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Introducción.
y el sistema neoliberal.
desde y hacia el pueblo. Pero este primer acercamiento encierra una serie de
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Estudiante de octavo semestre de Sociología por la Universidad de Guadalajara.
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Estudiante de segundo semestre de Sociología por la Universidad de Guadalajara.
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Estudiante de séptimo semestre de Ingeniería Industrial por la Universidad de Guadalajara.
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Estudiante de sexto semestre de Sociología por la Universidad de Guadalajara.
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problemáticas a la hora de definir lo que es un régimen democrático. Las
Sin embargo, Pérez sigue la propuesta de Collier y Levitsky (1998, pp. 145-
2014, p. 11):
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Considerando la definición de Schumpeter (1983) sobre democracia, se dice que es
procedimental en la medida en que el sistema político configura posiciones de poder mediante la
competencia por los votos en periodos electorales (Pérez, 2014, p. 10).
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gobernar. gobernar.
6. Igualdad socioeconómica o
altos niveles de participación
popular en las instituciones
económicas, sociales y políticas;
control en los procesos de toma
de decisiones y todos los
niveles de políticas.
Fuente: Pérez (2014, p.11), con base en Collier y Levitsky (1998).
colegir que hay una concepción distinta de democracia. Por ende, siguiendo a
Collier y Levitsky (1998, pp. 146-160), Pérez dice que “si la característica faltante
falta es que los gobernantes electos no tienen un poder efectivo para gobernar, se
análisis que hace Fuentes (2014), respecto a la relación entre el aparato estatal y
las fuerzas productivas. Para ello, estable que los cambios a nivel global han
democráticos.
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racionalidad económica en la que prima la maximización de la ganancia mediante
De acuerdo con el esquema anterior, Fuentes (2014) parte del supuesto de que en
México, las relaciones entre el Estado y las estructuras económicas han generado
subjetividad hasta el grado de imponer “una nuda vida por medio de un estado de
excepción6”.
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De acuerdo con Fuentes, “La noción de nuda vida apela a la condición de la vida carente de los
marcos legales, en un estado de indeterminación entre vida social y silvestre. Para esa
indeterminación el derecho romano acuñó la noción de sacer, que apela a una vida sin derecho a
ser vivida, a la que se puede poner fin desde el ámbito del poder soberano. Esta noción es útil hoy
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En concordancia con estas ideas, Mazorco y Andrade (2012) señalan que el
la falta del reconocimiento al otro, lo que lleva desde una negación de derechos
En este sentido, Fuentes (2014) menciona que el Estado –como máximo agente
2014, p. 309).
para entender una tendencia contemporánea de la gubernamentalidad, que recurre en mayor
medida a la forma de la excepción, interregno en donde se produce nuda vida: vida a la que se
puede eliminar sin cometer homicidio. Siguiendo dicho razonamiento, podemos sostener que el
recurso constante a la vejación corporal y a la banalización de las manifestaciones violentas en la
región, se encuentra en dicho proceso” (Fuentes, 2014, p. 312).
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Lo que permite considerar “las prácticas ancladas a ciclos largos, prácticas
2014, pp. 3-4) dejando desde entonces una parte de la población sumida en la
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La desechabilidad alude a la noción marxista de ejército industrial de reserva,
refiriendo a determinantes económicas que minan los derechos políticos
ciudadanos (una mediación fundamental en el desarrollo del capitalismo). Los
desechables son aquellos segmentos poblacionales que fluctúan entre el empleo y
desempleo dentro de los ciclos económicos de demanda de trabajo asalariado.
Son desechables porque a diferencia de los desempleados del ejercito industrial de
reserva cuya superpoblación relativa tenía como destino el ser reclutado de nueva
cuenta para el servicio activo, ahora el desempleo no refiere a una condición
pasajera, sino a una permanencia ordinaria, a una condición de “superfluidad”
(Fuentes, 2014, p. 311).
Esto es muy grave, sobre todo si se relaciona esta noción de desechabilidad con
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Para los efectos de esta ley se entenderá́ por discriminación toda distinción,
exclusión, restricción o preferencia que, por acción u omisión, con intención o sin
ella, no sea objetiva, racional ni proporcional y tenga por objeto o resultado
obstaculizar, restringir, impedir, menoscabar o anular el reconocimiento, goce o
ejercicio de los derechos humanos y libertades, cuando se base en uno o más de
los siguientes motivos: el origen étnico o nacional, el color de piel, la cultura, el
sexo, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, económica, de
salud o jurídica, la religión, la apariencia física, las características genéticas, la
situación migratoria, el embarazo, la lengua, las opiniones, las preferencias
sexuales, la identidad o filiación política, el estado civil, la situación familiar, las
responsabilidades familiares, el idioma, los antecedentes penales o cualquier otro
motivo; También se entenderá́ como discriminación la homofobia, misoginia,
cualquier manifestación de xenofobia, segregación racial, antisemitismo, así como
la discriminación racial y otras formas conexas de intolerancia (Pp. 1-2)
juventud mexicana por al menos tres razones: a) representa el grupo etario más
grande del país (32.2%, según la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2010);
b) son quienes experimentan de modo más fuerte las crisis sistémicas (falta de
pugna entre joven-joven, lo que genera una producción biopolítica del ser joven.
Este último punto plantea que las confrontaciones entre la visión juvenil y la
adultocéntrica, así como las visiones encontradas entre los mismos jóvenes,
No sorprende que haya jóvenes que no desean convivir con personas que tienen
preferencias sexuales distintas a la heterosexual, con personas que viven con
VIH/SIDA, con indígenas y personas con discapacidad. La necesidad de
pertenencia e identidad se confunde con la división y la segregación. ¿Acaso no
vemos que muchos jóvenes de comportamiento, vestimenta y expresión cultural
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convencional suelen clasificar despectivamente a todos los demás como “nacos”?
Y están bien correspondidos, pues todos ellos clasifican a los primeros como
“fresas”. Los ecos de la estigmatización y el rechazo pueden ser inagotables. Aún
entre grupos (las subculturas o tribus urbanas de las que hablan los antropólogos)
presenciamos rivalidad y violencia por ser, pensar y actuar de forma diferente. La
juventud tiene necesidad de mirarse a sí misma en un todo solidario, con intereses
y necesidades comunes. ¿Acaso no todos atraviesan por las mismas situaciones?
¿No es mejor aliarse para vencer juntos al dragón? (CONAPRED/IMJUVE, 2010,
p. 13).
Esto tiene implicaciones muy fuertes, sobre todo cuando hay tanta diferencia en
cuanto a las formas de ser juveniles, pues es aquí donde tiene cabida una noción
definen en la toma de postura de los sujetos frente a las interacciones con los
otros (sean otros grupos juveniles -pares- o grupos de mayor autoridad -adultos-).
Michel Foucault (1979), para indicar cómo es que la juventud está inmersa y
reflejan los valores dominantes y alternativos que existen en una sociedad: “La
dispersa y extensa:
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La condición se refiere a posiciones, categorías, clases, situaciones, prácticas,
autorizaciones, prescripciones y proscripciones que se asumen como
“naturales” al orden vigente y tienden a naturalizarse como “propias” o
inherentes a esta franja etaria. Entonces, la condición juvenil alude a los
mecanismos tanto estructurales como (especialmente) culturales que
enmarcan los procesos de inserción de sujetos concretos, considerados
jóvenes, en una dinámica sociocultural histórica y geopolíticamente
configurada (Reguillo, 2010, p. 401).
inmersas las y los jóvenes de nuestro país: ¿de qué maneras les afectan? ¿cómo
Una de las amenazas más graves a las que se enfrentan cotidianamente las y los
de unos sobre otros, generando así una constelación de valores que fomentan una
CONAPRED, 2014).
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significativo de jóvenes que sienten temor de ser víctimas de algún delito; y c) el
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tengan como características la precariedad y la violencia. Por ello, a continuación
continuar con los estudios, hacen poco accesible que la mayoría de jóvenes
retos y adversidades que una sociedad tan compleja exige en el plano laboral y
generando una brecha entre quienes pueden y continúan con sus estudios y
• “La gran mayoría de la población joven entre 12 y 14 años sólo se dedica a estudiar,
aunque se observa un porcentaje de 3.7% que a esa edad ya trabaja y sólo se dedica a
ello, y 6% que en esa edad no estudia ni trabaja” (p. 76).
• “Para la juventud entre 15 a 17 años, se observa que seis de cada diez estudia, uno de
cada diez no estudia ni trabaja, 8.6% estudia y trabaja, y de manera muy pareja, 8.3%
sólo trabaja. Se registra también 5.2% de esta población joven que se dedica a labores
en casa (no remuneradas)” (p. 76).
• “Más de 30% de las personas jóvenes interrumpió sus estudios entre los 16 y 18 años,
lo que implica que abandonaron la preparatoria o bien, suspendieron sus estudios al
concluirla. Más de 25% lo hizo entre los 13 y 15 años” (p. 85).
Fuente: CONAPRED/IMJUVE (2010).
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c) Jóvenes y falta de oportunidades de empleo.
Estos números adquieren una nueva dimensión cuando se hace un análisis más
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La discriminación hacia los jóvenes se acentúa con problemas sociales, como la
dificultad para conseguir empleo. Así, cinco de cada 10 jóvenes de nivel
socioeconómico bajo consideran que no los aceptan en los trabajos por su
apariencia, problema que no existe en los niveles medios y altos. Muchas de las
cargas que se padecen por la difícil situación de obtener un empleo, un espacio
para estudiar, un servicio de salud o ciertos mínimos de seguridad se ven
agravadas por una segunda carga que padecen los grupos vulnerables (Aziz,
2011, p. 11).
ideología, etc.) que permitan expresar las percepciones y opiniones que los
los derechos humanos, sociales, políticos, etc. En este sentido, las siguientes
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Cuadro 5. Jóvenes y libertades civiles.
• “Dos de cada diez personas en México consideran que los derechos de las y los jóvenes
no se respetan” (p. 25).
• “Siete de cada diez personas en México consideran que las opiniones de las y los
jóvenes deberían tomarse mucho en cuenta en las decisiones familiares. Resalta que
26.4% de la población considera que las opiniones de las y los jóvenes debería tomarse
algo o poco en cuenta” (p. 29).
• “La mayoría de las y los jóvenes en el país considera que sus valores no son muy
diferentes a los de sus padres. Esta idea la comparten sin registrarse diferencias entre
los 12 a 17 y los 18 a 29 años. Sin embargo, más de 30% de las y los jóvenes piensan
que sí hay diferencias” (p. 113).
• “Cerca de la mitad de la población joven en el país considera que en México no se
respetan los derechos de las y los jóvenes. Resalta que quienes están en desacuerdo y
quienes expresan indiferencia alcanzan casi los mismos porcentajes” (p. 115).
Fuente: CONAPRED/IMJUVE (2010).
• “De acuerdo con la Enadis 2010, 62.1% de las y los mexicanos opinan que la situación
económica del país es peor que la que tenían hace un año. La mayoría de las y los
jóvenes también lo consideran así, pero sobre todo quienes se encuentran entre los 24 y
29 años” (p. 70).
• “Siete de cada diez jóvenes en el país consideran que el gobierno debería crear más
empleos para que la gente no tenga que salir del país a trabajar. Entre 8.5 y 18% de las
y los jóvenes opina que el gobierno debería negociar un acuerdo con otros países.
Sobresale que 16.9% del rango entre 15 y 17 años manifiesta que se debería controlar
la migración” (p. 52).
• “Sin importar el rango de edad, seis de cada diez jóvenes en México consideran que la
riqueza es un factor que provoca mucho la división entre la gente” (p. 43).
• “De la población en nuestro país, 46.9 % considera que los partidos políticos provocan
mucha división entre la gente; este porcentaje aumenta a 48% en la opinión de las
y los
jóvenes de 25 a 29 años” (p. 44).
Fuente: CONAPRED/IMJUVE (2010).
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Como puede verse en los datos expuestos en ambos cuadros, al menos 20% de
las y los jóvenes consideran que no se toman en cuenta sus derechos, así como
otro porcentaje muy significativo cree que deben ser considerados en la toma de
decisiones en ámbitos como la familia. Sin embargo, otro punto interesante a tratar
se refiere a que un buen número de jóvenes considera que sus ideas y creencias
no son tan distintas de los padres, con lo que puede deducirse que buscan –o
aunque hay un porcentaje nada despreciable (30%) que señala pensar de manera
diferente a la de sus padres, por lo que se puede colegir que dichos jóvenes
jóvenes creen que las cosas en ese rubro han empeorado, y que por tanto, el
papel del gobierno debe ser más protagónico. Por consecuencia, también señalan
papel que juegan unos y otros (como las juventudes y los adultos, por citar un
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ejemplo) en la reproducción de esta lógica de dominación y sometimiento del otro,
Una persona joven con poca o nula educación, con escasas oportunidades de
acceder a empleos o con sus derechos políticos constantemente obstaculizados
enfrentará dificultades para entender la vida social e integrarse en ella porque se
sentirá desde el principio marginada, rechazada o incluso criminalizada sin razón.
Esta lógica se acentúa cuando el rechazo y la marginación se deben a causas
irrelevantes para la inclusión, como pueden ser la edad, la apariencia física, el
color de piel, la forma de vestir o la condición económica, por mencionar algunas.
Estos criterios constituyen la base de la discriminación en contra de las y los
jóvenes, que además suelen ir acompañados de prejuicios como la inexperiencia o
la inmadurez, utilizados por la población adulta, que es la que controla el acceso a
mejores oportunidades (CONAPRED/IMJUVE, 2014, pp. 8-9).
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Para ahondar en la propuesta teleonómica, remito al(la) lector(a) a consultar el trabajo de
González Casanova “Reestructuración de las ciencias sociales: hacia un nuevo paradigma”.
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prácticas sociales y culturales mediante lo que el sociólogo Wright Mills propuso
captar los mecanismos sociales que fragilizan la vida humana. Por tanto, el
sociales con base en elementos culturales como el prejuicio y la negación del otro
que trastocan los principios democráticos por los que se rige nuestro país, al dar la
impresión de que existe un vacío en la política nacional que viene a ser ocupada
por una cultura clientelar y violenta que ahoga los debates políticos en el espacio
públicas para afrontar ese problema –como “algunas líneas de acción del
2018) que en el caso de las personas jóvenes implican: “a) promover proyectos e
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discriminados” (CONAPRED, 2014, p. 8)–, desgraciadamente se encuentran con
económicos.
colectiva de varios sectores en una discusión ética para plantear un nuevo sentido
inclusión del otro sin esas miradas que discriminan y menoscaban al sujeto por
Fuentes de información.
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Recuperado de:
http://www.conapred.org.mx/index.php?contenido=noticias&id=398&id_opcion=108
&op=214
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Recuperado de: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/262.pdf
CONAPRED (2014) Documento informativo 19 de octubre: Día Nacional contra la
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Discriminación. Recuperado de:
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CONAPRED/IMJUVE (2010) Encuesta Nacional sobre Discriminación en México.
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decadencia civilizatoria”. Argentina. Herramienta.
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PÉREZ Duharte, J. Alfredo (2014) El impacto de la administración electoral en la
democracia latinoamericana. México. IEEM.
REGUILLO, Rossana (2010) La condición juvenil en el México contemporáneo.
Biografías, incertidumbres y lugares. En Rossana Reguillo (coord.) “Los jóvenes en
México”. México. CONACULTA-FCE.
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