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Facultad de Economía, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

PRODUCCIÓN E INFLACIÓN: LOS LÍMITES DEL ANÁLISIS DE LUCAS


Author(s): José D. Liquitaya Briceño
Source: Investigación Económica, Vol. 54, No. 209 (julio-septiembre 1994), pp. 59-75
Published by: Facultad de Economía, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/42779478
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Investigación Económica 209 , julio-septiembre de 1994 } pp. 59-75

PRODUCCIÓN E INFLACIÓN: LOS LÍMITES


DEL ANÁLISIS DE LUCAS

José D. Liquitaya Briceño *

Introducción

El resurgimiento de la atención que, desde hace al menos tres décad


ha concitado el lado de la oferta agregada en el análisis macroecon
mico, se debe en parte sustantiva a que la teoría y política de adm
nistración de la demanda, de inspiración keynesiana, prestaba esca
atención a un problema central en las economías reales: la inflació
Pero también dimana del interés creciente en la profesión por ha
corresponder la macroeconomia con los fundamentos de la teoría
croeconómica. Como resultado de esta labor, se llegó a evidenciar
algunas proposiciones macroeconómicas keynesianas no eran comp
tibles con los postulados de racionalidad de los agentes 1 y los mod
que impetraban en su apoyo tales postulados, menguaban más
modo lógico) la pertinencia de las políticas de administración d
demanda, lo que reforzó la reorientación del análisis teórico ortod
hacia los elementos componentes de la oferta. Los monetaristas co
tribuyeron decisivamente en este sentido, pues no sólo invocaron
fundamentos microeconómicos en apoyo de sus modelos, sino tamb
incorporaron en ellos las expectativas (adaptables) y la hipótesi
* Profesor-Investigador del Departamento de Economía y Administración, Universid
Autónoma Metropolitana-Iztapalapa.
1 Al parecer, la intención de Keynes fue crear una rama distinta de la teoría, con sus
propios postulados; sin embargo, como lo reconocen Lucas y Sargent (1978), un tema prin-
cipal de trabajo teórico desde la publicación de la Teoría general... fue el intento de
compatibilizar el análisis macroeconómico con el microeconómico y gran parte de este tra-
bajo lo hicieron economistas que trabajaban dentro de la tradición keynesiana.
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la tasa "natural" de desempleo. Las primeras


bles al ser confrontados con los postulados de r
tes; la segunda les permitía propugnar la idea c
mía tiende hacia el equilibrio walrasiano, en cu
en la demanda no afectan a alguna variable re
Adicionalmente, la controversia entre keynesia
torno a los valores de algunos parámetros del m
desenlace favorable para los segundos; pero e
mayor trascendencia para la eficacia de las polí
de la demanda fue el relativo a la Curva de
cada" en el lado de la oferta). Al respecto, el em
tas fue tan contundente que la respuesta de los
planteó haciendo referencia a la visión que or
la C. Ph., sino en relación a la formulada po
Phelps (1970); es decir, la C. Ph. ampliada con
cios e invertida.2
Al imponerse el análisis monetarista, se desvirtuó teóricamente la
eficacia de las políticas de demanda en el largo plazo; no obstante,
se sostenía que éstas aún podían incidir en el corto plazo sobre el nivel
de producción y empleo, por lo aue la discusión se amplió con el tema de
la longitud temporal del corto plazo entre ambas perspectivas de aná-
lisis.

El surgimiento y desarrollo de la escuela de las expectativas racio-


nales trajo aparejado un cuestionamiento aún más severo de la postura
kevnesiana. Lucas (1972, 1973). Sargent (1973) y Sargent y Wallace
(1975) pusieron en la mesa de la discusión académica modelos de ex-
pectativas racionales cuyas conclusiones tornaron intrascendente la dis-
tinción entre el corto y el largo plazos, al postular que las políticas fisca-
les y monetarias anticipadas resultan ineficaces aun en el corto plazo.
Estos trabajos, que mantienen las hipótesis clásicas de flexibilidad per-
fecta de precios y salarios y de la conducta optimizadora de los agen-
tes, concentran su análisis en la parte de la oferta, rehabilitando pal-
mariamente el pilar fundamental de la teoría clásica: la Ley de Sav.
Sus autores afirman haber dado forma al armazón analítico de una
teoría de la dinámica de los precios (inflación) y de la producción; en

2 Precisando, en la versión original de la G. Ph. la causalidad era: desempleo- »inflación


de salarios (o de precios, siguiendo a Samuelson y Solow) ; en la versión monetarista ésta
es: no fl?z£ícijba¿fl- »desempleo.

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otros términos, afirman haber pla


económicos (véase, por ejemplo,
En el concierto de los modelos de
dan el tema, el contenido en el
dirían Dornbusch y Fischer (1988
de modo individual. En efecto, e
los de su tipo, sino también una pi
ciclos económicos hoy en día. La
(expuesta ya con anteriodad en L
en sus subsecuentes artículos sobr
Lucas, 1977) y ha sido tenazmente
(véase, por ejemplo, Lucas, 1981).
Los aspectos arriba señalados nos
portancia del estudio que aquí habr
remos examinar la consistencia lóg
alcance teórico del modelo de Lucas
ta agregada clásica de la escuela d
En la sección primera describirem
de economía propuesto por Lucas y
cios y la producción a lo largo d
economía es sacudida por una pe
más concreta, presentaremos el desar
en concordancia con la descripció
sección haremos referencia a sus i
de la política económica y a los mé
las políticas. En la sección tercera
vertibles del modelo, así como las
ricas que atañen a su pertinencia.
vía alternativa de investigación te
las expectativas racionales. Por últ
mos nuestra contribución person
remos las condiciones de los result
tales condiciones son muy restrict
resultan plausibles ni pueden ser e

1. El modelo de análisis

El objetivo del trabajo de Lucas fue explicar la relación en


vidad económica (producción) y la inflación en un modelo

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(1979) - otro adalid de la escuela de las expe


define como de "ilusión monetaria, compatible
racional y optimizador" de los agentes, y dond
equilibrio continuo. En la especificación de la cu
tesis de las expectativas racionales con imperfe
ción disponible y adoptó la hipótesis de la tasa "
Supuso que las decisiones de los agentes no dep
precios relativos establecidos en un ambiente d
distinguir entre cambios de los precios relativ
general de precios.
En la economía representada por Lucas, los of
en un gran número de mercados competitivos y
piélago" de Phelps (1970). La demanda, por su p
desigualmente entre los mercados, lo que hace
bien que se produce varíe a través de éstos.
La cantidad ofrecida en cada mercado es la s
i) un componente normal o secular, común a t
y ii) un componente específico (cíclico) que var
cado' y.c,r
Formalmente, haciendo que z indexe los mercados, tenemos que la
oferta en el mercado z está dada por:

y,(z) = y»,, + ycÁz) M


yn,< = a + ßi [2]
yc>t{z) = r[p,(z) -E{p/It (z
0 < A < i [3]

(Todas las variables están


representa el crecimien
del capital, etc. De acuer
pende del precio relativ
que asumió en el period
Donde :

pt(z) = Precio del bien en el mercado z en el periodo t. Éste es conocido


por los oferentes del mercado en cuestión.

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E(pt/It(z)) = Nivel general de precio


ponible en el mercado z en t, It(z
A. = Parámetro de reacción que mide
cífico a su valor del periodo anterior

De acuerdo con Lucas, un oferent


tamente en el nivel del component
por sus mercancías es igual al niv
percibe, prevalece. Sin embargo, s
le ofrecen es mayor (menor) a p
(menos) que la cantidad correspon
La dinámica cíclica de este modelo tiene como base la información
imperfecta del verdadero p r Cada oferente define su expectativa del pt
en un periodo dado a partir de dos fuentes: i) de su conocimiento del
componente normal y los valores pasados del componente específico
para todos los mercados. Esta información no le permite conocer el pt,
pero determina su distribución a priori, de media f>t y varianza que,
se supone, es (estadísticamente) normal y común a los oferentes de
todos los mercados; ii) de la hipótesis de que el precio del mercado
específico se dispersa de pt en una proporción determina, z - asumién-
dose que los mercados están indexados por las desviaciones de su pre-
cio respecto del promedio - , y se distribuye normalmente con media
0 (cero) y varianza Se supone que el oferente efectúa el cálculo de
su expectativa aplicando el "filtro de Kaiman" (modelo que permite
ajustar reglas óptimas de decisión de periodo a periodo, a medida que
se dispone de nueva información) mismo que, en su definición final
para el periodo t, consiste en un promedio ponderado de pi (z) (precio
al que se enfrenta en su propio mercado) y de pt (precio promedio
histórico). En este contexto, el oferente interpretará, por ejemplo, un
cambio en el precio al que se enfrenta en su mercado como un cambio
relativo al nivel general de precios si éste ha sido estable en el pasado,
por lo que su dispersión conocida es pequeña. Sus cálculos le llevarán
a asignar una ponderación nimia a p (z) y una ponderación grande a pt
en la definición de sus expectativas de pt.
Interpretando a Lucas supongamos, como ejemplo ilustrativo, que
la evolución previa al periodo t de la economía estuvo caracterizada
por una notable estabilidad en la oferta monetaria hasta que, en este

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periodo, las autoridades económicas lo interrump


to inesperado de la masa monetaria. Los oferent
pretarán el aumento concomitante en p como s
mente, un aumento de precios del mercado específi
en relación con pt: Responderán, en consecuenc
de más mercancías y seguirán haciéndolo así ha
proceso de afinamiento pertinaz de sus cálculos
mación actualizada, determinen el verdadero va
Formalmente, lo señalado arriba se expresa en
ciones :

Pfc) = P, + z [4]

Es decir, el precio obse


La información It(z) cons
Los oferentes utilizan
a lo que ellos observa
media :

E{p,/It{z)) = E(Pt(z)
= (1 - 9) pt{z) + «p, [5]

donde 0 = r 2/ (i2 -f- a2) ; 0 < B < 1 ;


Combinando [1], [3] y [5] se tiene:

y,(z) = y„.t + Hp,{z) - p) + (z) [6]

(Una exposición amplia del método para arrib


Sargent (1979), caps. X y XIII).
En el marco de análisis de la relación inflac
suponer que los trabajadores evaluarán el aum
minales (luego del incremento inesperado
como un fenómeno fundamentalmente loc
indicador de cambios en los precios relativos
mercados donde tradicionalmente las comp
el aumento de los precios en estos mercados
a los precios de las mercancías en otros merc
cibirán que sus salarios nominales son mayore

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ner en otras empresas; por tanto,


y tratarán de efectuar sus comp
adviertan que el aumento de preci
generalizados, disminuirán su ofer
y volverán a efectuar sus compras
mente lo hacían.
Finalicemos con la exposición formal del modelo agregando los mer-
cados (integrando respecto a la distribución de z, y (véase Sargent
(1979), cap. XIII) con lo cual se llega a la función de oferta agregada:

y, = y*, + 0yÍP, - ^ + b, _ , - - ,] i7 ]
(De acuerdo con [7], si la varianza de los precios relativos, es
igual a cero, entonces ^ = 0 y la oferta será prácticamente inelàstica
a los precios. Si la varianza del nivel general de precios es igual a cero,
entonces 0 = 1. En el primer caso la función de oferta agregada (es-
bozada en el plano cartesiano p,y) será una línea vertical y, en el se-
gundo, tendrá una pendiente y).

2. Implicaciones del modelo

A nuestro juicio, las implicaciones más importantes del modelo


cas pueden establecerse en los siguientes incisos:

a) Permite explicar la correlación positiva observada en las d


ciones del producto y los precios en torno a sus valores tende
El modelo admite que estas desviaciones pueden darse como re
tanto de choques reales como nominales; sin embargo, Lucas p
acento en el segundo factor.
b) Se desprende, de manera drástica y trascendental, la imp
de que las políticas fiscales y monetarias anticipadas no pro
efectos reales en la economía y afectarán tan sólo a las variab
minales (nivel general de precios, salarios monetarios, etc.). Es
plicación fue establecida por Sargent y Wallace (1975) en el
de un "teorema de neutralidad fuerte", mismo que afirma que
gobierno puede manipular el error de predicción bajo expectat
cionales ni la administración convencional de la demanda pu
utilizada para afectar la tasa natural de producción; por tanto,

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ministración de la demanda es completamente i


tivas racionales (para una comprensión forma
anexo).
Lo señalado implica también una directriz específica en la política
de reducción de la inflación; a saber, si el gobierno decide disminuir
la inflación, digamos del 10 al 5%, deberá ordenar que el banco central
reduzca del 10 al 5% el incremento de la oferta monetaria anunciando
tal medida explícitamente. Esto haría que p y p cambien inmediata-
mente su trayectoria inflacionaria del 10 al 5%, sin presentarse ninguna
divergencia entre ambos valores y, por tanto, sin que el producto se
desvíe de su nivel potencial. Se habrá así alcanzado la reducción de
la inflación sin ninguna recesión.
c) Palmariamente, se deriva ya de este modelo una crítica a la eva-
luación econométrica de la política económica, que posteriormente el
mismo autor (Lucas, 1976) se encargaría de explicitar.
Como se sabe, la evaluación tradicional de la política económica se
ha fundamentando en la estimación de modelos econométricos utilizando
datos históricos. Estos modelos estimados servían de base para extraer
conclusiones relativas al comportamiento de una determinada varia-
ble en el ámibto de distintos escenarios, bajo el supuesto implícito de
que, en cada uno de éstos, la relación econométrica permanecía esta-
ble. La crítica de Lucas consiste esencialmente en el argumento lógico
de que los parámetros estimados no habrán de mantenerse inalterados
frente a modificaciones en la política económica. Dado que la estruc-
tura de un modelo econométrico contiene reglas de decisión que defi-
nen el comportamiento optimizador de los agentes y que estas reglas
habrán de variar en concordancia con los cambios en las expectativas
sobre la evolución futura de las variables relevantes, entonces, cual-
quier modificación en la política económica hará que cambie la estruc-
tura de los modelos econométricos. El cambio de la regla de política
afectará no sólo los parámetros de la ecuación que describen la polí-
tica misma, sino también los parámetros de otras ecuaciones. Por tanto,
las estimaciones de los parámetros derivados de políticas anteriores
serán inadecuadas en la simulación de políticas nuevas.
Como se desprende de esta sucinta referencia, la crítica de Lucas
tiene efectos devastadores para el análisis y la evaluación de la política
económica con bases en modelos econométricos. También ha puesto en
relieve no sólo el precario conocimiento que se tenía sobre los efectos

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de la política económica en el m
también sobre las enormes dific
de una economía.

3. Aspectos controvertibles dei, modelo

Existen algunos aspectos controvertibles, así corno inconsit


ricas que merecen precisarse porque se relacionan con los f
tos y condiciones de validez del modelo de Lucas. A fin de
exposición, los segmentaremos analíticamente mediante in
a) Como se sabe, las hipótesis básicas del modelo neoclá
1 ) que los hogares maximizan sus funciones de utilidad y l
maximizan su beneficio; esto es, que los agentes actúan raci
2) que los mercados se despejan vía flexibilidad perfecta
y salarios, y 3) que todos los agentes tienen información per
tuita.
El paso clave que a Lucas le permite "superar" las limit
modelo neoclásico - incapaz de explicar la correlación pos
precios y/o salarios y la producción real (o el empleo) que
en las economías - consiste en suprimir la hipótesis de inf
perfecta y reemplazarla con la información limitada y asim
base en la cual, se arguye, los agentes estiman de la me
posible los precios relativos que influyen en sus decisiones d
demanda.
Esta sustitución de una hipótesis por otra implica el abandono del
postulado de que en los mercados perfectamente competitivos toda la
información es gratuita.
Como ya vimos, las fluctuaciones se producen debido a que los agen-
tes económicos confunden los cambios con variaciones en los precios
relativos en el nivel general de precios. Al tono de Okun ( 1982), resul-
ta difícil creer que la carencia de este tipo de información pueda sub-
sistir. Lógicamente, se debe suponer que, si los agentes son racionales,
abaratarán los costos de información mediante la creación de un centro
de servicio de información oportuna. En este sentido parece legítimo
preguntarse si acaso un instituto gubernamental de estadística no posee
la clave para eliminar los ciclos.
En este modelo, el carácter asimétrico de la información consiste en
postular que los agentes adquieren conocimiento de los precios de los

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bienes que venden antes de enterarse de los pre


desean comprar. Este comportamiento da pábulo
tiva (no infinita) de la curva de oferta agregada
B. Friedman (1978) y J. Tobin (1980) lo hicier
se invierte si los agentes se enteran primero de l
que desean comprar y después de los precios de
ponen vender. De este modo, se generaría una su
taria" que conduciría a disminuciones en el nive
con incrementos en el nivel general de precios.
b ) No es la hipótesis de expectativas racionale
carácter crucial para el modelo, sino la de flexib
cios y salarios - que entraña el equilibrio contin
Esta determina que las desviaciones de la prod
nivel secular se deban sólo a errores de cálcul
precios, avalando la implicación drástica de que
rias y fiscales anticipadas no producirán efectos
En un nivel más específico, tal implicación se t
ción de invarianza" de Sargent y Wallace (1975);
pronosticable de la oferta monetaria no tiene ef
variables reales.
En otros términos, la hipótesis de flexibilidad perfecta de precios
y salarios es ineluctable para la crítica a la administración de la de-
manda y hace posible explicar los ciclos económicos bajo expecta-
tivas racionales. Si se relaja tal hipótesis (admitiendo la existencia de
precios y/o salarios "viscosos"), aún las políticas anticipadas afectan
al sector real de la economía.
Lo anteriormente señalado se evidencia en los análisis de Fischer
(1977), Phelps y Taylor (1977), Dornbusch y Fischer (1988) y Taylor
(1979). Estos autores, si bien adoptan la hipótesis de las expectativas
racionales, aducen la existencia de convenios institucionales, eficienci
en términos de costos, etc., con los cuales explican la "viscosidad" de l
precios y/o salarios. En consecuencia, en todos estos modelos, los mer
cados no se despejan en un cierto intervalo de tiempo, dando pábulo
a la eficacia de las políticas estabilizadoras.
Debemos señalar, sin embargo, que esta línea de investigación toda
vía no ha llegado a establecerse de manera teóricamente sólida y de-
nota cirta precariedad en sus fundamentos. De destacar este hecho s
han ocupado diversos autores, entre los que cabe mencionar a Barro
(1977), McCallum (1977), Minford y Peel (1983) y Sheffrin (1983)

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A nivel general, las críticas apunt


en los precios y/o salarios son est
explicarlas como resultado de una
tes. En este sentido, la pregunta
"¿por qué deberían los agentes eco
tratos en los que se fija por adelan
bleciendo su salario nominal por
dando a las autoridades la oportun
medio de la desestabilización de sus salarios reales".
En resumen, podemos decir que, si bien existe insatisfacción y escep-
ticismo ante la hipótesis de flexibilidad perfecta de precios y salarios,
no se han podido desarrollar, hasta el presente, modelos que justifi-
quen (de manera compatible con los postulados de racionalidad de
los agentes) la existencia de, al menos, viscosidades en los precios
o en los salarios.

4. Las condiciones de validez del modelo

Como se vio, existen dificultades evidentes, desde los puntos


lógico y teórico, que actúan en demérito del modelo de Lucas
mentariamente, trataremos nosotros de precisar, en los siguien
tos, las condiciones en las que se apoyan sus resultados:
1. El modelo, como se sabe, está expresado en términos de l
mos. Debido a este hecho, la producción agregada está definid
citamente como una productoria de los productos individuales
de ser una sumatoria. Este problema se presenta inclusive a n
la producción ofrecida en un mercado individual, ya que se rep
como un producto del componente normal y del componente
fico, mismos que, expresados en unidades de medida "normales
logaritmos) asumen la siguiente relación:

y, (z) = °T*{Pt(z)/AE(PJI: (z)

(donde y, T, P y AE ( . ) son los antilogaritmos de y, t ) tiem


E(.), respectivamente).
Como se puede observar, la representación logarítmica del m
encubre, sin éxito, una relación funcional lógicamente insosten

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2. Si soslayamos el anterior problema, subsis


integración de los n mercados y m agentes para
oferta agregada sólo es posible bajo las hipóte
mercados dispersos son del mismo, único bien;
productivas poseen la misma función de prod
poseen la misma función de utilidad, y iv) la
homogénea. De modo más preciso, el modelo da
miento de una economía compuesta por agentes
mo bien y actúan como si se tratara de una únic
tido, la curva de oferta agregada, en su alcance
la curva de oferta individual de un productor, e
de dispersión en la primera, lo cual es indicativo
validez y del alcance de sus propias proposicione
3. Sin embargo, es con base en este modelo qu
- así como de Sargent, Wallace, Béraud y otros
con base en modelos similares - alude a una econ
n mercados de bienes heterogéneos y, por tanto
den clasificarse por el tipo de bienes que produc
cambios en el nivel general de precios, reaccione
de actividad productiva. Como vimos, Lucas p
que aquél puede dar cuenta de la dinámica de los
cías físicamente heterogéneas, pronosticando pu
vergencia para los mismos, después del acaecimi
ción. Tal optimismo denota una interpretación
teórico de su propio modelo.
4. Pero concedamos a Lucas la razón por un
aceptemos que el modelo puede representar una
con n mercados de mercancías distintas (más el
ahora debemos preocuparnos por saber bajo qué
fica la neutralidad del dinero inclusive en el cor
fundamental que aflora del trabajo que examina
perfectamente establecido Gorman (1953) (v
(1990)) estas condiciones son: i) que el aumen
taria se distribuya equiproporcionalmente entre
que las curvas de Engel sean lineales y pasen po
que ningún agente cambie su estructura de con
t) no se verifica, entonces: iii) las curvas de Eng
paralelas. De este modo, los cambios en la masa
de alterar los precios relativos ni el producto r

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condiciones i) y ii) o ii) y iii) im


se comporta como si estuviera co
Benetti, 1990); de modo que, tam
atributos invocados para el mod
los ciclos económicos de Lucas.

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Producción e inflación 73

Anexo

Un modelo macroeconómico sencillo que incorpora la hipótesis


de las expectativas racionales

Los fundamentos del análisis sobre la ineficacia de las políticas de


administración de la demanda, aún en el corto plazo son muy técnicos
sin embargo, el siguiente modelo de expectativas racionales (er) ba
sado en Frisch (1984) puede ayudarnos a comprender sus elemento
esenciales :

p=p--ß (u-u*)+ít [1]


ut - u* - ý(mt - pj + "f [2]
#•, = £(#//.,) [3]
La ecuación ¡[1] denota la relación entre
pleo; u, en su formulación friedmanian
que es serialmente independiente y se di
dia cero y varianza {tí* es la tasa "na
expectativas de precios para el periodo
de considerarse derivada del sistema IS
determina la desviación de la tasa de d
ut - u* , como función de la tasa de crec
reales, mt - pt, y depende también de
media cero y varianza T' La ecuación ;[3
son racionales; esto es, que el público fo
flación en el periodo t, p'' , como una e
nada a toda la información que poseen
Sustituyendo {2] en [1] y resolviendo p

Pt - ( P' + ßtm[ + ¿ - ßvf


Aplicando el operador de expectativas

= IE(P/1,_,) + ßmm/l, _
ya que E(í) - ßE(v) = 0

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74 José D. Liquitaya Briceño

Por [5] se tiene que:

(6]

es decir, la tasa esperada de inflación es igua la la tasa esperada de


crecimiento de la oferta monetaria.
Sustituyendo la ecuación [6] en [4] y suponiendo que las autorida-
des monetarias son capaces de controlar por entero la tasa de crecimien-
to de la oferta monetaria y además la anuncian al público en el pe-
riodo t - 1 (lo cual, formalmente significa que: E ( mj I __ t ) = (m ) ;
tenemos:

pt = E(m/It _J + (¿ - ^)/(l + W) [7]

La tasa de inflación resulta siendo igual a la tasa esperada de creci-


miento de la oferta monetaria más una combinación lineal de las va-
riables aleatorias del sistema.
Reemplazando [7] en [2] :

v t - u* (•/*£ + vt) /( 1 + ßi') [8]

Esto es, la tasa de desempleo, u , es igual a la tasa natural, u * , más


un componente estocàstico, lo cual significa que aquella oscila en torno
a u* debido sólo a factores aleatorios.
Podemos ver que la relación inversa entre la tasa de inflación y el
desempleo sólo se sostiene si el público es sistemáticamente engañado
por la inflación. A este respecto, los teóricos de la escuela de las expec-
tativas racionales se preguntan ¿por qué debería ocurrir así? Si se
asume que los agentes se interesan en maximizar su utilidad, tratarán
de hacer predicciones más exactas de la tasa de inflación. Esto no sig-
nifica que puedan predecirla perfectamente, sino que utilizarán toda
la información disponible para tal efecto, incluyendo las políticas mo-
netaria y fiscal propuestas.
Sustituyamos [8] en [1]:

P , = P' - ß{ {té, + "t)/(l + /ty) ) + í [9]

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Producción e inflación 75

De acuerdo con esta relación, los


tico de la inflación no tienen un
sólo a factores aleatorios, los qu
desvíe de su tasa "natural". Esto c
señalan :

en este sistema, no hay forma de q


conducir una política contracíclica. P
engañar de alguna forma al público
las expectativas son racionales, no e
las autoridades puedan emplear y cr
ticamente al público. Esto significa
la Curva de Phillips ni por un period

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