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MAGNETIZACIÓN

Magnetización es también conocida como polarización magnética que es un campo


vectorial y se denota con la letra M, y consiste en la cantidad de momento magnético
por unidad de volumen, es decir, la densidad de momentos de dipolos magnéticos
permanentes o inducidos en sustancias magnéticas. La magnetización proviene de
cualquiera de las dos corrientes eléctricas microscópicas sacadas de movimiento
de los electrones en átomos, o spin intrínseco de los electrones. Este fenómeno es
susceptible a ser distorsionado por la temperatura. Las sustancias ferromagnéticas
son la única clase de materiales magnéticos capaces de alcanzar la magnetización
neta debido a la respuesta material a campo magnético externo, combinada con la
posible existencia de momentos de dipolo magnéticos desequilibrados al azar por
el propio material. Magnetización varía entre puntos ya que no es homogéneo a lo
largo de un material. La Magnetización está bien definida por la siguiente ecuación:
B = (H + M) µo
Donde:
B – densidad de flujo magnético
H – fuerza de campo magnético
M – magnetización
µo – constante de permeabilidad del vacío

METODOS DE MAGNETIZACION
Se pueden magnetizar materiales ferromagnéticos por inducción, colocándolos
dentro de campos magnéticos intensos. Cuando se magnetiza un material
ferromagnético, teóricamente, los dipolos magnéticos o los dominios, en el interior
del material, se orientan en dirección del campo, de manera semejante a la
orientación de una brújula en el campo de la Tierra. Si los materiales son de alta
remanencia, se tienen imanes permanentes, si son de baja se obtienen imanes
temporales.
Otra forma de magnetizar un material ferromagnético es por frotamiento con el polo
de un imán en una sola dirección, al hacerlo así, la región del material que se frota
con el polo, adquiere un polo contrario al del imán, transmitiéndose el efecto hasta
el otro extremo donde se forma un polo contrario al formado durante el frotamiento.
Un tercer procedimiento es por contacto. Consiste en permitir que un extremo del
material a magnetizar haga contacto permanente con el polo de un imán; enseguida
los dipolos moleculares del material se orientan en su interior, apareciendo dos
polos en los extremos; en el extremo que hace contacto con un polo sur por ejemplo,
aparece un norte y un sur en el otro extremo.

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