Debemos analizar el mecanismo mental que conduce a un juez a dictar una
sentencia y qué mecanismos han estado presentado en él para configurar su
declaración judicial. En doctrina, se habla de dos tipos de lógica: la analítica y la dialéctica. La lógica analítica, llamada también formal, plantea que, en un razonamiento, partiendo de afirmaciones verdaderas se llega a conclusiones que también deben ser verdaderas. Es el silogismo clásico que no admite dudas en su conclusión: si A es mayor que B, y B es mayor que C, sin duda A es mayor que C, aún cuando reemplacemos las letras por absolutamente cualquier contenido. En cambio, la lógica dialéctica estudia aquellos métodos que conducen el razonamiento en las discusiones o controversias, a través de los cuales buscamos la manera de persuadir, convencer o cuestionar la afirmación sostenida por el contrario
Señala EDUARDO COUTURE, en su libro “Fundamentos del Derecho
Procesal Civil”, Tercera Edición, Ediciones De Palma, Buenos Aires, 1966, páginas 270 y 271, lo siguiente: “Las reglas de la sana crítica son, ante todo, las reglas del correcto entendimiento humano. En ellas interfieren las reglas de la lógica, con las reglas de la experiencia del juez. Unas y otras contribuyen de igual manera a que el magistrado pueda analizar la prueba (ya sea de testigo, de peritos, de inspección judicial, de confesión, en los casos en que no es lisa y llana) con arreglo a la sana razón y a un conocimiento experimental de las cosas. El juez que debe decidir con arreglo a la sana crítica, no es libre de razonar a voluntad, discrecionalmente, arbitrariamente. Esta manera de actuar no sería sana crítica, sino libre convicción. La sana crítica es la unión de la lógica y de la experiencia, sin excesivas abstracciones de orden intelectual, pero también sin olvidar esos preceptos que los filósofos llaman de higiene mental, tendientes a asegurar el más certero y eficaz razonamiento ”. (Resaltado y subrayado agregado).