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le había mostrado a su nieto provenía de las entrañas de un dinosaurio, y

fueron pulidos por la propia digestión del animal. De manera que el nieto estaba en lo cierto
cuando

suponía que debía pensar en algo distinto de la arena, el agua, el hielo o el hombre como origen
de ese

pulimento. Para resolver el enigma, debía salirse de sus maneras de pensar habituales. Con ello
Erickson

nos está diciendo que debemos abandonar nuestras formas de pensamiento habituales.

Los guijarros que le había mostrado a su nieto provenía de las entrañas de un dinosaurio, y

fueron pulidos por la propia digestión del animal. De manera que el nieto estaba en lo cierto
cuando

suponía que debía pensar en algo distinto de la arena, el agua, el hielo o el hombre como origen
de ese

pulimento. Para resolver el enigma, debía salirse de sus maneras de pensar habituales. Con ello
Erickson

nos está diciendo que debemos abandonar nuestras formas de pensamiento habituales.

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