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Muchos artefactos egipcios fueron dejados sin tocar por la humanidad. Howard
Carter era un arqueólogo que fue intrigado por eso. En 1891, a la edad de 17 años, dejó
su hogar en el Reino Unido para documentar y recrear las ricas pinturas murales
coloreadas en las tumbas del Medio Egipto. Luego comenzó su primera excavación bajo
Egipto hasta que su éxito se detuvo al defender a los guardias del sitio egipcio en vez de
los turistas franceses. Los siguientes años fueron muy difíciles, fue condenado al
ostracismo a hasta que comenzó una colaboración especial con un noble ricísimo. El
noble rico, Lord Carnarvon, financió un proyecto para encontrar la tumba de un faraón
olvidado.
Howard Carter había estado excavando la cámara funeraria del rey en el Valle de
los Reyes de Egipto. Después de casi dos años de excavación, descubrió el tesoro más
un ataúd de oro macizo que contenía los restos del niño-rey olvidado el Rey Tut.
Era durante el período de la historia egipcia conocido como el Nuevo Reino o, a veces, el
Período del Nuevo Imperio. Él, desde su descubrimiento, se ha referido como el Rey Tut.
La tumba del rey Tut y las riquezas que contenía alimentarían una obsesión mundial con
el antiguo Egipto.
más allá de la historia pasada del hombre a la historia antigua fue posible a través de la
antigua .