». (Jensen 1968, pag. 167). Su convencimiento de que el problema radi- ca en el nifio le lleva a aceptar y a repro- ducir algunos datos verdaderamente sor- prendentes. Para apoyar la hipotesis gené- tica, cita la siguiente tabla de Heber sobre Ja distribucién racial del retraso mental. giin parece, el nifio de clase media que llega al primer curso sabe mejor que et de clase baja que las palabras son etiquetas abstractas que repre- sentan a las cosas. Gran parte de este conoci- . miento se adquiere a través de la interaccién en- tre padres ¢ hijos, por ejemplo, cuando el pa- dre mira un libro de ilustracto iones en companla det hijo...» (pag. 119). que a¢ trata tle una ciencis ¥ de aus #4 mitmo:respeto hacia las:opiniones de es- tos. autores que hacia las conclusiones de 10s fisicos y de bos quimicos. Pero un exa- men minucioso de los datos originales re- do, Jensen podria haberlo contrastado con inteligencia de Jos nifios negros de cote las notas de cualquier escuela de cualquier * . Ademas,las- operaciones efectuadas ghetto urbano. Tomando los tests deinte- con los datos a menudo nos alejan dema- ligencia al pie de la letra;'no se halla co- * ‘siado del sentido. comiin, que es Ja tinica -rresporidencia alguna‘éntre estas ‘cifras y defensa.con que contamos frente a las con- las- comunidades: qite‘conocemos. Por” clusiones demasiado lastradas por 1a teo- ejemplo, de 75 muchactios con los que tra- _ ria del autor: También podemos citar a tf- bajamos en Central Harlem; que podian ~ tulo de ejemplo parte de la evidencia apor- estar incluidos en los grupos 4 y $de He- _ tada por Whiteman y Deutsch a favor de ber,'sdlo tres posefan un Cl inferior a 75: uno hablaba muy-poco inglés, otro apenas _ cleo de la explicacién de cardcter ambien- -vela y el tercero sufria trastornos emocio- ‘ tal que da Martin Deutsch al bajo rendi- nales; Cuando se volvié a aplicar el test al - miento-escolar lo constituye el Indice de ‘segundo; éste obtuvo una puntuacién de " Privacién, una escala numérica basada en 91-y el tercero de 87 7. Por supuesto, ha- "seis variables dicotémicas. Una de estas va- ‘bia‘cientos de informes realistas a dispo- - riables es «cl nivel de aspiraciones educa- sicién de Jensen. Este, sin embargo, se li-' tivas del padre del-nifion. La mayorfa de _ mité a seleccionar uno que reforzase sus " 1a gente'sucle estar de acuerdo en que un * argumentos a’ favor:de la inferioridad gé- — padre al que no le preocupa que su hijo ter- nética de los nifios negros y suprimié deli- mine la secundaria es un factor beradamente Ja indicacidn,de que'se tra-__desfavorable para la educacién del nifio. 27 tigN ota ne al or seal anh. ipetoqect > 2 En Jensen sen, se citan frecuentemen- mal interpretadas por Jensen (Milwaukee Sen- * te los estudios de Heber sobre 88 madres negras finel, 1 de junio de 1969). . de Milwaukee. Las estimaciones de esta tabla *~ :. Los valores del Cl dados aqui correspon- fo cortesponden a una muestra de Milwaukee den a tests de grupo y no individuales, por lo _ ¢n particular, sino ala poblacjén en general. El que nodebe atribuirseles excesiva importancia: estudio de Heber Tue disefiado especfficamente _ las puntuaciones corresponden al test de Pintner- para cubrir una zona de Milwaukee de la que Cunningham, que se ple aplicar en el A primar . $¢ sabia que posefa una alta concentracién de las escucias de: “ piflos retrasados, negros y blancos, y e autor cit ne ? jebe prestat la.misma atencidn y sentir e . Ja hipdtesis de la privacién cultural. El ni-. , EDUCACION Y SOCIEDAD Al dicotomizar esta variable, Deutsch se encontré ante el hecho de que las aspita- clones educativas de los padres negros eran muy altas, mds que las de fa poblacién blatica, como demuestra en otros urticulos “. Para incorporar estos datos al Indice, sitda la linea divisoria del grupo que padece privacidn en «estudios universita- tios de primer ciclo (college) 0 menos» y Deustch, 1968, pag. 100). Asi, (Whiterman - ‘si el padre de un nifio negro afirma desear que su hijo termine los estudios del primer ciclo universitario (college), el nifio queda- 14 incluido en fa categoria de «privacién» en Jo que respecta a esta variable. Para ob- tener los dos puntos que se asignan en el -” indice a la categoria de «menor privacién» es necesario que el padre del nifio mencio- ne los estudios para postgraduados o la fa- cultad de medicina. Los autores jamas hait discutido esta decisidn: simplemente figu- 1a en las tablas como un hecho consuma- do. Los lectores que no se hallen compro- metidos con ningtn punto de vista haran bien en examinar lo mds minuciosamente posible los datos originales que se escon- _ den detrds de cada afirmacién y en con- ™ La Tabla 15.1 en Deutsch y otros (1967, pag. 312, seccién C) muestra que el 96, cl 97 y ef 100 por ciento de padres negros en los niveles de clase I, Hy III respectivamente, deseaban cierto grado de ensefianza universitaria. Las co- mrespondientes cifras de los padres blancos eran 79, 95 y 97 por clento. En una anterior versién de este articulo esta consideracién podia inter- pretarse en el sentido de que Whiteman y bingy habian utilizado datos del mismo mo- que Jensen para puntuar al grupo negro lo mas bajo posible. Como han sefialado ellos, fen comunicacién personal}, la inclusién de este item en el Indice de Privacién produce el efecto con- trarlo y podia haberse omitido facilmente de ha- “ber sido esa su intencién, También afirmaron tener buenas razones estadisticas para dicotomi- zat como fo hicieron. Lo que yo trataba de cri- ticar es que hay algo radicalmente equivacado en las que dan lugar a definiciones de Ig priyacién como la mencionada aqui. Na- turalmente, hay que hacer constar que White- man y Deutsch se han opuesto con firmeza ala trastar las conclusiones con sus propios co- nocimientos sobre fas personas y la comu- nidad descritas. Nadie puede dudar de que fa inadecua- cién de la Operacién Headstart y de la hi- pétesis de la privacién verbal se ha conver- tido en un asunto vital nuestra sociedad ¥. La polémica iniciada en tor- no al articulo de Jensen partird sin duda de la base de que los programas como el de Bereiter y Engelmann han sometido a prueba y medido la capacidad verbal del nifio del ghetto. No se tienen en cuenta los obstdculos culturales y sociolingillsticos que se oponen a este programa de inter- vencidn; y la discusién seguird girando en torno a los datos suministrados por los en- trevistadores comprensivos y amables que hemos visto en accién en los fragmentos anteriores. [...] El que la Psicologia de la Educacién es- té tan fuertemente influenciada por una teorfa tan equivocada en lo que respecta al lenguaje es un hecho desafortunado, ro que los nifios sean victimas de esta norancia es algo intolerable. Habra quien piense que las falacias de la teorfa de la pri- hipétesis genética de Jensen y que han critica- do enérgicamente su ldgica y sus datos. 25 El informe sobre la Operacién Headstart de la Westinghouse Learning Corporation y de la Universidad de Ohio se publicé en el New York Times (el 13 de abril de 1969). Esta de- mostracién del fracaso del programa obtuvo una amplia publicidad y es probable que las desa- lentadoras conctusiones del informe «sean uti- lizadas como un arma por los miembros con- servadores del Congreso en contra de cualquier clase de gasto a favor de los nifios desfavoreci- dos», especialmente negros. Las dos hipotesis aducidas para explicar el fracaso son que el efec- to de la Operacién Headstart se pierde poste- riormente debido a una deficiente educacién y, més recientemente, que los nifios pobres se han visto tan afectados en la infancia por su ambien- te de clase baja que la Operacién Headstart es incapaz de producir una gran diferencia. No se menciona la tercera hipdtesis «inevitable» de Jensen. ” vacién’verbal'son tan-obvias que’ ay ificaremos'en gran rER, Cc. y.otros (1966);«An academically . ‘oriented pre-school for culturally deprived . children, en F. M. Hechinger (ed.), Pre- y Enoetmah;'s. 966); Teaching . * Disadvantaged Children in ‘the Pre-School, Prentice Halt. Catower., B. M. (1967), «What is the ‘optio- “nal learning ‘environment for the young child?» Ame y-vol..37 a. 1, pags. 8-21 t Cuomsxy, N. (1965), ‘Aspects ‘osthe Theory of + *)Syntax, M. 1. T. Press Deutsch, M. y,otros S (1967). The waged, Child,” _ Basic “Books. Devtscu, M., karz, y JENSEN, A. R. (eds) weg (1968), ‘Sociat Class, .Race and Psychological Development, Holt... Gans, H. (1962), «The peer group society», en The Urban Villagers, Free Press. .-: JENSEN, A. (1968), «Social class and verbal learning», en Deutsch, Katz y Jensen, Social é Gass, Race and Psychological Development, Jensen, A. 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Por ese! atractivo y por la 14 facilidad de incorporarse sin mayores exi- gencias a uno y otro dmbito, el académi- 0 de la Sociologia y el profesional de la educacién, es por lo que esa abundancia de materiales no sé hasta qué punto ha con- | ibuido a clarificar o confundir ain més | los Siaites y. caracteristicas de la : i “En volo caso, en las recientes referen- . dias al estado de la materia es undnime la | referencia a la especial situacién de la dis- " cpliaa ep.un pats concretg; el Reino Uni- , do, y en unos afios recientes, los 70. Se ha- j oo hein una situacion ‘Sepecialmente ‘ REVISION "LA NUEVA SOCIOLOGIA DE LA EDUCACION, es LA 'VIEJA Y LA’DE SIEMPRE. ~ Interpretacién de los afios 70 desde los 80 al ‘Vit. ; Isidore Alonso Hinojal ia} variada, dindmica y conflictiva, que inicial- mente se presentaba en fuerte contraste u oposicién con la Sociologia de la educa- cidn anterior y que por eso pronto gand la calificacién de «nueva», frente a la an- terior, la «vieja». Pienso que si su comien- zo se sittia, como suele hacerse, en el ini- cio de la década pasada, en 1971 en con- creto, en 1984, bien entrada la década ac- tual, debemos estar en condiciones de con- templar la experiencia de forma global y hasta con cierta perspectiva. Desde otras coordenadas, las espaciales, como en las décadas previas la iniciativa, el cultivo de la disciplina e incluso la ex- portacién de sus técnicos y produccién se realizé desde los Estados Unidos, cabria, como introduccién al tema, hablar de ese aparente proceso emigratorio América- Europa. Como es bien sabido, la Sociologia, y Ja Sociologfa de la educacién, nacieron en Europa; europeos fueron y en Europa es- cribieron sus obras cldsicas los fundado-

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