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En la legislación de procedimiento administrativo general precedente.

Los mencionados
supuestos tienen carácter de numerus clausus o taxativo porque la tendencia de la LGPA ha
sido atender al criterio al criterio de la esencialidad del vicio en la configuración de las
causales:

a) La contravención de la Constitución, a las Leyes o a las Normas reglamentarias.


b) El defecto o la omisión de algunos de los requisitos de validez, salvo que se presente
alguno de los supuestos de conservación del acto a que se refiere al artículo 14°.
c) Los actos expresos o los que resulten como consecuencia de la aprobación
automática o por silencio administrativo positivo, por los que se adquiere facultades
o derechos, cuando son contrarios al ordenamiento jurídico, o cuando no se cumple
con los requisitos, documentación o trámites esenciales para su adquisición.
d) Los actos administrativos que sean constitutivos de infracción penal, o que se dicten
como consecuencia de la misma.

La nulidad de pleno derecho a que se refiere el artículo décimo de la LGPA requiere ser
expresamente declarado por los órganos legitimados para hacerlo y por tanto no opera de
manera automática. En nuestro ordenamiento administrativo procedimental no es posible
sostener que un acto administrativo es nulo y no surte efecto alguno por más grave que sea
el vicio de que padezca, si es que no ha sido expresamente calificado como tal por la
autoridad competente por lo que se solicita en la presente vía por el recurrente.

PRINCIPIO DE IMPARCIALIDAD.- Este se encuentra regulado en la LGPA N° 27444, Artículo


IV, principios del procedimiento administrativo inciso 1.5; señala “Las autoridades
administrativas actúan sin ninguna clase de discriminación entre los administrados,
otorgándole el tratamiento y tutela igualitarios frente al procedimiento, resolviendo
conforme al ordenamiento jurídico y con atención al interés general”.

Según el profesor italiano Mássimo Severo Giannini el origen del principio de Imparcialidad
se dio en Inglaterra como una regla de neutralidad y de aplicación en la administración
Pública, para posteriormente irse extendiendo a otros países como en el caso de Estados
Unidos. Asimismo, el Principio de Imparcialidad administrativa se deriva de otro principio
administrativo importante como es el de Igualdad Administrativa, es decir, ante intereses
tanto públicos como intereses privados, se debe encontrar la proporción equilibrada entre
ambos, a fin de evitar la arbitrariedad en el campo administrativo, podría decirse igualdad
de armas para la administración pública y el administrado.

En ese sentido, las autoridades administrativas no pueden actuar con ninguna clase de
discriminación entre los administrados, debe existir, por lo tanto, un trato igualitario entre
ambos en respeto del ordenamiento jurídico legal. La Administración Pública debe actuar
imparcialmente y no en base a intereses de índole personal, económica, etc. Y su
comportamiento orientarse en conectividad con los intereses generales. Asimismo se deriva
de este Principio administrativo, que los administrados no pueden ser discriminados, ya sea
por religión, sexo, idioma, condición social, etc, deben ser tratados de forma igualitaria e
imparcial. No obstante, puede existir una desigualdad, pero de manera positiva, es decir,
como ejemplo.- En el caso que el administrado sea una persona con discapacidad.

En violación del Principio de Imparcialidad en fecha15 de enero de 2018 se ha materializado,


notificándome la resolución recurrida.

PRINCIPIO DE VERDAD MATERIAL.- El principio de Verdad material se encuentra regulado


en la LGPA, en su artículo IV, Principios del procedimiento administrativo, inciso 1.11; “en el
procedimiento la autoridad administrativa competente deberá verificar plenamente los
hechos que sirven de motivo en sus decisiones, para lo cual deberá adoptar todas las
medidas probatorias necesarias autorizadas por ley, aún cuando no hayan sido propuestas
por los administrados o hayan acordado eximirse de ellas. Es muy necesario y exijo a través
suyo que la Administración Pública , a fin de emitir un acto administrativo válido y el respeto
a la seguridad jurídica, el acto debe estar debidamente motivado y respetando los informes
que haya considerado para su decisión, para ello debe basarse en pruebas completas,
verdaderas, que a través de los documentos, declaraciones, etc y éstas a su vez deben ser
verificadas.

El procedimiento administrativo tiene que ser eficaz, y tiene que llegar al administrado de
manera más fácil, de manera que no se pueda someter a objeciones y dilaciones que pueda
perjudicar el procedimento administrativo, por lo tanto se debe buscar los mecanismos de
eficiencia que puedan darse a través de la administración pública en busca de mejorar en su
funcionamiento.

III. DERECHOS CONSTITUCIONALES DEL DEBIDO PROCEDIMIENTO Y DEFENSA

Nos referimos a la obligación de las autoridades administrativas de otorgar al administrado


destinatario del acto en cuestión, la oportunidad para que dentro de un plazo adecuado
pueda formular los argumentos que estime conveniente, para apuntalar la legalidad del
citado acto administrativo. Así en la sentencia requerida en el Expediente N° 0884-2004-
Acción de Amparo/TC (Caso Eusebia Judith Buendía Fernández), el Tribunal declaró que:

“En el presente caso aun cuando la emisión de la citado resolución afectaba derechos e
intereses de la actora, no se le ha concedido a ésta la oportunidad de defenderlos. Así, si
bien es cierto que la norma atributiva de la potestad de anulación (Artículo 202 de la LGPA)
no lo indica expresamente, … deriva razonablemente del principio del debido procedimiento
administrativo y de los artículo 3.5, 165.2, 187.2, que ninguna autoridad administrativa.

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